Esclavitud, Capítulo 8 por Josy1986

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Hey gente bella muy buenos días aquí les traigo nuevo capítulo de "Esclavitud" les diré que pensaba que no iba a poder subir pero no fue así, tuve tiempo de poder traducir este capítulo y pues aquí me tienen, hago lo posible de traerles el nuevo capítulo y realmente valoro mucho los que leen y me comentan sobre el fic =). Como digo esto los traigo de fan para fans para mi todo el crédito se lo lleva los fanfickers como tal :3, en fin sin mas les dejo el nuevo capítulo.

Como siempre digo el fic no es mio es de Josy1986 =)

Capítulo 8

A Korra le tomo más de una hora volver a los camarotes. En ese momento, Asami ya se había quedado dormida. Dormía pacíficamente contra la cabecera, su espalda apoyada sobre las suaves almohadas. Su  respiración era constantemente, su pecho subía y bajaba lentamente mientras disfrutaba de su agradable siesta. 

Korra le sonrió a la pelinegra dormida, sostenía la bandeja de comida mientras cerraba la puerta detrás de ella. Sentándose al borde de la cama, colocó la bandeja en la mesita de noche y llevo su mano al hombro sano de Asami. --" Sami Sami... Despierta".-- Suavemente sacudió su hombro en un intento de despertar a la heredera de su siesta. 

Asami lentamente abrió sus ojos, sonriendo al ver a su amiga --"Hola... Has estado fuera por mucho tiempo."--  Dijo ella, apenas su voz era un susurro. 

Korra se echó a reír y asintió con la cabeza como una confirmación a las palabras de Asami, --"Si. Haciendo la comida. Muchas veces."-- Agarrando un pequeño cuenco de madera que contenía sopa. --"Asami necesita comer. Estás hambrienta, ¿No?"--

--"Muy hambrienta."-- Dijo ella y su estómago gruño de acuerdo a lo dicho. Se acomodo bien en la cama aun sosteniendo el cuenco sobre su regazo. 

--"¿Sami puede comer sola?"-- Preguntó Korra y estaba dispuesta a ayudar a la heredera a comer. 

--"No, está bien Korra. Come tu también. Yo puedo comer por si sola." Dijo ella y recogió con su cucharilla resto de la comida para probarla. --"Hmm... Tiene un sabor muy delicioso."-- Dijo y continuó comiendo lentamente.

La sureña sonrió feliz y comenzó a comer su propia comida. Una vez que ambas terminaron, quitaron los cuencos de sus regazos y los colocaron a un lado.

--"Y bueno... ¿Asami que hará cuando esté en casa?"-- Preguntó Korra con curiosidad. 

La heredera fue tomada por sorpresa por aquella repentina pregunta. --"Oh... Bueno... No sé. ¿Tratar de retomar las cosas donde las deje...?"-- Dijo ella sonando insegura de sus propias palabras. 

Korra asintió. --"Hmm, si, ¿Qué le gusta hacer a Sami?"-- 

La pelinegra se echó a reír en voz baja. --"Me gusta pintar... Escribir... Cosas así."--

El Avatar sonrió feliz y llevó su mano a su propio pecho. --"Cazar.Luchar." Ella llevó su dedo sobre su barbilla, parecía estar pensando. --"¡Ah!¡Comer!¡Y beber!"-- Echándose a reír, en si, ambas se echaron a reír. 

--"Y bueno, ¿Que harás en la ciudad?"-- Asami preguntó de repente. 

Korra al principio pareció confusa. --"¿Ciudad? Nosotros no nos quedaremos en la ciudad."--

Los ojos de la heredera inmediatamente se entristecieron. --"¿Te... Te irás? Pero, ¿A dónde irás? Qué...--

--"Pertenezco al Sur Sami. Nosotros no somos de grandes ciudades. Somos como más fríos. No hay mucha agua en ciudad. El Sur tiene mucha agua."--

--"Pero... Pensé..."-- Ella mordió su labio inferior con ansiedad y bajo su mirada. Realmente no había pensado en lo que sucedería una vez que llegara a casa. ¿Qué pasaría después? --" ¿Tú... Me escribirás?"-- Su voz se quebró ligeramente, odiaba la forma en como sonaba. 

Korra sonrió. --"Lo intentaré, si. Axis ayudará a escribir. Y a leer."-- Llevando un dedo debajo de la barbilla de Asami y suavemente la obligó a que mirara hacia arriba. Korra vió unas pequeñas lágrimas brillar en esos hermosos ojos y sintió que se le encogía el corazón en su pecho. --"Asami no estés triste."-- Ella se movió aun más cerca, envolviendo sus brazos alrededor de la otra mujer. 

--"Te echaré de menos--" Murmuró, con su cabeza ahora descansaba en el fuerte hombro de Korra. Sus propios brazos descansando alrededor de la cintura del Avatar. 

--"Yo también extrañe a Sami..."-- Korra dijo, su voz era suave. Volviendo un poco su cabeza. Ella disfrutaba de la nueva fragancia que desprendía del cabello que ahora estaba limpio. Cerrando los ojos, sonriendo e inhalando por su nariz profundamente todo lo posible de aquel nuevo y encantador aroma. 

Sus fuertes manos acariciaba tiernamente la espalda expuesta de Asami de manera ausente y la heredera se agitó ligeramente, cambiando de posición. Ella también había cerrado sus ojos  y sonriendo para sus adentros cuando Korra tomaba una bocanada muy profunda. No podía evitarlo. La mujer que abrazaba le traía paz  y comodidad. Cada vez que tenía miedo, allí tenía a Korra. Cada vez que ella necesitaba que la ayudaran con sus heridas, tenía a Korra. 

Pero ahora, la realidad comenzaba a hundirla. Pronto, ambas irían por caminos separados. Asami estaría de vuelta con sus padres. Su hogar. A su ambiente familiar. Y Korra, ella volvería a su tribu en el sur. Volvería con sus amigos y familiares. Ella suspiró profundamente y trato de tragar aquel nudo que crecía en su garganta. Sentía más lágrimas arden en sus ojos mientras más pensaba en lo que iba a suceder una vez que llegaran a las costas. 

Korra movió un poco su cabeza y suavemente frotó su mejilla morena contra la mejilla pálida de Asami. Ambas sonrieron ante aquel gesto y la pelinegra felizmente lo devolvió. --"Recibirás una recompensa... Una vez que me devuelvas a mis padres..."-- Dijo ella de repente mientras se mantenía en la misma posición. 

--"Oh... Si... Cierto Sami..."-- Aclarando su garganta. --" No me importa eso... Feliz de que Sami esté ahora a salvo. Pero los guerreros pueden usar el oro."-- Poco a poco se echó hacia atrás para mirar a su amiga. --"¿Crees que papá de Sami estaría enojado si me niego?"--

Asami le sonrió a Korra y sacudió su cabeza en negación. --"No... No te preocupes por eso."-- Una cálida acarició el lado derecho del rostro blanquecino, mientras el pulgar derecho acariciaba su piel. No podía de dejar de mirar a la sureña. No podía de dejar de mirar aquellos hermosos ojos azules como el océano. No podía negar más sus sentimientos. Realmente estaba enamorada de esta mujer y su corazón sufría con seguir adelante sin ella. Quería besar esos labios morenos. Quería abrazarla, amarla, ser cuidada y besada por la sureña que había robado su corazón. 

Ambas estaban tan cerca. tal vez 5 cm de distancia. Podía ver cada pequeña cicatriz en aquella piel acaramelada de Korra. Llevó su mano al rostro del Avatar. Su dedo índice se movía sobre una pequeña cicatriz justo encima de la ceja izquierda. Apenas era visible, pero en aquella corta distancia, pudo verla claramente como el día. 

Vio una sonrisa aparecer en el rostro de la mujer cuando ella toco su ceja. --¿Qué...?--

Korra se encogió de hombro y sonrió. --"¿Sami aún quiere practicar?"--

Su rostro se volvió en un tono de rojo casi oscuro. Oh... Cierto... Tragando saliva. --"Yo... Uh... ¿Ahora? Quiero decir..."-- tartamudeó. 

--"Sami puede comenzar. Yo paciente."-- Ella se echó a reír. 

La heredera sonrió nerviosamente. --"Gracias..." Lanzando un suspiro tembloroso y tomando el rostro de Korra con ambas manos. Oh, estaba nerviosa. El corazón le latía en su pecho mientras su mirada se posó en aquellos suaves y acogedores labios de Korra. Sintió que las manos y brazos de Korra permanecieron donde estaban. Parecía tan tranquila mientras que en el interior de Asami, había una tormenta que la alborotaba. 

¿Debo colocar mis labios sobre los de ellas? ¿Cómo debo inclinar mi cabeza? ¿Puedo mantenerla así de derecha? Por los dioses... Me está mirando directamente... Ella tragaba saliva con nerviosismo mientras miraba a aquellos brillantes ojos azules de Korra. ¿Q-Qué si quiere usar su lengua...? Sintió como un débil provenía de su centro cuando pensaba en aquella posibilidad. Realmente necesito parar mis pensamientos... Ella se ofreció a ayudarme. Eso es, me esta ayudando. ¿Verdad...?

Cambiando ligeramente su posición. Se colocó lo más cercana posible al cuerpo de Korra. Esta última estaba sentada sobre el colchón tan tranquila como siempre. Sus manos estaba apoyadas en las caderas de Asami y los pulgares  de la sureña acariciaban su piel blanquecina. Aquel toque suave le envió escalofríos a la espina dorsal de la heredera. Tenía sus ojos cerrados. Sus manos aún sostenía el rostro de la joven Avatar y finalmente hizo su movimiento. Se acercaba a Korra que ya tenía sus ojos cerrados. Asami los cerró también y entonces sucedió.

--"Ay..."--

Ambas mujeres abrieron de nuevo sus ojos, las dos frotaban su respectiva nariz. Korra reía tímidamente y un leve rubor apareció en su rostro. --"Es por ello que tenemos que practicar."--

Asami tenía un rubor oscuro en sus mejillas de la vergüenza. ¿Acabo de hacer eso...? ¡Por los espíritus soy una verdadera idiota!  Ella quitó sus manos del rostro de Korra y la dejó descansar sobre los hombros fuerte de la mujer. Ni siquiera se atrevía a mirar más a su amiga. 

La Avatar parecía preocupada por su amiga, se dió cuenta de la tristeza y la vergüenza que embargaba a la heredera y decidió tomar acciones. --"Soy maestra... Así que... Debo guiar a Sami."-- Susurró en voz baja y llevo ambas manos al rostro de la pelinegra. --"No estés triste. Yo te ayudo."-- Ella continuaba y suavemente obligo a la otra mujer a mirarla. 

Korra vio la incredulidad de Asami cuando atrajo el rostro hacia al suyo. La Avatar inclino levemente su cabeza para que sus narices no volvieran a estrellarse. Centímetro a centímetro se acercaban y Asami cerró sus ojos como antes. Preparándose para aquel impacto. Su corazón latía con fuerza contra sus costillas. Tomaba unas cuantas respiraciones temblorosas justo antes de lo inevitable. 

Cuando aquellos labios se conectaron, nada pudo haber preparado a Asami por lo cual se sentía muy bien en ese momento. Los labios de Korra eran tan suaves. Suaves y sedosos. Sentía como sus entrañas explotaría con todas aquellas mariposas que se habían alborotado por todo su cuerpo, que ya estaba temblando contra el de Korra. Sintió las manos de la sureña moverse hacia su rostro para al final llevarla a la parte baja de su espalda. Ambas se apegaban más la una contra la otra. 

Se había olvidado que estaba completamente desnuda bajo sus sábanas que resbaló de sus pechos. Exponiendo aquellos pechos pálidos pero firmes y turgentes. Cuando Korra la acercó más a ella, que fueron presionados contra los senos de ella, que todavía estaban cubiertos. La heredera dejó escapar un gemido suave y abrió sus labios levemente para dejar salir un suave súplica por más. 

Korra sintió parte de los labios de Asami y sus oído pudo notar el gemido que provenía de la otra mujer. Sus brazos rodearon más la figura pálida de la heredera y con la punta de su lengua rozó el labio inferior de color rosa. En silencio, suplico ir más allá y consiguió introducirse en la boca de la otra. 

Se estremeció cuando sintió aquel roce suave de la lengua de Korra contra su labio. Por los espíritus... Yo... Esto... Lo quiero más... Ella levemente movió su cabeza y Korra se movió de nuevo. Su boca estaba ligeramente abierta, juntandolos a los labios entreabiertos de Asami. Moviendo sus cálidos labios sobre los labios color rosa, en busca de otro beso. La sureña no pudo evitar que escapara cuando los beso nuevamente. Cálidos, suaves y deliciosamente húmedos. 

La heredera respondió al suave gemido de Korra con uno de los suyos. Electricidad recorría por todo su cuerpo. Desde las punta de sus dedos hasta el final de los dedos de sus pies incluyendo su espalda. La hacía sentir un hormigueo en los lugares de su cuerpo en el cual jamás había sentido. 

Korra respiro fuerte por su nariz. Inhalando el aroma de Asami todo lo posible mientras sus lenguas tiernamente bailaban juntas. Aquel beso sacudió el centro de la joven Avatar y prendió algo en ella que nunca había sentido. Un nuevo sentimiento agitó su pecho. En su corazón. Aquel órgano latía con fuerza que tenía miedo de que Asami pudiera ser capaz oírlo. Había beso antes a Axis, estaba segura de que tenía sentimientos por su amiga, pero esto se sentía completamente diferente.

Cada centímetro de su cuerpo gritaba por el tacto suave de Asami. Quería dejar que sus manos vagaran por el abundante cabello negro. O tocar su delicada piel. Besar la cálida piel del cuello de Asami. Un escalofrío recorrió a la sureña cuando pensaba en ello. Una imagen de Asami y ella misma sobre la cama, de la misma manera en la que había llegado a compartir cama con Axis corrió por su mente, causando que la región sur de su cuerpo palpitara de deseo.

Ambas mujeres se perdieron en aquellos pensamientos y besos de amor que compartían, tan perdidas estaban la una con la otra que nunca escucharon la puerta de aquel camarote abrirse. Un par de ojos curiosos se asomó hacia adentro y sonrió antes lo que vio. En silencio, cerró la puerta dejando a ambas mujeres atrás mientras caminaba por donde vino.

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--"{¿Estás bien, Axis? ¿Pensé que volverías a tu habitación?}"-- Preguntó Tonraq.

Ella le sonrió al hombre que había sido como un padre para ella desde que la había encontrado. --"{Sí, pero Korra está roncando como elefante allí. ¡Y no me sentaré a escuchar eso! Siento lastima por la pelinegra que esta con ella}" Ella sonrió, mostrando un destello de tristeza antes de que ella mirara hacia el océano. El sol estaba desapareciendo lentamente del horizonte, creando un resplandor de un oscuro rojo sobre el, contrastando las nubes blancas del cielo. 

*************

Korra fue la primera en separarse, un profundo color rojo se hizo presente en su rostro. Aclarando su garganta trató de formar una oración adecuada de sus pensamientos. "E-Eres... tan natural Asami...",-- Dijo con una risita nerviosa. 

La heredera sonrió y un rubor igual al de Korra se presentó sobre sus pálidas mejillas. --"Gracias..."-- Susurró. Poco a poco se colocó de nuevo en su posición sentada, esta vez diferente. Su espalda contra la cabecera, las sábanas de la cama cubría su cuerpo una vez más. --"¿De-deberás... Tener algo de sue-sueño?"-- Tartamudeó y trató con desesperación de calmar su acelerado corazón.

Korra asintió. --"Sí... Dulce sueños..."-- Ella sacudió levemente su cabeza tratando de alejar todos aquellos pensamientos que agolpaba su mente. Bajándose de la cama para desnudarse hasta que todo lo que le quedaba puesto eran sus vendas y ropa interior. Se arrastró junto a la heredera, colocándose a su lado, rodeando con sus brazos la cintura delgada y acercó hacía si misma a la mujer herida. 

--"¿Sami cálida...?"-- Preguntó en un tono susurrante. 

--"S-sí... Gracias... Ahora lo estoy."-- Ella murmuró y entrelazo sus dedos con los de Korra. --"Dulce sueños Korra..."--

La sureña se acurrucó más cerca con la otra mujer, con su rostro enterrado contra la parte posterior de su blanquecino cuello. Disfrutando del aroma que estaba allí. --"Dulce sueños Sami..."--

El sueño no llegaba fácil para ambas. Aquel beso quedó grabado en sus mentes y los sentimientos que despertaron no era fácil de dejarlos a un lado. Finalmente, Asami fue la primera en quedarse dormida en la tierra de los sueños. Korra lo podía deducir por su respiración constante, ya que era diferente minutos antes. 

Se levantó un poco para mirar a su amiga que estaba dormida. Una sonrisa se presentó en sus labios cuando vio la expresión pacífica en su rostro. --"{Eres tan hermosa Asami... Que si esto a la final termina... Sabrás que tendrás mi corazón... Mi cuerpo... Mi alma.}"-- Dándole un beso suave sobre el hombro expuesto de Asami, antes de que ella tomará sus sábanas y cubriera su piel con la suave tela. 

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Y bueno mi gente bella espero les haya gustado este nuevo capítulo =) y feliz inicio de semana a todos ustedes. 

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6 comentarios

  1. me gusto me gusto me gusto ¡muchisimo!

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    1. Jajajajajaja me alegro mucho Zafir, realmente gracias por leer :3 y comentar :3

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  2. Aww me encantó la ultima frase que dijo Korra ❤

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  3. Aww me encantó la ultima frase que dijo Korra ❤

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  4. Aww me encantó la ultima frase que dijo Korra ❤

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