Resumen: Korra y Asami viajan al Polo Norte por una última oportunidad.
Trilogía Buscando el equilibrio: II Recaída
Capítulo 7 - El Oasis de los Espíritus
--"Tus primos parecían contentos de que vinieras"--. Tonraq golpeó la
espalda de Korra mientras ella recogía su mochila y lo enganchaba por encima de
su hombro.
Ella lo miró dudosamente. --"¿De Verdad?"--
Tonraq se encogió de hombros. --"Bueno, tan contentos como siempre suenan.
Aun así, se mencionó algo sobre el deseo de darles su mejor habitación de
invitados".--
--"Lo que Desna y Eska consideran 'mejor' no siempre es lo que el resto
de nosotros pensamos"--, dijo, resoplando un poco. --"Es decir, ellos
piensan que son una buena compañía"--. El ceño fruncido de su padre hizo que
Korra diera un puchero. --"¿Qué? Eso fue divertido".--
--"Te reíste de tu propia broma"--. Él negó con la cabeza. --"Incluso antes de que la dijeras".--
Korra lo golpeó en el brazo. --"Soy súper divertida, Asami también lo
cree"--. Justo en ese momento, Asami venía caminando hacia las afueras del
palacio. Tenía una mochila colgada de su hombro que rebotaba con cada paso que
daba. --"Asami, soy divertida ¿verdad? Dile a mi padre que soy
graciosa".--
--"Yo..."-- tartamudeó por un segundo, mirando entre ambos. --"Bueno, quiero decir, tú... ¡tú siempre me haces reír!"--
--"¿Qué?"-- Jadeó Korra. --"¡Eso no es lo mismo en absoluto!"-- Ella se cruzó de brazos y decidió fingir que estaba muy ofendida, sólo para ver
dónde podría llevarlos.
Asami se adelantó y la envolvió en un abrazo. --"Aww pobre bebé. Pero
eres muy linda".--
--"Pff,"-- Korra volvió la cabeza. --"Tal vez voy a tomar este
viaje por mi cuenta."--
--"Sí, claro"--, Tonraq rió. --"Al igual que pasarás tiempo con
sus primos sola o que te quedarás sola
en su palacio".--
Ciertamente tenía un punto. --"Bien, entonces supongo que nos
vamos".--
--"¡Espera!"-- Todos se volvieron para ver a Senna correr hacia ellos
con algo en sus manos. --"Hice tortas de azúcar ¡hechas en casa!"--
Los ojos de Korra se iluminaron y también se dio cuenta que los de su padre
hacían lo mismo. --"¿Hiciste?"-- Tonraq casi le quitó los pasteles
envueltos de sus manos, pero ella a cambio le dio un manotazo --"¡Oye!".--
Senna los fulminó con la mirada. --"Te he dejado un poco en casa".--
--"Oh."-- Rápidamente envolvió a Korra y Asami en sus brazos. --"Me tengo que ir, chicas. Tengan cuidado y pónganse en contacto conmigo
apenas lleguen".--
Besó a ambas en la parte superior de la cabeza antes de prácticamente
volver corriendo a casa, lo que hizo reír Asami. --"¿Ves? él es gracioso".--
Korra gruñó y dio a su madre un gran abrazo. Luego dio un paso atrás para que
Asami hiciera lo mismo.
--"Tengan cuidado, niñas"--, advirtió Senna, apuntando su dedo entre las
dos. --"Voy a caminar a través de ese portal y las arrastraré fuera si es
que ustedes demoran más de tres días".--
Asami sonrió. --"Voy a mantenernos a raya"--, bromeó y Korra no pudo
dejar de preguntarse qué había puesto a Asami de tan buen humor.
--"Vamos a estar bien, mamá. Te amo."--
--"Las amo a ambas"--. Senna se quedó con las manos cruzadas delante
de ella mientras Korra se colocaba la mochila y la pareja comenzaba a caminar
hacia el portal.
***
El tiempo era crudo fuera del portal. Korra sabía que lo sería; había
estado ahí antes. Ésa vez, Asami estuvo con ella sólo por un momento, antes de
llevarse a Tonraq mientras que Korra entraba al mundo espiritual para la pelea
más dura de su vida - en ése momento.
Por lo que Korra no estaba preparada para la súbita ansiedad que sintió de nuevo
al estar ahí. La pelea con Unalaq y Vaatu no fue tan debilitante como la que
había sucedido con Zaheer. Había tenido que reposar por unos días, pero en su
mayor parte, era una victoria que celebraba con orgullo.
Sí, había perdido sus vidas pasadas y eso fue devastador, pero había sido
una batalla ganada. Detuvo los 10.000 años de oscuridad y se volvió a conectar con
el espíritu de luz dentro de ella, encontrando más fuerza interior de la que
pensaba que tenía.
Por supuesto todo eso fue probado meses después, cuando Zaheer destruyó su
cuerpo físico en pedazos y comenzó la lenta decadencia de su mente y espíritu.
Era una batalla que todavía estaba luchando, sin embargo, estar aquí en frente
de este portal traía consigo repentinos destellos de Vaatu y del dolor que
sintió ése día.
Había tanto dolor en la vida de Korra, tantas personas que querían hacerle daño,
dedicando su vida a ello.
Y aquí estás de pie, perdida
y rota. Incapaz de defenderte a ti misma y a tus seres queridos.
Se movían más lentamente a medida que se acercaban al portal y Korra le sacaba
un poco de distancia a Asami. Entonces trató de ignorar lo que había visto, de no
atraer la atención de eso. Pero justo
en frente del portal estaba la visión de sí misma.
