Recuperación. Capítulo 18: Máscaras . Por SimplyKorra

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Y aquí les dejo el segundo capítulo y último de "Recuperación" mi gente bella :3 a disfrutarlo como cada domingo :3


Nota: Los fics y las imágenes no me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos artistas y ficker, yo solo cumplo la tarea de traducirlo.




Resumen: "Todos llevamos máscaras, y cuando llega el momento no podemos quitárnoslas sin remover un poco de nuestra propia piel" - André Berthiaume.




Trilogía Buscando el equilibrio: I Recuperación


Capítulo. 18 (Final) – Máscaras

Los días cálidos en el Polo Sur no eran exactamente a lo que estaba acostumbrada Asami. Aun así, no faltaban los hermosos paisajes y cuando el sol brillaba, la Ciudad de Harbor siempre estaba animada.
Era un buen día, ellas habían experimentado más buenos que malos días últimamente, lo que hacía a Asami sentirse mejor.

--"Mako envió una carta"-- Dijo Asami, mirando a unos niños que se lanzaban nieve unos a otros.
Korra se quejó "Sus cartas son tan aburridas" dijo, riendo un poco --"Me alegro de que escriba, pero no me importa saber sobre el tiempo"--.

--"Soleado"-- comenzó Asami, imitando su voz --"64º Posible probabilidad de lluvia, según la radio"--

--"No hay que burlarse"--, rió Korra, "Ambas salimos con él", se quejó mientras se esforzaba por mirar a Asami encima de ella. --"Sabes que la peor parte de todo esto es que no podemos hablarlo entre nosotras"--.

Asami dejó de empujar y miró hacia abajo. --"Estamos haciéndolo ahora"--, y sonrió.

--"Lo sé, pero es... incómodo"--, dijo Korra encogiéndose de hombros, llegando a desplazar una de sus piernas un poco.

--"Pensé que la incomodidad era tu especialidad"--, bromeó Asami, inclinándose para susurrarle al oído. --"Quiero decir, te pillé mirando mi trasero cuando estaba cocinando tu cena anoche"--

La cara de Korra se puso completamente roja. --"Yo - yo no estaba..."--

--"Oh Korra"--. Asami besó su mejilla. --"Tu madre dijo que también te vio"--

--"Espíritus"--, Korra cubrió su cara con las manos y Asami continuó empujándola hacia su destino. 
--"Tú sabes que estoy sentada todo el tiempo, así que es como que... ¡siempre mis ojos estarán al nivel de los traseros!"--, se defendió Korra. Asami se mordió el labio para no reírse. --"Solo traseros, todo el tiempo. Justo en mi cara."--

--"Si, pero Korra, estabas a medio camino a través del cuarto cuando estabas buscando mi trasero"--
Con un resoplido Korra se cruzó de brazos e hizo un puchero. --"Esta bien, entonces nunca más miraré tu trasero de nuevo"--.

Al llevar al puesto de periódicos, Asami dejó de empujarla y apretó uno de los hombros de Korra. --"Las dos sabemos que eso no es verdad"-- dijo, pero estaba un poco distraída por las noticias y revistas que llamaban su atención.

Asami sintió como Korra agarraba su mano dándole un apretón suave. Su agarre no era nada comparado con lo que solía ser. Una vez fue lo suficientemente fuerte como para sostener el mundo junto, ahora apenas era suficiente para sostener un utensilio para comer. Eran pequeñas cosas como esas que traían a Asami devuelta a la tierra cuando se trataba de Korra, recordándole el largo camino que ella tenía por recorrer.

Korra dijo algo, pero Asami no lo oyó. En cambio, sus ojos se fijaron en el periódico de Ciudad República. Había una foto de un hombre, de pie con orgullo al lado del presidente Raiko frente a una obra de construcción muy grande.

RECONSTRUCCIÓN DE CIUDAD REPÚBLICA - SUPERVISADO POR EL NUEVO CEO DE INDUSTRIAS FUTURO

Hubiera sido más fácil darse la vuelta y mantenerse en movimiento, pero Asami no pudo evitarlo. Ella alargó la mano y cogió el papel, leyendo el corto resumen del artículo en la portada del periódico.

El Presidente Raiko por semanas ha estado dando alabanzas a Industrias Futuro por su trabajo en la reconstrucción de la ciudad. El recién nombrado Director General, Ken Hayashi, le ha dado pleno apoyo al presidente - cont. p7.

Asami sabía que era inútil pensar en ello. No era como si pudiese volver atrás y reclamar su-la empresa. Ella no quería, su vida era diferente ahora. Todo era diferente ahora.

Ella puso de nuevo el periódico en el estante del quiosco y volvió hacia Korra --"¿Hay alguna revista que desees?"-- preguntó Asami, mirando hacia abajo para ver si Korra estaba mirando el mismo papel que ella acababa de poner en el estante --"¿Korra?"--.

