At Seventeen. Capítulo 13 Adaptación por MissLluvia

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Y tampoco puede faltar este fic de "At Seventeen", que como cada domingo es traído a ustedes mi gente bella :3, y como siempre digo tanto MissLluvia y yo agradecemos mucho sus comentarios en cada capitulo, realmente es muy hermoso que les guste el fic =) 

Korra y Asami Sato se conocieron cuando tenían diez y once años de edad.  Asami  hija de padres ricos y Korra, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron  en las mejores amigas,  pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se  convertirían en amantes... También nunca  hubo duda de que Asami se casaría y  mantendría su posición social en la comunidad.

Esta bella imagen fue hecha por MissLluvia :3 le quedo muy hermosa la edición

CAPÍTULO 13

Oh, Korra dijo Lin Ambas debieron estar destrozadas.

Sí. Pero eso fue el punto de quiebre. Creo que Asami finalmente comprendió lo mucho que me estaba haciendo daño. Después de eso, ya no tuve tanto miedo de ir a ver a mi madre. Sabía que Asami no se acercaría dijo Y no lo hizo.

Me pregunto por qué nunca hablaron de ello dijo Kya.

No había nada de qué hablardijo Conocíamos el resultado ¿De qué habría servido hablar de ello?

Bueno, creo que hiciste lo prudente al no ceder. Ella obviamente quería estar contigo. Al menos, sexualmente.

Puede parecerles que Asami sólo quería la parte sexual de nuestra relación, pero eso no es cierto. Ella fue honesta cuando dijo que era miserable en su vida. Esa mirada torturada en sus ojos estuvo allí desde la primera vez que me dijo que se iba a casardijo Korra Como he dicho antes, ella estaba comprometida emocionalmente como yo. Pero una de nosotras tenía que ser fuerte y terminar nuestra relación

¿Así que su hijo? Cuando dices dotado, dices que es un genio preguntó Lin.

Oh, sí. Mi madre me mantiene informada dijo con una sonrisa Se podría pensar que es su nieto. Está a punto de cumplir catorce años y ya está a punto de asistir a la universidad.

Los niños prodigio suelen terminar la universidad como a los once o doce añosdijo Kya.

No sé nada de eso dijo Mi madre dice que su índice de inteligencia es 152.
Los ojos de Kya se ampliaron Eso es excepcional. Quizás emocionalmente no estaba listo para la universidad dijo ella.

Korra tomó eso como una burla hacia Asami, pero no dijo nada. Había estado alrededor del chico un par de veces. Parecía muy maduro.

Suena como si Asami y tu madre se hubiesen vuelto cercanas dijo Kya.

Sí, lo hicieron. Creo que Ryu tuvo algo que ver con eso. Mi madre hablaba libremente sobre Asami cada vez que la visitaba. Pero Asami nunca se apareció. Era como si ella me estuviese evitando

¿Tu madre se retiró entonces?

No en ese momento, no. Su cáncer entró en remisión dijoCuatro años más tarde, volvió a aparecer. Esta vez cáncer de mama. Fue después de eso que la convencimos para que se retirara. Incluso entonces, ella no estaba lista.

Lo imagino, sin ti o Iroh II viviendo en Brook Hill, los Sato eran su familia. Retirarse debió haber sido muy duro dijo Kya.

Sí, pero mi madre había mantenido amistades fuera del hogar de los Sato. Había unas cuantas señoras que veía con frecuencia— dijo ella.

— ¿Viste a Asami otra vez?— preguntó Lin.

—Sí. Fui a ayudar a mi madre con la mudanza. Esa fue realmente la última vez que vi a Asami. Tenía treinta y dos

***

—Va a ser muy duro— dijo su madre —Este ha sido mi hogar durante tanto tiempo— se dio la vuelta tomando la mano de Korra —Tenías sólo diez años cuando nos mudamos aquí ¿Te acuerdas de ese día?

Korra asintió —Sí. Recuerdo haber pensado lo grande que era. La casa, la cocina— y recordó a la joven Asami de pie en la parte superior de las escaleras, mirándola…un recuerdo grabado en su memoria para siempre —Te va a encantar tu nuevo lugar, mamá.

—Oh, supongo que así será. Tengo muchas ganas de sentarme en el patio, atender nuevamente el jardín de flores en lugar de admirar la obra de Tenzin— dijo con una risa. Su sonrisa se desvaneció rápidamente —Lo que será difícil es acostumbrarme a estar sola. Aquí, siempre había gente alrededor
Era algo que Korra e Iroh II no habían considerado. Su madre tenía amigos, que era su principal preocupación. Ellos no pensaron acerca de si ella estaría sola o no.

