La Calma. Capítulo 1: Después de la pelea. Por SimplyKorra

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Hola mi gente bella como ven, también se les trae otro nuevo fic y esta la señorita Pia Patitas Suaves la que tradujo totalmente este capítulo y realmente muchas gracias :3 y más por contribuir a que el fandom siga vivo. Siempre he dicho que los fics y los fanarts mantienen esta llama viva :3 espero disfruten de este primer capítulo del fic "La Calma" de "SimplyKorra"



Resumen:
Inmediatamente después de la caída de Kuvira, Korra y Asami se encuentran en la calma luego de la tormenta. Ambas estaban en necesidad de comodidad y se dan cuenta de la única persona con la que desean estar es la una con la otra. Lo que significa que su relación más allá de esa noche será tan desconocida como inevitable.

Notas de SimplyKorra:

A partir de ahora, esto no es nada más que una manera para mí escribir sobre Korra y Asami después del final. Esta historia no tiene verdadera trama, es tal vez nunca lo tendrá, pero es sólo de ellas dos luego de la pelea y es una manera para mí escribir más Korrasami. Me encantaría agregarla, pero no puedo decir que será algo más que mi opinión sobre la transición de su amistad a su relación romántica.

Sólo una excusa para mí escribir más de mis niñas <3

 Esté fic pertenece completamente a SimplyKorra :3

CAPITULO 1: DESPUÉS DE LA PELEA


Korra se estremeció contra el ardor en su brazo mientras se ponía la banda lentamente por su codo. Había moretones que necesitarían de curación y un descanso en una de sus costillas que podría ser reparado. Estaba cansada y hambrienta, pero esto último podría esperar hasta mañana. Por ahora necesitaba dormir. Tiempo después de detener a Kuvira y sacarla del mundo espiritual, ella seguía despierta. Todavía lidiando con las secuelas y luchando para poner las piezas del mundo juntas alrededor de él.

El daño a Ciudad República podría ser arreglado. Todo podría y sería arreglado, como siempre lo era. Mientras el Avatar camine por este mundo, la estructura rota por quienes la amenazaban podría sería arreglada, por ella, por aquellos a su alrededor, por quienes habían llegado antes que ella y los que  vendrían después.  El bien prevalecería y algún día esto ya no sería su pelea. Por ahora, sin embargo lo era, y había ganado.

En todo caso, se había ganado una buena noche de descanso.

Cuando ella finalmente encontró su habitación, vio que estaba llena de muchas personas que necesitaban de un lugar para descansar su cabeza por la noche y recuperarse, Korra pensó que podría no llegar a la cama. Ella abrió y examinó su habitación antes de que la puerta estuviera cerrada y dejó caer su camisa abierta. Con una mueca de dolor puso su mano sobre la parte más tierna en su estómago y asintió para sí misma. Esa fue la costilla rota, ella podría curarla por sí misma. No sería seguro dormir con eso y su madre le había dicho que cuidara de sí misma cuando Korra había llamado para decirles que estaba bien.

Apoyada en la puerta, la cerró con su peso y fue cuando sintió un repentino susurro en la cama.
"¡Oh!" La luz se encendió y Korra saltó por un momento sólo para ver a Asami sentada, con su pelo hecho un desastre, en su cama. "Korra, lo siento yo-yo sólo necesitaba una cama."

"No", Korra le quitó importancia. "Está bien, por supuesto. Ni siquiera estaba segura de que tendría tiempo para regresar aquí esta noche". Ella inclinó la cabeza en la medida en que Asami la miraba. Sus ojos abiertos le lanzaban miradas rápidas solamente a ella hasta que finalmente se dio por vencida y miró completamente hacia otro lado.

Fue entonces cuando Korra miró hacia abajo y se dio cuenta de su camisa estaba abierta. Sintió que el calor alcanzaba su cuello y rápidamente cerró su camisa.

"Quieres, uh, ¿quieres que me vaya?"

"No" Respondió demasiado rápido Korra mientras apoyada en el umbral de la puerta sostenía su camisa cerrada. El dolor en su lesión comenzó a latir un poco y Korra no pudo evitar soltar el lado izquierdo de su camisa y dar una mueca. "Yo sólo... necesito lavarme, yo..."

"Estás herida" Dijo Asami, moviéndose fuera de la cama. La parte inferior de su camisón subió y expuso una de sus piernas mientras salía fuera. Era el turno de Korra para apartar la mirada.

