Nota: Los fics y las imágenes no me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos artistas y ficker, yo solo cumplo la tarea de traducirlo.
Resumen: Asami encuentra un aliado, y Korra se
acuerda lo que significa ser amada.
Trilogía Buscando el equilibrio: I Recuperación
Capítulo. 17 – Compromiso
Asami estaba nerviosa. Se sentía tonta, había pasado por tantas incómodas y
molestas reuniones de trabajo después de encargarse de Industrias Futuro. Pero
algo sobre esto era diferente.
Ningún enfadado hombre de negocios o líder mundial podría compararse con la
tierna mujer adulta sentada al otro lado de ella bebiendo su té.
--"¿Querías verme, querida? ¿O solo querías beber una taza de té con una
vieja mujer?"-- La voz de Katara era suave como siempre, bienvenida. Ese
rasgo parecía ser compartido por la mayoría de las personas de la vida de
Korra.
--"No. Quiero decir ¡sí! Pero
también... quería... quería agradecerte, supongo"--
Katara puso su taza en la mesa. --"¿Por romper un código que llevaba
establecido siete décadas para salvar a la chica con quien estabas
durmiendo?"-- Los ojos de Asami se abrieron con horror mientras Katara
comenzaba a reír. --"Te estaba probando. Esa noche tomaste la decisión correcta"--
Mientras ella sonrió un poco, Asami se relajó. --"No quería ser
tan... ruda. Solo es que Korra es importante"--
--"Lo entiendo"--
A pesar de que esas palabras estaban pensadas para brindar comodidad, Asami
se encontró frunciendo el ceño. Se preguntaba si Katara realmente lo entendía,
o si ella creía que Korra era importante porque ella era el Avatar, igual como
su marido lo había sido. Sabía que era tonto, pero le molestaba cuando la gente
no podía ver la diferencia entre Korra y el Avatar.
--"Estaría perdida sin ella"--, dijo, tratando de ser más específica.
Katara asintió nuevamente. --"Mucha gente lo estaría"--
--"No, quiero decir... por supuesto que mucha gente lo estaría, pero me
refería a que... sin Korra yo... no sé si yo
podría..."-- Asami suspiró y decidió abandonar la batalla. --"¿Qué es
lo que ves cuando miras a Korra?"--
La audacia de su tono atrajo la atención de Katara. Ella pensó por un momento
y luego sonrió. --"Veo a una pequeña niña que conocía mi nombre antes de que
siquiera me hubiera presentado"--. Las palabras penetraron y Asami se sintió
terrible. Había estado tan centrada en Korra que había olvidado las
circunstancias que rodeaban su nacimiento. Lo que Katara había perdido ahora
era ella. --"Es el deber del Avatar mantener el balance del mundo. Nunca
deben olvidar ése propósito. La lucha de Korra está sucediendo ahora, sus
sentimientos de inutilidad tienen siglos de antigüedad"--
Asami frunció el ceño de nuevo. --"No quiero que se sienta de ésa
manera. Ella no es inútil. Está
mejorando, ella-"--
--"Relájate, Asami"--, susurró Katara en voz baja, acariciando su
mano a través de la mesa. "Es un deseo dentro de Korra que ella protege.
Eso es tan natural como el aire que respira. Si ella ve al mundo sufrir,
también lo hará. Incluso las más pequeñas cosas, como extraños que están en
peligro, hacen que la decisión de entregarse sea demasiado simple"
Asami odiaba el mundo que había puesto tanta presión en una sola persona,
incluso aunque fuera alguien tan poderoso como el Avatar.
