Esclavitud, Capítulo 19 por Josy1986

7
Hey hola mi gente bella, muy buenas tardes tengan tooodos ustedes, de verdad como siempre agradeciendo a todos los que se pasan a mi humilde blog a leer los fic que se traducen de verdad muchas muchas gracias a ustedes gente bella :3. n fin espero les encante mucho este nuevo capítulo de "Esclavitud"



Capítulo 19

Pasaron algunos días después de la ceremonia de boda que se llevó a cabo y la joven pareja no podía que estar feliz. Mayormente disfrutaban del tiempo juntas en su dormitorio, abrazadas. Había siempre intercambio de suaves besos y se exploraban lentamente la una a la otra. Korra fue muy paciente con Asami más de lo esperado. La Avatar siempre le preguntaba a la pelinegra si estaba bien en tocarla en cierto lugares y la heredera, cada vez lo apreciaba.

Ambas le encantaba pasar tiempo en la cama. Asami se sentaba recostada contra la cabecera de la cama y Korra se sentaba a su lado, con su cabeza siempre sobre el abdomen hinchado de Asami. Sus dedos amorosamente se movían sobre la piel pálida, una vez que levantaba el vestido de dormir de Asami lo suficiente para exponer su piel blanca.

La heredera amorosamente acariciaba el cabello de Korra, mientras que su esposa le hablaba al abdomen al bebé que venía en camino. Asami se dió cuenta que tenía cosquillas y de vez en cuando no podía ahogar la risa, mientras que los suaves dedos de Korra se movían sobre la piel de su abdomen.

Al otro día,  Korra decidió enseñarle a nadar a Asami. Korra, Asami y Axis estaban sentadas al borde de la piscina y Korra suavemente se deslizó para ir al agua. Ella tomó ambas manos de Asami que, estando vacilante al inicio, dejó que Korra la guiara al agua. La pelinegra se encontró con que la temperatura del agua era agradable y dándose cuenta que tener como esposa a la Avatar de cierto modo, llegaba a ser genial. Incluido que era capaz de climatizar el agua.

Después de que Korra recibiera algo de beber dentro de la mansión, la Avatar encontró a sus dos amigas debajo de un árbol. Asami se había quedado dormida, su cabeza apoyada sobre el regazo de Axis. Libros rodeaban a ambas y Korra reconoció algunos de ellos. Ella le dió risa y en silencio se acercó, dándole su respectiva bebida a Axis que le sonreía.

--"Creo que tu esposa me encuentra bastante aburrida..."-- Axis señalaba, y una mano descansaba sobre la cabellera de Asami.

Korra se rió y observaba a la pacífica pelinegra. --"Nop, aunque, tengo que admitir, que eres bastante aburrida. A veces."-- Dijo para luego carcajearse.

--" Tienes suerte de que tu esposa se quedó dormida sobre mí o de lo contrario te estuviera pateando ese culo."-- Dijo, tomando un sorbo de su bebida.

--"El embarazo la deja agotada. A veces, ella solo duerme. Nada personal."-- Dijo sentándose al lado de su amiga. --"Y si tampoco te importa, también te voy a usar de almohada."-- Dejando escapar una suave risita cuando vio que Axis rodaba sus ojos.

--"Esta bieeen... Al menos pasame un libro, tengo que hacer algo útil mientras  ustedes dos están roncando encima mío."-- Dijo con una sonrisa y casi recibía una bofetada en su rostro por unos de los libros que le pasó Korra. Antes de que la Avatar consiguiera una posición cómoda para dormir, beso primero la frente de Asami y acomodo su cabeza sobre el regazo de Axis cayendo en un sueño ligero.

A pesar de que Korra y Asami parecía genuinamente felices cuando estaban cerca de Axis, la maestra vudú sabía cuándo era el momento de salir de la casa a solas. Estaba realmente feliz, por ambas, aunque sentía a veces una punzada de dolor en su pecho cada vez que veía a su ex amante con su actual esposa. No podía evitarlo, pero trataba de luchar contra aquellos sentimientos de celos huyendo a la biblioteca de la mansión.

Hoy era uno de esos días. Mientras que Korra y Asami disfrutaba de los últimos rayos solares en el jardín, a ella le encantaba leer. Leer sobre lo que era el vudú y aprender algunas cuantas cosas nuevas que tal vez luego lo usaría en la vida. Había un hechizo en donde un maestro podía controla la mente de su víctima. Obligándolos a hacer lo que ellos quisieran. Aquel conjuro sólo se podía romper si la magia de alguien era más poderosa que tuya.