--"Hmm"-- esto atrajo los ojos de Korra hacia ella --"No, yo... estoy bien"--

Asami sonrió --"Muy bien, vamos a desayunar"--

Kumagoro era uno de los lugares más populares para comer en el Sur. Servían una amplia variedad de alimentos, especializados sobre todo en pescados y fideos. Lo último lo cual era la favorita de Korra en cualquier momento del día. Cuando entraron, Asami escaneó la zona. No estaba muy lleno, pero si sería bueno poner a Korra en algún lugar fuera del camino, para que nadie se tropezara con ella. Encontró un lugar hacia el lado derecho y dio vuelta a Korra para poner la silla lejos del camino. A continuación, deslizó a Korra hacia la mesa antes de poner los frenos metálicos en los neumáticos.

--"¿Quieres que tome tu chaqueta? Está un poco caliente aquí--" preguntó Asami, tomando su propio abrigo.

Korra miró a su alrededor un poco, Asami siguió su mirada y vio a otro cliente, un hombre mayor, en una mesa al otro lado del local mirando encima de ellas. Asami estuvo a punto de dar un paso entre Korra y los ojos del sujeto.

--"Estoy bien"-- dijo Korra suavemente.

Asami le sonrió --"Korra, eres un calentador humano. Sé que este lugar está demasiado caliente para ti"--.

--"Oh, bien"-- Korra no pudo evitar sonreír ante Asami posicionada encima de ella. Sosteniendo su cadera, conociendo demasiado bien a Korra. Levantó los brazos y comenzó a tirar de una de sus mangas.

Era un delicado equilibrio, decidir cuándo dejar hacer a Korra las cosas por su cuenta y cuando intervenir y ayudarla. Korra era cada vez más fuerte, no había duda de eso, pero tenía muchos días por delante. Asami quería que Korra se sintiera independiente tan a menudo como fuera posible. Así que se agachó y agarró el extremo de la camisa, levantándolo en el aire mientras Korra lentamente liberaba su brazo.

Una vez que estaba fuera, Asami colgó su chaqueta en el respaldo de la silla de ruedas de Korra, se dio la vuelta y miró al hombre que todavía estaba enviando miradas hacia esa dirección. Muchas veces la gente reconocía a Korra, pero entonces inmediatamente peinaba su cabello suelto, porque ella era el Avatar, y por lo tanto no podía estar en tal estado. Eso confundió un poco a Asami. Fue la parte más difícil de salir a la calle, para ella: la idea de que Korra no era la misma persona porque estaba en una silla. La audacia de que la gente pensara menos de ella por ello.

Si Asami tenía que escuchar una llamada de teléfono más en la radio sobre que el mundo necesitaba de un Avatar "adecuado", iba a perder la cabeza, porque mientras ella se sentaba al otro lado de la mesa, solo podía ver a Korra. La Hermosa Korra por quien se preocupaba tanto, sentada en su silla, leyendo a través del menú a pesar de que sabía exactamente lo que iba a ordenar. Korra, sólo una chica, que estaba luchando tan duro, teniendo que lidiar con el conocimiento de que el mundo estaba simplemente esperando por ella para que entonces pudieran arrojarla a los lobos de nuevo.

Asami se obligó a parar, para centrarse en la actualidad y el hecho de que Korra quería salir a comer con ella. Era un buen día, necesitaba tratarla como tal.

Del mismo modo que Asami estaba a punto de pedir su selección de desayuno, Korra puso su menú abajo y suspiró.

--"¿Sami?"-- su voz vaciló, apenas cruzando la mesa --"Vi el periódico que estabas leyendo, sobre Industrias Futuro"--

Asami sonrió, dejando su menú abajo. Ella se encogió de hombros --"Tiene sentido. La ciudad necesitaba ser restaurada, incluso antes de que nos fuéramos. Industrias Futuro tiene la capacidad de hacer eso"--

Una expresión entristecida cruzó la mirada de Korra, una que Asami conocía demasiado bien. Suspiró y bajó la cabeza, el pelo oscuro cayó sobre su rostro.

--"Asami"-- Korra alzó la vista, con los ojos brillantes --"¿Puedo hacerte una pregunta sería? Sin rodeos, sin mentiras blancas, solo dime la verdad"--

--"Por supuesto"--

Korra asintió, tomando una respiración profunda --"¿Tienes algún remordimiento por venir al Sur conmigo? ¿De renunciar a tanto... por mí?"--

Asami le dio una mirada pensativa, mirando a los ojos azules que había llegado a conocer tan bien durante los últimos seis meses.

--"¿Korra?"-- Asami se encontró riendo. --"¿Qué fue lo que sucedió la última vez que tuvimos esta conversación?"--

Ella se sonrojó y ocultó su rostro detrás del menú. --"Casi tuvimos sexo"--, susurró.