Esperaba que sus mejillas no fueran tan rojas como las sentía. "No está tan mal."

"Korra," Asami respiró antes de llegar a los brazos magullados de Korra, sólo para detenerse antes de tocarlos. Cuando Korra miró Asami de nuevo vio que tenía lágrimas en sus ojos. Aquella imagen sólo hizo que Korra hiciera casi lo mismo. Había sido un día tan largo y hubo momentos en la que Korra pensó que iba a morir, creía que aquellos que amaba estaban muertos. Sentarse en el piso y gritar le pareció una muy buena idea. Sin embargo, no podía, no aún. Tenía heridas que atender y dormir para recuperarse. Había una ciudad que arreglar y un gobierno que traer de vuelta. No había tiempo. Nunca hubo tiempo suficiente. "Tienes que cuidar de ellas, Korra."

Ella miró de nuevo a los ojos de Asami y sintió que se le secaba la garganta cuando Asami extendió la mano y agarró su camisa, tirándola hacia un lado para estudiar la roncha en sus costillas. Ver la mueca de Asami por sus lesiones fue una sensación extraña. En cierto modo, la trajo una gran cantidad de confort. Ver el cuidado de alguien, ver a Asami cuidar de ella era tranquilizador.

Korra no podía dejar de preguntarse cuando el consuelo de Asami se convirtió en el único consuelo que ella siempre quiso.

"Yo sólo iba a curarlo" Dijo y aparentemente rompió cualquiera fuera el trance en que Asami se encontraba.

"Me puedo ir" Dijo Asami mientras daba un paso atrás. "Realmente, estoy segura de que encontraré otra cama."

"Asami" Korra sonrió. "Está bien. Quiero que te quedes ¿Por favor?"

Vio Asami tragar grueso. "¿Tú quieres?"

Korra asintió. "Sí. Después de lo de hoy yo sólo..." Dejó escapar un profundo suspiro y bajó la cabeza "Sería bueno no estar sola"

Cuando volvió a mirar hacia arriba, Asami asentía y de repente las lágrimas en sus ojos se habían desbordado. Fue entonces cuando todo se volvió claro para Korra. Apenas había tenido tiempo de registrar las noticias cuando Tenzin le había hablado de Hiroshi. La tristeza de Asami la golpeó, al instante alguien más necesitaba sanación, otra necesidad la conmovió y otro poco de caos la arrastró.

Asami había perdido su padre ese día.

A pesar de su ausencia en los últimos años de su vida, Asami estaba verdaderamente sola, más aún de lo que había estado nunca.

"Asami" Korra susurró antes de cerrar la distancia y vacilante tocar los hombros de su amiga "Lo siento mucho".

Cabello negro se contorneó de un lado a otro mientras Asami apartaba sus ojos. "No es tu culpa".

El sentido le dijo a Korra que debía abrazarla, pero el instinto levantó sus manos al pelo de Asami y la hizo ponerse de puntillas para besarle la frente. Sus labios se detuvieron, como si quisiera verter todo su consuelo y apoyo en este gesto. Las manos de Asami se envolvieron alrededor de sus muñecas, sosteniéndolas en su lugar. Cuando por fin se apartó, Asami se hundió en su abrazo y Korra tomó suavemente la parte posterior de la cabeza.

Las lágrimas no eran pesadas; ya era tarde en la noche para eso. Ambas estaban cansadas y abatidos por la lucha de una manera u otra. Korra lloró un poco, sí, lo suficiente para hacer su visión borrosa y su sonrisa acuosa.

Cuando se separaron, ella se estremeció de nuevo sin pensar haciendo que Asami frunciera el ceño. "Necesitas..."

"Lo sé" Korra se secó los ojos. "Eres peor que mi madre." Esto hizo que Asami sonriera lo que Korra citó como una victoria. "¿Te importa si lo hago aquí? No quiero despertar a nadie más".

Asami negó con la cabeza. "Es tu habitación, Korra" Ella sonrió débilmente antes de sentarse en la cama. "Además Yo...  Yo tampoco quiero estar sola".

Sin decir una palabra, Korra se deslizó fuera de la habitación y se coló en la cocina por un plato. Lo llenó de agua, tomando nota de las innumerables personas durmiendo sobre pilas de mantas en el comedor del Tenzin y cocina, antes de deslizarse de nuevo a su habitación.

