Resumen: Las luces de un festival trae alegrías, la oscuridad de la noche trae temor, el toque de Asami trae paz.
Trilogía Buscando el equilibrio: II Recaída
Capítulo 2 - Pesadillas y Sueños
Korra no estaba completamente segura de cómo lo había hecho, pero de alguna manera Asami logró verse bien, incluso con la suave y esponjosa capa azul. Había parecido bastante aficionada a la chaqueta que Senna le había comprado hace unos meses. Estando naturalmente acostumbrada a un clima más cálido, Asami siempre la vestía, por lo que esta nueva chaqueta la llevaba sobre la otra y Korra no podía creer lo bien que a ella le quedaba.
Noches como ésas eran fantásticas. Cuando solo podían ser una pareja. Sin presión, sin drama ni sesiones de curación, solo ellas dos. El Festival Glaciar de los Espíritus era el momento favorito de Korra en el sur. Algo sobre las luces y el carnaval lo hacían cada año especial. Todos salían por las noches y solo... estaban juntos. El verdadero significado de paz y harmonía que siempre hacia que su hogar se sintiera reconfortable.
Ellas caminaban de la mano, Asami disfrutaba de las luces y hacía preguntas acerca de cada juego y paseo a su lado. El año pasado no había salido para el festival. Korra apenas caminaba y habían decidido desde el principio que no estaban listas para todo aquel espectáculo. Ésa había sido la palabra que había usado: espectáculo. Como ella hubiera vestido algo y la hubieran podido ver cada vez que quisieran.
La verdad era que no quería ser el espectáculo. De la una vez Avatar, había quedado solo su cáscara, que no había querido salir tomada de la mano de su nueva novia, en un paseo por aquella noche.
Pero ahora era mejor. No tenía ninguna cojera, y su espalda solo la dañaba en la mañana después de dormir junto a Naga o después de los entrenamientos en donde la presionaba demasiado. Todos sus problemas ahora eran más fáciles de escondérselos al resto del mundo.
Bueno, la mayoría de ellos.
--"¿Qué es eso?"--, señaló Asami mientras apretaba la mano de Korra.
--"Tú tomas el pulverizador y disparas el agua en la boca del pez. Mako lo hizo hace unos años y ganó un bisonte de peluche para mi"--
Asami la miró con el ceño fruncido. --"¿Él lo hizo?"--
--"Bueno"--, pensó Korra por un segundo. --"En realidad lo intentó, pero tenía horrible puntería y simultáneamente me estaba molestando, por lo que tomé su pulverizador y lo hice por mí misma. Sin embargo, él estaba decidido a conseguirme aquel relleno bisonte"--
De repente los ojos de Asami se estrecharon y su agarre se apretó más. Muy pronto Korra estaba siendo arrastrada hacia el juego.
--"¿Qué es lo que-?"--
--"Ok"--, Asami se detuvo, envolviendo su mano alrededor de la cintura de Korra, estrechándola, casi posesivamente. Korra se encontró sonriendo. --"Escoge el juguete que más quieras"--
Korra dirigió una curiosa mirada a su novia. --"Uh... no lo sé"--
--"Escoge uno, cualquiera de allá arriba"--
Ella parecía insistente, entonces Korra dirigió su vista hacia la hilera de juguetes y encontró un pato-tortuga muy lindo --"¡Ese!"--
El hombre detrás del mostrador resopló. --"Los patos-tortugas son el principal premio, solo para los ganadores"--. Tienes que golpear el pez rojo y llenar el cubo por completo en diez segundos. --"Es... casi imposible"--
--"Está bien"--, el tipo rió mientras su pelo se balanceó en su rostro. --"Aquí tiene, bonita señorita".-- Le entregó el pulverizador y Asami se preparó a sí misma en su posición.
Korra sólo pudo observar con una mano cubriendo su boca para ocultar la sonrisa que llevaba. Asami puso el pie atrás, buscando el equilibrio, e inclinó la cabeza para apuntar el pulverizador directamente a la boca del pez antes de que el agua comenzara a llegar.
El asombro en el rostro del hombre fue todo lo que Korra necesitaba ver mientras Asami fácilmente llenaba el cubo de agua y las luces y sonidos comenzaban a indicar su victoria.