--"Casi tuvimos sexo"--, repitió Asami un poco más fuerte y pudo oír al hombre que había estado mirando al otro lado del restaurante asfixiándose con su agua. --"Te lo prometo, no son mentiras, ni excusas para hacer que te sientas mejor. Estoy justo donde quiero estar ¿de acuerdo?. No tienes que preocuparte más. Estamos juntas en esto"--

Korra sonrió con timidez contra su menú y asintió. Había algo en sus ojos que Asami no supo reconocer, aunque le resultó muy divertido.

Pidieron la comida y Korra bromeó con la camarera diciéndole que tuviera cuidado de no tropezar con los neumáticos de la silla. Fue divertido, no era el oscuro sentido del humor que Korra había adoptado en el pasado acerca de su discapacidad. Una vez que ordenaron, Asami sintió que Korra la estaba observando, y ella le regresó el favor.

--"¿Quéeeeeee?"--, bromeó Asami, con su propia sonrisa creciendo cada vez más. Korra volvió a sonrojarse. --"¿Qué sucede contigo?"--

--"Yo... yo estoy lista"--. La voz de Korra se tornó inestable mientras lo dijo, pero asintió con su cabeza para marcar su punto.

Sin embargo, Asami no tenía idea de cuál era su punto. --"¿Para qué? No podemos irnos ¡acabamos de ordenar la comida!"--

Korra rodó los ojos. --"¡No! Estoy lista para... tú sabes"-- Korra levantó las cejas e hizo un gesto con su cabeza. Asami siguió la dirección del gesto, lo que claramente no era el objetivo pretendido y cogió un salero.

--"¿Quieres la sal? No creo que vaya bien con los panqueques"--

--"Asami"--, gimió Korra, poniendo una adorable mala cara. --"¿De verdad vas a hacer que lo diga?"--

Ella continuó fungiendo ignorancia. --"¿Quieres la pimienta?"--. Asami recogió el otro recipiente y los  elevó ambos. --"Esto tampoco irá bien en tus panqueques"--

--"Eres la peor"--, jadeó Korra cruzándose de brazos mientras fruncía el ceño. Sin embargo, había un brillo en sus ojos y Asami no pudo evitar reírse.

--"Lo siento, tendrás que ser más específica"--. Sólo dilo, Korra. Asami no estaba segura por qué, pero necesitaba oírlo. Incluso si Korra no estaba cómoda con decirlo en público, ella necesitaba la confirmación verbal de que era mutuo.

Aun así, Korra continuó haciendo pucheros. --"Yo quiero..."--, suspiró, mirando su regazo. --"Quiero hacerte el amor"--. Asami la escuchó, apenas. Ciertamente nadie lo hizo. Eso hizo que su corazón saltara hacia su garganta.

El momento era demasiado perfecto. Korra estaba muy linda, Asami no pudo evitarlo. --"¿Justo aquí?"--. Ella abrió los ojos en estado de shock. --"Quiero decir, puedo sentarte en esta mesa, pero el hombre de allí va a comenzar a mirarnos, otra vez"--

--"Asamiiiiii"--, se quejó Korra, mirando hacia el otro lado de la mesa. --"¡Lo digo en serio! Es un gran asunto para mí. Te.... deseo"--

Asami decidió abandonar sus bromas y se inclinó sobre la mesa colocando la palma de una de sus manos sobre el rostro de Korra. Ella inmediatamente colocó una mano sobre la de Asami, reteniéndola. --"También te deseo. Qué dices si comemos primero, entonces luego de la sesión con Katara y de que des unos cuantos pasos hoy, te recompensaré por ello"--

Korra nuevamente se sonrojó y Asami amaba lo fácil que era que eso sucediera. --"Eso estaría bien. Aunque no puedo prometer nada. No sé en absoluto lo que estoy haciendo... o lo que puedo hacer"--

--"Está bien, vamos a averiguarlo. Somos buenas en eso. No hay presión"--. Asami sintió que comenzaba poco a poco a reír. --"Bueno, tal vez solo un poco de presión. Justo en el lugar correcto"--. 
Una vez más, Korra se sonrojó y ella se sintió un poco culpable. Pero es que era tan fácil hacerlo.

--"¡¿Quieres parar?!"-- gritó Korra, todavía tratando de susurrar mientras enviaba un vistazo a Asami.

--"Está bien"--. Asami quitó sus manos al ver que la mesera venía con sus bebidas. --"Las tendré en mis pantalones"--

Otra intensa ola de calor golpeó a Korra de nuevo ante aquel comentario, y no pudo hacer otra cosa más que esconder su rostro nuevamente tras el menú.