No se sorprendió de que Asami siguiera despierta. Se sorprendió, sin embargo, de ver a Asami sentada en el borde de la cama con una toalla en la mano.

"¿Para qué es eso?" preguntó Korra mientras se sentaba el cuenco en un taburete deslizándose cuidadosamente su camisa. Por el rabillo del ojo vio a Asami apartar la mirada de nuevo con grandes ojos, sus puños estaban retorciendo la toalla en sus manos.

"Tú uh... estás es un poco sucia. No quieres echar a perder las sábanas de Pema". Asami tenía un dejo de burla en su voz, pero Korra se había sentido sucia durante toda la noche, sabía que no podía lucir mejor.

Miró a Asami que finalmente había encontrado de nuevo sus ojos. "¿Tú me vas a limpiar?".
Asami se mordió el labio inferior "¿Puedo?". La forma en que lo dijo, el tono ronco de su voz se instaló en la garganta de Korra dejándola rendida sin habla. En cambio sólo asintió con la cabeza y observó Asami sumergir su tela en el agua antes de que repentinamente presionara contra su palma abierta contra la suya propia.

Los sentimientos Korra tenía para Asami no eran nada nuevo. Habían estado allí desde hace años. A veces enterrados en lo más profundo de su mente y otros estaban desesperados por escapar de su garganta en un grito agónico. Se había enamorado de su mejor amiga y Korra no tenía idea de cómo abordarlo, no sabía si Asami pudiera sentir lo mismo o si incluso era bueno tocar el tema.

Mientras observaba a Asami recorrer el paño caliente hasta su antebrazo y con cuidado a quitar las manchas de la batalla de su piel, sintió una parte de sí misma abrirse a la idea de que tal vez ella podría tener algo con Asami. Algo más de lo que nunca podría haber imaginado.

"Esos golpes no van a sanar por sí solos." Dijo Asami y Korra parpadeó un par de veces, aún sin palabras. "Haz lo tuyo para que pueda mojar la toalla de nuevo".

Concentrándose, Korra sacó el agua de la taza e inclinó su cabeza hacia atrás. Cada parte de ella estaba rígida y adolorida por lo que comenzó por el cuello, dejando el resto del agua allí, pulsado con su energía curativa. La recuperación fue casi instantánea y se tomó todo lo que tenía para no dejar escapar un sentimiento de  satisfacción. Durante horas había dolido con cada paso que daba y ahora que el dolor se había ido.

Mientras se movía por sus costillas, aminorando el paso un poco, esto no sería nada cómodo, pero era necesario. El hueso estaba roto. Sabía lo suficiente que sanaría por sí solo pero tenía que darle tiempo. No más lucha con dictadores por lo menos durante una semana.

Dolió peor de lo esperado y Korra casi se dobló por el dolor, pero antes de que pudiera un suave toque se posicionó en su hombro, permaneciendo allí.

"¿Estás bien?" Preguntó Asami y el agua se calmó.

Korra tomó unas cuantas respiraciones profundas y reemplazó el agua en el recipiente. "Sí", dijo con un guiño para confirmar. "Solo está sensible. Creo... Creo que está roto".

Asami la miró miserablemente. "¿Qué debemos hacer?"

"No te preocupes", dijo Korra con una sonrisa tranquilizadora. "Todo irá bien. Sólo necesita tiempo".

"¿Crees que eso será suficiente?" La pregunta de Asami fue lo suficientemente claro, pero lo que captó la atención de Korra fue que en algún momento sus manos se habían entrelazado manteniéndose unidas.

Con una sonrisa renovada, Korra le apretó la mano y asintió "Definitivamente". Observó a Asami parpadear lentamente. "Deberíamos dormir" Korra se deslizó hacia arriba hacia la cama y tirando a Asami con ella. "¿Esto está... bien?", Preguntó antes de colocarse al fondo.
En vez de una respuesta, la cabeza de Asami encontró primero las almohadas atrayendo a Korra abajo con ella.

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Cuando la mañana llegó, Asami despertó por el constante empuje de aire contra su cara. Al abrir los ojos, se encontró con el rostro de Korra no más de unos centímetros frente a ella. Sus narices estaban casi tocándose y era el aire de Korra la que la golpeaba con cada respiración que la Avatar daba.

Asami no pudo evitar sonreír, Korra siempre parecía tan tranquila cuando dormía. Asami pudo recordar estudiándola luego de la batalla contra el Loto Rojo, en esas largas noches pasadas junto a su cama en caso de Korra necesitaba algo.

