La Alfa Perdida. Capítulo 16. Por RaeDMagdon

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Hey hola gente bella muy buenas noches a todos, se que algo tardon pero no puede dejar faltar el capítulo de hoy, y que como cada domingo debe haber capítulo nuevo de La Alfa Perdida, si mañana tengo chance, les comparto el siguiente capítulo >.< de verdad hoy si que no pude traerle un doble capítulo, porque si que quería, pero lo más probable es que si sea mañana, así que pendiente nwn.

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Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.




PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3


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CAPÍTULO 16

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-"Vaya, supongo que todo eso la agotó, ¿eh?"- Korra susurró, mirando al borde de la cuna de Yasuko. -"Ya está dormida."- A pesar de la oscuridad, Asami pudo ver una sonrisa suave en el rostro de Korra. Parecía contenta, casi tan contenta como lo había estado durante aquellos momentos robados en Los Cuatros Elementos.
La vista de su pareja mirando a su bebé debería haber sido dulce, pero dejó un curioso dolor en el pecho de Asami. La tristeza había permanecido con ella durante todo el día, creciendo de manera constante mientras Korra pasaba tiempo con Yasuko. En vez de sentir felicidad cuando ambas se conocieron, se había sentido cada vez más aislada e insegura de sí misma. Peor aún era resentimiento lo que sentía. Ver lo que podía haber sido una vida de escasa y cierta frustración continua- Furiosa con Korra por permanecer lejos durante tanto tiempo y negar una vida familiar que podrían haber sido, y celos por el hecho de que Yasuko la había aceptado tan fácilmente.
Esto es normal, pensó, tratando de tragarse ese sentimiento. Han pasado tres años. Todos vamos a necesitar tiempo para adaptarnos.
-"No cuentes con que siempre se quede así."-dijo, tratando de inyectar algo de alegría en su voz. No era culpa de Korra que su humor se hubiera vuelto agrio. -"Ella no es buena para quedarse dormida durante toda la noche. He tenido que tomar siesta cuando lo hace."-
Si Korra se daba cuenta de sus dudas, pero no lo demostró. -"Pero tiene una grandiosa cuna aquí."- dijo, pasando la mano por el lateral de la cuna. -"Los laterales son bonitos y altos, el marco es robusto... Supongo que tu lo diseñaste"-
Asami se sorprendió de que Korra hubiera sido capaz de decirlo, pero asintió con la cabeza confirmando lo que dijo. - "Sí. Fui yo. Ninguno de las cunas que esta en el mercado era a prueba de fuego."-
Korra alzó las cejas. -"¿A prueba de fuego?"-
-"Eres su madre, no sabía qué con cual elemento iba finalmente a controlar. Quería estar preparada."-
-"Esa es muy buena idea. Mis padres me contaron que destruí algunos muebles cuando era una bebé."- Korra se volvió hacia la cuna, un poco melancólica. -"Me alegro de que hayas puesto tanto cuidado en esto"- Añadió con una nota de pesar-.
Una vez más, Asami volvió a tragarse sus propios sentimientos. No quería que Korra entrara en otra espiral de depresión. -"No te sientas mal."- Dijo ella. -"Es sólo una cuna."-
Korra suspiró, volviendo su rostro a ella y apoyando los dos codos al borde de la cuna. -"La Tribu del Agua del Sur tiene una tradición. Padres o madres alfas que esperan a sus bebés se supone que son los que deben hacer las cunas. No hay madera en el Polo Sur, por lo que se usa huesos de Morsa Yak para las cunas. Esto significa ir a cazar, y es bastante complejo a la hora de tallar. Puede tomar semanas en terminar, ojalá hubiera estado aquí para hacer una."- Haciendo una pausa y meneó la cabeza, sonriendo un poco en medio de su tristeza. -"Estoy segura de que te hubieras divertido tratando de encontrar una manera de proteger contra el fuego las pieles dentro de la cuna."-
El corazón de Asami se hizo pequeño. La mención del recuerdo que pudieron haber compartido abrió una vieja herida, y el resentimiento salió a la luz. -"Criar a un bebé no es divertido, Korra. Es gratificante, sí, pero no siempre son risas, felicidad o peleas de cosquillas como lo fue hoy. Ser padres es un trabajo duro y, francamente, no estoy convencida de que estés preparada para ello, después de un solo día de práctica."-
La expresión de dolor que pasó por el rostro de Korra hizo que Asami se arrepintiera de sus palabras, pero egoístamente, no quiso retractarse. Le era casi satisfactorio causarle dolor a Korra, compartir parte del dolor que había estado creciendo dentro de ella. Aparte de su primer encuentro sexual, los últimos días habían sido todo acerca de Korra. La culpa de Korra, los temores de Korra, las inseguridades de Korra. Era agotador, y sus propios sentimientos la estaban destrozando, desesperada por una salida.
