La Alfa Perdida. Capítulo 28. Por RaeDMagdon

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Hola gente bella, muy hermosa noches tengan todos y aquí como cada domingo, les comparto un nuevo capítulo del fic La Alfa Perdida :3


Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.

PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3





Capítulo 28
***
Asami miraba fijamente la línea de los elegantes trajes de colibrí, insegura de si la extraña sensación que llenaba su pecho era de orgullo o pavor. Los trajes estaban todos listos, construidos exactamente según sus especificaciones, con toda la elegancia y precisión que podía haber esperado. Completar un proyecto de esta magnitud debería haberla hecho feliz, pero no pudo encontrar aquella felicidad dentro de sí misma para celebrar. A pesar del esfuerzo que había puesto en el diseño, ella ni siquiera estaba segura de si tendrían éxito.
Suspirando, sosteniendo su frente en su mano y cerrando sus ojos. En su mente pasó todos los escenarios posibles al menos unas cien veces, pero ninguna de ellos terminó con éxito. ¿Cómo se enfrentarán los trajes contra el gigante mecánico de Kuvira? ¿Cómo podría? Y ese gran cañón. Destruyó la montaña y los acorazados de Iroh como si no fueran nada. Si alguno de nuestros pilotos recibe un rayo de esos, los eliminara como si fuera papel.
Y ella ya había decidido que sería una de esas pilotos. Ella no era una maestro, pero eso no significaba que no pudiera luchar. Korra seguramente protestaría. Asami casi podía escuchar la voz de su pareja, recordándole su responsabilidad compartida con Yasuko, rogándole que esperara, asegurándole que volvería pronto...
No la dejaré enfrentar esa cosa sola. No importa lo que diga, me he cansado de dejar que el mundo nos separe.
Ella abrió los ojos otra vez, con una decisión ya tomada. No había nada más que hacer aquí. Los trajes estaban listos, Yasuko estaba evacuando la ciudad junto con Pema y Rohan, su padre estaba esperándola en su oficina, y Korra... Aunque había vislumbrado a su pareja regresando en donde estaba Baatar, no habían podido compartir mucho más que una expresión de alivio cuando los Maestros Aire arrastraron a su prisionero a una de las habitaciones vacías. Simplemente no había habido tiempo.
Necesito hacer tiempo. Remontándose tres años atrás, recordando los frenéticos minutos que ella y Korra habían pasado a solas en la sala de máquinas. A pesar del dolor que había sufrido después, no se arrepintió de haber confesado sus sentimientos-- y esos sentimientos eran aún más fuertes ahora. A través de la dolorosa experiencia, había aprendido que el amor no era algo que pudiera dejar en suspenso hasta un momento más conveniente. Cuando vayamos a enfrentar a Kuvira, uno o ambas no podremos regresar con vida. Hay cosas que necesito decirle, cosas que necesito que escuche por si acaso...
Un fuerte estruendo corta el silencio, sacudiendo los mismos cimientos del almacén. Asami se giró, pero no había ningún enemigo que enfrentar. Un brillante rayo de luz púrpura atravesó las paredes, desintegrando todo lo que tocaba. Se puso en marcha de inmediato, buscando una puerta o cualquier salida, pero no se encontró ninguna. La puerta más cercana ya se había derrumbado, y los trozos del techo se estaban cayendo desde lo alto y destrozando todo lo que había en la sala.
¡Los trajes! Corrió hacia ellos, esperando poder encontrar una forma de detener la destrucción, pero retrocedió horrorizada. La mitad de ellos fueron aplastados bajo la pared, y la otra mitad se incendió. Espíritus, se han ido todos. Todo mi trabajo, nuestra última oportunidad de detener a Kuvira ... Pero no había nada que pudiera hacer. Aquellos trajes ya eran una causa perdida, y no podía permitir quedarse. En su desesperación, corrió hacia el agujero que la viga había dejado, corriendo hacia la brecha cada vez más estrecha que la luz del día.
