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Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.ADVERTENCIA 2: Llegará momentos en que la narración es bastante, digamos fuerte gente bella por lo cual se recomiendo discreción (si como dicen algunos programas de TV :v JAJAJAJJAA). Y lleguen al final de la lectura 7v7r se encontraran una sorpresa.
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CAPÍTULO 10
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Rayos, ya se viene.
Korra agarró las sábanas, luchando contra el placer que sentía en cada fibra de su ser. Tomando todo lo que para intentar no moverse dentro del calor abrazador que la rodeaba.
Rayos, ella viene.
Tratando de apartar la mirada, pero la vista sobre ella era fascinante. Los pechos de Asami rebotaban con cada movimiento, y su abdomen no paraba de temblar.
rayos, ¿cómo es que se sigue viniendo?
Las paredes internas de Asami se agitaron una y otra vez, apretando más de lo que Korra había creído posible. Su miembro palpitaba y, a pesar de sus esfuerzos, sintió las contracciones rápidas y calientes recorrió su cuerpo. -"Asami, por favor."- Dijo en una suplica. -"Déjame retirarme, voy a... venirme..."- Sus instintos le gritaban que se dejará llevar, que moviera sus caderas y llenara a Asami con todo lo que tenía, pero sabía que no podía. Ya había traicionado la confianza de Asami. No lo haría de nuevo, sin importarle lo que le costara.
Esta vez, Asami en realidad escuchó su advertencia. Quitándose de ella y Korra gruñó cuando el cálido calor dejó su miembro. Su nudo retumbo en protesta, y su miembro se tensó sin poder contenerse ante el aire frío. Ella había estado tan cerca...
-"No crees que hemos terminado, ¿verdad?"-
Korra parpadeó. -"¿Q-qué?"- Ella tartamudeó. Apenas podía pensar más allá de la presión que sentía su miembro. Le dolía con plenitud, y temía que estuviera a pocos segundos de venirse incluso sin ser tocada.
-"Mientras estabas ausente, pasé mis últimos seis calores encerrada en cámaras de aislamiento, acurrucada y llorando porque dolía tanto."- Asami comenzó a arrastrarse sobre su cuerpo, y Korra tragando un gemido a punto de escapar mientras sentía la humedad deslizarse sobre su abdomen. Las palabras parecían cuchillas retorciéndose en su estómago, pero no sabía si era por deseo o culpa. -"Necesito esto, Korra, necesito más."-
Antes de que pudiera disculparse u ofrecer alguna seguridad, Asami se arrodilló sobre ella. La nueva posición le ofrecía una vista perfecta, y Korra no podía evitar mirar entre sus piernas. Brillantes rastros de humedad pintaban los muslos, y sus labios externos estaban hinchados y separados como pétalos revelando el resbaladizo rosado pliegues. El tenso brote rojo de su clítoris se podía llegar a ver a simple vista, y su entrada aún estaba totalmente abierta. El miembro de Korra dio una celosa contracción. El fresco recuerdo de cómo Asami se había sentido alrededor momentos antes era casi insoportable.
-"No se limite a mirar."- Su cabello oscuro cayeron a los lados del rostro de Asami, enmarcando sus ardientes ojos mientras esperaba. -"Lámeme."-
Korra no necesitaba que se lo dijeran dos veces. El olor de Asami la llamaba, llenaba su nariz y se le hacía agua a la boca. Soltando las sábanas, rodeó los muslos de Asami, atrayendola más a su rostro.
Ese fue el único momento de control que se permitía tener. Luego de un suspiró tardío, Asami se aferró a su cabello y tiró de ello hacia adelante. Le dolió, pero casi no tanto como su miembro cuando probó a Asami finalmente con su lengua. Era incluso mejor de lo que recordaba, y no tenía idea de cómo había sobrevivido sin ella durante tanto tiempo. Gimió mientras la cálida miel recorría por su boca y barbilla, tratando de probar todo lo que podía.
-"Deja de hacer eso."- Jadeó Asami sobre ella. Sus dedos entrelazados en el cabello de Korra se tensaron más, tratando de dirigirla de nuevo a su centro, pero no paró lo que estaba haciendo. Ella gimió, tratando de acariciar e introducir su lengua más allá de la apertura de Asami, buscando un ángulo aún mejor. -"Korra, no estés jugando, esto no es para ti, necesito venirme otra vez."-
Era una tortura alejarse de esa constante dulzura, pero de alguna manera, logró obedecer. Sabía que tendría todo lo que quería una vez que Asami su orgasmo. Succionando la punta dura del clítoris de Asami entre sus labios, atrapándolo y acariciándola con la punta con su lengua.
La reacción de Asami fue inmediata. Gimiendo con gusto, el sonido emitió una oleada de deseo entre las piernas de Korra. Oír así a Asami era casi tan maravilloso como probarla. Recordando que finalmente estaba con la mujer adecuada, aunque no fuera así como ella quería. Era un regalo que no daba por sentado otra vez.
