Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.
PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3
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CAPÍTULO 24
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Asami lanzó un suspiro, apartando un mechón de cabello de su frente por lo que parecía ser por centésima vez. La mayor parte del tiempo llevaba coleta, pero gracias al ambiente caluroso y la constante caída de hebras mientras se inclinaba sobre su mesa de trabajo, varios cabellos se habían escapado para pegarse a su rostro. Cerró los ojos por un momento, dejándolos descansar con la esperanza de que cuando los abriera de nuevo, su visión dejaría de difuminarse. No había dormido anoche y ni siquiera estaba segura de cuándo había comido por última vez.
No es que importe. Entre las constantes interrupciones de Varrick, la extraña desaparición de Korra durante todo el día y-- por supuesto-- el peso de la seguridad de Ciudad República sobre sus hombros, no tenía mucho apetito. Su estómago gruño ante la sola idea de la comida, y estaba demasiado ansiosa por ceder a su cansancio y tomar una siesta.
Cuando volvió a abrir los ojos, los esquemas frente a ella ya eran, de hecho, un poco más claros. Levantó el lápiz y tomó su regla, buscando el lugar donde había quedado. A pesar de su del tiempo extremadamente limitado, su estallido de inspiración se había traducido al papel tan bien como había esperado. Hasta ahora, el meca traje del libélula-colibrí era mucho más manejable que un biplano, y el equipo de aterrizaje se retraía hacia arriba para darle una forma más aerodinámica. Desafortunadamente, el elegante diseño aún dejaba mucho espacio para que sucediera un error humano. Los sistemas de armas que habían desarrollado hasta el momento- Varrick había insistido en evitar cualquier cosa basada en la energía de las lianas espirituales, y por una vez, ella estuvo completamente de acuerdo con él- no eran fáciles de usar. Tomaría un piloto increíble para manejar algo tan complicado, como los sensibles controles y simultáneamente disparar al enemigo...
-"¿Asami?"-
Al oír su nombre la sobresaltó, y soltó un leve grito de sorpresa, solo se relajó cuando un aroma familiar llenó su nariz. -"Korra."- Dijo con una sonrisa, empujando su silla hacia atrás y levantándose casi de inmediato. Tuvo que poner una mano detrás de los doloridos músculos de la espalda mientras estaba de pie, pero la visión de su pareja enmarcada en la puerta de su taller la tranquilizó al instante. -"¿Dónde has estado? Estaba preocupada por ti."-
-"No te preocupes, no te dejare de nuevo. Eso espero."- Korra también estaba sonriendo- muy sonriente, y Asami se sorprendió por fresca y clara que lucía su rostro. Las líneas de dolor y preocupación en las esquinas de sus ojos parecían mucho menos pronunciadas de lo habitual, y había una curiosa ligereza en sus pasos.
Asami negó con la cabeza, echándose el pelo hacia atrás una última vez antes de abandonar su escritorio y deslizarse a los brazos abiertos de Korra. Sus cuerpos presionados, encajaba perfectamente, y aún más de la tensión que se filtraba en sus músculos. -"No, estoy bastante segura de que has aprendido la lección sobre huir. Pero no respondiste a mi pregunta. ¿Dónde estabas?"-
Korra continuó abrazándola, pero se retiró un poco para que sus ojos pudieran encontrarse. -"De acuerdo, entonces, antes de decirte, quiero que me prometas que escucharás toda la historia antes de enojarte."-
Asami apretó los labios, frunciendo la frente. -"¿Realmente voy a estar enojada por eso?"-
-"Espero que estés orgullosa."- Korra respiró profundamente. -"Hoy temprano, fui a visitar a Zaheer."-
Un centenar de preguntas corrieron a través de la mente de Asami, la mayoría de ellas eran de enojos y terror. Recordaba demasiado bien cómo Korra se había caído en el duro suelo en medio de ese cañón, inmóvil casi moribunda, aquella luz titilando en sus ojos. Ella se puso rígida, pero se mantuvo en silencio a través de aquella tormenta de emociones, luchando por alejar aquella imagen. Lo último que quería era quedarse en el recuerdo del cuerpo inerte y sin fuerza de Korra- el cuerpo al que le había hecho el amor unas horas antes de irse.
