Esclavitud, Capítulo 7 por Josy1986

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Hola mi gente bella muy buenas tardes de este domingo y como siempre trayendo a todos nuevo capítulo de "Esclavitud" el número 7 :3 y muchas gracias a aquellos que leen lo que traduzco por este medio, puesto que son fics que comparto de fan para fans. Si tienen una petición de un fic en inglés que quieren que traduzca no sean tímidos que yo lo haré =D. En fin sin más disfruten del nuevo capítulo.

Como siempre digo el fic no es mio es de Josy1986



Capítulo 7

Korra le sonrió a la otra mujer y asintió. --- "Está bien. ¿Cuándo... Quieres empezar? Creo que, ¿Está noche?"---

Asami le hubiera encantado besar a la otra mujer allí mismo, pero luchó contra su impulso de ceder a ello y en su lugar, simplemente asintió con la cabeza. ---"Su-suena bien... Si..."---

Ambas reunieron sus cosas y Korra le coloco un cabestrillo hecho por ella misma alrededor del cuello de Asami para que así pudiera descansar su brazo lesionado. Regresando a los muelles, Korra saludo a su padre que estaba en la orilla de las blanquecinas arenas de la playa. Él y los otros hombres estaban recolectando recursos. Agua potable, alimento y otros materiales. Estaban ocupados empacando todo para cargarlo hacia el barco. 

Cuando ambas chicas regresaron al barco, se dieron cuenta que todo estaba limpio. La cubierta estaba libre de cualquier mancha de sangre o cualesquiera de otros signos de que se había llevado a cabo una gran lucha hace apenas unos días atrás. 

Las dos decidieron regresar a sus camarotes. Asami aún no se sentía demasiado bien a pesar de que todos los días eran atendidas sus heridas. Korra se aseguraba de que no hubiera algo peor. Ellos le dejaron una cicatriz, de eso no había ninguna duda, pero la sureña estaba empeñada de que fuera lo menos visible. 

La heredera se sentó en su cama y observaba a Korra que coloco sobre el escritorio de roble un maletin. Ella le sonrió a la adolescente de piel bronceada que le devolvía también aquella sonrisa. Korra se acerco a ella y se sentó también en la cama. ---" ¿Yo... Te... observaré?"--- Pregunto, señalando a algunas de las contusiones de Asami. 

---"¿Tu... Quieres examinar...me?"---

Korra asintió. ---" Si Sami, ¿No problema?"--- Haciéndole un gesto desde la cabeza a los pies. ---"Arriba, abajo, comprobar. Todo."---

Ella se mordió el interior de su mejilla con nerviosismo. Quería comprobar sus heridas. Una maestra agua era capaz de encontrar lesiones totalmente ocultas en el cuerpo humano. Lo que ellos también eran capaz de descubrir embarazos. Asami tenía un miedo a muerte de que Korra encontrara de que ella pudiera estar embarazada. 

Eso sería como destruirla por completo si Korra le decía si estaba embarazada de alguno de esos animales que la habían violado. Estaba asustada, pero por otro lado, lo necesitaba saber. Así que ella asintió. ---" Está bien..." Su voz era suave y vacilante pero permitió que la sureña la ayudara. Sabía ahora que esa forma de sanar funcionaba mejor al contacto con la piel, por lo que dejo que Korra la ayudará a desvestirse. 

No podía evitarlo, pero comenzó a temblar. Korra se dio cuenta de ello y tomó ambas manos pálidas entre las suyas. ---"¿Sami...? ¿Estás bien? ¿No... Te... Herí?" Dijo con una sonrisa amable, pero tranquilizadora. Ella miro a la mujer herida y apretó sus manos una vez más. 

--- "Yo... Lo siento..."--- Murmuró. --- Sólo son... Los malos recuerdos de cuando..."--- Tragando saliva. --- "Cuando me desnudaron... Ellos..."--- Mirando su mano entrelazadas y no pudo evitar que algunas lágrimas se le escapara. 

Korra dejo de lado una de sus manos fuera de las de Asami y la usó para secar sus lágrimas. --- "Sami está segura ahora. Cree en Korra." ---

Asami no pudo evitar sonreír entre lágrimas. Soltando aquella mano bronceada para poder quitar la humedad de su rostro. --- "Confío en Korra."--- Ella le soltó aquello a Korra y respiro hondo. Liberando el aire luego de algunos segundos después y lentamente se fue retirando su vestido con la ayuda de Korra. El cabestrillo le fue retirado, que lo dejo a un lado del vestido. Ella sostenía su brazo lesionado, recostandose sobre la cama. Con un suave gemido se acostó sobre su estómago.

Ella suspiro aliviada cuando Korra usaba su brillante agua control sobre su espalda. Era una sensación tan agradable. Nunca había sentido nada igual anteriormente en su vida. Lo cual no era de extrañase a sabiendas que no había conocido a ningún maestro antes. Los maestros aguas eran unas rarezas. Especialmente con capacidades curativas. Y Añadir el hecho de que hablaban una lengua totalmente distinta, aunque aquí y allá había excepciones. 

No es que Asami tuviera muchas lesiones en su vida. Su padre siempre la mantuvo oculta dentro de sus dominios durante la mayor parte de su vida. Hasta que llegó a una edad adecuada. Tenía dieciséis años cuando salió de la mansión por primera vez. Lo recordaba bien. Aquel día hacía calor. Sobre el cielo, sol brillaba sobre las personas. Fue con su madre al mercado. Estaba asombrada por todo. Los otros niños la veían. Todas aquellas criaturas extrañas que nunca había visto antes. Había sido un día increíble. 