Otra cosa de la que nunca sabía era que podía fusionarse con más de un espíritu al mismo tiempo. A pesar de que no estaba exento de riesgo, sobretodo, si uno de los espíritus era oscuro  y otro uno iluminado. El espíritu oscuro corrupto podía apoderarse del espíritu de la luz y posiblemente convertir al maestro vudú en contra de sus propios aliados. Era posible que el lado positivo fuera inagotable. El maestro en cuestión sería capaz de transformar y hacerse cargo de todos los Espíritus con mejores habilidades que pudieran usarse en batalla.

Era uno de esos días en el que Axis se encontraba una vez más en la biblioteca. Ella estaba enterradas en varios libros, dando vuelta a página tras página. Incluso había comenzado a copiar y traducir solamente libros que contenían runas que sólo ella era capaz de leer. De repente, oyó que la puerta se abría y cerraba, el sonido fue seguido de un silencioso sollozo. Mirando con curiosidad, vio que era la señora Sato junto a la puerta. Con una mano delante de su boca, tratando de ahogar sus sollozos.


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Gente bella, a partir de ahora viene el hard entre Yasuko y Axis, así es jajajaja creo que algunas personas querían esto y la fanficker Josy1986 se los cumplió disfrutenlo y si no bueno jajaja no leer esa parte. 
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
--"¿Lady Sato?"-- Axis se manifestó, la curiosidad y preocupación eran muy clara en su voz. 

Yasuko se estremeció, pero luego se relajó después de ver que era la sureña. --"O-oh... Lo siento... N-no sabía que estabas aquí..."-- Tratando de ocultar el hecho de que estaba llorando. 

Axis rápidamente dejó de estar detrás del escritorio de roble y se dirigió a donde estaba la mujer mayor. Teniendo un pañuelo en sus manos y dándoselo a ella. --"¿Qué sucede? ¿Por qué estás llorando?"--

Yasuko sonrió con tristeza, dejando escapar un pequeño grito estrangulado y aceptando el pañuelo que la sureña le había dado. --"Yo... Yo no es-es nada realmente..."-- 

--"Si es algo que te está molestando, no es nada... Ven."-- Ella tomó suavemente la mano de Yasuko entre la suya y la guió a uno de los sofás para que pudiera sentarse. Una vez a su anfitrión se sentó, Axis se trasladó a la mesa, sirviendo un vaso de agua y se lo entregó a la otra mujer después de que ella se sentará a su lado. --"Así que... Dime, ¿Qué pasa?"--

Yasuko tomó el vaso entre sus dos manos, jugando con ello un poco antes de respirar hondo y comenzaba a explicar. --"Yo... Hoy me entere que mi esposo, ha dormido con algunas de nuestras criadas..."-- 

--"Ohhhh... Ya veo..."-- Aclarando su garganta antes de continuar. --"¿Quieres que... Le lanze algún hechizo?"--, preguntó ella con un guiño jugueton para aligerar aquel estado de ánimo y Yasuko se rió en voz baja, aún secándose las lágrimas. 

--"Bueno... Si esto ayuda en algo... Creo que es un idiota. Quiero decir... Él tiene a una hermosa esposa. ¿Por qué diablos iba a estar acostándose con esas criadas?"-- Dijo, metiendo algunos cabellos sueltos detrás de la oreja de Yasuko. 

La mujer le sonrió a la sureña que le sonrió de vuelta. --"Sabes... Las cosas no siempre han sido así..."-- Dijo de repente ojos verde oliva se encontraron con aquellos azules.

--"¿Qué quieres decir?"--

Yasuko dejó escapar una risa seca. --"Antes de que me casara con Hiroshi, antes me había enamorado tanto en mi vida."--

--"Bueno, eso es un poco normal, ¿No crees? Después de todo, solamente somos seres humanos."--

Otro poco de lágrimas escaparon de los ojos de Yasuko, siguiéndola de otra risa seca. --"S-si... Supongo que si... Pero... No... Quise decir..."-- Tomando un profundo aliento para poder tratar de calmar su respiración, sonriendole a la sureña. --"Me enamore de una mujer..."-- Ella desvió su mirada, observando en su lugar al suelo y con los ojos cerrados antes de continuar. --"Tú... Tú me recuerdas mucho a ella."--

Axis le sonrió cálidamente a la mujer mayor y colocó una mano sobre las de Yasuko. --"¿Qué sucedió?"--, preguntó con voz baja.

