Resumen: Korra tiene la certeza de que tiene todo bajo control.
Trilogía Buscando el equilibrio: II Recaída
Capítulo 4 - Promesas, promesas
Habían pasado 21 días desde la pelea de Korra y Asami y su relación aún no
se había recuperado. Superficialmente las cosas parecían estar bien. Sonreían
en las cenas con sus padres y pasaban el tiempo juntas haciendo varias cosas.
Todo parecía normal.
Sin embargo, cuando estaban solas, todo era tranquilo, dolorosamente
tranquilo, y Korra lo odiaba. Asami nunca fue fría o distante, lo que hizo que
Korra se sintiera peor. En lugar de eso, ella seguía siendo cariñosa y la
abrazaba cuando tenía problemas para dormir.
Korra no se había atrevido a dejar a Asami de nuevo. Incluso en las noches
en que su mente le decía que saliera y fuera a buscar a Naga o que escapara
cuando todo estaba tranquilo. Ella se quedó, llevándose a Asami más cerca.
Necesitaban arreglarlo. Korra sabía que lo querían desesperadamente. El
problema era que ella no tenía idea de cómo arreglarlo. Las relaciones nunca
fueron su fuerte. La de ella y Mako se vino abajo en el instante en que dejaron
de ser más que amigos.
Asami era diferente. Korra amaba
a Asami más que nada, pero los errores comenzaron a acumularse después de que
la silla de ruedas fue removida. De repente eran una pareja, no por las
circunstancias, la elección y el deseo de ser demasiado buenas pesó en la
decisión de Korra.
Lo que Asami le había dicho esa noche era la misma cosa que más asustaba a
Korra. Asami había renunciado a todo por ella y Korra no había hecho más que
aprovecharse. Ella quería algo más, ser más para Asami. Darle algo, lo que sea,
incluso si era solo una muy buena noche.
Esta noche sería su oportunidad.
Korra colocó su vestido sobre la cama y se quitó el chaleco y los
pantalones. Haberse convertido en jefe había cambiado muchas cosas en la vida
de su padre. Cosas como su cumpleaños habían sido algo que a él jamás le habían
molestado. Pasaba esos días con ella y su madre. Korra recordaba que la dejaban
salir de su entrenamiento y sus padres venían a pasar todo el día para sus
cumpleaños. No era que ellos podían ir a cualquier parte, pero disfrutaba esos
días. Solo ellos tres, igual que como sería en una familia normal. Mientras más
crecía, sus padres menos pasaban a su alrededor. El Loto Blanco sumió que no
los necesitaba tanto. En cierto modo, cuando más creció, más sintió que quería
estar cerca de ellos.
Sin embargo, ahora que era el jefe, su cumpleaños era todo un evento.
Odiaba esa atención, pero le daba a Korra una abertura para quitar a Asami
lejos de él. Eso era exactamente lo que ella quería hacer.
Mientras se preparaba para ducharse, Korra vio el pequeño espejo colocado
sobre la mesa del lavamanos y lo tomó. Lo movió lentamente a través de su
cuerpo y se detuvo en una gruesa cicatriz que corría a través de la curva de su
cadera. Era una marca permanente, no tenía ninguna duda al respecto. Un
recuerdo constante de cuando rodó su cuerpo por aquellas montañas.
Cuando dio un paso hacia el espejo principal y se llevó el más pequeño a la
espalda, pudo ver las cicatrices más pequeñas que cubrían su piel. En su mayor
parte, casi todas habían desaparecido. Aun así, hubo un momento en que su
espalda era un lío de heridas y cortes. Flexionó su espalda, y la reacción de
sus músculos hicieron que se sintiera mejor. Había reconstruido su cuerpo, a
pesar de todas esas cicatrices. Quería estar orgullosa de ello, y lo estaba.
Esas cicatrices no la habían derrotado. Zaheer no la había derrotado.
