At Seventeen. Capítulo 26 Adaptación por MissLluvia

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Y si gente bella no puede faltar como siempre el fic más amado por mi y se que por todos ustedes "At Seventeen" de la señorita "Misslluvia" :3 disfruten el capítulo de hoy :3

Resumen



Korra y Asami Sato se conocieron cuando tenían diez y once años de edad.  Asami  hija de padres ricos y Korra, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron  en las mejores amigas,  pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se  convertirían en amantes... También nunca  hubo duda de que Asami se casaría y  mantendría su posición social en la comunidad.




Capítulo 26

Korra estaba en el camino de su entrada, notando que el césped había sido cortado recientemente. Hizo una nota mental para agradecerle a Kai, el hijo del vecino que estaba en la secundaria. Había vivido aquí cuatro años y cada vez que ella estaba lejos, él siempre se hacía cargo de su jardín. Miró el garaje, pero en lugar de usarlo, sacó sus llaves y se dirigió hacia la puerta principal, su bolso de viaje colgaba en su hombro.

El encierro de la casa le pegó inmediatamente y abrió las ventanas, dejando entrar un poco de aire fresco. Estaba lo suficientemente caliente afuera, pero tener la casa encerrada de esta manera, la mantenía fresca por dentro. Se movió a voluntad, aterrizando en la cocina. Abrió la nevera, alegrándose de haber limpiado todos los productos perecederos cuando se había ido tres meses antes. Dos botellas de cerveza y una lata de Coca-Cola eran sus opciones de bebida. Bueno, estaban las botellas de agua, pero agarró una cerveza.

Caminaba por la casa sin rumbo, su vista aterrizaba sobre los objetos familiares. Fue por el pasillo, deteniéndose para mirar su dormitorio. Su cama estaba en Brook Hill, por supuesto, dejando un vacío en la habitación. Fue a la habitación de invitados y empujó la puerta abriéndola. Estaba como la había dejado y tiró su bolso sobre la cama. Cuando se mudó a casa de su madre, no había considerado los arreglos para dormir aquí. Sólo quería estar cómoda y tener su cama con ella era una necesidad.
Korra regresó a través de la casa y se quedó en el salón, preguntándose por qué se sentía tan inquieta. Esta inquietud le había seguido durante toda la semana y no había podido sacudírsela. La verdad era que quería estar de vuelta en Brook Hill, por extraño que sonara. Oh, sería bueno ver a Kya y a Lin otra vez, pero no tenía ánimos para fiestas. En realidad, no tenía ánimos para ver a Kuvira.

Finalmente regresó a la cocina y salió por la puerta de atrás, encontrando una silla en la sombra. Se hundió en ella y estiró las piernas, balanceando la botella de cerveza sobre su estómago, mirando el entorno familiar, sin embargo, se sentía tan fuera de lugar. Tal vez desde que había regresado a Brook Hill se había dado cuenta de lo poco que este lugar se parecía a un hogar y como simplemente parecía una casa en la que vivía cuando no estaba rebotando de tienda en tienda. Pero no quería hacer hincapié en eso. Eso sólo le haría extrañar lo que no tenía.

Lo cual, a su vez, traía a Asami a su mente. Admitió que, sí, la echaba de menos. A pesar de que había tensión entre ellas cuando estaban solas, todavía había amistad entre ellas. Esa parte era fácil. Pero tratar de decirse a sí misma constantemente que aún no se sentía atraída por Asami era agotador.

Pensó en su fiesta improvisada de pizza, las dos sentadas en el suelo de la cocina de Asami. Sonrió al recordar el rostro de Asami cuando valientemente se terminó la cerveza que no le gustaba. Pero su sonrisa se desvaneció cuando recordó la mirada en los ojos de Asami cuando había mencionado la fiesta...y Kuvira.

Pero qué demonios, no sabía lo que Asami quería de ella. Todavía estaba casada, por el amor de Dios. Todavía estaba...casada con un hombre. Korra se levantó bruscamente, poniendo fin a esa línea de pensamiento. Entró en la casa para tomar una ducha. Sabía que ni Kya ni Lin se molestarían si llegaba temprano. Sólo esperaba que fuesen tan comprensivas cuando ella se fuera temprano también.

***

—Bueno, ella regresó— dijo Kya abrazando a Korra con cariño —Me alegro de verte nuevamente

—Yo también. Espero que no te importe— dijo —Llegue un poco temprano

—Esperaba que vinieras temprano. Lin está ocupada en la cocina. Tendremos unos minutos para hablar

Korra asintió —Déjame entrar y decir hola

—Te veré en el patio
Korra se asomó en la cocina, encontrando a Lin inclinada, poniendo algo en el horno 

—Huele bien— dijo. 

Lin saltó, su rostro reflejando una sonrisa —Korra, llegaste temprano— dijo mientras se acercaba para darle un abrazo —Te hemos echado de menos.

—Gracias. También las eché de menos chicas.

