La Estrategia De Una Omega. Capítulo 4. Por RaeDMagdon

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Y que creen gente bella capítulo feliz domingo tengan todos xD, y bueno como verán los capítulos del fic son los bastante corto y debido a eso y como estamos de vacaciones les comparto a todos doble capítulo de La Estrategia De Una Omega capaz ese otro capítulo lo subo más tardecito nwn pero mientras disfruten este mi gente bella nwn.

Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.

PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3


Resumen: Cuando Asami entra en calor en un momento muy inoportuno, debe explorar el cambio de sentimientos hacia Korra, así como tomar el control de sus intensos deseos al mismo tiempo.



Capítulo 4


Asami gemía muy adolorida, acurrucada y una mano entre sus muslos resbaladizos y tensos. Esas últimas horas habían sido las más frustrantes de su vida. Sin importar lo mucho que lo intentara, no podía encontrar alivio. Un dolor hueco gritaba su abdomen, nunca se había sentido un vacío tan devorador. Ya había frotado anteriormente su hinchado clítoris, pero los músculos internos de su clítoris seguía palpitando en busca de más, y la satisfacción verdadera se mantenía fuera del alcance.
Normalmente ella no tenía tanto problemas en controlar sus calores. Con su propia mano y una taza de té de hierbas eran por lo general suficiente para hacer que sus deseos fueran soportable. Cuando eso no funcionaba, no le era difícil encontrar a un alfa o un beta dispuestos a hacerse cargo del problema. Algunos de los asociados comerciales de su padre tenían hijos e hijas de su edad, y se había asociado con algunos de ellos en sus peores días. Mako se había ocupado de ella lo suficientemente durante su último ciclo, pero la incomodidad que había sentido entonces no era nada comparado a esto.
Otra aguda punzada de necesidad recorrió su abdomen, conteniendo sus lágrimas, deslizando dos dedos en su interior. Aquella plenitud fue una espada de doble filo. Ya estaba sensible al penetrarse a sí misma , pero aquella sensación de vacío era peor. Dando unos movimientos rápidos su muñeca, pero abandonó lo que hacía antes de que pudiera dejarse llevar. En el fondo, sabía que su propia mano nunca le sería suficiente, sin importar cuántas veces ella se viniera. Su cuerpo pedía a gritos por una pareja apropiada, y cada vez que cerraba los ojos, sólo un rostro flotaba en su mente.
-"Korra..."- Aquel nombre sabía tan bien en su lengua. Se sintió tan bien cuando mencionaba cada sílaba del nombre de la alfa. No podía pensar en nada ni en nadie, y hacía tiempo que había desistido. Imágenes del cuerpo firme y musculoso de Korra, brillante de sudor mientras manejaba aquellos cables de metal en su entrenamiento, habían quemado a su mente. ¿Cómo se siente tener todo ese poder moverse sobre mí? ¿En mi interior?
Al darse cuenta de aquella palabra 'interior', los músculos internos de su intimidad apretaron y se agitaron alrededor de sus dedos. Su clítoris comenzó a hincharse llena de necesidad, echando su cabeza hacia un lado y hundió su rostro en la almohada más cercana, gritando hasta que su garganta ardiera. Hubiera deseado no haber logrado escabullir una sola mirada debajo de la mesa en la cena. La erección de Korra había sido sumamente evidente, incluso en sus pantalones holgados. Tuvo que tomar toda su fuerza de voluntad para no llegar a cruzar el pequeño espacio entre ellas y recorrer con la mano aquel grueso bulto.
Sólo fue más una reacción física, se dijo a sí misma por enésima vez. Ella no pudo evitarlo. Lo mismo le ocurrió a Mako cuando pasó a mi lado en el pasillo y a los gemelos. El hecho de que mi aroma llamara la atención de Korra no significa que ella quisiera aparearse conmigo.
Aún así, una parte codiciosa de ella lo esperaba. Si Korra hubiera dicho siquiera una sola palabra de interés en ella, hubiera hecho sus intenciones claras de cualquier manera que no solo fuera mirarla con esos ojos azules suplicantes, ella no hubiera dudado. Pero incluso en medio del peor calor de toda su vida, ella estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que hiciera molestar a su amiga. Si Korra la deseaba, ella tendría que decírselo. Hasta entonces, lo único que podía hacer era sufrir sola. Con la alfa que no podía tener tan fija intensamente en su corazón, que ni siquiera podía imaginar invitar a otra persona a su cama.
