Esclavitud, Capítulo 3 por Josy1986

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Hola mi gente bella otro domingo más de un buen capítulo de este fic llamado "Esclavitud" =D jajajaja que por lo que veo si a algunos o algunas le parten el kokoro x'D. Es un tema muy fuerte y que hay tener guaramos (valentía) para poder hablar de estos temas difíciles y más si casi te pasa. Sin más rodeo doy comienzo con el capítulo 3. 

Y como siempre digo el fic no es mio, es de Josy1986




Capítulo 3

Dos día pasaron lentamente. Asami nunca se alejo del lado de Korra, ambas compartieron una pequeña charla. La belleza de de cabello azabache le preguntaba a su nueva amiga preguntas de las cosas más simples que podía imaginar. Korra al parecer, podía entender mucho, pero su vocabulario no estaba a alto nivel. Así que sus conversaciones en su mayoría sólo iba a un solo lado.

Aunque se sentía más segura de lo que había estado en las últimas semanas, Asami aún se estremecía cada vez que uno de los ladrones entraba a la prisión. Cada vez que eso pasaba, podía sentir unos brazos fuerte alrededor de ella. Se abrazaba de firmemente contra la figura de su dueña. Los nativos de la Tribu de Agua se compartieron todo, ellos habían sido capaces de contrabandear y llegar a bordo con la belleza de piel pálida. Algo en la que estaba agradecida por ello.

Las mujeres morenas ayudaron mucho a tratar las heridas de Asami mediante el agua-control. Apartando su mirada, avergonzada cuando Korra noto los moretones oscuro en sus muslos. No hubo necesidad que le explicara como obtuvo eso. De donde viene Asami, cuando una mujer perdía su virginidad no era digna ni por una pieza de cobre. Se suponía que iba a permanecer "pura" hasta el día de su casamiento, cuando se consumiera su boda con su marido y luego la reclamara como suya.

Había esperado que los miembros de la Tribu de Agua les diera miradas fruncidas. Que dijeran que era una mala mujer por haberse dejado robar por esos hombres su tesoro más preciado. O incluso el darle la espalda a ella y dejar que los miembros de aquella tribu supieran que estaban a punto de rescatar a una mujer que no valía nada.

Pero nada de eso paso. En lugar de miradas y palabras duras, recibió otro abrazó reconfortante de parte de Korra. Incluso le llego a preguntar, con bastante dificultad, si podía aliviar su dolor con su agua-control. Asami había tomado su oferta gustosamente, pero era incomodo extender un poco las piernas. Aquellas manos morenas, que fueron cubiertas con el brillo del vital líquido, lentamente comenzó a trabajar en sus adoloridos músculos.

Sus manos habían sido tan dulce. Tan cálidas. Vio la tranquilizadora sonrisa de Korra cuando trabajaba sobre los heridos músculos bajo sus dedos. No pudo detener el rubor que se arrastraba sobre sus mejillas. Los moretones todavía estaban presente, pero se volvió en un tono azul más claro que por el momento Korra dejó de trabajar en ellos.

La mujer de increíbles ojos azules compartió todo lo que tenía con la heredera. Todo. No solamente el agua y los alimentos. Ella le había dado su parka a Asami, que aún llevaba y que intento varias veces devolvérsela.

Incluso con la parka que lograba mantenerla caliente. Por las noches, cuando la temperatura bajaba, ella se estremecía del frío. Korra compartía el calor que emanaba su cuerpo con ella. Aquellas misma manos que trabajaron en sus músculos heridos hace varías horas. Se arrastraron por debajo de la tela de su parka. Manos y brazos cálidos hicieron contacto con la piel fría de Asami, que dejo escapar un feliz suspiro. Se había dado vuelta quedando en frente del rostro de la sureña, solo para arrastrarse un poquito más cerca de ella y volver a quedarse dormida.

En medio de la noche la puerta de la prisión se abrió. Las personas fueron despertadas bruscamente, mirando a sus alrededores adormilados y aturdidos.

"{Levántate, el capitán quiere hablar contigo.}" Dijo, pero manteniendo distancia de las dos jóvenes.

Korra entrecerró sus ojos, pero asintiendo con su cabeza. Mirando a Asami y sonriendole. "No te preocupes...Tú duerme más".

"Pe-Pero..." Ella miro a su amiga con miedo, una mano sostenía su muñeca. Mirando a Korra y a su vez a los dos asaltantes de la prisión. Tenía miedo de que le hicieran lo mismo que le hicieron a ella a su amiga sureña. "P-por favor... Ten cuidado..." Susurro, cerrando sus ojos.

Sintió como su rostro fue tomado por ambas manos. Una cálida mejilla estaba presionada junto a la suya y los labios de Korra estaba cerca de su oído. "Yo bien... Duerme 'Sami..." Susurró antes de presionar un beso contra su sien.

La heredera sintió como su corazón daba un vuelco o otros dos cuando esos suaves labios hicieron contacto con su piel. Dejando un vacío cuando Korra se retiro, yéndose con los ladrones. La puerta se cerro detrás de ellos de forma segura.

"Dioses... Por favor que esté a salvo..." Susurro Asami. Sus manos se entrelazaron y sus ojos se cerraron de golpe. Estaba temblando, pero no del frío. Se sentía enferma. Korra sería golpeada y violada como ella se lo habían hecho a ella. Y no había nada que pudiera evitarlo.

¿Por qué su padre no hacía nada para detener a los ladrones y alejarla de ellos? ¿Por qué no luchaban? Seguramente eran capaz de hacerlo.

Volteo su mirada a los hombres de la Tribu de Agua. Estaban todos sentados en el suelo de madera. Con sus piernas cruzadas. Echaba de menos a la joven mujer y le rogó a los dioses de que ella estuviera bien.

Korra fue llevada al camarote del capitán. El hombre que hablaba su lengua nativa sonrió a sus espaldas y mantenía los ojos fijos sobre la espalda de ella. "{Una vez que el capitán lo haga contigo... Estoy seguro que no le importaría si te llevo a dar una vuelta o dos...}" Dijo, humedeciéndose los labios.

"{Eres una jodida vergüenza para tu tribu, traidor asqueroso... Si te atreves a tocarme, te arrancare las bolas y empujare tu brazo profundamente en tu culo.}"

"{¡Ja! Lo desearías, salvaje... Me aseguraré de que estés sangrando en los próximos días. Y después de eso... Me cogeré también a tu amiga de cabello negro.}"

Los ojos de Korra se abrieron de golpe, dándose la vuelta, con la velocidad de un maestro aire. Algo que sus captores no habían esperado y sin duda fue sorprendido por un puñetazo del lado derecho del rostro del ladrón. Aullando de dolor y tomándose su rostro con ambas manos. "¡Joder! ¡Maldición! ¡Maldita perra! ¡Te haré pagar por eso!" Quitándose el látigo de su cintura, pero antes de que pudiera hacer algo, Korra ya estaba sobre él.

"{¡Asqueroso, pedazo de escoria despreciable! ¡Te voy a matar!}" Trato de golpear al hombre por donde ella podía. Con toda la fuerza que pudo reunir. Puños aterrizaban sobre su cara, pecho y estómago. En cualquier lugar donde podía. Después de varios pares de golpes fuertes, la agarraron por detrás. Varios brazos la sujetaban cuando trató de volver a golpear al hombre que todavía estaba tirado en el suelo de madera. Todo acurrucado y sus brazos delante de su rostro. Protegiéndose de los feroces golpes de la mujer que seguía intentándolo.

"{Suficiente, iremos a ver al capitán. Ahora.}" Dijo el otro ladrón hablando la lengua materna de Korra.

Korra gruño por última vez al ladrón que estaba sentado en el suelo antes de que fuera alejada por el otro hombre. Parecía que hablaba su lengua también. Tanto la gente del Norte y el Sur tenían de igual forma la piel bronceada. Algunos más oscuros que otros, pero aun así. "{¿Cómo eres capaz de hablar mi lengua?}" Preguntó ella realmente curiosa.

"{Viaje por todo el mundo antes de unirme a esta tripulación}" Decía mientras caminaba hacía el camarote del capitán. "{Estoy tratando de reunir tanta riqueza como pueda antes de regresar con mi esposa e hijo.}"

Korra se burlo de él, "{¿En serio? ¿Matando y asesinando piensas que traerá riquezas}" Dijo casi rugiendo.

"{Yo no viole a tu amiga de cabello negro. Pero muchos de la tripulación lo hicieron... Ellos se turnaban y cuando era mi turno... Le di la espalda a ella}" Oyéndose un tono de pesar en su voz. "{Desafortunadamente para ella... El resto de la tripulación... Parecían que solo le aumentaba más la excitación por sus gritos.}"

"{¡BASTA! ¡No necesito escuchar tus excusas! ¡No eres más que un cobarde! ¡Deberías haberla protegido!}" Gruñía como un animal mientras hablaba.

"{Intente una vez atender sus heridas... Pero ella no me dejaba... Ella-}" Fue interrumpido lo que iba a decir cuando Korra se volteo bruscamente, escupiéndole en el rostro.

"{¡¿Cómo puedes culparla a ella?!}" Grito. "{¡Todos los hombres que esta en este barco solo querían una cosa de ella! ¡La dejaron sangrando, magullada y herida! ¿En realidad creías que querían que la tocaran? ¿Realmente eres tan estúpido?}" Dándose la vuelta para seguir caminado.

"{Yo solo...-}" Volviendo a ser interrumpido.