--"Eso no significa que me tenga que gustar, o que tenga que dejarla
sufrir sola"--
Eso hizo que la sonrisa de Katara creciera. --"Lo que nos lleva a tu deber"--. Asami se asombró. --"El deber de Korra es mantener el balance del mundo, pero lo que todo buen
Avatar ha tenido es a alguien que ha equilibrado su vida"--. Asami sentía
como una presión se estaba elevando en su pecho. --"No siempre es un amante,
solo... una persona, quien le recordará su valor e individualidad. Algo que va
más allá de su destino"--
--"Esa soy yo con Korra. Eso es... lo que siempre he tratado de decirle
¡lo que he tratado de decirle al mundo! Que ella importa. Sé que tiene cosas
que no puede controlar. Sé que su papel siempre será peligroso, y si hay alguna
vez en que tenga que entregar su vida para salvar a millones de personas, voy a
apoyarla. Pero al mismo tiempo, no quiero que ella piense que solo es un arma,
o que ella no es importante o necesaria. Yo la necesito; sus padres la
necesitan. Nosotros no necesitamos al Avatar, solo a Korra. El mundo podría despojarla
mañana de sus poderes y yo seguiría queriendo despertar junto a ella y decirle
que la amo"--
--"Ahora entiendes por qué no hay necesidad de disculparte"--. Katara
pensó, su mirada levemente se endureció. --"Ese hombre... Zaheer, él dañó una chica, una heroína, y no lo pensó dos
veces sobre el daño que causó. Una ambición ciega hacia su caótica idea de
libertad y los últimos cinco meses han sido una pesadilla para Korra. Ahí es
donde tú entras. Es justo donde yo estuve muchos años atrás con Aang. Él sufrió
y luchó; se perdió a sí mismo en el dolor. Nosotras tenemos que hacer que ellos
sigan luchando, tú y yo. Las personas que están alrededor del Avatar son
bendecidas con la oportunidad de ayudarlos, si se trata de pelear, por un lado,
o consolarlos cuando lloran. El balance del mundo es su lucha. Pero balancear
su mundo... es la nuestra"--
Ella vio un poco de sí misma en los ojos de Katara. --"Nunca dejaré de
luchar"--
--"Tampoco yo"--
***
Korra cayó.
Asami no estaba con ella cuando sucedió, pero ella pudo escuchar a Korra
llorar cuando Kya la había traído a casa. Ella había estado en su habitación
dibujando cuando regresaron y casi tiró sus cosas al suelo cuando ingresó a la
habitación.
--"¿Qué ocurrió?"-- preguntó, arrodillada frente a Korra, quien
estaba suavemente sollozando entre sus propias manos.
Pasaron unos momentos de silencio. Asami observó a Kya, quien frunció el
ceño. --"Ella tuvo una caída con mi madre"--
--"¿Se lastimó?"--
Kya negó con su cabeza. --"Ella está bien, físicamente. Solo-"-- El
resto de la oración no fue terminado. Asami se preguntó si realmente había un
buen modo de terminarlo. Kya agarró los hombros de Korra. --"Estás bien,
Korra. Vendré a revisarte mañana"--. Kya le ofreció una sonrisa a Asami y
entonces se fue, y eso pareció limpiar cualquier pequeña molestia.
Asami envolvió sus manos alrededor de las muñecas de Korra y le apartó sus
manos del rostro. Los ojos de Korra estaban enrojecidos e hinchados, sus
mejillas surcadas de lágrimas y su labio inferior temblaba.
--"Oh Korra... Lo siento
tanto"--. Asami se inclinó y besó su frente antes de envolverla en un
abrazo. Korra no hizo ningún esfuerzo en devolvérselo o en alejarla, solo cayó
derrotada contra el cuerpo de Asami.
Korra había sido capaz de mover un dedo del pie durante una sesión. Lo que
siguió fueron semanas de estiramiento de piernas y ejercicios que Korra llevaba
a cabo todas las noches. Pero Asami estaba tan feliz; los brazos de Korra eran
cada día más fuertes y ahora ella podía trasladarse por sí misma a la silla.
Había sido un gran paso.