Ella lo logró justo a tiempo. Momentos después de que se encontró con la calle, el almacén se derrumbó completamente con el feroz estruendo de los ladrillos desmoronándose, escuchándose el chirrido del metal siendo aplastado. Antes de que ella tuviera tiempo de procesar la destrucción, su corazón dio un terrible vuelco en su pecho. No vio a nadie más entre los escombros, y sabía que varias personas habían estado en el edificio con ella.
¡Korra! Korra está ahí. Tengo que llegar a ella. Tengo que…
Asami corrió hacia los restos del almacén antes de que el polvo se hubiera asentado. Cayó de rodillas, lista para mover los escombros con sus manos desnudas, cuando el suelo debajo de ella comenzó a moverse. Levantó la vista, mirando al cielo en busca de otro destello de luz, pero el mecha de Kuvira no había disparado nuevamente. El movimiento venía de abajo.
Ella retrocedió cuando una gran losa de concreto comenzó a levantarse del suelo. Cuando vio a Bolin, con los brazos levantados sobre su cabeza, su rostro retorcido por el esfuerzo, sintió una oleada de esperanza, aunque rápidamente se vio templado por el miedo. Al menos algunas personas habían sobrevivido a la explosión, pero no creía que pudiera respirar hasta que viera a Korra. Uno por uno, figuras polvorientas fueron saliendo, agachadas y tambaleándose.
-"Adelante, tómense su tiempo."- Gruñó Bolin, el sudor corría por sus sienes. -"¡Tan solo controlo una pared gigante! Vaya, cuantas gente herida tenemos aquí."-
Asami esperó, su corazón latía un poco más rápido con cada persona que trepaba de entre los escombros: Mako, Tenzin y los Maestros Aire, Varrick y Zhu Li, hasta que vio a quién estaba buscando. Korra estaba cerca del centro del grupo, entera e ilesa. Tan pronto como salió, Asami se lanzó hacía adelante, arrojándose a los brazos de Korra. Trató de hablar, pero sus palabras no llegaban. Todo lo que pudo hacer fue dar unos sollozos estrangulados, y las lágrimas que había estado luchando por controlar corrieron libremente por su rostro.
-"Estamos bien, Asami."- Susurró Korra, abrazándola fuerte. -"Todo está bien..."-
-"No, no lo esta."- Ella se echó hacia atrás, calmando sus sollozos mientras intentaba controlarse. -"Los trajes de colibrí se han ido. Esa explosión los destruyó a todos."-
-"Ese no es nuestro único problema."- Asami se dio vuelta para ver a Tenzin aterrizar en el suelo junto a ellas, con una expresión sombría en su rostro. -"Kuvira se dirige hacia nosotros con un pelotón de meca-trajes."-
A regañadientes, Asami dejó los brazos de Korra. Parte de ella deseaba estar en la seguridad del abrazo de su amada, pero sabía que no podía. Kuvira venía, y probablemente tenían solo unos minutos para aclararse. -"Necesitamos asegurarnos de que no estemos aquí antes de que ella nos encuentre. Con un poco de suerte, ella pensará que la explosión nos enterró."-
Bolin asintió con la cabeza. -"Esta es mi ciudad natal y odio admitirlo, pero no tiene sentido arriesgar nuestras vidas para luchar contra esa cosa gigante. Dejemos que se quede con la ciudad por ahora. Ya encontraremos la forma de regresar y vencerla."-
-"¿Y que pasa con todas las personas que todavía no han sido evacuadas?"- Preguntó Mako. -"Si Kuvira se da cuenta que Wu está con ahí, puede que le dispare con aquel cañón y acabe con todos."-
Todos miraron a Korra, esperando su decisión. Cuando sus ojos se estrecharon y alzando su rostro, Asami supo lo que sería. No estaba sorprendida, pero la idea de dejar que su amada corriera peligro otra vez, por lo que se sintió por enésima vez en menos de un día, que algo le atravesaba el pecho.