-"Sé muy bien eso."- Korra se aparto de la cuna, dando algunos pasos vacilantes hacia ella. -"Es por eso que me gustaría haber estado allí para ayudar..."-
-"¡Entonces debiste haber estado allí!"-
El silencio que siguió a su declaración fue ensordecedor. Ambas se miraron la una a la otra, inseguras de lo que se suponía que iba a suceder a continuación.
Después de una larga pausa, Asami tomó un profundo y desigual respiración. -"Lo siento."- Dijo ella, con los hombros cayeron. -"Eso no fue justo, sé que fuiste desconectada de tus poderes, afrontando cosas que ni siquiera podía imaginar..."-
-"Asami..."-
Asami levantó la vista, esperando ver tristeza en los ojos de Korra. Lo que encontró fue unos valeroso color océano en su mirada, pero también había algo más. Simpatía. Ella siente lástima por mí.
Aquella comprensión la molestó. No quería la simpatía de Korra. Había hecho muy bien criando a Yasuko y reconstruyendo Ciudad República sola. Ella tenía una hija, amigos, un gratificante trabajo, incluso fama y fortuna. La partida de Korra había dejado un vacío dentro de ella, pero su vida estaba lejos de ser insignificante, y ciertamente no inspiraba compasión.
-"No me mires así."- Dijo ella en un apretado siseo, volviendo el rostro hacia un lado y bajando el rostro por si empezaba a llorar. Sus lágrimas amenazaron con desbordarse, estaba agradecida por que parte de su cabello las pudiera ocultar. -"No puedo soportarlo."-
Una mano vacilante se posó en su hombro, lo suficientemente ligera como para acariciarla si quería. Pero el peso de la palma de Korra era aún cálida y reconfortante. Tan conflictiva como estaba, no podía soportar rechazar aquel toque. -"Asami, deberíamos hablar, pero no lo hagamos aquí, quizás despertemos a Yasuko."-
Irse a otro lugar parecía sensato. Asami se dirigió a la puerta y salió al pasillo. Sus sentimientos sofocantes se aliviaron un poco cuando salió del dormitorio, y trató de controlarlos otra vez. -"No debería haberte gritado."- Dijo ella, acomodando su cabello, tratando de recuperar la compostura. -"Especialmente delante de nuestra hija."-
Korra cruzó las manos detrás de su espalda y miraba directamente a sus pies. -"En realidad, creo que deberías gritarme, tal vez eso podría ayudar."-
-"¿Qué?"- Un surco se formó en medio de la ceja de Asami. -"Korra, ya hemos hablado de esto, no lo mereces--"-
-"No se trata si lo merezco o no."- Dijo Korra. -"Tú estás sufriendo tanto como yo, y aparte de inmovilizarme y tener sexo conmigo como si me odiaras, apenas lo demostraste. Me has escuchado, pero no te he escuchado. yo quiero escucharte."-
-"¿Estás segura de eso?"- Dijo Asami, la crudeza se asomaba en su voz. -"No creo que te guste lo que vayas a escuchar"-
-"Pero tienes que decirlo, no puedes seguir guardándolo dentro, si lo haces, no tendremos ninguna posibilidad."-
Asami quiso objetar, pero sabía que Korra tenía razón. Había estado con sentimientos encontrados desde que Korra había vuelto de nuevo a su vida, esforzándose por equilibrar la ferocidad de su ira con la ferocidad de su amor. Pero ninguno iba a desaparecer. Quizás tengas razón. Buscó el rostro de Korra, aún silenciosa, pero no encontró ninguna duda, sólo tristeza y preocupación que la habían destrozado antes. Tal vez tenga que dejar esto atrás si quiero que  esto crezca mejor.
-"Te odio."-
Korra se estremeció, pero no habló. Aquel movimiento casi hizo que Asami se detuviera, pero las palabras emergieron dentro de ella, luego escapando como vapor.
-"Te lo di todo y me abandonaste. Trataste de olvidarme. ¡Te envié tantas cartas pidiéndote que regresaras a casa, y cuando por fin tuviste la decencia de escribirme, no te basto con romperme el corazón todo el tiempo! Me diste la suficiente esperanza para que te siguiera añorando después de que tú estuvieras tirándote a todo el Reino Tierra, teniendo sexo con cualquiera que te abriera sus piernas... ¡Y tú ni siquiera querías hacerlo! Lo hiciste porque no tuviste un poquito de coraje de pedir ayuda a mi o a tus verdaderos amigos... Te amamos , Korra, te amo, y trataste ese amor como si no valiera nada."-
Esperó una respuesta, pero no llegó ninguna. Korra no dijo nada.
-"Y eso sin mencionar a Yasuko. Te perdiste su nacimiento, sus primeros pasos, sus primeras palabras, la primera vez que hizo agua control... ¿Y todo por qué? Debido a que no pensaste que te necesitábamos, a pesar de que te dije una y otra y otra vez que si era así. Que... te necesitaba..."- Su voz se apagó, empezando a vacilar con tristeza y cansancio, pero una vez más esa furia se volvió a encender. -"¿Sabes qué? Ya no te necesito. Yasuko y yo lo hemos hecho bien sin ti. Y si te marchas de nuevo--"-
