La Alfa Perdida. Capítulo 3. Por RaeDMagdon

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Hola gente bella muy hermoso día tengan todos ustedes y pues aquí les comparto un nuevo capítulo del fic La Alfa Perdida :3 y ya saben sé que este fic ahorita anda partiendo kokoros, pero tranquis ya verán el porque de todo esto :3

Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.


PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3


***



RESUMEN: Han pasado tres años desde que Asami y Korra se han visto por última vez. Asami se ha dedicado a su hija y a la reconstrucción de la Ciudad República, mientras que Korra ha tenido problemas para recuperarse de sus heridas y olvidar a la mujer que tanto quiere y que ahora no amaba. Sus vidas son muy diferentes, pero cuando las circunstancias las reúna una vez más, se ven obligadas a hacer frente a su relación sin resolver y responder a sus sentimientos.


***


CAPÍTULO 3


Asami se quedó atrás mientras todos los demás se agolpaban cerca del muelle. No tenía ganas de formar parte del grupo, pero no podía evitar mirar las oscuras aguas del océano. La sombra de un barco aproximándose se había formado en el horizonte, y cuanto más se acercaba, más nerviosa se sentía. Ella anhelaba tanto y temía el regreso de Korra, y sus pensamientos viajaban entre los mejores y peores escenarios. Por un momento, ella se imaginó corriendo hacía los brazos de Korra y llorar entre aquel abrazo. Pero luego, le dolía el corazón al imaginar que su antigua amada alejándose de ella. Ambos escenarios eran igualmente probables, y era imposible adivinar si eso la carcomía desde su interior.
-"¡Caca!"-
La voz de Yasuko -y específicamente más por lo que había dicho- exigía su atención. Parpadeó varias veces para despejar su cabeza y miró a su hija, ignorando las curiosas miradas que se posaron sobre ellas. -"No, cariño, eso es una barca, un barco."- Dijo ella, siguiendo el movimiento de las manos de Yasuko para ver lo que la había cautivado. -"Eso lleva a la gente sobre el agua. ¿Puedes decir 'barca'. 'Barco'?"-
-"¿Caca?"-
-"Bar-PAH."-
-"¡Caaaca!"-
Más cabezas se giraron y Asami se sintió un poco pequeña bajo aquellas miradas. Obviamente habían oído las fuertes exclamación de felicidad de Yasuko. Algunos de ellos, como Ikki y Meelo, reían, mientras otros, como Tenzin y Pema, parecían avergonzados. Lin simplemente parecía molesta, pero como su expresión casi siempre era así, Asami no la tomó personalmente. -"Lo juro, no le enseñé eso."- Murmuró.
Casi todos volvieron sus miradas hacia el océano, pero Mako apartó del grupo para unirse a ella. -"¿Noche difícil?"- Preguntó él, bajando la voz para que ella pudiera oírlo.
Tirando del cuello de su blusa un poco sintiendo la brisa de la noche y asintió con la cabeza. -"Es más duro de lo que pensaba, permanecer lejos por tres años es un mensaje bastante claro, pero como una idiota, sigo esperando..."- Ella suspiró, bajando la mirada a sus pies. -"Sólo quiero que seamos amistosas por el bien de Yasuko. Ambas necesitamos estar allí para ella."-
-"Creo que Korra lo sabe."- Dijo Mako. Apoyando una mano sobre su hombro, y Asami trató de relajarse bajo el reconfortante toque.
-"¿Es estúpido que todavía esté enamorada de ella?"- Preguntó impulsivamente, girándose hacia él. -"Hace tres años, me dije a mi misma que el futuro no importaba, que tenía que arriesgarlo todo y expresar mis sentimientos, aunque sólo pudiéramos estar juntas una vez, pero..."- Miró de nuevo a Yasuko, que seguía feliz, mientras el barco que se aproximaba. Su hija tenía la tez de Korra, sus hermosos ojos azules. La forma de sus rostros eran iguales. No lamentaba las decisiones que habían llevado al nacimiento de Yasuko, pero a veces, pensar en el pasado le era doloroso.