-"No fui capaz de impedir que Kuvira tomara Zaofu..."- Dijo Korra, sin una pizca de duda. -"Pero no pienso permitir que conquiste Ciudad República. El mundo no esta a salvo mientras tenga esa arma."-
-"Estoy de acuerdo."- Una voz firme y con autoridad habló desde lo alto de una de las montañas de escombros, y Asami se volvió para mirar. Lin Beifong estaba a unos metros de distancia, su expresión tan determinada como siempre. -"Destruiremos ese gigante hoy mismo."-
Una sonrisa se extendió en el rostro de Korra. -"¡Lin! Lo lograste!"-
-"Me alegra ver que todos ustedes también lo lograron. Me tenían preocupada."-
Varrick tampoco se sentía aliviado. -"Bueno, ustedes los maestros tendrán que luchar contra ella solos."- Dijo, mirando con tristeza a las ruinas del almacén. -"Ella destruyó nuestra fábrica con todos nuestros trajes-colibrí dentro."-
El corazón de Asami se hundió. Con una explosión de ese rayo espiritual, Kuvira había logrado deshacer todo su duro trabajo. Es mucho para ayudar a Korra. Ella tendrá que luchar contra ese gigante mecánico sola. No hay nada más que pueda hacer. Daría cualquier cosa por un traje más. Al menos de esa manera, podría estar con ella...
Ella lanzó un jadeo. No había tiempo para construir más trajes desde cero, pero tal vez había una manera de que ella pudiera ayudar a Korra a sacar al gigante mecánico de Kuvira. Los prototipos que estaban en su oficina no eran perfectos, pero podían volar. Eso era todo lo que necesitaba. -"Esperen, no todos. Están los prototipos en mi oficina. Si podemos hacer que estén listos para volar, al menos podremos ofrecer algo de soporte aéreo."- Dijo, tomando la mano de Korra entre la suya, mirándola a los ojos. No te dejaré hacer esto sin mí.
Para alivio de Asami, Korra no protestó. En cambio, ella asintió, como si hubiera estado esperando aquellas palabras todo el tiempo. -"Bien. Regresaremos a la torre de Industrias Futuro. Afortunadamente, cavar en todo este lío mantendrá a Kuvira ocupada el tiempo suficiente para que trabajemos y cuidemos a nuestros heridos."-
-"Pero todavía no tenemos un plan."- Protestó Varrick con una voz cada vez más llena de urgencia. -"Contabamos con una flota completa. ¿Qué pueden hacer dos trajes?"-
-"Pensaremos en algo."- Dijo Asami, enderezando los hombros. -"Tiene que haber una manera de destruir esa cosa."-
Varrick acunaba su barbilla, acariciándola con la mano mientras su frente se fruncía, hundido en sus pensamientos. Después de un momento, exploto con jubilo, levantando muy emocionado el dedo en el aire. -"¡Lo tengo! No sé si eso detendría al gigante mecánico de Kuvira, pero podría retrasar a los pequeños meca-trajes y tener un poco más de tiempo. Zhu Li y yo tenemos que llegar a la cima de la torre de Industrias Futuro lo más rápido posible."-
Tenzin asintió. -"Kai, Jinora, ¿pueden asegurarse de que lleguen allí? El resto de nosotros lo seguiremos a pie. Podría llevarnos unos minutos más traer a Baatar y a los otros heridos a la torre."-
-"Iré con ellos."- Se ofreció Lin, con una voz que no permitía argumentar a nadie. -"Si él necesita llegar a la cima de un edificio, los ganchos de metal son más rápidos que un elevador."-
Varrick tragó nerviosamente, como si quisiera protestar, pero no tuvo la oportunidad. Kai y Jinora rodearon a Zhu Li con el brazo y se elevaron en el aire mientras Lin agarraba la desafortunada cintura de Varrick. Asami apenas pudo escucharlo gimotear de miedo antes de que Lin los siguiera, balanceándose de tejado en tejado con el desafortunado empresario, quien no paraba de agitarse en el agarre de Lin.
