Recaída. Capítulo 3: Grietas. Por SimplyKorra

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Hey mi gente bella y aquí les comparto doble capítulo de "Recaída" :3 y muchas gracias a todos los que comentan y leen por este medio de verdad mi gente bella gracias muuuchas gracias, ustedes son lo que hacen la página xD que si fuera muyyyy millonaria como Asami. les pagará por ver y leer :3

Resumen: Las inseguridades de Korra están dañando a más que a ella misma.




             Trilogía Buscando el equilibrio: II Recaída

Capítulo 3 - Grietas

Korra cerró sus ojos mientras el agua en la piscina de Katara fluía a su alrededor. Las sesiones de curaciones eran mucho más simples ahora, mayormente hechas para pasar más tiempo con Katara, a petición de ella. De todos los que conocía, Katara era la única que no le preguntaba si acaso estaba bien. Ella ya sabía la respuesta.

Eso no quería decir que el cuerpo de Korra se había curado completamente. Las lesiones en su espalda puede que jamás sanaran, pero sin duda ahora eran manejables. En esa pelea, el estado Avatar de alguna manera había adormecido su dolor. Era por lo que siguió luchando durante tanto tiempo a pesar de todo lo que había pasado con ella. El estado Avatar la había presionado, incluso cuando su cuerpo estaba listo para abandonarla.

Por eso cuando cayó al suelo al final, atrayendo a Zaheer abajo junto a ella, todo la consumió.
Las imágenes de ése día habían vuelto poco a poco en el transcurso de los seis primeros meses. Algunos todavía eran imágenes vagas. No recordaba haber roto las cadenas ni haber salido de la cueva, nada de lo que la había obligado a entrar por primera vez en el estado Avatar. Desde luego recordaba el veneno hundirse en su piel, era como agua hirviendo que poco a poco se comía su piel.
--"Hoy estás demasiado tranquila"--, le dijo Katara, mientras utilizaba una mano para mover el agua en la piscina.

--"Solo... estaba pensando en el entrenamiento de hoy. Tenzin estará aquí en un par de semanas y quiero mostrarle el progreso que he hecho"--

Katara asintió. --"En vista de que la última vez que te vio estabas en la silla, creo que quedará muy impresionado"--

Korra sonrió ligeramente. --"Desearía poder tener de vuelta mi aire control a como era antes"
"¿Te está causando problemas?"--

Ella se encogió de hombros. --"Un poco, todos los demás elementos parecen ir bien. La tierra necesita más esfuerzo que antes, pero el aire es... frustrante. Como cuando estaba aprendiendo con Tenzin al principio. Puedo hacerlo, pero tengo que enfocarme. No puedo cambiar a él como con los demás"--

--"Ah"--, rió Katara. --"Entonces es por eso que has elegido el fuego como tu elemento para impresionar a mi hijo"--

--"Tal vez"--, dijo Korra, levantando una mano para girar una parte del agua alrededor de ella. "Podría ocupar el agua, pero ése es mi elemento. Por lo menos el fuego va a parecer agresivo. Como diciendo que estoy lista para luchar"

--"Hmmm"--. El profundo zumbido de Katara calmó a Korra. Había llegado el momento para que ella volviera a recuperar su vida después de todo el tiempo que había gastado en recuperación. Estaba lista, si no regresaba pronto se volvería loca. Todas las cosas que no había superado aun, el recuperar el estado Avatar y perder esas estúpidas visiones, vendría cuando ella tuviera de nuevo el control de su vida.

Algunas de las aguas curativas presionaron la parte baja de la espalda de Korra, haciéndola luchar contra una mueca de dolor. --"¿Tienes miedo de él?"--. La pregunta fue bastante vaga, pero Korra de inmediato supo a lo que Katara se refería.

En otras circunstancias, Korra podría haber derrotado a Zaheer sin problemas. El punto era que Zaheer no había luchado limpiamente. Era inteligente y despiadado. Había capturado maestros aires inocentes, niños, y los había utilizado para forzarla a un estado debilitado.