Colocó el espejo de nuevo en la mesa y se metió en la ducha. Desató las colas
de lobo de su pelo y cuando volvió a mirar en el espejo eso estaba allí,
asomándose detrás de ella. La miró por el reflejo, esa... imagen de sí misma
ése día. La cazaba como un fantasma, recordándole todo lo que sentía. El miedo,
el dolor, la vulnerabilidad y la pérdida de control.
Los brillantes ojos blancos la miraban sin parpadear, ni una sola vez. Se
limitó a mirarla con una vacía expresión y con sus músculos palpitantes. Tenía
cicatrices en sus muñecas por las cadenas. Era ella, pero parecía tan salvaje y
animal. Como un monstruo.
--"Vete"--, susurró
amargamente Korra, mirando el reflejo. No se movió y su ira comenzó a elevarse. --"¡Dije... que... te fueras!"--. Korra se dio vuelta
rápidamente y cuando lo hizo lo único que pudo ver fue la habitación vacía.
Miró por encima del hombro hacia el espejo, pero la figura ya no se reflejaba.
De repente se acordó de la ducha y obligó a su mente a apagarse para que
pudiera terminar de enlistarse.
Esta noche no se trataba sobre sus problemas. Esta noche era para Asami, y
para Korra. Eso era más que suficiente.
***
Senna había pedido a Asami que encontrara un vestido y Korra solo tenía
uno. Era una señal de cuan inactiva había estado el último tiempo e incluso
ahora, un año después, el vestido le quedaba suelto en su cuerpo, mucho más
flexible a como lo había tenido. Había perdido mucha masa muscular y mientras
la recuperaba aún se evidenciaba que aún no volvía a su forma completa. Su
cuerpo seguía creciendo. Ahora era un poco más alta, por lo que todo quedaba
más arriba, y no más afuera. Sin embargo, el vestido le quedaba lo
suficientemente bien y Korra en realidad disfrutaba llevarlo de vez en cuando.
Era, como Lin diría, dura como una roca, pero aún no se sentía bastante
bonita.
Ese era el vestido favorito de Asami, o al menos eso le había dicho.
Llevaba el pelo suelto y sin una sola amarra porque Asami le había dicho que de
esa manera le gustaba. Todo lo de esa noche estaba destinado a hacer feliz a Asami.
Hacer las cosas bien. Estaba cansada de la distancia entre ella y la única
persona en el mundo que la hacía sentir bien.
--"Sabes"--, la voz profunda de Tonraq resonó a través de la sala de
estar. Korra levantó la vista desde el asiento del sofá hacia él, vestido con
traje formal de la Tribu Agua del Sur. --"Si hubiera sabido que ser jefe
significaba que las tribus se lanzaran sobre mí en mi cumpleaños, había dejado
que tus primos comandaran el norte y el
sur ellos mismos."--
Korra no pudo evitar sonreír. --"Por lo menos tus fiestas son más
divertidas que las de Unalaq. Esas cosas siempre eran incómodas"
Tonraq rió, tomando asiento junto a ella mientras apartaba su abrigo. --"Esto se debe a que Unalaq era
incómodo. El hombre era un insulto andante"--. Una vez que estuvo lo
suficientemente satisfecho con su atuendo, echó un vistazo con cálidos ojos
hacia Korra. --"Te ves hermosa, Korra"--.
Ella sonrió con timidez. --"Gracias"--. Quería decir más, odiaba que
fuera tan duro tener conversaciones con él. Nunca había sido así antes. Incluso
cuando estaban peleados, no sentía nada como esto a su alrededor, tan vacilante
e inseguro. Habla con él. --"El
vestido no encaja tan bien como antes lo hacía"--
--"¿No?"--. Él miró la ropa suelta en su cintura y la forma en que
también colgaba de su cuello. --"Bueno, estás más vieja que la última vez
que lo usaste. Más alta también"--
--"Aun no más que Asami"--. Hizo un puchero en broma, moviendo la
cabeza. --"Cada vez que crezco, ella también lo hace"--
Él hizo una chistosa mueca. --"No creo que ella no se dé cuenta de eso.