— ¿Tienes dudas?— preguntó.

—Es demasiado tarde para eso. Además, tengo sesenta y cinco años. Es el momento— su madre suspiró y luego sonrió —Vamos entonces. Asami y Ryu también vienen para ayudar— dijo ella.
Korra la miró —Mamá, eso no era realmente necesario. Tú como Iroh II tienen prácticamente todo empacado. Él y Tenzin ya han mudado la mayoría de tus muebles— dijo ella —Ellos no…

—Estoy segura que fue idea de Ryu. Él va a extrañar que yo esté aquí— su madre se detuvo —Y eso les dará a Asami y a ti la oportunidad de ponerse al día. Ella dice que han pasado cinco años desde la última vez que se vieron.

—Sí. Algo por el estilo.

Fue el turno de su madre para mirarla —No las entiendo a las dos. Fueron inseparables durante tantos años ¿Qué pasó con la amistad, Korra?

—Nosotras solo...las cosas son diferentes ahora— dijo —Nuestras vidas son muy diferentes

—Tal vez…

Sus palabras fueron cortadas cuando Ryu irrumpió en la habitación. Korra no lo había visto desde que tenía cinco años y había crecido considerablemente.
El niño lindo que había conocido era un joven guapo, su rostro radiante con una sonrisa al recibir el abrazo de su madre.

—Estamos listos para ayudar Srta. Senna

—Y me alegro que te hayas ofrecido— ella y Korra miraron hacia la puerta, pero estaba vacía

— ¿Dónde está tu madre?

—La abuela tenía unos papeles que tenía que firmar. Ella dijo que bajaría pronto— se volvió a Korra 

—Eres Korra— dijo él — ¿Está bien si todavía te llamo Korra? ¿O prefieres Srta. Korra?
Korra sonrió asombrada por su formalidad —Sólo Korra— dijo ella.

Él también sonrió —Está bien, sólo Korra

Korra se echó a reír y luego su risa se desvaneció al sentir la presencia de Asami. Se volteó hacia la puerta, encontrando el espacio vacío ahora ocupado por la mujer más hermosa que jamás hubiese visto. El cabello de Asami aún le llegaba a los hombros, los mechones negros sedosos y tentadores.

—Hola, Korra— dijo ella —Me alegro de verte nuevamente.

Ella parecía un poco distante en su postura, Korra no sabía muy bien qué hacer con eso ¿Sin abrazo? ¿Sin abrazar? ¿Sin un —te extrañé—? Por supuesto, Korra no podía culparla. La última vez que se habían visto…la última vez que habían hablado…Korra había dicho que no quería volver a verla nunca más. Así que con su madre y Ryu observándola, ella imitó el saludo frío de Asami.

—Asami. Hola.

—Espero que no estemos molestando, pero Ryu insistió en que ayudáramos— Asami sonrió cuando miró a su hijo —Él está temeroso por su mudanza.

—Desde luego no me importa la ayuda— dijo ella —Aunque Iroh II se hizo cargo de las cosas pesadas a principios de semana.

Asami asintió —Sí, también hemos tenido la oportunidad de hablar con él.

Korra ocultó su sorpresa. Iroh II no le había mencionado eso. Por supuesto, como todo el mundo, Iroh II no tenía ni idea de la historia entre ella y Asami.

Ella no respondió, en cambio, miró a su madre con las cejas levantadas.

— ¿Empezamos?

—Empecemos con las cajas en el salón y saquémoslas del camino en primer lugar— sugirió su madre.

Los cuatro se pusieron a trabajar, aunque en silencio, ella y Asami esforzándose para evitarse la una a la otra. Korra se debatía entre si sentirse feliz por eso o sentirse ofendida de que Asami estuviese ignorándola descaradamente. Lo cual, por supuesto, era ridículo. Ella también estaba ignorando a Asami. Si no fuese por la charla entre Ryu y su madre, el silencio hubiese sido terriblemente incómodo. Así estaban las cosas, ella y Asami se esquivaron la una a la otra casi al punto de la exageración.

El camión de la mudanza que habían alquilado se llenó rápidamente. Dos horas después cargaron la última caja, dejando sus antiguas habitaciones vacías.

