Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.
PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3
ADVERTENCIA DE ESTE CAPÍTULO: Este capítulo contiene contenido explicito y un lenguaje soez por lo cual se recomienda discreción.
CAPÍTULO 3
Por desgracia, el sufrimiento de Korra continuó después de que la cena terminara. Una vez que devoró la comida insípida de su plato, siguió a todos los demás despedirse de Opal. Su leve esperanza de que la esencia enloquecedora de Asami se desvaneciera por la brisa tan pronto como salieron. En todo caso, el dulce aroma era más fuerte por el aire fresco del atardecer, y observar cómo sus caderas se balanceaban era una total tortura. Korra intentó evitar a Asami lo mejor que pudo entre la pequeña multitud, incluso alejándose como para caminar a lado de Mako, pero siempre se encontraba en el lado equivocado- o tal vez iba en la dirección- correcta. Era eso, o Asami estaba siempre parada intencional y más de lo habitual cerca de ella. Aquellos pensamiento le enviaba una emoción de hormigueo a través de ella a pesar de que no estaba segura.
Ella consiguió recuperar suficiente atención para darle un abrazo adecuado a Opal, pero incluso eso era difícil. Tenía que mantener la parte inferior de su cuerpo lo más lejos posible, y en lugar de eso terminó dándole a su nueva amiga una especie de abrazo de lado. Una vez que se separaron, arrastró sus pies que la llevó a ponerse detrás del grupo, rezando que sus pantalones fuera capaz de ocultar su vergüenza. Ella no sabía que era posible mantener una erección por mucho tiempo, y estaba empezando a dudar si debía irse.
Mientras todos los demás se despedían, ella se alejó lo más silenciosamente posible, yéndose de hurtadilla a su habitación. Sólo necesito unos minutos a solas Espero que una ducha de agua fría se haga cargo de esto antes de que haga algo más estúpido. Aún así, no pudo resistir a echar unas cuantas miradas de anhelo por sobre su hombro mientras caminaba. Cuando vio a Asami mirar hacia atrás, su cabellera negra brillar por la puesta el abrasador sol naranja. Aquella fracción de segundo que sus ojos hicieron contacto fue suficiente para hacer arder su piel, y hacer que su miembro ya duro estaba desesperadamente tenso contra sus pantalones.
Le tomó fuerza de voluntad para no regresar corriendo y arrastrar a Asami junto con ella, pero se resistió a la tentación, pero se fue corriendo por todo el patio tan rápido como pudo en su incómodo estado. Afortunadamente, su habitación estaba tan sólo a corta distancia. Cerrando la puerta detrás de ella, deslizándose contra ella y suspirando de alivio tan pronto estaba ya sola. -"Por los espíritus, soy un desastre."- Dijo en un quejido. Aún cuando casi no había hablado nada durante la cena y más por aquella voz ronca llena de frustración y deseo reprimido. -"No debería ser así. Todos aquellos que ha entrado en calor nunca había sido difícil de ignorar, hasta ahora..."-
Su corazón comenzó a latir aún más fuerte mientras consideraba el posible motivo. Asami era impresionante ante la vista, pero también lo eran muchas otras personas en Ciudad República. Mako era también guapo, a su manera, pero él nunca la había hecho arder de esa manera. Su admiración por Asami no podía explicar tampoco aquella intensa reacción por ella. Incluso cuando ambas estábamos tras de Mako, ella siempre fue tan amable, tan genuina, tan divertida e inteligente y...
Ella dejó escapar un gemido por lo bajo al descubrir su descontento de que su atracción no era sólo física. ¿Por qué no me di cuenta antes? ¿Era porque no lo quería ver? ¿Era porque no podía considerarme como algo más que una amiga? Pero junto con admitir personalmente que sus sentimientos eran más profundos que simple lujuria llegó a darse cuenta de algo preocupante. No puedo decirle. Cuando Mako y yo nos separamos, casi se arruina el Equipo Avatar. Dolía tanto perderlo como amigo. Si la pierdo también, eso sólo terminará en romperme.
Aún aturdida, se tambaleó hacia su cama y se dejó caer sobre las sábanas, que se incorporándose lo suficiente sólo para arrancar su blusa. Casi se sentía como si estuviera entrando en calor por la forma en que su piel la sentía arder. El sudor se evaporó de su piel tan pronto como empezó a desnudarse, sintiendo un frescor agradable que hizo que un ligero escalofrío le recorriera la espalda. Luego vinieron los pantalones, aunque le era un poco incómodo quitarselos. Ella no pudo evitar acariciar el bulto delante mientras se aflojaba el cordón de su pantalones de chándal, y mordiendo su labio, reprimiendo un gemido.
