"Korra estás prácticamente muy hiperactiva" Asami reía, mientras levantaba la vista de su cuaderno. La morena había estado por todo el apartamento de Asami, en su interior recorría todo ese pico de energía causado por la cafeína, explorando rápidamente e investigando cada centímetro del apartamento de la chica de cabello ondulados. Lo primero que noto Korra, fue que el apartamento estaba en lo alto del edificio, tenía ventanales grandes y abiertos que poseía la habitación principal, y eso daba una sensación de que era muy espaciosa. Cualquier espacio que no estaba cerca de las ventanas del apartamento, estaba con unas estanterías algo envejecidas, que estaban abarrotados por guías y años de estrategias de la ingeniería. La morena miraba un par de cosas sobre lo que tenía Asami en su estantería, pero no podía seguir un párrafo más, solo un par de frases. A pesar de que verdaderamente no disfrutaba sobre lo que tenía Asami en sus bocetos sobre máquinas y parte de algunos motores que cubría el escritorio de la ojiverde, no dejo de hacer unas lluvias de preguntas, que hizo que hizo que la morena se sintiera más curiosa.
"La ingeniera es algo increíble." Decía Korra maravillada, "Y me refiero a todos estas matemáticas, estos dibujos y libros."
"Debo anotar en mi libreta, no más cafeína para Korra", decía Asami, "Al menos no cuando tengo que entregar algo a una fecha limite."
"¡Oh, vamos! ¡Me siento muy bien!" Korra abucheo ante el comentario de Asami, mostrandole algunas técnicas con sus brazos, para probar su punto de vista, de que efectivamente se sentía bien, pero accidentalmente golpeo un montón de cajas, tirándolas, haciendo que esa pila de cajas cayera sobre la morena, quedando la mitad de su cuerpo enterrada en por la enorme cantidad de cajas, haciéndola lanzar un gritito de sorpresa. Una foto cayo en el regazo de la morena, entrecerrando sus ojos al ver una foto amarillenta en la que parecía un par de parejas felices mirando, a lo que parecía ser a una Asami más pequeña.
"Cuidado con las lamparas." Dijo la ojiverde a Korra desde su escritorio, "Son muy antiguas."
"No hay lamparas, son solamente cajas", Decía la morena distraídamente, con la vista aún en la foto de aquella familia feliz. Si había cosa sobre Asami, era que ella no hablaba nunca de su familia. En las tantas semanas que la morena se la pasaba con Asami, ella solo había mencionado a su padre, Hiroshi, así dijo que se llamaba, y de la mujer que aparecía en aquella foto no fue mencionada absolutamente. Korra tomo el marco de la fotografía con fuerza, mientras escuchaba como los pasos distraídos de Asami se acercaban hasta donde ella estaba.
"Oh Korra te has hecho un lío." Decía Asami, sonando más divertida que molesta por la montaña de cajas y baratijas que le había caído encima a Korra.
"Voy a limpiarlo." Dijo la morena, mientras se quitaba las cajas que le cayeron encima, tanto de su piernas y cerca de la cintura, mientras Asami de nuevo volvía su atención al trabajo que hacía. Korra comenzó a ordenar los papeles que estaban regados de vuelta a sus cajas, sin saber si ese era el orden correcto de aquellos.
"Para alguien que tenga en estos momentos en su sangre más del triple de cafeína de lo recomendado, pareces que estás más tranquila de lo normal." Decía la chica de piel más clara, que aún mantenía su vista en aquellos papeles, que al parecer era algunas ecuaciones. Korra se sintió algo indecisa si decirle a Asami sobre la fotografía, pero por otro lado se sintió que estaba invadiendo la privacidad de Asami por ya haber visto aquella imagen. ¿Se enojaría Asami con ella si le mencionaba sobre esa fotografía que vio y que mantenía guardada con mucho recelo?
"Yo solamente-" Korra se tambaleaba sobre sus zapatos de adelante hacia atrás, mientras jugaba con los cordones de su chaqueta, "Ah- encontré esta foto y- uh-" Oyó que el lápiz que tenía Asami cayo.
"¿Cual foto?" Pregunto Asami, sonando ligeramente más alta de lo habitual.
