Korra y Asami Sato se conocieron
cuando tenían diez y once años de edad. Asami hija de padres ricos y Korra, la hija de su
empleada doméstica, se convirtieron en
las mejores amigas, pero ambas sabían su
lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se convertirían en amantes... También nunca hubo duda de que Asami se casaría y mantendría su posición social en la
comunidad.
CAPÍTULO
5
—Debiste haber estado en un
desastre emocional— dijo Kya
—Eso es mucho para enfrentar a los catorce años.
—Eso es mucho para enfrentar a los catorce años.
—Gracias— dijo tomando el plato de lasaña de Lin — Luce muy bien— asintió con la cabeza hacia Kya, reconociendo su declaración —Sabía que lo que estábamos haciendo era una locura, sí— dijo, —El paso por la pubertad y la realización de que tu mejor amiga era la que te excitaba era condenadamente aterrador. Y si su madre nos hubiese atrapado besándonos... — dijo con una sacudida de la cabeza —No puedo ni siquiera empezar a imaginar su reacción.
Kya se echó
a reír —Oh, creo que
si puedes imaginarlo. Eso era lo que te asustaba.
— ¿Entonces tú y Asami hablaron de ello? — Preguntó Lin— Es decir, puedes llamarlo practicar y todo lo que quieras, pero estoy segura que ambas sabían lo que realmente estaba sucediendo
—Sí, sabíamos lo que estaba pasando, pero no hablamos de ello. Ella estaba haciendo lo que se suponía tenía que hacer…tener citas con Mako. Todo estaba separado acerca de nuestras vidas excepto eso. Diferentes escuelas, diferentes amigos. Su madre la mantenía ocupada con clases de tenis, danza, natación. A medida que iba creciendo, pasaba cada vez más tiempo con sus amigos. No que ella quisiera. Sin embargo, era lo que se esperaba de ella.
—Porque era una Sato— dijo Kya —Así que Brook Hill todavía era una pequeña ciudad donde las viejas divisiones de las reglas de clases seguían aplicándose. Increíble
—Como he dicho, su madre lo tomaba muy en serio
— ¿Así que fue difícil verse la una con la otra?
—A veces. Tan ocupada como ella mantenía a Asami, así su madre tenía muchas actividades por su cuenta. La cena era a las siete y ni su madre ni su padre llegaban a casa mucho antes de eso— tomó un bocado de la lasaña y asintió con la cabeza —Esto está delicioso, Lin. Gracias por hacerla vegetariana.
—Gracias. Y de nada
— ¿Cuánto tiempo paso para que besar ya no fuese suficiente? —preguntó Kya sin rodeos.
—Quieres decir ¿cuándo empezamos a tocarnos?
—Estoy asumiendo que no profundizaron y se convirtieron en amantes. Eran vírgenes— dijo.
—Vírgenes, pero no inocentes— dijo—Quería tocarla pero tenía miedo
Korra sonrió —La primera vez que me atreví a tocar sus
pechos, tenía quince años
***
—Logré una A en mi prueba—dijo Asami con entusiasmo, levantando la hoja de su prueba para que Korra la viera.
—Bueno, mírate…— dijo —… ¿ves? Te dije que iba a estar bien
—Lo sé. Sin embargo aun así estuve sorprendida
Korra siguió a Asami hacia su sala de estudio y se dejó caer en el suelo donde normalmente se sentaban.
Asami se sentó con las piernas cruzadas junto a ella, con una sonrisa en su rostro.
— ¿Qué? — preguntó Korra, sonriendo también.
— Mei va a tener una fiesta mañana por la noche
Korra ladeó la cabeza, sonriendo — ¿Y? ¿Quieres practicar el baile?
Asami asintió, con su expresión seria dijo — ¿Podemos?
Korra se
entusiasmó con la idea, pero no quiso parecer demasiado ansiosa — ¿Qué clase de baile?
La suave sonrisa de Asami provocó un escalofrío sobre la espalda de Korra—Lento
Korra tragó, preguntándose cómo sus piernas le sostendrían si ella y Asami bailaban. Por mucha práctica de besos que habían tenido, nunca había habido tantos toques involucrados. Incluso cuando se habían atrevido a acostarse sobre la cama de Asami, aún no había habido toques a cuerpo completo ¿Pero el baile lento? Sus cuerpos estarían muy cercanos, sus manos estarían libres para moverse a voluntad.
