La Alfa Perdida. Capítulo 34. PDV de Korra. Capítulo 30. Por RaeDMagdon

0
Hola a todos, muy bonita tardes noche o cualquier hora del día que lean el capítulo nwn. Para que sepan también que este capítulo nuevo de LA ALFA PERDIDA de hoy es del capítulo 30, pero desde el PDV (Punto de Vista) de Korra, por eso verán muchos parecidos aquí.

Y ya la semana que viene terminamos y damos por concluido esté buenísimo fanfic para así seguir con los proyectos que siguen de está serie: LA ESTRATEGIA DE UNA OMEGA, por ahora disfruten de esté capítulo nwn.

Gracias  a todos por leer y también son bienvenidas las sugerencias de fanfics que al terminar está saga quieren que traduzcan serán bienvenidas nwn

Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.

PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago solo de fan para fans :3.





CAPÍTULO 30 REMIX (POV DE KORRA)


Notas de la autora:

 Alguien de manera muy cortes me pidió que hiciera un remix del Capítulo 30 desde el punto de vista de Korra. Tiene algunas diferencias con el verdadero Capítulo 30 y no tiene que tomarlo como canon. Intente ser amable escribiendo esto y no tomes demasiado en serio los elementos añadidos a la trama.


-"Por favor,"- rogó Asami, su respiración entrecortada contra el oído de Korra. -"Tómame."-

 

Korra no podía esperar más. La quebrada y suplicante voz de Asami era demasiado para soportar. Empujó hacia adentro, estremeciéndose cuando los músculos de Asami se selló a su alrededor. Un suave gemido vibró contra su cuello, y antes de que Korra se hubiera adaptado siquiera a la sensación de estar envuelta en las cálidas y sedosas paredes de su pareja, los afilados bordes de los dientes de Asami se hundieron profundamente en la cicatriz de su hombro, el lazo que las unía. Una luz blanca surgió dentro de ella, fluyendo a través de ella como si fuera agua, y con ella llegó una profunda sensación de paz.

 

Ahora soy de ella. Estoy a salvo. Podía sentir los músculos tensos de Asami agarrando su miembro, los hilos del chi de Asami estaban entrelazados con los de ella, y eso le recordó su regreso a casa. Las lágrimas brotaron de sus ojos, filtrándose y rodando por sus mejillas, pero era solo porque su corazón estaba desbordado de muchos sentimientos. Ahora, pase lo que pase, Asami siempre estaría con ella. Siempre se tendrían la una a la otra. Ninguna de las dos tendría que volver a enfrentarse al mundo solas. Se unieron, atadas. Apareadas. Nada, ni siquiera la muerte, podría romper ese vínculo.

 

Te amo. Korra deseaba poder decirlo en voz alta, pero las palabras sobraban. La luz dentro de ella se había convertido en una llama ardiente, convirtiéndola en algo más. Imágenes pasaron por su mente, de otros latidos y sangre, otro calor compartido. No podía comprender eso del todo, pero pensó que realmente vio otros rostros, personas que nunca había conocido, dejando sus propias marcas, sellando el pacto y reclamando al Avatar.

 

Un alfa de la Tribu Agua con cabello largo y piel morena, extrañamente familiar. Una beta de la Nación del Fuego, de rasgos delgados y angulosos, de mentón cuadrado y ojos color ámbar. Un beta del Reino Tierra, con hombros anchos y algo de barba. Una omega de la tribu del agua, de ojos oscuros y suave, una belleza con toque trágico...

 

Siguió y siguió, a lo largo de todo sus recuerdos, hasta que los rostros fueron cambiando y se volvieron difusos, ella no podía fijarse en todos. Finalmente aquella visiones se fueron solidificando y casi lloró de alegría. Conocía ese rostro, esos labios, esos ojos, incluso con los cálidos y bonitos rasgos de sus hombros semi-enterrados. Asami. El corazón del Avatar podría haber sido reclamado por otros cientos de veces antes, pero era solo de Asami. No sintió más miedo, ni más incertidumbre, ni más vacilación. No quedaba nada más que amor, un amor lo suficientemente fuerte como para borrar todo lo demás. Se sumergió en ello, dejando besos a lo largo del cuello de Asami, intentando comunicarlo sin palabras.