—Has estado fuera tres meses y solo nos has llamado dos veces ¿Eso quiere decir que encontraste a alguien que ocupara tu tiempo?

Korra negó con la cabeza

—Sólo he estado ocupada— dijo vagamente.

— ¿Así que no te importa que Kuvira venga esta noche?

—No, por supuesto que no. Será bueno verla. En realidad hablamos por teléfono a principios de esta semana

—Bien. Porque no quiero que las cosas sean incómodas para ti, por si acaso, ya sabes

— dijo Lin con una sonrisa burlona.

—Si estás insinuando que Asami está de regreso en mi vida, entonces no. Nada de eso de todos modos

— ¿Pero la has visto?

—Sí. De hecho, he cenado con ella un par de veces

Lin sonrió ampliamente

—Eso es grandioso. Porque…

—Ya te lo he dicho, no es un cuento de hadas— advirtió Korra.

—Oh, lo sé. Pero tu historia me rompió el corazón. Espero…

—Quedémonos con el presente— dijo rápidamente —Se supone que debo unirme a 
Kya en el patio. Con el pretexto de compartir, pero estoy segura que quiere trabajar la cosa psiquiátrica en mi cabeza— dijo Korra con una sonrisa.

—Sí, esos malditos doctores— se rió Lin —Siempre quiero saber lo que está pasando por su cabeza— señaló la barra de la cocina —Hay vino— dijo —O cerveza. Lo que tú quieras

—Voy a esperar— dijo Korra.

Kya estaba sentada a solas en el patio, el ventilador soplaba aire frío alrededor. Le ofreció una silla a su lado.

—Te ves cansada— señaló Kya.

—Una semana larga— dijo ella pero Kya continuó estudiándola.

—Así que, en nuestras pocas llamadas, fuiste muy evasiva en cuanto a cómo se sentía estar en Brook Hill

Korra suspiró —Bueno, Dra. , en realidad ha sido mejor de lo que esperaba

— ¿En qué sentido?

Korra miró hacia otro lado, preguntándose por qué estaba permitiendo que Kya le interrogara como si fuese una de sus pacientes. Tal vez porque quería…necesitaba…hablar.

—He visto a Asami— dijo ella —Muy a menudo, en realidad

— ¿Debido a tu madre?

—Al principio, sí— la miró rápidamente —Hemos cenado un par de veces. Y ella compró una casa nueva

Kya simplemente enarcó las cejas.

—Dejó a Mako. Le pidió el divorcio

Kya se echó hacia atrás

—Wow. No me lo esperaba. De todo lo que nos has dicho, ella era muy robótica con su vida, su matrimonio ¿Qué ha cambiado?

— ¿Estás pensando que tengo algo que ver con eso?

— ¿Lo eres?

Korra negó con la cabeza

—No. De hecho, dejó en claro que no se trataba de mí. Creo que simplemente ella es mayor ahora, con más confianza en sí misma. Además, su hijo se ha ido, siguió adelante con su vida y creo que se dio cuenta de lo infeliz que era realmente. Esa decisión la tomó antes de que yo apareciera

— ¿Así que el momento es sólo una coincidencia?

—Coincidencia o no, tenía que terminar con su matrimonio. Me alegra que lo haya hecho. Ella es una persona completamente diferente. Es más como su viejo yo. Las pocas veces que la había visto en los últimos quince, dieciséis años, había estado...sí, robótica. Pasando por todo mecánicamente

— ¿Y han resuelto algo?

— ¿Resuelto? ¿Qué quieres decir?
Kya negó con la cabeza, pasando a otra pregunta — ¿Ya han hablado de su pasado?

—En realidad no. Se ha sacado a relucir, por supuesto. Pero no lo hemos diseccionado, si eso es lo que quieres decir

Kya se acercó más bajando su voz — ¿Todavía sientes algo por ella?

Era una pregunta que Korra se había preguntado a sí misma, pero no se había atrevido a contestar. Sí, todavía se preocupaba por Asami, eso era evidente. Pero esos sentimientos de años atrás, esos sentimientos locos en el que nada más importaba, excepto Asami, seguramente esos sentimientos se habían ido. Le había dicho a Asami que estaba más allá de todo eso. El problema era que sólo una pequeña parte de su corazón realmente creía eso. Aunque ella y Asami no habían estado a solas por mucho tiempo, cuando lo estaban, siempre había una cierta tensión entre ellas ¿Sexual? Tal vez. Aunque había hecho un esfuerzo concertado para dejar su pasada relación en el pasado, había momentos cuando miraba a Asami que parecía que su pasado no estaba tan lejos. Juraba que aún podía recordar el sabor de su piel, el sonido de sus suspiros, el olor almizclado de su excitación.