Antes de que pudiera decidir si continuar tocándose o retirar su mano, unos gritos se filtraron por la ventana. Asami se incorporó sorprendida, limpiándose la mano en las sábanas y girándose para mirar. No podía ver mucho, y las voces eran indistinta, pero otros sonidos no lo eran. Unos estruendos fuertes sacudieron el patio exterior, y el olor a humo se filtraron en su habitación, causándole ardor en la nariz.
La conmoción fue suficiente para hacer olvidar su deseo. Saltando de la cama, corriendo para encontrar su camisón. Sus manos temblaban mientras se la puso, haciendo todo lo posible para darse prisa. Si Korra estaba en peligro...
Korra. ¿Por qué mi mente salta inmediatamente a ella? Ella es el Avatar. No tengo porque preocuparme.
Pero realmente estaba preocupada, y aquella preocupación la hizo acelerar sus pasos mientras volaba corriendo hacia el pasillo, dirigiéndose a la puerta principal. La escena que le dio la bienvenida cuando irrumpió en el patio era aún peor de lo que había temido. Sintió un vuelco en el estómago cuando vio a Mako y Bolin volar lejos de una columna iluminada por el fuego control y el polvo. Las columnas alrededor de ellos se estremecieron, fueron varios minutos antes de que pudiera distinguir si estaban bien. Precipitándose hacia ellos, colocandose de rodillas en medio de los escombros. -"¿Que sucede?"-
Mako fue el primero en sentarse. Apenas la miró, girandose bruscamente hacia donde estaba dándose la peor de las batallas. -“¡No podemos permitir que se la lleven!”-
-“¿Qué se la lleven?”- El corazón de Asami casi se detuvo. Un estremecimiento de temor corrió por su cuerpo, y su piel sobrecalentada estaba empapada repentinamente de un sudor frío. Korra. ¡Quiso decir a Korra! Ella levantó la vista hacía la misma dirección, y una sensación de alivio se estrelló sobre ella cuando vio a los guardias de Suyin levantando unos paneles metálicos de gran tamaño del suelo. A través de la oscuridad, ella pudo sólo vislumbrar varias figuras borrosas dentro. Uno de esas figuras estaba tumbada en el suelo, y Asami reconoció instantáneamente a Korra. Pudo reconocer el aroma familiar de la alfa, incluso a través del fuego. -“No creo que lleguen muy lejos. Los guardias los tienen acorralados...”-
El olor penetrante empeoró,  obstruyendo el aire mientras en medio del patio, comenzó el suelo emerger calor. Derritiéndose todo el suelo, dividiéndolo y agrietandolo mientras un montón de lava al rojo vivo se extendió alrededor de las cinco figuras atrapadas. -“ ¡Korra!”- Asami se levantó de un salto, intentando correr hacia donde estaba ella por instinto. Ella no le importaba que la lava estuviera hirviendo, las rocas volaba en todas direcciones, el hecho de que ella sólo llevaba camisón no iba a permitir que estas personas se llevarán a su amigo, a su alfa, a su...
-“¡Asami, espera!”- Una mano áspera la arrastró de vuelta, y se encontró detrás de una barricada improvisada. Ella se dio la vuelta para ver a Mako agarrando su hombro. Relajando su agarre como disculpa, pero su expresión seria nunca vaciló. -“No podemos llegar a ellos de esa manera. Tenemos que…"-
-“Cállate.”- Espetó ella, alejándose de su agarre. -"Ella me necesita. Tengo que…"-
La llegada de Lin y Suyin le impedía alejarse de él para tratar de encontrar un camino a través del pozo de lava. -“¿Cómo llegaron aquí?”- Ladró Lin, en cuclillas a su lado, asomándose sobre la barricada.
Los ojos de Suyin se estrecharon. -“No lo sé, pero no los dejaremos escapar.”-
Rodeada de tanta gente, no había manera de que Asami pudiera alejarse de los guardias. Observaba impotente cómo se usaban los paneles metálicos restantes para tratar de llegar atravesar el mar de lava. Otra explosión sacudió el patio, y dejó escapar un grito de angustia mientras el puente se derrumbaba. -“Tenemos que cruzar ese foso.”- sollozó ella, con voz quebrada, sintiendo un bulto doloroso en su garganta. -“Allí está Korra. Tenemos que…"-
-“No necesitamos cruzarlo.”- Dijo tranquila Suyin no dejaba lugar para preguntas, pero eso la hizo calmar un poco a ella y el vacío que había crecido en el estómago de Asami. -“Lin y yo podemos bajar desde  la cúpula en cables.”-
-“Esa es una gran idea."- dijo Lin. -“Excepto...”- Otra explosión sacudió el patio, y todos volvieron a cubrirse detrás de la barricada. -“Vamos volaremos en pedazo en segundos si esa monstruo de tres ojos nos ve.”-