A medida que se acercan cada vez más, Korra podía verla mejor de lo que la había
visto antes. Era ella, como estaba en ése día. Cómo recordaba haber estado
encadenada, sin sus zapatos ni brazaletes. El abrigo de piel alrededor de su
cintura también se había ido. Estos eran los pensamientos que Korra había
bloqueado, no queriendo recordar ése día que provocaba que su cabeza perdiera
el control.
--"Hey."-- Cuando vio Asami caminar junto a ella, Korra se dio cuenta
de que se había detenido.
Asami parecía congelada, temblaba y agarraba fuertemente su abrigo. Los árboles
a su alrededor eran rachas en el viento mientras la nieve caía con un ángulo
directamente en sus caras. El cielo por encima de ellas estaba cubierto con
nubes oscuras, pero era difícil de decir, dada la forma en que el portal estaba
brillando delante de ellas.
Korra se sintió libre de apartarse de su visión y se centró en la cara
sonriente de Asami acercarse a ella. --"Lo siento"--, sonrió un poco
demasiada sobreactuada. --"Sólo... se me había olvidado lo diferente que es
la energía aquí".--
--"¿En serio?"-- Asami levantó la vista hacia el portal. --"Debe
ser una cosa de Avatar".--
Lo era, era de Korra. Todo en este lugar vibraba en su interior. Podía
sentir que todos los elementos tiraban de ella. La nieve bajo sus pies que
amenazan con colarse bajo su piel. El aire alrededor era un remolino frío, que
pedía ser manipulado. Fuego burbujea en su estómago y a ratos brotaba por las yemas
de sus dedos. Todo a su alrededor era el borde, ella era el borde, y tan pronto
como atravesara ese portal, ella sería capaz de manipular el mundo que les
rodeaba.
--"¿Estás lista para esto?"--, preguntó mientras veía a Asami
centrarse en ella.
--"No es tan largo el camino hacia el otro portal, pero el mundo de los
espíritus es... diferente".--
--"Estoy lista"--, sonrió Asami. --"Estoy emocionada. Siempre he
querido ver cómo luce el mundo de los espíritus".--
Korra se rió entre dientes. --"Suena como el plan perfecto que tenía
Tenzin en ése entonces"--. A pesar de sus palabras, sintió que la ansiedad
era quitada de ella. Había llegado tan rápido, al igual que la marea enfermiza
que se había asentado en el fondo de su estómago.
Una vez que entraron a través del portal, el cielo por encima de ellos fue oscuro
y sombrío. El aire era más cálido; la nieve ya no caía del cielo, pero todavía
estaba por debajo de sus pies. A lo lejos, Korra podía ver el árbol del Tiempo.
Entre aquí y el otro portal era el único punto de referencia real a su alrededor.
Caminaron lentamente y Korra trató desesperadamente calmar la oleada de nerviosismo
que había crecido en su interior.
--"Así que ¿aquí es dónde luchaste contra Vaatu?"--. Korra asintió en
silencio, con los ojos mirando a todas las rocas y laderas, recordando con gran
detalle donde había tenido lugar la batalla. Donde Vaatu trató de aplastarla en
el hielo, donde las enredaderas espirituales trataron de mantenerla inmóvil, donde
arrancó a Raava de ella por completo. --"Lo siento"--, murmuró Asami y Korra
se percató de que se había quedado en silencio. --"No debería haber sacado
el tema".--
--"Está bien"--, dijo sonriendo lo mejor que pudo. --"Esta pelea
es un buen recuerdo. Crecí mucho en tan poco tiempo desde que Vaatu batalló aquí
conmigo. Incluso me hizo un poco arrogante".--
Asami frunció el ceño --"¿Qué quieres decir?"--
Korra tragó bruscamente y continuó inspeccionando la zona. El cielo se quebró
con un trueno a la distancia mientras ella trató de nuevo evitar hundirse tan
profundamente en la incomodidad que burbujeaba en su estómago. Los pensamientos
de Vaatu no eran el problema, eran los recuerdos del dolor y el miedo. La idea
de que ella era vulnerable. Incluso mientras caminaban, pudo ver que aquella figura
estaba de pie delante del Árbol de tiempo, esperando a que pasaran. El hecho de
que Asami no la había visto sólo empeoraba la sensación, porque eso significaba
que no era real en absoluto.
--"Me refiero a que aquí luché contra el Avatar Oscuro y lo
derroté"--, dijo encogiéndose de hombros, pero todavía sin mirar a Asami. --"Yo no... no era el Avatar. Yo había perdido a Raava, a mis vidas pasadas.
Había perdido... todo en ése momento
y proyecté mi espíritu, mi espíritu interior
y luché contra 10.000 años de oscuridad y gané".--
--"Eso es porque eres increíble"--, se jactó Asami y le apretó la
mano. --"Las cosas que has tenido que pasar, Korra... Nadie puede poner en
duda tu valor".--
Ella sonrió ante el cumplido, aunque ya no creía en esas cosas. Hubo un momento
en que Korra llevó el título de Avatar con orgullo, a veces con demasiado orgullo.
No había nada malo en dejar que el mundo supiera de su fuerza, pero cuando era
más joven, había pensado que la fuerza física por sí sola sería suficiente para
mantenerla a salvo.