--"Hmmm... Ella y yo nos conocimos en la ciudad. Trabajaba en un puesto comida en un mercado local. Y desde el momento en que nos conocimos, hubo una chispa..."-- Un color rosa pálido se asomo en las mejillas de Yasuko. Sonriendo con felicidad por aquel grato recuerdo. --"Tari era bastante clara con sus intenciones, desde el momento en que nos conocimos."-- Dijo riendo. 

Axis se unió a la otra mujer y se echó a reír también. --"Apuesto a que... La gente como nosotros, somos tan sutiles como un ladrillo."--

--"Ella me invitó a salir y yo ni siquiera considere en rechazar su petición. Salimos en nuestra primera cita, reímos, tuvimos largas conversaciones que continuaron hasta altas horas de la noche. Al final nos..."-- El color rosa en su mejilla cambió a un tono carmesí profundo. --"Qui-quiero decir... Es como..."-- Ella tragó saliva, y verde oliva se encontraron con los azul cielo y Axis no hizo más que sonreír. 

--"Lo entiendo... Debió ser especial."--

Yasuko dejó escapar un suspiro de añoranza. --"Si... Que lo fue."-- Admitió mientras jugaba con sus dedos un poco. Estaba un poco avergonzada por confesar todo aquello. --"Lo siento, no debí..."--

--"No, no lo sientas. Yo no soy nadie para juzgarla Yasuko. Nunca lo haría. Por favor, sigua adelante..."--

Las características de Yasuko se entristecieron antes de continuar de nuevo. --"Ella... ella se tuvo que ir... Era del Sur, como tú y Korra, que tenía un grupo donde juntos viajaban alrededor del mundo. Exploraba, conocía gente nueva... Y un día recibí una carta... ella... ella había fallecido... Se había ido y yo nunca... Nunca tuve la oportunidad de despedirme como debía de ella."--

--"Yo... lo siento mucho..."-- Su brazo pasó alrededor de los hombros de Yasuko, en un intento de consolar a la otra mujer.

--"Estaba devastada... pero tenía que seguir adelante... necesitaba seguir adelante. Así que lo hice... un día conocí a Hiroshi y pidió mi ayuda después de que nos hiciéramos amigos. Él necesitaba un préstamo de mi dinero que gane trabajando duro para poner en marcha su propia empresa. Al principio, tenía mis dudas pero se las arregló para convencerme y prometió que me los pagaría de vuelta diez veces más."-- Sus labios rosa se curvaron en una suave sonrisa. --"Su idea fue todo un éxito y cumplió su palabra. Nos volvimos más cercano y no mucho después nos casamos... cuando di a luz a Asami... fue... fue muy duro para Hiroshi, pues casi me perdió durante el parto debido a complicaciones. Cada vez que yo quería ser más... íntima... él siempre encontraba una excusa para... bueno... esquivar aquello... finalmente deje de intentarlo."--

Las dos permanecieron en silencio y Axis mordía en el interior su mejilla. --"¿Te... te gustaría... poder hablar... con Tari?"--, preguntó vacilante. --"Como... ¿Hoy?"--

Yasuko miró a Axis con una mirada confusa en su rostro. --"Axis... ella se ha ido. Ella-"--

--"Lo sé, lo sé... pero... quiero decir no será que por más que algunos minutos... pero aún así... puedo ayudarte a conectar su espíritu a través de la magia de sangre... incluso si aún la Luna de Sangre no está..."--

Los ojos de Yasuko se abrieron como platos. --"¿En-en serio?"--

Axis asintió y apartó su brazo otra vez. Se volvió tanto hacia adelante de Yasuko y así poder quedar sentada una frente a la otra. --"Tiene que traer aquellos recuerdos de nuevo a la superficie... recuerdos de su sonrisa, su olor, la forma en la echaba a reír o de cómo caminaba. Mientras más recuerdos, mejor."--

La mujer asintió e hizo lo que Axis le había dicho. El corazón le latía muy fuerte dentro de su pecho. Cerró sus ojos y dejó que la sureña hiciera lo que tuviera que hacer.