Fue entonces cuando Asami se dio cuenta, por primera vez, de que se preocupaba demasiado por Korra, más de lo que probablemente era necesario por una "amiga". Una noche ella había optado por quedarse en casa después de aquella pelea de Korra, no pudiendo dormir en absoluto, porque, a pesar de la distancia, no podía dejar de preocuparse por esta chica que había consumido de repente su vida.

Todo era diferente ahora, el tiempo había pasado y otra batalla había sido ganada. Esta vez, sin embargo, Korra no resultó herida, no como antes. En lugar de eso estaba allí, acurrucada a su lado y ella podía sentir la cálida mano de Korra descansando en su cadera.

No era la primera vez que Asami tuvo el impulso de besar a su mejor amiga. A pesar de que pudo decir con gran certeza que este era el más fuerte. Korra estaba ahí, no más de un par de centímetros de ella. Por supuesto, no lo haría. Cuán tonto sería besarla mientras ella dormía. Tonto y espeluznante y no en el modo que ella le quería profesar sus sentimientos. Recién cuando pasara un tiempo ella podría, tal vez, hacerlo, después las cosas se calmaran y de que las dos tuvieran que lidiar con las secuelas de la batalla de ayer.

Asami sintió el dolor encenderse en su pecho y suspiró pesadamente. Su padre había muerto ayer. Recordó el meca-colibrí, como la forzó a salir de ello para ser aplastado con él  en su interior. Había sido suficiente, eso es lo que Asami decía a sí misma una y otra vez. Sus acciones habían sido suficientes para ayudarles a detener a Kuvira y salvar la vida de la ciudad que ella amenazó con destruir. Él había se había redimido, lo había hecho justo donde él había dañado a tantos. Para la mayoría, parecería como el final perfecto para un hombre que estaba destinado a una vida en prisión.

Sin embargo, Asami no era más que una niña que ahora había perdido sus dos padres cuando ella apenas bordeaba los veinte años de edad. Más aún, ella los había visto ser asesinados justo en frente de ella. De repente, el peso de todo la golpeó y ahogó un sollozo que se había colado en ella. Fue inesperado y Asami se tapó la boca, pero no pudo contener las lágrimas que comenzaron a caer.

Mientras trataba de alejarse de Korra, su cuerpo fue inmovilizado por un par de manos que se deslizaron por sus brazos manteniéndola en su lugar. Cuando miró de nuevo, Korra la estaba mirando con compasión con sus soñolientos ojos.

"Hola" dijo Korra y Asami dejó de luchar y rodó en el abrazo de Korra.

Lloró y lloró, y cuando las lágrimas se sentían como si podrían parar, de alguna manera, más de ellas venían. Era mejor así y ella lo sabía. No había ninguna razón para mantener más su dolor.  La lucha había terminado y Asami no estaba segura de la frecuencia con que tendría la oportunidad de estar así, con Korra y libre de su destino. Ahora era el momento para llorar; no podían esconderse en esta sala por siempre y esperar a que todo estuviera listo.

Korra nunca vaciló, abrazándola y calmándola en cada oleada. En algún momento Asami se durmió de nuevo, sintiendo la  respiración de Korra contra su pelo y sus manos fuertes rodando por su espalda. Cuando se despertó de nuevo la luz de la habitación era más brillante, el día había seguido adelante como siempre lo hizo y Korra todavía estaba allí con ella.

Se movió un poco y se encontró con un par de ojos azules y una sonrisa amable que le devolvió la mirada.

"Estás despierta" Susurró Korra.

Asami tragó el nudo en la garganta, "No tienes que quedarte".

La sonrisa del Avatar creció "Lo sé". Asami sintió que soltaba su aliento cuando Korra pasó el pulgar debajo de su ojo. "Ikki trató de entrar, tuve que utilizar aire control para cerrar la puerta en su cara. Espero que eso no la haya lastimado"

"Korra" Asami la reprendió débilmente. En silencio se alegró por el respiro.  Cuanto más pensaba en ello, más quería permanecer en esa habitación. "Gracias."

"No es..."

"No" Asami rápidamente la hizo callar. "Significa mucho. Todo esto, después de todo lo que pasó por ayer... Tú estás aquí para mí. Me alegra que estés aquí."