Está bastante orgullosa de ser más alta que el Avatar"--. Por alguna razón a
Korra eso le molestó. No que Asami fuera más alta, sino que su padre supiera
eso sobre ella. Era estúpido y sabía que era una estupidez. No tenía razón para
estar celosa de la relación de su padre y Asami. Incluso si parecía que Asami
tenía ahora una mejor relación con su padre que ella misma.
No seas mezquina.
Korra forzó una sonrisa. --"La altura es una de las pocas ventajas que
tiene Asami sobre mí"--, respondió jactándose y causando que su padre le
dedicara una burlona sonrisa. --"Bueno, y el cerebro"--, admitió a
regañadientes. --"Tacto... ella es un poco más elegante que yo. Sabe cómo
conducir... todo. Es mejor hablando
con personas"--
--"También va más a la moda que tú"--, agregó Tonraq provocando que
Korra se dirigiera hacia él. --"Solo estoy diciendo. Los trajes de la Tribu
Agua del Sur van más allá de los chalecos azules y los brazaletes"--
--"Hey"--, dijo Korra
levantando su brazo sin mangas. --"No puedo evitar que la gente quiera ver
lo que ellos quieren ver"--, dijo mientras flexionaba su brazo y se sintió
feliz de que los músculos respondieran. Korra tenía muy pocas vanidades. No le
importaba el maquillaje y llevaba su pelo amarrado la mayor parte del tiempo
porque así era más fácil. Pero sus brazos eran importantes para ella, su cuerpo
le importaba. Había trabajado duro en él y quería mostrarlo. Cuando estaba en
silla de ruedas, vistiendo camisas y pantalones deportivos anchos, ocultándose
a sí misma, se sintió débil.
Ahora, estaba moldeando los músculos de su espalda, y planeaba ser más
fuerte que nunca. Tenía que serlo, porque al parecer antes no lo había sido.
--"Te ves muy bien, Korra. Y no lo digo solo por esta noche. Estoy
orgulloso de ti y de lo bien que te has recuperado"--.
Korra se estiró y frotó la parte posterior de su cuello. --"¿De
verdad?... Porque a veces me pregunto qué es lo que piensas"--, dijo
apartándose repentinamente, con una mirada más profunda. --"Quiero decir, ya
no vas a entrenar más conmigo"--
--"Cariño, yo-"--
--"¡Ok!"--, la voz de Senna cortó la conversación y Korra suspiró
antes de levantarse para saludar a su madre cuando repentinamente fue atacada
con la visión de lo que era Asami Sato.
Llevaba un vestido negro liso, cómodamente ajustado con una franja roja que
caía hasta el suelo. Sus ojos verdes eran tan brillantes como su sonrisa y ella
incluso llevaba su pelo recogido; y solo unas cuantas cuencas bailaban en su
cuello. Ella lucía... fantástica. Era extraño para Korra que solo un simple
cambio de apariencia de Asami desatara sensaciones completamente nuevas por
todo su cuerpo.
--"¡Las dos se ven estupendas!"--, bramó Tonraq mientras se levantaba
a besar a su esposa.
Korra de repente sintió un entumecimiento en sus piernas que la sacó de
trance. --"Asami, estás..."--.
La oración terminó con un resoplido y Asami se sonrojó adorablemente.
--"Gracias. Tú también te ves increíble. Me encanta cuando llevas
vestidos"--
Con una sonrisa, Korra alisó un poco su falda y se inclinó, haciendo reír a
Asami.
--"Vamos, entonces"--, dijo Tonraq, poniendo su brazo alrededor de
Senna que parecía que disfrutaba de sus acciones, dando a cambio toques al
pecho y a los hombros de su marido.
A medida que sus padres se abrieron camino, Korra vio que la mano de su
madre bajaba mucho por la espalda de su padre. Miró a Asami, que se estaba
cubriendo su boca ahogando una risa.