-"Bueno, parece que no vas a desaparecer."- murmuró, mirando su miembro grueso entre sus piernas, que apuntaba con orgullo a su abdomen, y una vena al lado de su miembro lo hacía latir. La punta de su pena estaba hinchado llenó de necesidad, y un hilillo relucía de humedad pegado en la punta. Aquella presión visiblemente latía por todo lo largo de su miembro, y sus dedos temblaron sobre las sábanas.
Sólo puedo...
-"No."- dijo en aquella habitación vacía, con la esperanza de al decir aquella palabra en voz alta reforzaría su decisión.
Yo sólo puedo encargarme de esto muy rápido. Ya estaba duró durante la cena. No va a desaparecer al menos que haga algo al respecto.
-"No puedo..."- Sus labios comenzaron a emitir protesta, pero su mano comenzaba a deslizarse por el vientre, trazando líneas nerviosas caricias de arriba a abajo entre los huesos de su cadera.
Si que puedo. Asami no tendría que saberlo. Sólo necesito un poco de alivio. Entonces, tal vez las cosas puedan volver a la normalidad y podré sobrevivir en los próximos días sin arruinar las cosas.
Al menos eso fue una excusa más convincente, pero estaba demasiado desesperada por calmar las ansias. El placer que golpeaba a lo largo de su pene era demasiado doloroso como para ignorarlo. Ella cedió y envolvió sus dedos alrededor de su pene, gimiendo de alivio al primer toque. Esto no era lo que quería, pero era lo que su cuerpo necesitaba. Si un orgasmo podría ayudarla a soportar el resto del calor de Asami, cualquier vergüenza que sentía por las imágenes que se pasaban en su cabeza valdría la pena. Tomándolo acariciándolo lentamente, buscando la velocidad que la hiciera sentir mejor.
Al principio, trató de mantener su mente en blanco. Se concentraba en las sensaciones físicas que le causaba el placer, obstinadamente se negaba a que cualquier imagen de Asami se quedará en su mente. Pero cuanto más rápido bombeaba su miembro, más difícil le era mantener el control. El aroma de Asami aún estaba atrapado en su nariz. La sonrisa de Asami brillaba en su mente cada vez que cerraba los ojos. Asami, con su dulce voz, sus suaves labios rojo y sus gentiles manos y...
Korra dejó lo que estaba haciendo y se obligó a abrir los ojos. No. Piensa en otra cosa. Otra persona. Alguien más. Intentó fantasear con otra amante sin nombre, en aquella linda Capitana de la Guardia de Zaofu, e incluso Mako como último recurso, pero nada ayudaba. Luchaba en no pensar en Asami sólo hacía que sus fantasías fuera más insistente. Lucía tan hermosa en la cena de esta tarde. Su forma de hablar, la forma en que se movía, la forma en que me miraba... Un poderoso estremecimiento corrió a lo largo de su miembro, y Korra gimió mientras se hinchaba aún más en su mano. Una humedad perlada brotó en la punta, deslizándose sobre la cabeza de su miembro, haciendo que esta reluciera.
No tenía otras opciones. Su cuerpo quería a Asami, y no parecía preocuparse de cómo se sentía al respecto. Comenzando a bombear de nuevo, y esta vez, renunció a tratar de reprimir sus deseos. Se aferró a la voz de Asami, recordando la forma en que ella había pronunciado su nombre. 'Korra...' Quería escuchar a Asami decir su nombre una y otra vez. Quería oírla susurrar contra su oído, escucharla cómo se quedaba sin aliento mientras sus dedos se hundían en sus caderas suaves y redondas- oírla gritar mientras se movía, y ...
La fantasía se precipitó sin su permiso. Cerrando los ojos y apretó su miembro, tratando de imitar la calidez y el palpitar de los músculo vaginales. Ella no había tenido la oportunidad de usar su miembro para penetrar antes, pero no había abandona esa idea. Ella comenzó vigorosamente a mover su mano cada vez hasta llegar al final de su pene. Aquel toque adicional de contacto con la piel le ayudó a imaginar que era Asami la que estaba sobre ella, rodeándola, tomándola...