Cuando Katara le sugirió a Korra intentar caminar, o poner algún peso sobre
sus piernas, Asami estuvo escéptica. No porque no creyera en que Korra podría
hacerlo, o en que Katara la estuviera forzando muy duramente. Pero pensaba en
que, si no funcionaba, el riesgo de que Korra sufriera un retroceso sería muy
grande.
No podía negar que las cosas se habían vuelto mejor las últimas semanas;
los días buenos empezaban a superar en número a los malos. Pero el reciente
progreso de Korra no se llevó todo el dolor o reparó en su frágil mente o sanó
su espíritu herido. Eso necesitaría más tiempo de esfuerzo, y había cosas con
las que Asami no podía ayudar por más que quisiera.
Asami sostuvo a Korra por los hombros mientras el Avatar sorbía y sacudía
su cabeza. --"Quieres... qué quieres que haga?"--, cambió su pregunta
para darle a Korra la elección, para darle el control. Tal vez eso la ayudaría,
sentir el control, incluso aunque fuera una cosa pequeña.
--"Quisiera..."-- Korra suspiró y aun así no quería mirar a Asami. --"La cama está bien. Yo solo... quiero acostarme"--
--"Ok. Quieres que empuje la silla hacia la cama o..."--
--"Solo podrías hacerlo, por favor"--.
La voz de Korra fue afilada y cortante. --"No quiero caer en mi cara de
nuevo"--
Asami frunció el ceño. --"Korra, has hecho esto antes"--. En lugar de
argumentar, Korra finalmente la miró. Su expresión no era de satisfacción y
Asami cedió. Se colocó de pie y tiró de las mantas de la cama. La acción de
acostarla le era tan natural como ensamblar las partes de un motor. Los
músculos que movía, los pasos que daba, era como pistones disparando.
Una vez que Korra estuvo apoyada en las almohadas y Asami la había ayudado
con su pijama azul oscuro, Korra le pidió la pila de cartas enviadas desde
Ciudad República. Ambas habían recibido un montón de ellas. Asami siempre leía
las suyas tan pronto arribaban, pero Korra aún no había leído ninguna.
La habitación estuvo en silencio durante unas buenas cuatro horas después
de eso. Naga permanecía acostada a los pies de la cama mientras ella leyó las
cartas. Asami había tomado lugar en una silla junto a la cómoda de Korra y se
había puesto a trabajar en su cuaderno de dibujo, algo que ella no había hecho
en meses.
Ocasionalmente ella miraba hacia atrás para ver como Korra dejaba otra
página en el suelo junto a la cama. Noches como ésas eran difíciles, cuando
ella se sentía derrotada y parecía lejos, a millas de distancia.
Asami sabía que no debía presionarla. Korra volvería a ella, siempre lo
hacía. Aun así, había un temor persistente que siempre lograba entrar, de que
una de esas veces Korra podría escapar y desaparecer.
Era tarde cuando Asami finalmente se rindió en su tregua con Korra y se
metió en la cama. Ella seguía leyendo, una carta tras otra. Había unas de Mako
y Bolin, Tenzin y sus hijos, incluso unas pocas de Su y de su familia en Zaofu.
Asami había recibido muchas de las mismas. Hablaban principalmente de las cosas
que todos estaban haciendo para ayudar al mundo mientras Korra se recuperaba.
En teoría, los recordatorios estaban destinados a reconfortar la mente de
Korra, de evitar que se inquietara. Pero la verdad era que eso la hacía sentir
más inútil.
En la cama, Asami jugó con el borde de su chaqueta, de espaldas a Korra. El
resplandor de la luz de lectura brillaba contra la pared. Ella extendió su
brazo e hizo una figura con la silueta de un perro oso polar. Era algo que
solía hacer de pequeña, sin embargo, era el único animal que había aprendido.
Movió su meñique unas pocas veces, haciendo como si el perro ladrara,
resistiéndose al impulso de la dura realidad.