--"Soy demasiado joven e ingenua para esto"--
Asami se echó a reír. --"Oh, vamos. Es su cumpleaños. Es bueno que ellos
sigan siendo tan íntimos el uno con-"--
--"No"--, gruñó Korra y
señaló con el dedo a Asami, que sonreía cada vez más. --"Ellos no... ellos jamás..."--
--"¿Sabes cómo se hacen los bebes, cierto? Quiero decir que, si tú estás
aquí, ellos por lo menos una vez-"--
--"No"--, la detuvo de nuevo Korra. --"Soy el Avatar. Todo lo que
sé es que caí del cielo cuando Aang murió"--
Rodando los ojos, Asami tomó la mano de Korra y siguieron a sus padres
hacia afuera.
***
Si había una cosa que Korra apreciaba del Sur, era que aquí a nadie le
importaba que ella era el Avatar, especialmente cuando era el cumpleaños de su
padre. Había unas pocas personas que se acercaban a ella y le preguntaban cómo
se encontraba, preguntándole a la chica que ellos conocían desde que era una
pequeña maestra agua que también controlaba el fuego y la tierra. Aparte de
eso, ella fue capaz de disfrutar de toda la noche con nadie más que con Asami.
Se sentaron en la mesa principal, una al lado de la otra para cenar
tranquilamente. Korra le robaba miradas a Asami, tanto porque no se habían
dicho mucho y porque Asami se veía tan hermosa que Korra no podía dejar de
mirarla fijamente. Con el pelo recogido, Korra podía ver la curva de su
mandíbula y el pendiente de su cuello. Quería besar ambos. Si no fuera por los
cientos de personas en esa sala, haría en ése mismo instante un movimiento.
Sin embargo, dado el actual estado de su relación, no había ninguna
garantía de que Asami se lo permitiera.
Tentativamente la mano de Korra se deslizó bajo la mesa para buscar la de
Asami. Cuando la encontró Asami la miró, y no retiró su mano.
--"Hola"--, dijo Korra, como si estuviesen viéndose la una a la otra
por primera vez.
Asami sonrió. --"Hey"--, dijo dejando la copa que ella sostenía. --"¿Estás bien?"--
Korra asintió. --"Realmente genial, me refiero..."--. Miró hacia
donde estaba su padre hablando con cansancio con algunos miembros mayores de la
tribu mientras su madre seguía colgada a él como si fuera una fan del pro-control. --"Además, mi madre prácticamente está toqueteando
a mi padre en público, esta es una buena noche"--. Dejó escapar un suspiro
de satisfacción cuando se volvió de nuevo hacia Asami y vio como un par de ojos
verdes solo la estaban observando a ella. --"Tú realmente luces fantástica.
Yo... yo olvidé lo bien que lucías"--
--"¿Oh?"--, dijo Asami arqueando una ceja. --"¿Estás diciendo que no
me veo tan bien con pijama y sin
maquillaje?"--
--"Nop"--, dijo Korra apretando su mano. --"Te ves mejor desnuda y
en la cama conmigo"--. Con una risa entrecortada, Asami sonrió. Korra odiaba
que tuviera que decirlo, pero sentía que iban a iniciar ésa conversación que
ella quería tener. --"He echado de menos eso"--. Cuando Asami frunció un
poco el ceño, Korra se dio cuenta de cómo debió haber sonado. --"Quiero decir,
el estar cerca de ti. No... el sexo"--.
Susurró la última palabra. --"Quiero decir, también he extrañado eso, pero
yo solo quería decir que echo de menos estar cerca de ti. Detesto que estemos
tan..."--. Su oración se apagó por la falta de la palabra adecuada.
--"¿Distantes?"--, terminó Asami y Korra solo pudo asentir. Distante.
Era una palabra muy familiar. --"Mira Korra, sé que-"--
--"Prima Korra"--. Korra sintió que sus ojos se abrían. Asami volteó
con una expresión de sorpresa ya que ambas se volvieron para ver a los primos
de Korra, Eska y Desna, de pie delante de su mesa. --"Esto... quita un poco
la sensación mundana que siento al verte aquí esta noche"--
Korra frunció el ceño. Siempre había sido difícil hablar con ellos. --"Cierto. Uh... gracias por venir. Espero que se diviertan"--
--"Divertirse"--, murmuró
Desna, causando que Eska parpadeara en su dirección. --"Nuestra tribu
hermana es tan predeciblemente aburrida como de costumbre"--
Eska asintió. --"Estoy de acuerdo, nuestra tribu apática y depresiva es
mucho mejor que esto"--. Korra suspiró. Todavía no podía hablar con ellos.