Asami no tenía idea de lo que estaba hablando de Lin. Ni siquiera se había molestado en la carcasa a los enemigos. Las tácticas y la lógica que habitualmente se depende habían degenerado en una rabia feroz y primitivo. Todo lo que le importaba, todo lo que sabía, era que Korra había sido tomada. Su Korra. Ella apretó sus manos en puños, maldiciendo el hecho de que ella no había pensado en llevar su guante. Una descarga eléctrica podría poner fácilmente a alguien no importa qué tipo de dobladora que eran.
-“Es una maestra combustión."- explicó Suyin. -“Si somos capaces de aturdirla, sus poderes estarán aturdidos temporalmente.”-
Mako pareció animarse. -“Bolin puede dar en el blanco."- Dijo, palmeando el hombro del omega.
Los ojos de Bolin se abrieron con sorpresa. -"¿Puedo?"-
-“Tienes que aturdirla justo antes de que lleguemos abajo."- dijo Suyin. -“Con suerte, tendremos el tiempo suficiente para tomar a Korra y salir de allí.”-
Asami pestañeaba ante la neblina rojiza de sus ojos. Sólo una palabra de la conversación quedó atrapada en su cabeza. Korra, Korra, Korra... Ella gruñó y golpeó con sus puños contra la barrera de metal, ignorando las sensación de dolor que recorrían a través de sus brazos. Todos se voltearon para mirarla, sorprendidos por el movimiento violento, pero a ella no le importaba. -“Bolin, tienes que hacer eso. Si no puedes mantener distraída a la maestra combustión, yo lo haré."-
Bolin la miró boquiabierto con una expresión de pánico. -“Asami, no puedes. ¡Ni siquiera estás usando ropa!”-
-“Entonces sácala de allí. ¡Korra nos necesita!”- Korra me necesita.
Por fin, Bolin movió la cabeza en aceptación silenciosa. -"Bien. Es hora de Bolin. ¡Puedo hacer esto!"-
Los siguientes dos minutos fueron agónicos. Asami permaneció agachada detrás de la barrera de metal, sacudiendose a consecuencia de la ira que sentía, mientras Lin y Suyin se dirigieron a lo alto de la cúpula. Mako y Bolin estaban tirando lanzando tanto fuego como rocas, ya que así podrían distraer a los secuestradores de Korra, pero no parecían hallar un espacio para hacerlo. Korra estaba en peligro, fuera de su alcance, y no podía hacer nada para ayudar. Nunca antes se había sentido tan enojada, o tan increíblemente débil y rota.
Por fin, un grito agudo rompió el ruido alrededor de ellos. Asami levantó la cabeza justo a tiempo para ver a la alta mujer de cabello negro tirón mujer voltearse con sorpresa al cielo sobre donde estaba, habiendo un explosiones expansiva de fuego causada por su poderes. Sin embargo, justo detrás de los círculos de luz de fuego, se distinguieron dos figuras oscuras volando por los aire en cables. No podía estar segura, pero pensó que una de ellas llevaba a alguien sobre sus hombros. Por favor, deje que sea Korra. Espíritus, por favor, que sea Korra en los brazos de Lin...
-“¡Ja!”- Mako lanzó un exclamación de triunfo junto a su lado, rodeando con su brazo el hombro de Bolin. -“¡Buen trabajo, hermanito!”-
Si Bolin había respondido, Asami no lo escuchó. Tomando la radio que Mako había dejado con sus temblorosas manos, apretando con  el pulgar en el botón de llamada. -“¿Lin? Lin, ¿me copia? ¿Korra está a salvo? ¿La tienes?”-
Al principio, no hubo respuesta. Sintiendo una punzada de dolor en su intestino, y su corazón latiendo comenzaba a quebrarse en el pecho. Finalmente, justo cuando estaba a punto de saltar las barreras y unirse a donde estaban los guardias donde anteriormente estuvieron los secuestradores, con ropa o sin ropa, la radio cobró vida. -"Te copiamos."- dijo la voz entrecortada de Lin través de la bocina. -“El Avatar está a salvo. Repito, el Avatar está a salvo."-
Asami finalmente permitió que las lágrimas que ardían en sus ojos comenzará a rodar por su rostro. Su pecho se movía a causa de los sollozos, pero lo único que sentía era alivio. Korra está a salvo. Mi alfa está a salvo. Una mano reconfortante se colocó entre sus omóplatos, pero ella se apartó de tacto, girándose para ver Mako quien la miraba con preocupación. -“Asami, ¿ellos tienen a Korra? ¿Qué dijo Lin? Espera, ¿estás bien?”-
Sus pensamientos estaban bastante dispersos como para decir alguna palabra,  ella no podía responder a cualquiera de las preguntas de Mako. En su lugar, simplemente asintió con la cabeza, limpiándose las lágrimas y de nuevo poniéndose de pie. No le importaba si alguno de los miembros del Loto Rojo, quienes habían intentado secuestrar a Korra aún estuvieran en los alrededores. Necesitaba encontrar a Lin y  a Suyin lo más rápido posible y confirmar que Korra estuvieran bien.

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