"{Deja de hablar. Me importa un carajo lo que tengas que decir. De donde yo vengo, las acciones hablan más que las palabras.}" Levantando su vista hacía el cielo oscuro. La luna brillaba sobre ellos. Luego lo miro por encima de su hombro cuando ambos por fin llegaron a la puerta del camarote del capitán. "{Tal vez algún día seas capaz de redimirte... Ora a los dioses por la decisión que vayan a tomar correcta, entonces... En lugar de darle la espalda a aquellos que te necesitan.}"

Antes de que el hombre le pudiera responder, la puerta se abrió desde el interior y Korra entro. Dejando al hombre con sus pensamientos.

El camarote estaba decorado con una cama grande de roble en la esquina izquierda. Unas sábanas oscuras cubrían el colchón junto con grandes y suaves almohadas. A la derecha del camarote habían varios estantes. Algunos llenos de pergaminos que probablemente contenían mapas de todos los países y regiones del mundo. En otros estantes tenían botellas de licor que parecía caros. Un whiskey de la Nación de Fuego. Figuras espirituales de la Tribu de Agua del Norte y Sur. Todos de distintos colores, las variaciones de un color azul oscuro y un rosa brillante. Unas botellas que parecían del Reino Tierra con gusto a coñac. Miro a su izquierda y vio un armario. Las puertas se cerraron. 

En el medio de la habitación había una enorme mesa que estaba muy bien decorado con roble. Detrás de el había una silla con igual decoración y que en su apoya brazos al parecer tenían un acolchado de seda.  

Antes de la mesa había otra, al igual que otra silla, con menos decoración. Una persona estaba sentada allí. Con sus manos atadas en los apoya brazos y un saco de lino cubría el rostro de aquella persona. 

Su mirada se volvió hacía donde estaba el hombre que estaba junto a la persona que estaba atada. Un hombre de piel bronceada la miro. Tenía una cicatriz antigua que decoraba su rostro y también estaba ciego de un ojo a causa de una vieja herida. Aquella cicatriz pasaba por la mitad de su frente, pasando por el puente de su nariz y su ojo, terminando en su mejilla derecha. Su otro ojo de un azul océano, miraba a Korra con intensidad. Iba vestido con unas botas de cuero negro, camisa de lino negro y unos pantalones de algodón de color azul oscuro. Tenía una espada en su cinturón marrón oscuro que colgaba en su cintura. 

Su mano llegaron al saco de la otra persona y de un tirón se la quito rápido. "{¿Creo que ustedes dos se conocen...?}", Preguntó, revelando unos pares de dientes podridos mientras hablaba. 

Aquella persona parpadeo un par de veces. Entrecerrando sus ojos y al parecer tenía algunos problemas para enfocar a la otra mujer que tenía delante. Uno de sus ojos tenía un moretón a su alrededor y había un poco de sangre seca bajo su nariz "{¿Madre? ¿Eres tu? Te vez tan joven... Te dije que no vinieras por mi...}" 

Korra no pudo evitar reírse. "{No, no soy tu madre...}"

"{¡Oh, gracias a Yue por eso!}" Antes de que pudiera continuar, recibió un golpe con la mano abierta en su nuca. "{¡Ay...! ¡Oye!}" Gruñendole al capitán. "{Korra, sácame de aquí para poder matar a este pedazo de basura}" Murmuro y movió ligeramente sus muñecas. Tratando de liberarse. 

"{Tienes una gran boca, para ser alguien que esta atada... Te voy a demostrar más adelante que hacer con esa boca.}" Se acerco a Korra y la tomo por el cuello con sus manos. "{Y tu... tu amiga aquí me dijo que estabas aquí a bordo aquí para salvar a la pequeña zorra que tengo a bordo... porqué su papá y mamá la quieren de vuelta a casa.}" Sonreía con maldad a la sureña que en lugar de mirar miedo en sus ojos, todo que podía ver era odio que ardía en ellos con determinación. Burlándose de ella, entrecerrando sus ojos. "{Puesto que tú y esa zorra son tan cercanas... me asegurare de permitirte que la veas cuando este dentro de ella... Ella va...- ¡Ugh...!}"

No pudo termina la frase. Lentamente soltó el cuello de Korra de su férreo control. Miraba sus propias manos con incredulidad, con los ojos muy abiertos por el miedo. "{¡N-No!... ¡Es-Esto... N-No puede ser!}" Dentro de su interior algo lo obligaba a estar de rodillas. Gruñendo con frustración y parecía estar luchando para no arrodillarse antes su prisionera. Apretaba aquellos dientes repugnantes. Intentaba con toda la fuerza de su cuerpo colocarse de pie. Pero no pudo. 