--"Renunciaste a Industrias Futuro"--. Fue lo primero que Korra le
dijo en horas, y de repente Asami deseo haber permanecido en silencio toda la
noche. Rodó sobre su espalda y se quedó mirando a Korra, quien todavía estaba
sosteniendo la carta. --"Mako me lo dijo"--. Korra dejó caer la carta al
suelo junto al resto de las otras. --"Dijo que había leído en el periódico
sobre el nuevo CEO"--. Ella suspiró y apoyó la cabeza sobre la almohada.
Asami se quedó mirando el techo, esperando a que Korra dijera algo más,
pero no lo hizo. Ella deslizó su mano fuera de las mantas, colocándola sobre la
mano de ésta.
Era muy consciente de que ella no había reaccionado a su contacto. --"Sé
lo que estás pensando"--, dijo finalmente Asami, con un tono de voz ronco y
grueso. Korra simplemente asintió con la cabeza y se quedó mirando el techo. --"Por favor, no lo hagas"--
--"Da miedo, Asami"--,
dijo, sin el tono de voz enfadado que Asami esperaba.
--"¿Qué?"--
--"Es sólo..."--. Asami solo escuchó sorpresa en su voz. Posiblemente
un poco de miedo. --"¿Estás tan segura de nosotras?"--
--"¡Por supuesto que lo estoy!"--. Asami se encontró riendo. Korra
puso mala cara y ella intentó parar de reír. --"Aw, Korra. Te dije que
estaba comprometida a estar contigo y a ayudarte. Eso significaba hacer alguna
clase de sacrificios. Ellos sintieron que no estaba demasiado comprometida con
la empresa, entonces decidí dejarlos. No es la gran cosa"--
--"¡Es la gran cosa! Esa era tu empresa. La empresa de tu familia ¡Por
lo que tu corazón y tu alma habían luchado para traer de vuelta! Tú... tú diste
tanto para venir conmigo y... ¿sin siquiera saber si yo me sentiría de la misma
manera con que tú lo hacías?"--
Asami se incorporó, su sonrisa crecía ante el cariño que sentía por Korra. --"No lo entiendes, Korra. Si me hubiera quedado, me habría estresado
incluso más al preocuparme por ti. No... no sabría que hubiera hecho. Hubiera
construido una gran estatua en la ciudad solo para que pudiera verte"--.
Korra rió cuando levantó la miraba para observarla. --"Mis sentimientos no
importaban, no con eso. Tú eras mi mejor amiga. Te dije que te amaba, sin
embargo, también me necesitabas"--
--"Entones ¿tú vas... en serio con todo esto? como... ¿me amas lo
suficiente como para renunciar a todo eso? No quiero parecer desagradecida, no
lo estoy"--. Korra suspiró, con lágrimas en sus ojos. --"El que estés tú
aquí significa demasiado para mí. Es solo... nadie nunca ha hecho algo
así"--
--"La gente siempre querrá hacer cosas para ayudarte"--
Korra sacudió la cabeza con desdén, mientras una lágrima escapaba. --"Ellos quieren ayudar al Avatar. No... son como tú"--, sollozó
"--Nadie jamás ha hecho tanto por mí"--
--"Te amo, Korra. Haría lo mismo por ti incluso si no... si jamás
hubieras pasado por todo esto. Solo... estaré mientras me quieras a tu lado...
quiero estar junto a ti. Mis padres se fueron, y puedo levantar otra compañía.
Eso es lo que haré. Pero tú... tú eres mi
familia"--
Korra se inclinó y Asami se reunió con ella a mitad de camino y sus frentes
se tocaron. --"También te amo, demasiado. Quiero que estés aquí, quiero...