Al final, ella no sabía que preguntar, solo salió: -"¿Por qué?"-
-"Desde que Kuvira comenzó a jugar con Las Enredaderas Espirituales, toda la ciudad se volvió loca. Un grupo de Maestros Aire terminaron atrapados en el Mundo Espiritual, incluyendo a Jinora..."-
-"¿Qué? ¿Los Maestros Aire fueron arrastrados al Mundo Espiritual?"- A pesar de sus mejores esfuerzos de solo escuchar sin reaccionar, Asami no pudo guardar silencio. El miedo atravesó su corazón, y se apartó del abrazo de Korra, y se giró para ir a buscar su guante del banco de trabajo. -"¡Korra, Yasuko está pasando el día con Pema y Rohan! ¿Qué pasa si-"-
-"Espera, cálmate."- Dijo Korra, tomando su mano antes de que pudiera irse. Asami se detuvo, aunque sus hombros permanecieron tensos. -"Ya se acabó. Cuando encontré a Jinora y los demás, Yasuko no estaba con ellos. El Templo De La Isla Aire no está cerca de las enredaderas. Estoy segura de que está bien."-
Asami dejó que su barbilla se desplomara contra su pecho, levantando su otra mano para cubrir sus ojos. -"No me asustes así."- Gimió, pellizcando su frente. -"Y hablando de asustarme, ¿qué te hizo pensar que era una buena idea ver a Zaheer? ¿Especialmente sin mí?"-
-"No estaba sola."- El pulgar de Korra acarició el dorso de su mano en un gesto de tranquilizarla. -"Mako fue conmigo."-
Esa información fue tranquilizadora, aunque también le molestaba. -"Hubiera ido contigo también."- Dijo, permitiendo expresar su dolor. En las últimas semanas, había aprendido demasiado bien que guardar sus emociones no tenía sentido cuando Korra estaba preocupada. Puede ser egoísta, pero quiero que se apoye en mí cuando necesite ayuda.
-"Lo sé, pero tu trabajo aquí es importante."- Korra miró por encima de su hombro, observando los esquemas que estaban medio torcidos en el banco de trabajo. -"¿Cómo te va, por cierto?"-
-"Bien."- Dijo Asami. -"Pero no solo puedes decir que tú tampoco eres importante. Soy tu..."- Vaciló. Había pensado en Korra como su pareja desde que se re encontraron, había estado a punto de decir esa palabra, pero todavía no había dicho en voz alta. Hacerlo fue como una promesa, y aunque era una promesa que se había dado cuenta de que estaba dispuesta a hacerlo, tuvo que hacer una pausa por un momento.
Quizás no debería. Ahora no es el mejor momento para compromisos o cualquier otra cosa.
Pero ella ya estaba comprometida. Puede que no hubiera un mejor momento. Y a juzgar por la suave expresión de esperanza en los ojos de su amada, Korra quería que ella lo dijera.
-"Soy tu pareja. Eso significa que no puedes escaparte y enfrentarte a tu mayor temor sin decírmelo."-
Una mirada de amor puro cruzó el rostro de Korra, y sus ojos se iluminaron aún más. -"¿Lo soy? Quiero decir, um, por supuesto que sí. Es decir, si quieres que yo lo sea... "-
Asami volvió a cerrar la distancia entre ellas, envolviendo un brazo alrededor de la cintura de Korra. -"Lo eres. Creí que ya lo sabías."-
Korra se acercó para frotar la parte de atrás de su cuello. -"Lo sabía, pero oírte decir... es diferente. Tiene mucha importancia."-
-"Lo es."- Dijo Asami. -"Pero eso no significa que te libres de las cosas. Todavía no creo que ir a visitar al hombre que casi te mató fuera de la idea más inteligente. Por lo menos, podrías haberme dicho lo que planeabas hacer primero."- Ver que corres hacia el peligro duele más de lo que pensé. No puedo perderte de nuevo.
