Korra y Asami Sato se conocieron
cuando tenían diez y once años de edad. Asami hija de padres ricos y Korra, la hija de su
empleada doméstica, se convirtieron en
las mejores amigas, pero ambas sabían su
lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se convertirían en amantes... También nunca hubo duda de que Asami se casaría y mantendría su posición social en la
comunidad.
CAPÍTULO
8
—Oh, vaya— dijo Lin mientras se abanicaba — ¡Qué calor hace aquí!
Korra se echó
a reír
—Ustedes querían saber
—Como he dicho antes, esta es la mejor
historia de la primera vez que he escuchado
— ¿Qué hubiese pasado si las
hubiesen atrapado? — preguntó Kya.
La sonrisa
de Korra se desvaneció —Su madre me
habría matado
— ¿Qué hay de tu madre?
La sonrisa
de Korra regresó
—Mi madre me habría matado —asintió con la cabeza hacia Lin,
quien preguntaba en silencio si quería más café.
—Creo que es romántico— dijo Lin.
— ¿Romántico? ¿Hormonas
descontroladas a los dieciséis años? No sé cuán romántico es eso— dijo Korra —Ninguna de nosotras sabíamos lo
que estábamos haciendo
—Evidentemente aprendías
rápidamente—dijo Kya con
una sonrisa —Supongo que
eso fue antes de que pudieras simplemente buscar en Google por todo lo que
querías saber
— ¿Hace veinte años? Sí Estábamos
por nuestra cuenta
—Pero Mako seguía en el cuadro
¿Cómo te conciliaste con eso?
—Era lo que era. Mako estuvo
siempre en el cuadro. Conocía mi lugar. A pesar de lo que hubiese querido para
nosotras, sabía que nunca podría ser
— ¿Qué crees que ella quería para
ustedes dos?
Korra miró a
Kya pensativa —Pensé que
habías dicho que no ibas a ponerme en tu sofá, Doctora
Kya sonrió —Lo siento. Es solo que acabo de
encontrar tu historia muy intrigante. Me sorprende que hayas podido manejar
todo eso tan bien como lo hiciste a esa edad.
—Como he dicho, sabía cuál era mi
papel en su vida. Sí, estaba enamorada de ella. Locamente. Ella también estaba
enamorada de mí. Pero eso llegaría hasta donde podía llegar. No teníamos
futuro. El suyo ya estaba planeado. Robamos momentos, eso fue todo
—Eso es muy triste— dijo Lin.
—Sí. Fue difícil. Traté de no
pensar en sus citas con Mako y lo que ella estaba haciendo. Ya no preguntaba.
No quería saberlo.
—Entonces ¿con quién perdió su
virginidad? ¿Contigo o con Mako?
Korra
recordó muy bien esa noche. Era uno de esos momentos especiales que siempre
llevaría con ella —Conmigo. Fue
un sábado. Tenía diecisiete años
***
Era una rara
ocasión que ellas tuviesen la mansión para ellas mismas. Bueno, a excepción de
Tenzin, pero él nunca subiría a la habitación de Asami. Su madre estaba en un
baby shower y los Sato habían salido temprano esa mañana para un viaje de una
noche hacia Chicago. Ella y Asami no habían tenido mucho tiempo a solas en las
últimas dos semanas y extrañaba su cercanía. Tenía muchas ganas de pasar el día
con ella. Cuando llamó a su puerta todo lo que escuchó fue un murmurado —pase— desde el otro lado.
— ¿Asami?
—Aquí.
Se dirigió
al dormitorio, sorprendida al encontrarla acurrucada en la cama, con un pañuelo
empuñado en su mano. Korra se detuvo en seco al ver las lágrimas en los ojos de
Asami.
— ¿Qué pasa?
Asami rodó
sobre su espalda y palmeó el espacio a su lado.
Korra se
sentó, sus ojos buscaron en los de Asami una pista que explicara sus lágrimas.
—Salí con Mako anoche.
Korra
asintió —Lo sé.
—Él quiere tener relaciones
sexuales.
Korra miró
hacia otro lado, consciente de que este día llegaría. Tuvo un momento difícil
tragando ya que su garganta estaba obstruida por los celos —Me sorprende que haya esperado
tanto tiempo— dijo con
sinceridad.