--"Me encanta ver que ustedes no han cambiado. Esto es-"--
--"La prima Korra tiene una cita"--. El tono con que Desna lo dijo
fue casi de burla. Casi. Era difícil
de decir, ya que sonaba como una voz monótona ligeramente alterada. Esto fue
suficiente para que los ojos curiosos de Eska se dirigieran hacia una
desconcertada Asami.
--"Hola"--, sonrió Asami, tan políticamente correcta como siempre.
--"Hmm"--, estudió Eska a Asami un poco más antes de volver a
centrarse en Korra. --"Tu elección de parejas románticas ha... cambiado
desde la última vez que te vi"--
Korra sintió que una repentina tensión se apoderaba de ella. --"¿Es que
tú... es eso-?"--
--"Esta es estéticamente más agradable"--, dijo Desna mientras miraba
a Asami. Korra sintió que estaban mirando detalladamente a Asami. --"Ella no
tiene mala cara como el chico con el que estabas antes"--
--"También tengo cejas más bonitas"--, agregó Asami con una sonrisa,
recibiendo una extraña risa de Eska, lo que las sobresaltó un poco.
--"Eres divertida"--, dijo Eska, casi acusándola, y Asami miró a
Korra en busca de ayuda.
Ella aprovechó la oportunidad de deslizarse y colocar un brazo sobre los
hombros de Asami. --"Ella es increíble ¿Hay algo que pueda hacer por
ustedes? Supongo que no están aquí para pedirme consejo de cómo mejorar la
calidad de vida de su tribu"--.
Desna de alguna manera se notó incluso más incómodo. --"Estoy aburrido
de esto. Su amor es... exasperante"--
--"De acuerdo. Continúa manteniendo tu existencia, Korra"--.
Dando un saludo burlón, Korra observó cómo sus primos se alejaron y sacudió
la cabeza con cansancio. "Esos dos siempre me agotan. Siempre me
asustaban". Cuando ella se concentró en Asami, observó que aún seguía
mirando a aquellas figuras que ahora desaparecían en la multitud. --"¿Estás
bien? Se han ido ahora"---
Asami sacudió la cabeza con una sonrisa cada vez mayor y se levantó. --"Ven"--. Tomó la mano de Korra y tiró de ella levantándose. --"Esa
fue la conversación más enloquecida de mi vida, y eso que solía pasar mis días
hablando de negocios con viejos hombres. Vamos a bailar."--
--"Oh, Sami, yo no-"--
--"¡Vamos!"--, insistió Asami mientras colocaba a Korra entre la
multitud. Tan pronto como llegaron a la pista de baile, los brazos de Asami
estuvieron alrededor de la cintura de Korra.
Korra vaciló. --"Yo... yo realmente
no soy muy buena en esto"--
--"No es difícil, Korra. Aquí"--, dijo Asami agarrando las muñecas de
Korra, extendiéndolas alrededor de su cuello. --"Me sostienes de ésta
manera, y yo me aferraré a ti así y solo... nos balanceamos"--
La sonrisa que Asami le dio hizo que Korra se relajara. Eso era lo que
mejor hacía Asami: hacer que Korra olvidara sus inseguridades y hacerla sentir
como si todo lo que ella quisiese era posible. Como un Avatar, como una novia,
como una mujer. Asami la hacía sentir hermosa, la hacía sentir fuerte y
especial.
El único problema era que ella no se sentía de esa manera sin ella.
Basta, Korra, se reprendió a sí misma. Esta noche no
era para eso. Asami estaba ahí, Asami estaba sonriendo y bailando con ella. Haz lo correcto.