"Está." Dijo la morena, levantando tímidamente aquella fotografía, pues no quería encontrarse con una mirada enojada de Asami. El marco fotográfico fue quitado de la mano de Korra, luego la ojiazul levanto su vista para ver a la chica de cabello ondulado estudiando la fotografía con cara de desagrado. Era algo así entre desagrado y odio. Sus ojos verdes miraron hacía otro lado y así suavizándose su expresión.
"Estos son mis padres." Decía lejanamente, "Ninguno de ellos están aquí." La confesión fue un poco brusca, pues Korra no pensó que Asami hablaría su pasado algo turbio. Siempre que le iba a preguntar, la ojiverde empezaba a besar a Korra para hacerla callar. Funcionaba muy bien puesto que sus pensamientos no funcionaba bien cuando los labios de Asami tocaba los suyos, habían tantas preguntas candentes, de la cual quería desesperadamente una respuesta, pero tampoco quería sobrepasar aquella línea invisible que parecía tambalearse.
"No era mi intención molestarte", murmuró la sureña, rascándose su nuca algo nerviosa, "Mi curiosidad a veces puede más." Asami, por un momento, permaneció en silencio sentándose en el piso de madera en frente de Korra, cruzando sus piernas y devolviendole la fotografía.
"Mi madre fue asesinada por miembros de una banda." Decía Asami sin mirar a Korra, "Aquella banda le quería enviar una advertencia a mi padre y esa advertencia fue encender parte de la casona, pensaron que no había nadie allí. Mi madre quedo atrapada en una de las habitaciones y no se pudo salvar." Asami se detuvo y miro a Korra, que se sentía absolutamente horrorizada. La expresión de Asami era tan frágil y apacible, como si aun llorara por su madre, que le fue robada por aquella banda. Tal vez aún la lloraba.
"Asami", Dijo la morena con un tono suave, tomando unas de las manos de Asami con suavidad, la morena la sentía fría.
"Mi padre," escupió con odio, "Está en la cárcel por delitos de cuello blanco."
"¿Qué tipo de delitos?" Korra insistió, queriendo que Asami supiera que siempre la iba a escuchar cuando ella lo necesitase.
"Malversación y fraude", decía la ojiverde con amargura, "Como si no tuvo suficiente dinero acumulado en el banco. Después de que fuera arrestado, todo ese dinero fue incautado por la policía.
"Espera...¿Te dejaron sin dinero?" Decía Korra con incredulidad.
¿Por qué crees que he estado metida en el striptease, dando bailes eróticos a cualquier extraño durante estos últimos 2 años? lanzando la chica de piel blanca una débil sonrisa, " Estoy decidida a convertirme en ingeniero."
"Mi mente aun procesa lo que me dijiste." Decía Korra, apretando aun con suavidad, la mano de Asami, "No puedo creer que hayas tenido que pasar por todo eso para mantenerte en la vida." La mente de la morena recordaba su infancia, siempre rodeada de una enorme y amorosa familia, mientras Asami estaba en una solitaria casa con un padre que solo priorizaba el dinero por encima de su propia hija.
"He sido muy buena cuidando de mi." Decía Asami agitando su mano, "Cuando mi mamá murió, mi papá quedo enfrascado en su trabajo y nunca estuvo cerca." Estaba regresando a la normalidad esa actitud tranquila y de cero preocupaciones que siempre caracterizaba a Asami, restandole importancia en un último momento a la historia de su vida trágica. Era una experta en manejar los sentimientos desagradables. Asami devolvía la fotografía de nuevo a unas de las cajas y la reorganizo a como estaba antes de que Korra lo tirara con sus brazos.
"Lamento haber golpeado esas cajas." Decía la morena en tono de disculpa, "Aún no domino en su totalidad esa técnica con una sola mano."
"Tranquila, no es gran cosa. Eso es solo un montón de basura que nunca uso." Dijo la ojiverde, pateando ese montón de caja contra la pared. Korra quería decir algo más, tal vez darle consuelo a Asami con algunas palabras, pero Asami sello toda posibilidad, y la sureña ahora entendía el porque el nombre de Hiroshi era tabú. Finalmente, Asami miro a Korra con ese brillo travieso que caracterizaba y se reflejaba en aquellos ojos verdes. De repente, la chica de pelo ondulado se inclino hacía la morena, sentándose a horcajadas sobre el regazo de ella, pasando unos de sus dedos por el cabello de la sureña.