--"¿Cómo... hiciste eso?"ññ, preguntó el hombre, colocando el peluche de pato-tortuga en sus brazos.
Asami se encogió de hombros. --"Apropiado equilibrio, aunque la trayectoria del agua me confundió por un segundo. Estas cosas son muy sensibles cuando se rocía, por lo que tener mucho cuidado en la cantidad de fuerza que se utiliza. Una vez averiguado, solo hay que mantenerla constante".-- Dándole el peluche, Korra con gratitud lo abrazó y se rió de la postura orgullosa de Asami. --"Para ti, mi amor"--, dijo con un poco de picardía que sonrojó a Korra.
--"Eres una tonta"--, susurró Korra antes de inclinarse a darle un rápido beso. --"Sabes... Mako solo me ganó un juguete. Quería que me ganará dos, pero-"--
--"Pero él no era Asami Sato"--
Korra rió mientras Asami volvía a coger el pulverizador. --"No, ciertamente no lo era"--
Unos pocos minutos después, Korra se encontró caminando por ahí con un pato-tortuga debajo de cada brazo mientras Asami tenía un algodón de azúcar.
--"Esto es divertido"--, le dijo, rozando su hombro contra el de Korra.
Era divertido. Se estaba presionando fuerte para cerciorarse de que eso permaneciera así. Era por lo que estaba ignorando el conjunto de ojos brillantes que parecían aparecer en cada estación de juego, acechándola a través del terreno. Fingió que no estaba ahí, quería mantener la ilusión de que era una fecha normal y ella solo era una chica normal.
--"¿Quieres montar en noria?"--, le preguntó Asami, señalando el gran carro a la distancia.
Korra siguió a su lado y solo pudo concentrarse en la figura de pie dentro de los intrincados barrotes del camino. Simplemente... estaba allí, mirándola como si sus ojos pudieran quemar su piel si ella se quedaba demasiado tiempo. Korra sintió que su cuerpo se entumecía por un momento y dejó caer los patos-tortugas a la nieve.
--"Maldición"--, dijo mientras se inclinaba para recogerlos.
Asami rió entre dientes. --"Está bien. No creo que tu pato relleno vaya a molestarse"--
¡No está bien! gritó internamente Korra, dejándose caer sobre una rodilla mientras sentía como de repente le faltaba el aire. Al parecer, ella se quedó demasiado tiempo así debido a que Asami se encontraba cara a cara con ella momentos después.
--"¿Hey, estás bien?".-- Korra alzó la vista más allá de ella, volviéndose hacia la noria, viendo como la figura inmóvil permanecía allí, burlándose de ella. Recordándole que ella no estaba tan bien como decía.
Alejó su temblor tragando fuerte por la garganta. --"Estoy bien. Podemos... ¿podemos saltarnos la noria? Yo, eh..."-- Me quiero ir. Quiero meterme en mi cama y gritar en mi almohada porque no puedo estar bien contigo siquiera una noche y odio eso. Ella quería correr. Sería más fácil huir y esconderse. Pero Asami se estaba divirtiendo tanto, la noche había sido tan maravillosa, y Korra quería que continuara. Haría cualquier cosa para mantenerla en marcha. --"En realidad, tengo un poco de hambre"--
A pesar de su propia sonrisa, el rostro de Asami aún estaba inundado de preocupación, no obstante, ella asintió. --"Ok ¿estás segura de que estás bien?"--
--"Claro"--, dijo Korra levantándose rápidamente, con ambos peluches en sus brazos. --"Solo mareada por ver tu increíble actuación con el pulverizador de agua"
Asami sonrió, pero la sonrisa no llegó a sus ojos. --"Hago lo que puedo para impresionarte"--
--"Me impresionarás si es que llevas uno de estos gigantes patos-tortugas"--. A continuación, le pasó uno y Asami lo sostuvo con ambas manos entre risas.
--"Ellos son tiernos"--
Korra se encogió de hombros --"Puedo pensar en algo más tierno"--
--"¿Ahora quién está siendo cursi?"--
***
Korra observó a Asami a través del espejo, de pie detrás de ella mientras ajustaba el vestido a los hombros de Korra. No era su color habitual, era negro y Korra pensó que hacía que sus ojos se vieran más oscuros. El vestido de Asami le combinaba y juntas hacían una pareja bastante sombría.
