Definición de valentía. Capítulo 2 por Rae. D. Magdon

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Hey hola mi gente bella tengan todos ustedes muy buenas tardes y como ven aquí les traigo el último episodio de "Definición De Valentía" como les comente anteriormente cuando subí traducido el primer capítulo, que este segundo capítulo es muy fuerte porque se habla del uso de un arnés jajajaja si como lo leen el cual Asami invento llamado el "SatoCock" jajajaja lo dejaré en su nombre en ingles para no quitarle glamour ajajajaja o la "La SatoVergara" jajajajaja! ok  no tampoco así pero si dejare el invento de Asami con su nombre jajajaja!

Para los que van a leer el siguiente capítulo y no están acostumbrado a esto pues los invito a ignorar los que no pues bienvenidos sean todos a mi gente perver 7u7r

En si el invento de Asami es casi que perfecto porque Korra puede sentir cuando está dentro de Asami ya saben al momento de hacer la cosa 7u7r. De todas formas con las imágenes se visualizará a la perfección y por eso les digo mi gente bella que mantenga discreción y a los que no les gusta no leer :3 gracias la gerencia :3

El fic y los dibujos no me pertenecen a mi, el fic como tal le pertenece exclusivamente a Rae D. Magdon y los fanart a 2dshepard.




Capítulo 2

Cuando Korra despertó, no le sorprendió encontrarse sola. El lado de la cama de Asami estaba vacío y el único rastro de lo que quedaba de ella era una pequeña impresión en una de las almohadas. Aunque Korra estaba decepcionada, una sonrisa cariñosa se extendió por su rostro. Aún era una madrugadora, incluso sin que el sol saliera. Ella bostezo, dejando caer la colcha y tembló de frío cuando el aire golpeó su piel.  Se había quedado dormida desnuda la noche anterior y ya  extrañaba el calor del cuerpo de Asami abrazado junto al suyo.

Se incorporó lentamente, debatiéndose si dejar la cama o no. A juzgar por el silencio y por el tono del cielo oscuro fuera de la ventana, aún era temprano. Con el festival finalizado, no tenía nada planeado. Eventualmente, la soledad se apoderó de ella. Se había acostumbrado de ver primero a Asami durante las mañanas de sus vacaciones y no quería que su último día en el Polo Sur fuera la excepción.

Mientras se estiraba y se disponía a ponerse de pie, se dio cuenta que un vestido rojo sin tocar estaba a los pies de la cama. A diferencias de las sábanas, que estaban limpias y resueltamente dobladas. Asami tenía la costumbre de dejar su ropa del día siguiente afuera la noche anterior. Todo lo demás estaba dentro de su equipaje. Hmm. ¿A dónde podría haber ido sin su ropa? Al menos que robara algo mío...

Korra le echo un vistazo a su propia ropas, que estaba hecha un desorden al lado de su maleta. Nada parecía haber desaparecido, reduciendo sus opciones considerablemente. Asami no podía haber ido muy lejos con tan solo una bata. Además que el baño contiguo a su suite, que era el lugar lógico donde pudiera estar. Su boca se torció en una sonrisa y se sentía más despierta mientras ella consideraba las posibilidades.


De repente, saltó de su cama llena de energía. En lugar de colocarse una ropa de la noche anterior o buscar algunas nuevas, agarró una túnica que permanecía colgada en la puerta del baño. No ofrecía mucho calor, pero no estaba lejos. Si su suposición era cierta. Asami estaría a algunas puertas lejos. Apretando el cinturón alrededor de su cintura, pero se detuvo antes de anudarlo, disparando otra mirada a su maleta llena. Si ella está donde creo que los está y terminamos de hacer lo vamos a hacer, tal vez debería llevar un poco de ayuda. 

Korra mordía pensativamente su labio antes aquello que estaba en su equipaje. Se puso de rodillas, hurgando lo que estaba buscando. Tomando el SatoCock- marca comercial que aún estaba en desarrollo- había sido idea de Asami y Korra estaba agradecida de que ella hubiera insistido. En ese momento, ella había estado totalmente opuesto a tener sexo de cualquier tipo mientras ellas se quedaba con su padres. Eso fue antes de que Asami había cambiado de idea con algunas palabras susurradas y su muy talentosa lengua. Incluso sabiendo los comentarios de Desna y Eska no había sido lo suficiente como para frenar aquel recuerdo, a pesar de que ella y Asami habían tratado de guardar silencio desde entonces.