En otras circunstancias, Korra no tendría miedo de nadie. Pero aquellas circunstancias ahora eran vagos recuerdos.

--"Él es una amenaza, al igual que cualquier otra persona a la que me he enfrentado. Me preocupo por él, ya que será una amenaza hasta el día de su muerte"--

--"Querida, eso no fue lo que te pregunté"--. Katara se movió de repente, observando a Korra.
Ella apartó la cabeza lejos de Katara. --"Lo derroté. Él está lejos ¿Por qué debería temerle?"--. Derrotar era una palabra débil. Había sido encarcelado, al igual como lo había sido antes.

Katara suspiró. --"La oscuridad no es más peligrosa que la luz del día y tú le temes a eso."--

El agua comenzó a descender y Korra se asomó abriendo un ojo para descubrir a Katara observándola. --"¿Cómo sabes que le temo a la oscuridad?"--

--"Asami se acercó a mí preguntando por una lámpara de escritorio que tu solías usar. Dijo que era para intentar hacer que te sintieras más cómoda"--

Korra recordó aquellas primeras noches después de la pelea. La cara de Zaheer no salía de su mente, podía verlo, oírlo, sentir como la dañaba. "Es más difícil hacer caso omiso de mis recuerdos en la oscuridad". Sintió un repentino dolor en su espalda. Su mueca debió llegar a Katara ya que ésta volvió a su trabajo. --"Yo... recuerdo el momento en que mis piernas comenzaron a doler"-. La imagen de Zaheer brilló en su mente. Deja de hablar. Protégete. Si lo traes volverá a dañarte. No quiero sufrir nunca más. Una sensación de ardor se arrastró hasta la parte posterior de sus piernas y Korra sintió que su pie se deslizaba en la bañera.

--"Tenzin me ha dicho que estabas muy golpeada. Es un testimonio de que gracias a tu fuerza saliste cómo lo hiciste"--

¿Quién dice que lo hice?

Ella se agarró a ambos lados de la bañera con más fuerza. --"Él me tiró de... roca en roca. Quería dañarme. Romperme"--.  Él me rompió. Korra se encogió, el dolor comenzó a arrastrarse por su espalda. Sentía como su cuerpo chocaba de nuevo contra las montañas. Una después de otra. Él no paraba de dañarla.

Es tu deber sufrir.

--"¿Korra?"--. Katara había detenido sus movimientos y Korra se dio cuenta de que ella estaba llorando. La mujer mayor se movió a un lado de la piscina y le tocó el hombro. --"Estás a salvo".-- Korra tomó una respiración larga, profunda, y luego abrió los ojos para volver a centrarse en la habitación de curación de Katara, tratando de recordar dónde estaba y de alejar el dolor que sabía que no era real. Poco a poco sus piernas comenzaron a relajarse y el fuego en la espalda cedió. --"Puedo recordar cuando Aang fue golpeado por ése trueno",-- reflexionó Katara. --"Recuerdo... estar furiosa, tanto que pensé que podría haber hecho algo horrible, de herir a alguien sin la posibilidad de recuperarse. Quería hacerlo. Él era tan joven y tan... especial. Yo no entendía el deseo de que la gente sentía que tenía que hacerle daño"--

Un bulto se instauró en la garganta de Korra, esforzándose en tragar. --"Sin embargo lo hicieron ¿no? Ellos lo dañaron."-- Katara asintió con expresión sombría. --"Sin embargo ellos nunca lo rompieron"--

Ella sonrió. --"No, no lo hicieron. Como pudieron lo intentaron, pero el espíritu de Aang era demasiado fuerte"--

Aquellas palabras que significaban comodidad, solo hicieron que Korra se sintiera peor. Por supuesto que Aang nunca se había roto, él era un mejor Avatar que ella. Cada decisión que Korra había tomado solo había causado más problemas. Incluso ahora, entregándose a Zaheer para salvar a los maestros aires solo les había puesto en un mayor riesgo debido a que había salido tan herida que ahora no era capaz de poder defenderlos.