Korra sonrió cuando Asami frotó su mano hacia arriba y abajo en su espalda. --"No creo que ellos me hayan perdonado"--
Asami sonrió con tristeza. --"No, yo tampoco. Pero estarás bien, sólo respira"--
--"Solo respira"--, repitió Korra. --"Como luchando contra el veneno"--
--"Oh no, cariño"--, Asami rió entre dientes. --"Nunca vas a escapar del veneno. Respira por todos los demás. Pero respirar no significa nada para ti. Tú no lo mereces"--
Con un movimiento de cabeza, Korra alisó sus manos sobre su vestido una vez más. --"No me lo merezco"--
--"Vamos"--, Asami la llamó y Korra se volvió para sostener su mano. La aceptó con agradecimiento y Asami la condujo afuera de una pequeña habitación en la Isla del Templo Aire.
Estaba tan tranquilo. Korra no podía recordar la isla tan silenciosa desde los primeros meses en que estuvo allí, cuando los únicos maestros aires eran Tenzin y su familia.
--"No"--, dijo Asami con un poco de fuerza. --"No tienes permitido pensar en ellos ¿recuerdas? No lo mereces"--
--"Cierto"--. Korra frunció los labios mientras se maldecía a sí misma. --"No me lo merezco"--
La sonrisa de Asami calmó a Korra, al igual que siempre lo había hecho, presionando la amarga bilis que subía hasta su garganta al pensar en lo inútil que era. Asami era suficiente. Asami era todo lo que tenía.
--"¿Están mis padres aquí?"--
Los ojos verdes se volvieron a mirarla mientras salían al exterior. --"No, Korra. Ellos no están aquí ¿por qué estarían?"--
Korra frunció el ceño. --"¿Para apoyarme?"--. Su estómago se retorcía en nudos ante el pensamiento de que ellos estaban lejos de ella. Los necesitaba; necesitaba que su padre la sostuviera y que su madre besara su sien y le dijera que todo iba a estar bien.
--"Has perdido el privilegio desde el momento en que dañaste a tu madre. Ellos no quieren tener nada que ver con un monstruo. Ya lo sabes"--
Lágrimas picaban la comisura de sus ojos. Asami se detuvo y con la yema de su pulgar las limpió suavemente, llevándoselas lejos. "Los extraño. Los extraño demasiado"
--"Detente"--, Asami arrulló suavemente. --"Tienes que parar. Si eres egoísta tendrás que irte, y no te puedes ir. Tienes que ver el dolor que has causado"--
Sorbiéndose, Korra asintió de nuevo y se frotó la nariz. --"Lo siento"--
--"Deberías sentirlo. Ahora vamos"--. Asami la besó de nuevo, lavando su dolor. El miedo y el malestar se desvanecieron en un entumecimiento que ella pudo manejar mientras seguía a Asami a una reunión de personas que estaban de pie en un círculo.
Había tanto negro. Ese lugar parecía extraño. No había rojos ni amarillos que usualmente llenaban orgullosos toda la isla.
Podía ver a Tenzin, con su flecha tatuada en la parte posterior de su cuello mientras se perdía en la túnica negra que llevaba. Korra nunca lo había visto en ésos colores. Parecía mucho más viejo.
--"¿Tenzin?"--, llamó Asami. --"Ella está aquí"--
Poco a poco Tenzin se volvió hacia ella. Sus cejas se arrugaron con rabia y su mirada era tan vacía que Korra pensó que estaba viendo a un extraño.
--"Quiero que lo recojas y lo dejes ¿Me entendiste?"--
Korra sacudió la cabeza. "No", Miró a Asami --"No lo entiendo"--. De repente Korra se dio cuenta de que todo el mundo la estaba mirando, esperando algo de ella, algo que no tenía idea de qué era.