Demasiado tranquilo, Korra pensó mientras volvía a la cama. A pesar de devolverle el favor en varias ocasiones, no había sido capaz de hacer gritar a Asami. Sus esfuerzos considerables habían dado lugar a varios orgasmos trascendentales, pero todos habían sido desalentadoramente silenciosos. Lo tuvo que admitir, su orgullo estaba un poco herido. Estaba totalmente segura de su capacidad de darle a Asami placer, pero había pasado un tiempo desde que había visto a su novia desesperada y loca. Si ella no tenía arañazos por toda su espalda desde que ellas salieron y llegará antes de Ciudad República, no se lo perdonaría.

Se sentó al borde de la cama y abrió sus piernas, subiéndose la bata. La marca de los dientes de Asami que había dejado en la parte interna de su muslo, finalmente comenzó a desvanecerse, pero el moretón aún era visible. Ella sacudió su cabeza, concentrándose y estudiando el juguete que tenía en sus manos, dándole la vuelta correctamente. Facilitando que el extremo más corto no tomando mucho tiempo. Pensar en Asami había enviado la mayor de sangre a su cuerpo recorriendo entre sus piernas, había mucha humedad esperándola a ella también. Estremeciéndose un poco a como la parte más ancha, que extendía su apertura para luego suspirar con alivio al deslizarse en su lugar.

Un escalofríos recorrió por ella cuando su clítoris de alineó con la placa metálica. A pesar de que se había acostumbrado a aquel juguete en los últimos meses, las alteradas sensaciones aún requería aclimatarse a ello. Después de unas cuantas respiraciones para calmarse, se sentía casi que normal. Bajando la mirada hacía el miembro entre sus piernas, su confianza se restauró. Asami siempre amaba sus dedos y lengua, pero tal vez la sorpresa del miembro la atraparía con la guardia baja, dejándola un poco vulnerable.

Ajustar la bata otra vez fue más difícil de lo que esperaba. Aquel juguete se mantenía asomado al frente, frunciendo su ceño en señal de frustración. El único inconveniente de la SatoCock era que no se ablandará. Llevarlo bajo la ropa la dejaba ver como más excitada si quería aparecer en público.

Después de anudar dos veces su bata, se dirigió a la puerta, mirando de arriba a abajo el pasillo asegurándose de que nadie más se atreviera a salir de sus habitaciones. Por suerte, no había moros en la costa. Deslizándose por la oscuridad del pasillo solitario y fue hacia su izquierda, donde estaba una puerta estrecha.

La luz y el calor se apoderaron de ella tan pronto como la abrió. Unas líneas delgadas de vapor lamían su piel desnuda y el sonido del zumbido demostraba que su corazonada era cierta. Lo sabía. Mirando la bata de felpa roja que colgaba en un gancho de la pared. Sabía que no podía resistirse a un agradable baño de vapor en una mañana como esta. Cerrando la puerta detrás de ella, tan suavemente como pudo, cerrando a sí misma el pequeño probador.

Removerse su bata era mucho más fácil de hacer que se sintiera bien. Colgandola al lado de la de Asami, luego se volvió a la puerta del otro lado de la habitación. Era más pequeña para una persona, sólo era a la altura del pecho y aunque estaba bastante aislada, no había una perilla. Rodando sus hombros, tramando de la mejor manera su entrada. Un contoneo arrogante probablemente no iba a funcionar, mientras ella estaba de cuclillas, pero tampoco quería colarse.



A la final Korra se decidió que sería un ataque de sorpresa. Si ella se voltea hacia el caldero podría ser capaz de acercarme sigilosamente y presionarme contra su espalda. Esperemos que no le importe algo de calor extra. Cuando el tarareo de Asami continuaba imperturbable. Ella se agachó, dándole un codazo al abrir la puerta. La imagen con la que fue recibida era de una fusión entre una gruesa ola de vapor que la envolvía. Asami estaba totalmente desnuda, estaba inclinada echando agua sobre la leña que estaba en el caldero. Korra contemplaba con profunda admiración, olvidando totalmente su plan. El trasero de Asami siempre ha sido increíble, pero cuando estaba desnuda y apuntando directamente a ella, ni siquiera era capaz de mantener los pensamientos ordenados. Peor aún, los muslos de Asami estaban lo suficientemente separados, revelando todo lo que tenía entre ellos. Parpadeando varias veces, pero aquella imagen se quedó allí, solamente la humedad recorriendo ligeramente su piel.