Korra rápidamente se apartó de Katara y salió de la piscina. Puso sus manos delante y se inclinó para dejar caer el agua de su cuerpo de vuelta a la piscina antes de darse la vuelta. --"Ve a descansar, Katara. Reciclaré el agua para ti"--

--"No tienes que hacerlo, Korra"--

Ella apretó los dientes con fuerza. --"Si, tengo que hacerlo. Te-tengo que hacer algo"--

Asintiendo, Katara pareció entender y dejó a Korra a solas con sus pensamientos.

Una vez que recicló el agua y se tomó el tiempo para limpiar la bañera, Korra se encontró atando sus colas de lobo mientras caminaba por el palacio en busca de Asami. Las últimas noches sorprendentemente no habían tenido ninguna clase de complicaciones y Korra se sentía muy feliz por eso. Sin pesadillas, sin miedo de los ataques de pánico nocturnos, y las últimas tres mañanas había despertado con Asami acurrucada contra ella.

Korra quería caer en aquel sentimiento de normalidad. Estaba dispuesta a dejarse consumir por ella para llevarse lejos el dolor. Era más fácil moverse, trabajar y seguir haciendo cosas. Cuando se sentaba inmóvil y dejaba vagar su mente, volvía a la oscuridad.

Encontrar a Asami fue fácil una vez que escuchó el coro de risas provenir desde la cocina. Korra se dirigió a los tres pasos que la separaban del comedor antes de asomar su cabeza por la puerta de la pequeña cocina para ver a Asami y a su padre mirando por encima de una pila de papeles y riendo mientras las leían.

Por un momento Korra consideró dar la vuelta e irse. Últimamente ella había desarrollado el hábito de arruinar el buen humor de la gente y aquellos dos se veían tan contentos, tan cercanos, que ella ya se sentía mal en arruinarlo,

Sin embargo, como siempre, Asami debió sentir su incomodidad. --"¿Korra?"-- La llamó, dejando un pedazo de papel mientras sonreía. --"Hey ¿ya terminó tu sesión con Katara?"--

--"Sip"--, asintió Korra, sintiéndose extrañamente tímida mientras se quedaba en la puerta. --"¿Qué están haciendo chicos?"--

--"Asami me estaba mostrando alguna de las cartas de Mako. Pobre chico. Pasó toda una carta hablando de la pluma que estaba usando para escribir."-- Tonraq le sostuvo la carta y se la mostró a Korra, que tentativamente ingresó a la cocina.

Tomó la carta y sus ojos se movieron a través de ella. Efectivamente todo el contenido de la carta era acerca de la pluma que estaba usando y algo sobre Lin esperándolo para que dejara de montar guardia en su satocicleta. Korra sonrió, todavía recibía cartas de él y de Bolin, incluso de Tenzin y de su familia, pero no había respondido a ninguna.

¿Qué iba a decir? No había real progreso y Asami les respondía lo suficiente como para ayudarlos a entender. Korra no tenía palabras que dar. Una cosa era ofrecer una falsa comodidad a los que la rodeaban, pero enviarlas por carta sería mentir. Era mejor mantener aquellas palabras para sí misma, así menos gente tendría que preocuparse de esa manera.

Cuando Tonraq empezó a reír de nuevo mientras Asami le mostraba los dibujos de Bolin, Korra sintió un extraño matiz de celos. Lo odiaba ¿cómo se atrevía a sentir celos de la relación de Asami con su padre? Era tan bueno con Asami y Korra quería hacer que ella se sintiera bienvenida allí.

--"Al menos son consistentes."-- dijo Tonraq, comparando los dibujos de un tierno Pabu en dos páginas distintas.