Permanecieron de pie allí, mirando las paredes en blanco y los suelos desnudos. Korra podía ver la tristeza en los ojos de su madre. Fue Ryu quien rompió el silencio.

—Estoy seguro que le va a gustar mucho más su nuevo lugar Srta. Senna

— ¿Eso crees? ¿Vendrás a visitarme?

—Por supuesto. Eso sí…— Ryu miró a su madre por confirmación.

—Por supuesto que vamos a ir a visitarte, Senna. No creo que pueda mantener a éste alejado.

Korra se preguntaba con qué frecuencia Asami y Ryu visitaban a su madre. Había asumido que sólo se detenían a charlar con ella cuando venían a visitar a los padres de Asami.
La familiaridad y el afecto entre los tres decía lo contrario. Casi parecía como si Asami y Ryu hubiesen ocupado su lugar en la vida de su madre. Eso dolió un poco. En primer lugar, era por Asami que ella se mantenía alejada de Brook Hill.

Miró con un poco de celos como Ryu tomaba la mano de su madre y la ayudaba a salir. Echó un vistazo a Asami, quien tenía una expresión divertida en su rostro.

—En caso de que no lo hayas notado, Ryu está muy encariñado con tu madre— dijo Asami. Como si hubiese espiado en sus pensamientos anteriores añadió —Espero que no te importe. Él piensa en ella más como una abuela que en mi madre

—No me importa. Ella también parece estar unida a él.

—Sin embargo, no hemos iniciado la universidad. Él quiere estar cerca, pero tiene un sinfín de oportunidades—

— ¿Universidad? ¿No le faltan algunos años?— dijo ella. El chico es muy joven, después de todo.
Asami sonrió —Falta poco. Pero tomando en cuenta su edad, me iría con él. Bueno, no a las clases, sino a vivir. Él no puede vivir en una residencia.

—Diablos ¿Realmente es así de inteligente?

—Sí. Es miembro de Mensa (Asociación Internacional de Superdotados)

—Si te mudas con él será un enredo en tu matrimonio ¿no es así?— dijo, las palabras salieron antes de poder detenerlas.

La sonrisa de Asami se desvaneció —Bien sea que viva aquí o no, no va a cambiar el estado de mi matrimonio,

Korra vio como Asami se alejaba, deseando no haber mencionado su matrimonio. Sin importar lo mucho que quería fingir lo contrario, lo cierto era que Asami estaba casada con Mako. Casada con él. Viviendo con él, durmiendo con él...teniendo sexo con él.

Cerró los ojos por un segundo, expulsando ese último pensamiento de su mente. Cuando abrió los ojos, no vio otra cosa que el cuarto vacío que ella había llamado casa desde que tenía diez años. Ahora parecía toda una vida.

Ella se fue, cerrando la puerta detrás de ella, sabiendo que nunca volvería a la mansión Sato nuevamente. La cocina principal estaba vacía, pero escuchó la voz de Stella por el pasillo. Ella debió ir a despedirse, pero lo pensó mejor. Sólo se habían visto un puñado de veces en los últimos diez años.

Los demás estaban afuera esperando por ella, pero Asami se negó a hacer contacto visual con ella. Su madre las miraba intensamente y Korra forzó una sonrisa a su cara.

— ¿Todo listo?

—Supongo que sí.

El viaje fue hecho rápidamente por la ciudad. Ryu iba con su madre en su coche y Asami siguió la furgoneta alquilada en un elegante Mercedes negro. Asami miró directamente la casa detrás del volante del lujoso coche.

Al igual que antes, ella y Asami se evitaron la una a la otra mientras descargaban la furgoneta y apilaban las cajas en la sala de estar y la cocina. El mobiliario ya estaba en el lugar, algunas piezas que habían estado en el almacén y algunos nuevos. Aunque no era una casa anormalmente grande, sin duda era más grande que las cuatro habitaciones donde su madre había estado viviendo. Si bien su madre parecía decepcionada por dejar la mansión, Korra reconoció la mirada de emoción en su rostro.

—No estoy segura de lo que voy a hacer con todo este espacio— dijo su madre.

—Estoy segura de que lo disfrutaras— dijo Asami

—Especialmente las ventanas. Siempre pensé que era tan oscuro en tu lugar. La antigua habitación de Korra era prácticamente un calabozo— dijo con una mirada a Korra.

Korra sonrió, recordando el nombre que ella y Asami le había puesto a la habitación de cuando eran niñas.