--"Uhh..."--

Un gemido accidental hizo que Asami se voltearse y su rostro se suavizó al reconocerla. --"Buenos días, dormilona. Tenía la esperanza de que despertara y te unieras a mi."--

Korra permaneció en silencio. La piel de Asami estaba enrojecida y su cabello recogido desordenadamente en lo alto de su cabeza. La dulzura de aquella sonrisa hizo enviarle un escalofrío por la espina dorsal de Korra y tuvo que reprimir un gemido. Maldición. Se supone que debería seducirla y entonces ella me sale de esa manera. Desnuda. ¿Por qué? 

Asami colocó a un lado el cucharón. --¿Por qué no cierras la puerta? Estás dejando que todo el vapor salga."--


Cerrar la puerta. Cierto. Eso era algo que podía hacer. Cerrando la puerta detrás de ella, dándole un empujón y asegurándose de que quedará cerrada. Entonces, se colocó de rodillas y arrastró hasta unirse a Asami. --"¿Necesitas algo de ayuda?"-- Echándole un vistazo al caldero, con un poco de mala gana. Retirando sus ojos lejos de Asami casi que le fue doloroso. --"Puedo hacer arder más la leña para ti."--

--"¿Realmente esa fue tu mejor línea?"-- Asami rió. --"Se necesita trabajar eso seriamente, aunque supongo que es mejor que ese 'Uhh'..."--

Korra se echo a reír junto con ella. Avergonzarse a ella misma en público era una cosa, pero avergonzarse a ella misma frente a Asami en realidad era bastante agradable. --"Yo no necesito líneas. Yo tengo planes."-- Con algunos movimientos circulares, haciendo que un flujo de agua constante saliera de la caldera. Evaporándose como nubes de vapor y el horno comenzó a temblar, haciendo sonar las pesadas rocas que estaba sobre el.

--"Planes, ¿Huh?"-- Unas gotas de sudor bajaban por la clavícula de Asami y Korra la siguió con la vista, completamente extasiada. Ansiaba arrastrar su lengua en aquel espacio de ella y probando aquel sabor. --"Creo que puedo adivinar lo que puede ser."--

Le tomo un momento a Korra darse cuenta de que también estaba siendo estudiada. La mirada de Asami se fijó entre sus piernas y su clítoris se crispó contra aquel transmisor. Aquella oleada que recorrió a los largo de su miembro era los suficientemente fuerte como para ser flexible y que hizo que ambas respiraran con dificultad. Luego de una larga pausa, Korra extendió su mano para acariciar el hombro de Asami. Cada centímetro de su piel era resbaladizo al tacto e increíblemente suave. --"¿Por qué no demostrarlo en su lugar?"--

--"¿Estás segura de que estas preparada para ello?"-- Preguntó Asami, pero el brillo en sus ojos verdes, decía que solo estaba bromeando. --"No quiero que te desmayes por el esfuerzo."--

--"Puedo regular mi temperatura. ¿Eso te hace sentir bien?"--

La mirada que le dio Asami solo podía ser descrita como hambrienta. --"Nací en Ciudad República, pero aún soy de la Nación de Fuego."-- Inclinándose hacia adelante, pasando una mano a un lado de Korra para atraerla más cerca. --"Puedo manejar el calor."--



Asami no le podría haber dado una invitación más clara. Korra se abalanzó, arrastrando los labios de Asami a un beso ardiente. Colocando a Asami sobre el tapete más cercano, un escalofríos la recorrió a ella como sus cuerpos cayeron juntos. El calor a su alrededor era tan intenso que la piel de ambas se estremecían a donde ellas se tocaran, pero a Korra eso no le importaba. 

Un río de sudor rodaba en medio de la espalda de Korra como ella colocaba su peso sobre los codos. Su longitud palpitaba, quedando atrapado contra el abdomen de Asami y ella comenzaba a arrepentirse la posición que había tomado casi de inmediato. Tanto el contacto con la piel y la superficie resbaladiza era demasiado inestable para moverse fuerte. Esto no va a funcionar. La sensación de ella debajo mío es demasiado. Con un último movimiento de su lengua contra el labio inferior de Asami, sentándose sobre su talones, esperando la leve distancia la ayudara.

