Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.
: Llegará momentos en que la narración es bastante, digamos fuerte gente bella por lo cual se recomiendo discreción (si como dicen algunos programas de TV :v JAJAJAJJAA). Y lleguen al final de la lectura 7v7r se encontraran una sorpresa.
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Cuando Asami se despertó a la mañana siguiente, fue algo lenta para abrir los ojos. El pesado y musculoso brazo que cubría su cintura le decía que Korra estaba tendida a su lado y que no había sonidos que exigieran su atención más que dos conjuntos de ronquidos que se alternaban. Ella sonrió divertida. De tal palo, tal astilla. El hecho de que la diminuta Yasuko fuera capaz de hacer tanto ruido mientras dormía había llegado a ser algo sorprendente después de su etapa infantil, pero también era reconfortante. Cuando los instintos maternales de manera urgente llegaban a medianoche, Asami raramente tuvo que dejar la cama para oír si su hija respiraba.
Por si acaso, echó un vistazo a la cuna del otro lado de la habitación. Yasuko estaba profundamente dormida, con un puño regordete en su boca. Luego, Asami se giró para echarle un vistazo a su pareja. Korra estaba babeando también, pero sólo un poco. El borde de la almohada había dejado una marca en su mejilla, y su cabello ya era un nido. Asami dio un suspiro feliz y se acurrucó en entre su brazo, sin ver ninguna razón para molestarla todavía.
Sin embargo, pronto se presentó una razón. Algo suave y firme se movió contra su trasero, e inhalando suavemente, mordiendo su labio inferior. Una de dos, o Korra había vuelto a cambiar su forma durante la noche, o su miembro no había desaparecido en nada. Asami sintió una punzada de culpa cuando se dio cuenta de lo dura que aun estaba. Me alegro de que anoche haya pasara de esa forma, pero espero no haberla dejado muy incómoda ...
Korra la acercó, colocando un ligero beso detrás de su hombro. Era un gesto inconsciente, pero Asami se estremeció cuando el sutil movimiento hizo que el miembro se presionara más íntimamente contra ella. Entregándose a la tentación, separó sus muslos lo suficiente como para permitir que que el miembro de Korra pasara entre sus piernas. La amplia cabeza se abrió camino entre sus labios, permitiéndole sentir la cálida humedad en la punta de su miembro antes de que llegara a descansar en la entrada. Algo quieta, medio esperando a que se deslizara adentro, pero Korra se acomodó contra ella sin aún penetrarla.
Asami empezó a tener dudas sobre si estaba perturbando el sueño de Korra. Era temprano, a juzgar por el ángulo superficial de la luz del sol que entraba por la ventana del dormitorio, aunque no estaba segura de cuánto tiempo podía permanecer en esa posición sin hacer nada . El cuerpo de Korra se alineaba perfectamente con el suyo, y la suave estrechez del mismo borde de su abertura hacía difícil mantenerlo inmóvil. Eventualmente, hallo una solución. Haré que se levante unos minutos antes.
En lugar de despertar a Korra con un susurro o una suave caricia, movió de nuevo la pelvis. La punta del miembro de Korra pasó sobre su entrada en lugar de hundirse dentro, pero aquel movimiento le permitió deslizarse sobre él. Sintiendo una calidez desde lo profundo de ella, haciendo que el lento movimiento fuera resbaladizo y sedoso. Su provocación tuvo el efecto deseado. Una de las manos de Korra se posó posesivamente en su muslo, y un gemido bajo retumbó contra su nuca. -"Mmm, 'Sami. Te sientes mejor esta mañana, ¿huh?"-
-"Mucho mejor."- Ronroneó Asami. -"No me he sentido tan feliz desde... bueno, no estoy segura de haber sido tan feliz."- Ella siguió moviendo sus caderas, y el miembro de Korra dio palpitó lleno de necesidad contra ella. -"Pero, ¿y tú? Pareces tener un pequeño problema."- La ancha cabeza volvió a estar atrapada y Korra ahogó un gemido. -"Muy bien, es un gran problema."-
-"Hmm."- Los besos de Korra se hicieron más deliberados, arrastrándose a lo largo de su cuello. -"¿Quieres ayudarme con eso?"-
-"Eso depende..."- Asami jadeó cuando unos suaves dedos rodaron acarició su sensible de su clítoris. -"¿Qué tan obediente puedes ser?"-
Korra retiró su mano y se alejó, rompiendo el acogedor abrazo. -"Oh, mierda. Yasuko--"-
-"Está profundamente dormida."- Dijo Asami, girándose para seguirla. Esta vez, fue su turno de envolver un brazo perezoso alrededor de la cintura de Korra. -"Pero tienes razón, no queremos que despierte."- Pero sus acciones iban en contra de sus palabras. Se inclinó para dar un beso, pasando sus dedos por el cabello de Korra.
