La Alfa Perdida. Capítulo 6. Por RaeDMagdon

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Hola gente bella muy muy feliz domingo para todos y como ven, aquí viene otra entrega de La Alfa Perdida :3 y mientras algunos no se han visto del todo los comics de Korra pues que mejor no disfrutar un fic =D

Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.


PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3


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CAPÍTULO 6

Asami miró fijamente las cartas entre sus manos, fijándose en el brillo opaco de la luz de los sellos de cera roja. No estaba completamente segura de por qué había venido a este lugar. Tal vez fue por cerrar una etapa, especialmente porque Korra todavía no se encontraba en ninguna parte. Tal vez fuera por obligación a Yasuko. De cualquier modo, estaba empezando a lamentar su decisión.

Espíritus, ni siquiera puedo mirar su rostro,  pensó mientras las cartas se movieron un poco en su agarre tembloroso. ¿Por qué tengo tanto miedo de este encuentro? No me importa cómo él se siente.  Pero a pesar de lo que había hecho, Hiroshi seguía siendo su padre. Él le hizo sentir cosas que desesperadamente deseaba no sentirlas. Muy parecido a lo de...
-"Asami, has venido."-
Levantando la cabeza al oír su nombre. De mala gana, miró al rostro de su padre. Para su sorpresa, Hiroshi se veía completamente diferente a la última vez que lo había visto. Su cabello era un sombrío tono de gris, ni siquiera un gris plateado, líneas pena adornaba alrededor de su boca y sus ojos eran profundos. Sus gafas estaban rayadas, y se sentaban de manera desigual sobre su nariz. Sin embargo, de alguna manera, seguía siendo el mismo hombre. Una sombra de quien había sido una vez, pero familiar de una manera que no podía describir.
La idea la aterrorizó.
-"Vine a devolvértelas."- Empujó la pila de cartas sobre la mesa hacía él, esperando que al tomarlas, sus manos pudieran dejar de temblar.
Los ojos de Hiroshi se iluminaron un poco cuando vio las cartas, pero la chispa desapareció rápidamente. -"Jamás las abriste."-
¿Que esperabas?  Asami quería decirle. Usaste la muerte de mi madre como excusa para lastimar a las personas. En hacerle daño a mis amigos. Para herir a Korra...  El dolor era demasiado, alejando ese pensamiento antes de que pudiera decaer más. -"Deja de escribirme."- dijo, manteniendo su voz tan plana y sin emoción tanto como pudo. -"Ni siquiera sé por qué vine aquí, nunca quiero ver o escuchar de ti otra vez."- Empujando su silla hacia atrás para ponerse de pie, más ansiosa que nunca para marcharse. No estaba segura a dónde iría, pero cualquier lugar tenía que ser mejor que seguir en esa cárcel.
-"Espera."-
Asami intentó seguir moviéndose, pero sus pies permanecieron clavados en el suelo. La petición quejumbrosa era imposible de ignorar. Lentamente, se dio la vuelta, permaneciendo perfectamente en silencio.
-"Por favor, déjame decir una cosa, entonces nunca volveré a contactarte."-
Se quedó quieto, cautelosa e insegura. Se debatía entre quedarse o marcharse, sin saber que la dejaría más destrozada. Al final, no fue la súplica de Hiroshi, sino sus propios sentimientos los que tomaron la decisión por ella. No podía dejarlo así. Un lugar vacío en su corazón ya era uno demasiado. Se sentó nuevamente y cruzó los brazos sobre su regazo, esperando con expectativa.
Cuando Hiroshi habló, fue con un remordimiento practicado. Los labios de Asami se apretaron cuando se dio cuenta de que probablemente había estado ensayando este discurso durante años. -"No me puedo perdonar por todas las cosas horribles que he hecho, y nunca espero que me perdones. Destrocé nuestra familia y destruí nuestra reputación..."-
Titubeando un poco, un remordimiento genuino apareció en su rostro. Asami se inclinó hacia delante, escuchando con más atención. Sus ojos empezaban a arder, y apretó sus dientes, tratando de luchar contra las lágrimas. No había querido que sus palabras la sacudiera a ella, pero por mucho control que tuviera sobre su vida, casi no podía con sus sentimientos.
-"Pero en una vida llena de culpa, tú eres lo único en lo que puedo pensar que me haga sonreír. Solo quiero que sepas que estoy tan orgulloso de ti, Asami. Eres lo más grande que he creado jamás."-
Asami se puso de pie nuevamente, corriendo antes de que las lágrimas pudieran caer. No se molestó en mirar atrás para ver el dolor en el rostro de Hiroshi. Necesitaba distancia para tomar su próxima decisión, aunque sólo fuera por unos minutos. Por encima de todo, no quería que la viera llorar. Llorar era algo que hacía sola, generalmente en medio de la noche. No aquí, en un pasillo estéril y poco iluminado.
Yasuko la esperaba más allá del puesto de control de seguridad, escondida en los fuertes brazos de Mako. Gritando alegremente, una sonrisa que se extendía desde su mejilla rechoncha hasta la otra. -"¡Mami!"- Asami la tomo sin decir una palabra, enterrando su rostro en el cabello que olía dulce de su hija. Ella mantuvo a Yasuko cerca, balanceándola de un lado a otro, y finalmente dejó caer las lágrimas.
-"¿Asami?"- La mano de Mako tocó su hombro, que vacilante le dio consuelo. -"¿Estás bien?"-
Por mucho que quisiera tranquilizarse, Asami se resistió a apoyarse en él una vez más. Mako ya había hecho mucho por ella en estos últimos años, pero no quería abusar de sus límites. Ella se encogió de hombros tan suavemente como le fuera posible y trató de calmar su sollozo. -"Sí."- Dijo finalmente, mientras los diminutos puños de Yasuko se encontraban el cuello de su chaqueta. -"Quiero decir... no, pero lo estaré, fue mejor de lo que esperaba, por eso estoy llorando."-
-"Sabías que sería lo mejor."- Mako no hizo ningún esfuerzo por tocarla, pero su ceja se frunció con preocupación. De lo contrario, no habría traído a Yasuko hasta este lugar.
Asami odiaba admitirlo, pero Mako tenía razón. A pesar de que su padre había hecho cosas terribles, aunque Korra la había abandonado, todavía creía en que las personas eran buenas. Una parte de ella había esperado que Hiroshi se arrepintiera lo suficiente, lo bastante digno como para conocer a su única nieta. Quería que Yasuko supiera al menos de otra parte de su familia.
Miró la cara redonda de su hija, y su corazón se quebró un poco al ver su sonrisa. Era tan familiar, a pesar de que aún faltaban unos dientes. -"Es estúpido de mi parte desear que Korra estuviera aquí, ¿verdad?"- Le susurró a Mako mientras apartaba un mechón suelto del cabello oscuro de Yasuko. Eso era algo que su hija había heredado de ella. El resto era todo de Korra, y le rompió el corazón aun cuando le dio una extraña fuerza de seguir adelante.
-"No es estúpido."- dijo Mako. -"Pero creo que sabes lo que tienes que hacer ahora."-
-"Si ella vuelve a casa, no sé si podré ignorar las cosas como si no hubiera pasado nada... Ha pasado tanto tiempo... cualquier excusa que tenga no puede ser lo suficientemente buena."-
Mako se encogió de hombros. -"Probablemente no, pero te lo mereces para ver si puedes perdonarla y así también puedas perdonar a Hiroshi, no por ellos, porque no lo merecen, sino por ti y por Yasuko. Es lo que quieres, ¿no es así ?, sin considerar sus sentimientos."-
Asami permaneció en silencio durante un largo tiempo, perdida en sus pensamientos. Todavía no estaba segura de qué haría cuando Korra decidiera regresar a Ciudad República, pero quizás reconciliarse con Hiroshi sería un comienzo para cerrar ese agujero que tenía en su corazón. No podía seguir caminando medio vacía, con solamente Mako apoyándola. No era justo para ninguno de ellos y más para él por ser su único apoyo emocional, sobre todo porque ya no estaban involucrados románticamente .
-"Yo... creo que quiero volver adentro."-
Mako asintió con la cabeza, sonriendo levemente, Asami pudo darse cuenta de que lo aprobaba.
Regresó a la zona de visita con mucha más calmada que antes. Los guardias no se detuvieron para revisarla por segunda vez, por lo que estaba agradecida. Todos sabían cual era su nombre y quién estaba visitando. Por una vez, su desagradable fama estaba funcionando a su favor. Ella dio un agradecimiento inclinando levemente la cabeza y regresó por el pasillo, ganando confianza a cada paso. Esto no es por él, y no es porque lo merezca. Es por mí y Yasuko, porque  lo merecemos. 