--"Cuando Tenzin mencionó por primera vez a Zaheer, lo subestimé. ¿Por
qué no lo haría?"--. Korra se rió con sarcasmo de sí misma. --"Acababa de
derrotar a Vaatu, sólo unos meses después de derrotar a Amón y a los
Igualitarios. Era imparable"--. Soltó la mano de Asami y se la acercó a su
cuerpo mientras se acercaban al árbol. --"Hasta que fui detenida".--
De repente sintió una mano apoyada sobre su espalda. --"Venciste a
Zaheer ¿sabes?. Me refiero a que puede que no lo sientas de ésa manera a veces,
pero ganaste ésa pelea, Korra".--
--"Sí."-- Korra sacudió la cabeza. --"Soy una verdadera vencedora".--
--"Korra-"--
--"Lo siento ¿de acuerdo?"-- Ella se detuvo y dejó que sus hombros se
desplomaran. Esos ojos blancos brillantes todavía la estaban mirando a la distancia,
pero Asami se puso delante de ella y luego todo lo que vio fue verde. --"No
hay que preocuparse por eso hoy. Sólo quiero llegar al Oasis de los Espíritus y
ver si me pueden ayudar. Yo... yo
prometo que no habrá más pensamientos negativos".--
Asami la besó suavemente y apartó un mechón de pelo de su cara. --"No tienes
que disculparte por tu ansiedad, Korra. Sólo... trata de compartirlo conmigo.
Abrirte más al respecto. Quiero ayudar".--
A pesar de la sonrisa que Korra regresó y el visto bueno ella se ofreció,
eso no era tan sencillo. Estaba demasiado cansada y estresada acerca de cuán...
ridículo sonaría si alguna vez tuviera el valor de decirlo en voz alta.
***
Mientras Korra empujó hacia atrás de la cortina para desplazarse hasta donde
sus primos estaban sentados esperando por ellas, el olor familiar de la carne
asada le llenó la nariz. La visión que tenía delante era un poco sorprendente.
Sus primos estaban sentados en sus sillas, claramente esperando por ellas.
Delante de ellos había un voraz incendio con un animal cocinándose listo para
comer. Unos cuantos empleados del palacio del Norte estaban haciendo su trabajo
mientras Korra sintió que Asami se acercaba un poco más a ella.
--"¿Eska?"-- Korra llamó y se ganó la mirada muerta de su prima. --"Hey, lo siento. Sé que llegamos un poco tarde."--
Levantándose de su silla, Eska caminó hacia ellas, con su larga capa deslizándose
por el suelo. --"No tiene importancia. Habíamos decidido que habían sido
atacadas por otro espíritu de agua gigante u otro espíritu entre los portales y
nos preparábamos para comer sin ti".--
--"Bueno..."--, Korra sacudió ligeramente la cabeza. --"Hemos sobrevivido y estamos aquí ahora. Pero
no tengo hambre"--.
--"¿No la tienes?"--, preguntó Asami, claramente sorprendida.
La verdad era que Korra no había comido en todo el día, pero había tanta inquietud
en su interior que le había ocasionado un dolor de estómago la mayor parte del
día. --"No, estoy bien. Comí un gran almuerzo antes de salir"--. Miente. Korra odiaba mentirle a Asami
pero era mejor que tener una discusión delante de Desna y Eska.
--"Te dije que nuestra prima Korra desaprobaría nuestra comida"--,
murmuró Desna a medias desde detrás del fuego.
Los ojos de Korra se dispararon a Eska. --"¿Qué? ¡No! ¡por supuesto que
no!"--
--"Sólo matamos el más fino de la fauna, prima. Lo hemos cocinado adecuadamente
todo el día ¿y tú te niegas a comer algo de esto?"--. El tono de Eska nunca
cambió, pero sus ojos parecían parpadear con ira y Korra se encontró a sí misma
dando marcha atrás.
--"¡N-no! Voy a comer, por supuesto que voy a comer. No quise
decir-".-- Cuando Asami le tocó el hombro, Korra se calmó y se estabilizó. --"Sería un honor comer su comida. ¿Qué es lo que tenemos?"--
--"No sé y no me importa"--. Eska se encogió de hombros. --"Ya comí. Esto no es más que la cena del personal".--
--"¿Qué?"-- Ladró Korra. --"¿Quiere decir que ustedes no hicieron
nada de esta comida sólo para mí?"--
Eska dejó escapar una risa aguda que sobresaltó a Asami al igual como lo había
hecho en la fiesta del padre de Korra. --"Tus obligaciones de Avatar han aumentado
claramente tu ego, prima Korra".--
Con un gruñido en la parte posterior de la garganta, Korra cerró los ojos y
respiró hondo. --"Mira, a mí y a Asami nos gustaría ir a la cama. Tenemos un
largo camino por delante mañana en el Oasis de los Espíritus".--
--"Muy bien"--. Los hombros de Eska cayeron y echó un vistazo a su
hermano. --"¿Puedes llevarlas a su habitación?".--
--"Ya estoy sentado"--, volvió Desna.
--"Lo he tomado en consideración y he decidido que no me importa. No
deseo que cruzar los pasillos del palacio. Haz lo que te digo".--
Con resignación, Desna se puso de pie y se acercó a Korra y Asami. Se
detuvo justo delante de ellas y miró hacia abajo a Asami, y Korra la sintió
tensarse a su lado.
No digas nada de lo que te
puedas arrepentir, Desna. Ella te dará un puñetazo en la cara.
"Estás muy pálida y estás temblando", dijo simplemente y Asami le
dio a Korra un vistazo.
--"Bueno, es muy frío y... No soy de la Tribu del Agua".--
Desna la miró durante un largo momento antes de asentir y salir de la habitación
sin decir una palabra.
Korra observó de vuelta a Eska que había regresado a su asiento. --"¿Por
qué no sigues a Desna? ¿Es esta otra falta de respeto?"--
--"Oh, por el amor espíritus,"-- dijo Asami antes de agarrar la mano
de Korra y tirar de ella fuera de la habitación.