--"Lo siento"--, susurró Korra mientras dejaba caer la cabeza para
ver como sus pies se movían juntos.
La mano de Asami se movió desde su cadera, ascendiendo suavemente, levantando
su barbilla. --"Lo entiendo, Korra. Sé que es difícil"--
--"Aun así"--, dijo encogiéndose de hombros. --"No es excusa.
Yo... nunca debí alejarme de ti"--
Con un suspiro, Asami envolvió sus brazos sobre los hombros de Korra,
tirando de ella hasta estrecharla, mientras comenzaba otra canción lenta. --"No, no tienes que hacerlo... pero eres nueva en esto. Ambas lo somos. Las
relaciones son bastante aterradoras. Las reales lo son más aun"--
--"Entonces... ¿me perdonas?"--, preguntó Korra, tratando de mostrar
su puchero más tierno.
Asami, sin embargo, simplemente frunció el ceño. --"Korra yo nunca
estuve... enfadada contigo. No... no de ésa manera"--. Korra sintió que una
familiar tensión se alojó en sus músculos. No
de nuevo, no quiero pasar de nuevo por eso.
--"No entiendo"--, dijo y odio lo desesperada que sonó.
Observando el preocupado semblante de Korra, Asami se inclinó hacia delante
y le dio un suave beso. --"Relájate, Korra. No vamos a gritar o a pelear
o... nada de eso. Solo necesito que entiendas de que no estaba enojada contigo.
Es sólo... fue cosa de una sola vez. Eso se había estado acumulando desde hace
un tiempo"--
--"Oh"--, fue la respuesta tonta y débil que le dio. La verdad era
que Korra sabía que había estado molestando a Asami desde hace un tiempo. El
real estallido de esa noche simplemente hizo que no pudiera negarlo más. --"Yo... realmente estoy tratando"--
Asami asintió. --"Sé que lo haces. Lo he visto las últimas semanas. Tú
te quedas en la cama y estás más atenta y conversacional"--. Se acercó y
alejó un mechón de pelo de Korra. --"Sabes que te apoyo, sin importar qué. Sólo necesito saber
que también estarás ahí para mí"--
Sin preocuparse de quién estuviera mirando, Korra movió sus manos del
cuello de Asami, acunando su rostro. Entonces se inclinó y la besó con todo lo
que tenía. Su lengua bailó en la boca de Asami, golpeando cada rincón de ella
que pudo encontrar. Cuando el beso se rompió, restablecieron su posición de
baile y sonrió triunfalmente al ver las mejillas encendidas de Asami.
--"Te amo"--
Su novia dejó escapar un suspiro tembloroso y Korra solo pudo sonreír más. --"Ta-también te amo"--, sonrió Asami con satisfacción. --"Te vi con
tu padre, ustedes parecían estar haciéndolo bien"--
Fue entonces cuando Korra se acordó de su otra transgresión. "Estaba
celosa", dejó escapar solo para abofetearse mentalmente por no filtrar
cosas como ésas.
Asami se tensó, pero nunca dejó de tocarla. --"Lo sé"--
Rápidamente Korra se retiró. --"No es... estoy contenta de que tú y mis
padres se lleven bien, Asami. Lo estoy. Sé... lo mucho que los necesitas en tu
vida. Cuánto-"--, suspiró y se acomodó. --"Solo estoy molesta porque
pareciera como que yo jamás podré volver a mantener una conversación con ellos
como antes lo hacía"--
--"Siguen siendo tus padres, Korra"--. Mientras Asami habló, Korra
echó un vistazo hacia ellos. Parecían felices, lo que la hacía feliz. Korra
adoraba a sus padres.
Habían sido tan buenos con ella. Era fácil actuar cuando ellos cubrían su
espalda, su padre y Tenzin trabajando juntos para protegerla del mundo. Cuando
Korra lo supo por primera vez, la hizo enfurecer. Pero al tiempo encontró la
razón. ¿Quiénes eran ellos para mantener alejadas las cosas de ella, para
protegerla de cualquier cosa? Ella era el avatar. Ella estaba destinada a hacer
grandes cosas, para salvar el mundo.