supongo que no me di cuenta de lo real que era todo esto hasta que leí esa
carta. De lo mucho que significas para mí... en todos los sentidos. Da miedo,
pero en el mejor de los sentidos ¿sabes?"--
Asami asintió, con el corazón en la garganta. --"Hubo un momento,
después de que hube renunciado sobre el control de la compañía en que realmente
me di cuenta de todo eso, y eso me asustó. No porque pensé que hubiese sido una
mala idea, sino porque ciertamente no lo fue. Estar contigo, con tu familia,
eso era lo que quería. Tan pronto como firmé mi nombre en ése documento, supe
que había tomado la decisión correcta"--
--"No creo que puedas seguir refiriéndote a ellos como mi familia. Si no fuera porque estás
conmigo, creo que mi papá ya te habría adoptado. Ellos te aman"--. Korra se
inclinó y la besó suavemente. --"Te amo. Solo deseo que podamos pasar por
todo esto y desearía dejar de... dañar. Siento como que hemos pasado por la
misma conversación una y otra vez, y lo detesto"--
--"Ya pasamos por esto"--. Asami se apartó y colocó una mano en la
cabeza de Korra. Aun había unas cuantas cartas en su regazo; ella usó su otra
mano para moverlas a un lado. --"¿Te caíste hoy?"--
--"Si"--, asintió, bajando la cabeza. --"No dejo de pensar en que
estoy ahí y luego... no sé. Mi mente
sólo se bloquea y luego caigo. Es como..."--, ella se detuvo, su mirada se
desenfocó mientras observaba la manta cubriéndola.
--"¿Cómo qué?"--, la presionó Asami.
Korra volvió a observarla. --"Como si hubiera alguna clase de barrera de
metal cada vez que estoy a punto de dar un paso. En ese momento siento todo el
dolor de todas las personas que alguna vez me hicieron daño y eso me
abruma"--
--"Ok"--, asintió Asami, llevando su mano hacia su barbilla para
observarla a los ojos de nuevo. --"¿Qué puedo hacer para ayudar?"--
La sonrisa que recibió era su cosa favorita en el mundo. --"Estás
haciendo más que suficiente, pero... tal vez ¿podrías estar allí? Sé que has
intentado mantenerte al margen de las sesiones de curación, pero podría ayudar
si solo... hablaras conmigo en ése momento. Mantenerme concentrada"--
--"Dalo por hecho. Quiero decir, mañana tengo que hornear un pastel con
tu madre, pero supongo que puedo moverlo"--
Korra rió entre dientes. --"¿Ah sí? ¿Crees que puedes mover a mi madre
para hacer un pequeño espacio para mí?"--
--"Supongo"--, Asami la besó. --"Sólo esta vez"--. Luego se
echó hacia atrás para terminar su pensamiento, con sus labios aún a pulgadas de
los de Korra. El calor entre ellas se sentía como una niebla y de repente el
pequeño espacio fue demasiado, y Asami cerró esa distancia.
Su altura era una ventaja, debido a que podía inclinarse para capturar los
labios de Korra, mientras que poco a poco la guiaba hacia las almohadas. Las
manos de Korra se apretaron en la parte posterior de su camisa de dormir, tomando
de la tela.
Asami no se pudo contener, su mano izquierda repentinamente se encontró
ahuecando uno de los pechos de Korra y el Avatar se quedó sin aliento sobre su
boca, apartándose un poco. Asami la soltó de inmediato.
--"Disculpa"--, murmuró Korra. Asami sacudió su cabeza.
--"No, lo... lo siento. Solo-"--
Korra agarró la mano de Asami y la puso de vuelta a donde estaba. --"Está bien. Yo... yo quiero que lo hagas. Solo... me asustaste"--
Al mirar hacia abajo, Asami observó cómo estaba tocando una zona particular
de Korra. Se sintió un poco surrealista. Después de haber sido amigas como
ellas lo habían hecho, y después de todo lo que habían pasado, esto era real.
Su corazón se estaba acelerando.
Suavemente Asami apretó, y Korra mordió sus labios, sin dejar de mirarla
mientras ella presionaba con su mano. Era la cosa más sexy que Asami había
visto en su vida y su cerebro palpitaba mientras intentaba procesar cada nervio
y músculo que de pronto estaba disparando dentro de ella.