Más humedad chorreaba entre sus dedos ante aquella imagen mental, y la base de su miembro comenzaba a hincharse formando un nudo. Si no hubiera estado tan cerca, la idea podría haberla asustado mucho como para que se detuviera. Durante sus escasas experiencias pasadas cuando su anatomía estaba alterada, nada lo había despertado lo suficiente como para causar una erección. Pero en su mente, Asami estaba moviéndose sobre ella, su cabello sin aquella coleta y deslizándose como cascada sobre sus hombros, sus pechos sacudiéndose en un suave vaivén de sus caderas. Oh, espíritus, quiero... Necesito estar dentro de ella. Necesito llenarla. La... necesito...
Toda la presión dentro de ella de repente fue demasiado. Su miembro comenzaba a latir, y apretando aquel nudo tensó formando bajo su instinto. Era como si Asami se contraía alrededor de su miembro, sosteniéndolo, sosegando y tirando de la manera en que ella lo haría... Una oleada de calor se precipitó a lo largo de su miembro, brotando de la punta adolorida poderosos chorros. El primer chorro la tomó por sorpresa, salpicando contra los músculos tensos de su abdomen, pero no podía detenerse. Latido tras latido salía disparado sobre su abdomen, derramándose sobre su mano. Apenas se había dado cuenta de todo aquel desastre. En su lugar, se imaginó aquella calidez recorriendo a toda Asami. La humedad de Asami, el orgasmo de Asami, el placer que pudiera sentir Asami. El placer que le había dado.
Una fuerte punzada de deseo se deslizó a través de su vientre mientras se entregaba a aquella fantasía. Su pene se contrajo al cerrar herméticamente su mano sobre el, disparando fuerte flujos mientras su tenso nudo ocupaba todo su puño. Pero en su mente, estaba totalmente enterrada en el interior de Asami, vaciado todo su deseo en su interior apretado, temblando y sosteniendo aquel sedoso hombro níveo con sus dientes. Dientes que se cerraba de golpe, pero no había piel para marcar. Sin aquella acogedora calidez a su alrededor. Y como de un sueño vívido que se había formado, se vino abajo, todo lo que quedaba era aquel orgasmo por todo su abdomen, sintiendo un profundo sentimiento de decepción.
Retirando su mano que goteaba su orgasmo lejos, dejándose caer sobre la cama, sin ganas de mirar entre sus piernas. Aquella sensación adolorida que recorría a largo de su pene se había ido, pero el vacío en su pecho parecía aún más grande que antes. Mientras que físicamente estaba complacida por lo que había hecho, masturbarse era solo un pobre sustituto de lo que realmente quería. No es que aún supiera lo que realmente quería.
Permaneció tendida sobre su espalda durante varios minutos, con los ojos cerrados, tratando de no pensar. Las técnicas de meditación que Tenzin le había inculcado aparentemente servían para algo. Después de un rato, se sintió lo bastante fuerte como para sentarse. Afortunadamente, la mayoría del desorden causado por su orgasmo estaba sobre sus sábanas, y su miembro finalmente se había ablandado. La base aún estaba hinchada, pero sin la intimidad de Asami rodeando su miembro, el nudo no iba a permanecer duro por mucho tiempo.
Ella cuidadosamente se salió de la cama y se dirigió al baño, lista para tomar ducha fría. Una vez que estaba debajo de la ducha, se preguntaba a sí misma que tanto podía soportar, avergonzada de lo que se había permitido hacer. Haberse quitado ese momento de lujuria encima, se sentía más llena de conflicto. ¿Será que solo quiero cojer con ella, o quiero que realmente sea mi pareja? Si essexo todo lo que quiero, ¿por qué me siento tan mal?
Una vez que estaba limpia nuevamente, saltó de la ducha y se ató una toalla a su cintura, dirigiéndose al dormitorio. El sol casi se había puesto, y sólo una débil franja de color rosa se filtraba a través de la ventana. Suspirando con anhelo, tratando de no recordar que tan hermosa Asami lucía con luz del atardecer. Al parecer, sus deseos no iban a desaparecer sólo porque ella se había hecho cargo de sí misma. Si ellos no se iban antes de que el calor de Asami se terminará, no estaba segura de lo que iba a hacer.
O mai ga
ResponderEliminarOh pobre de mi Korrita,casi puedo sentir su dolor. La solución esta más cerca de lo que cree jejeje! Gracias por la traducción, muy buen capítulo!
ResponderEliminarjajajajaj si pobrecilla :c Y si ya falta poco para lo más zukitrukis 7v7 xD Y de nada nwn más bien gracias por leer y comentar nwn
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