Entonces, de repente, estuvo herida. Toda la fuerza y su bravuconería, ésos
alardes embarazosos sobre lo lista que estaba eran inútiles. Toda la
preparación del mundo no podrían haberla preparado para lo mal que se sentía al
perder el control de su propia vida. El despertar por la mañana, en cama,
sabiendo que físicamente no podía hacer nada por sí misma. Esas primeras
semanas fueron las peores. No podía moverse para un lado y solo podía mover la
cabeza y los brazos. Necesitaba ayuda para todo.
Esas fueron las mañanas en que pensó pedirles a sus padres que se la
llevaran, que la trajeran a casa para protegerla del mundo otra vez. Cuando el
dolor fue tan fuerte que ella quería gritar a través de sus lágrimas. Cuando
las noches se prolongaban durante tanto tiempo en las cuales no podía dormir
sin que quisiera que la tierra se abriera y se la tragara.
Incluso ahora, a veces deseaba que todo se fuera. Su poder, su destino, y
su vida. Solo quería ser libre, de dejar de sentir el peso del mundo sobre sus
temblorosos hombros. Sentía que era demasiado.
Es demasiado y tú nunca
serás lo suficientemente fuerte.
--"Korra"--, el tono de preocupación de Asami la sacó de sus pensamientos
y de repente se dio cuenta que habían dejado de bailar.
La mano de Asami estaba sobre su mejilla y Korra elevó la vista hacia ella,
viéndola a través de los ojos borrosos, y fue cuando se dio cuenta que, de
nuevo, estaba llorando.
--"¡Ah!"--, exclamó apartando sus lágrimas furiosamente. --"Lo
siento tanto. Maldición"--
--"¿Quieres un poco de aire fresco?"--. La verdadera compasión del
tono de voz de Asami, hizo que Korra siguiera enamorándose cada vez más de
ella. Si eso era posible. Ella asintió y fue guiada hacia una puerta lateral
done el aire frío de la noche las recibió.
Cuando Asami se estremeció a su lado, Korra se reprendió mentalmente. --"Lo siento"--, dijo frotándose las manos, acumulando calor en ellas. --"Te sigo arrastrando hacia afuera, al frío"--. Pasó las manos hacia
arriba y abajo de los brazos desnudos de Asami y luego tocó con suavidad su
cuello expuesto.
Asami cerró los ojos al contacto. --"Está bien, Korra. Parecías un poco
insegura ahí"--
Korra sonrió cuando los ojos de Asami volvieron a abrirse y asintió. --"Mi mente vagaba. Yo... no debería permitir que hiciera eso"--
--"No podemos controlarla a veces. ¿Que... en qué estabas
pensando?"--
No te escondas de ella. No
te atrevas a esconderte de ella. Sé valiente. Solías serlo alguna vez. Dile a
ella, díselo todo.
--"¿Recuerdas cuando Amón tomó mi poder?"--
La confusión bailó en el rostro de Asami cuando escuchó al nombre
aleatorio. Sin embargo, asintió con la cabeza. --"Por supuesto. Es difícil
olvidar ése día"--. Korra delató un toque de tristeza en su voz. El padre de
Asami era un tema al cual no querían acercarse demasiado, porque ninguna de
ellas tenía nada bueno que decir del hombre. Si Asami no lo traía directamente
a colación, Korra no hablaría de ello.
Korra continuó. --"Cuando Katara no pudo hacer nada por mí, yo estaba
tan... perdida. Había pasado mi vida
entera creyendo en mi destino, creyendo tanto en mi camino como el Avatar que
no tenía nada más que eso. Estaba con Mako y eso fue... lo que fue, pero ni siquiera eso o mis padres o mis amigos pudieron
hacerme sentir como que yo era podría ser alguien más sin mis poderes. No podía
ser el Avatar sin ellos y ser el Avatar era todo lo que siempre había dicho que
era"--. El peso de lo que estaba a punto de decir comenzó a asentarse en su
pecho, dificultándole la respiración, provocando que hablara incluso peor.