"Me esta gustando este momento de práctica." Reía Korra, "Realmente demuestras la dedicación al arte de los bailes eróticos."
"Oh...silencio", decía Asami con una sonrisa, "Vamos a ver como utilizas esa energía inducida por la cafeína para algo más que hablar."
"Ooh, que atrevida", bromeaba Korra, mientras presionaba sus labios de manera suave en el cuello de Asami, "Me encanta." La morena dejaba un reguero de beso en toda la mandíbula y clavícula de Asami , sonriendo internamente antes la sensación de aquellas caricias con las uñas en su espalda. La mujer de cabello ondulado recostó a Korra sobre el suelo, aún sentada a horcajadas sobre la morena como una experta.
"Me pregunto, que clase de ropa interior elegiste hoy. ¿Tendremos un partido?" Decía Asami seductoramente, mirando la camiseta de Korra, que esta vez tenía el logo del loto blanco, el comentario de Asami llego a su cerebro sobresaltándose con desesperación, tratando de recordar que ropa interior se había colocado, de manera indiferente, esta mañana. Le oraba a los espíritus desesperadamente que no fuera de una figura de un tierno perro oso-polar, o de animados en su ropa interior. (Jajajajajajaja! Korra y su bendita ropa interior con figuras x'D). Su corazón latía sin piedad, mientras sentía como la cremallera de sus pantalones se deslizaba más y más.
"Pero mira que tenemos aquí." Tarareaba Asami, mientras leía las letras que decía la ropa interior de Korra 'Visita a la Torre de Ciudad República', "¿Korra, me estás sugiriendo que lo visite?" Prácticamente, el corazón de Korra se detuvo por la vergüenza; se había olvidado por completo de aquella ropa interior que Bolin le había comprado cuando visitaron juntos la Torre de Ciudad República hace ya unos meses atrás. La ropa interior con un dibujo de perro oso-polar sonaba mucho mejor en tenerla puesta en ese momento y se preguntaba el ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué siempre que estaba en ese momento, le pasaba eso? El universo conspiraba contra ella y quería que permaneciera "pura y casta."
"Raava ayúdame." Korra se quejó, ocultando su rostro con sus manos, tratando de quitarse de allí y hacerse un ovillo en una esquina y desaparecer. Asami tomo las manos de la morena y las coloco encima de su cabeza, sujetándola contra el piso. Korra tenía los ojos cerrados y podía sentir como sus mejillas se ponían rojas.
"¿Sabes? Yo nunca he estado en la Torre de Ciudad República." Decía Asami con un tono burlón, "¿No es una oportunidad fantástica de conocerla?" Logrando que Korra se echara a reír. (Esto si sonó en doble sentido ewe esa Asami jajajajjaa!).
"No te decepciones" Decía Korra respondiendole, " Pero no encontraras nada que tenga que ver con torres aquí."
"Está bien", Asami respiro sobre el oído de la morena, "Le tengo miedo a las alturas."
"Eres tan tontita" Korra bromeaba, luego se inclino para atrapar los labios de Asami con los suyos. Estaba encantada con aquel momento, en el que el resto del mundo no existía, solo eran ella y Asami, en su propio universo. Aquel momento se vio interrumpido por el sonido de una llamada, proveniente del teléfono de Asami, el sonido venía de la cocina. Separándose a regañadientes de los labios de Korra, maldiciendo en voz baja.
"Es mi jefe." Decía Asami con un tono de miedo en su voz. Asami rápidamente se levanto de donde estaba y corrió a la cocina. Korra se sentó para escuchar en silencio la conversación. No le gustaba para nada la forma en la que se asusto Asami por el sonido del teléfono, especialmente porque se trataba de la llamada de Zolt, que era un hombre conocido por el uso de la violencia, indiferentemente de quien sea. La conversación parecía haberse tornado en una discusión.
"No, Zolt, eso no es así." Decía Asami al receptor del teléfono, sonado con miedo, "No-por favor- no ella no es, lo juro. No puedo hacer eso- Yo- Yo-." Korra podía escuchar el tono de enojo que venía desde el otro lado de la línea. Zolt definitivamente estaba muy pero muy molesto por algo y parece que de algo muy enorme. La morena se levanto del piso y se dirigió a la cocina, sintiendo un nudo en su estomago al ver las lágrimas de Asami, y se asusto por ello.