Una vez más, Asami se colocó cerca de ella. --"Tienes que sufrir, Korra. Es tu deber sufrir ¿recuerdas? Tienes que hacer esto. Levanta el ataúd y ponlo donde pertenece"--
--"¿Q-qué? ¿Ataúd? No... no lo..."--
--"¡Tú sabes!"--. La cabeza de Korra se dirigió hacia la voz que le había gritado. Era Ikki, que la miraba con odio en sus ojos. --"¡Tú sabes lo que hiciste, sucio monstruo! ¡Ponla en al agujero que cavamos, ahí es donde debe estar!"--
Sus manos estaban temblando y nuevas lágrimas rosaron por sus mejillas mientras daba un paso atrás. De repente, una mano fría envolvió la parte posterior de su cuello. Le era familiar, era el material del guante Igualitario de Asami.
--"Vas a sufrir, Korra. Es tu deber"--
Korra dejó escapar un estrangulado sollozo y sacudió su cabeza. --"Por favor, Asami... por favor, no me hagas hacer esto. No era mi intención hacerle daño a alguien"--
Asami sonrió con calidez, apretando su agarre. --"Mientes. Deja de mentir. Pon a Jinora en el suelo donde pertenece. Después de todo... ella murió por ti"--. Asami apartó la mirada y Korra la siguió. De repente todo el mundo se había ido. Solo una pequeña caja se mantuvo, no más grande que la misma Jinora, junto a un agujero cavado en el suelo. --"Ella murió por ti, Korra. Al igual que el resto de nosotros lo hará"--
De repente Asami se había ido, el agarre de su cuello se había ido y Korra sostenía el cuerpo de Jinora entre sus brazos. Sin vida.
--"Todos vamos a morir por nada. Porque eso es lo que tú eres"--
--"No"--, dijo Korra, abriendo sus ojos al resplandor familiar de la luz de la noche en su dormitorio. El corazón le martilleaba en el pecho mientras la realidad lentamente superaba al surrealismo de su pesadilla. Fue solo eso, una pesadilla. Jinora no estaba muerta, nadie la odiaba, ella no se merecía-
El sollozo ahogado en su garganta salió de forma inesperada. Intentó retenerlo de nuevo, pero no pudo, arrancándose de ella. Levantándose, Korra tapó su boca mientras suaves gritos comenzaron a desbordarse en el silencio de la noche. Asami estaba a su lado, con su rosto sobre la almohada mientras dormía.
La mente de Korra gritaba por salir. De no despertar a Asami y correr hacia Naga. De ir a cualquier lugar menos ahí. Sin embargo, no podía. Su llanto era demasiado intenso y su cuerpo no quería moverse. Necesitaba ayuda, necesitaba algún tipo de confort. Necesitaba a Asami.
--"S-Sami"--. Su voz tembló, luchando por recuperar la respiración entre los sollozos violentos. --"Asamiiiii"--, Korra llamó.
--"Hmmm"--, Asami se quejó somnolienta. --"¿Korra?"--, levantó la cabeza de la almohada, su pelo se agitó en su cara y parpadeó un par de veces. --"¿Qué-? ¡Oh dios mío, Korra!"--. Asami se incorporó a toda prisa y a tientas alcanzó la luz. Cuando la encontró, Korra se puso de lado y se enroscó sobre sí misma. --"Oh Korra"--, las manos de Asami se movieron inseguras contra su cuerpo, sin saber dónde descansar, sin saber qué hacer. Korra no podía culparla. Ella no sabía qué hacer y simplemente no podía dejar de llorar.
Con el tiempo, Asami se acostó y se enfrentó a Korra antes de tirarla en un fuerte abrazo. Cerrando los ojos, Korra tomó el olor de Asami. Fue la cosa más familiar y reconfortante que pudiera tener. Respiraba dentro y fuera, solo respira. La versión del sueño de Asami se lo había dicho. No era la misma. Ella no era Asami.
No la mereces.
--"¡Detente!"--, gritó entre dientes en el cuello de Asami.
Fue cuando las manos de Asami dejaron de correr hacia arriba y abajo de su espalda. --"¿Lo-lo siento?"--, dijo Asami mientras se apartaba. --"¿Te estoy lastimando?"--
Cálmate, Korra. Necesitas calmarte. La estás asustando.