Con el tiempo, la mano se Asami se movió hacia arriba, deslizándose en la
polera de Korra, empujándola fuera de sus hombros para revelar su piel. Asami
se inclinó, besando a lo largo de la de la clavícula de Korra, tirando por el
hombro la ropa. Quería sentir la piel de Korra en sus labios una vez más, como
lo había hecho antes. Era como si se tratara de una droga y ella se estaba
haciendo adicta hacia esa sensación.
Se acomodó de nuevo, tendiéndose hacia la chica frente a ella, con su
respiración agitada y sus ojos sobre ella.
--"¿Qué deseas?"--, preguntó Asami, dispuesta a darle todo.
Korra tragó con dificultad, de repente estaba tímida. --"Mi... mi polera
¿puedes quitármela?"--
Asami sonrió. --"Estaría feliz de hacerlo"--. Posicionó su mano en el
regazo de Korra y desató el manto a su alrededor. Se cayó sobre las almohadas y
momentos después Asami tiró de la polera de Korra hacia arriba, sacándola por
la cabeza.
Colocó la ropa sobre la almohada junto a ella e inundó sus ojos de Korra.
Asami podía decir por el temblor en sus manos que Korra estaba nerviosa. Se
detuvo a sí misma de continuar devorando la forma del Avatar y ahuecó sus
mejillas.
--"Eres increíble"--, le
dijo, besándola castamente.
Cuando Korra se estiró para poner una mano en el pelo de Asami, la pudo
sentir temblar ligeramente. Una ráfaga de responsabilidad cayó sobre Asami.
Korra nunca había hecho este tipo de cosas antes. Habían ido bastante
tranquilas hasta entonces. Asami la había tocado... en todas partes. Incluso
aunque hubiera sido un diferente toque, uno experimental. Esto se sentía más
pesado, como el tipo de cosas que ninguna de ellas olvidaría jamás.
Era responsabilidad de Asami hacerla sentir especial.
A medida que sus manos se apartaron, Asami tranquilizó a Korra con una
cálida sonrisa. --"Dime si quieres que me detenga ¿de acuerdo?. Vamos a ir
tan rápido como tú lo desees"--
Korra, sorprendentemente, sonrió. --"Creo que es... que está bien...
ahora que te veo"--
--"Huh"-- Asami rió entre dientes --"Me parece justo"--
Sentada, Asami retiró su propia camisa y sintió el aire frío de la noche
sobre su piel. La piel de gallina se extendió por sus brazos y su espalda. A
diferencia de Asami, Korra no dudaba en observarla. Tenía la boca ligeramente
abierta, y sus ojos tan extensos desde el momento en que la observó. Asami no
había sentido ningún tipo de ansiedad, sin embargo, la forma con que la miraba
Korra había cambiado las cosas. Ella nunca se había sentido más hermosa.
--"¿Podrías... venir aquí?"-- preguntó Korra, con voz temblorosa
mientras se inclinaba un poco hacia las almohadas, palpando su regazo.
Asami se arrastró hacia adelante levantando una pierna y extendiéndola
sobre ella. Apoyó sus brazos en los hombros de Korra y desde ahí la observó
hacia abajo. Los ojos azules de Korra se habían tornado más oscuros. Se
agitaron levemente mientras se inclinaba hacia adelante, y vacilante apretó los
labios en el pecho de Asami.
La sensación de calor la hizo estremecer y su cabeza cayó hacia atrás. --"Ah"--, susurró sin querer hacer demasiado ruido. Korra estaba
experimentando cosas nuevas; Asami estaba experimentando cosas nuevas. Las
manos del Avatar se posicionaron sobre su espalda, en busca de nuevos lugares
que tocar mientras su lengua comenzaba a revolotear de ida y de vuelta.
Cuando Korra cambió al otro pecho, la cabeza de Asami se calmó y se inclinó
hacia los hombros de Korra. Asami podía sentir la confianza de Korra crecer con
cada sonido que ella daba, su lengua era más atrevida, sus movimientos más
rápidos. Ella en un momento se echó hacia atrás para enviar Asami una lujuriosa
sonrisa antes de continuar.