Asami la siguió. Una posesiva mano se enroscó alrededor, haciendo que las gotas resbalaran por los omóplatos. Antes de que pudiera protestar, los bordes de los dientes de Asami mordisqueo su barbilla, dejándola sin palabra e instándola a acercarla más. Lo consideró-- aquella tentación hizo que su cabeza nada junto con el vapor del agua-- pero el deseo de tomar el control ganó. Aún ella no había hecho a Asami gritar y esta era una de sus últimas oportunidades. 

Korra se levantó sobre sus rodillas, dejando a Asami tumbada sobre su espalda y el hermoso paisaje de su cuerpo. Cada centímetro de la piel de Asami brillaba. La piscina resplandeciente era un poco profunda  y ella respiraba pesadamente, su pecho subía y bajaba. --"No tienes que alejarlo..."--

La nota de voz llena de necesidad de Asami era demasiado de lo que Korra podía soportar. Saltándose directo a lo principal, pudiendo funcionar a su favor o podría ser espectacularmente contraproducente. Esperaba que la impaciencia de Asami fuera una buena señal, porque ella tampoco le parecía bien eso de la paciencia y no estaba tan segura de cuánto tiempo en realidad iban a aguantar sin tocarse la una a la otra sin sobrecalentarse. --"No lo alejes"-- Ella gruño, agarrando las pantorrillas de Asami y enganchandolas junto a ella. Aquel nuevo ángulo, dejaba a Asami abierta y expuesta, revelando su clítoris hinchado. --"Sólo averiguó cómo quiero empezar."--

--"Pensé que tenías planes."-- Asami bromeó.

Korra entrecerró sus ojos con determinación. --"Oh, claro que lo tengo."-- Sosteniendo aún las pantorrillas de Asami, tirando de ella hacia arriba, mientras alineaban sus pelvis. --"Y te encantara."--


Ganando su primera victoria cuando las caderas de Asami se levantaron hacia ella. El calor se deslizaba a lo largo del lado inferior de su miembro sentía un fuego líquido, pero ya estaba preparada. Asami gimió mientras se las arreglaba para mantenerse tranquila, tratando de tener fuerza de voluntad. Ella movió sus caderas hacia adelante, repitiendo el movimiento deslizante hasta que los ojos de Asami se cerraron. --"Korra."--, murmuró, su cabeza daba vuelta. 

Korra sonrió, la voz de Asami cayó una octava. La temperatura estaba muy intensa, solo una simple exhalación era un esfuerzo que salía de su boca era una sensación cruda. Pero eso significaba que no iba a parar. Cambiando su enfoque y asegurándose que la cabeza miembro fuera atrapado por el clítoris de Asami. Eso le valió más de un gemido. Asami se quedó sin aliento, sus dedos arañaba el tapete debajo de ellas. 

Aquellas uñas prometedoras que se arrastrarán y clavaran por su espalda antes de que ella terminara, Korra de nuevo se posicionó. Continuó, alineándose con la entrada de Asami. Un brillo abrasador tragó la punta de su miembro y seseando entre dientes, sorprendida. Estaba más húmeda, apretada y más cálida, jamás lo había sentido, haciendo que vista brillara. 

--"¿Korra?"-- Esta vez, su nombre era más una declaración que una pregunta. Eso fue suficiente para captar su atención. Los ojos de Asami se habían abierto y estaban vidriosos por el deseo. --"Tómame"-- Ella se inclinó y Korra luchó por mantener sus caderas relajadas mientras otro centímetro moviéndose hacia adelante. --"Por favor."-- Un fuerte pulso golpeó a lo largo de su miembro obligandola a detenerse para luego abrirse paso. Bombeando a su interior, llegando hasta el final. 

Era una feliz agonía. Tan buena que era cercanamente dolorosa. Los músculos de Asami ardían mientras sus cuerpos se juntaron, pero no podía soportar la idea de retirarse. Ella se quedó donde estaba, dándose cuenta que debía moverse. Reuniendo con dificultad sus fuerzas, dando un movimiento de prueba a su caderas y el gemido que arrancó de Asami haciendo que valiera la pena. Esto es lo que estoy buscando. Ahora solo tengo que hacerte gritar un poco más fuerte. 