***
La oscuridad de la habitación se sentía como que iba a asfixiar Korra.
Había despertado por una pesadilla y su corazón estaba acelerado. Era la misma pesadilla
que había estado teniendo durante días. Despertando de nuevo en esa cueva, con
sus brazos y piernas encadenadas y su cuerpo siendo tensado, con el veneno
hundiéndose en su piel. Con la vida que ella había imaginado queriendo ser
tomada en un día.
A pesar de que había sobrevivido, todavía se sentía como la persona que había
muerto ése día. Nunca sería la misma; Korra había llegado a un acuerdo con eso.
Aceptando que, sin embargo, había demostrado ser mucho más difícil. Aunque sólo
sea porque no tenía idea de dónde iba.
Balanceando las piernas de la cama, Korra se sentó con tanto cuidado como pudo
a fin de no perturbar a Asami, que respiraba suavemente a su lado. La única
constante en todo el caos que se produjo después de ese día era Asami. Korra la
amaba, no había nada en este mundo que amara más y eso la asustaba. La asustaba
porque su futuro parecía tan turbio. Este viaje al Oasis de los Espíritus le
brindaba una remota posibilidad y lo sabía. Si fallaba, Korra estaba preparada
para el siguiente paso, el último intento desesperado por encontrarse era
perderse verdaderamente a sí misma de nuevo.
Dejar atrás todo lo que amaba y centrarse exclusivamente en sí misma.
No quería huir. De hecho, estaba segura de que Asami nunca la perdonaría si
lo hacía. Pero no había otra opción, no después de todo este tiempo. Se había
pasado casi dos años luchando y luchando, pero a pesar de que había
reconstruido su cuerpo, su la mente y su espíritu estaban tan dañados como siempre.
De pie, Korra se retiró el pelo y lo abanicó sobre su espalda. Era más
largo y más grueso de lo que había sido nunca. No lo había cortado en años. Se colocó
un par de pantalones de chándal y salió de la habitación de invitados a pasear
un poco. Era temprano. Si tuviera que adivinar, probablemente era de madrugada
y sin embargo allí estaba ella, la noche antes de un día de una larga caminata,
y la idea de volverse a dormir era aterradora.
Las salas del Palacio del Norte eran mucho más vacías que los de la casa de
su padre. Todo parecía más alto y hueco. No había retratos en las paredes. Las luces
estaban encendidas y el suelo eran de fría madera. Sus pies descalzos hacían
crujir el suelo con cada paso que daba. Korra no estaba segura de a dónde iba o
lo que estaba buscando, solo quería distanciarse de su pesadilla.
--"No es seguro estar fuera tan tarde."-- Korra se sobresaltó al
escuchar la repentina voz detrás de ella y se volvió, lista para atacar.
Sin embargo, Eska estaba lista y había mantenido un bloque de hielo para contrarrestar
la bola de fuego de Korra. --"Oh, lo siento mucho."-- Korra retiró la mano
a su lado y Eska sacudió la cabeza con una expresión silenciada.
--"Te asustas más fácil ahora de lo que antes solías hacerlo, prima
Korra".--
Con un suspiro, Korra apartó la mirada. --"Sí, bueno, hay un montón de
cosas sobre mí que no reconocería nunca más."--
--"Dices eso bajo el supuesto de que yo no sé mucho, para empezar"--. Korra se percató de que Eska estaba estudiándola. Se veía diferente en la tarde
a por la noche con el pelo recogido en la coronilla. No llevaba su largo
abrigo, sólo un sencillo camisón que aún colgaba ahora por su cuerpo y un par
de pantalones azules debajo. Su maquillaje de ojos se había ido y en realidad parecía
bastante linda, si no estuviera constantemente agotada del mundo.
--"Sé que no éramos lo suficientemente cercanas mientras crecimos"--
Eska se burló. --"Tú eras la niña prodigio".--
--"¿Qué?--" Korra hizo una mueca ante el término. Creciendo siempre
como si sintiera que era un objeto. "No sabes nada acerca de mi
infancia".
--"Lo mismo podría decirse de ti. No todos nosotros tenemos dones".--
Korra rodó los ojos. --"Eres una de las mejores maestras agua en el
mundo, Eska. Tienes un montón de dones".--
--"¿Crees que me importa el agua control?"--, murmuró Eska. --"No
estoy celosa de tu capacidad para controlar los elementos, prima Korra. No
tengo ningún deseo de crear un incendio o mover una roca. ¿Cuál es el propósito
de esos talentos aquí? Sólo significaría que la gente preguntara más de mí,
como lo hacen contigo".--
Con el ceño fruncido, Korra se cruzó de brazos. --"Entonces no lo
entiendo."--
--"¿Qué no entiendes?"--
Ella resopló. --"¿Por qué tú y tu hermano siempre me odiaban
tanto?"--
Pareciendo sorprendida, Eska sacudió la cabeza y suspiró con cansancio. --"Nunca
te odié, prima Korra. Odiaba la forma en que mi padre se presentara a sí mismo
como tu tío para todos vinieran a nuestra
tribu"--. Korra sintió que sus ojos se estrechan ante la mención de Unalaq.
Había aprendido más y más a través de los meses siguientes a la derrota de la
forma en que Unalaq codiciaba su estatus. Cómo había tratado, en innumerables
ocasiones, de visitarla solo para ser rechazado. Su padre nunca había confiado
en él, incluso antes de Vaatu, y por buenas razones. Razón por la que Korra no
los veía hace años.