En el momento en que la comida llegó, ambos estaban relajadas y Asami observó como Korra vertió el jarabe contra sus panqueques. A medidas que el recipiente se estaba vaciando, Korra se asomó hacia Asami con un aire de culpabilidad. --"Oh... tú... ¿quieres un poco?"--

--"No. No necesito jarabe en mis huevos. Solo... no sé por qué ordenaste panqueques"--. Korra rodó los ojos antes de deslizar el dedo sobre el recipiente, reuniendo un poco de jarabe en su dedo y luego se lo llevó a la boca.

Asami se rió, pero la verdad era que era agradable ver a Korra tan bien. Durante un tiempo había carecido de cualquier real apetito, pero al parecer eso había quedado atrás en cuando la vio meter una gran cantidad de panqueques en su boca y sonrió.

--"¿Qué?"--, murmuró, con la boca llena.

Asami sacudió la cabeza dando una sonrisa. --"Oh, nada"--

***

Asami no podía evitar ponerse nerviosa. Era difícil ver a Korra luchar tan duro. Sus brazos estaban temblando mientras los tensaba contra los abarrotes, tratando desesperadamente de ponerse de pie. Con sus pies daba pequeños golpes en el suelo de madera. Naga se quejó, ambas estaban ansiosas por ver a Korra hacer eso.

--"Cierra tus ojos"--, dijo Katara, de pie junto a Korra que estaba tomando lentas y profundas respiraciones. --"Imagínate a ti misma caminando hacia Naga y Asami"--. Vamos Korra, vamos Korra. Asami cerró los ojos por un momento, tratando de ver todo bien. --"¿Puedes verlo?"--, preguntó Katara y Asami volvió a observar a Korra.

--"Si"--, respondió con rapidez ella, con su rostro calmado.

Katara sonrió ligeramente. --"Ahora, da el primer paso"--

Korra empezó a temblar aún más, perlas de sudor se agruparon en su frente y corrieron por su rostro. Ella frunció los labios y Asami pudo ver que estaba profundizando más dentro de sí misma. Tal vez con mayor esfuerzo con que lo había hecho antes. Le tomó mucho trabajo a Asami no gritar, conteniendo el aliento en sus pulmones.

Ver a Korra intentar dar un paso era agonizante, todo su cuerpo estaba haciendo un enorme esfuerzo en solo dar un paso. Su pie comenzó a moverse hacia adelante, y de inmediato cayó contra el suelo. Asami sabía que Korra aún sostenía la mayor parte de su peso en sus brazos. Tendría que usar eventualmente las piernas, mientras sus brazos estaban comenzando a ceder.

Después de unas cuantas respiraciones de dolor, Korra plantó su pie de manera más firme en el suelo y levantó el otro. Pronto uno a uno fueron cayendo uno delante del otro, poco a poco, pero estaba sosteniendo su peso. Sus ojos aún estaban cerrados, estaba concentrada exclusivamente en cada músculo de su cuerpo.

Una vez que los pasos se hicieron más prominentes, Asami sintió como las lágrimas corrieron por su rostro. Korra lo estaba haciendo, en verdad estaba dando pasos por sí misma. Sofocó un jadeo cuando Korra estuvo cerca a caerse. Se movió hacia adelante, pero se detuvo cuando Korra se aferró y volvió a equilibrarse.

--"Vamos, Korra"--, susurró Asami. No pudo evitarlo. Los ojos de Korra se abrieron, mirando hacia ella con los dientes apretados mientras empujaba otro pie hacia arriba y hacia adelante.

Tres pasos más tarde, ella estuvo en el extremo de la barra y se dejó caer en el gran cuerpo de Naga.
Katara estaba radiante, Asami estaba llorando y Naga apoyó la cabeza sobre la espalda de Korra, confortablemente. Asami no pudo resistirse, las abrazó a ambas, a Naga y a Korra, enterrando su rostro en el hombro de la última.

--"Lo hiciste, estoy tan orgullosa de ti"--, le susurró Asami, besando la mejilla de Korra y recorriendo toda su mandíbula, besando cada parte del rostro de Korra que pudo encontrar.

Cuando abrió los ojos, lágrimas corrieron por sus mejillas y Korra sonrió. --"Te amo"--

--"Espíritus Korra, también te amo"--. Se besaron y unos momentos después Katara aclaró su garganta.  Asami se apartó rápidamente, segura de que su cara estaba tan roja como la de Korra. --"Lo siento"--, murmuró, sintiendo un hormigueo en todo su cuerpo.

--"Debería... sentarme"-- dijo Korra, con una voz entrecortada mientras Asami se apresuró a tomar la silla, luego la ayudó a sentarse. Dado que la mayor parte de la energía de la Avatar fue destinada a dar esos pocos pasos, Asami hizo gran parte del trabajo en colocarla en la silla.