Intentaba con movimientos diferentes, experimentando cada uno de ellos hasta que encontró la profundidad y el ritmo adecuado. Generalmente a Asami le gustaba que fuera rápido, pero esta vez, los movimientos lentos y constante sacaba los mejores sonidos. Algo más y Korra tenía un miedo tan abrumador sobre ella.  Los muslos de Asami la abrazaron presionando sus costados, pero aguantó al mantenerlas metidas debajo de sus brazos. Nada en el mundo la haría renunciar a su abrazo.


Las bocanadas del brumoso vapor y el ruido del caldero se difuminaron. Ella se centró por completo en Asami, en hacerla romper en pedazos. Los ruidos que ella hicieron mayormente fueron sofocados, pero la expresión de éxtasis que cruzaba en el rostro resplandeciente de Asami decía que Korra estaba haciendo algo bien. Ella aceleró sus movimientos, acortandolos haciendo que las manos de Asami se dipararan y se apoderaron  de sus brazos. El agarre era tan candente, pero a ella no le importaba.  Esa era otra señal de que Asami estaba a punto de llegar. --"Adelante."-- Dijo, tratando de ignorar el calor abrasador que apretaba su miembro. --"No esperes por mí. Solo relájate y deja que suceda."--

Sabía que en el momento en que sucedió. Asami se tensó y un largo y bajo gemido escapó de sus labios. No era el grito que Korra estaba esperando, pero ella decidió ir por más. Ella fue con lo que sabía que funcionaria, tocando el lugar tierno que siempre hacía que Asami se viniera deshecha. Fue recompensada cuando las paredes interiores de Asami enloquecieron a su alrededor. Se agitaban y apretaban y pronto ella era la única que luchaba por no hacer ningún sonido. 

Mierda. Se supone que es ella la que debe estar gritando, no yo. Korra intentó retirarse, pero su cuerpo traidor no se lo permitió y Asami se negó a renunciar a ello. Ella no tenía la fuerza de voluntad de retirarse, ni siquiera cuando una oleada de calor derretía y se arrastraba alrededor de su miembro. Aquello salpicaba contra sus muslos, quemaban a donde corría. Estaba cansándose por el tiempo, pero eso no significaba que se iba a dar por vencida. 

Korra llevo las rodillas de Asami hacia arriba, ajustandola sobre sus hombros. El nuevo ángulo ayudaba a deslizarse aún más adentro y ambas gimieron cuando ella tocó fondo. Asami soltó y ambos sinuosos brazos rodearon su torso en su lugar. Unas uñas formaron unas líneas de fuego sobre la espalda de Korra y ella sonrió en señal de triunfo. Después de todo, iba a volver a Ciudad República con marcas de arañazos. 

Tan pronto como los músculos de Asami se fueron aflojando lo suficiente, comenzó a moverse de nuevo. Su miembro le dolía con plenitud, pero estaba decidida a acabar con lo que había empezado. Asami aún palpitaba a su alrededor y ella sabía que no tardaría mucho en hacerla volar de nuevo. --"Lo sé... tú aún... no has terminado."--, jadeó, moviéndose tan profundo como pudo. --"Déjalo ir. Quiero todo lo que tienes."--

Por una fracción de segundo, Asami se congeló debajo de ella. Entonces ella comenzó a estremecerse y su boca se abrió. --"¡Korra!"--

Korra sonrió con orgullo por aquel grito en la que trabajo tan duro para que finalmente estallara libremente, llenando toda la habitación. Asami grito al máximo, completamente perdida en el placer. Sus paredes internas presionaron, apretando más de lo que Korra podía soportar. Las contracciones hizo su decaer su ritmo y una oleada de calor golpeó fuera de su miembro que temblaba de necesidad. Trataba de estar durante un tiempo más encima para el resto del orgasmo de Asami, pero nada la ayudaba Al oír la voz de Asami decir su nombre la envió rápidamente al borde. 

