La Alfa Perdida. Capítulo 17. Por RaeDMagdon

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Hola gente bella, y pues de verdad sepan disculparme uwu el domingo pasado quede en subir otro capítulo pero realmente no se pudo :c pero hoy por ello, les compartiré doble capítulo nwn realmente recompensando la promesa que hice de subir dos, pues hoy lo hago, disfrutenlo gente bella nwn


Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.

PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3

ADVERTENCIA 2: Llegará momentos en que la narración es bastante, digamos fuerte gente bella por lo cual se recomiendo discreción (si como dicen algunos programas de TV :v JAJAJAJJAA). Y lleguen al final de la lectura 7v7r se encontraran una sorpresa.

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CAPÍTULO 17


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Korra miraba asombrada, bebiendo toda la piel de Asami. La había visto desnuda esa misma mañana, pero parecía que toda una vida había pasado desde entonces. Había pasado demasiado tiempo desde que había acariciado la suave piel de Asami, casi una eternidad desde haberla llenado de besos. El olor de Asami llenó su nariz y se filtró en sus poros, trayendo hacia la superficie esos instintos primitivos, que estaban profundamente enterrados, pero no fue eso lo que la impulsó. Más que nada, quería aliviar el dolor que aún podía ver en los brillantes ojos de Asami.
No quiero que llores más. No por mi culpa. Ni por nada.
Se tomó su tiempo para volver a aprender como eran los contornos del cuerpo de Asami, trazando con sus palmas suavemente sobre sus curvas, deslizándola por la figura delgada. Sus manos temblaron, pero no se detuvo. Los delgados dedos acariciaban a través de su cabello, instándola a seguir adelante. Cuando ella atrajo sus cuerpos enrojecidos, una ola de calor se deslizó a través de ella. Encajaban perfectamente juntas, hecha la una para la otra a pesar de los golpes y caídas que habían tenido mientras estaban separadas.
-"Te amo."- Susurró contra la mejilla de Asami, deseando que ella lo creyera. La vacía mirada que Asami había tenido antes aún la atormentaba. Quería arreglarlo, llenar ese vacío con algo mejor. Mientras Asami temblaba, Korra derramaba más palabras de amor en su oído, anulando cada cosa horrible que se había dicho. -Nunca volveré a abandonarte, y nunca podría olvidarte, nada me convencería de irme ahora."-
Los labios hinchados por el beso de Asami se separaron, pero ningún sonido salió de ellos, excepto por los desordenados y desiguales respiraciones. Korra dejo un senderó de besos en su rostro hasta que sus bocas se encontraron, gimiendo cuando la lengua de Asami se deslizó contra la suya. Podría haberse ahogado en los besos de Asami, pero había cosas que necesitaba decir primero, las promesas que necesitaba hacer. -"Te amo."- Sus frentes descansaban juntas, sus narices se acariciaban, y la punta de los dedos de Korra se encontraron deslizándose mientras ellos subían por su piel. -"No quiero perder otro momento contigo, y lo siento, lo siento terriblemente por haberme tomado tanto tiempo en volver a ti."-
Los labios de Asami devoraron los suyos, enviando una oleada de corriente entre sus piernas. Su miembro se agitó, la hinchazón endureció, pero ignoró la tensión a lo largo de su miembro a medida que crecía completamente. No se trataba de la lujuria que sentía, no importaba cuán desesperadamente el calor de Asami llamara su atención. Se trataba de confianza, de volver a re-conectarse y de buscar el perdón, para ambas. Ella movió una mano entre sus cuerpos, pero en lugar de tomar su miembro, ella llevó su mano entre los muslos de Asami. Asami irradiaba calor, y más humedad se extendía sobre la palma de Korra cuando ella apretó.
-"Korra..."-
Era la primera palabra que Asami había dicho desde lo que sentía, y los latidos del corazón de Korra aumentó. Estaba tan contenta de que haya dicho su nombre. -"Cuando volvimos a vernos, tuviste sexo conmigo como si me odiaras."- Murmuró. -"Por favor, déjame tocarte de otra manera, déjame hacerte el amor."- Quiero mostrarte cómo me siento en lugar de solo decírtelo.
Asami vaciló, y Korra sintió un vació en su estómago de Korra. Tal vez sea demasiado pronto para ese tipo de confianza. Tal vez no debería haber preguntado... Pero cuando quiso retirar su mano, los dedos de Asami apretaron su muñeca, diciéndole que se quedara.
-"No."-
La voz de Asami era tan suave que Korra apenas podía distinguirla. Podría haber pensado que lo estaba imaginando si no hubiera sentido un movimiento contra sus labios.
-"No te vayas, yo... yo no quiero que te vayas."-