Ella se estremeció cuando de pronto sintió una mano en su hombro. Inmediatamente se relajo de nuevo cuando pudo ver que Korra la miraba con preocupación. Sus labios se curvaron ligeramente. --- "Lo siento... Yo estaba en otro mundo..."--- Dijo con una voz suave. 

---" No hay problema."--- Dijo Korra y usando ambas manos ayudó a Asami para rodar sobre sobre su espalda. Estaba completamente expuesta bajo aquella mirada de aquellos hermosos ojos azules. Ella había estado desnuda en las aguas termales, pero esto se sentía diferente. 

Unas manos morenas se movieron suavemente sobre su piel. No pudo evitar sonrojarse de ser atendida con tanta suavidad. Una de las manos de Korra la presionó con suavidad en algunas partes magulladas del cuerpo de Asami, mientras que la otra brillaba de un azul muy claro y se deslizaba sobre la contusión que era visible, ahora disminuía.  Hizo desaparecer las heridas más pequeñas junto a las más grandes, especialmente las que rodeaban su abdomen y costillas. Se hacía más diminutas una vez que trabajaba en ellas. 

La sureña llegó a su abdomen y la heredera se preparaba para lo peor. Apretando las sábanas con sus puños cuando las manos de Korra se movían tiernamente contra su piel. Ella mantuvo uno de sus ojos abierto a la mujer más baja. Tenía los ojos cerrados, concentrándose en su abdomen. El corazón de Asami comenzó a latir a mil por horas. Comenzando a sentirse mal y sus respiración se volvió baja. 

--- "¿Ko-Korra...?--- Preguntó ella, el miedo en su voz era obvio. 

--- Mhhn, ¿Si?"--- Esperando varios segundos antes de que abriera sus ojos y miro a la mujer herida. 

---¿Es... Es algo malo?--- 

Ella le sonrió cálidamente a la pelinegra. ---"Rasgada. Adentro. Puedo solucionar eso."


Dejando escapar un profundo suspiro de alivio. Agradeció a los espíritus de no estar embarazada. También su corazón se calmo y cerro sus ojos. La suave sensación que le daba Korra mientras la curaba le quitaba el dolor. Sintiendo la agua controlada sobre su abdomen. Pero no se detuvo hay. Pudo sentir como se extendía más hacia abajo, a sus partes intimas parpadeando un par de veces y mirando a la sureña. 

Su mano, con aquella agua brillante aun permanecía sobre su abdomen y la otra sobre la cama. El resplandor todavía se estaba extendiendo a pesar de que aquella mano bronceada  permanecía inmóvil. Aquello se extendía y jadeó en voz alta cuando llego a sus labios inferiores. 

Korra miro a su amiga y pudo ver miedo en sus ojos. --- "Sami... No tengas miedo... Estás lesionada allí... Necesitas de curación..."--- La consoló y recibió una afirmación de parte de Asami. Por supuesto que sabía que iba a ser desagradable, pero era necesario sanar todas las partes de su cuerpo herida. 

Asami tragó saliva y trato de inhalar y exhalar con regularidad. Sea lo que sea que Korra estuviera haciendo, estaba funcionando. Aquel dolor punzante que había estado sentido casi constantemente desde que fue capturada, poco a poco se desvaneció. Después de un par de minutos más, Korra devolvió de nuevo a su sitio el agua dentro de un vaso que estaba sobre la mesita de noche. Rápidamente tomo las sábanas y cubrió la desnudez de su amiga. 

Ayudándole a sentarse cómodamente contra las almohadas, Asami le sonrió dulcemente a ella después de lo que hizo. ---" Gracias, otra vez."--- Dijo con una voz suave. 


Korra asintió y solo le devolvió la sonrisa. --- "¿Hambrienta?"--- Pregunto de repente. 

Asami aún no se había dado cuenta de que, de hecho, estaba lo bastante hambrienta. Pudo sentir como un gruñido muy ligero escapaba de su estómago después de la pregunta de Korra. --- "Jeje... Supongo que lo estoy."--- Sonriendo tímidamente y un leve rubor apareció en sus mejillas. 

--- "Iré por algo a la galera."--- Saltando de la cama, se dirigió a la puerta. --- "¡Pronto volveré!" --- Dijo antes de desaparecer por la puerta. 

La heredera abrazó a las sábanas con fuerzas. Tratando de aspirar lo suficiente del dulce aroma de Korra como le fuera posible. Canturreaba en voz baja para si misma y se sentía un poco mareada al recordar la promesa de su amiga. Korra le enseñaría como besar. 

Aquello no se podía negar más. Pensando que la sureña en realidad era extremadamente atractiva. La sensación que sentía en su pecho cada vez que sus morenas manos tocaba su piel pálida. O cuando la miraba con aquellos increíble ojos azules, podía sentir que sus piernas se debilitaban. Su corazón se aceleraba. ¿Era esto lo que se sentía cuando se esta enamorada? Nunca se había sentido así antes. Ya sea con un hombre o con otra mujer. ¿O era solo porque nunca había tenido amigos muy cercanos? ¿O era solo la atención que ella me esta dando? Ella No lo sabía, pero estaba segura de que aquella "práctica" le diría como realmente se sentía. 
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Bueno mi gente bella esto es todo por hoy, nos veremos el siguiente domingo con nuevo capítulo =D

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