Sus caderas se movió de golpe y una potente oleada recorrió a lo largo de su miembro. Ella se extendió, imposibilitada de evitar el orgasmo saliera por su cuenta. Instintivamente, ella se aferró a los hombros de Asami. El sudor y la sal golpeó su lengua, hundiendo sus dientes sobre ellos, succionando para ahogar sus propios gritos. Una mordedura se dibujaba una muy grande inundación en ambas. Korra seguía moviéndose lo mejor que pudo, aunque se detuvo cuando cada algunos chorros se hizo intenso. Por fin, ella no tenía más nada que dar. Terminando con unos cuantos empujes, por lo que se aseguró en permanecer en el interior de Asami sintiendo las últimas contracciones. 

--"Eso... eso fue... oh, Korra..."-- Respiraba Asami, mirándola con ojos cansados. Todo su cuerpo se relajo y Korra sonrió. 

--"Te ves como si fueras a fundirte con el suelo, ¿Estás bien?"-- 

Asami gimió, empujando suavemente sus hombros. --"En realidad, necesito que te bajes. Mi piel arde locamente."--

Los ojos de Korra se agrandaron. Ella reunió lo que quedaba de sus fuerzas y se apresuró de moverse hacía atrás, teniendo una mirada de preocupación. La piel de Asami había adquirido un color púrpura y temblaba un poco fuerte. --"Aguanta."-- Korra disipo el calor y las nubes de vapor encima del caldero se apartaron. La habitación estaba totalmente silenciosa sin el sonido del ruido, pero inmediatamente se volvió más fresca. Atrayendo el resto del agua que quedaba en el caldero hacía afuera, enfriandola y haciendo control mientras el flujo humedecía más los pechos y los brazos de Asami. --"Aquí. ¿Algo mejor?"-- 

Asami suspiró con alivio. --"Si, mucho. Gracias."--

--"Debemos salir de aquí."-- Dijo Korra mirando hacía la puerta. --"Lo de la piel es normal después de un baño de vapor, pero no quiero que te desmaye."-- 

--"Pensé que tu estabas a punto."-- Confesó Asami. --"Pero tenía nada que ver con el calor, todo lo que quería es hacerlo contigo."--

El corazón de Korra se llenó de orgullo. Ayudando a Asami a sobre sus rodillas, guiandola suavemente hacia la puerta. --"No hace falta que me halagues. Ese grito lo dijo todo. Ni siquiera me importo si alguien te escuchara."--

Arrastrándose de nuevo hacía el probador fue un alivio. El aire frío envolvió la piel de Korra, cerrando sus ojos, estirando sus brazos. El cambio brusco de temperatura hizo que su corazón estuviera acelerado, pero que en realidad era bastante agradable. Ella se mantenía inmóvil hasta que la mano de Asami tocó su hombro. --"¿Um, Korra?"--

--"¿Mmm?"--


--"Espero que te refieras a esto cuando dijiste que no te importaba si alguien nos escuchara..."--

Eso llamó su atención. Sus ojos se abrieron de golpe, retrocediendo horrorizada. Dos figuras caídas estaban al otro lado del probador, vistiendo dos batas azules idénticas y de expresiones sin emociones habituales en su rostro.  Korra se congeló, sin saber si taparse a sí misma o tantear para encontrar su propia túnica. --"¡Ugh! ¿Desna? ¿Eska? ¿Qué están haciendo aquí?"--

Desna cortésmente desvió sus ojos, pero Eska se limitó a rodarlos. --Preparando el baño de vapor para ambos, ¿Qué más?"-- 

--Íbamos a unirnos a ustedes"-- Agregó Desna, --"Hasta que nos dimos cuenta de lo que estaban haciendo."-- 

--"¿Unirnos a nosotras?"-- Repitiendo Asami. Quitando sus ropas de los ganchos y Korra tomó el suyo mientras golpeaba su rostro. --"¿No es inapropiado?"--

Eska no estaba impresionada. --"¿Eso de tener sexo en voz alta inapropiado en un lugar público?"--

--"Los baños de vapor es algo social para la gente de la Tribu de Agua."-- Korra explico. Ella se colocó de manera protectora frente a Asami, tratando de preservar la mayor parte del pudor de su novia todo lo que fuera posible sin sacrificar el suyo. Su rostro estaba más caliente de lo que era el baño y ella agarrando fuertemente su bata contra su cuerpo, usándola como una cubierta provisional. --"Pero se quedaron afuera, parados aquí y después de escucharnos en lugar de irse como personas normales, eso si es realmente inapropiado."-- 

--"No podíamos irnos."-- Dijo Desna, como si fuera la cosa más obvia del mundo. 