Axis tomó una de sus dagas más pequeñas e hizo un pequeño corte en su pulgar. Apretando su dedo sobre la frente de Yasuko y luego contra la suya. Después, ella atrajo a Yasuko colocandola sobre su regazo, colocandola más firme y la mujer dejó escapar un suave chillido bastante sorprendida. Envolviendo sus pálidas piernas alrededor de la sureña. --"Lo siento... espero no estar haciendo cosas incómodas... jeje..."-- Axis dijo con un poco de nerviosismo.

--"N-no... no... no te preocupes por eso..."-- Dijo igualmente nerviosa, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Axis. Su pálida piel descansaba contra el de la morena  y cerró sus ojos. --"Cómo... cómo puedo saber si..."--

Oyendo la risita de Axis. --"Lo sabrás... confía en mi..."--

Yasuko tragó saliva y dejó que todos los recuerdos de Tari salieran a la superficie. De cómo se conocieron. En donde fue su primera cita. La primera vez que ellas se besaron. La primera vez que habían hecho el amor. De como ella olía y lo suave que era la piel de Tari cuando lo sintió bajo sus dedos. Su corazón se llenó de mucho amor de como lo recuerdos volvían rápido. Sus manos estaban apretadas en forma de puño que se mantenían aferrados en la ropa de Axis. Una brisa suave lleno la habitación y de repente, de la nada, llegó a sentir paz.

Todo lo que podía oír era a Axis... de cómo ella inhalaba y exhalaba. Se relajó completamente y fue en ese justo momento que sintió un repentino cambio. El cuerpo de Axis comenzó a encogerse, sólo en lo más mínimo. Cuando Yasuko abrió los ojos, no era los azules cielo que le daba la bienvenida, pero si unos turquesas que no había visto en veinte años. El tono de la piel de Axis paso a ser un poco más claro y todo lo que podía hacer Yasuko era mirar. Su aliento quedó atrapado en su garganta.

--"Hola Suki... ha pasado mucho tiempo..."-- La voz de Tari era suave y cálida. Su mano tiernamente el lado derecho del rostro de su amante. --"Di algo... por favor..."--, dijo con un tono suplicante. 

Las pálidas manos tomaron el rostro de Tari y sin pensarlo dos veces, Yasuko a la otra mujer profundamente en los labios. Se besaron febrilmente, pero después de algunos minutos, Tari fue la primera en apartarse. --"Suki... sólo tenemos unos minutos..."--, dijo. --"Te amo... y lo siento..."--

Yasuko acarició el rostro de Tari tiernamente. Haciendo que sus dedos se deslizaran sobre la piel suave de color caramelo y ella asintió. --"Yo también te amo... y no sientas algo que no fue tu culpa... ¡Te he echado de menos...!"-- Su voz se quebró y algunas lágrimas se deslizaban por su rostro. 

Unos brazos fuerte abrazaba a Yasuko contra la forma de Tari. Juntas, lloraron de lo que pudo haber sido y de lo que nunca estuvieron destinadas a ser. Intercambiaron otro beso profundo y apasionado. Vertiendo todos sus sentimientos en aquel beso y cuando se alejaron la una de la otra, la expresión de Tari era triste pero una leve sonrisa se presentó en sus labios. --"Ojala nunca me hubiera ido... entonces las cosas hubieran sido diferente..."-- Dijo y apretó más su abrazo que tenía rodeada a la otra mujer. --"Te amo, Yasuko... espero que lo sepas..."--, susurró. El tiempo se agotaba.

--"Lo sé... Yo también te amo."-- Compartieron un rápido beso final mientras ambas mujeres cerraron sus ojos una vez más. Sus frentes apoyada una contra la otra y Yasuko trató de calmar su acelerado corazón, que estaba segura de que trataba de escaparse. 

--"Buena suerte Suki..."-- Tari susurró cuando una suave brisa lleno a la habitación como antes. "Y por ahora, adiós..."-- 

El aliento de Yasuko se encogió y sintió que el cuerpo de Tari crecer. Abriendo los ojos otra vez luego de que la brisa se había calmado. Al verla la entristecía sino que también la llenaba de alegría. Aquellos ojos turquesas fueron sustituido por unos orbes azul cielo que no parecían mirar directo a su alma. Ella todavía estaba sentada sobre el regazo de la sureña cuyas manos estaban acariciando tiernamente su espalda. 