Los muslos de Asami se separaron aún más, un claro gesto de aceptación, y las lágrimas de alivio brotaron de los ojos de Korra. A ella no le importaba que estuvieran en medio de un pasillo, apoyadas contra una pared en vez de acostadas sobre una suave y lujosa cama. Iba a asegurarse de que Asami se sintiera amada, querida y atesorada, sin importar lo que tomara. -"Entonces soy tuya."- Dijo en manera de promesa, deslizándose a través del resbaladizo calor hasta encontrar su fuente. Acercando sus dedos en la entrada de Asami, pero sólo para recoger más humedad antes de buscar la rigidez de su clítoris. -"Siempre que lo desees, todo lo que quieras de mi."-
Trató de ser amable, pero el toque directo hizo que Asami se pusiera rígida. Al principio, Korra temió que hubiera presionado demasiado fuerte, pero luego las caderas de Asami se movieron hacia adelante, cambiando a su vez en movimientos ligeramente circulares. Ella no dijo nada, pero Korra podía decir que estaba escuchando. Sus ojos estaban abiertos, y el dolor en ellos disminuía con cada momento que pasaba. La mirada de necesidad tomó su lugar, pero no era fuego lo que Korra había vislumbrado durante su primera reunión tumultuosa. Era un ardo bajo e hirviente en lugar de una repentina llamarada, y Korra sabía que esa llama duraría mucho más.
En poco tiempo, Asami temblaba de pies a cabeza, gimiendo al mismo tiempo que la acariciaba. Korra hizo buen uso de su boca, así como de su mano, buscando todos los lugares tiernos a los que podía llegar. Ella plantó besos ligeros bajo la barbilla de Asami, dándole atención a la grácil columna de su garganta, y succionó suavemente su hombro. Hubo un momento de duda cuando alcanzó la blanca cicatriz que estaba cerca, pero Asami levantó su barbilla para ofrecer acceso. Korra colocó un beso en el centro de la marca, y al mismo tiempo, que regresaba a la entrada vibrante de Asami.
Moviendo lentamente sus dedos, con reverencia, saboreando cada centímetro de seda que rodeaba sus dedos. Asami estaba caliente y apretada más de lo que imaginaba. Su pene palpitó contra la cadera de Asami, derramando líquido pre seminal en la cabeza de él, pero se resistió a la tentación. Quería hacer que Asami se desmoronara una vez por lo menos antes de verse a ella misma. Ella hundió los dedos hasta sus nudillos, esperando a que la respiración de Asami se equilibrara. Lográndose con los minutos, excepto los latidos rápido del corazón de Asami nunca se ralentizaron.
-"Te amo."- Korra ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo había dicho, pero seguía repitiéndolo, sin importar si Asami respondía o no. -"Nunca me detuve, nunca me detendré, sin importa lo que digas..."- Colocando sus dedos en forma de gancho, buscando la textura arruada contra la pared frontal de Asami, disfrutando del jadeo que ganó cuando lo encontró. -"No importa lo que hagas."- Cubrió la marca de Asami con besos aun manteniendo la boca abierta resbalando por la piel disponible. -"No importa lo que haya hecho..."-
Asami se tensó por algo más que el deseo. Un destello de dolor cayó sobre su rostro, y Korra tardó un momento en reconocerlo como inseguridad. Eso fue poco acorde a su carácter, al menos por el de Asami que ella solía conocer, eso fue difícil desde un principio. Sintiendo una oleada de culpa al darse cuenta de que ella había causado esto. Las amargas palabras de Asami llegaron a inundar de nuevo su mente, y un nudo se formó en su garganta. '... tirándote a todo el Reino Tierra, teniendo sexo con cualquiera que te abriera sus piernas ...'
Oh, Asami, debería haber dicho todo esto antes. Estaba tan asustada que me odiarías ...
Pero aquellas palabras ya se habían dicho, y ya no tenían poder sobre ella. De aquí en adelante, las cosas sólo podrían mejorar. De algún modo, se las arregló para hablar de nuevo, con la esperanza de que podría curar aquella herida que había causado. -"Eres tan hermosa, cariño, la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida, ni siquiera puedo recordar sus rostro, excepto el tuyo, lo veía todos los días que estábamos separadas. Hubiera dado toda la vida que me queda por haber estado aunque sea solo un minuto contigo."-
Por fin, Asami pareció relajarse. Recostándose en la pared, y Korra dio un sutil movimiento, probando para ver si se lo permitía de nuevo. Cuando Asami gimió ante el estímulo, retomando donde lo había dejado, enrollando sus dedos y moviendo su pulgar en círculos lentos. Los temblorosos músculos que la rodeaban se tensaron, enfocándose en su tarea, dedicándose por completo al placer de Asami.