Katara se acercó y puso una mano en el hombro de Korra. --"Ese fue un gran primer paso, Korra. Vamos a continuar esto otro día-"--

--"No"--, Korra sacudió la cabeza, y las colas de lobo se balancearon hacia adelante y hacia atrás. --"Todos los días. Estoy lista. Quiero ser yo misma otra vez"--

Asami pudo ver un poco de vacilación en el rostro de Katara, pero ella asintió con la cabeza en el mismo momento. --"Muy bien, entonces veré cómo te sientes mañana en la mañana. Si estás bien, entonces lo volveremos a hacer"--

Korra brilló por completo, su sonrisa fue tan maravillosa como Asami jamás la hubiera visto.

Después de unas cuantas despedidas, Katara las abrazó a las dos y luego Asami empujó a Korra de vuelta al palacio. Cuando más se movían juntas en silencio, más pesado se sentía el aire entre ellas. Asami sabía que Tonraq y Senna iban a estar fuera todo el día. Tonraq había tenía planeada una visita de la Tribu Agua del Norte desde hace tiempo, lo que significaba que estaban libres el resto de la tarde.

Desde el desayuno de esa mañana, Asami sabía exactamente hacia donde se dirigían. Era excitante y aterrador. Se sentía como el comienzo de algo nuevo, tal vez algo que duraría para siempre. Ella quería eso, a pesar de los temblores que persistían en el fondo de su mente. Había mucho por hacer, muchos días más de angustiosa curación. El cuerpo de Korra estaba mejorando, pero el resto de ella aun no lo hacía. No aún. Sería una gran batalla, pero Asami sabía que estaba preparada para ello, incluso aunque no tuviera una idea de lo que ello implicara.

En el momento en que llegaron a la habitación de Korra, Asami estaba lista. Lo había estado desde hace tiempo, pero ahora era real y estaban listas para dar aquel paso juntas. Korra estaba lista.

Asami se detuvo, justo en medio de la habitación y, ubicada detrás de la silla, llevó sus manos a cada lado del rostro de Korra, inclinando su cabeza hacia atrás. Se agachó y entonces la besó. Era una posición muy incómoda, pero el beso fue profundo y Korra se encontró riendo sobre sus labios. Cuando ella se retiró, el tono azul con que la miraba se estaba volviendo más oscuro.

--"¿Cómo quieres hacer esto?"--. Asami se dio la vuelta para quedar frente a Korra, y entonces se arrodilló. Eso le trajo una extraña sensación de deja vú, como un salto en el tiempo desde la ceremonia de Jinora y lo tranquila que ahora se encontraba Korra. Esta vez, Asami tocó la pierna de Korra y sintió que la Avatar se contraía ligeramente. Korra estaba definitivamente lista.

--"¿Qué es lo que deseas?"--

Korra se sonrojó ligeramente. --"Todo, si... si tú quieres hacerlo"--

Con un movimiento de cabeza, Asami se levantó y enganchó su brazo por debajo de las piernas de Korra, mientras colocaba otro en su espalda. Esto se sentía diferente, no era como antes. La forma con que Korra se hundió en sus brazos, arrullándose contra su cuerpo, era un recordatorio de toda la lucha por la que había pasado. Las tranquilas noches llevando a Korra al baño cuando ella no podía. Todo fue una penitencia para llegar al momento de ahora, por eso se sentía tan especial. Era como si se lo hubiesen ganado, ambas, juntas.

Una vez que Korra se sentó en la cama, ella se deslizó a sí misma contra las almohadas y Asami comenzó a desabrocharse la chaqueta. La dejó caer desde su espalda hacia el suelo, sin apartar los ojos de Korra. Un momento más tarde, ella desató su propia cola de caballo, soltando todo su pelo, mientras Korra mordía su labio inferior.

--"Ese cabello"--, suspiró Korra, sonriendo un poco.

Asami no pudo evitar reírse. --"Mi arma secreta"--

Lentamente, Asami se arrastró en la cama sobre las piernas de Korra. Ella se inclinó y la besó de nuevo, sonriendo mientras las manos de Korra se enredaban en su cabello. Cuando sus brazos comenzaron a cansarse, Asami se echó hacia atrás, todavía a horcajadas de Korra, y entonces cogió la manta de piel que llevaba.

Cuando esta cayó, quedando a ambos lados del cuerpo de Korra, Asami pasó las manos por debajo de su chaleco azul. Ella siseó ante el contacto, las manos de Asami sin duda se sintieron frías contra la piel caliente de su cuerpo.

--"Lo siento"--, le dijo ella, aunque no lo sentía completamente ya que repentinamente Korra se encontró jadeando, luchando por mantener los ojos abiertos. Removiendo sus manos, Asami tiró suavemente su ropa hacia arriba, levantando los cansados brazos de Korra. Muy pronto, todo se había ido.