"Lo haré", susurró Asami, "Ella lo hará. Adiós." Dejando el teléfono con cautela en la mesa, mirando perdidamente hacia el suelo. Korra con cautela, dio un paso adelante, colocando una mano sobre el brazo de la chica de piel clara.
"Asami, ¿Está todo bien?" Apenas dijo en un susurró. Asami se llevo unas de sus manos a su boca y una ola de frío sintió al ver a los ojos de Korra, sintiendo mucho miedo desde lo más profundo de su entrañas, y más por lo que le dijo su jefe.
"To-todo está bien" Decía Asami, con voz algo temblorosa, " Tengo que hacer algunas diligencias que necesito ejecutar."
"Estás mintiendo", Decía la morena con el ceño fruncido, "¿Por qué?"
"No estoy mintiendo", Dijo la pelinegra, tomando su bolso del sofá, "Es sólo un malentendido, eso es todo."
"Asami-"
"Ven en la noche al club." Asami interrumpió, "Trae a Bolin."
"Qu- ¿Por qué? Estoy muy confundida por eso." Decía Korra frotándose la sien.
"Korra", Asami tomo a Korra por los hombros y la miro muy seriamente, "Trae a Bolin contigo esta noche, por favor."
"Si pudieras explicar el por qué de eso."
"¡Te veré esta noche!" No llegues antes de las 11." Y con una sonrisa forzada, besó a Korra en la mejilla, rápidamente, Asami corrió hacia la puerta y se fue. La morena quedo congelada antes la actitud de Asami, mirando de manera pétrea el pasillo. Nunca en su vida había estado tan confundida y tan desconcertada. Obviamente algo malo pasaba y Asami estaba mintiendo con mucha claridad. Zolt había sonado tan molesto, y lo que dijo la había empujado hacía ese punto. Pero, ¿Qué tenía que ver con Asami? De tan solo pensar en el rostro maníaco del Zolt hizó que las entrañas de Korra se congelaran del susto.
Lo único que podía hacer, era esperar.
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Korra sentía una sensación pesada en su estómago, mientras caminaba hacia el club de Zolt. Los letreros familiares de neón hacía que la morena se sintiera aun más enferma mientras esperaba en la fila, detrás de un grupo de universitarios ruidosos. No le había hecho caso a Asami de traer a Bolin. Con lo fuera a suceder esta noche, no quería arrastrarlo con ella, en caso de que todo se pusiera violento. El portero saludo a Korra con mucho entusiasmo, la ojiazul pensó que él creía haber hecho algo heroico en algún momento. Sostuvo la puerta para que la morena pasara que incluso le dio una pequeña reverencia al pasar. El otro portero cutre saludo a Korra con delicia.
"¿Ah, eres la VIP?" Él resopló, con una voz llena de entusiasmo, que puso directamente nerviosa a Korra.
"Si, vine aquí a ver lo de siempre." Juntando sus dedos, tratando de suprimir ese escalofríos.
"¡Excelente!" Dijo aquel portero, casi que gritando. haciendo que casi Korra se sorprendiera levemente, "Ven, por aquí, tenemos una sala que rentamos especialmente para ti." Cojeaba hacía la puerta, haciendole señas a Korra de manera impaciente con su mano de dedos abultados. Camino al lado del portero, constantemente revisando sobre su hombro los alrededores de las zonas más despejadas del bar. El portero se detuvo y chasqueo sus dedos para llamar a Ghazan.
"Necesito una botella de bebida especial." Decía el tipejo con una amplia sonrisa. El barman vaciló, dándole una mirada triste a Korra antes de agacharse y tomar la botella de licor más caro de toda la ciudad. El portero acaricio la botella con sus dedos antes de volver a donde estaba Korra.
"Se llama el vino de la serpiente." Decía el portero, "Este legendario y conocido vino extenderá tu vida."
"Uh- Nunca había escuchado hablar de eso antes." Decía torpemente la morena.
