Korra y Asami Sato se conocieron
cuando tenían diez y once años de edad. Asami hija de padres ricos y Korra, la hija de su
empleada doméstica, se convirtieron en
las mejores amigas, pero ambas sabían su
lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se convertirían en amantes... También nunca hubo duda de que Asami se casaría y mantendría su posición social en la
comunidad.
CAPÍTULO
6
—Oh Dios mío, eso es tan dulce.
Creo que tienes la mejor historia de la primera vez— dijo Lin
— ¿Dulce? Era un manojo de nervios— dijo Korra. Agarró lo último de
su pan de ajo y le dió un mordisco —Estoy llena— dijo.
—Espero que guardes espacio para
el postre
Korra la
miró detenidamente — ¿Qué
hiciste?
—Tiramisú
Korra casi
gimió al pensar en el exquisito postre —Supongo que tendré que hacer un
esfuerzo
—Sé que es tu favorito, así que no
trates de sonar molesta— dijo Lin con
una sonrisa.
Korra miró a
Kya — ¿Cómo te
mantienes tan delgada?
—Espero que no creas que ella
cocina así todo el tiempo. La única vez que me hace postre es cuando vienes a
cenar
Korra sonrió
—Maldito sea
mi gusto por lo dulce
Kya apoyó
los codos sobre la mesa y apoyó la barbilla en las manos. Era una pose que
Korra conocía bien. Kya era ahora la
Doctora y no estaba tratando de ocultarlo.
— ¿Pensabas que eras gay o que
estabas experimentando?
—Estaba caliente por mi mejor
amiga. No tenía el más mínimo interés en los chicos. Sí, estaba bastante segura
de que era gay
—Y ¿qué pasaba con Asami?
—Honestamente, a esa edad, creo
que ella estaba experimentando. Ser gay no era aceptable para ella. No era una posibilidad— dijo ella —Nunca fue una posibilidad
— ¿A pesar de haberse convertido
en amantes?
—Incluso entonces. Cualquier
excusa que Asami necesitaba hacer por eso, lo hacía. Pero ser gay no era una de
ellas
—Debe haber sido difícil para ti
—Sí, Doctora, fue muy difícil— ella miró los ojos que tenía en
frente —Todavía lo
es
—Es por eso que evitas ir a casa a
toda costa. Incluso para ver a tu madre
—Deja de tratar de hacer que se
sienta culpable— dijo Lin— Estoy adorando la historia.
Danos más. Cuéntanos que pasó cuando fuiste a su habitación esa noche
Korra sonrió
— ¿Qué crees
que pasó? Mis hormonas estaban en su pleno apogeo y yo tenía quince años
***
—Vamos a ver la televisión— dijo Korra.
—No te quedes demasiado tarde— advirtió su madre.
—No lo haré— dijo mientras se dirigía hacia
las escaleras y entraba en la mansión. Una vez en el segundo piso, se detuvo,
escuchando, pero todo estaba en silencio. Corrió hacia el siguiente nivel hacia
la habitación de Asami, se detuvo para recuperar el aliento antes de golpear ligeramente
en la puerta.
—Entra— dijo Asami.
Korra abrió
la puerta, encontrando a Asami en el sofá, los restos de su hamburguesa
desplegados. Cada vez que los Sato tenían planes para cenar en otro lugar, su
madre les preparaba algo que rara vez tenían…hamburguesas.
—Esperaba que vinieras a cenar
conmigo— dijo Asami.
Korra se
quedó allí de pie, con sus palmas sudando ligeramente. Se las secó en los
vaqueros —Iba a
hacerlo, pero mi madre tenía todo preparado para nosotras allí— entró más en la habitación,
permaneciendo de pie junto al sofá — ¿Cómo te
libraste de salir con Mako?
Asami sonrió
y simuló una tos falsa —Estoy
enferma. Muy, muuy enferma
— ¿Él estaba bien con eso?