Pronto, ella tenía a Korra gimiendo en su boca. Sus brazos y piernas la envolvieron de nuevo, y Asami estaba muy tentada a rodar sobre su espalda e instar a su pareja a colocarse sobre ella. Su calor estaba llegando a su fin, pero no estaba muy satisfecha, y ya sentía la familiar niebla envolverla. -"No aquí."- Murmuró, sobre los labios de Korra dando cortos besos. -"Baño. La puerta debe amortiguar todo el ruido."-
Al parecer, su sugerencia fue bien recibida. Korra se quitó las sábanas de encima, prácticamente saltando para salir de la cama. Asami rió, levantándose de manera calmada, incapaz de resistirse a tocar el trasero firme de Korra mientras caminaban hacía el baño.
Se las arreglaron para llegar al baño sin distraerse mucho, pero tan pronto como la puerta se cerró detrás de ellas, Asami se apoyó contra Korra. Korra se movió un poco, tratando de tener más contacto, pero Asami la calmó colocando una mano en el centro de su pecho. -"Acabo de darme cuenta de algo."- Dijo de manera cantarina, acariciando en círculos suave sobre el borde de los pechos de Korra con un dedo.
-"¿Q- qué?"-
El corazón de Asami estaba agitado. Adoraba el ligero tartamudeo de Korra, especialmente sabiendo que ella lo había causado. La primera vez que se reencontraron había sido explosiva y anoche había sido cariñosa y tierna, pero esta mañana quería recordarse cómo era sentirse deseada. Había pasado mucho tiempo desde que había disfrutado jugar a ser la seductora. -"Te disculpaste conmigo, pero nunca te dije cuanto lo sentía."-
Los turbios ojos de Korra se aclararon un poco, y su ceño se frunció en confusión. -"Decirme que lo sentías, ¿Por qué tienes que decirme que lo sientes?"-
-"Por todas las cosas que dije anoche... e incluso antes."- Asami no entró en detalles, no dispuesta a romper el hechizo. Había necesitado hablar de sus sentimientos para mantener su propia cordura, pero se sentía un poco culpable cuando recordaba la forma en que Korra se había estremecido cuando dijo «te odio».
-"Cariño, no tienes que disculparte, quiero que me hables cuando ..."-
Asami cambió su táctica, acariciando con sus uñas el abdomen de Korra hasta que ganó un sorprendido jadeo. -"No quiero hablar más."- Dijo ella, acercando su boca a la de Korra sin aún tocarse. -"Quiero usar mi lengua para otras cosas."- Korra intentó capturarla sus labios para un beso, pero Asami inclinó su rostro lo suficiente como para cambiar el ángulo. En su lugar, sus mejillas rozaron, y susurró lo que ella tenía en mente al oído de Korra. -"Además, has estado dura desde anoche, ¿no quieres venirte?"-
Sabía que había ganado cuando Korra gimió y se lanzó contra ella. Haciendo un movimiento desigual con sus caderas, pero lo bastante insistente para que Asami sintiera el miembro de Korra frotarse contra su vientre. Su pene estaba incluso más duro que antes, y la humedad en la punta se había vuelto una riada constante. -"Entonces..." Ella apretó su miembro ligeramente hasta que la calidez de Korra recorría sobre sus dedos. -"¿Has cambiado de opinión? ¿Quieres mis disculpas ahora?"-
-"S-sí."- La respiración de Korra se detuvo, y los músculos de sus abdominales se tensaron. -"Por favor. "-
Asami sonrió satisfecha. La desesperación de Korra era todo lo que había esperado. Era extremadamente halagador saber que a pesar de todas las personas con las que Korra había estado, ella era la que hacía que la voz del Avatar temblara y que su cuerpo se retorciera. Sería un largo camino hacia la sanación de sus heridas. Con un último beso corto en los labios de Korra, agachándose con gracia hasta las rodillas de la morena. Esta "disculpa" era tanto para ella como para Korra, y su calor lo exigía más.