Inhalando profundamente, Korra canalizó como pudo la meditación en la cual entrenaba. Tenía que encontrar el equilibrio, aunque fuera temporal. Tenía que calmarse.
Cuando exhaló, la mano de Asami se repente estuvo en su pelo, acariciándola suavemente. Korra sintió que la incomodidad alojada en sus pulmones se desvanecía.
--"Espíritus"--, susurró Korra mientras su voz se escapaba. Esto pareció relajar también a Asami contra ella.
Un par de labios descansaron contra su frente. --"Korra"--, respiró Asami contra su piel, --"¿Estás bien? Ese fue... uno realmente malo"--
Había pasado casi un mes desde la última vez que Korra tuvo una pesadilla tan mala. Lo suficientemente fuerte como para atraparla hasta el punto físico en que no pudo alejarse de la cama y huir de ella. Mantuvo los ojos cerrados porque mirar a Asami de seguro la hacía sentirse peor.
¿Estás bien?
Era una pregunta tan desalentadora a veces, sin embargo, tenía que manejarla a diario. La mayoría de las veces era fácil de desviar. Una sonrisa casual, un rápido 'Estoy bien' y alguna excusa de estar cansada hacían el truco.
Pero era difícil mentir después de haberse roto.
--"Noche-"--, le castañearon los dientes. --"Pesadilla"--
Asami rió suavemente. --"Eso ya lo sabía. Estás temblando, Korra ¿Quieres salir? ¿quieres tener un poco de aire?"--
Ella asintió. Sería bueno moverse, dejar que el aire fresco de la noche la golpeara y le recordara que ella estaba allí. No en la Isla del Templo Aire, no enterrando a Jinora, y no siendo odiada por todo el mundo que amaba.
Asami se levantó y de repente Korra tuvo la sensación de deja vu. Por un breve momento, pensó que Asami podría cogerla en sus brazos como lo había hecho un sinnúmero de veces antes.
La primera noche que pasó, cuando se orinó en la cama, había sido embarazoso. Ella no podía evitar sentir vergüenza de haber perdido el control de ésa manera. La vergüenza ante alguien, especialmente ante Asami, viéndola de ésa manera. Tener que limpiarla, lavar sus líos. Cosas que nadie debería haber tenido que hacer por el Avatar.
Sin embargo, cuando Asami le había acunado en sus brazos y la llevó a la bañera, realmente sintió como que nada de eso había importado. Aunque sea solo por un breve momento. Los brazos de Asami llegaron a significar la seguridad de cuando ella era más vulnerable. Korra de mala gana sabía que los necesitaba.
Cuando Asami se puso de pie, con su mirada fija en la cama con ojos preocupados, Korra por un momento pensó que podría ser cargada de nuevo. No lo hizo, y cuando Asami pareció confundida, Korra sacó las piernas fuera del colchón.
--"¿Necesitas ayuda?"--, preguntó Asami, dando un paso a su lado.
Korra sacudió la cabeza. --"No".--
Forzándose a sí misma hacia arriba, Korra sintió su mano apoyándose en su espalda, guiándola hacia el balcón. No pudo evitarlo, dio un paso estrechándose y apoyando su cabeza en el hombro de Asami. Otro beso fue depositado encima de su cabeza y Korra absorbió la sensación de ser amada.
En un mundo ideal, eso sería suficiente. Tener a Asami podría ahuyentar a todos sus demonios y eventualmente ella podría sentirse lo suficientemente digna de devolverle el favor. Podría decirle que la amaba sin cuestionar su valor. No habría más noches en donde se despertaría aterrada y miserable.
Sin embargo, luego de un año y medio, Korra se sentía como si no hubiese hecho ningún progreso real en alcanzar la paz.
Korra inhaló el aire fresco de la noche cuando salieron al exterior. Miró hacia atrás cuando salió Asami, envolviendo el abrigo de piel azul de Korra a su alrededor, y más culpa se apoderó de ella.
