Korra y Asami Sato se conocieron
cuando tenían diez y once años de edad. Asami hija de padres ricos y Korra, la hija de su
empleada doméstica, se convirtieron en
las mejores amigas, pero ambas sabían su
lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se convertirían en amantes... También nunca hubo duda de que Asami se casaría y mantendría su posición social en la
comunidad.
CAPÍTULO 18
—Fue muy bueno
verlas a Asami y a ti juntas nuevamente— dijo su madre mientras limpiaban la
cocina.
— ¿Sí?
—Solían ser tan
cercanas.
—Mamá, por
favor— dijo Korra —Te lo dije, es complicado.
Su madre asintió
con la cabeza.
—Sí. Debido a
que ella está casada. Lo sé.
Korra se detuvo
— ¿Qué quieres decir?
—Oh, Korra, no
soy estúpida.
Korra fingió
ignorancia.
—No sé de qué
estás hablando.
—Has estado
enamorada de ella desde que eran unas niñas— declaró su madre sin rodeos.
Korra tuvo un
momento de pánico. Después de todos estos años ¿Estarían a punto de tener la conversación?
Jesús, tenía treinta y ocho años ¿Era realmente necesario? Bueno, no quería ser
parte de eso. Se volteó para salir de la cocina, pero su madre la llamó.
— ¿Korra?
Se detuvo
dándole la espalda a su madre — ¿Qué?—
— ¿No crees que
es hora de que me lo digas?
Korra tragó
nerviosamente.
— ¿Decirte que?
—Que eres gay.
Korra dejó caer
la barbilla hacia su pecho con un gemido silencioso. Oh, Dios mío. Negó lentamente
con la cabeza —Hemos pasado mucho tiempo sin hablar de esto— dijo —No sé por
qué quieres sacar el tema ahora.
— ¿Por qué no
has hablado conmigo al respecto?
Korra se dio la vuelta
— ¿Cuánto tiempo hace que lo sabes?
Su madre sonrió
—Siempre. El hecho de que nunca hayas tenido citas, nunca hablabas de chicos, eso
era una pista. Siempre fuiste una persona muy privada. Pero tú y Asami…
—Asami no es
gay— dijo rápidamente.
Su madre inclinó
la cabeza y sonrió —Las he visto a las dos desde que tenían diez años, Korra
—Mira, no quiero
hablar de ello.
—Cariño ¿no
crees que una madre sabe cuándo sus hijos se están enamorando?
—Oh, Dios mío—
murmuró sintiendo que su rostro se ponía rojo —Realmente no quiero hablar de
esto— dijo nuevamente.
—Esta parte de
tu vida... ¿por qué no quieres compartirla conmigo?
Korra se encogió
de hombros — ¿Por qué nunca me lo preguntaste?
—Pensé que me
dirías cuando estuvieses lista. Por supuesto, seguí haciéndome mayor, tú te hacías
cada vez mayor. Estuvimos evitando el tema de tu vida personal. Eso fue lo que
hicimos, supongo.
—Entonces tal
vez deberíamos atenernos a eso— sugirió.
—No voy a estar
aquí para siempre— dijo su madre —Quiero saber que eres feliz
—Soy feliz— dijo
ella.
—No, no lo eres.
Y tampoco lo es Asami.
—Mamá, Asami
está casada. Eso no va a cambiar.
—La Sra. Sato era
tan...tan exigente con ella. Eras tan joven, probablemente no te diste cuenta de
lo mucho que su madre esperaba de ella. Ella siempre se salía con la
suya...nunca le permitió ser sólo una niña.
—Lo sé. Cuando
Asami llegó a la secundaria, nuestro tiempo juntas disminuyó. Sé lo ocupada que
la mantenía.
Su madre asintió
con la cabeza.
—Asami también
estaba enamorada de ti— declaró.
Un rubor fresco
cubrió el rostro de Korra —Mamá...por favor— dijo en voz baja.
—No, Korra.
Finalmente estamos hablando de esto después de todos estos años. Quiero saber. Quiero
entender.
Oh, Dios mío, no
puedo creer que esto esté sucediendo. Korra sacó una silla de la mesa del
desayuno y se sentó, decidiendo cumplir con su destino.
— ¿Qué quieres
saber?
— ¿Por qué Asami
se casó?— preguntó su madre mientras se sentaba frente a ella.
Korra se echó a
reír amargamente — ¿Tenía otra opción?
—Sé cómo es la
señora Sato, por supuesto, pero de seguro ni siquiera ella obligaría a Asami a
eso.