— ¿Podemos? — Asami preguntó nuevamente.
Korra finalmente asintió. Sabía que nunca rechazaría a Asami. Se pusieron de pie y Korra se movió con nerviosismo.
— ¿La música? — logró decir.
Asami negó con la cabeza
—Solo bailemos— susurró.
Nuevamente Korra asintió, pero no tenía ni idea de cómo empezar. La verdad era que nunca había bailado anteriormente. Asami se acercó, tomando las manos de Korra y colocándolas alrededor de su cintura. Las manos de Asami recorrieron lentamente los brazos de Korra hasta los hombros, curvándose finalmente alrededor de su cuello.
Los ojos de
Korra se cerraron cuando sintió que el cuerpo de Asami se rozó contra el suyo.
—Se supone que debes guiar— dijo Asami en voz baja, su cálido aliento contra la oreja de Korra.
Korra arrastró sus pies, moviéndose contra Asami.
Apretó su agarre alrededor de su cintura, logrando contener un gemido cuando sus cuerpos chocaron entre sí. Fue consciente de su pulso acelerado, de sus respiraciones rápidas y se dijo a sí misma que se calmara. Sólo estaban bailando. Pero cuando los dedos de Asami se enroscan a través de su cabello, escuchó la rápida respiración de Asami y se dió cuenta que no era la única afectada por su cercanía.
Sintiéndose
valiente, dejó que sus manos vagaran, frotando suavemente la espalda de Asami.
La atrajo aún más cerca cuando ella levantó su cabeza. Sus bocas estaban tan
cerca ¿cómo podían estar sin besarse? Los ojos de Korra se abrieron, descubriendo
que los de Asami estaban cerrados. Se movió hacia sus labios, con la intención
de darle un beso lento e inocente.
Pero no hubo nada de inocente cuando Asami gimió en su boca, inmediatamente su lengua encontró la de Korra.
La
pretensión de la danza cesó, sustituida por la más extensa sesión de besos en
la corta vida de Korra. Sus pies dejaron de moverse por completo cuando se presionaron
tan cerca cómo les fue posible. Por mucho que había fantaseado sobre Asami, eso
no le había preparado para la realidad. Estaban respirando pesadamente mientras
sus besos se volvían más frenéticos. Las piernas de Korra se volvieron débiles
y ella se aferró a Asami, envolviendo sus brazos con más fuerza alrededor de su
cintura. Se habían besado mucho en el último año, pero nunca había sido así.
Esto era
salvaje y sexual y el cuerpo de Korra respondió a eso, una constante pulsación
entre sus piernas hizo que arqueara sus caderas contra Asami.
Y entonces hizo algo con lo que sólo había soñado…dejó que su mano viajara sin impedimentos hacia el pecho de Asami. No estaba segura de cuál sería la reacción de Asami, pero no pudo detener el avance natural de su mano. Gimió cuando sintió que el pequeño pezón de Asami se endurecía contra su palma.
Asami arrancó su boca de la de Korra, un fuerte gemido se escapó mientras jadeaba en busca de aire, sus propias caderas presionaron para hacer contacto con Korra. Korra apretó el pezón entre sus dedos, buscando nuevamente con su boca la de Asami, sus lenguas se rozaron con vehemencia contra la otra.
Incluso en el estado lujurioso en el que se encontraba, lo escuchó. El ascensor. Gimió con frustración mientras se alejaba de Asami. Se quedaron de pie mirándose la una a la otra, respirando como si hubiesen corrido un maratón.
—Yo...yo debo irme— logró decir.
Los ojos verdes de Asami seguían clavados en los suyos.
Korra tuvo
que obligarse a sí misma a dar un paso más lejos de ella. Su movimiento pareció
sacar a Asami de su trance y se abrazó a sí misma antes de asentir.
Entonces Korra huyó, consciente de que no sería bueno que la señora Sato la encontrara allí, no en el estado en el que se encontraba. Apenas había logrado bajar los tramos de las escaleras hacia la planta principal, cuando escuchó que la puerta del ascensor se abría. Se detuvo en la puerta que la llevaría hacia la cocina, respirando profundamente, tratando de calmar su cuerpo excitado. Le asustó de muerte saber que esto era sexual. No estaban fingiendo un beso, fingiendo bailar. Sabía lo que significaba. Se preguntó si Asami lo sabía o si seguía fingiendo que sólo estaban practicando.
Finalmente
empujó la puerta, caminando lentamente por las escaleras. Podía escuchar a su madre
y a Stella en la cocina. Esperaba poder entrar a hurtadillas en su habitación,
pero su madre la vio.
—Ven dame una mano cargando la bandeja, Korra
—Está bien— dijo ella pero evitó el contacto visual con su madre. Agarró el plato que su madre señalaba y cuidadosamente lo llevó a la bandeja de servir.
Conocía la rutina. Stella ya habría estado en el comedor poniendo la mesa. Stella también serviría a los Sato a las siete en punto, tan pronto como la señora Sato sonara la campana que indicaba que estaban listos. La bandeja de servir sería cargada para tres, a veces cuatro recorridos. Sopa o un ligero aperitivo para comenzar, algunas veces ensalada, seguido por el plato principal y finalizando con el postre. Korra sacó los vasos de cristal y los llenó de hielo y agua. También agregó dos tazas de café y platillos para el Sr. y la Sra. Sato para después de la cena.
Fue al horno sin preguntar, sacando el pan que se estaba calentando allí. Su madre siempre colocaba una rosa en la bandeja de servir, lo que Korra encontró gracioso ya que sería Stella la única en notarlo.
— ¿Estás bien?
Korra miró hacia arriba —Sí ¿Por qué?
—Te ves ruborizada ¿Tienes fiebre?
Korra casi estalló en un ataque de risa, pero se contuvo
—Me siento bien
Su madre le miró y Korra se sintió incómoda bajo su mirada
—Cuando bajaste, estabas sin
aliento— dijo su
madre.
Korra tragó
nerviosamente
—Bajé corriendo—dijo ella. Eso, al menos, no era una mentira —La Sra. Sato llegó a casa— se encogió de hombros —No quería que me descubriera allí. Ella piensa que pasamos demasiado tiempo juntas
Pero su madre negó con la cabeza —No lo creo
— ¿No lo crees?
—No. Recuerdo que cuando tenía tu edad. Katara y yo éramos las mejores amigas. Rara vez nos veían a una sin la otra. Tú y Asami no tienen ese lujo, ya que no van a la misma escuela
—Y no tenemos los mismos amigos— agregó Korra.
—Correcto. Y la Sra. Sato la mantiene muy ocupada ¿no? Así que no creo que pasen mucho tiempo juntas
Korra ofreció a su madre una sonrisa rápida —Gracias, mamá
Sin embargo, para la tarde del sábado, Korra todavía no había visto ni hablado con Asami. Se sentó en el mirador, con sus piernas extendidas y un libro de biología sin abrir en su regazo.
Estaba algo asustada de que tal vez Asami estuviese enfadada con ella, tal vez había llevado las cosas demasiado lejos y ahora Asami estaba evitándola. Pero en realidad, Asami fue quien empezó. Ella fue la única que sugirió el baile.
Unos pasos se acercaron y se volteó, esperando encontrar a Asami. Se sorprendió al ver al señor Sato.
—Hola, Korra
Korra balanceó sus piernas en el suelo, sintiéndose repentinamente nerviosa en su presencia —Hola, Sr. Sato
—No es frecuente encontrarte aquí sin tu sombra— dijo con una sonrisa.
—Espero que no le importe. Puedo volver a entrar y…
—No, por supuesto que no. Rara vez usamos esto. Sé que tú y Asami lo han reclamado ahora. En realidad, tenía la esperanza de encontrarte aquí sola. Quería darte las gracias—dijo.
Korra lo miró fijamente
— ¿Por qué?
Él sonrió nuevamente —A pesar de que mi esposa piensa que Asami se convirtió repentinamente en una matemática, sé que tenemos que darte las gracias por sus buenas notas
Korra se
sonrojó —Yo...yo sólo
ayudé un poco— admitió.
—Sé por Senna que eres una estudiante de puras A— dijo —También sé que mi esposa cree que Asami es tu tutora
—Lo siento. Nosotras…
Él levantó la mano, deteniéndola —No hay que preocuparse. Sólo quería darte las gracias —se dió la vuelta para marcharse, pero se detuvo —Y creo que es mejor si la señora Sato sigue sin enterarse ¿no crees?
Korra sonrió —Sí, señor
—Bien
Korra se
relajó nuevamente extendiendo sus piernas hacia fuera. En los últimos cinco
años, sólo había tenido un par de conversaciones con él y nunca a solas.
Siempre había tenido miedo de él. Era una figura alta e imponente y tendía a
evitarlo lo más posible. También tenía miedo de la señora Sato, pero por muchas
razones diferentes.
Finalmente abrió su libro de biología, con la intención de leer los siguientes dos capítulos, cuando volvió a escuchar movimiento. Esta vez era Asami. Le sonrió, sintiendo como su estómago saltaba con sólo verla.
— ¿Qué estás haciendo?
Korra levantó el libro y Asami hizo una mueca — ¿Eso es todo lo que haces…estudiar?
—Es por eso que solo tengo A— dijo ella.
Asami se sentó frente a ella, con una leve sonrisa en su rostro.
Se miraron la una a la otra y Korra sintió como su corazón comenzaba a acelerarse. Trató de pensar en algo que decir, algo para romper el hechizo que Asami ejercía sobre ella.
—Yo...yo vi a tu padre— dijo ella.
— ¿Ah, sí?
—Él vino aquí. Quería darme las gracias— dijo ella.
— ¿Por qué?
Korra sonrió —Por tus calificaciones en matemáticas
Asami se echó a reír y luego se puso seria — ¿Estaba enojado?
—No, en absoluto. También prometió que no le diría a tu madre
Asami asintió —Sí, esa es la diferencia entre ellos. Él está más preocupado por mis calificaciones que por la percepción de que no podría ser lo suficientemente inteligente y pudiese necesitar un tutor
—Eres lo suficientemente inteligente— dijo Korra.
—No tan inteligente como tú
Korra se encogió de hombros. La escuela era fácil para ella, claro, pero estudiaba más que Asami. Por supuesto, no tenía todas las actividades extras que Asami tenía. Tenía más tiempo para estudiar.
Permanecieron en silencio, mirándose fijamente la una a la otra, sonriendo. Korra podía sentir la electricidad entre ellas. Se preguntaba si Asami le había puesto un nombre a esto.
—Tú...tú bailas mucho mejor que Mako— dijo Asami finalmente.
— ¿Ah, sí? ¿Cómo estuvo la fiesta?
Asami desvió
la mirada
— Estuvo bien, supongo— hizo una pausa, entonces miró a Korra —Él quería hacer lo que tú hiciste
Korra inconscientemente lamió sus labios — ¿Qué quería hacer?
Asami retorció sus manos con nerviosismo —Él...él quería tocar mis pechos
Korra sintió que su corazón se tambaleó en su pecho ante sus palabras. Su mirada bajó hacia los pechos de Asami durante largos segundos antes de mirar nuevamente hacia arriba. Sus ojos se sostuvieron y nuevamente Korra sintió que su corazón martilleaba en su pecho.
— ¿Se lo permitiste? — preguntó en voz baja.
Asami negó con la cabeza — No. No quería que él lo hiciera
Korra sintió
una sensación de alivio al escuchar sus palabras
—Me alegro
Asami miró hacia abajo, retorciendo nuevamente sus manos
—Mis padres van a salir esta noche— dijo —Van a una cena. No estarán en casa hasta tarde
Korra levantó las cejas. Era sábado. Asami solía hacer algo con sus amigos…o Mako…los sábados en la noche.
Asami encontró sus ojos nuevamente — ¿Tal vez...tal vez podrías venir a mi habitación?
— ¿No vas a salir?
Asami le ofreció una rápida sonrisa —Voy a cancelarlo
Korra asintió —Está bien
Asami se levantó —Bien. Nos vemos más tarde entonces
Korra vio cómo se alejaba, con los ojos clavados en su espalda, siguiendo el leve balanceo de sus caderas. Dejó escapar su aliento con un profundo suspiro, preguntándose lo que la noche traería.
mmmmmmmm este fanic se pone mejor cada semana gracias por traducirlo
ResponderEliminarNo no es traducción de hecho es un fic totalmente en español =) hecho por MissLluvia :3 creeme se pondrá mucho mejor los siguiente episodios :3
Eliminarayayayayayayai <3!! xDDDDDD
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