--"Ven"--, le dijo Korra calentando con fuego control sus palmas antes de alcanzarla, tocando los brazos de Asami. --"Lo siento, yo solo-"--
--"No te disculpes"--, Asami se relajó bajo el toque de Korra. --"Te dije que me despertaras si necesitabas algo y estoy feliz de que lo hayas hecho. Puedo manejar un poco de frío"--. Korra elevó las manos hasta los hombros de Asami, dándole un poco más de calor. --"Mm, además, ese es un truco bastante sorprendente"--
A pesar del actual estado destrozado de su mente, Asami siempre parecía tener la habilidad de robarle una sonrisa. --"Por lo menos soy buena en algo"--
--"Korra"--, Asami dijo y Korra reconoció su habitual tono de voz. --"Eres tan dura contigo misma. Me rompes el corazón cuando dices esas cosas"--
Una profunda vulnerabilidad se instaló en la boca de su estómago. Korra pensó, solo por un momento, en darse la vuelta y correr. El sentimiento dentro de ella era aterrador. Si Asami sabía lo débil que ella era podría alejarla. Por lo menos en la mente de Korra, debería hacerlo.
--"Han sido dieciocho meses, Asami. No estoy ayudando a nadie. Apenas puedo ayudarme a mí misma"--
Asami dio un paso adelante y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Korra.
--"Tienes razón, han sido dieciocho meses y mírate"--, Korra frunció el ceño, --"De pie por tu cuenta, caminando y corriendo. Tu control también está de vuelta"--
--"Apenas puedo hacer agua control y la tierra control me toma demasiado esfuerzo"--
--"Es mucho más de lo que podías hacer hace un par de meses"--. Cuando Korra intentó apartar la mirada, no se sintió mejor. Asami tiró de su barbilla para mantener sus ojos fijos en ella. --"Sé que no quieres pensar en ello, pero Korra... tu eres una víctima"--
Eres débil.
--"Soy el Avatar"--, susurró mientras su propia voz comenzó a traicionarla. --"Yo... tengo que volver a ser el Avatar"--
--"Lo sé"--, asintió Asami, --"Pero no estás bien en éste momento y eso está bien. Has hecho suficiente ganando tiempo para sanarte"--
Korra suspiró pesadamente. --"¿Cuánto tiempo? Siento como que estoy corriendo en círculos. Medito y yo... intento entrar en el estado Avatar y simplemente no puedo. Se fue completamente. Cierro mis ojos y trato de enfocarme, como lo hacía tan natural como antes, y solo... choco contra un muro. Falta un pedazo de mí"--. Korra tragó el nudo que había en su garganta.
--"Vamos a solucionarlo"--. Las palabras de consuelo de Asami cayeron en oídos sordos. Korra las había oído antes, de Katara, de su padre, ahora de Asami.
Ellos podían decírselo, decirle que lo iban a solucionar, que ella se había sanado; pero era más que eso, y ella lo sabía. Había algo mal con ella. Algo en su interior estaba roto y no se podía arreglar.
Ni siquiera la ingeniera más grande del mundo podrá unir de nuevo tus piezas.
Los ojos esperanzados de Asami la estaban observando y Korra se encontró demasiado agotada para hablar.
--"Lo sé"--, dijo, dándose por vencida. Apoyó la cabeza hacia adelante, descansando sobre la clavícula de Asami. Las palabras pueden ser huecas, pero la comodidad de los brazos de Asami no lo eran. --"Gracias, Asami"--. Ella sólo quería dormir, pero sabía que no podría hacerlo.
--"¿Quieres regresar a la cama?"--
Korra sonrió. --"Estás congelada"--
--"Bueno..."-, Asami no pudo evitar reírse, --"Literalmente está nevando en éste momento"--. Volviéndose, Korra vio los copos de nieve que caían en cascadas hacia abajo contra las luces marchitas de la ciudad. Eran hermosos. Korra deseaba poder saltar sobre Naga y correr hasta que la nieve cayera con tanta fuerza que la pudieran ocultar lejos del mundo.
--"Ok, devuelta a la cama"--. Korra se agachó y recogió a Asami entre sus brazos, disfrutando del chillido que recibió mientras la llevaba a la habitación.
Mientras la depositaba sobre la cama, Korra se deleitó con la sensación de las piernas desnudas de Asami bajo su tacto. Acaricio hasta su muslo, sintiendo un cosquilleo en la parte posterior de su garganta, que siempre aparecía cuando la tocaba de una manera determinada. No importaba cuántas veces habían intimado juntas, siempre regresaba y traía consigo el mismo nerviosismo que había sentido la primera vez.