Duplicando sus esfuerzos, trazó, movió en círculo su lengua y succionó hasta que Asami era un desastre tembloroso sobre ella. Las caderas de Asami se movían constantemente, pero Korra trató de anticipar aquellos irregulares movimientos, siguiendo el ritmo lo mejor que pudo. Fue recompensada con más humedad, pero se resistió a la tentación de retenerlo. Dejó que se derramará sobre sus mejillas, succionando el clítoris de Asami aún más en su boca.
-"Eres buena en esto, demasiado buena."- Jadeó Asami, fulminándola con la mirada. Todavía estaba enojada, pero el vívido rubor que se marcaba en su rostro y se deslizaba por su cuello dejó claro que lo estaba disfrutando. -"¿Hiciste esto con otros omegas mientras estabas ausente?"-
Korra no tenía idea qué decir, pero no importaba. La mano de Asami todavía aferraba con fuerza el cabello de Korra , instándola a permanecer exactamente donde estaba. Pasando la mano por el muslo de Asami, sintiendo tensión por debajo de la suave piel de su amada. No era el "no" que deseaba poder dar, pero era todo lo que podía hacer.
-"¿Las hiciste venir?"- Preguntó Asami, las uñas rozaban el cuero cabelludo de Korra.
Por supuesto que sí. Ambas lo sabían. La pregunta era un arma, destinada a herir su corazón. Soportó aquel dolor, sabiendo que se lo merecía, y se concentró en llevar a Asami más cerca del límite. Ni siquiera empezaría a compensar sus errores, pero ayudar a Asami con la peor calor que tenía era lo menos que podía hacer.
Asami comenzó a moverse más rápido. Los músculos de su abdomen se tensaron, y su ritmo era errático. -"Espíritus, ni siquiera me importa, simplemente no te detengas... no te detengas... noTeAtrevas -".
Korra pensó que estaba preparada, pero el orgasmo de Asami fue lo suficientemente fuerte como para tomarla por sorpresa. Una poderosa calidez golpeó su barbilla, cubriendo completamente la mitad inferior de su rostro y recorriendo hacia su pecho. El clítoris de Asami palpó sus labios, y ella seguía succionado las primeras oleada, negándose a soltarla. Afortunadamente, Asami había dejado de hablar. Estaba congelada, temblorosa, rígida con fuerza mientras se venía.
La mano que se aferraba en su cabeza soltó su agarré, y Korra se apresuró a terminar lo que había comenzado. Empujando su lengua más allá de la entrada temblorosa de Asami, ansiosa de probar el resto. En lugar de regañarla por ser egoísta, Asami gimió sorprendida, cayendo en otra ronda de orgasmo. Korra los saboreó todo el tiempo que pudo, moviendo su lengua hasta que le dolía la mandíbula. Las lágrimas que salían, no eran incomodidad. Esto era lo mejor y a su vez lo peor que había sentido en tres largos años.
El orgasmo de Asami parecía extenderse para siempre, pero cuando finalmente se satisfacción por completo, terminó abruptamente. Apartándose a un lado, jadeando pesadamente, dejando a Korra mirando el techo. Apoyándose sobre su codo, tratando de alcanzar a su amada, pero olvidó lo que estaba haciendo a medio camino. Asami se había movido para sentarse a su lado otra vez, y aquella vista empeoró el duro nudo. Su miembro palpitaba, y una fresca humedad se formaba en su dolorosa hendidura, recordándole que aún no se había venido.
-"¿Qué hay de esto?"- Preguntó Asami preguntó con una voz gutural. Mientras bajaba sus caderas, Korra siseó mientras la calidez resbaladizo arrastrándose a lo largo de su miembro. -"¿También hiciste esto con otros omegas?"-
Korra mordió su labio inferior. No quería responder, pero tampoco podía mentir. -"S-sí."-
Asami volvió a moverse sobre ella, alineando su entrada contra la cabeza hinchada del miembro de Korra. -"¿Te los tiraste?"-
Korra estaba demasiado avergonzada para hablar. Sólo pudo asentir y bajar la mirada, observando como la punta de su miembro comenzaba a hundirse en el interior de Asami. No merezco esto, gritaba internamente mientras la dolorosa calidez la rodeaba. No la merezco...