—No me importa—dijo despectivamente —Uno de sus amigos tenía una
fiesta de chicos. Estaba tan feliz de ir allí
Asami palmeó
el asiento a su lado —Ven y
siéntate
Korra hizo
como se le instruyó, su corazón martillaba nerviosamente en su pecho mientras
sentía el muslo de Asami rozar contra el de ella. La televisión estaba
encendida, pero Korra no tenía ni idea de qué programa se suponía estaban viendo.
Sus pensamientos estaban centrados únicamente en Asami.
— ¿Estás nerviosa? —susurró Asami.
Korra
asintió.
— ¿Te gusta besarme?
—Sí
—También me gusta besarte—dijo Asami — ¿Está mal que lo hagamos?
—Tu madre me mataría— dijo Korra. Asami se echó a
reír.
—Eso es cierto— ella se acercó y tomó la mano de
Korra —Pero prefiero
besarte a ti mucho más que a Mako
— ¿Por qué?
Asami ladeó
la cabeza como si estuviese pensando —No... No
siento lo mismo cuando él me besa— hizo una
mueca —Y él es todo
babeo y esas cosas
Korra hizo
una mueca, tratando de imaginar que besaba a un chico. Estaba bastante segura que
nunca besaría a un chico. Pero en este momento, quería besar a Asami. La miró a
los ojos, tratando de encontrar un indicio de que Asami quería que la besara.
Encontró más de un indicio.
Se acercó
más, sus alientos se mezclaron cuando sus bocas se unieron. Fue casi como la
primera vez, sólo el más elemental de los toques. Escuchó suspirar a Asami y
sintió como sus dedos rodearon su mano fuertemente.
Korra
profundizó el beso y su boca encajó perfectamente con la de Asami. Su pulso
recobró vida y gimió contra sus labios. Se separaron levemente, respirando
rápidamente. Sus ojos se encontraron y Korra pensó que había algo de miedo en
la mirada de Asami ¿Miedo de qué? No tenía ni idea. Estuvo a punto de alejarse,
pensando que Asami lo había pensado mejor, pero Asami se lo impidió.
—Bésame otra vez— susurró.
Korra la
complació, tomando su boca nuevamente. Su intención de ir lento se desvaneció
cuando sintió la lengua de Asami explorando su labio inferior. Abrió la boca,
tocando con su lengua la de Asami.
Gimieron y
Korra sintió la mano libre de Asami aferrándose a su camisa. Asami se movió y
se echó hacia atrás, llevando a Korra con ella. Por primera vez, sus cuerpos se
tocaron completamente cuando Korra apoyó su peso sobre Asami. Sus besos se
volvieron abrasadores y el cerebro de Korra no pudo seguir el ritmo de su
cuerpo. Quería tocar a Asami. Oh, quería hacer tantas cosas. Se sentía débil al
pensar en eso. Finalmente se separaron, su necesidad de respirar reemplazaba la
necesidad de besar.
Korra se
inclinó hacia arriba nuevamente buscando los ojos de Asami por un signo de lo
que quería. No tuvo que preguntar. Asami agarró su mano y la movió debajo de su
camiseta.
—Toca mi pecho— murmuró.
Korra tuvo
miedo de desmayarse cuando sus dedos viajaron a través de la piel suave y
cálida de Asami para tocar la tela sedosa de su sujetador.
Sintiéndose
más confiada de lo que debía, bajó su boca nuevamente, besando a Asami mientras
sus dedos trazaban el pico duro de su pezón. Asami gimió y arqueó las caderas
hacia Korra. Korra se sintió mareada por el contacto y su lengua entró como una
flecha en la boca de Asami. Su mano parecía tener mente propia cuando sus dedos
impacientemente quitaron el sujetador, buscando el duro pezón. Cuando lo
encontró, frotó su dedo índice a través de él, escuchando nuevamente el gemido
de Asami.
—Se siente tan bien—susurró Asami.
— ¿Quieres que yo...lo bese? — preguntó Korra, rezando para que
dijera que sí.