Asami rió y apoyó la mano sobre el hombro de Tonraq, y Korra arrugó la página en la mano. Era su padre, no el de Asami ¿Por qué Asami podía reír libremente con sus padres cuando Korra apenas podía mantener una conversación con ellos? ¿Cómo era que eso era justo?

--"¿Korra?"--, la llamó Asami, observando la carta arrugada en su mano. --"¿Estás bien?"--

Dejó caer inmediatamente la bola de papel sobre la mesa. --"S-si, lo siento. Tengo ganas de ir a entrenar luego de ésa sesión con Katara. ¿Quieres venir conmigo, papá?"--

Tonraq sonrió, pero Korra de inmediato supo la respuesta. La decepción la golpeó más fuerte de lo que esperaba.

--"Lo siento, tengo trabajo que hacer, pero podría mirar como entrenas mañana"--

Korra frunció el ceño. --"¿Mirar?"--

--"Mirar, ayudar. Me encantaría estar ahí"--

Miró rápidamente a Asami y vio que ella la estaba observando. El breve momento que sus ojos se encontraron, Asami sonrió. --"Yo entrenaré contigo. En realidad, no me he puesto mi ropa de trabajo desde hace un tiempo. Probablemente podría usarla para entrenar"--

Como siempre, Asami logró hacer que Korra se sintiera mejor. Todavía estaba molesta de que su padre la estuviera evitando claramente, por razones que no podía empezar a entender, pero Asami estaba allí, como siempre lo había estado.

--"Ok, eso sería genial"--

Un momento más tarde, Tonraq se acercó y envolvió un brazo alrededor de Korra, besando la parte superior de su cabeza. --"La próxima vez, cariño. Lo prometo."-- Ella suspiró y apoyó la cabeza contra su pecho.

Korra solo quería que su relación con él volviera a ser como antes lo era. Que él dejara de tratarla como si ella estuviese a punto de romperse.

Lo estás.

--"Diviértete en tus reuniones”--, le ofreció y se respaldó con la mejor sonrisa que pudo encontrar.

"Lo haré". A continuación, se acercó y abrazó a Asami. --"Sé benevolente con ella"--, le dijo y se rió. Korra observó que Asami dudó en devolverle el abrazo. Miró a Korra un par de veces, como si estuviese pidiéndole permiso.

Korra de repente fue consumida por la culpa, y se obligó a apartar la mirada.

Una vez que se él se fue, Korra se abrazó a sí misma y de repente no pudo mirar a Asami. --"Yo, eh... ¿quieres ir a cambiarte?"--

--"Claro"--, la mano de Asami se sacudió, como si hubiera reaccionado por ella. En cambio, ella se recostó contra ella y forzó una sonrisa. --"Enseguida vuelvo"--

Cuando se encontró sola, Korra recogió la carta arrugada de Mako y la encendió en llamas en su mano.

***

--"¡Vamos!"--, Asami gritó mientras Korra se preparaba a sí misma para otro ataque.

Korra se detuvo y al segundo cada músculo de su cuerpo decidió recordarle lo afectada que estaba. --"Ugh"--, se quejó a pesar de que tenía una sonrisa en su cara, feliz de estar activa y contenta con lo bien que su cuerpo se mantenía con Asami. --"Eso fue bueno"--, dijo antes de tomar su toalla y apoyarse contra la pared.

Desde el campo de batalla, Asami se incorporó y la observó. Su rostro humedecido por el sudor, su pelo tomado en la cabeza. Era hermosa todo el tiempo y Korra sintió la intensidad de sus ojos verdes mirándola.

--"¿Qué?"--, preguntó Korra.