-"No creo que sea estúpido."- Dijo Mako. -"Es fácil enamorarse de ella."-
La tristeza se formó en su rostro, y Asami se sintió culpable por traer el tema a flote. -"Lo siento, no fue justo de mi parte preguntarte eso, sé que los tres tenemos una historia algo incómoda."-
Mako forzó una sonrisa forzada. -"Sólo que una vez en el Oasis de las Palmeras Brumosas. Pero realmente, Asami, estoy aquí para ti y Yasuko, lo que haya pasado entre tú y yo, o tú y Korra, o yo y Korra..."-
-"Detente."- Dijo Asami, sonriendo levemente. -Suena más incómodo cuando lo describes."-
-"De todos modos, esa parte del pasado ya no es importante, todos somos amigos, sin importa en qué parte del mundo vayamos, incluso si Korra no se siente como si estuviera lista para ser tu pareja, sé que ella no te decepcionara ni a ti ni a Yasuko."-
Asami sintió una oleada de esperanza. Quería creer que Korra daría el primer paso y ser la madre que Yasuko necesitaba, pero parte de ella se preocupaba si eso no sería lo suficiente. Su corazón lo quería todo, y ella no sabía cuánta más decepción podría soportar.
Ella permaneció en silencio contemplativo, balanceando a su hija entre sus brazos hasta que el barco finalmente atraco. Una luz ilumino parte del suelo cuando una gigante puerta se abrió, hasta extenderse como una pasarela sobre el muelle. Naga salió corriendo primero, cayendo sobre su espalda y dando unos quejidos de emoción mientras sus patas agitaron en el aire. Yasuko chilló felizmente al ver al perro oso polar, pero Asami ignoró los movimientos de su hija. Sintiendo un nudo en su garganta, que no la dejaba respirar.
¿Donde esta ella? Estaba segura de que  ella sería la primera en salir del barco...
Otra figura bajó del barco, pero las esperanzas de Asami se hundieron rápidamente cuando vio que sólo era Tonraq. Su presencia trajo consigo un conjunto de problemas completamente diferentes. Le había encargado a Korra para que le informara a su familia sobre el nacimiento de Yasuko, sintiendo que no estaba en lugar para interferir, y no tenía idea de si Tonraq sabía siquiera que tenía una nieta. Apenas ella lo miraba mientras él y Tenzin estrechaban la mano, en parte por su culpa de mantenerlo en secreto, y así como tampoco podía apartar la mirada de la pasarela. A medida que los segundos pasaban, más dudas comenzaron a llenarla.  ¿Qué le está tomando tanto tiempo?
-"Tonraq, es bueno tenerte de vuelta en la ciudad, todos están emocionado de ver de nuevo al Avatar."-
-"¿Qué quieres decir?"- La nota de la voz de Tonraq finalmente llamó su atención hacia aquella conversación. -¿Korra no está ya aquí?
¿Korra? ¿Ya está aquí? Oh no...
-"No."-dijo Tenzin. Su rostro se torno preocupado, y Asami sintió que el nudo en su garganta ahora fue directo a la boca de su estómago. -"Pensábamos que ella vendría contigo."-
Tonraq negó con la cabeza. -"Korra dejó el Polo Sur hace seis meses, me escribió cartas, diciéndome que estaba aquí en Ciudad República."-
-"Te aseguro que tu hija no está aquí..."-
Asami no pudo soportarlo más. Ella se giró, con lágrimas de decepción ardiendo en sus ojos. Mako trató de rodearla con su brazo, pero ella lo apartó, no quería ser tocada. -Las palabras de Tenzin se mantenían dando vueltas por su cabeza-. No está aquí... no está aquí... no ...
-"Por favor."- Dijo ella, dejando a Yasuko en brazos de Mako. -"Yo... no puedo..."- Él tomó a su hija sin decir una palabra, y ella se echo a correr, cabizbaja para que nadie la viera llorar mientras se marchaba.
Siguió corriendo hasta que se alejó de la multitud, siguiendo el camino que daba a la playa. Esperando que todos los demás estuvieran menos dispuestos a intentar seguirla. Cuando ya no podía ver los muelles detrás de ella, se dejó caer de rodillas en la arena y enterró su rostro lleno de lágrimas en sus manos. Todo a su alrededor era naturalmente silencioso. Los únicos sonidos que podía oír eran el suave siseó del océano y sus propios sollozos ahogados.