"Eso es porque esta bebida, es ilegal en Ciudad República." El portero se hecho a reír y le hizo señas a Korra una vez más para que lo siguiera. Bajaron por el familiar pasillo de las habitaciones privadas y se detuvieron en una última puerta de color dorado que colgaba en la manija de la puerta. El portero la quito y mantuvo la puerta abierta para que entrara Korra, caminado hacia dentro quedando sorprendida el estado de esa habitación, todo sucio. No había cama o sofá de lujo, solo una solitaria silla en el medio de la habitación. Se le hizo un nudo en el estómago al ver a Asami de pie angustiada en la esquina de aquella habitación.
"Asami." Korra soltó la respiración que tenía acumulada en sus pulmones.
"Korra, lo siento mucho." Asami sollozaba prácticamente, sus lágrimas corrían por todo su rostro.
"Mejor no las interrumpo, damas", el portero interrumpió, entregándole la botella de vino de serpiente a Korra, "Sera mejor que la bebas rápido. Antes de que se caliente." Hizo una reverencia y salió de la habitación, cerrando la puerta.
"No entiendo que es lo que esta pasando." Decía Korra, mientras colocaba la botella a un lado y miraba la silla, mientras sentía como la ansiedad crecía en su pecho.
"Se enteraron." Decía Asami mientras seguía llorando. "Se enteraron que no pagabas y que nos las pasábamos juntas allí afuera y-." Sus manos temblaban mientras limpiaba las lágrimas de su rostro. Korra dio un paso adelante par consolar a Asami, pero ella dio paso atrás cuando la morena hizo eso.
"No", susurró, " Eso sólo empeoraran las cosas." Se quedaron en un silencio profundo, una música ensordecedora sonaba en la sala principal y se podía escuchar algún gemido ocasional a través de la pared. Pronto, algunos sonidos se escuchaban hacia el final del pasillo, seguido por la puerta que se abría.
Zolt y tres guardias fornidos entraron y cerraron la puerta detrás de ellos. Zolt estaba realmente furioso cuando sus ojos se fijaron en Korra que estaba de pie al lado de Asami. Él jefe chasqueo los dedos, enviando a los guardias hacia donde estaba Korra.
"Hey, ¿Que diablos-?" Ella trato de decir, ya que la tomaron de los brazos obligandola a sentarse en la silla.
El más grande de los demás guardias tomo los brazo de Korra aprisionándola contra la parte de atrás de la silla, tomando las muñeca de la morena con sus manos. Un primer golpe inesperado cayo en el estómago de Korra, dejándola sin aire. Ella vomito, sintiendo como si todas sus entrañas se desinflaran. Aún jadeante, Korra levantando el rostro y mirando directamente a los ojos de su atacante, vio como una rodilla de los guardias le dio en un costado de su rostro, haciendo que todo se volviera borroso a su alrededor por 5 segundos. Sus oídos pudo escuchar los gritos de Asami suplicando de que dejara ir a Korra. Veía todo tan borroso por ese golpe tan fuerte que recibió. La morena escupía sangre y gemía de dolor que comenzaba a sentir por su rostro y torso.
"Eso es suficiente Zaheer", finalmente hablo Zolt, mirando de reojo al cuerpo de Korra que se estremecía de dolor, mientras la sostenía los otros dos matones, "Así que, tenemos aquí a la gran apostadora legendaria." Su voz se deleitaba al ver a Korra así, tomando su barbilla ensangrentada entre sus manos llenas de cicatrices.
"Zolt, por favor, que no fue ELLA-." Gritaba Asami, luchando contra el férreo agarre de unos de los matones que la tenía tomada por las muñecas.
"¡Cállate! Zolt ladró, "¿Te das cuenta la cantidad de dinero que has costado? Se dio vuelta y le propino a la morena otro golpe fuerte en la costilla haciéndola retorcerse de dolor, "¿Sabes cuanto dinero cuesta mantener un sitio como este? ¿AH?" No pudo responder porque aun estaba mareada del dolor fuerte que sentía en todo su cuerpo.
"Por favor- por favor." Asami lloraba, ahora de rodillas.
"Revisé los libros de contabilidad y vi que simplemente no tenía sentido", Zolt continuo: " Estábamos rentando habitaciones privadas casi toda la noche y no había ganancias para demostrarlo. ¿Me puedes explicar eso?"