-"Es dulce que estés preocupada por mí, pero estoy realmente bien."- Dijo Korra, aún llena de energía. -"Hablar con Zaheer fue útil. Puedo meditar y entrar al Mundo Espiritual de nuevo. Siento a Raava en mi interior, y todo el peso que me he sentido por bastante tiempo simplemente... se ha ido."-
Asami intentó sonreír, pero no se quedó del todo bien. Tan feliz como estaba por escuchar nuevamente la voz de Korra llena de confianza, la mención de Zaheer- la idea de Korra parada a solo metros del hombre que casi la había matado hace tres años atrás- la había dejado conmocionada. Y esto es solo miedo de segunda mano. No me puedo imaginar cómo debió sentirse ella al ver su rostro cada vez que cerraba los ojos.
-"Me alegro."- dijo al fin. -"Mereces estar en paz nuevamente. Pero por favor, prométeme..."-
Una vez más, ella esperó antes de hablar. No sabía qué clase de promesa Korra podría hacerle, qué consuelo sería suficiente para aliviar el dolor y vacío en su pecho. Kuvira vendría, con un ejército y una gigantesca súper arma para la que apenas estaban preparados, y nada estaba garantizado. Korra era fuerte, pero no invencible.
Afortunadamente para ella, Korra sabía exactamente qué decir. -"¿Tal vez sería útil si te lo demostrara?"-
La forma en que ella estaba allí tumbada, tan quieta que no podía ver si respiraba... Asami parpadeó, aún desvanecía en aquellas visiones de polvo y agudas dagas de luz solar. -"¿Demostrarme que?"-
-"Que estoy bien."- Susurró Korra, su expresión de emoción se transformó en comprensión y simpatía. -"Estoy a salvo ahora, Asami. Estamos a salvo, y soy mucho más fuerte que antes, incluso antes de Zaheer. Confía en mí, sé que no siempre he sido la mejor en recordarlo, pero... déjame hacer esto por ti. Creo que podría ser útil ".
Asami no respondió. Ella no pudo. El nudo en su garganta era demasiado pesado, y sus ojos comenzaron a arder por las lágrimas.
-"Por favor."- Dijo Korra, acomodando la misma hebra de cabello obstinada que ya había escapado varias veces. -"Siempre has creído en mí. No hubiera sido capaz de enfrentar a Zaheer o a cualquier otra persona sin ti."-
Después de un largo rato, durante el cual temió que realmente pudiera comenzar a llorar, Asami se inclinó para apoyar su frente contra la de Korra. Sus narices se rozaron, y ella inhaló, dejando que el aroma de Korra la envolviera alrededor como si fuera un segundo abrazo mientras se empapaba de toda la tranquilidad que podía. -"Gracias."- susurró por fin, dejando que sus labios se rozaran. No estaba segura de cuándo había pasado de ser el apoyo de Korra y de que ahora lo era ella, pero eso ayudaba. No podía negar que necesitaba consuelo. Su cuerpo temblaba y el dolor en su pecho todavía ardía.
-"Tengo la sensación de que te estaré agradeciendo en un minuto."- Dijo Korra, dando pequeñas mordidas. -"De todos modos, ¿qué tan robusto es ese banco de trabajo?"-
-"Lo suficientemente fuerte. Pero quiero hacerte el amor primero. Yo ... creo que necesito hacerlo."- Necesito convencerme de que estás realmente bien. Después de un breve y prolongado beso, Asami llevó a Korra al lugar que había dejado, invirtiendo sus posiciones en el camino. Korra se permitió girar sin protestar, y Asami la apoyó en el borde de la mesa, deslizando un muslo entre sus piernas. No podía sentir ningún rastro del miembro de Korra aún, y sus labios hicieron un puchero. Por lo general, Korra no tenía problemas de cambiar en presencia de su aroma, especialmente cuando sus cuerpos se tocaban.