Asami se encogió de hombros. --"Te estás volviendo más fuerte"--

--"Creo que-"--

--"No"--. Asami la detuvo. --"Yo lo sé"--. Fue cuando Asami se movió y comenzó a arrastrase hacia ella. Le dio un rápido beso antes de sentarse a su lado. --"Tenzin vendrá en un par de semanas a ver cómo estás"---

--"¡Lo sé!"--, Korra no pudo evitar una sonrisa. --"Seré capaz de mostrarle todo el progreso que he hecho y espero en que todos estén de acuerdo en que estaré lista para volver a mis funciones de Avatar y por fin pueda volver a Ciudad República"--. Era todo lo que quería. Tenzin vendría, vería sus habilidades restauradas y decidiría apoyar su decisión de volver a sus funciones. Lo necesitaba. Esta... tranquilidad la estaba volviendo loca. Si quizás trabajara y volvía a la ciudad, entonces todo lo malo se iría. Las dudas estaban comenzando a pasarle factura. Borrarlas en un par de semanas podría hacerla sentir mejor, y al fin hacer lo que ella estaba destinada a ser.

--"Korra..."--, Asami suspiró y cuando Korra la miró se encontró con que tenía el ceño fruncido. --"Sé que cada vez estás mejor, pero... ¿estás segura de que estás lista para volver a la ciudad?"--

La decepción se apodero de Korra. --"No, no también tú"--, gimió, mirando a otro lado, buscando cualquier cosa menos a Asami. Ella creer que soy débil, al igual que papá.

--"Solo estoy tratando de ayudarte a ver el panorama general"--. Asami lo intentó, pero Korra estaba cansada de escuchar.

--"Suenas exactamente como papá ¿ustedes dos hablan de estas cosas a mi espalda?"--

Asami se retiró un poco ante el tono de voz de Korra. --"¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¿Por qué tú-?"--

--"Porque ambos parecen pensar que voy a desmoronarme en el segundo en que intente ser el Avatar de nuevo". Korra pudo escuchar su voz cada vez más fuerte. No quería gritar a Asami, pero estaba tan cansada de que todo fuese de esa manera. ¿Por qué no podía ver eso? ¿Por qué no la estaban ayudando más? ¿Por qué todo el mundo tenía que trabajar en su contra? "¿Por qué estás diciéndome estás cosas?"--

Con una exhalación, Asami apoyó la cabeza contra la pared, recomponiéndose. Un momento más tarde se trasladó y movió su cuerpo para quedar sentada frente a Korra. --"Estoy diciendo estas cosas porque te amo, Korra. No quiero ver cómo te dañan de nuevo"--

--"Asami"--. Korra decidió abordar esto de manera diferente, conquistándola, mostrando el grado de confianza que tenían. Con una brillante sonrisa, Korra se movió y de repente sus piernas se enredaron una sobre la otra, estando cara a cara. --"No van a dañarme. Estoy mejor, lo dijiste tú misma. Sólo necesito volver al ritmo en que hacía las cosas"--

--"Aun no puedes ingresar al estado Avatar"--. Asami susurró tentativamente, sabiendo con claridad que estaba empujándose terreno áspero.

Korra sintió que su ira subía. --"Se supone que tienes que apoyarme"--. Asami trató de responder, pero Korra no la dejaría. --"No eres mejor que mis padres. Tú prefieres que me quede aquí para siempre y así jamás haga nada". Se colocó de pie a toda prisa y pudo oír a Asami hacer lo mismo.
"Por favor, no te enfades"--. Asami tocó su hombro y Korra se encogió.

Dio un paso de distancia, la necesitaba. --"Me ves como todo el mundo lo hace: rota. No crees que deba ser más el Avatar."--

--"Korra, no dije eso. No te atrevas a poner palabras en mi boca"--

--"¿Entonces qué?"--, Korra giró rápidamente para hacerle frente. --"¡¿Por qué todos están luchando tan duro en mi contra?! ¡Yo solo quiero ser como era antes!"--

--"¡Pero no lo eres!"--. El grito de Asami sobresaltó un poco a Korra. Tenía lágrimas en los ojos, las manos le temblaban y se tapó la boca por un momento.

No fue hasta que Korra intentó hablar de nuevo cuando notó que ella también estaba llorando. --"Yo... yo no puedo estar cerca de ti en este momento"--. Ella se dio la vuelta para alejarse.