—Exactamente, él no había estado
esperando pacientemente. Sé que voy a tener que hacerlo, pero Dios, no quiero— dijo ella, las lágrimas
formándose nuevamente en sus ojos.
—Entonces no lo hagas— dijo Korra — Rompe con él.
—Oh, Korra, sabes que no puedo
hacer eso. Después de todos estos años, ya sabes cómo es.
—Es tu vida, Asami, no la de tu
madre ¿Por qué permites que ella controle todo? ¿Es como la universidad? ¿Por
qué allí?
Asami sonrió
con tristeza
—Ivy League. Nunca hubo alguna
duda…o elección…a dónde iría
Korra se
puso de pie y caminó pasando las manos por su cabello —Así que Mako quiere dormir contigo.
Asami se
levantó de la cama y se acercó a ella, deteniendo su caminata. Envolvió sus
brazos alrededor de ella y Korra se hundió en su abrazo.
—No puedo soportar la idea de que
te toque— murmuró.
—Lo sé.
Se abrazaron
firmemente la una a la otra, sus cuerpos tan cerca cómo les fue posible, cada
centímetro de sus cuerpos muy unidos. Korra cerró los ojos, respirando el aroma
familiar de Asami. Sus labios viajaron lentamente por el cuello de Asami,
deteniéndose debajo de su oreja. Fue recompensada con un suspiro silencioso.
Asami se
apartó, mirándola a los ojos con igual intensidad.
—Quiero...quiero que seas...mi
primera vez. Quiero que estés...dentro de mí, no él
Korra no
pudo apartar su mirada. Con todo lo que habían hecho los últimos dos años…los
besos, las caricias, las exploraciones…nunca había estado dentro de Asami.
Conocía cada
centímetro de su cuerpo, pero nunca había estado dentro de ella. Así como Asami
no la había tocado de esa manera.
Era algo que
nunca habían hablado. Pero muchas veces… cuando los dedos de Korra se recubrían
con su humedad… quería deslizar los dedos dentro de ella, hacer el amor con
ella de esa manera. Muchas veces había estado a punto de preguntar, pero
siempre se había retirado, tomando lo que Asami le había ofrecido y nada más.
Ahora, Asami
estaba ofreciendo más.
— ¿Estás segura?
—Tú has sido mi primera vez en
todo, Korra. Además, hemos hecho todo, menos eso
Korra
asintió. Era cierto. Sus manos…incluso su boca… habían estado por todas partes
en el cuerpo de Asami, por todas partes menos enterrada en su interior. La idea
de hacer el amor con Asami de esa manera hizo que sus piernas temblaran. Atrajo
a Asami hacia ella nuevamente, besándola lentamente, a fondo, obteniendo un
gemido de ella cuando su mano ahuecó su pecho y con su pulgar rozó su pezón. Sintiéndose
en control otra vez, llevó a Asami a la cama. Vió un atisbo de nerviosismo en
sus ojos y le sonrió tranquilizándola.
—Estoy tan nerviosa como tú.
Asami
también sonrió.
—Bien.
Se
desnudaron la una a la otra, sus manos trabajando torpemente con los botones y
cremalleras, provocando risas silenciosas entre las dos. Asami sacó la colcha
de la cama y empujó a Korra con ella. Esto era lo que Korra amaba…estar
completamente desnuda y en contacto…algo que ellas rara vez tenían la oportunidad
de tener. Momentos breves y robados eran por lo general lo que se podían
permitir. Hoy no. Hoy era para sí mismas. Hoy ellas no retendrían nada.
—Me encanta cómo se siente— murmuró Asami contra sus labios
mientras se besaban interminablemente —Me encanta
estar contigo de esta manera.
Korra se
inclinó aún más, capturando un pezón con su boca.
Los senos de
Asami eran muy sensibles y sabía exactamente cómo complacerlos mientras su
lengua se movía a través de la punta. Asami la abrazó con más fuerza mientras
sus caderas comenzaban un roce familiar y lento. Como siempre, el fuego entre
ellas saltó a la vida.
Korra
sostuvo su peso sobre sus manos, permitiendo que la mitad inferior de sus
cuerpos se movieran juntos. Las manos de Asami vagaron por su espalda,
estableciéndose en sus caderas, guiando a Korra más firmemente entre sus
piernas.
—Bésame
Korra hizo
lo que le pidió, poseyendo la boca de Asami con un beso húmedo y caliente, su
lengua rodeando la de Asami mientras se batían en duelo. Interrumpió el beso,
regresando al pecho de Asami. Tenía hambre de ella…de toda ella…y bajó por su
cuerpo, sus labios trazaron un camino hacia el lugar que más amaba. A Asami
también le encantaba. Ya estaba gimiendo, sus muslos se separaron tentadoramente
para ella.
Korra separó
sus piernas, deslizando su lengua por la humedad que sabía encontraría. Zumbó
de placer con su primera probada, sus ojos cerrados mientras su boca se cerraba
sobre su clítoris hinchado. Como había hecho con su pezón, lo succionó dentro
de su boca, haciendo que las caderas de Asami se frotaran sobre su rostro. Ella
la sujetó, dándose un festín con ella, sintiendo las manos de Asami en su
cabello, sosteniéndola en su lugar.
—Oh Dios...Korra
Cuando
sintió temblar los muslos de Asami alrededor de su rostro, se apartó. Asami
gimió, instando a Korra con sus manos a regresar entre sus piernas. Pero Korra
se incorporó, entrando en ella con dos dedos, sintiendo la tensión de las
paredes de Asami que se cerraban a su alrededor.
Sus ojos se
encontraron, cada una manteniendo a la otra cautiva. Korra hizo una pausa,
luego se sumergió profundamente en su interior. Sólo sintió algo de resistencia
cuando entró en ella, entonces Asami se abrió completamente, anhelando a Korra.
Korra se
ubicó dentro de sus brazos, usando ahora sus caderas para guiar su mano,
saliendo lentamente y luego entrando nuevamente. Asami jadeaba en su oído,
abrazándola con fuerza mientras sus caderas imitaban el ritmo que Korra estaba
marcando.
Dentro y
fuera, sus dedos se deslizaron con facilidad, cada movimiento iba más profundo
dentro de ella mientras Asami se encontraba con ella con cada empuje.
—Sí...sí. Dios, Korra…
Korra volteó
su cabeza encontrando la oreja de Asami.
Con su
lengua imitó sus dedos, entrando y saliendo, adorando los sonidos de placer que
Asami expresaba libremente. Sus caderas se sacudieron contra su mano y metió sus
dedos profundamente, ahora más rápido, tratando de seguir el ritmo de los
movimientos frenéticos de Asami. Las caderas de Asami se arquearon hacia arriba
y Korra sintió como sus músculos se contraían, sintiendo que sus dedos eran
succionados con fuerza dentro de ella.
Asami gritó,
sacudiendo sus caderas una vez, luego otra vez y otra vez, antes de hundirse
sin fuerza.
Korra estaba
respirando pesadamente por su esfuerzo y besó el rostro de Asami, su cuello y
sus cuerpos estaban humedecidos por el sudor. Se movió con la intención de
sacar sus dedos de Asami pero Asami la detuvo, apoyando su mano sobre la de
Korra.
—Todavía no. Quiero sentirte
dentro de mí.
— ¿Te he hecho daño? — murmuró Korra.
—No— Asami volteó su cabeza mirando
intensamente a Korra —Te amo.
Korra sintió
que las lágrimas escocieron sus ojos. Eran palabras que nunca se habían dicho
la una a la otra. El corazón de Korra casi estalló cuando Asami las expresó.
—Yo también te amo
Pero q buen capítulo ;u; y....y demasiado romántico <3. Estaré esperando la siguiente actualización :3
ResponderEliminar:3 segura el próximo domingo habrá nuevo capítulo :3 me alegro que te guste. Y más que todo y estoy segura MissLluvia le agradara
EliminarOh yisus! Que hermoso :z amo este fic!
ResponderEliminarSi!! *w* es muy hermoso realmente :3 más te agradezco que leas y aún más que comentes :3 gracias! :3
Eliminarintenta no llorar, llora T-T!!!! demasiado bello
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