-"¿Estás segura de que quieres que haga esto?"- Le preguntó, quitando el muslo y poniendo unos centímetros más de espacio entre ellas. -"Porque si no estas..."-
-"Estoy segura."- Insistió Korra con voz suave, juntando sus caderas. Todavía no había rastros de miembro, y Korra pareció notar su sorpresa. -"Si no te importa que lo pregunte, ¿con cuántas alfas mujeres has estado?"-
-"Solo dos antes de conocerte."- Admitió Asami. Cayendo en cuenta, suspiró un poco. -"Con ninguna lo hice fuera de mi calor. No busqué muchas relaciones románticas, solo relaciones sexuales para hacer el dolor un poco más llevadero."-
Los dedos de Korra comenzaron a jugar con el mechón suelto de su cabello. -"Eso es normal. No necesito de tu calor para poder cambiar, pero no siempre ocurre, especialmente si tengo algo en mente además del sexo."-
-"¿Qué quieres decir?"- Preguntó Asami, mordiéndose un poco el labio inferior.
-"Quiero decir que estoy preocupada por ti, y sé que estás preocupada por mí. Quiero hacer esto, pero no porque deba solo satisfacerme. Quiero que estés tranquila... "- Tragó saliva, deteniéndose mientras parecía buscar las palabras correctas. -"Puedo intentar cambiar si quieres, pero creo que pensé que no era necesario. Quizás yo... No sé, ¿tal vez quería darte algo nuevo? Una parte de mí no has llegado conocer todavía. Pensé que podría hacerte sentir mejor."-
La sonrisa de Asami regresó, y ella se relajó una vez más en el abrazo de Korra. A ella no le importaba si el miembro de Korra decidía aparecer o no. Simplemente tener a Korra en sus brazos, en carne y hueso, verdadera y completa, ya era más que suficiente. -"No necesitas hacer nada más que quedarte conmigo."- susurró, tratando de que las lágrimas no cayeran de sus ojos. -"Eres perfecta tal como eres, con tu pene o sin él."-
-"No iré a ningún lado, Asami. Lo prometo."-
Asami cerró los ojos cuando la mano de Korra cayó de su mejilla. Quiero creerte tanto... Tengo que creerte. Abrazar a Korra de repente no era suficiente. Necesitaba la tranquilidad que le brindaba su pareja, la prueba física de que Korra estaba segura y completa: que Korra no se iba a ir.
Comenzó pasando sus manos sobre el cuerpo de Korra, reencontrándose con su figura. Los músculos bajo las puntas de sus dedos estaban tensos con moderación, pero la piel estaba increíblemente suave, y sintiéndolo en cada centímetro a través de sus palmas. Cuando la camisa de Korra bloqueaba el acceso, tiró de ella hacia arriba quitándola completamente, hasta que el dobladillo inferior quedó muy por encima de los pechos de su amada. Inclinándose hacia adelante, besaba la ladera del pecho de Korra y llevando el rígido pezón a su boca.
-"Oh, Asami--."- la reacción de Korra fue inmediata, y Asami disfrutó del estremecimiento que sus esfuerzos logro. Cada respuesta que Korra le daba era un recordatorio del presente, un regalo donde ella y Korra estaban juntas, abrazándose rápidamente. Succionando con fuerza, chasqueó la lengua contra el pezón rígido antes de besar el lado opuesto.
Con solo unos suaves tirones de su boca, hizo que prácticamente Korra se derritiera contra el banco de trabajo. Sus caderas comenzaron a moverse, no como una demanda, sino como una súplica silenciosa de más contacto, y Asami no pudo evitar darlo. Ella se inclinó, buscando el lazo que mantenía unida la falda y los pantalones de Korra, tratando de desatar el nudo sin mirarlo. Después de algunos torpes tirones, logró zafarlo. La falda de Korra cayó al suelo, y Asami cayó de rodillas, ansiosa por terminar lo que había comenzado.
La vista que descubrió mientras bajaba los pantalones de Korra hizo que su aliento quedará atorado en su pecho. Ella había estado esperando una diferencia, el miembro de Korra no era fácil de pasar por alto, pero su ausencia solo se noto por un momento antes de descubrir otros detalles. Los labios exteriores de Korra estaban abiertos como pétalos, brillando por tanta humedad como para notar algunos rastros recorriendo sus muslos. Su clítoris estaba hinchado, y la punta expuesta era de un rojo intenso.
Por un breve momento, el deseo alimentado por la inquietud de Asami fue reemplazada por una curiosidad mucho más ligera. Espíritu. Ella es hermosa como es. Tan hermoso de lo que yo ... Deslizó dos dedos a cada lado de los labios, haciendo que se moviera y Korra soltara un gemido bajo. El sonido hizo que su corazón palpitara, y presionó un poco más fuerte, mirando con asombro mientras otra breve humedad se deslizaba justo debajo de las yemas de sus dedos. -"¿Cómo se siente esto?"- preguntó en un susurro, dividida entre mirar lo que estaba haciendo o mirar a Korra a los ojos. Supuso que su pareja estaba disfrutando el ligero toque, pero quería estar segura.
-"Realmente ... realmente bien."- La voz de Korra vaciló un poco, pero no había ni una pizca de duda. -"Puedes tocarme como quieras. Confío en ti."-
Asami tomó en su palabra. Ella se inclinó, colocando un suave beso justo debajo del ombligo de Korra, y lentamente comenzó a descender. Una vez que su boca se había alejado lo suficiente, ella retiró sus dedos y los reemplazó con su lengua, rodeando el clítoris de Korra varias veces antes de capturarlo entre sus labios. Las ligeras caricias y la suave succión hicieron que Korra se agarrara al borde de la mesa, y Asami se retiró con una sonrisa. Aparentemente, la anatomía alternativa de Korra no había perdido ninguna sensibilidad.
Su segundo experiencia fue aún más exitoso. Ella acarició profundamente el clítoris de Korra con su boca, acariciando en círculos lentos alrededor del punto palpitante, usando su lengua para cubrir la mayor parte de la sedosa carne de su amada como pudo. Un resbaladizo calor comenzó a cubrir su barbilla, pero no le importó todo aquel desastre. La idea de la humedad de Korra cubriendo sus mejillas fue inmensamente satisfactorio, no como una marca de propiedad, sino simplemente porque era una prueba del placer que podía brindar. El placer que le estaba dando.
-"Asami..."-
La forma superficial y desesperada en que jadeaba Korra su nombre hizo que sus paredes internas se palpitaran con empatía. No era lo habitual de su alfa, sino algo mucho más suave: una ofrenda, o tal vez una súplica. Asami giró un poco su cabeza hacía atrás, sabiendo que el cuerpo de Korra estaba completamente abierto a ella, completamente vulnerable, exactamente como se sentía su corazón. Ella retrocedió, haciendo caso omiso de los ligeros gemidos de Korra y mirando los relucientes pliegues en los que su lengua había estado enterrada momentos antes. Ella confía en mí. Lo dijo ella misma. Y voy a tener que confiar en ella para superar para salir de una sola pieza.
Cuando los dedos de Korra dejaron el borde del banco de trabajo y se hundieron en su cabello, sin tirar, pero acariciando su cabeza y aflojando aún más su coleta, Asami se inclinó hacia delante otra vez. Haciendo su tarea con aún más entusiasmo, succionado el clítoris de Korra con sus labios y llevando una de sus manos a ella también. Solo le tomó unas pocas caricias para cubrirse las yemas de los dedos con humedad, y una vez que estuvieron resbaladizos, los llevó a la abertura de Korra. Lentamente, comenzó a avanzar, gimiendo un poco mientras los músculos de Korra se separaban para ella.
Empujar dentro de Korra fue abrumador. El apretado y la calidez alrededor de sus dedos comenzó a palpitar casi al instante, y sintió que el clítoris de Korra palpitaba en respuesta. Ella lo acarició con movimientos suaves de su lengua, curvando sus dedos en busca de puntos sensibles. No fue necesaria mucha exploración para encontrarlo. Acarició en un lugar lleno de surcos justo después de la entrada de Korra, y la alfa se tensó, gruñendo con aprobación.
-"¿Esta bien?"- Preguntó de nuevo, retrocediendo lo suficiente como para murmurar las palabras. Ella dobló ligeramente sus dedos otra vez, aplicando más presión, y las caderas de Korra se sacudieron sobre su mano.
Korra miró hacia abajo, la barbilla cayendo sobre su pecho, y la sonrisa en su rostro hizo que las dudas de Asami desapareciera. -"Sí. Por favor... por favor no te detengas... tu boca..."- Se balanceó hacia adelante una vez más, y Asami tomó eso como una invitación, devolviéndola y succionando suavemente.