—Todo lo que
Asami hacía en su vida era dictado por su madre, como bien sabes— dijo ella —Su
matrimonio era una conclusión inevitable.
Su madre negó
con la cabeza lentamente —Asami siempre tenía esa mirada triste en sus ojos,
aún hoy en día. En el exterior, parece estar bien. Pero si nos fijamos en el
interior, todo lo que ves es infelicidad— dijo ella —Korra, la noche antes de
su boda, ella estaba realmente desconsolada. Traté de calmarla. Nada de lo que
le dije le ayudó. Fue entonces cuando lo supe— dijo ella.
— ¿Supiste qué?
—Que la persona
de la que estaba enamorada no era con la que estaba a punto de casarse.
Korra cerró sus
ojos y apretó el puente de su nariz con los dedos, deseando estar en otro lugar
que aquí teniendo esta discusión con su madre, entre todas las personas. Abrió
los ojos, descubriendo que su madre la miraba.
— ¿Qué quieres
que diga?
—Quiero que me
hables de la relación entre ustedes.
—Oh, por el amor
de Dios, mamá ¿qué tipo de relación se puede tener cuando estás en la secundaria?
Nosotras éramos unas niñas
—Niñas o no, te colaste
lo suficiente en su habitación.
Korra sintió que
su rostro se volvía a poner rojo una tercera vez y apoyó la cabeza sobre la mesa
—¿En serio? ¿Vamos a tener esta discusión?
—Oh, las dos
somos adultas ¿cuál es el problema?
—Tú eres mi
madre— dijo Korra mientras levantaba la cabeza —Tengo treinta y ocho años— dijo
nuevamente —¿No es un poco tarde para hablar de mi vida amorosa?
—Oh, Korra, la
vida es tan corta. Sólo quiero que seas feliz, eso es todo.
Korra la miró a
los ojos y sonrió —Soy lo suficientemente feliz, mamá. Tengo un negocio de
éxito, soy súper cercana a mi hermano y su familia, tengo un puñado de buenos
amigos— dijo —Y ahora tengo la oportunidad de pasar un tiempo de calidad contigo—
asintió con la cabeza.
—Estoy bastante
contenta.
—Cariño, todo
eso es grandioso. Realmente lo es. Sin embargo, tener a alguien en tu corazón…—
dijo ella apretando su pecho —…es lo único importante.
—Espero algún
día encontrar a alguien— dijo Korra —Y no puedo creer que estés tan...tan normal
con respecto a esto— dijo ella.
— ¿Te refieres a
que Asami sea una mujer? Oh, lo reconozco, estuve molesta en ese momento. No
era algo que entendía ¿Dos chicas? No sabía qué hacer ni qué decir, así que no
dije nada. Pero al verte, la forma en que la mirabas, la forma en que ella te
miraba, no hubo dudas del amor entre ustedes.
— ¿No hubo
dudas? Ella se casó. Había un montón de dudas.
—Me atrevería a
decir que estaba tan asustada de su amor por ti como lo estaba de la idea de
casarse con un hombre por quien no tenía ningún interés.
Korra se encogió
de hombros.
Su madre sonrió
tristemente.
—Asami y yo nos
hemos acercado mucho estos últimos diez años. Ryu, por supuesto, estaba
alrededor. La única vez que había vida en los ojos de Asami era cuando Ryu
estaba cerca de ella. Ahora me preocupa, ahora que él se ha ido— se inclinó
sobre la mesa y tomó la mano de Korra —Asami ha cambiado. En los últimos cuatro
o cinco años, ha salido un poco de su caparazón. Al menos conmigo.
—Me temo que su
madre todavía tiene mano dura sobre ella— apartó la mano mirando al vacío.
—Probablemente
eras demasiado joven en ese momento para verlo, entenderlo, pero la madre de
Asami era mucho más dominante de lo que tú e incluso…Asami…sabían.
— ¿Qué quieres
decir?—
—Era como un
guión. Cada pequeño detalle. Todo tenía un propósito. Qué lecciones tomaba y cuándo.
Clases de música, danza, tenis. Todo estaba arreglado de antemano. Asami no
tenía opinión al respecto. Su vestuario, desde el día en que nació hasta bueno,
mucho después de su matrimonio, su madre decidía todo. Como has dicho, había escogido
a Mako para ella, al igual que había escogido la universidad para ella, su
fecha de la boda, el nombre de su hijo
— ¿Ryu?