Asami exhaló lentamente, empapando sus ojos de Korra sentada frente a ella. Desnuda y sin vergüenza, era hermosa, a pesar de las pequeñas cicatrices que marcaban tenuemente su piel. Justo sobre su cadera, Asami podía ver lo más profundo de ella, y entonces extendió la mano y con su pulgar recorrió a lo largo de todo su cuerpo. Cada tacto y sonido que hacía Korra la asfixiaron.

Estaba caliente, demasiado caliente y Asami se sacó la parte superior de su ropa, tirándola al suelo antes de que empujara hacia adelante y capturara la boca de Korra en un ardiente beso.

--"Quiero..."--, Korra se acomodó un poco --"A ti. Vamos a hacerlo"--

Toda la apariencia se desvaneció en esas tres palabras. Asami sonrió en un rápido movimiento de cabeza antes de dejar caer sus labios al valle formado entre los pechos de Korra. La Avatar gritó, enredando sus dedos en el pelo de Asami y bajando suavemente hasta su parte baja. Asami posicionó sus manos en las caderas de Korra, tirando de ella suavemente por las almohadas para posicionarla un poco más abajo. Rápidamente se asomó por un momento.

--"¿Está bien? ¿Quieres que arregle la almohada o-?"--

Korra rodó los ojos y sonrió. --"Quítame los pantalones, por favor"--

Asami se encontró riendo y deslizando sus dedos bajo el borde de los pantalones de Korra. Los bajó intencionalmente lento, rayando contra la ligera impaciencia que irradiaba la chica que amaba. Una vez que se los quitó, Asami colocó su mano en el tobillo de Korra.

--"¿Sientes esto?"--, le preguntó, frotando su pulgar hacia atrás y adelante. Korra asintió, moviendo los dedos de su pie en respuesta. --"Bien"--. Asami remplazó sus manos con su lengua, arrastrándola lentamente hasta la pantorrilla de ella y luego sobre la cara interna del muslo.

--"¡Ah!"--, jadeó Korra, riendo un poco. --"Eres malvada"--, bromeó y Asami dirigió su mirada hacia ella, sin dejar de continuar el asalto a cada pulgada de la piel de Korra que pudo encontrar. Una vez que estuvo satisfecha se detuvo, de repente se encontraba en la parte más íntima del cuerpo de Korra.  Fue entonces cuando el nerviosismo la golpeó, junto con la ansiedad de que esto era la primera vez para Korra y lo mucho que importaba para Asami de que esto fuera perfecto.

Un denso bulto se instauró en su garganta. Intentó tragarlo, delatándose.

--"¿Estás bien?"-- le preguntó Korra, provocando que Asami dirigiera su atención hacia ella. --"Esto es... ¿estoy...?"--

--"No eres tú"--, la cortó Asami, con su corazón acelerado. --"Es solo un poco abrumador, porque eres tú conmigo y somos... nosotras ¿sabes?"--. Korra asintió, sin dejar de mirarla con un poco de inseguridad. --"Dime si lo estoy haciendo bien"--

Los ojos de Korra se abrieron un poco. --"Asami, yo... yo nunca he hecho algo como esto antes. Ahora mismo sólo estoy conteniendo mi respiración con la esperanza de que no me dé un ataque al corazón"--

El alivio que le dieron esas palabras fue más de lo que esperaba. Asami no estaba segura de por qué sentía de que Korra pudiera tener un poco de miedo de ella. Era como si necesitara que le recordasen que estaban juntas en esto, como si hubieran ido juntas a través de todo lo demás.

Y el temor se fue.

Korra no duró mucho tiempo, y Asami no lo hubo esperado una vez que comenzó. Esto era nuevo para las dos y Asami no era una amante muy hábil, pero sabía lo suficiente como para hacer que Korra se retorciera y temblara.

Era más agradable de lo que esperaba. Oír que Korra la llamaba, agarrando su pelo y girando sus caderas ante ciertas acciones era intoxicante. Los gritos y gemidos que acompañaron la liberación de Korra sonaban como música, y de inmediato ésa fue la canción favorita de Asami. Cuando Korra se calmó, Asami besó su hueso púbico y dejó caer besos por todo el camino arriba hasta detenerse en su rostro, justo enfrente de sus labios.

Los ojos de Korra estaban cargados, su pecho subía y bajaba y su cara estaba llena de satisfacción. Una sonrisa retorció su expresión, parpadeando lentamente. --"Wow"--, jadeó, haciendo sonreír a Asami.

--"¿Si?"--. Korra asintió, dejando escapar un estrangulado gemido.