El contacto suave hizo retorcerse a Korra con apenas cualquier esfuerzo de su parte. El cuerpo de su pareja se tensó, luego comenzó a temblar, y Asami sintió que la palpitante de paredes internas de Korra se apretara aún más fuerte alrededor de sus dedos. Hilos de humedad corrían por sus mejillas y barbilla, y la ráfaga de calor la alentó aún más que los gritos de éxtasis de Korra. El sabor era un poco más suave que el orgasmo que solía tener Korra con su miembro, pero que sin lugar a dudas le era familiar. En algún lugar en medio de las contracciones, ella reemplazó su boca con sus dedos humedecidos y se movió hacia la entrada de Korra, empujando profundamente en busca de más.
Se demoró allí durante un largo tiempo, bebiendo con avidez, saboreando el aroma y el sabor de Korra hasta que los ruidos que hacía su pareja se volvieron un poco fuerte. -"E- es demasiado..."- Korra jadeó, presionando débilmente su cabeza y urgiéndola a alejarse. -"Eso fue... wow. Yo ... creo que he terminado."-
Asami se sentó sobre sus talones, pasando su lengua por sus vidriosos labios. Aunque Korra estaba demasiado sensible para dejarla continuar, no pudo resistirse a un último bocado. -"Y creo que me siento mejor."- Dijo, ofreciéndole a su amada una sonrisa genuina. -"Gracias, Korra. Lo necesitaba tanto como tú."-
-"¿Estás segura de que no necesitas más?"- Korra preguntó, su labio inferior sobresaliendo en un puchero. -"No te he devuelto el favor."-
Asami volvió a ponerse de pie, lanzándose a los brazos de Korra e inclinándose para otro suave y dulce beso. -"Lo has hecho. Simplemente no de la misma manera."- Dijo, echando un vistazo a los esquemas en los que había estado trabajando, que afortunadamente habían quedado intactos. -"En realidad, debería volver al trabajo. El ejército de Kuvira no se detendrá."-
-"Al menos toma una ducha y come algo primero."- Insistió Korra, frotando la mitad de la espalda de ella. -"Un descanso de diez minutos no hará que perdamos a Ciudad República, ¿de acuerdo?"-
En lugar de protestar, Asami asintió. La ducha y la comida eran opcionales, pero no iba a decir que no a un breve recordatorio de por qué ya estaba luchando en primer lugar. Estoy haciendo esto por ella más que nadie. No puedo excluirla ahora. -"Muy bien, pero tienes que venir conmigo."-
Korra asintió, acariciando su cabello una última vez. -"Ya lo estabas planeando, cariño. Las duchas siempre son mejores con dos..."-
¿Con dos? Espera un momento…
-"Eso es."- Dijo Asami, alejándose de Korra y regresando a su mesa de trabajo. Levantó su lápiz y comenzó a garabatear en los esquemas, sin molestarse siquiera en usar su regla.
-"¿Qué estás haciendo?"- Preguntó Korra, mirando por encima del hombro. -"¿Pensé que íbamos a bañarnos?"-
-"Solo... uno... segundo..."- Asami dejó caer el lápiz, radiante de satisfacción. -"Lo siento. Me ayudaste a descubrir el problema que me estaba afectando antes. Los meca traje del libélula-colibrí necesitaba dos personas: una para usar los controles de vuelo y el otro para manejar las armas. Creo que puedo hacer espacio para una segunda persona en la sección media sin arruinar la forma general del diseño... "-
Una mano firme le apretó el hombro, y se volvió para ver a Korra negando con la cabeza de manera divertida. -"Asami, eres muy linda cuando estás estas pensando en algo, pero no voy a dejar que sigas trabajando con mi orgasmo en toda tu cara. Puedes terminar esto más tarde."-
Asami asintió y se alejó del banco de trabajo. -"Bueno. Supongo que no puedo rechazar una ducha con mi alfa favorita."-
-"Apuesto a que no."- Dijo Korra. -"Vamos. Y, tal vez, desees tirar ese lápiz. Tu mano todavía está húmeda."-