Se volvió hacia Kya, sin rehuir su mirada exigente

—Probablemente siempre tendré sentimientos por ella— admitió —La verdad es que estamos caminando un poco sobre cáscaras de huevo alrededor de la otra

— ¿Por miedo a qué?—

Korra se encogió de hombros —Miedo al pasado

— ¿Miedo a que pase nuevamente?—

Korra respiró profundamente —Sí— hizo una pausa —Y miedo de que no pase
Kya se acercó y palmeó su rodilla, pero, sorprendentemente, no dijo nada más. Unos minutos más tarde Lin salió con una botella de vino y tres vasos.

—Pensé que podríamos tomar una copa antes de que los demás lleguen— dijo ella. 

Las miró con recelo —Kya, por favor, dime que no has estado interrogándola hasta la muerte

Korra se echó a reír —Solo tanto como lo permití— tomó un vaso de Lin —Gracias

—Así que ¿cuánto tiempo vas a quedarte?

—Me voy en la mañana— dijo ella.

—Oh— dijo Lin, sonando decepcionada —Teníamos la esperanza de que te quedaras el fin de semana—

—Tengo que volver— dijo Korra.

—Hace algunos meses estabas temiendo ir a Brook Hill. Ahora estás apresurándote para regresar— dijo Kya, afirmando lo obvio.

—Iroh y su familia vienen el domingo— dijo —Cierran el trato de su casa el lunes, así que él va a estar de acá para allá mudándose. Tengo que estar allí para los contratistas— explicó ella. No era imperativo que estuviese allí, por supuesto, pero no tenían por qué saberlo. Se sorprendió, sin embargo, que en realidad estaba inventando una excusa para estar allí.

— ¿Así que sólo vamos a verte esta noche?— preguntó Lin.

—Sí. Pero estoy segura que volveré dentro de poco— dijo ella, sabiendo que probablemente ese no sería el caso. El timbre sonó, interrumpiendo cualquier otra pregunta. Korra estaba agradecida de que la fiesta comenzara. Cuanto más pronto iniciara, más pronto podría salir de allí. Esa idea, sin embargo, le sorprendía. Estas eran sus dos mejores amigas, después de todo. Con un suspiro, las siguió al interior, dispuesta a entablar una conversación sin sentido con las personas que sólo conocía de pasada. Kuvira, al parecer, llegaría tarde. Korra se ocupó en la cocina, ayudando a Lin con los aperitivos y asegurándose de que las copas no estuviesen vacías.

Kya la estaba observando pero evitó ser acorralada por ella. Después de haber pasado una hora con una sonrisa de plástico y fingiendo estar interesada en la conversación a su alrededor, Kuvira mágicamente apareció a su lado.
Korra no estaba interesada en reunirse con ella. Sólo había hablado con Kuvira dos veces en los últimos tres meses y no la había vuelto a ver desde la semana antes de irse a Brook Hill. Recordar que había estado desnuda en ese momento sólo profundizó su aprehensión.

— ¿Al menos tendré un abrazo?

Korra abrió los brazos, sintiendo la leve presión del suave cuerpo de Kuvira contra el de ella, no obstante fue breve. Sin embargo, fue suficiente, para que Korra no perdiera la obvia insinuación por parte de Kuvira quien rozó su pecho mientras se alejaba.

—Te ves tan...atractiva como siempre— le susurró Kuvira al oído.

—Como tú— respondió ella, dejando que sus ojos vagaran sobre el cuerpo de Kuvira, aterrizando en el escote sugerente que su blusa proporcionaba. Sugerente…aun así no tentador… y Korra levantó sus ojos, su sonrisa casi una disculpa —Me temo que es una noche corta para mí— dijo ella —Me voy muy temprano en la mañana

—No me importa una noche corta, Korra. Te he echado de menos

Korra se acercó más —Oh, vamos, Lic. Kuvira, seguramente no has tenido problemas en encontrar a alguien con quien compartir tus juguetes
Kuvira rió deliciosamente —Por supuesto que no. Pero lo preferiría contigo. Creo que te gusta jugar a ser la difícil de conseguir— dijo ella.

— ¿Yo? Soy la que se olvida las citas para cenar ¿recuerdas? Eso no es jugar a hacerse la difícil de conseguir. Creo que tus palabras fueron, desconsiderada y... ¿Cuál era la otra? ¿Egoísta?

La sonrisa de Kuvira vaciló sólo un poco —Centrada en sí misma
Korra asintió —Eso es correcto. Centrada en sí misma

Korra se apoyó en el mostrador, dejando un pequeño espacio entre ellas —Entonces ¿cómo has estado? ¿Ocupada?

—Siempre ¿Y tú? ¿Está avanzando la tienda?

—Sí, justo lo programado— estuvo a punto de lanzarse en una animada discusión de la tienda… cuando se entregarían los congeladores y refrigeradores, cuando empezarían las contrataciones, cuando el inventario comenzaría a rodar… pero recordó que Kuvira normalmente ponía expresión aburrida cada vez que hablaba de sus tiendas.  Afortunadamente, Lin anunció que la cena estaba lista y Korra siguió hacia el comedor sin decir palabra a Kuvira.

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