Korra no quería presionar, pero depositó a Asami y no pudo evitar coger un mechón de su cabello que se fue a posicionarse sobre sus ojos.
--"Te amo"--, le dijo Korra, sintiendo cada una de esas dos palabras. Podía estar perdiendo la cabeza y silenciosamente alejándose de todo el mundo, pero eran noches como ésas las que sentía las vendas que las mantenían unidas.
Asami se levantó, inclinándose sobre la cama y la besó, ahuecando su propia mano en la mejilla de Korra. El beso sólo se profundizó cuando Korra se subió a la cama, sentándose a horcajadas sobre su cintura. Asami todavía llevaba la chaqueta, por lo que Korra empujó la chaqueta a los lados y levanto su camisa hasta que se agrupó en el cuello de Asami. Entonces, juntó calor en las palmas de sus manos una vez más.
Rompiendo el beso, Korra se deslizó hacia abajo para sentarse en las rodillas de Asami antes de llevar sus cálidas manos por su cuerpo hasta la curva de sus pechos. Se detuvo por un momento para amasarlos suavemente, escuchando el gemido de bienvenida que le daba la chica bajo ella.
--"K-Korra... tenemos que dormir"--. Asami se quedó sin aliento cuando las manos de Korra continuaron bajando lentamente por su vientre.
--"Dime que pare"--, le devolvió, inclinándose hacia abajo, pellizcando la mandíbula de Asami.
En lugar de detenerla, Asami inclinó la cabeza hacia un lado, dándole mejor acceso a su cuello, y ella lo aceptó con avidez. La piel de Asami era la adicción favorita de Korra. Le encantaba su sabor, la sensación en sus manos.
--"Korra"--, repitió Asami, con menos aliento que antes.
Korra dibujó una sonrisa contra el cuello de su amante. --"Dime..."--
Otro suave gemido. --"Se rápida, necesitamos dormir"--
Korra sonrió. --"Agárrate fuerte"--
Lo hizo. Las manos se Asami se envolvieron en los hombros de Korra, con sus uñas clavándose profundamente en su piel mientras Korra utilizaba el conocimiento aprendido en el último año para rápidamente manipular el cuerpo de Asami. Mojó su dedo medio, mientras lentamente usaba su pulgar para dar suaves círculos sobre los puntos más sensibles. Cada vez que la boca de Asami se abría, Korra la besaba, tragando los gritos de pasión que amenazaban con interrumpir la tranquilidad de su habitación.
Fue, de hecho, rápido y muy pronto Asami alcanzó la liberación. Korra sintió una uña enterrarse en la piel de su espalda y no pudo evitar morder el cuello de Asami por el dolor y el placer del momento. El cuerpo entero de Asami se estremeció y se sacudió, doblando sus piernas hacia arriba solo para terminar descansando contra el colchón.
Cuando el momento pasó, Korra se dejó caer encima de ella. Había llegado a saber que a Asami le gustaba la sensación de su peso sobre ella después del sexo, y Korra estaba feliz de hacerlo.
Se inclinó, Korra colocó las mantas sobre ellas antes de con sus dedos acariciar suavemente el pelo de Asami.
Asami se volvió a dormir poco después. Korra finalmente se quitó de ella y se quedó mirando el techo. El sueño nunca volvió y estaba cansada de estar cansada. En cambio, se enfocó en la pequeña victoria de lo que había hecho es anoche, asegurándose de que estaría allí cuando Asami despertara.
2 dias para este fic, bueno tienen muchos errores. de todas formas adoro que las suban.
ResponderEliminar:O jajajaja yo los subo así cuando me lo pasa la srita Zeruda xD y no los releo para corregirlo pero tomaré en cuenta eso la pr´xima vez :3 gracias por decirlo =D
EliminarEsperando nuevo cap. Esta muy buena esta historia y gracias por compartila <3
ResponderEliminarDe nada! más bien gracias a ti por leerla y pasar por estos lados a leer el fic :3 se te agradece mucho :3
Eliminar