—Sí. Todo en su
vida, cada detalle, fue planeado por su madre. Asami, aunque lo esconde muy bien,
no tiene autoestima, le falta confianza. Nunca se le dió la oportunidad de ser
ella misma, nunca se le permitió tomar decisiones, buenas o malas— tomó la mano
de Korra nuevamente —Solía pensar que para la Sra. Sato Asami era como una
muñeca, un juguete. Simplemente la movía de un escenario a otro, todo
perfectamente montado y esperando por ella, como una casa de muñecas. Asami
solo tenía que estar allí y cumplir su papel. Eso es muy triste para una joven.
—Sí. Pero Asami
lo permitió. Cuando estuvo más grande, pudo haberlo detenido— dijo Korra recordando el día que Asami le había dicho que se iba a casar.
Korra le había
suplicado que no lo hiciera, pero ella dudaba que alguna vez hubiese pasado por
la mente de Asami decir no.
—Bueno, como he
dicho, no tenía confianza. Pero ella ha cambiado. Puedo ver su crecimiento,
poco a poco. Ryu ha ayudado. Pero me preocupa, ahora que se ha ido. Por eso,
Korra y no por otra cosa, tal vez puedas, al menos, salvar su amistad. Sus
viejos amigos de la escuela, bueno, son tan diferentes a Asami. Ellos son en lo
que la Sra. Sato quería convertir a Asami. Me gusta pensar que tuviste un papel
importante al mantener los pies de ella sobre la tierra.
—Asami nunca
encajó en ese molde. Ella lo odiaba ¿Te acuerdas cómo siempre planeaban una
gran fiesta de cumpleaños para ella?
—Sí, a la que
nunca fuiste invitada.
—Cierto. Y ella
lo odiaba, pero seguía las reglas del juego. Y al día siguiente, teníamos
nuestra propia fiesta de cumpleaños. Sólo nosotras.
—Siempre me
pediste que hiciera un pequeño pastel para ti.
Korra sonrió
ante el recuerdo —Sí. Eso era todo lo que ella quería.
Su madre le
apretó la mano.
—Korra, lo que
ella quería era estar contigo. Eso era todo.
Korra asintió.
No era la torta. Nunca fue tan sencillo.
Suspiró y apartó
la mano de su madre —Es demasiado tarde para regresar, mamá. Ella está casada, tiene
un niño prodigio, ahora tiene su propia vida. Y yo tengo la mía. Estamos tan
lejos. No sé si alguna vez podamos recuperar nuestra amistad.
Su madre se puso
de pie señalando…afortunadamente…el fin de la conversación —Dale una
oportunidad, Korra. Asami te necesita en su vida. Y creo que tú la necesitas a
ella
—Mamá…
— ¿Por favor?
¿Por mí?
— ¿En serio?
¿Vas a jugar esa carta?
Su madre sonrió
—Por supuesto. Cuando tienes mi edad y has luchando contra el cáncer, puedes
jugar mucho con esa carta.
Korra se echó a
reír —Está bien. Por ti. Voy a darle una oportunidad.
Tener "la conversación" chan chaaan... Que miedo, ese debe ser el momento más terrible para todos.
ResponderEliminarQue hermosa escena de madre-hija. Ella cachaba el mote desde el inicio de los tiempos, si todas las madres saben primero que una misma Dx
En fin. Maravilloso capítulo, ojalá Asami no sea tan pasiva y le permita la entrada a Korra. Pero esta vez de verdad.
Gracias por el capítulo! ;)
Bueno ya más adelante se sabrá cual será las decisiones que tome Asami :3 jajaajaja si las madres saben todo D: x'D
EliminarBuenísimo como siempre!!
ResponderEliminarMe alegro que te gustase =D
Eliminar"La charla" el momento más incomodo en la vida de los hijos (aunque a mi nunca me la dieron...), aunque tengas 40 años, sigue siendo muy incomodo.
ResponderEliminar¡Lo sabia! ¡Sabia que Senna estaba enterada de toda la cosa (quizás incluso antes que ellas)! Aunque la "charla" fue un poco tardía...por unos 20 años (aunque no menos vergonzosa).
Lol, ya era hora que Korra se diera la oportunidad de estar con Asami nuevamente, solo esperemos que ella acepte a Korra en su vida otra vez y le deje en claro que ella (Asami) es la dueña de su propia vida.
Jajajajjaja claro que es incomodo eso de comentarle a tu madre tu vida amorosa uwu jajajaja x'D Ya una de las tantas preguntas que tenías te fue contestada x'D más adelante sabrás que más pasara x'D
Eliminarcomo siempre las madres y su sexto sentido de saber todo 0_0
ResponderEliminarKorra ya le va hacer caso a Asami solo falte que ella se haga la dificil (lo cual lo dudo siempre era ella la que queria abrazos 7u7)