No hubo respuesta por parte de Korra, al menos no de manera verbal. En lugar de eso simplemente se quedó allí junto a Asami, el silencio entre ellas era ensordecedor mientras Korra distraídamente pasaba la mano hacia arriba y abajo por el brazo de Asami.

"Asami yo..." hubo un repentino golpeteo en la puerta y la mano de Korra se apartó de la piel de Asami en un instante. Ella rodó sobre su espalda, sus costillas claramente actuaron sobre ella haciendo una mueca antes de sentarse. "¿Quién es?"

"Es Tenzin" Korra dio Asami una mirada de disculpa antes de trasladarse a la puerta. Cuando se abrió Asami se incorporó un poco para ver. Tenzin estaba completamente vestido y parecía como si la totalidad de ayer nunca había sucedido y fue lo de siempre. "Sólo estaba revisando para asegurarse de que estabas bien, ya es pasado de la mañana y a pesar de su desdén por las mañanas yo...oh". Su mirada revoloteó pasado a través de Korra y se encontró con Asami aún en la cama. "Yo eh... Yo no sabía... Señorita  Sato, usted está... aquí".

Asami sonrió con fuerza. "Sí, buenos días, Tenzin."

"Es pasado de la mañana", Tenzin murmuró antes de volver a centrarse en Korra. Parecía tan fuera de sí, claramente no esperando encontrar Asami en la cama del Avatar. "Yo estaba-" Tenzin se aclaró la garganta y se enderezó su postura. "He venido a informarte de que el presidente Raiko ha solicitado tu presencia para discutir algunos asuntos sobre qué hacer con las personas que se han quedado sin hogar. Él te desea incluir en las discusiones".

Ella pudo ver a Korra levantar la frente. "¿De Verdad? ¿Él desea incluirme?"

"Sí", Tenzin asintió. "Salvaste a toda la ciudad ayer, y también creaste un masivo portal en medio de ella".

Korra frunció el ceño. "¿Así que me quiere gritar?" Tenzin no respondió de inmediato. "Si yo le golpeo sería..."

"¿Lanzada a la cárcel? Sí".

"Podría pelear con la policía entonces." Una vez más él no respondió, se limitó a mirarla. Asami tuvo que luchar para no soltar una risita. "Está bien, iré a hablar con Raiko".

Tenzin parecía satisfecho. "Excelente, también yo... supongo que puedo entregar el mensaje, él desea su presencia en unísono con Korra, señorita Sato. Estoy seguro de que quiere comenzar las discusiones sobre la reparación de la ciudad".

La sola idea de Industrias Futuro y cualquier trabajo inquietaba a Asami, trayendo inmediatamente en mente a su padre.

"Muy bien, gracias Tenzin." Dijo a pesar de que estaba lejos de todo estar bien. Su voz casi la traicionó, pero puso una sonrisa y se sentó justo cuando Korra recuperó el enfoque de Tenzin.

"¿Podemos tener un poco de tiempo antes de levantarnos?", Preguntó Korra y la incertidumbre volvió a la cara de Tenzin.

"¿Hay...  algo que tienen que hacer juntas?".

Korra se cruzó de brazos con fastidio "Vamos a estar un poco ocupadas".

Tenzin suspiró. "Muy bien, por favor no pierdan el tiempo, tenemos otro día ocupado".

Con un escaso movimiento de su mano, Korra cerró la puerta cuando salió y se apoyó en ella. 

"¿Crees que alguna vez tenemos tiempo para descansar?"

"Probablemente no, a menos que hagamos el tiempo"

"Bueno", Korra comentó cuando ella regresó a la cama y se sentó. "Entonces, después de que logremos resolver todo esto, deberíamos tomarnos un poco de tiempo.  Alejarse de todos estos locos".

Asami cerró los ojos y apoyó la cabeza contra la pared. "Un tiempo fuera suena encantador." Asami no podía dejar de preguntarse por qué estar tan cerca de Korra como en estos momento la hacía sentirse tan contenta. Los próximos días iban a ser tan duro, pero Korra estaba ahí, y sabiendo eso Asami supo que iba a estar bien.

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3 comentarios

  1. Me encanto y no sé como voy hacer para esperar hasta el próximo domingo >.< para leer el siguiente capitulo.

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    1. Mi querida socia tiene que tener paciencia hasta el próximo domingo :3

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  2. Jajaja Tenzin suponiendo cosa que no son 7u7

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