--"Korra, no"--, exclamó Asami. --"No te alejes de mí, por favor"--

El dolor en la voz de Asami fue devastador. La hizo detenerse por un momento y consideró dar la vuelta y abrazarla. Se dio cuenta de que Asami estaba llorando, pero Korra tenía que escapar. No quería decir algo que lamentaría. Estaba cansada de ser débil.

Siguió caminando, ignorando el grito desesperado de su nombre.

***

Korra sabía que estaba hecha un desastre. No era la primera vez. Últimamente parecía que lo único que podía hacer era estropear las cosas con Asami. No era que Asami estuviera enfadada, solo era que ella siempre estaba en su entorno en sus momentos de debilidad.

Ella solo quería que todos estuviesen de su lado, que vieran que estaba haciendo mejor las cosas. Las últimas noches habían estado llenas de sueños sin descansos, y aquellas inquietantes visiones no habían aparecido en una semana. Tenía más energía, su cuerpo se sentía más fuerte. El estado Avatar todavía se le escapaba, pero todo su control se sentía bien.

Entonces ¿por qué todos seguían actuando como si ella aun estuviese en silla de ruedas? Eso había quedado atrás. Ella estaba mejor, era más fuerte. Estaba lista.

Sin embargo, eso no evitó que luchara contra la mujer que amaba. Korra sabía que tenía que hacer un control de daños y había planeado salir esa tarde con Naga. Iba a meterse a la cama, besaría a Asami lo más fuerte que pudiera, entonces le cantaría y esperaría que la noche diera un mejor giro.

Cantar era una cosa tan privada para Korra. No porque la avergonzara, sino porque nunca pensó hacerlo para otra persona. Era más bien un hábito que cualquier otra cosa. Algo que había recogido durante su formación mientras era niña. Ella ni siquiera sabía que era bueno en eso hasta que alguien la oyó.

Asami tenía una debilidad por su voz, ella mayormente tenía una debilidad por ella. Korra sonrió ante el recuerdo de la primera vez que le había cantado a aquella chica que tanto amaba. Pensando en ello, esa fue de las mejores noches de su vida. Fue sin duda en la que se había abierto más que nunca antes a alguna persona, y era una que no solo la aceptaba, la amaba.

Rebotando en sus pasos, Korra se metió en su habitación mientras la luna se alzaba en el horizonte. Asami ya estaba en la cama, con la espalda hacia la puerta. Por un momento Korra se preocupó de que estuviera dormida, pero cuando cerró la puerta, Asami miró hacia atrás.

--"Hey"--, le dijo Korra con una brillante sonrisa.

Asami ofreció una dócil respuesta. --"Hola"--, simplemente le dijo antes de volverse hacia la pared.
Korra frunció el ceño. --"Yo, eh... Sé que hoy no fue lo mejor"--. Esperó un momento, ofreciendo a Asami la oportunidad de decir algo. Pero no lo hizo. --"Estaba frustrada. Tú sabes mejor que nadie lo duro que he trabajado y quiero que todos los demás también lo vean"--. Korra se quitó el abrigo de piel y se despojó de su chaqueta antes de subir a la cama para cubrir con su mano el hombro de Asami. --"Me puse un poco violenta, pero creo que sólo estábamos-"--

--"Ve a dormir, Korra"--, dijo Asami con una voz hueca mientras se encogía de hombros, apartándose del contacto de Korra.

--"¿Asami?"--. No había esperado alguna hostilidad. Habían tenido desacuerdos, pero siempre se disolvían con bastante rapidez.