-"¿Valió la pena tirártelos?"- Asami tomó otro centímetro de su miembro dentro de ella, apretándolo deliberadamente. -"¿Fueron mejores que yo cuando me cogías?"-
Esa pregunta tocó una fibra de emoción. -"Nunca fue solo coger contigo."- susurró Korra, Asami estaba dispuesta a creerle. -"Ni siquiera ahora es solo eso."-
Asami se quedó inmóvil sobre ella, parecía insegura por primera vez desde que se habían despojado desnudado. -"Korra..."-
-"Te amo. No... no."- Agregó cuando Asami trató de hablar. -"No tienes que responderme eso, no tienes que decir nada, solo..."- Sus labios temblaron, y tuvo que tragar el nudo de su garganta. -"Yo no amaba a ninguno de ellos, y tú debes saberlo, ¿de acuerdo?"-
Asami cerró los ojos y respiró profundamente a través de su nariz. -"Esto no es justo, no me digas eso y pasaste tres años tirando con todos mientras estás dentro de mí, y luego dices que me amas como si nada hubiera cambiado, como esperas que te entienda y perdone."- . Pero entonces, parecía llegar a una conclusión. Terminando de tomar completamente su miembro, y Korra casi llegó a su orgasmo cuando sus cuerpos se unieron de nuevamente. A pesar de sus complicadas emociones, la presión y calidez de Asami eran casi imposibles de resistir. Mordiendo el interior de su mejilla, trataba de distraerse.
-"¿Qué hay de esto?"- Asami movió las caderas hacia adelante, frotándose sobre su nudo. -"¿Te has venido dentro de ellos? ¿Los anudaste?"-
Korra sacudió la cabeza. -"Nunca. Tuve cuidado, y... y-yo... yo no podía, ellos no eran tú."-
Asami no dijo nada. Empezó a subir y bajar lentamente, movimiento que se hizo más rápido al pasar los segundos. La mirada de traición en su rostro se había derretido en un arrebato, al menos por el momento, y Korra se esforzó por no moverse. Temía que si lo hacía, desencadenaría su orgasmo a pesar de sus esfuerzos. Su miembro estaba palpitando más fuerte que nunca, y se estremeció cada vez que Asami lo tomaba dentro de ella.
-"Korra..."- Ella olvidó su dolor por un segundo cuando Asami agarró una de sus manos, atrayendola entre sus cuerpos. Sus dedos encontraron aquel lugar resbaladizos, gimió cuando Asami los guió en círculos lentos. -"Dices que me amas, hazme creer, hazme venir."-
Finalmente, le permitió dar placer en lugar de tener que atormentarse por no poder, eso le dio a Korra un poco de esperanza que necesitaba. Continuó con el movimiento que Asami le había mostrado y empezó a balancear sus caderas, provocando que los tensos músculos de la entrada de Asami se juntara con su nudo. Cada empuje amenazaba con llegar a su clímax, pero se reprimía, decidida a verla llegar primero.
Para su alivio, no tardó mucho. Asami se quedó rígida después del siguiente movimiento, viniéndose con un largo y dulce gemido. Korra se mantuvo perfectamente inmóvil, apretando los dientes al sentir las contracciones. Su miembro palpitaba con cada oleada de las paredes aterciopelada de Asami, a pesar de dar unos movimientos, unos débiles fluido escapo de su miembro, logrando evitar liberar el orgasmo dentro de su palpitante centro. Ella confía en mí. Me está dando más de lo que tengo derecho a recibir. No puedo decepcionarla.
Cuando las contracciones de Asami se detuvieron, Korra era un lío y temblaba débilmente, dando gemidos con cada escalofrío que recorría por su cuerpo sensible. Líneas de lágrimas fresca tenía en su rostro ruborizado y sudoroso, pero cuando abrió la boca para suplicar, no salió ningún sonido. El dolor dentro de ella amenazaba con abrumarla, hasta que no podía soportarlo. Aunque había olvidado cómo hablar, su mente pensaba en una sola palabra. Por favor...
En algún lugar, más allá de su desesperación, sintió que la calidez que la apretaba se retiraba. Asami se apartó y acostándose a su lado e inclinándose para susurrar contra sus labios. -"Esto es mío."- Gruñó, rodeando con su mano el miembro de Korra y apretándolo fuerte. -"Mételo en otra persona otra vez, y te lo arrancaré."- Apenas se percató de esa amenaza, pero la voz posesiva de Asami y la mano sobre su miembro tenía Korra al borde. Se contraía en el agarre de Asami, y cuando sus bocas chocaron, toda la presión palpitante dentro de ella finalmente estalló.
Su orgasmo se precipitó en fuertes caudales, llegando sobre los dedos de Asami, salpicando su propio abdomen. Los fuertes fluidos corrían por todas partes, y sus caderas se cernieron sobre la cama mientras su clímax la abrumaba. Un grito ardió en su pecho, pero todo lo que salió fue un gemido de fatiga mientras lo intentaba y no podía mencionar el nombre de Asami en medio de su profundo y enredado beso. Apenas podía creer que Asami fuera la que estaba pegada contra ella, sintiendo sus labios hinchados sobre los de ella, sacando un río de orgasmo de su miembro.