--"Tú eres... estuviste..."--

--"¿Wow?"--. Asami sonrió y Korra nuevamente asintió. A continuación besó sus labios y apoyó su frente en la de Korra. "Bueno, quería que lo disfrutases"

--"Ahora tú"--, dijo Korra y Asami fue empujada un poco hacia atrás. --"Quiero hacerte lo mismo. Necesito saber qué puedo hacerlo"--

Eso fue inesperado. Asami no iba a negarse, por todos los espíritus, no había manera de que se negara, pero ella sólo había pensado en que eso iba a ser para Korra. --"Está bien, ¿Qué... qué quieres que haga?"--

Korra sonrió. --"¿Es una pregunta seria o en verdad quieres que te de una sucia respuesta?"--

--"¡No, ridícula!"--, dijo Asami dándole un manotazo en broma. --"¿Cómo me quieres?"--, formuló la pregunta antes de pensar en ello y de repente se sonrojó violentamente, enterrando su rostro en el hombro de Korra. --"No puedo creer que haya dicho eso"--

A pesar de la risa de Korra, pudo sentir un par de manos deslizándose hacia arriba y abajo de su desnuda espalda. --"Quítate los pantalones para mí"--, susurró Korra en su pelo, quitando sus manos cuando Asami salió de la cama a ejecutar lo pedido. Diciéndolo directamente, Asami se levantó y empujó sus pantalones hacia abajo y observó hacia atrás para ver cómo Korra luchaba por sentarse y apoyarse.

--"Oh, déjame ayudarte, has hecho suficiente trabajo hoy, Avatar"--. Colocó a Korra contra las almohadas, con sus pantalones a mitad de camino, y rodó los ojos. --"Si quieres hacer más con Katara mañana, es mejor que no te agotes"--

Korra hizo una mueca. --"¿Podemos... no hablar de la esposa que tuve en una vida pasada cuando estemos desnudas?"--

La torpeza cayó en ella. --"Ok, si.... puedo hacer eso". Una vez que sus pantalones se fueron, Asami se colocó torpemente al lado de la cama. "¿Ahora qué?"--

--"Igual que antes"--, dijo Korra palmando su regazo. --"Te-tengo una idea"--. Asami arqueó una ceja e hizo lo que le pidió, sentándose a horcajadas sobre Korra, con una pierna a cada lado de las suyas. 
--"Asami eres tan... increíble. No puedo creer que tenga la oportunidad de verte así"--

Asami sonrió y agarró una de las manos de Korra. --"No sólo puedes ver, puedes tocar también"--, dijo tirando de su mano, llevándola hasta su pecho y el aliento de Korra se detuvo en su garganta.  --"Ahora... ¿qué tienes en mente?"--

--"Claro"--, asintió Korra, deslizando su mano por el estómago de Asami. --"Solo... sostente a ti misma un poco"--, le dijo, y Asami se levantó sobre sus rodillas mientras la mano de Korra comenzó a agitarse mientras la alcanzaba.

Extendiéndose, Asami plantó sus manos en la cabecera de la cama para mantenerse de pie, con su rostro a pulgadas del de Korra. --"Adelante"--, le susurró, sintiendo los dedos de Korra en su abdomen. Un momento más tarde ellos se arrastraron hacia abajo, encontrando los pétalos húmedos y resbaladizos de la parte inferior del cuerpo de Asami.

--"Di-dime ¿qué es lo que quieres?"--, exhaló Korra, y Asami sintió que sus ojos se cerraron de repente, las sensaciones la estaban consumiendo.

--"Sólo muévete, suave y constante... No tardaré demasiado"--

Korra asintió y se inclinó, colocando su boca en la coyuntura del cuello y el hombro de Asami. Como ella le indicó, sólo se movió, y eventualmente sus dedos encontraron el lugar y la velocidad correcta para llevar a Asami hacia el borde del abismo.

Sus gemidos eran mucho más fuertes que los de Korra, no podía contenerse. Intentó estrangularlos en gritos cuando Korra se apartó y la miró a los ojos, asegurándose de que se encontraba bien. Se observaron mientras el trabajo continuó hasta que Asami se vino, su cuerpo se hizo un lío de temblores mientras una ola de placer se apoderó de ella. Korra retiró la mano justo a tiempo para coger a Asami entre sus brazos mientras ésta se deslizó hacia abajo y se puso contra ella. Korra la acunó y Asami besó los brazos que estaban rodeando su rostro.

--"Korra", dijo finalmente Asami, "Te amo"--.

Los dedos jugaron contra su pelo. --"Yo también te amo"--

***

Si tuviera que adivinar, Korra había calculado que habían pasado cuatro horas desde que ella y Asami habían decidido dormir. Su día había sido aparentemente perfecto. Ella dio unos pasos, sus primeros pasos reales en meses, y se sentía maravilloso. Lo que siguió fue incluso mejor. El sexo nunca fue algo que Korra consideró mucho, ni que hubiera querido cuando hubo estado con Mako. Sin embargo, Asami era diferente. Ella era suave y constantemente estaba haciendo pequeñas cosas que le enviaban imágenes y deseos que la mente de Korra no esperaba.