La chica en cuestión se dio la vuelta y la miró. --"¿Qué? ¿Qué quieres?"--, preguntó incorporándose. --"¿Quieres que finja que lo de hoy no sucedió? ¿Que no te alejaste de mí?"--

--"Lo sé"--, suspiró Korra. --"Debería haberme quedado, pero si lo hubiera hecho, podría haber dicho algo de lo que ahora estaría arrepentida. Las dos podríamos tenerlo"--

Asami sacudió la cabeza violentamente. --"No lo entiendes ¿verdad?"--. No había nada más que agravamiento en su voz. Era extremadamente inquietante. --"Te apartaste de mí cuando te rogué que no lo hicieras"--

--"Te dije que-"--

--"¡Detente!"--, ladró Asami y Korra sintió su retroceso. --"¿Cuál ha sido la única cosa que nunca hice en todo este tiempo que hemos estado juntas, Korra?"--, le preguntó, pero no esperó respuesta, --"Nunca me fui de ti. Ni una sola vez. Jamás. Incluso cuando tratabas de alejarme, incluso cuando me usabas para sentirte mejor. ¿Crees que pudiste borrar esos días en que pasaste ignorándome, con sexo y dulces y bonitas palabras? No funciona de esa manera ¡No soy tu saco de boxeo!"--

Korra sentía como si un nudo en su garganta la estuviese cerrando. Nunca había visto a Asami tan enfadada, y mucho menos después de que ella había sido la causa. Ni siquiera cuando acusó a su padre de trabajar para los Igualitarios. Esto era diferente, esto era horrible. --"Lo siento"--, graznó Korra, con un completo castañeo en sus dientes. --"Yo - yo nunca te haría daño a pro-propósito. Eso lo sabes"--

--"¿Lo sé?"--, Asami le regresó, con una voz más suave. --"¿Hoy no estabas celosa cuando estaba con tu padre?"--

Más culpabilidad se apiló en Korra y se sentía sofocada. --"Solo es difícil ¿ok? Ustedes dos se llevan tan bien y yo... yo apenas..."--, su voz se quebró de nuevo y Korra se tapó la boca, dispuesta a no llorar más. --"Es... muy difícil"--. Dando un largo suspiro, Asami mordió su labio inferior. Por mucho que quería, Korra no podía leer su expresión. --"Quiero arreglarlo ¿de acuerdo? Por favor, déjame corregir el problema. Yo iba a cantarte una canción. Pensé cantarte y-"--

--"Estoy cansada, Korra"--

El último rayo de esperanza que Korra tenía se extinguió. --"Oh"--. Ella se movió de la cama y se puso de pie.

Asami no la estaba mirando, no le estaba diciendo que volviera a la cama. --"No puedes alejarte de mí, Korra. No puedes... dejarme así. Después de todo lo que hemos pasado, yo solo... no puedo lidiar con esto"--. Finalmente se encontró con los ojos de Korra. --"No dejaré que descargues tu frustración en mí. Sé que estás pasando por mucho en este momento, pero tienes que empezar a considerarme más. Di toda mi vida por ti, y no me arrepiento de nada, lo sabes. Pero aún así es escalofriante. No tengo ninguna idea de lo que depara el futuro más allá de esta habitación, de este palacio"--. Korra se abrazó a sí misma, sintiéndose cada vez más aterrada mientras avanzaba esa conversación. --"En este momento, tú eres lo único que tengo en mi vida"--

Korra sentía que tenía que decir algo. Disculparse, hacer una promesa, algo. Cualquier cosa.
No pudo. En lugar de eso sólo pudo asentir a medidas que las lágrimas rodaban por sus mejillas. Lágrimas que Asami vio y no se levantó a alejarlas.

--"Vamos a dormir, Korra"--, dijo finalmente Asami mientras se arropaba y se acostaba.

Mientras lo hacía, Korra siguió llorando suavemente en su almohada. Unos momentos pasaron cuando sintió como los brazos de Asami se envolvieron alrededor de su cintura y la tiraban estrechándola contra su espalda. Eso solo hizo que le doliera más. No volvieron a hablar de nuevo.

Asami estaba en lo cierto. Había dado todo por Korra y todo lo que ella le había devuelto había sido miseria.

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