--"No puedo solucionar en lo que se convirtió tú padre, Eska. Nunca pedí
nada de esto".--
Eska le dirigió una mirada dura, con más emoción en sus ojos como Korra
jamás la había visto antes. --"Siempre se sentía como si fuera el único que
se suponía que iba a engendrar al Avatar. Que estaba suficientemente conectado
a nivel espiritual como para saber que debería haber sido él el elegido. Lo
cual, por supuesto, hizo que mi hermano y yo fuésemos extremadamente
decepcionantes"--. Fue la primera vez que Korra consideró por qué Desna y Eska se preocuparon tan poco
cuando Unalaq murió. ¿Por qué debían siquiera preocuparse por algo como eso?
Habían luchado con ella, al final en contra de su padre, porque no querían
10.000 años de oscuridad. Porque vieron en lo que su padre se había convertido.
Ahora, sin embargo, Korra no pudo evitar preguntarse si no habían estado buscando
otra razón para rebelarse contra él mucho antes de eso. --"No eres alguien
decepcionante, Eska. Tampoco lo es tu hermano"--. Sonrió a su prima que se
quedó simplemente mirándola. --"Los dos son solo un poco... extraños".--
---"Gracias"--, dijo con sinceridad Eska, y Korra se rió entre
dientes.
--"Eso no quiere decir que soy mejor que tú porque soy el Avatar. Tu
padre se los daba por sentado y eso fue un gran error. El primero de
muchos".--
Se quedó en silencio por un momento, las dos estaban de pie una frente a la
otra y Korra comenzó a preguntarse si debería decir algo más. Por último, Eska
habló de nuevo. --"Mi padre era un hombre deplorable, él ganó su muerte
temprana y el mundo está mejor sin él. No ha pasado un minuto desde su muerte
en que lo he extrañado y no tengo la intención de hacerlo".--
Korra se mordió el labio inferior y asintió con la cabeza, de repente muy agradecida
por lo mucho que quería a sus padres y lo mucho que quería estar en sus brazos
diciéndoles eso.
--"Todavía me siento mal"--, susurró Korra. --"Ustedes deben tener
más familiares. Deberíamos... Deberíamos tratarnos más como una familia".--
Eska suspiro. --"Prima Korra, si llegásemos a estar en la necesidad, te
buscaremos. Mi hermano y yo no somos tímidos pidiendo ayuda. Crecimos con la
idea de que todos necesitamos del otro, y así es como gobernamos el Norte. Juntos,
apoyándonos los unos a otros. No necesitamos más y no preguntamos por más y,
sin embargo... tu padre se ha puesto en contacto con nosotros todas las semanas
desde que nuestro padre nos dejó para asegurarse de que estamos bien".--
--"¿Lo hace?"--
--"Sí, es a la vez amable y molesto, ya que le gusta ponerse en contacto
a través del sistema de radio a primeras horas de la mañana"--. Korra sintió
que su mandíbula se aflojaba y sus ojos se abrían. Ella no tenía idea de que su
padre los llamara. Sin embargo, tenía sentido; él se preocupaba por la familia y,
al igual que ella, probablemente se sentía responsable de ellos no tuvieran un
padre.
Korra sonrió aún más brillante a su prima que seguía con su rostro de constante
piedra. --"Oh, vamos, estamos teniendo un momento"--, bromeó y Eska
solamente frunció el ceño a cambio. --"Tú me quieres"--
--"Volveré a mi habitación a dormir".--
--"¿Puedo tener un abrazo primero?"--, preguntó Korra, dando un paso
más cerca.
Eska tomó un largo paso hacia atrás. --"Voy a cortar el corazón de tu
chica y se lo daré de comer a los Osos ornitorrincos"--
--"Eres una mentirosa"--, bromeó Korra. --"Buenas noches prima,
¡te quiero!"--
--"Voy a envenenar tu desayuno"--, dijo Eska entre dientes mientras
se retiraba y Korra sólo pudo sonreír.
Se sintió mejor cuando ella regresó a su habitación para tratar de volver a
dormir. El sueño no vino, pero gracias a que Asami estaba acurrucada contra ella,
Korra la sostuvo en sus brazos hasta que salió el sol.
Era muy consciente de que mañana podría ser el último buen día que ella y Asami
tendrían juntas.
***
--"¡Espíritus!"-- Gritó
Korra cuando vio como caía su estómago al ver lo que había frente a ella.
No tenía idea de por qué estaba la cabeza de un oso ornitorrinco gigante colgando
sobre la cama de la habitación de invitados, pero a primera luz de la mañana le
dio un susto de muerte.
--"Hmm... ¿Korra?"--, llamó Asami entre dientes, rodando con un ojo
abierto y con un mechón de pelo en su boca. Korra sonrió a lo adorable que se
veía. --"¿Pesadilla?"--
--"No"--, Korra se rió y se agachó para tirar de la hebra de entre
sus labios. --"El estúpido oso ornitorrinco de encima de la cama me dio
miedo”.--
Asami se lamió los labios un par de veces y asintió mientras sus ojos se cerraron
de nuevo. --"Eso es porque tus primos son extraños".--
--"Lo son"--, Korra acordó antes de acostarse junto a ella otra vez. --"A pesar de que tuve una buena conversación con Eska anoche”.--
--"¿Despertaste en la noche?"-- Los ojos de Asami se abrieron de
nuevo.
Korra frunció el ceño ligeramente. --"Sí, pero no fue nada grave. Yo
sólo tenía que caminar un poco".--
Con una exhalación aguda, Asami se estiró y tocó la mejilla de Korra. --"Eres tan hermosa,"-- susurró y Korra sintió su rostro al instante
caliente.
--"¿Qué?"--, preguntó con timidez, a sabiendas de que ella se había
sonrojado profusamente.