El miembro de Korra ya estaba duro e hinchado en su mano, pero Asami resistió la tentación de darle placer. En cambio, acarició el abdomen de Korra, esparciendo más besos a través de los firmes músculos. Podía sentir lo fuerte que eran en ellos cuando se tensaban, y la idea de provocar hasta que Korra no pudiera evitar que perdiera el control hizo que su clítoris se contrajera. Ella ansiaba ese poder sobre ella y dentro de ella, pero primero, tenía una promesa que cumplir.
Cuando sus dientes y respiración rozaron una parte sensible de su piel, cerca del ombligo de Korra, unos dedos temblorosos se enredaron en su cabello. No trataron de acercarla al principio, pero cuanto más se demoraba, ellos lo tomaba con un poco más de fuerza. -" 'Sami, por favor."- Korra dijo en voz ronca, moviendo suavemente su cabeza para que se acercara más. -"Yo... rayos, quiero tu boca."-
Korra no se esforzó lo suficiente para hacer aquella solicitud una demanda, y Asami le dio lo que quería. Le pediré que me arroje y sea egoísta conmigo más tarde. Primero, quiero hacerla retorcerse. Se concentró en el grueso miembro que sobresalía de su mano, respirando sobre la brillante punta hasta que Korra dejó escapar un gemido lleno de necesidad. Entonces lo hizo, arrastró su lengua por la apertura del miembro de Korra, recogiendo el tentador sabor a sal que allí estaba.
Tan pronto como el sabor familiar de Korra se extendió por su boca, quería más. Asami comenzó a bombear el miembro resbaladizo, sintiendo la forma en que se tensaba contra su palma. Cada bombeó, pequeños hiladillos pre seminal apareció en la cabeza hinchada, y Asami dejó que entrará hasta el fondo en su boca, sellando sus labios justo debajo. Acariciando con su lengua de manera circular sobre él, y las caderas de Korra se movieron de manera desigual, tratando de empujar. -"Tú ... no estas disculpándote."- jadeó ella. -Estás me estas tomando el pelo."-
Asami liberó el miembro de Korra y le sonrió, mostrando un rostro completamente inocente. -"No te estoy tomando el pelo."- Murmuró, aumentando la velocidad del movimiento de su mano ligeramente. -"Yo solamente..." Ella colocó otro beso en la punta del miembro, pasando lentamente su lengua sobre el. -"Quiero estar segura de que..."- Chupándolo hasta la mitad, sólo se detuvo cuando Korra gruñó y tiró de su pelo para acercarla más. "... mi disculpa sea lo suficientemente completa como para satisfacerte."-
-"¿Satisfáceme?"- Una de las manos de Korra se coloco sobre la mejilla de Asami, pero aquello fue un gesto de cariño, no sólo era una súplica para que continuara. -"Tú me vuelves tan loca que normalmente pienso que estoy soñando Ahora, por favor..."- Las caderas de Korra dieron un ligero movimiento, lo suficiente para cubrir con los labios de la mujer nívea otra capa de brillante humedad. -"Hazlo, o podría desmayarme."-
Asami hizo una pausa, fingiendo pesar varias opciones. Una vez que Korra comenzó a retorcerse, finalmente mostró compasión, dejando que varios centímetros del miembro se deslizaran por la calidez de su boca. Korra se puso rígida casi inmediatamente, suspirando entre algo alivio y frustración. La mano en su mejilla se deslizó a la nuca de Asami, y ella supo que no le costaría mucho más conseguir lo que quería. Incluso si dejaba que Korra se deslizará por su garganta, no había duda en su mente de que su pareja la doblaría sobre alguna superficie plana más cercana y después la penetraría.