Axis estaba a punto de hablar cuando los labios color rosa se estrelló contra los suyo. Estaba en shock, más cuando la lengua de Yasuko se encontró dentro de su boca. Se obligó a retirarse. --"Lady Sato... es-espera yo no..."-- 

--"Lo sé..."--, susurró. --"Por favor... Axis... yo necesito esto..."--

La sureña tragó saliva, tratando de concentrarse, pero unos suaves labios besaba su cuello hizo que pensar fuera difícil de hacer las cosas. Sus manos parecían moverse por cuenta propia y antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, tenía sus manos sobre el trasero y ambas se levantaron del sofá.

Las pierna de su anfitriona se envolvieron con fuerza alrededor de su cintura. --"No aquí... mi habitación... está cerca..."--, susurró y camino hacia la puerta. 

Yasuko solo asintió y estrelló sus labios con los de la otra en otro beso ardiente. Uno que estuvo a punto de hacer viajar a Axis. 

No tenía idea de cómo, pero a los pocos minutos, estaban en la habitación. No perdiendo el tiempo, inmediatamente apuntó a la cama. Las ropas fueron removidas y fueron arrojadas a un lado mientras caminaban hacia la cama, para cuando llegaron ambas estaban completamente desnudas. La mujer mayor se metió primero a la cama, sentándose contra su espalda, ya lista. Axis no perdió el tiempo y se metió entre las piernas que le daba la bienvenida. 

Axis beso a Yasuko con una nueva pasión y movió su cadera hacia adelante. Los gemidos de Yasuko se mezclaban con los suyos y llegaron a su primer orgasmo en unos minutos. Escuchando a la mujer gritar un nombre, a pesar de que no era el suyo. No le importaba. Después de todo, ella también estaba siendo egoísta. A pesar de que se preocupaba por la mujer que tenía debajo de ella, solo había alguien a la que Axis nunca podría amar.

Continuaron así durante varias horas más. A veces Axis estaba encima, a veces, Yasuko se hacía cargo y tenía a la maestra vudú inmovilizada. Sus manos, labios, dientes mordisqueaban y se exploraban, besando aquella carne sensible. Constantemente en todas partes. Ambas terminaron en el suelo. La lengua cálida y húmeda de Axis terminaron enterrado entre los pálidos muslos. Yasuko arqueaba su espalda, liberando de golpe aquel orgasmo como lo había hecho muchas veces en aquellos días. Ella gemía dulcemente y cabalgando en aquel clímax durante el tiempo que pudo. Mientras sus manos estaban enterradas profundamente en la larga cabellera de Axis.

Ella dejó escapar un suspiro tembloroso y liberó a Axis de su férreo control. La sureña la levantó, llevándola a la cama. Yasuko estaba agotada. Tanto física como mentalmente. Hundiendo su rostro en espacio del cuello de la otra, permitiendo que los brazos fuertes la abrazara y unos segundos después ella cayó en un profundo y tranquilo sueño.
-----------------------------------------------------
Cuando Axis dice: "La gente como nosotros, somos tan sutiles como un ladrillo." es como una manera irónica o un simil de que la persona no es nada sutil x'D

Entradas que pueden interesarte

7 comentarios

  1. Esto es tan raro! Pero igual esta bueno...
    Gracias por tus traducciones!...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja si yo igual me sentí así de ._. jajajaja pero lo raro es genial x'D claro hasta cierto punto x'D

      Eliminar
  2. Acabo de leer toda la historia. Es de las más fuertes que eh leído, siento mucho lo que sucedió con Asami pero que bueno tenga a una persona como Korra a su lado. Espero ansiosa el próximo capítulo y muchísimas gracias por la traducción ��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, yo también acabo de leer los 19 caps. de golpe y quedé como: WOW, esto es fuerte!!! pero aún así me parece una excelente historía.

      Eliminar
    2. Jajaja si es verdad es bastante fuerte, yo sin duda le he comentado a Josy sobre esto y creo que ha quedado encantada de que otras personas lo disfruten :3 todo gracias a ella y claro el próximo domingo capitulo nuevo =)

      Eliminar
  3. Oh God!!!! yo no sé ni qué decir... así que mejor no digo nada.
    Es decir, WTF Axis y Yasuko... que diría Asami si se entera!!!
    pero bueno... muy bueno este cap. Gracias por tus traducciones!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajjajaa eso se sabrá más adelante yo igual, quede O.O yisus jajajajaj esto es loquisho pero me gusta x'D

      Eliminar