-"No me marchare de nuevo."- Las manos de Korra eran cálidas y ásperas mientras tomaban las suyas, pero el agarre era suave y delicado. Asami sabía que no debía mirar el rostro de Korra, pero no pudo evitarlo. Casi se ahogó al ver lágrimas en los brillantes ojos azules de Korra. Las lágrimas comenzaron a caer, continuando por sus mejillas, y Asami comenzó a llorar también.
-"No eres buena cumpliendo promesas."- Trató de llevar una mano a su rostro para limpiar las lágrimas que corrían hasta su barbilla, pero Korra no la soltó. -"No me digas algo que no tenga significado, no puedo pasar por eso otra vez."-
-"Te lo dije antes, y lo digo otra vez, no me iré, al menos que me mires directamente a los ojos y me lo digas."-
Asami no habló. No había palabras que decir. Se sentía vacía una vez más, y no estaba segura de si eso era mejor o peor que estar enojada. Había dejado salir todo lo que dolía, pero todavía estaba abierta esa herida como había sido la primera vez que una de sus cartas no había tenido respuesta. No sé cómo arreglar esto, se dio cuenta con un sensación de desesperación. Fingir que estaba bien no ayudó.  Arremeter contra ella no ayudó. ¿Qué se supone que deba hacer ahora?
Pero Korra parecía saberlo mejor que ella. Ella inclinó su cabeza hacía arriba, y Asami sintió unos suaves labios tocar su mejilla. El beso era tierno y lleno de comprensión- comprensión que no estaba segura de que lo mereciera. Korra la había herido profundamente, pero eso no le daba el derecho de hacer lo mismo. Inclinando un poco la frente, apoyándola contra la de Korra. No podía expresar su disculpa, ni decir nada, pero esperaba que Korra lo entendiera.
-"Está bien."- Susurró Korra, aún sosteniendo sus manos. -"Vamos a estar bien."-
Aquello que dijo Korra le daba ganas de creerlo. Ella cerró la brecha entre sus labios, y el beso abrió algo dentro de ella. Sus lágrimas se detuvieron, y el calor inundó su cuerpo, trayéndole una ola de alivio con ello. No de entumecimiento, sino la curativo, ese tipo de beso que ni siquiera sabía que necesitaba. Sus piernas amenazaron con ceder, pero Korra la guió hacia la pared, apoyándola contra ella. Sus bocas quedaron unidas todo ese tiempo.
Las manos de Korra vacilaron cuando comenzaron desabotonar su chaqueta, y Asami se apresuró en darle seguridad. Ella quería esto, y no porque su calor se lo exigiera. Necesitaba sentir el amor y la conexión aún más de lo que su cuerpo anhelaba en que Korra poseyera . -"Está bien."- dijo; aquellas palabras se deslizaba de sus labios entre una cadena de besos cortos. En lo más recóndito de su mente, se dio cuenta de que eran las mismas palabras que Korra le había dicho. Tal vez tengamos razón. Tal vez esto es correcto. Tal vez estaremos bien.
Cuando le dio permiso, Korra se apresuró en quitar su chaqueta rápidamente. Asami la dejó caer al suelo, alejándose de la pared para dejarla deslizarse por sus brazos. Aquel movimiento hizo que se apegará contra el cuerpo de Korra, y ella gimió cuando un firme muslo se deslizó entre sus piernas. Estaba haciendo esto por el bien de sus sentimientos, pero su cuerpo estaba lejos de ser indiferente. El tanteo de los dedos de Korra mientras buscaban más cremalleras hizo que su calor resurgiera de nuevo a la vida, y su interior palpitaba con el deseo de ser poseída.
Pero la culpa todavía ardía en el pecho de Asami. Sabía que no podía permitir que las cosas sucedieran así. No puedo dejarla que tenga sexo... con mi pareja... y hacerme el amor mientras ella piensa que yo...
-"... No te odio."-
Korra se detuvo en medio de sacar su camisa.
-"Nunca te odie, siempre te he ama--"-
Sus bocas se encontraron de nuevo, cortando sus palabras. La fresca ronda de besos no le dolía, aunque los pequeños descansos mientras se quitaban la ropa eran casi insoportables. No necesitaba decir 'Te amo'. No necesitaba oír a Korra decirlo tampoco. Todo lo que necesitaba era sentirlo, en cada centímetro de su cuerpo y en todo su corazón.

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1 comentario

  1. Creo que con esto pueden comenzar poco a poco, era necesario que Asami sacará todo lo que sentía y aunque aún falta por reconciliarse del todo, creo que esto es un buen inicio. Respecto a Korra, aún le falta mucho por superar pero viendo y sintiendo que forma parte de su familia y que lo podría perder para siempre sino hace un esfuerzo es una buena motivación para ir superando sus demonios

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