La Alfa Perdida. Capítulo 30. Por RaeDMagdon

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Y aquí otro capítulo más de la Alfa Perdida =D


Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.

PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3


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CAPÍTULO 30

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En el momento en que Asami hundió sus dientes en el hombro de Korra, las lágrimas que había estado conteniendo, terminaron liberándose. Los senderos cálidos se deslizaron por sus mejillas, y emitiendo un sollozó en la mordida mientras le quemaban la cara y resbalaban por su mentón. Podía sentir el miembro de Korra enterrado profundamente dentro de ella, el chi de Korra rodeándola, y era un alivio exquisito. Le dolía el corazón, no porque estuviera roto, sino porque finalmente estaba remendando.
Había esperado lo que parecía una eternidad para que Korra estuviera lista, para que las dos terminaran lo que habían comenzado tantos años atrás. Ahora, sin importar lo que sucediera, Korra siempre llevaría una parte de ella. Siempre tendrían algo la una de la otra. Ninguna de ellas tendría que volver a enfrentar el mundo solas otra vez. Estaban unidas. Atada. EnlazadasNada, ni siquiera la muerte, podría cortar ese vínculo.
Te amo . Deseaba poder decirlo en voz alta, pero no podía haberse apartado para hablar aunque quisiera. Sus dientes estaban incrustados en la carne de Korra, y el menor tinte de cobre dulce se deslizo por su lengua. Aun así, esperaba que de alguna manera Korra pudiera oírla. Ella lo había dicho antes, pero las meras palabras parecían insuficientes. Su boca no era lo suficientemente grande como para soltar todas las emociones que crecían dentro de su pecho. Como no podía decir nada, mordió más fuerte. Iba a dejar una marca tan profunda que se fusionaría con la sangre y huesos de Korra, profundamente hasta su alma.
Cuando parpadeó, su vista estaban borrosa y desenfocada, las lágrimas aún adheridas a sus pestañas, se sorprendió al ver que una luz blanca brillaba a su alrededor. La piel de Korra brillaba junto a la de ella, y su mirada era brillante, como de otro mundo. Asami sabía que debería tener miedo, o al menos sobresaltarse. Korra nunca antes había entrado en Estado Avatar mientras estaban haciendo el amor. En cambio, estaba asombrada. Sintió como si se estuviera aferrando a algo primitivo y antiguo-- una llama brillante e inmortal que siempre viviría dentro de ella. Pero cuando los labios de Korra dejaba suaves besos a lo largo de su cuello, supo que algo de su amada seguía presente. Korra estaba conectada con Raava, pero no perdió el Espíritu que vivía dentro de ella. Todavía estaba allí, tal como lo había prometido.
Por fin, Asami soltó su agarre del hombro del Avatar. -"Korra."- Suspiró, casi cantando el nombre de su amada mientras buscaba sus labios. -"Mi pareja..."-
Se besaron, y el orgasmo que Asami casi había olvidado chocó contra ella todo a la vez. Ella se estremeció ante la sorpresa, rindiéndose a esas oleadas y dejando que llevara a donde quisieran. Si morder a Korra había sido una experiencia espiritual, el poder de su orgasmo le recordó que también estaban físicamente unidas. El nudo de Korra se sintió tan lleno dentro de ella, y agitándose y esforzándose para sostenerlo.
Su clímax provocó una respuesta torrencial del miembro de Korra un segundo después. El grosor dentro de ella se crispó, hinchándose aún más, y un río palpitante de calor la inundó, estrellándose contra sus paredes internas y estirándolas hasta el límite. Gimiendo en la boca hambrienta de Korra, su cuerpo entero se tensaba y temblaba de dicha. Al unísono, tomaron un descanso para respirar, pero luego sus dientes encontraron la garganta de la una y la otra otra vez y el ciclo comenzó de nuevo.
Ya a mitad del segundo orgasmo, Asami gemías descontroladamente. Korra había comenzado a moverse sobre ella a pesar de que estaban atadas, y la luz blanca que rodeaba sus cuerpos arqueados ilumino aún más. Sostuvo a su pareja lo más fuerte que pudo, clavando sus uñas en la espalda de Korra, pasando la lengua por la marca fresca que dejo sus dientes mientras sus paredes internas palpitaban irregularmente. Korra seguía derramándose dentro de ella, y cada vez que creía que no podía más, sus músculos cedían y dejaban espacio.
En algún lugar en medio del placer, una de las manos de Korra abandonó su cintura. Dedos confiados llegaron entre sus piernas para atrapar su clítoris, acariciando en círculos sobre él con una familiar caricia que la hizo desmoronarse de nuevo. En algún momento durante el enredo de su relación, Korra había aprendido cada detalle íntimo de su cuerpo. Aparentemente, su pareja todavía poseía ese conocimiento incluso mientras estaba en el Estado de Avatar. Todos los músculos del cuerpo de Asami se tensaron, llegando a otro orgasmo, ni siquiera por cuántas veces ya se había estremecido.