--"Ok"--, dijo finalmente Asami, con la garganta seca. Korra se
retiró con los labios húmedos y las mejillas encendidas. --"Espíritus Korra
¿de dónde salió eso?"--
Ella se limitó a sonreír y se limpió los labios con el dorso de la mano. --"Yo solo... quería saborearte"--
Asami se quejó en voz alta, con una risa atorada en su garganta. --"¿Quién eres tú?"--
--"¿Qué?"--, Korra rió, un poco indignada. --"Puedo ser sexy"--
Asami rodó los ojos, quitándose del regazo de Korra. --"Sé que puedes
ser sexy. Solo no sabía que tenías tanto de eso en ti"--. Korra estaba
rebosante de confianza y Asami extendió su mano para con el pulgar alcanzar su
pecho. --"Puedo ser sexy también ¿sabes?"--
--"Asami"--, respiró Korra, sus ojos se estaban cerrando. --"Eres radiantemente sexy"--
Asami capturó los labios de Korra y dejó que su mano se deslizara hacia el
estómago de ella a un ritmo extremadamente lento. Una vez que alcanzó el
extremo de sus pantalones, Korra se tensó. --"Hey ¿quieres que me
detenga?"--, le preguntó Asami.
Respirando superficialmente, Korra asintió. --"Yo solo... No estoy...
lista todavía"--. Asami retiró su mano y Korra suspiró. --"Lo
siento"--
--"No, jamás pienses que debes disculparte. Si no estabas lista, sabré
cuando detenerme. No tenemos apuro en esto, Korra. Recuerda, tenemos todo el
tiempo del mundo"--. Asami la besó suavemente. --"No voy a ir a ninguna
parte"--.
Korra de pronto pareció molesta, y de nuevo tímida, mientras bajaba la
cabeza y cerraba los ojos. --"Pensé que estaba lista, quiero estarlo. Es
solo que..."--
--"Puedes decírmelo, Korra"--. Asami tiró de ella para darle un
abrazo.
--"Quiero que sea especial, quiero... sentir que lo estamos haciendo en
el momento adecuado. No solo porque tuve otro mal día y quisiste hacerme sentir
mejor"--
Asami sabía que no debía discutir. Así era como Korra se sentía, y eso fue
más que suficiente para hacer que se detuviera. Ella quería a Korra; no se trataba solo de confort, era sobre deseo,
pero algo que no tenía intensión de apresurar. En cambio, besó la parte
superior de su cabeza.
--"¿Quieres que nos abracemos?"--
Korra sonrió con timidez y asintió.
Se quedaron así juntas, y Korra sacudió la cama intentando girarse sobre su
lado. Una vez que lo hizo, Asami se posicionó contra ella y sintió como el
brazo de Korra se posicionaba en su cintura, entrelazando sus manos. Korra la
cubrió de suaves besos a lo largo de su espalda. Cuando las luces estaban
apagadas y estaban así juntas en la cama, Korra siempre era extremadamente
cariñosa.
--"Te amo, Asami. Te amo demasiado"--
Asami sonrió y cerró los ojos. La habitación se estaba nublando. El mundo
se desvaneció en la oscuridad permitiéndolas compartir aquellos momentos de
tranquilidad. Asami podría fingir que Korra solo era una persona normal, y ella
no había sido más que una chica de quien se había enamorado. Así parecía ser
más simple, al igual que las cursis novelas románticas que leía de vez en
cuando.
No era ingenua, sabía que habría dificultades más adelante. Korra era
fuerte, y se estaba curando, pero había mucho más en el futuro.
La verdad era que Asami había pasado cada dichosa noche combatiendo los
temores de que todo podría venirse abajo mañana. Se preguntó si esa sensación
alguna vez desaparecería.
--"También te amo"--