-"Espero que ella lo calle."- Murmuró. -"De lo contrario, el ejército de Kuvira nos descubrirá."-
-"Nos encontrarán de todos modos si no nos damos prisa."- Dijo Korra. -"Es solo cuestión de tiempo antes de que Kuvira nos rastree, y cuando lo haga, necesitaremos tener un plan para detenerla."-
* * *
A pesar de que no había visto ninguna otra ráfaga espiritual de color púrpura, Asami no pudo contener un suspiro de alivio cuando llegaron la cima de la Torre de las Industrias Futuro. Que destellaba, en un autentico e intacto a la luz del atardecer, que se extendía por encima de todos los demás edificios. Ella se permitió un momento para simplemente mirar. La torre era el signo de su fuerza y ​​perseverancia, de todo lo que había luchado durante los últimos tres años. El gigante mecánico de Kuvira podría estar invadiendo la ciudad, pero Industrias Futuro seguía en pie.
No había tráfico en las calles, aunque había varios vehículos abandonados, y las aceras permanecían vacías. Hasta el momento, parecía que todos habían seguido el consejo de Wu y se habían ido a la estación de tren. Dejando todo en un inquietantemente silencio, y cuanto más se acercaba su grupo a la torre, más crecía la sensación de inquietud dentro de Asami. Se encontraba mucho más cerca a la deriva al lado de Korra, tomando tanta velocidad como pudo en su trote.
-"Podrías haber seguido adelante junto a Zhu Li y Varrick."- Dijo ella. -"Sé que serías más rápida sin nosotros..."-
-"¿Y dejarte atrás?"-Bufó Korra, sacudiendo la cabeza. "De ninguna manera. Además, tenemos que asegurarnos de que Baatar llegue sano y salvo. Podría tener algunas ideas sobre cómo detener a ese monstruo gigante."-
Asami lanzó una breve mirada a Wing y Wei quienes llevaban a Baatar en una camilla improvisada. No estaba del todo inconsciente, pero claramente si herido y aturdido. En general, no parecía que sería muy bueno que ahora tuviera una lluvia de ideas en ese estado, suponiendo que incluso aceptara ayudar. -"He aquí la esperanza."- Murmuró con lo que quedaba de su aliento. Porque desafortunadamente, me he quedado sin ideas. ¿Cómo se supone que debemos detener un meca-traje de veinticinco pisos con dos pequeños trajes de colibrí? La maniobrabilidad no será suficiente para ayudarnos a ganar contra algo tan enorme.
-"No te preocupes."- Dijo Korra, señalando hacia adelante. -"Ya estamos casi allí. Solo dos bloques más. Afortunadamente los otros ya nos están esperando."-
Cubrieron la distancia en tiempo récord. Tan pronto como llegaron a la torre, una figura familiar salió a su encuentro, y los ojos de Asami se abrieron con sorpresa. -"¿Varrick? ¿Pensé que necesitabas estar en el techo?"-
-"Ya lo estaba, gracias a los cables metálicos de Lin."-  Dijo Varrick, y Asami no pudo evitar notar que se veía un poco más pálido que de costumbre. -"Caminemos y hablemos. Tengo buenas noticias y malas noticias, y más buenas noticias y más malas noticias. ¡Ah, y algunas buenas noticias!"-
-"Al menos no todas son malas noticias."- Dijo Korra mientras su grupo entraba corriendo al edificio. -"Danos las noticias."-
-"Las buenas noticias: logré desactivar el pelotón de mecha-trajes que estaban cerca."- dijo Varrick mientras se dirigían al ascensor. -"Zhu Li y yo subimos al techo y lanzamos un pulso electromagnético gigante que los derribo a todos."-
-"Entonces, ¿cuáles son las malas noticias?"- Preguntó Asami.
-"El gigante metálico de Kuvira todavía se está acercando. Está alimentado con energía de las enredaderas espiritual, por lo que no podemos desactivarlo como a los demás. Ah, y ella podría ser capaz de darse cuenta de que nos estamos escondiendo aquí, si los ingenieros le quedan no son unos totales bufones. Diría que tenemos alrededor de una hora, dos como máximo."-
-"Genial."- Resopló Korra mientras se dirigían al ascensor. -"¿Cuál es la otra buena noticia?"-
-"Hiroshi nos está esperando arriba. Dice que tiene algún tipo plan en mente."-
Los ojos de Asami se iluminaron. Ella había esperado que su padre fuera capaz de encontrar algo, y escuchar eso fue un alivio. Quizás todavía tenían una oportunidad después de todo. -"¿Qué tipo de plan?"-
-"Dejaré que él lo explique."- Dijo Varrick. -"La otra mala noticia es que no contamos con pilotos capacitados. Tú y yo tendremos que acercarnos a ese gigante metalico, y hay muchas posibilidades de que podamos morir."-
Asami asintió. Ella había presentido eso cuando sugirió usar los prototipos. -"Yo ya tenía planeando pilotarlo, Varrick. Yo los inventé. Debería volar uno de ellos."-
-"Nadie morirá."- Dijo Korra, su expresión se endureció. Asami casi esperaba que protestara, pero una vez más, Korra la sorprendió por su apoyo. -"Asami es una gran piloto. Cualquiera que fuera el plan de Hiroshi, ella podrá hacer que funcione."-
Cuando el ascensor se detuvo, Asami acercó su mano a la de Korra, dándole un apretón de agradecimiento. A pesar de la situación de emergencia, o quizás especialmente por eso, la confianza de su pareja le tenía significaba todo el mundo para ella.
-"¡Esperen!"- Dijo Varrick mientras las dos salían del ascensor. -"No les he contado las buenas noticias todavía."-
-"Suelta esas buenas noticias."- Dijo Korra. -"Nos vendría bien algo de eso."-
Una expresión ridícula se extendió por el rostro de Varrick, y su sonrisa se extendió de oreja a oreja. -"Zhu Li y yo nos vamos a casar. Por supuesto, suponiendo que no nos quememos hasta morir en una ardiente bola de fuego mientras luchamos contra el gigante mecánico de Kuvira."-
-"¿Esperar, qué?"- Parpadeó Asami sorprendida. -"Tienes aquí, tal vez unos diez minutos antes que nosotros. ¿Cuándo tuviste tiempo?"-
-"Cuando el mundo está a punto de acabarse, haces tiempo."- Dijo Varrick, su sonrisa se desvaneció. -"Usas cualquier oportunidad que tengas para decirle a tus seres queridos cómo te sientes... incluso si se está encima de un techo mientras tratas de detener un montón de meca-trajes. De todos modos, lo importante es que ella dijo ¡sí!"-
Por una vez, Asami estaba de acuerdo con Varrick. Ella había sentido lo mismo hace tres años cuando le confesó su amor a Korra en la aeronave antes de su enfrentamiento contra Zaheer, y sentía lo mismo ahora, cuando ambas se preparaban para arriesgar sus vidas una vez más. Le dio a Varrick una sonrisa genuina, preparándose para felicitarlo, pero otra figura se acercó, uniéndose a la conversación antes de que pudiera hacerlo.
-"Asami, Korra, me alegra de que estén aquí. Tenemos que hablar, y no hay mucho tiempo."-
Levantó la mirada, suspirando de alivio cuando vio que su padre se acercaba. -"Papá..."- Él abrió sus brazos, y soltando la mano de Korra, corrió hacia ellos para darle un abrazo.
-"Estaba tan preocupado cuando vi la explosión."- Susurró cerca de su cabello. -"No te puedes imaginar lo aliviado que me sentí cuando Lin y Varrick se presentaron y me dijeron que lograste salir viva."-
-"Pero no pudimos salvar los trajes-colibrí."- Dijo ella, con la voz quebrada. -"Todos fueron destruidos en la explosión. Los dos prototipos en mi oficina son los únicos que nos quedan."-
Después de un último apretón, su padre la soltó y le tomó los hombros. -"Está bien, Asami. Esos dos son todo lo que vamos a necesitar."-
-"¿Crees que sabes cómo vencer esa cosa?"- Dijo Korra a su lado, con una mezcla de esperanza y escepticismo.
-"Sí. Debemos actuar como si se tratara de infección: Rompa la piel y ataquen sus órganos vitales. Desconecten el corazón y el cerebro, y esta bestia no podra vivir."-
-"¿Pero cómo vamos a meternos dentro?"- Preguntó Korra. -"Kuvira es inteligente. Apuesto a que la coraza externa está hecha de platino. De lo contrario, un grupo de maestros de metal podría hacer un agujero y separar el metal interno."-
-"Es posible."- Dijo una voz áspera, a cierta distancia. Asami miró más allá de Korra para ver a Baatar sentado en su camilla. La expresión de su rostro estaba misteriosamente en blanco, pero sus ojos estaban enfocados una vez más, mirando hacia un punto distante. -"Las articulaciones y el enchapado son todo de platino. No podrás detenerlo. Nada puede detenerla ahora."-
-"Eso pensé."- Dijo Hiroshi. "Industrias Futuro tiene sierras de plasma para cortar platino. Si conectamos uno a los trajes-colibrí..."-
Asami negó con la cabeza. -"Pero las sierras son demasiado grandes. Jamás lograríamos que los trajes despegaran con tanto peso extra."-
Hiroshi apretó el lado de su brazo. -"Eso no será un problema. Creo que puedo añadirle un componente eléctrico al soplete del traje y convertirlo en una sierra de plasma."-
Cuanto más pensaba en ello, Asami más se emocionaba. La idea sonaba loca, pero también tenía sentido. Recordó la semana anterior, cuando Varrick lo había intentado y no había podido quitarse el colibrí-libélula volando alrededor de su cabeza. -"Como un mosquito de metal. Tendríamos que ser rápidos, pero podría funcionar. Solo tenemos que aterrizar lo suficiente como para hacer un agujero lo bastante grande como para que una persona pueda atravesarlo."-
Varrick frunció el ceño. -"¿Sabes lo que les sucede a los mosquitos que aterrizan en mí? ¡Los aplasto!"- Golpeó la palma de su mano, sonado muy audible. -"Si no tenemos cuidado, Kuvira hará lo mismo con nosotros."-
La expresión de Korra se oscureció, pero no antes de que Asami captara el destello de miedo debajo de ella. -"Entonces el resto tendrá que atacar en un enjambre para mantenerles a salvo en los trajes-colibrí. Parece que son nuestra única esperanza."-
* * *
-"Ahí, eso debería hacerlo."- Dijo Asami, quitándose la máscara y pasándose la manga de su brazo por la frente. El calor del soplete la envolvía a ella, y una fina capa de sudor se había acumulado en su frente, pero a pesar de sentirse pegajosa y agotada, no podía evitar sentirse orgullosa. Trabajando juntos, ella y su padre habían logrado incorporar la sierra de plasma en el primer traje-colibrí en cuestión de minutos. Todo lo que quedaba era asegurar de que funcionara. -"¿Listo para entrar y probarlo?"-
-"Absolutamente."- dijo Hiroshi, con una sonrisa llena de orgullo. -"Aunque iba a dejarte hacer los honores. Siempre disfrutaste probar nuestros inventos."-
Asami le devolvió la sonrisa. Era cierto que Hiroshi generalmente le había permitido probar sus proyectos conjuntos primero en el pasado, y ahora que se estaban llevando bien de nuevo, esos viejos recuerdos no dolían tanto cuando reaparecían. -"Te dejaré hacerlo."- Dijo, señalando hacia la hoja de platino que esperaba frente al meca-traje. -"Fue idea tuya, y vas a necesitar práctica con los controles. Quiero decir, suponiendo que quieras ayudar..."-
La expresión de Hiroshi se volvió seria una vez más, y él le puso una mano en el hombro y la miró a los ojos durante un largo tiempo. -"Por supuesto que quiero ayudar. Si quieres que sea tu copiloto, estoy listo. Ya es hora de que empiece a pagar mi deuda con Ciudad República y contigo."-
Asami colocó su mano sobre la suya. Había esperado que su padre aceptara volar con ella, pero al oírlo decir esas palabras llenaban su corazón de amor y esperanza. -"Ya lo has hecho, papá. Te perdoné antes de esto."-
Una mirada pensativa cruzó la cara de Hiroshi, como si quisiera decir algo más, pero se retiró en cambio, subiéndose al traje. -"Está bien, apártate un poco."- Dijo una vez que se había acomodado en el asiento más bajo. -"Lo iré encendiendo."-
Asami dio un paso atrás, tratando de no dejar que los nervios la superaran. En teoría, la idea de su padre era brillante, y estaba segura de que habían instalado la sierra de plasma correctamente, pero todo se reducía a esto. Si algo salía mal, no tenían un plan B al que recurrir, y no había tiempo para encontrar uno.
La sierra de plasma se encendió y saltaron chispas cuando su ardiente borde se topó con el platino. Para su alivio, el metal cedió. La sierra logro cortar el platino, tal vez un poco más lento de lo que a ella le hubiera gustado, pero después de unos largos segundos, la mitad de la hoja de prueba cayó al suelo. -"Lo logramos."- Dijo Asami, volviéndose para mirar a su padre en el asiento del copiloto mientras apagaba los controles. -"Tu plan funcionó. Si detenemos a ese meca-gigante, será todo gracias a ti."-
-"Fuiste tú quien diseñó estos increíbles trajes."- Extendió su brazo, tomando su mano de nuevo y la miró desde lo alto de sus anteojos. -"Sé que estas no son las mejores circunstancias, pero es genial trabajar juntos otra vez. Extrañaba esto."-
-"Yo también."- Dijo Asami, tragándose el nudo en la garganta. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y tuvo que parpadear. -"Gracias por todo."-
-"Puedes agradecerme más tarde, una vez que ganemos."- Dijo Hiroshi. Saltando del traje, para luego enderezarse. -"En este momento, tienes algo más importante que hacer."-
Asami miró hacia el otro traje prototipo que esperaba a varios metros lejos. -"Lo sé. Aún tenemos que preparar el otro traje para Varrick y Zhu Li-"-
Hiroshi negó con la cabeza. -"No, Asami. De eso no es de lo que estoy hablando. Debes ir y despedirte de Korra."-
El despedirse, sintió que su estómago se sacudía. -"¿A qué te refieres con eso?"- Preguntó ella, luchando contra el impulso de temblar.
-"Sabes a lo que me refiero."- Sus ojos se fijaron en su garganta, y Asami vio un viejo dolor en ellos. -"Korra no es lo que imaginé para ti, y sé que ustedes dos no han tenido un viaje tranquilo hasta los momentos, pero la amas. Y sé que daría cualquier cosa por ver a tu madre en este momento, solo una vez más. Cuando nos enfrentemos a Kuvira, no quiero que te arrepientas. No dejes nada sin terminar."-
Ella entendió lo que estaba tratando de decir. Era lo mismo que Varrick le había expresado en el ascensor, y la misma decisión que había tomado hace tres años atrás, antes del enfrentamiento de Korra contra Zaheer. Levantó su mano, presionando las yemas de los dedos sobre la vieja marca en su hombro. Los latidos de su corazón lo podía casi que oír, y una extraña sensación de calma se apoderó de ella. Su padre le estaba dando un regalo, el regalo del tiempo, y no iba a desperdiciarlo.
-"¿Cuánto tiempo falta para terminarlo?"- Ella susurró.
-"Me tomará una media hora terminar de convertir el otro traje con la ayuda de Varrick y Zhu Li. Haz que valga la pena."-
-"Lo haré."- Dijo, pero su voz se quebró en un pequeño sollozo. Él abrió sus brazos, y ella se lanzó a ellos, abrazándolo tan fuerte como pudo. -"Te amo, papá."-
-"Yo también te amo, Asami."- Después de un breve apretón, la dejó ir, sonriendo a través de sus propias lágrimas. -"Ve a buscar a tu pareja. Te necesita ahora más que a nosotros."-

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