Para su deleite, sus contracciones seguían sacando fuertes orgasmo del miembro de Korra. Ella no había sabido que era posible que una alfa llegara a tanto, pero lo mantuvo con mucho gusto, sin querer renunciar a ni una sola gota. Cuando la otra mano de Korra se aferró a su muslo, enganchando sus piernas aún más, lo permitió, rodeando firmemente la cintura de su amada. Quería que Korra estuviera lo más profundo posible, el mayor tiempo posible, sin detenerse nunca.
Espero que esto funcione, pensó mientras esparcía besos a lo largo de la orgullosa línea de la mandíbula de Korra. Ella había aceptado lo que significaba dejar que Korra la atara y llegara dentro de ella, pero en vez de un riesgo que ella estaba dispuesta a asumir, se había convertido en un profundo deseo. Ella quería darle a Korra otro hijo, para darse a ambas una segunda oportunidad para hacer las cosas bien desde el principio. Por favor, Korra, lléname. Dame más. Dame todo. Yo-
-"... te amo."- Murmuró Korra junto a su mejilla en voz baja, acariciándola. -"Te amo mucho, Asami."-
Por fin, la luz blanca se desvaneció, y ambas se fundieron en un suave abrazo. Cuando Asami descendió desde lo alto, su corazón se desbordó. Eran las primeras palabras que Korra le había dicho desde que entró en Estado Avatar, y fueron las palabras que más quería escuchar en el mundo. Exhaló un largo suspiro y se relajó, dejando que sus piernas se abrieran mientras inclinaba la cabeza hacia atrás contra el brazo del sofá. Tardó un momento en recuperar el aliento, pero cuando lo hizo, encontró su voz otra vez sin ninguna duda. -"Yo también te amo."-
Korra gimió, luego comenzó a reírse contra su cuello. Su risa era sorprendente, pero contagiosa, y Asami no pudo evitar unirse a ello. Pronto, los dos se reían juntas, sus pechos subían y bajaban con alegría. No fue hasta que Asami sintió una húmeda que se extendía debajo de su barbilla, dándose cuenta de que Korra estaba llorando, y comenzó a llorar nuevamente también. -"No llores."- Dijo, repitiendo la súplica anterior de su amada. -"Esto fue maravilloso. Fuiste maravillosa."-
-"Cásate conmigo."- Dijo Korra, mirándola con sus grandes y brillantes ojos azules. Su sonrisa se extendió a través de su rostro. -"Cuando todo esto termine, quiero decir. Quiero la ceremonia y todo."-
Asami presionó un beso sobre su cabeza. -"Por supuesto."- Korra exhaló con alivio, y Asami resopló ante el suspiro de su amada. -"No pensaste que diría que no, ¿verdad? ¿Especialmente después de que estamos unidas?"-
-"No sé lo que pensé."- Dijo Korra, haciendo una pausa para juntar sus labios en un breve y gentil beso. -"Me alegra que hayas dicho que sí. Lo siento, no tengo un collar de compromiso para darte. Te prometo que haré uno tan pronto como..."-
Una sombra cruzó su rostro, y Asami acariciaba en círculos suaves su espalda hasta que desapareció aquella expresión. -"Nos encargaremos de esto juntas."- Dijo ella. -"Kuvira no tiene ninguna posibilidad. Entonces tendremos todo el tiempo del mundo para esto. Para nosotras."-
-"Nosotras. Me gusta eso."- La mano de Korra se retiró de entre las piernas de Asami, deslizándose para acariciar su abdomen con sus dedos lleno de la humedad de Asami. -"¿Crees que... es decir, crees que nosotras..."-
-"Lo creo,"- Dijo ella, sin siquiera pensarlo. No era una respuesta lógica, especialmente porque aún no se habían alejado la una de la otra, sino que se basaba completamente en los sentimientos.
-"¿A pesar de que no estás en la etapa de calor?"-
Ella asintió. -"Sí. ¿Pero qué hay de ti? Nunca te había visto entrar al Estado Avatar así antes. ¿Estás bien?"-
-"Debería preguntarte a ti si tu estás bien."- Murmuró Korra contra su hombro. -"Estoy bien. Es extraño... me tomó por sorpresa cuando sucedió, pero se sentía natural, como si se suponía que debía ceder ante eso. Supongo que despertaste muchos sentimientos cuando me marcaste."-
Asami frunció el ceño con confusión. -"¿Qué quieres decir?"-
-"Quiero decir que no he podido utilizar el Estado de Avatar correctamente durante años. No fue hasta que enfrenté a Zaheer en prisión que pude volver allí sin tener miedo. Solo sucede cuando tengo mucho miedo, o... "-
-"Cuando estás a salvo."- Asami terminó por ella. -"¿Te hago sentir de esa manera?"-
La mano de Korra siguió trazando patrones de ligero sobre su vientre. -"Por supuesto que sí. Estar contigo es como llegar a casa. Puedo dejarlo ir y ser."- Sus ojos se encontraron. -"Sé que estamos a punto de salir y enfrentar a Kuvira, pero por primera vez en tres años y medio ya no tengo más miedo."- Ella repitió las últimas cuatro palabras como si todavía no pudiera creerlas, con un tono desigual en su voz. -"Ya no tengo miedo..."-
-"Sé cómo te sientes."- Dijo Asami, alisando su cabellera húmeda. -"Mi corazón ya no está roto. Es... siento que podría flotar más alto que un maestro aire."- Korra comenzó a reír otra vez, y Asami mordió su labio inferior, sonrojándose de vergüenza. -"No te rías. Mi cerebro todavía está difuso por venirme muchas veces."-
-"No me estoy riendo de ti."- Dijo Korra, colocando otro beso en su mejilla. -"Es lindo. Simplemente estoy feliz, y finalmente creo que me lo merezco."-
-"Así es."- Dijo Asami. -"Mereces esto, y mucho más. Estoy muy orgullosa de ti."-
-"También estoy orgullosa de ti."-
Las caderas de Korra comenzaron a moverse, algo incómodas, y Asami soltó un gemido ahogado. El miembro de su pareja había empezado a ablandarse, pero el nudo bloqueaba su entrada y la venida dentro de ella todavía la dejaba sintiéndose muy llena. Gimió en protesta cuando Korra comenzó a retirarse, acariciando su nuca y dando un beso lento y sensual. -"No te vayas aún."- Suplicó, entrelazando sus dedos entre el cabello corto de Korra. -"Quiero sentirte dentro de mí un poco más."-
Una suave arruga apareció en el medio de la frente de Korra. -"Yo también quiero eso, pero tenemos que asearnos."- Ella no quería decirlo, pero Asami podía sentir el peso de la responsabilidad descender sobre ellas otra vez. Por mucho que odiara admitirlo, Korra tenía razón.
Con un suspiro lúgubre, respiró hondo y relajó sus músculos internos, preparándose para el vacío que sabía que seguiría. Ella gimió levemente cuando la parte más ancha del nudo de Korra estiro su entrada, pero se había desvanecido lo suficiente como para evitar que la separación fuera dolorosa. Siguió una ráfaga de calor, deslizándose sobre sus muslos, pero afortunadamente, la mano de Korra la cubrió antes de que pudiera manchar demasiado el sofá.
-"Lo siento."- Dijo Korra, con una sonrisa avergonzada. -"Realmente no estaba pensando en la limpieza."-
-"Hay un baño a la derecha."- Dijo Asami mientras con cuidado se sentaba. Su instinto le exigía que mantuviera la mayor parte de la liberación de Korra dentro de ella como le fuera posible. -"Podemos bañarnos allí antes de que salgamos de mi oficina."-
Juntas, se dirigieron al baño, apoyándose la una contra la otra. Tambalearon un poco mientras llegaban al baño, pero lo hicieron sin demasiados problemas. Korra abrió la puerta, permitiéndole pasar primero. Asami se apoyó al borde del lava-mano para estabilizar sus piernas temblorosas, sonriendo con cariño al recordar aquel otro encuentro suyo la semana anterior, así como la conversación que había seguido. -"Entonces, ¿considerarías que este el mejor sexo que hemos tenido?"- Preguntó ella, lanzando a Korra una mirada burlona.
Un rastro de comprensión apareció en el rostro de Korra, y asintió. -"Definitivamente. Supongo que eso baja de posición a nuestra primera vez en la aeronave como el segundo mejor."-
-"Técnicamente, esa no fue nuestra primera vez."- Señaló Asami. -"Eso fue en el jeep."-
-"Oh si."- Una gran sonrisa se extendió por el rostro de Korra, y sus ojos se iluminaron. -"Ya sabes, después de lo de hoy, deberíamos tomarnos un tiempo libre. Ver qué otros lugares interesantes podemos encontrar para tontear en..."-
Asami terminó de mojar la toalla que había agarrado al lado del lava-mano y se giró. -"¿Te refieres a unas vacaciones?"-
-"Exactamente."- Dijo Korra. -"Yasuko puede venir también. No para tener sexo, por supuesto. Tendremos que tener cuidado, tal vez escabullirnos mientras ella esté durmiendo la siesta. Pero sería bueno ir a un lugar nuevo, solo nosotras tres."-
Aunque el entusiasmo de Korra era adorable, Asami continuó limpiando algo del orgasmo entre sus muslos. -"¿No has pasado los últimos tres años viajando? Pensaba que querrías quedarte en Ciudad República y descansar."-
-"Eso fue diferente."- Insistió Korra. -"Estaba completamente sola. Esta vez, estaré contigo y con Yasu. ¿Tal vez podríamos ir a visitar a mis padres en la Tribu Agua del Sur? Estoy segura de que les gustaría conocer a su nieta. O podríamos ir a ver uno de los templos de aire."-
Asami dejó la toalla a un lado, inclinándose para darle un largo abrazo a Korra. -"Está bien, pero tomaré esa promesa. Una vez que terminemos esto, nosotras nos tomaremos un descanso juntas... como familia."-

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