 

Incluso cuando los dientes sobre su hombro se retiraron, su conexión no disminuyó. -"Korra,"- suspiró Asami, casi cantando su nombre. -"Mi compañera..."-

 

Se besaron, y el orgasmo del que Korra casi se había olvidado cayó sobre ella de una vez. La presión que golpeaba a lo largo de su miembro se derramó libremente, rindiéndose al violento arroyo, inundando a su pareja totalmente. Si ser mordida por tu compañera era una experiencia espiritual, una que podría haberla puesto milagrosamente en contacto con sus vidas pasadas, el poder de su liberación le recordó que todavía estaba en su propio cuerpo, unida a su propia pareja.

 

Sus manos se dispararon hacia abajo, agarrando desesperadamente las caderas de Asami mientras bombeaba un río pulsante en el satén que la rodeaba. La boca de Asami ardía contra la de ella, pero a pesar de que el derretimiento caliente de sus labios dejó sus pulmones ardiendo, movió sus caderas con más fuerza. Necesitaba a Asami como necesitaba aire, necesitaba acercarse hasta que compartieran una sola piel. Cuando Asami finalmente se escapó para respirar, Korra no dejó que su boca permaneciera desocupada. Mordió su vieja marca, hundiendo los dientes y comenzando el ciclo de nuevo.

 

Después de su segundo orgasmo, Korra estaba retorciéndose ante la necesidad. Continuó moviéndose vigorosamente a pesar de estar anudada, y la luz dentro de ella ilumino más, envolviendo su cuerpo, combinándose con su chi. Ya no estaba sola, no solo por Raava, sino porque también podía sentir a Asami dentro de ella. Juntas, la hicieron sentir lo suficientemente fuerte. La hacían sentir completa. Sostuvo a su pareja lo más fuerte que pudo, mordiendo sensualmente el cuello de Asami, pasando su lengua por la marca fresca de sus dientes mientras las paredes internas de su amada palpitaban salvajemente a su alrededor. Seguía derramándose, incapaz de detenerse, y cada vez que pensaba que no le quedaba más nada que dar, Asami lograba que su miembro volviera a latir.

 

En el medio de su orgasmo, sintió la necesidad de compartir el placer abrumador que Asami le había dado. Ahuecó una mano entre las piernas del omega, acariciando el tenso clítoris, moviendo los dedos sobre él hasta que sintió a Asami ponerse rígida, estremecerse y quebrarse debajo de ella. Fue instintivo. Durante las últimas semanas, se había familiarizado con el cuerpo de Asami. Descubriendo el toque, la presión y la velocidad correctas, fue como algo natural. Su compañera gritó debajo de ella, y Korra elevo y enganchó su pierna aún más alto y asegurándola firmemente alrededor de su cintura. Quería llenar a Asami lo más profundo posible, durante más tiempo, sin detenerse nunca.

 

Finalmente, la luz blanca se desvaneció y Korra se fundió en el suave abrazo de Asami. -"... te amo"-, murmuró, finalmente capaz de formar palabras de nuevo. -"Te amo mucho, Asami."- Ella había hecho tales declaraciones antes, pero esta vez, se sintió diferente. Se sentía digna de amar a Asami al fin, y digna de ser amada de vuelta.

 

A Asami le tomó un momento recuperar el aliento, pero cuando respondió, fue sin dudarlo. -"Yo también te amo."-

 

Korra se echó a reír contra el cuello de Asami, no porque sus sentimientos fueran correspondidos era gracioso, sino porque fue un alivio tan intenso. Les había llevado tres años llegar a este lugar, no solo a un lugar lleno de amor, sino también lleno de comprensión, confianza y compromiso. Aún así, no se arrepintió ni un solo momento de lo que vivió. Ella no habría cambiado el dolor, o la culpa, o incluso el miedo, porque sabía que si hubiera elegido de otro camino, podría no estar aquí, acostada sobre Asami, atada con la mujer que sabía que estaba destinada a estar con ella.

 

Oh espíritus. Estamos atadas, ¿no? Realmente lo hicimos...

 

Su risa se convirtió en sollozos, pero sonriendo todo el tiempo. Esta vez, voy a hacer las cosas bien. Si queda embarazada, estaré allí para ella, para Yasuko y para cualquier otro cachorro que tengamos. Asami le estaba ofreciendo una segunda oportunidad, una que finalmente se sintió era digna de recibir.