La siguiente ronda de orgasmo llegó tan fuerte como el primero. Casi se desmayaba, y tuvo que alejarse del beso para poder respirar, aunque separarse era lo último que quería. Su visión daba vueltas mientras Asami se deslizaba entre sus piernas, esparciendo besos a través de su pecho y tomando entre sus manos el nudo. -"Y esto también es mío."- Dijo, apretando con ambas manos. -"Yo soy la única que puede recibir esto."-
Korra gimió fuerte al sentir la cálida lengua de Asami se arrastraba por su estómago, deslizándose por el desastre que ambas habían dejado. Seguía viniéndose, demasiado como para detenerse. Los labios de Asami vagaban cada vez más y más hacía abajo, y sólo saber hacía donde se dirigían la llenaba de desesperación. Espíritus, ella no va a... Asami colocó un beso la punta de su miembro, y su mundo entero se vino abajo. Ella gritó y sollozó y tembló, terminando de llegar completamente en la boca de su amada. Su miembro se estremecía una y otra vez, al igual que su nudo en las cálidas manos de Asami, hinchándose aún más.
Los siguientes minutos fueron imprecisos. Incluso sin el lazo formado, su orgasmo tardo mucho tiempo para ella relajarse. Asami alternó entre chuparla y acariciarla, haciéndola venir entre las contracciones. Ella suspiró aliviada y rindiéndose ante ello, contenta de disfrutar de la cálida lengua de Asami mientras se movía contra su aún hinchada cabeza. Finalmente, no tenía nada más que dar. Ella se inclinó para acariciar el cabello de Asami, silenciosamente haciéndole saber que estaba bien para que se detuviera.
Asami soltando suavemente su miembro, subió de nuevo a su altura, mirándola con ojos soñolientos. -"Te quiero dentro."- murmuró ella, volteándose y abriendo las piernas.
Korra intento varias veces hablar antes de que su voz llegó. -"Lo siento, necesito un minuto. Puedo usar mi mano si..."-
-"No, no es eso."- Asami vaciló un poco, y una pequeña arruga se formó en medio de su frente. -"Es solo que... no estoy lista para renunciar a ti todavía. ¿Por favor?"-
Con las últimas fuerzas que tenía, Korra quedando sobre el cuerpo cálido de su pareja. Ella dudó descansar todo su peso sobre ella, pero cuando la mano de Asami acarició el centro de su espalda, se relajó totalmente. Cuidadosamente se movió dentro antes de que su miembro pudiera suavizarse aún más, gimiendo ante aquella calidez acogedora y arrastrando una serie de besos lentos y húmedos a lo largo del hombro de Asami.
Korra no se dio cuenta de que estaba succionando la marca que había dejado sobre el cuello de Asami mientras las uñas de ella se clavaba en su espalda. Empezó a soltar su abrazo de inmediato, pero la otra mano de Asami acariciaba su rostro, instándole a quedarse. -"Está bien."- Dijo con voz entrecortada por el cansancio. -"Se siente bien. Podría quedarme dormida así... "-
Korra apartó la boca por un momento para bostezar. La oscuridad ya se deslizaba en torno a sus ojos. No había logrado dormir decentemente una noche en tres años, pero acurrucada entre los brazos de Asami, sintió que podría tener una oportunidad de dormir de verdad. Se dejó llevar, todavía succionando ligeramente el cuello de Asami. El último pensamiento antes de que el sueño la atrapará era lo mucho que quería despertar de la misma manera.
No sé como no murió korra de tanto sexo, se salvo que asami no es una sucubo, pero joder tres años en una especie de abstinencia es totalmente justificable sus acciones y mas por ese deseo de tenerla de vuelta. Como vencerá sus miedos y se ganará nuevamente su confianza, asami se merece eso y korra creo que está decidida a luchar por su familia. Creo que aún hay bastante que dar este fics.
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJAJA!! realmente pensé lo mismo cuando lo leí la primera vez, pero luego pensé "Bueno es el avatar" xD. Así es nwn aún queda capítulos para resolver ese enigma que tienes nwn
EliminarMm... Estubo bueno pero agg... Me deja algo insatisfecha 3 años y acostarse con todo el reino tierra y así de fácil la perdona que chafa
ResponderEliminar(al menos para mí, esperaba más y no que se resolviera así de dacil)
Creo que el hecho de que se hayan acostado no quiere decir que la haya perdonado perse, simplemente ha seguido sus instintos y sus deseos, asami está dolida y por mucho que la quiera no va a abrirse tan fácil a ella, korra debe demostrar ser merecedora de su amor no sólo por ella si no por su hija, es mas dudo que vuelvan a acostarse por voluntad 100% propia sin verse arrastradas por la época de calor, no ha menos que se solucionen las cosas. Digo es mi opinión pero creo que es lo mas lógico a pasar.
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