Confiada en que sus necesidades serían atendidas, dedicó toda su atención en hacer llegar a Korra-- y se dejo llevar. Ella sostuvo la base del miembro de Korra, deslizando sus labios hasta alcanzar la parte superior de sus dedos rodeándolo. Cuando la punta golpeó con su garganta, se relajó, llevándola aún más lejos. Quedando sin respiración por unos momentos, pero la reacción que obtuvo valió la pena. La cabeza de Korra cayó contra la puerta y su grito resonó en el baño.
-"¡Asami!"-
Oyendo como Korra decía su nombre la hizo sentir una oleada de necesidad entre sus piernas. De aquel sonido nunca se cansaría, llenándola de orgullo y deseo. Soy la persona por la que Korra regresó. Soy yo la que no puede vivir sin ella. Y soy la única que la hará venirse bastante fuerte como para olvidar todos aquellos nombres del mundo, excepto el mío. Ella seguía adelante, haciendo cada movimiento lento, tomando con su húmeda boca el miembro de Korra lo más profundo posible antes de soltarla de nuevo. Cada vez que lo hacía, esperando sentirla palpitar antes de descender, con anticipación.
-"Me encanta sentir lo dura que estas..."- Ella le dio otro apretón con su mano mientras sus labios se deslizaban sobre la resbaladiza cabeza del miembro, acariciando el débil nudo de Korra hasta que se convirtió en algo que ella pudiera agarrar. Otra vez que ella se inclinó hacia adelante, su boca rozó sobre su miembro, y sintió a Korra contraerse en respuesta. Ella se apartó de nuevo, asegurándose de que su lengua se arrastrará a lo largo del miembro de Korra. -"Me encanta la forma en que sabes..."- Se concentró en la punta de nuevo, trabajando en el surco cálido hasta obtener cada gota. -"Y sobre todo..."- Besar. -"... Me encanta..."- Lamer. -"...hacerte venir..."-
Ella abrió la boca, preparándose para deslizarse y tragar el orgasmo que podía sentir golpear a lo largo del miembro de Korra, pero tomo mal el tiempo. Antes de que pudiera tomarlo de nuevo, una fuerte sensación recorrió toda su miembro, y Korra soltó un gemido ahogado. Las dedos en el cabello de Asami se enredaron más, agarrándose desesperadamente, y gruesas corrientes de orgasmo salieron de la punta del miembro de Korra, salpicando su mejilla y corriendo por su barbilla.
Aunque la había tomado por sorpresa, la oleada de calidez hizo sonreír a Asami. Mientras Korra llegaba, no le importaba dónde terminara el orgasmo de su pareja. Cuando vio aquellos ojos azules nebulosos de Korra mirándola fijamente, observando con una asombrada lujuria, permitió que algunos chorros más se derramaran sobre su rostro antes de sentir palpitar a Korra. Ella tomó el miembro en su boca, asegurándose de que el resto del orgasmo terminara totalmente en su garganta.
Cada palpitación duró por mucho más tiempo, pero logró mantenerse en pie aún. Ella siguió tragando, tratando de igualar los rítmicos estremecimientos que recorrían por su mano. Un pequeño hiladillo de humedad escapó de sus labios 'sellados' casi al final, pero no le importó. Dejó que recorriera desde la comisura de su boca, manteniendo la garganta abierta ante los últimos orgasmo de Korra. Una vez que finalmente terminó, Asami volvió a acariciar con su lengua sus propios labios. -"Mmm ... ¿Estabas planeando hacer un lío muy grande, o solo tuve suerte?"-
Korra se inclinó, apoyándose sobre el hombro de Asami. -"Eso fue tu culpa, si no querías hacer un lío, no debiste haber empezado a hablar con la boca llena."-
Asami miró a Korra a través de sus pestañas, sin molestarse en borrar los húmedos hiladillos sobre su rostro. Sentía el deseo retorcerse en su vientre, y aunque Korra obviamente aún se estaba recuperando, sabía que no le costaría mucho a su amada volver con más ánimos. -"Entonces tal vez deberías llenar algo más."- Murmuró ella, apretando el nudo de Korra para dejarlo claro lo que quería. Aún estaba firme y caliente al tacto, y la vena prominente a lo largo del miembro de Korra todavía se destacaba. -"Ahora que te he llevado al limite, te necesito dentro de mí."-
De tal palo tal astilla, con la peque yasuko
ResponderEliminarY Asami haciendola retorcerse
Espero el siguiente