—Sí, será agradable sentarse y ver el exterior. Ese será un cambio bienvenido

—Y dijiste que ibas a poner lechos de flores— le recordó Ryu.

—Sí, lo hice— su madre giró en un círculo, mirando todas sus pertenencias apiladas en cajas alrededor de ellas —No puedo agradecerles lo suficiente por ayudarme con todo esto

—No fue una molestia— le aseguró Asami.

— ¿Qué tal una cena temprana?— sugirió Korra.

— ¡Pizza!— dijo Ryu con entusiasmo, su expresión era la de un niño de diez años y no la de un miembro de aquella asociación.

—No es algo que tengamos a menudo— explicó Asami.

No, probablemente no. Aunque Asami y Mako no vivían en una casa tan elaborada como la mansión, Korra sabía que tenían personal de servicio, con una cocinera. No le sorprendería si la señora Sato también coordinaba las comidas para ellos.

Korra asintió —Será Pizza ¿Mamá? ¿Está bien para tí?

—Oh, por supuesto. Haz que la traigan y nosotros prepararemos la mesa del comedor

—Si me lo permiten…— dijo Ryu —…la mejor pizza de la ciudad está a Bruno. Sin embargo, no la reparten.

Él miró a Korra con expectación y ella se dio cuenta por primera vez que sus ojos verdes eran idénticos a los de su madre. Nunca podría decir que no a esos ojos.

—Está bien, será en Bruno. Supongo que puedo ser persuadida para recoger nuestra cena

—Mamá y tú pueden recogerla. No han tenido la oportunidad de hablar todavía. Te ayudaré a desempacar Srta. Senna.

Korra miró a Asami con las cejas levantadas, preguntándose lo que el diablillo estaba haciendo. Su coeficiente intelectual estaba en el nivel de un genio, por supuesto, pero aun así, tenía diez años. Un poco joven para ser tan manipulador, pensó.

Asami aparentemente pensó lo mismo mientras miraba a su hijo en silencio. Él tuvo la buena gracia de moverse incómodo bajo su mirada mientras se acercaba a la protección de la madre de Korra. No pudo evitar sonreír.

Así que tenía diez años, después de todo. Por supuesto, eso le dio a su Senna una abertura.

—Esa es una buena idea, Ryu. Cuando eran jóvenes, las dos eran inseparables. Ahora, es raro que se vean la una a la otra.

Fue el turno de Asami para mirar a Korra. Se encogió de hombros. Asami hizo lo mismo.

Veinte minutos más tarde, estaban saliendo por la entrada de vehículos de su madre, Korra en el asiento del Mercedes de Asami.

—Bonito coche— dijo.

—Gracias

— ¿Lo escogió tu madre?— preguntó incapaz de resistirse a la burla. Sorprendentemente,

Asami se echó a reír — ¿Cómo lo has adivinado?—

Korra también sonrió —Te imagino en un híbrido o algo así, no en esto

—Ryu y yo queríamos un Prius— dijo —Él es muy práctico.

—Y también es más inteligente que un come libros— dijo.

—Sí. Creo que Senna le debe haber contado historias de nosotras cuando éramos más jóvenes. Él pregunta por ti frecuentemente— Asami la miró.

—Realmente no tengo amigos— dijo

—Ninguno cercano. Él lo ha comentado en varias ocasiones. Eso le da curiosidad, creo

— ¿Por qué no tienes amigos? ¿Qué pasó con Mei? ¿Y quién era la otra? ¿Azula?

Asami asintió —Oh, nos vemos. Pero la relación que tengo con ellas es ahora tan superficial como lo fue en la secundaria y la universidad. Sólo tenemos una cosa en común.

— ¿Su estatus social?

—Sí

—Algo que nunca tuvimos en común— le recordó.

Asami la miró rápidamente

—Pero teníamos todo lo demás en común

Korra miró su perfil, pensando que estaba tan hermosa como siempre. También se sorprendió que Asami aludiera a su romance. Después de todo, habían pasado más de diez años desde que habían tenido relaciones íntimas. Eso le impactó como un golpe en el pecho, darse cuenta que la última vez que había tocado a Asami, la última vez que había hecho el amor con ella, había sido cuando Asami le había anunciado que iba a casarse.

Era una noche que todavía recordaba en gran detalle, eso era…cuando se permitía recordarla.

— ¿Qué estás pensando?

Korra se dio cuenta que todavía la estaba mirando.

Parpadeó varias veces y aclaró su garganta —Yo estaba...estaba pensando en la última vez que hicimos el amor...

Sus ojos se encontraron por un breve momento, entonces Asami volvió su atención a la carretera —

Era Navidad. Mis padres iban a anunciar mi compromiso— dijo en voz baja —Fue la última vez que hice el amor con alguien.

El corazón de Korra se rompió en ese momento. Aunque sabía que el matrimonio de Asami era una farsa, aún la culpa por seguir adelante con eso.

Y aunque Asami le había dicho muchas veces lo miserable que era en su matrimonio, esta fue realmente la primera vez que eso le había dado en el blanco. La vida de Asami había estado tan carente de amor como la suya propia.

—Fue la última vez para mí también— admitió Korra.

—Lo siento tanto

A pesar de que la oscuridad estaba sobre ellas y las sombras cubrían el coche, Korra pudo distinguir la bruma de las lágrimas en los ojos de Asami.

—No necesitas sentirlo. No es que no haya tratado…— dijo —…simplemente no he conocido a nadie que...que me haga sentir como tú lo hiciste.

Asami agarró el volante con fuerza, su mirada yendo de Korra a la carretera y nuevamente a Korra.

—Hay dos cosas que quiero hacer en este momento— dijo Asami —Una es llorar, pero me he dado cuenta que no sirve de mucho.

— ¿Y la otra?—

Asami repentinamente salió de la carretera principal hacia una calle lateral. Condujo un par de cuadras entrando en el estacionamiento de una tintorería cerrada. Sus manos todavía agarraban el volante con fuerza suficiente para poner sus nudillos blancos.

—La otra es besarte— Asami giró hacia ella —Y ser sostenida por ti.

El pulso de Korra se aceleró, a pesar de que había más tristeza en los ojos de Asami que deseo. Se dijo que habría podido resistir el deseo ¿Pero la tristeza? No. Era demasiado ver esos hermosos ojos verdes inundados de tristeza.

—Creo que esas son dos cosas, no una— dijo con una leve sonrisa.

Asami no le devolvió la sonrisa mientras sus ojos se sostenían —Por favor, Korra. Te necesito tanto
Korra se acercó y soltó el cinturón de seguridad de Asami antes de hacer lo mismo con el suyo. Su mano temblaba mientras tocaba el rostro de Asami. Se sorprendió por la transformación en los ojos de Asami. La tristeza se desvaneció casi de inmediato, sustituida por alivio, alegría y sí, deseo. Pero ya no tenía pensamientos de resistirse a ella. Se sintió atraída por los labios de Asami como la polilla lo estaba de la llama. Sólo un toque y todos esos años se desvanecieron en un instante.

Los dedos de Asami agarraron fuertemente a sus brazos mientras su boca se abría para ella.

Entonces, como si fuesen adolescentes nuevamente, se tocaron torpemente…con la consola en su camino como deteniéndolas.

Asami gimió en su boca cuando Korra rozó el pecho de Asami, su pezón duro y tenso contra la fina tela de su blusa. Korra profundizó el beso, su lengua se deslizó dentro de la boca de Asami, acariciando la suya.

Pero era todo lo que podían permitirse. La consola…y el hecho que estaban estacionadas en un aparcamiento público…se separaron.

Sus respiraciones entrecortadas, sus manos tocándose entre sí, sus frentes unidas. Korra finalmente se retiró, mirando los ojos de Asami en la oscuridad. Todo lo que quería, lo vio reflejado en esos ojos. Por desgracia, era algo que no podían tener.

—Debemos irnos antes de que envíen un equipo de búsqueda dijo ella, su voz ronca por el deseo.

Asami asintió pero no la soltó —Te extraño tanto, Korra. Extraño que estés en mi vida

—Yo también te extraño— dijo ella —Pero necesito más que una aventura contigo, Asami.

—Lo sé. También necesito más que una aventura.

En silencio se colocaron el cinturón de seguridad nuevamente, pero antes de que Asami se alejara, ella se acercó y apretó la mano de Korra.

Korra le devolvió el apretón, sabiendo que era lo único que tendrían.

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2 comentarios

  1. Porque nos haces esto:c.
    Se me ponen los pelos de punta al imaginar como va a terminar. Te felicito, va muy bien.

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    1. Gracias Walybeth y si se pondrá cada mes más intenso por así decirlo pero hay que ver como se va desarrollando y gracias por leer :3

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