Los muslos
de Asami se separaron y la parte inferior del cuerpo de Korra se deslizó entre
ellos, sus caderas se movieron juntas instintivamente.
—Sí— respiró Asami —Bésalo
Korra se
incorporó lo suficiente como para levantar la camisa de Asami. Lamió sus labios
al ver el pecho de Asami. Al no tener la menor idea de qué hacer, besó
tentativamente el área alrededor de su pezón, adorando los sonidos que Asami
estaba haciendo. Cuando sus labios chocaron con su pezón, su lengua salió,
desplazándose a través de él. Esto hizo que las caderas de Asami se sacudieran.
Korra gimió mientras sus caderas se presionaban con fuerza contra Asami.
—Chúpalo— murmuró Asami — Por favor
Sorprendida
de no haberse desmayado en ese mismo momento, Korra cerró sus labios sobre el
duro botón y chupó la punta dentro de su boca. Asami gruñó en voz alta y su mano
se abrió camino a través del cabello de Korra, sosteniéndola con fuerza contra
su pecho.
—Oh Dios, Korra...eso se siente
tan bien
Sí, se
sentía tan bien. La humedad entre sus piernas le dijo lo bien que se sentía.
También le dijo que tenían que parar antes que las cosas fuesen demasiado lejos.
Retrocedió, trazando besos a través del estómago de Asami antes de levantar su
cabeza.
—No te detengas— suplicó Asami.
—Tenemos que hacerlo…— dijo Korra mientras se inclinaba
para besarla nuevamente —…tus padres
llegaran pronto a casa
Asami atrajo
a Korra en un fuerte abrazo. Korra estaba encima de ella, tratando de recuperar
el aliento. Asami finalmente aflojó su agarre, dejando que Korra se sentara.
— ¿Te gustó eso?
Korra
asintió.
—La próxima vez...quiero hacerte
eso
Korra sintió
que su corazón saltaba a su garganta ante la perspectiva de la boca de Asami sobre
su pecho. No pudo encontrar su voz y simplemente asintió con la cabeza.
Asami sonrió
y se acercó aún más, colocando un suave beso en los labios —Gracias
Korra no
estaba muy segura del por qué estaba dando las gracias, pero nuevamente,
asintió con su cabeza. Se sentaron nuevamente, pretendiendo ver la televisión
cuando todo lo que hacían era mirarse la una a la otra. En poco tiempo, sus
manos estaban entrelazadas nuevamente y sus muslos estaban presionados uno
contra el otro. Y una mirada en los ojos de la otra fue suficiente. Ahora sus
besos eran frenéticos, sus lenguas luchaban humedecidas y ambas gimieron con el
beso. Korra sintió el toque tentativo de Asami en su cintura, sintiendo como la
mano se deslizaba más arriba. Antes de que Asami pudiese tocar su pecho, Korra
se echó hacia atrás, jadeando en busca de aire.
—Debería irme— dijo entre respiraciones. Sin
esperar respuesta de Asami, corrió hacia la puerta, sin atreverse a mirar
atrás.
pero que corbarde korra (frustrada)
ResponderEliminarJajajajaajaja! te entiendo cuando empece a leerlo, porque MissLluvia me lo paso para que lo subiera aquí también me sentía así :c esa mujer si que sabe escribí x'D
Eliminarpincheeee cada domingo esta historia me trae en vilooooo...
ResponderEliminarJajajajajajaj no es mi intención lo bueno es que cada domingo se sube un cap nuevo :3
Eliminarpincheeee cada domingo esta historia me trae en vilooooo...
ResponderEliminarpero..pero..como?
ResponderEliminarahora solo queda esperar.
jajajaajaja Korra es miedosa aquí es normal jajajajaa >.<
Eliminarmardita sea por queeee pinche korra cobarde u.u xDDDDD hace años que no leia un fic tan bueno :,)
ResponderEliminarMe alegro que te guste :3
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