Cuando entró a la sala de visitas, Hiroshi todavía estaba sentado en la mesa. Su rostro estaba enterrado en sus manos, y sus hombros hundidos. Asami podía decir con una mirada que también había estado llorando. Con cautela, se acercó a la mesa y se sentó de nuevo, colocando a Yasuko en su regazo. La bebé agarró el borde de la mesa, encontrando una posición para ponerse de pie, algo inestable.
El sonido del cambio sacudió a Hiroshi de depresión. Alzó la vista y sus ojos enrojecidos se abrieron con sorpresa. -"Asami, has vuelto."- Él jadeó cuando notó a Yasuko mirándolo por encima de la mesa. -"Con..."-
Asami asintió. No estaba segura qué decir, así que simplemente dejó escapar lo primero que se le vino a la mente. -"Quería que conocieras a Yasuko, no estoy segura si mereces conocerla, pero ella si merece conocerte."-
El rostro de Hiroshi se estremeció, como si no estuviera seguro si sonreír o llorar de nuevo. -"¿Yasuko? Le nombraste así después..."-
Asami no pudo contestar, así que le habló a su hija. -"Yasuko."- Dijo ella, mientras sostenía las caderas de la bebé para poder balancearse sin caer. -"Este es tu abuelo, mi padre, Hiroshi."-
-"HO-shi."- repitió la pequeña Yasuko, estirándose hacia atrás para mirarla. -"Ho-shi, Ho-shi... ¿Mako?"
Hiroshi pareció sorprendido, pero respondió a la pregunta que Asami sabía que quería. -"Mako no es su padre."- Explicó, tragando el nudo que apretaba su garganta.
Estudiando el rostro de Yasuko más de cerca, y Asami supo el momento en que se dio cuenta de la verdad. Sin embargo, no dijo nada. Tomando una de las cartas selladas y la abrió, sacando un papel desgastado del interior. Asami comenzó a protestar, pero en vez de entregarla a ella y pedirle que leyera, comenzó a doblarla para hacer una figura. -"Yasuko, ¿sabes lo que es un avión?"-
Al instante, el pequeño rostro de Yasuko se iluminó. -"¡Avon! Avon cieo."- Hiroshi continuó doblando el papel, y Asami no pudo evitar sonreír. Pronto, el papel había tomado forma, con dos alas robustas y un punto al frente. Lo sostuvo, y Yasuko golpeó sus manos sobre la mesa con alegría, casi inclinándose hacia adelante, esfuerzandose por alcanzarlo. -"¡Avon, cieo!"-
-"¿Quieres ver volar el avión?"-preguntó Asami.
-"¡Siii, voar!"-
Después de echarle un vistazo para dar el visto bueno, Hiroshi envió el avión volando hacia las luces del techo. Sobre volando por varias mesas, y Yasuko siguió el avión de papel con ojos anchos y redondos, gritando felizmente, mientras sacudía sus pequeños brazos al aire. Finalmente, cayó en el suelo, y Hiroshi se levantó para recogerlo. Asami también se levantó, cambiando el peso de Yasuko a su cadera, interceptando a su padre antes de que pudiera salir de la mesa. -"La primera vez que vine aquí fue porque quería decirte cara a cara  que no quería volver a verte ni saber de ti nunca jamás. Quería que mis palabras te hicieran daño, para que tú supieras el daño que me hiciste."-
Hiroshi bajó los ojos y la expresión de tristeza regresó a su rostro. -"Lo siento."-
-"Pero cuando te vi, lo que sentí no fue ira. Fue tristeza, mancillaste nuestro pasado y destruiste nuestro futuro juntos..."- Después de un momento de vacilación, le pasó a Yasuko hacia él. Al principió la bebé se retorcía, pero finalmente se acomodó en sus brazos mientras él la miraba con asombro. -"No estoy segura de si seré capaz de perdonarte, pero eso no significa que no deba intentarlo."-
Los ojos de Hiroshi brillaron. Intentó hablar, pero no salió ninguna palabra. Asami se giró un poco y fue a recoger el avión de papel, frotándose los ojos con la manga. La mano de ella tembló cuando ella lo alcanzó, pero comenzó a sonreír. Tal vez había algo que salvar de esto después de todo.

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1 comentario

  1. Ayer mi novia me recomendó este fanfic y hoy ya le llevo la delantera debido a que no sabía que tenía secuela. Y no he escrito en ningún capítulo pero es que este dios me parte el corazón de verdad quiero llorar solo de pensar del destino del papa de Asami de verdad con todo mi corazón espero que cambie el final del padre y sea más feliz ya que si lo hace como en el anime lloraré me romperá el corazón.

    Por cierto aprovechando que al fin escribo algo muchas gracias y felicidades por tu gran trabajo sigue así n.n

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