La experiencia en sí no había sido en absoluto como ella esperaba, esa sensación de control cuando Asami se movió sobre ella, con Korra manipulándola nada más que con un par de dedos. Había sido increíble. El mejor elemento que jamás había dominado eran los sonidos y las miradas que obtuvo de Asami.

Y por eso se sentía tan miserable ahora. Manteniéndose despierta en medio de la noche, escuchando la suave respiración de la chica a su lado, profundamente dormida. Korra quería estar dormida como ella, así que se acurrucó junto a Asami, como se suponía que debía hacerlo. Sin embargo, no durmió. En el instante en que se despertó, intentó pretender que aquellos brillantes ojos en la esquina de la habitación no la estaban observando. Ellos no la habían estado mirando fijamente durante horas.
Estaba agotada, y ahora estaba intentando recordar cuán maravilloso había sido ése día. El desayuno que tuvo con Asami, los pasos que dio con Katara, la dicha que había sentido hace tan solo unas horas. Sin embargo, ninguno de ellos vino; todo lo que podía sentir eran ésos ojos, mirándola desde la esquina de la habitación a través de la oscuridad, recordándole hasta qué punto había caído. Mostrándole la pérdida de control que sentía, el miedo que había enfrentado, el dolor que había sufrido. Dolía, el veneno y la lucha, le dolía demasiado.

Hubiera sido mejor que hubieras muerto en ésa roca. Korra cerró los ojos, luchando contra esos pensamientos. Miró a Asami a su lado, definiendo su vida. Asami la necesitaba, la amaba, y debía mantenerse fuerte para ella.

También la hubieras matado. Todo el mundo quiere dañar al Avatar, pero ahora ya no importas. El mundo no te necesita. No puedes salvar a nadie. No a ella, no a la nación aire. Ni siquiera puedes salvarte a ti misma.

Las lágrimas comenzaron a caer de nuevo y Korra se detestó por eso. Estaba cansada de llorar, cansada de volver a caer siempre al mismo pozo una y otra vez.

Con toda la energía que tuvo, Korra se empujó hacia arriba, tratando de no despertar a Asami. Su silla estaba lo suficientemente cerca como para alcanzarla y agarrarla. Tiró de sus piernas y las hizo girar sobre la cama. Sentía que las podía mover, pero eran pesadas, como las cadenas que la retenían cuando se la llevaron lejos de su padre, lejos de todos los que amaba y que habían sido llevados hacia esa cueva para lastimarlos, torturarlos y matarlos.

Korra se sacudió cuando los ojos que brillaban intensamente en la esquina parecieron moverse más cerca. Miró a la figura parada frente a ella, observándola. No es real, se recordó a sí misma una y otra vez. Tiró de la silla acercándola a la cama, y utilizó toda la fuerza superior de su cuerpo para moverse. Dejándose caer en el asiento, Korra siguió observando el suelo. De repente se sintió menos vulnerable que en la cama, como si así pudiera defenderse más.

No puedes defenderte en absoluto.

Colocando las manos en las ruedas, se empujó fuera de la habitación, hacia el balcón en la parte posterior. Aire era todo lo que necesitaba, un poco de aire fresco y un recordatorio de que ella estaba a salvo. Se empujó directo, pasando por la figura, con sus brillantes ojos observándola. Korra la ignoró lo mejor que pudo. No era real, nada de eso era real. Ella estaba a salvo y Asami estaba esperándola en la cama. Nadie iba a por ella, nadie iba a hacerle daño.

Empujando la puerta del balcón, Korra se pudo en marcha contra el aire frío de la noche. Su sencilla camiseta blanca y sus pantalones cortos apenas la cubrían lo suficiente cuando el frío aire se instauró. Sin embargo, ella le dio la bienvenida. Las sensaciones se llevaron las pesadillas que jamás parecían irse por demasiado tiempo.

Su cuerpo estaba sanando, su fuerza estaba regresando. Solo el hecho de que ella estaba ahí era un testimonio de lo mucho que había superado.

Aun así, mientras observaba la hermosa noche del lugar en donde ella creció, la inseguridad de todo lo que ella creía desapareció, mientras la figura la acosaba, de pie a su lado. Korra le echó un vistazo, viendo las cadenas envueltas alrededor de sus muñecas, colgando en el piso. Se sentía tan real que casi pensó que podía alzar la mano y tocarla.

El miedo volvió y Korra se obligó a concentrarse en las luces que bailaban en el cielo.
Tú no eres más el Avatar.


- Fin de la Primera parte - 

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1 comentario

  1. Ya no traducirás mas la serie? ;c espero por un nuevo capítulo

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