No fue difícil. El cuerpo de Asami ya estaba al límite. Korra podía percibir todas las sensaciones que recorrían por su abdomen, cada vez que se acercaba más a su clímax. Aquel lugar ligeramente abultado y arrugado que había alcanzado la punta de los dedos empezó a hincharse, y el clítoris de Asami se tensó bajo la yema de su pulgar. Dándole pequeñas sacudidas cuando inclinó más su mano justo en el lugar indicado, y donde le daba la bienvenida a la riada de humedad que fluía más allá de su muñeca. Asami ya era un desastre, pero aún no se había venido.
Korra le dio más palabra tranquilizadora, ofreciendo todo lo que tenía y rezando que fuera suficiente. -"Te necesito , Asami Sato. Te necesito como la misma respiración. No puedo imaginar mi vida sin ti. No viviendo sin ti..."- La cabeza de Asami se inclinó hacia adelante, algunos mechones oscuros de su cabello resbalaron de su coleta, cayendo junto a sus mejillas. Korra podía decir que estaba pidiendo otro beso, pero antes de que sus labios se uniera, susurró una última cosa. -"Por favor, perdóname, no me lo merezco, pero perdóname."-
Asami fue quien encontró su boca primero. Sus paredes internas se cerraron y estremecieron, arqueando su espalda cuando toda la tensión en su interior se desvanecía. Korra llevó sus dedos tan profundamente como pudo, dejando que los músculos interno de Asami los mantuvieran allí. De todos modos, por nada del mundo los iba a retirarElla se quedó quieta mientras la pulsante calidez se derramaban en su mano y recorría por su antebrazo, dejando que el movimiento desigual de las caderas de Asami guiara el ritmo. El placer que ella le ofrecía era un regalo, no una demanda o un intercambio. Ella quería dar su amor, ya fuese que Asami pudiera ser capaz devolvérselo o no.
Finalmente, rompió el beso, dejando que sus mejillas estuvieran juntas. Asami se inclinó hacia delante, y Korra envolvió un brazo alrededor de su cintura para sostenerla. Le conmovió que su amada la hubiera buscado como apoyo en lugar de la pared. Por impulso, acomodo su otra mano, moviendo el pulgar a un lado y acariciando de manera protectora entre las piernas de Asami. Ella comenzaba a retirar sus dedos, pero una vez más, Asami la tomó por la muñeca.
-"Por favor. Quédate."-
-"¿Dentro de ti?"-
-"Sí..."-
Asami vaciló, y el silencio cayó por todas partes. Korra tuvo que auto animarse para no entrar en pánico. Me ha estado esperando todo este tiempo. Puedo esperar unos segundos para que ella hable.
-"Sí, quédate dentro de mí. Y sí, te perdono."-
Korra empezó a decir que no era necesario. También comenzó a decir que podía esperar, que Asami no tenía que apresurar aquel perdón sólo porque ella lo deseaba egoístamente, pero una mirada en el rostro de Asami silenció sus protestas. La expresión allí era tranquila, verdaderamente llena de tranquilidad por primera vez desde su regreso. El dolor en los ojos de Asami habían desaparecido, y su piel estaba prácticamente resplandeciente. Al final, lo único que Korra pudo decir fue un ronco, -"Gracias."-
El silencio cayó de nuevo, pero esta vez, era uno cómodo. Sus respiraciones era sincronizada, entraba y salía de su pecho, poco a poco, Korra notó que los ojos de Asami comenzaban a cerrarse. -"Vamos."- Murmuró ella, besando la frente de Asami. -"Vamos a llevarte a la cama."-
-"Pero..."- Las puntas de los dedos de Asami revolotearon hacía abajo, acariciando a lo largo de su miembro. Korra se estremeció ante el ligero toque, pero ignoró el placer de su cuerpo y sacudió la cabeza.
-"Estoy bien. De verdad. Ya me has dado todo lo que quería."-
Asami hizo un sonido de descontento, pero Korra la cubrió con otro beso. Tenía la boca cerrada y suave, y parecía recordarle a Asami lo somnolienta que estaba. Ella se retiro un poco, y Korra tomó eso como su señal para retirar los dedos de su interior. Asami gimió un poco ante la pérdida, pero no volvió a objetar. -"Mmm, espero poder llegar a la cama, mis piernas parecen agua."-
-"No te preocupes por eso."- Korra reunió fuerza, deslizando un brazo bajo los hombros de Asami y el otro bajo sus rodillas. No fue difícil levantar a su pareja, y una sonrisa se esparció por su rostro mientras Asami se acurrucaba en su pecho.
-"Ni siquiera me sorprende que me puedas levantar tan fácilmente."- Murmuró, con las pestaña ya cayendo. -"Todo esos músculos..."-
Korra se echó a reír, pasando por encima de una pila desordenada de su ropa mientras la llevaba al dormitorio. -"Sip. Esa es la razón principal por la que entreno."-
Uno de los ojos de Asami se abrió. -"¿Así que puedes tener a cualquier preciosa omega a tus pies?"-
Por una vez, aquella broma no tenía la intención de lastimarla. Korra ya sabía la respuesta que debía dar. "A una preciosa omega. Y ella no es sólo preciosa. Ella es hermosa, tanto por dentro como por fuera."-

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