Korra respiró profundamente, dándose cuenta en que todavía estaba trabajando en
calentar a Asami. Se concentró en que sus palmas no se sobrecalentaran. --"Cuando pensé en que se había ido para siempre, solo... entré en pánico. No podía seguir siendo más el Avatar, pero lo era. Pense-"--, podía sentir a Asami
tensarse bajo su toque y perdió el valor de mirarla. --"Pensé que lo único
correcto que podía hacer era... dejar que el ciclo continuara"--
--"Korra-"--
--"No"--, la interrumpió Korra, rozando rápidamente la mejilla de
Asami con el dorso de su mano. --"Lo prometo.
Yo no... yo ya pasé de eso. No quiero morir, ni siquiera por mi deber como el
Avatar. En ése tiempo pensaba... pensaba en ello. Me derrotó porque estaba tan asustada, que aquella idea parecía
muy adecuada en mi cabeza. Luego Aang
se presentó y todo cambió. Esa fue la primera vez que pensé en ello"--
Asami hizo una mueca cuando, de repente, agarró las muñecas de Korra,
acariciando su piel con los pulgares. --"Lo sé"--
--"Sin embargo, no lo haces. No es... sobre eso. Nadie entiende lo que
es... nadie lo capta, ciertamente ellos
no lo hicieron. Esa noche que tuve mi... accidente"--,
dejó que la palabra colgara y esperó a que Asami asintiera entendiendo. --"Antes de que te llamara, pensé en ello. Intenté-"--, Korra sintió que
su voz se quebró y rodó los ojos por lo tonta que sonaba. --"Estaba tan
débil, tan... lejos de lo que se suponía que tenía que ser, y parecía imposible
que me recuperara, así que pensé..."-- Korra tragó el grueso nudo que tenía
en su garganta. --"Pensé... que si pudiera... tal vez sería lo mejor para el
resto"--
--"¿Por qué me estás diciendo esto?"--, preguntó Asami con
desesperación.
Korra se encogió de hombros. --"Es lo que estaba pensando. En cuán...
duro fue, cuán lejos estuve. No pude hacerlo. No físicamente, pero... no quería
morir. No quiero. Solo me sentía tan vacía, acostada en mi propia-"--, negó
con la cabeza. --"Y ni siquiera podía moverme para asearme, y simplemente
toqué fondo. Fue el punto más bajo de toda mi vida"--. Korra se acercó y
suavemente tomó el rostro de Asami. --"Y tú estabas allí"--
Con una suave exhalación, Asami acunó su rostro en las cálidas palmas de
Korra y besó sus dedos. --"Siempre estaré aquí para ti, Korra. Solo tienes
que permitirme estar"--
--"Lo sé. Te prometo que no volveré a alejarte de nuevo. Después de que
Tenzin venga y vea el progreso que he hecho, podremos volver a Ciudad
República. No voy a... no saltaré sobre cualquier cosa, pero todo será mejor.
Seguiré entrenando y volveré a trabajar en lo que me quedé y tú puedes volver a
tu ciudad y averiguar lo que quieres hacer a continuación... y estaremos juntas
¿De acuerdo?"--
--"¿Entonces estás lista? ¿Para Tenzin? ¿Para Ciudad República?"--
Tengo que estarlo.
--"Si"--, sonrió Korra. Empujando toda la confianza que pudo encontrar
en esa sola palabra.
Asami se inclinó y la besó, y Korra sintió que el miedo se apartó lejos.
Estaba lista para demostrarle al mundo que el Avatar estaba de vuelta. Que ella estaba de vuelta.
ya lei casi todos y digo todos sus fics traducidos... estoy a punto de quedarme ciego. <3 y solo llevo una semana en esta pagina. :v adoro la relacion de korra y asami, en todas las 'dimenciones' su amor es puro
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJAJ!! Sin duda el amor entre ellas es puro :3, jajaja bueno gracias por leer (?) xD
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