Korra lo miro y lo obligo a que la mirara. Sus ojos se estrecharon, levanto su mano al aire. Usando su poder de control y así convocando el agua que estaba en un vaso sobre el  escritorio. El agua se movía a través del aire y quedo aún levitando sobre su mano morena. Poco a poco su agua se convertía en hielo. Tomando la forma de un pico afilado pero fuerte que se fusiono en la mano de Korra. 

"{Nunca más le harás daño a alguien. Hoy, tu reino de terror en este barco termina. Y lo último que veraz... Será mi rostro...}" 

Antes de que el capitán pudiera siquiera decir alguna palabra. Aquella estaca de hielo y se dirigía directamente al corazón acelerado del hombre. Korra se quedo a mitad de camino por unos segundos. Disfrutando del miedo que tenía en el rostro aquel hombre, viendo como la esencia de su vida se apagaba como una vela. Sus ojos estaban muy abiertos quedando en estado de shock y terror. Dando unos gorgoteos finales antes de que su cuerpo se desplomara hacía a un lado. Un charco de sangre comenzaba a aparecer en lo que estaba tirado en el suelo. 

Korra escupió al cuerpo sin vida del capitán y se acerco a donde estaba la otra mujer. Sonriendo, mientras cortaba los nudos que la tenían atada a la silla. 

"{Es bueno verte Axis ... Parece que coincidimos después de todo... Y en luna llena.}" 

Axis sonrió y asintió con la cabeza. Levantándose y estirando sus brazos y piernas antes de que ella se lanzara sobre Korra dándole un fuerte abrazo. "{También es bueno verte. ¿Así que estamos al mando de este barco?}" Le pregunto mientras soltaba a su amiga, comprobando poco a poco lo que le rodeaba. 

"{Si. Y la chica Sato esta aquí. Estaba debajo de la cubierta con mi padre y los demás.}" 

Axis hizo sonar sus nudillos. "{Bueno, entonces... No vamos a hacerlos esperar por mucho tiempo...}" Dijo mientras sacaba sus dos espadas de la vaina que tenía en su espalda.

Korra sonrió "{Hazlo...}" 

Axis sonrió y asintió con la cabeza. Respiro hondo, inclinando su cabeza hacía atrás y aulló como un lobo. El sonido de aquel aullido atravesó todo y llego a los oídos de los hombres que estaban abajo. 

Tonraq sonrió y de inmediato se levanto. "{¡Es hora hermanos!}" Grito y sus hombres se levantaron también. Ellos sonrieron y sacaron de sus ropas armas pequeñas, pero más que todo, sus odres de aguas. Atándolo a sus caderas y usaron el agua para romper las cerraduras de la puerta de aquella prisión. 

Sin piedad demostraron como abrieron a su paso la cubierta superior. Cortando carne y huesos con sus armas heladas. 

Tonraq se quedo junto a Asami que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Tenía una expresión de pánico presente en su rostro cuando Tonraq se acerco a ella. Una sonrisa amistosa en su rostro le aseguro que estaba a salvo, pero eso fue todo.

"Te quedas." Decía y se señalo a si mismo. "Tonraq pelea. También Korra." 

La heredera asintió lentamente. ¿Esto había sido su plan desde un principio? Se pregunto y vio como el padre de Korra desaparecía de su vista. Cerrando la puerta detrás de él, sin antes utilizar el agua para congelarlo de nuevo. Era imposible abrirlo, al menos que alguien fuera un maestro agua. 

Finalmente, Axis y Korra abrieron la puerta del camarote del capitán y fueron recibidas por un grupo de diez asaltantes. 

Ambas mujeres sonrieron. "{Y así comienza la diversión...}" Dijo Korra con una sonrisa mientras se colocaba en posición de lucha. Una pequeña gota de agua estaban por la superficie de la cubierta de madera. Y que también venía del camarote del capitán. La tripulación observaba como lentamente el vital líquido se fusionaba en las manos de Korra. Y que poco a poco comenzó a tomar forma. Se hizo bastante largo aquellos pico, también puntiagudos y afilados. Como si fueran dos espadas. El hielo se volvieron armas que envolvían al alrededor de sus muñecas y manos. Korra tenía un firme control sobre ambos a pesar de que estaban hechos de hielo. Estaba acostumbra a aquel frío. 
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Y así señores termino el capítulo 3 y dando la aparición de Axis el persona que esta abrazando a Korra en la imagen que siempre coloco aquí =D realmente espero le hayan gustado el nuevo capítulo.

Parka: Chaquetón generalmente impermeabilizado, acolchado, con una capucha ribeteada de piel y con una cinta o cordón en el dobladillo de los puños, cintura y borde de la capucha, que sirve par ajustar la prenda al cuerpo e impedir el paso del viento. 

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4 comentarios

  1. Gracias plr traducir todas estas historias, me haces feliz ;)

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    1. De nada cuando salga algún nuevo capitulo de este fic lo subiré y gracias a ti por leer :3

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