Asami asintió con los ojos brumosos. --"Solo eres... la chica más bonita
del mundo."--
--"Estás delirando"--. Korra se rió a pesar de que su estómago estaba
haciendo volteretas. --"Temprano en la mañana Asami está hablando como loca
de nuevo".--
--"No"--, Asami se estiró y recorrió con el pulgar suavemente a
través de la ceja de Korra. Sus dedos se enterraron en su cabello. --"No
vuelvas a dudar de lo hermosa que eres, Korra".--
Algo en la forma con que Asami habló, la verdad en sus ojos y la seguridad
en su voz hizo que Korra sintiera repentinamente un nudo en la garganta. Como si
en éste momento, esta mañana tranquila en la Tribu Agua del Norte, no existieran
otras palabras que significaran tanto para ella.
Ella cerró la distancia entre ellas y besó Asami con tanta ternura como
pudo. Sus labios se engranaban perfectamente y Korra los mantuvo unidos durante
un tiempo. Las manos de Asami se extendieron por su la espalda y cuando el beso
se rompió, Korra usó sus labios para besar cada pulgada del rostro de Asami. Eventualmente,
ella rompió en suaves risas y Korra divertida comenzó a morder su cuello.
Estaba pasando de nuevo, se estaba perdiendo a sí misma en su amor y momentos
como ése parecían ser más que suficientes. Korra quería declinar por completo a
sus deberes y encontrar una pequeña cabaña en las montañas para envejecer con
esta chica que tanto amaba.
De repente, los juguetones besos hicieron que Korra acercara lo que más pudiera
a Asami. Ésta parecía que lo necesitaba porque se aferró de inmediato a su
espalda y hundió la cara en el pecho de Korra.
Se quedaron de esta manera durante un tiempo, el sol siguió ascendiendo conforme
pasaban los minutos. En un momento dado Korra casi cayó dormida y estaba segura
de que Asami lo había hecho.
Pasó otra hora antes de Korra y Asami estuvieran lo suficientemente despiertas
para salir de su habitación y buscar a Desna y Eska antes de su viaje.
Ambas se bañaron juntas, a petición de Korra. Se preguntó si Asami sería consciente
de lo mucho que estaba presionándola. Desesperada de tener tantos momentos con
ella como pudiera. Asami se limitó a sonreír cuando Korra le preguntó si podía
unirse a ella en la tina y no protestó cuando Korra la abrazó desde atrás
mientras se sentaba con ella en el agua.
Una vez que el baño finalmente comenzó, Asami se volvió en los brazos de Korra
y echó la barbilla hacia arriba. Por un momento, Korra pensó que iba a decir
algo. En lugar de su mano se movió hasta la mandíbula de Korra y suavemente
bajó por su cuello.
Sus ojos se cerraron cuando la mano de Asami continuó vagando entre sus pechos
y luego a través de su estómago. Entonces Asami detuvo sus movimientos y Korra
parpadeó un par de veces y miró hacia abajo, donde descansaba su mano. En la
cadera, tocando más grande y más profunda cicatriz de Korra.
--"¿Qué?"--, preguntó cuándo vio un brillo en los ojos de Asami que
hizo que le doliera el pecho.
Asami sacudió la cabeza rápidamente. --"Nada"--, sollozó. --"Tan
sólo recordé la primera vez que vi esta cicatriz y lo horrible que fue"--.
Korra sintió que su corazón comenzaba a correr un poco, éste simple momento
entre ellas de repente se sintió como que era mucho más. --"Te tuve en mis
brazos cuando Kya te estaba curando y... Recuerdo las cicatrices en la espalda
y los moretones y yo sólo... Estoy tan
feliz de que estés bien".--
A pesar de que la mente de Korra continuó a repitiendo el mismo mantra de
lo bien que no estaba, era
inapropiado decir eso ahora. Asami le estaba entregando su alma bajo el calor
de la ducha y de la serenidad de este momento entre ellas.
--"Lo recuerdo"--. Korra sonrió, tomando la mano de Asami de su
cadera y tirando de ella hasta sus labios. --"Recuerdo que estaba tan
asustada y sentía tanto dolor"--. Sus manos se volvieron repentinamente
inestables mientras los recuerdos la embargaron. --"Nunca había sido herida
de esa manera antes. Jamás como para asustarme de esa forma. Para hacer que
deseara la-"--, se contuvo y besó el dorso de la mano de Asami. --"Nunca
me di cuenta de lo mucho que podría necesitar de otra persona hasta que
entraste en mi habitación ése día y me sostuviste. Esto significó todo para mí
y lo sigue haciendo"--. Deja de
hablar, tienes que dejar de hablar o vas a arruinar todo. --"Pase lo que
pase a partir de hoy, siempre estaré agradecida de que hayas entrado en mi
vida. Creo que no había entendido lo que realmente era el amor hasta que te
conocí. Tú hasta... renunciaste tanto por mí"--.
--"Korra-"--
--"No"--, Korra sostuvo la mano de Asami contra su mejilla. --"Lo
hiciste, y no quiero pretender como que no sucedió, y quiero que sepas cuánto
te amo por eso"--. A pesar de que lo
más probable es que acabe arrojándote todo esto en la cara y luego te abandone. --"Te amo”.--
Asami cerró la distancia entre ellas y abrazó fuertemente a Korra. Se abrazaron
bajo el agua mientras Asami salpicada de besos a lo largo del hombro y la
clavícula de Korra.
Cuanto más pensaba en la actualidad, Korra más segura estaba de que si el Oasis
de los Espíritus le diera alguna esperanza de una recuperación total, iba a
pedirle a Asami que se casase con ella.
***
--"Wow,"-- Asami susurró suavemente mientras miraba alrededor de la
escalada de montaña y la cascada que fluía detrás del oasis.
Korra sintió que un nuevo tipo de energía fluía a su alrededor. Era intoxicante,
al igual como todos los elementos se agolpaban en la punta de sus dedos, más
listos e intensos que nunca. Caminó suavemente, como si sus pasos podrían
molestar a miles de años de historia de ese lugar. La historia que estaba
conectada a ella, que significaba algo para ella.
Cuando Tenzin había sugerido la idea, Korra estaba segura de que sería
inútil. Ahora, sin embargo, al sentir la atmósfera del oasis a su alrededor, se
preguntó si ella podría recuperar su espíritu Avatar hoy.
--"Entonces, ¿qué hacemos?"--, preguntó Asami mientras Korra
lentamente dirigía la mirada hacia ella, dándose cuenta de que había caído casi
en un trance en las sensaciones que el aire le estaba dando.
--"Uh"--, Korra se tragó el nudo en la garganta, extrañamente
emocional, incluso estando allí. --"Yo-yo no sé. Necesito utilizar estas
aguas para tratar de sanar mi cuerpo... o por lo menos ver si puedo averiguar
qué es lo que está mal conmigo".--
El rostro de Asami se encogió ante la palabra "mal", pero se contuvo de decir algo, lo que Korra apreció al
encontrarse ante toda esa situación, que la tenía en el borde. Estaba
desesperada de que eso funcionara, ansiosa por saber si lo haría y aterrada al
descubrir que no lo haría. Había tanto en su propia cabeza que no estaba segura
de poder controlar lo que decía su boca.
Dejando su mochila, Korra se sentó en la hierba y comenzó a desprenderse de
sus brazaletes y a quitarse las botas. Sin mucho más que hacer, Asami le sacó
el otro zapato mientras ella ató su pelo en una cola de caballo para sacarlo
del camino.
--"¿Vas a subir ahí?"--, preguntó Asami al mirar hacia atrás en el
pequeño estanque.
--"No"-- Korra sacudió la cabeza. --"No creo que a los espíritus
les guste demasiado. Pero puedo pedir prestado un poco del agua para ver si
hace algo. Entonces tal vez... No sé, presionaré ligeramente mi espíritu Avatar
e intentaré entrar en el Estado Avatar".--
Asami sacó la bota de Korra y se sentó al lado de la otra. --"Entonces,
¿por qué estamos sacando las botas?"--
--"Bueno"--, Korra sonrió. --"Quiero decir que no puede hacer daño
que sumerja mis dedos. Escuché que aquí el agua es muy cálida".--
--"Bueno, eso es simplemente genial."-- Asami gimió cuando una ráfaga
de viento pasó sobre ellas. --"Hace mucho frío y tú, la chica de la Tribu
Agua, sumergirás tus pies en el agua caliente".--
Korra sonrió suavemente. --"También puedes hacerlo si lo deseas. Sólo tenemos
que ser respetuosas".--
--"Soy una gran fuente de
placer para el Avatar, creo que me he ganado un baño de pies caliente".--
--"Oh, ¿piensas que porque hemos tenido..."--, Korra de pronto fue
muy consciente de cada gran momento en la historia que había ocurrido allí. --"...sexo, tienes algún tipo de pase espiritual?"--
Asami se rió entre dientes. --"Bueno ¡claro!"--
Ambas rieron por un momento, hasta que finalmente se calmaron. Korra luego
se sentó junto al agua, con los pantalones enrollados en sus piernas, y se
limitó a mirar el agua. Estaba asustada. Asustada a conocer la verdad o asustada
de no saber nada nuevo en absoluto. Si ésta agua la sanaba, estaría de vuelta.
Si era capaz de entrar en el estado Avatar entonces podría ser el Avatar de
nuevo y volvería a la ciudad para ayudar a volver a estabilizar el mundo.
Lo que significaba la responsabilidad, y colocándola de nuevo en el
peligro. La última vez que había hecho eso, había viajado por todo el Reino
Tierra buscando nuevos maestros aire, hasta que un grupo de terroristas trató
de matarla. Intentándolo tan duro que, de hecho, rompieron su cuerpo y la
hicieron desear que ojalá la hubieran
matado. ¿Y si volvían a buscarla? ¿Y si habían más? Por supuesto que había más. Su tío era uno y Zaheer había salido de la nada.
¿No sería más fácil si ella sólo se quedaba con Asami y olvidaba sus
deberes? Podían permanecer en el sur y podrían vivir sus vidas juntas.
Mientras esos pensamientos inundaban su mente, Korra echó un vistazo a la reflexión
del claro cristal delante de ella. Los brillantes ojos blancos de su visión al
acecho fueron todo lo que vio de vuelta. Miró hacía donde podría estar frente a
ella, pero no estaba. No había nada que se asomara de la montaña y la cascada
que caía en silencio detrás de ellas.
--"Hey"-- Asami llamó y Korra la miró con sorpresa. --"Whoa, sólo
soy yo"--, sonrió Asami. --"¿Estás bien?"--
Korra tragó con dificultad. --"S-sí, lo siento, me he perdido un poco
en mi cabeza"--. Ella sonrió lo mejor que pudo. --"Supongo que será mejor
que empiece ¿eh?"--. Poco a poco, Korra se deslizó hasta el borde de la
laguna y con cuidado sumergió sus pies. El agua era sorprendentemente cálida y
acogedora. Tuvo que resistir al impulso de no saltar por completo. En cambio,
tomó un par de respiraciones profundas para calmarse antes de levantar sus
manos para tirar de una parte del agua hacia ella.