Eska asintió. --"De lo contrario, no hubiéramos sabido del tapete que usaste. Al menos que estés dispuesta de volver allí con un cepillo..."

Korra farfulló, pero Asami no reaccionó al comentario. --"Bien."-- Ella cerró su bata, anudando el cinturón con calma alrededor de su cintura. --"Si todavía quieres volver, es posible que desees evitar el medio de la habitación."--

--"Está bien."-- Dijo Desna. --"El tapete se volteara otra vez."--

Eska no era tan irrespetuosa. Su mirada se detuvo más tiempo de lo necesario y Korra frunció el ceño, un hormigueo hizo que bajara la mirada. --"¿Qué estás mirando?"--

--"Es cómico."-- Dijo Eska, aunque en su rostro no se leía nada más cómico. --"A juzgar por los sonidos que escuchamos la otra noche, supuse que eras la pasiva."--

De repente Korra se dio cuenta de lo que había captado la atención de Eska.  Ella trató frenéticamente ajustar su bata sobre su regazo, pero no lo hizo muy bien. El miembro de juguete todavía era notable. --"Yo no soy pasiva.--" Decía gruñendo, azotando en torno a la cara de la pared y subiendo airadamente las mangas de su bata. --"Bueno, digo, a veces yo... Ugh, ¡Solo cállate y vete! Mi vida sexual no es asunto tuyo."--

--"Entonces tal vez deberías de dejar de detenernos y hacer nuestros asuntos." Dijo Eska.


Los Labios de Asami estaban apretados con una suave línea. --"¿Y quizás deberías salir al pasilla mientras Korra limpia? 

--"Por fin, una sugerencia sensata." Dándose la vuelta, mirando a su hermano. --"Ven Desna. Creo que esto ha sido lo suficientemente incómodo para nosotros cuatros."--

Korra no se dió la vuelta de nuevo hasta que la puerta de afuera se abriera y cerrara. Sentándose en el banco más cercano, cruzándose de brazos con furia sobre su pecho. --"Tengo que ponerles campanillas a ellos o algo así."-- Murmuró, --"Son tan tan jodidamente silenciosos, nunca sé cuando van a aparecer."--

Asami se sentó en el espacio vació a su lado. --"Todavía hay oportunidad de hacer snowboard con ellos antes de que nos vayamos."--

Korra suspiró, sin saber que decir. La interrupción de Desna y Eska había llegado a su real estado de ánimo y sobre su estómago sentía ese dejo de vergüenza. 

--"Estoy realmente orgullosa de ti."-- Dijo Asami, apoyando su cálida mejilla sobre su hombro y acurrucándose contra su costado. 

--"¿Huh?"-- El ceño de Korra se arrugó de confusión. --"¿Por qué?"--

--"En vez de acobardarte y alejarte como si fueras un petauro ardilla asustadizo, sólo te pusiste delante de mí y le dijiste a tus primos 'cállate y vete' porque nuestra vida sexual no era 'asunto de ellos'. No estoy segura si lo hubiera esperado hace algunos días."--

--"Lo hice, ¿No?"-- Korra dijo, sintiéndose un poco más contenta. El cariño y los elogios de Asami hizo que la situación pareciera soportable después de todo. --"Sabes que nunca he estado avergonzada de nuestra relación, ¿No? No es que hubiera querido armar un espectaculo delante de Desna y Eska, pero..."--

--"Lo sé,"-- Asami se rió. --"Pero aún fuiste muy dulce."-- 

Suaves labios rozaron su mejilla y aunque la mayor parte del vapor se había ido, un hormigueo causó una oleada cálida sobre la piel de Korra. --"Supongo que puedo sostener tu mano en público no parecerá tan aterrador después de ser atrapadas completamente desnudas."-- Ella sonrió. Haciendo que tuviera la suficiente confianza como para ponerse de pie. --"Vamos, no quiero que mis escalofriantes primos tomen su turno hasta que hayamos terminado de limpiar."--

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4 comentarios

  1. jajaja no se si deberia decir pobre Korra ó pobres Eska y Desna xD

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  2. Que esperan para subir el proximo capitulo. Nos decepcionan:(

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    1. cual capitulo? este fue el ultimo de este fic jajajaja

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