 

-"No llores"-, dijo Asami, acariciando su húmeda mejilla y secando las lágrimas de allí. -"Esto fue maravilloso. Estuviste maravillosa".-

 

"Cásate conmigo", dijo, mirando los ojos verdes y brillantes de su compañero. Las palabras cayeron libres de manera naturalmente, incluso antes de que hubiera pensado en ellas. Sabía que debería estar más preocupada por lo que habían significado aquellas visiones de los compañeros que los antiguos  Avatares tenían, y también aquella sobre detener a Kuvira, pero de alguna manera, esto parecía más importante. -"Cuando todo esto termine, quiero decir. Quiero la ceremonia y todo."-

 

Asami le dio un beso  en la coronilla de la cabeza. -"Por supuesto."- Korra exhaló pesadamente y Asami resopló ante el sonido. -"No pensaste que diría que no, ¿verdad? ¿Especialmente después de que acabo de marcarte?"-

 

-"No sé lo que pensé"-, dijo Korra, haciendo una pausa para juntar sus labios con lo de Asami en un beso corto y suave. -"Me alegro de que hayas dicho que sí"-. Sus ojos se movieron con culpabilidad hacia la garganta de Asami, cubierta, pero se vería aún más hermosa con un collar y su marca en el. -"Lo siento, no tengo un collar de compromiso para ti. Prometo que haré uno. tan rápido como sea..."-

 

Asami acarició con círculos suaves sobre la espalda de Korra, no quería que el momento terminara. -"Nos encargaremos de esto juntas"-, prometió ella. -"Kuvira no tiene ninguna posibilidad. Entonces tendremos todo el tiempo del mundo para esto. Para nosotras".-

 

-"Nosotras. Me gusta eso."- Korra retiró su mano de entre las piernas de Asami, deslizándose hacia arriba para acariciar su abdomen. Estaba levemente hinchada, y no pudo evitar soñar despierta mientras su mano se deslizaba sobre él abdomen. -"¿Crees que... quiero decir, crees que nosotras..."-

 

-"Sí"-, dijo Asami, sin siquiera pensarlo.

 

No era una respuesta lógica, especialmente porque aún no se habían desatado, pero Korra se permitió tener esperanzas de todos modos. -"¿Aunque no estés en celo?"-

 

Asami asintió. -"Sí. ¿Pero qué hay de ti? Nunca te había visto entrar en el Estado Avatar de esa manera antes. ¿Estás bien?"-

 

Korra vaciló. No estaba completamente segura de lo que había presenciado, pero hizo todo lo posible por explicarlo. -"Estoy bien. Mejor que bien. Pero vi... no sé lo que vi realmente. Creo que eran los rostros de los compañeros de los otros los antiguos Avatares antes que tú"-. Los ojos de Asami se abrieron con sorpresa, y Korra se apresuró a terminar. -"Me tomó por sorpresa cuando sucedió, pero se sintió natural, como si debiera ceder. Supongo que despertaste muchos sentimientos cuando me mordiste".-

 

Asami frunció el ceño con confusión. -"¿Crees que esto significa que has vuelto a entrar en contacto con tus vidas pasadas?"-

 

-"No lo sé. No he podido usar el Estado Avatar correctamente durante años. No fue hasta que enfrenté a Zaheer en prisión que pude ir allí de nuevo sin tener miedo. Solo sucede cuando estoy realmente asustada, o ... "-

 

-"Cuando estas a salvo,"-  Asami terminó por ella. -"¿Te hago sentir así?"-

 

Korra continuó trazando patrones ligeros en el vientre de Asami. -"Por supuesto que sí. Estar contigo es como volver a casa. Puedo soltarme y simplemente ser"-. Sus ojos se cerraron a la deriva. -"Sé que estamos a punto de salir y enfrentarnos a Kuvira, pero por primera vez en tres años y medio, ya no tengo miedo"-. Repitió las últimas cuatro palabras como si todavía no pudiera creerlas y con la voz quebrada dijo. -"Ya no tengo miedo ..."-

 

-"Sé cómo te sientes"-, dijo Asami, alisándose el cabello húmedo. -"Mi corazón ya no está roto. Es... siento que podría flotar más alto que un maestro aire"-. Korra no pudo evitarlo. Ella comenzó a reír de nuevo, y Asami apretó el labio inferior entre los dientes, sonrojándose de vergüenza. -"No te rías. Mi cerebro todavía está confuso por tener un orgasmo intenso."-


 

-"No me estoy riendo de ti"-, dijo Korra, dándole otro beso en la mejilla. -"Es lindo. Estoy feliz, y finalmente creo que me lo merezco".-


-"Es verdad"-, dijo Asami. -"Te mereces esto, y mucho más. Estoy muy orgullosa de ti".-

 

-"Yo también estoy orgullosa de ti ..."- Probó en en cambiar de posición sus caderas, sin saber si debería estar feliz o triste al descubrir que su nudo finalmente había comenzado a encogerse. -"Pero probablemente deberíamos limpiarnos"-. Ella comenzó a retirarse, pero el gemido de protesta de Asami la hizo detenerse.