"-No lo sé." Jadeaba Korra, "Lo siento-por favor"
"Tenemos una costumbre aquí en el Club de Zolt." Uno de los guardias decía: "Las personas que toquen si pagar pierde sus manos." El miedo recorría todo el cuerpo de Korra, viendo como los ojos de Zolt miraba con rabia a Asami, mientras llamaba a uno de sus guardias, llamado Zaheer, que se paraba a un lado mientras sonreía.
"Yo digo que ambas sean castigadas." Decía el matón que sostenía a Asami: "Y yo sé como castigar a esta hermosura." Tomando el cuello de Asami, haciéndole una especie de técnica que la dejo desmayada, "Sería muy bueno oírla gemir, pidiendo más."
"¡¡Cállate!!" Korra gruño con tanta ferocidad como pudo, "Calla tu jodida boca pedazo de mierda, ni se te ocurra tocarla por que juro que-." Fue interrumpida cuando sintió como su muñeca fue partida por uno de los matones.
"Uy...lo siento." El tipejo reía, mientras Korra gritaba todo tipo de maldiciones y obscenidades a todos ellos, tratando de esconder el dolor que sentía. La sangre salpicaba de la boca de la morena, mientras trataba de tomar aire de manera profunda, que también respiraba con irregularidad.
"Así que esté es el trato", decía Zolt tomando la barbilla de Korra de nuevo. "Como te falta dinero para pagar tus deudas, sólo tomaremos algo que te pertenece. ¿Suena justo?" Le ordeno a uno de sus matones que soltara a Korra, haciéndola que cayera de frente, golpeándose en el duro suelo. Su visión era bastante borrosa por los golpes que recibió y un sonido fuerte llego a escuchar la morena de nuevo. Podía sentir la sangra gotear por su nariz y sus labios, sin poder hacer sintió como unas manos la tomaba mas o menos la capucha de su chaqueta, y la arrastraban a través de un pasillo muy oscuro, abriéndose una puerta de metal que conducía a un callejón muy sucio y mugriento. Korra solto un pequeño gemido de dolor cuando la empujaron y se estrello contra una pared de ladrillos muy sucia, cayendo sentada.
"Hey, Hey" Sintió como una mano la abofeteaba en su cara, "Mírame." Korra trato de abrir sus ojos lo más que pudo, Zaheer tenía su rostro a centímetros del rostro de la morena.
"Por favor, dejen ir a Asami." Rogaba Korra con su voz algo inaudible, "Haré lo que sea."
"Muy tarde" Decía Zaheer, "Ella incluso podría terminar peor que tu", la sureña trato de levantarse, pero el dolor de su muñeca y su torso hacía imposible que se moviera.
"Te juro por los Espíritus que voy a atraparlos a todos, incluyéndote a ti-." Korra dijo con ferocidad, haciendo una mueca de dolor, por su costilla.
"No me hagas que te rompa la otra costilla." La amenazo Zaheer, " Tan pronto como te arrastres de esa miserable pared, será mejor que te alejes de aquí y no vuelvas jamás. No volveremos a tener compasión de tu vida otra vez."
Con la última fuerza que tenía Korra, arremetió contra Zaheer una patada estrellandola en la rodilla de él. Ese golpe lo hizo tambalear, pero se recuperó con rapidez, dándole una patada giratoria dándole a Korra de lleno en su abdomen. El poco oxigeno que tenía en sus pulmones se salió con aquella patada, sintiendo como se quebraban sus pulmones.
"Sabía que eras un pedazo de basura." Zaheer gruño, apretando el cuello de Korra con sus manos, "¡Le voy a poner fin a esto!" Korra trataba de quitarse las manos fornidas de su cuello, mientras Zaheer apretaba su cuello. Su vista del callejón se ennegrecía y comenzó a perder la conciencia. Y luego todo se volvió oscuro.
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Por Yisus crais jajajajaja! este capitulo les confieso que fue una tortura traducirlo, no porque se me haya hecho dificil, no; si no más bien leer como sufrían las dos D: y más Korra jajajaja me dio ganas de quemar vivo al tal Zolt y sus secuaces D: y bueno el desenlace de toda esta locura en el capítulo 7 =D para el próximo viernes gente bella =D
D: Putos putos todos :c el karma les llegara, Gracias esperare el otro viernes xD
ResponderEliminarjajajajajaja! si así andaba diciendo yo putos todos D:
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