La levantó con facilidad, la energía de este lugar le hacía sentir la
sensación de que su poder emergía naturalmente, como si fuera una extensión de
su propio cuerpo. Era tan fácil como jamás lo había sido. Casi como si
estuviera en el estado Avatar y controlará los cuatro elementos a voluntad. Se
envolvió el agua alrededor de su cuello y ésta comenzó a parpadear y a
resplandecer. Korra cerró los ojos y la trasladó hacia su espalda.
Buscó cualquier cosa que pudiera encontrar mientras el agua se movía a su alrededor.
Cualquier cosa que pueda coger o sentir fuera de lugar. Ella no era la sanadora
con más talento en el mundo, pero si había algo que fuera significativamente terrible
como se supone que tenía haber, entonces ella lo encontraría.
Cuanto más abajo se movía por su espalda, más frustrada se sentía. Ahí es donde
estaban la mayor parte de sus heridas físicas, en su espalda baja y las caderas.
Sí, ella podría correr de nuevo y moverse sin dolor, pero ella todavía era un
paso más lenta. Antes de venir aquí, ejercer su control sobre los elementos
seguía siendo un desafío y mantenerlos era aún peor.
Sin embargo, no había nada, ningún signo de daño duradero o dolencia física
que afectara su espalda.
Movió el agua más rápido mientras la desesperación comenzó a asentarse en ella.
Corrió el agua a través de sus piernas y luego la agrupó sobre sus brazos desnudos.
Nada. Lo llevó sobre su pecho y comprobó sus pulmones y su corazón, los cuales
parecían estar bien y luego corrió el agua sobre su cara
Aún nada. No había nada que pudiera encontrar.
Korra dejó caer el agua de nuevo en la laguna, con el pecho agitado
mientras la preocupación la llenaba. Colocó sus manos a los costados y clavó
los dedos en la hierba. Trató con todo lo que tenía que golpear para entrar
ligeramente en el Estado Avatar. Canalizó cada gota de poder que tenía para
desencadenarlo. Quería sentir la prisa, la ebullición surgir a través de su
cuerpo y elevarse hacia afuera de ella.
Su cuerpo empujó, sintió que sus dedos se clavan en el suelo debajo de la hierba
y sus talones presionaban la pared del pequeño estanque. Su cara se apretó en
agonía mientras el esfuerzo comenzó a chamuscar en la parte baja de la espalda.
Estaba empujando demasiado duro, pero tal vez tenía que hacerlo. Si pudiera
pasar más allá del dolor, podía tocar Raava y volver a descubrir quién era.
Sólo un poco más. Sigue
luchando. Sigue presionando.
--"¡Korra!"-- La voz de Asami hizo que todo cayera. La presión
alojada en su espalda, el esfuerzo que estaba usando para llegar a lugares en
su mente que se sentían encerrados. Todo se había ido y la realidad se impuso.
No pudo encontrar lo malo que había con ella.
Estas fueron las aguas espirituales. La sustancia curativa más poderosa del
mundo. Si había un lugar en el que pudiera averiguar lo que estaba mal, éste era.
La energía espiritual a su alrededor era notable y a pesar de sentir la forma
en que su cuerpo vibraba con sólo estar aquí, el estado de Avatar ya no era
algo que pudiera encontrar.
--"Se ha ido"--, susurró, su voz se agrietó ligeramente a medida que
cada gota de realidad caía sobre ella. --"No puedo encontrar a Raava. Se ha
ido"--. Korra retiró el agua de su ropa y suavemente lo puso de nuevo en el
estanque antes de sacar sus pies fuera.
--"Korra"--, Asami susurró mientras ella tiró sus rodillas contra el
pecho y se abrazó con fuerza. --"Lo resolverás, lo prometo. Sé que sigo
diciendo esto, pero lo harás"--. Sintió los labios de Asami
presionarse contra su sien antes de tocar sus mejillas y su nariz. --"Te
amo, Korra"--. Asami estaba llorando y Korra quería extender la mano y
preguntarle por qué. Ver si se encontraba bien, pero su cuerpo estaba
entumecido. Sólo quería estar lejos de ése lugar. Estar lejos de todo y
desaparecer. ¿Quién era ella? No reconoció a su propio cuerpo. Todo lo que se
suponía que era, se había ido.
No quedaba nada. Sólo Korra, la inútil que jamás podría ser otra cosa más que
un fracaso.
Antes de que pudiera procesar cualquier otra cosa, Asami se encontró tirando
de sus piernas hacia abajo y la subió a su regazo. --"¿Qué estas-?"--, Asami
la silenció con un beso ardiente y Korra trató alejarla por un momento antes de
sentir la lengua de Asami deslizándose entre sus labios, atrayéndola. Plantó
una mano en el suelo para mantener el equilibrio antes de colocar la otra en la
espalda de Asami.
Cuando el beso se rompió, Asami la observó con los labios hinchados y los ojos
comprensivos. --"Te amo"--, repitió y Korra se dio cuenta que no le había
respondido antes.
--"Yo... también te amo"--, dijo a través de una grieta en su
garganta.
Asami extendió la mano y secó una lágrima de su mejilla. Cuando la besó de nuevo,
Korra ya sabía lo que estaba haciendo: le estaba ofreciendo consuelo.
Ella estaba demasiado débil para negar su necesidad de seguridad. Demasiado
débil para negar la verdad que había estado en su mente durante semanas. No
quedaba nada para ayudarla. Sólo Asami, y eso no era suficiente para cualquiera
de ellas.
Así que se le daría esta noche, y destruiría todo en la mañana.