Ella no regresó. Le conté sobre Yasuko, y no volvió. Le dije que todavía la quería, y no volvió. Quizás nunca la vuelva a ver. Aquel pensamiento debió haberla hecho enojar, pero en lugar de ello, lo que hizo fue romper su corazón. La idea de no volver a estar cerca de Korra, de nunca verla sonreír, sin oír su risa, era devastador. Nuevas lágrimas se deslizaban entre sus dedos, y su pecho estaba agitado mientras luchaba por respirar. Ella no nos quiere. No me quiere...
Impulsivamente, se limpió sus lágrimas con la manga de su blusa y comenzó a desabotonarse el abrigo, buscando en uno de sus bolsillos. Sacando una carta, la única carta que Korra le había escrito durante en esos últimos tres años:
Querida Asami,
Siento no haberte escrito antes, pero cada vez que lo intentaba, nunca sabía qué decir. Los últimos dos años han sido los más difíciles de mi vida. A pesar de que ya puedo caminar ahora, todavía no puedo entrar en Estado Avatar. Sigo teniendo visiones de Zaheer y lo que sucedió ese día.
Te extraño todo el tiempo. Algunas veces, me despierto y espero ver tu cara. Me duele el corazón cuando me doy cuenta de que no estás allí. Quiero volver a casa pronto, pero siento que me estoy volviendo loca muchas veces. No puedo estar contigo mientras estoy así. No puedo ser la pareja que tú mereces, y no puedo ser la madre que Yasuko necesita.
Sólo sé que ella es perfecta. Contigo como su madre, ¿cómo no podría serlo? Me alegra que la hayas llamado como a tu madre. Al menos tendrás a dos miembros en tu familia de la que ella pueda estar orgullosa. Espero que algún día, ambas puedan estar orgullosas de mí también. Quiero mejorar pronto, para que podamos ser una verdadera familia. Pero mientras me encargue de esto, ninguna de las dos estará segura a mi alrededor.
Katara piensa que la mayor parte de eso está en mi cabeza, así que he estado meditando mucho, pero a veces me preocupa que nunca me pueda recuperar por completo. Por favor no le digas a Mako y a Bolin que te escribí a ti y no a ellos. No quiero herir sus sentimientos, pero es más fácil decirte sobre estas cosas. No creo que ellos lo entiendan. Y por favor dile a Yasuko que la amo. Sé que ella no puede entender todavía, pero quiero que ella lo escuche.
Con amor,
Korra
Ambas manos de Asami temblaban mientras sostenía el papel, pero al final, lo dobló y lo guardó en el bolsillo de su abrigo antes de que pudiera romperlo o mancharlo con las lágrimas. No importaba cuánto quisiera, y no importaba cuántas veces Korra la decepcionará, ella no podía cortar el hilo.
Es por el bien de Yasuko,  se dijo a sí misma, limpiándose nuevamente las lágrimas con la manga. Pero en el fondo, sabía que eso no era cierto. Incluso si no hubiera quedado embarazada, no creía que hubiera podido dejarla ir. Llevando una de sus manos a su hombro, acariciando la marca que estaba allí. A través de todo aquel dolor, tocarla todavía le traía una extraña sensación de paz que ella no podía entender completamente.
Permaneció sola en la playa por un largo tiempo, hasta que sus lágrimas se habían detenido y su persistente sentido de la responsabilidad tomará el control. No podía dejar a Yasuko con Mako durante toda la noche. Su hija la necesitaba, y no iba a huir de sus responsabilidades. Se puso de pie y sacudió la arena de sus piernas, mirando fijamente las débiles estrellas esparcidas por el cielo.
¿Dónde estás, Korra? ¿Sigues tratando de volver a nosotras, o eso solo fue otra promesa rota?

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