 

-"No te vayas todavía"-, suplicó Asami, rompiendo aquella frase con un beso lento y sensual. Korra abrió los labios pidiendo más, pero aún así terminó demasiado pronto. -"Quiero sentirte dentro de mí un poco más".-

 

Korra frunció el ceño. -"Yo también quiero eso, pero tenemos poco tiempo".- Ella no dijo el por qué, pero la expresión del rostro de Asami era de decepción. Con un suspiro de tristeza, la omega respiró hondo y relajó sus músculos internos. Korra tomó eso como una señal para retirarse, haciendolo lentamente, mirando la cara de Asami todo el tiempo para asegurarse de que no le estaba causando ningún dolor a su pareja. Seguido en una ráfaga de calor mientras liberaba su miembro, deslizándose sobre ambos muslos, y ahuecó una mano entre las piernas de Asami antes de que pudiera manchar demasiado el sofá. -"Lo siento"-, dijo, ofreciendo una sonrisa tímida. -"Realmente no estaba pensando en limpiar".-

 

-"Hay un baño a la derecha. Podemos lavarnos allí antes de salir de mi oficina".-

 

Juntas, los dos se alejaron del sofá a trompicones, apoyándose la una con la otra para apoyarse. Se tambalearon un poco, pero cruzaron la habitación sin demasiados problemas. Korra abrió la puerta del baño, permitiendo que Asami pasara primero, y Asami se apoderó del borde del lavabo cuando entró para mantener el equilibrio. -"Entonces, ¿considerarías que este ha sido el mejor sexo que hemos tenido?"- preguntó ella volteando su rostro hacía atrás con una mirada pícara.

 

La comprensión apareció en el rostro de Korra cuando recordó aquella vez que Asami comenzó a sentir calor y aquel encuentro en el baño hace 3 años y medio atrás. -"Definitivamente. Supongo que eso posiciona nuestra primera vez en el dirigible al segundo lugar como el mejor".-

 

-"Técnicamente, esa no fue nuestra primera vez"-, señaló Asami. -"Eso fue en el jeep."-


-"Oh si."- Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Korra y sus ojos se iluminaron. Ese recuerdo era realmente muy agradable y, para su deleite, ya no estaba teñido de una triste oscuridad cuando recordaba eso. -"Sabes, después de hoy, deberíamos tomarnos un tiempo libre. Ver qué otros lugares interesantes que podamos encontrar para ahí..."-

 

Asami terminó de mojar una toallita que había agarrado del lado del lava mano y se volteo. -"¿Te refieres a unas vacaciones?"-

 

-"Exactamente,"- dijo Korra. "Yasuko también puede venir. No por la parte del sexo, por supuesto."- Ella sonrió, bajando la voz como si estuviera a punto de compartir un secreto. -"Tendremos que tener cuidado, tal vez escabullirnos mientras duerme la siesta. Pero sería bueno ir a un lugar nuevo, solo nosotras tres".-

 

-"Sin embargo, ¿no has pasado los últimos tres años viajando?"- Preguntó Asami, sin dejar de limpiar el desastre que tenía entre sus muslos. -"Pensé que querrías quedarte en Ciudad República y descansar".-

 

-"Eso fue diferente,"- insistió Korra. -"Estaba sola. Esta vez, estaré contigo y con Yasu. ¿Quizás podríamos ir a visitar a mis padres en la Tribu Agua del Sur? Estoy segura de que les gustaría conocer a su nieta. O podríamos ir a ver a uno. de los Templos del Aire ".-

 

Asami dejó la toalla a un lado, inclinándose para darle un largo abrazo. -"Está bien, pero haré que cumplas esa promesa. Una vez que terminemos esto, las tres vamos a tomar un largo descanso juntas... como familia".-


Korra sonrió. No había nada que quisiera más.

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios