At Seventeen. Capítulo 30 Adaptación por MissLluvia

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Y un nuevo domingo para un nuevo capítulo de "At Seventeen" mi gente bella y como siempre recalco este hermoso fic es una hermosa adaptación de parte de "MissLluvia" :3 espero disfruten el capítulo nuevo :3


Resumen

Korra y Asami Sato se conocieron cuando tenían diez y once años de edad.  Asami  hija de padres ricos y Korra, la hija de su empleada doméstica, se convirtieron  en las mejores amigas,  pero ambas sabían su lugar en la vida. Nunca hubo duda alguna de que se  convertirían en amantes... También nunca  hubo duda de que Asami se casaría y  mantendría su posición social en la comunidad.





Capítulo 30

Korra estaba de pie cerca del mostrador de la cocina, mirando por la ventana mientras su madre y Asami charlaban en el exterior. Era un día caluroso y húmedo, con pronóstico de lluvia, pero el desayuno-almuerzo del domingo…comer afuera en el patio…se había convertido en su norma últimamente. Pero viendo que ya era pasado el mediodía, el desayuno-almuerzo hoy sería un almuerzo tardío.

Se alejó de la vista y volvió a cortar los hongos. Desde la tarde que habían nadado y cenado, ella y Asami se habían visto frecuentemente, pero nunca a solas. Habían ido a comer un par de veces, llegaban y salían por separado. Iroh II había incluido a Asami cuando había organizado una fiesta de pizza para el cumpleaños de Akame. El sábado pasado, Asami las había invitado a ella y a su madre para comer hamburguesas. Quería que Korra le enseñara a usar la nueva parrilla de gas que había comprado para su patio. Y esta semana, Asami había estado en la tienda dos veces…una para ver cómo se instalaban los congeladores y otra cuando estaban llevando la cocina hacia el patio de comidas.

Ninguna de ellas había sugerido cenar a solas y Asami no volvió a invitar a Korra para nadar. Debido a la tensión que había. Todo el tiempo. Korra hizo una pausa, mirando a la nada mientras recordaba a Asami en la tienda, cuan a gusto lucía en sus pantalones cortos y sandalias, sus piernas bronceadas, lo que probaba que pasaba muchas tardes en la piscina.

Cuando Asami se había volteado, descubriendo que Korra la observaba, la mirada en sus ojos hizo que Korra quisiera arrastrarla a un cuarto trasero para besarla insensatamente.

Y ese era el problema. Sí, Asami aún estaba casada. Y no, no quería un romance con ella. Pero Dios, a veces, la atracción era tan fuerte, que sólo quería sostener a Asami, besarla, tocarla, estar con ella...desnudarse con ella. Y la mirada en los ojos de Asami decía que ella quería lo mismo.

Pero ya no eran unas adolescentes, no eran las jóvenes que habían sido cuando sus hormonas en ebullición les habían anulado cualquier sentido común que pudiesen haber tenido. Eran adultas, ambas tan lejos de lo que eran en ese entonces. Habían cambiado…las dos. Sin embargo, a veces, cuando miraba a Asami, nada había cambiado en absoluto.

Pero allí estaban, tratando de formar una nueva amistad, tratando de eliminar el abismo que había entre ellas y aprendiendo a confiar nuevamente. Lo que iría muy bien, si no tuviese todavía este deseo…esta necesidad…de conocer a Asami de una manera mucho más íntima.

— ¿Soñando despierta?
Korra se volteó, encontrando que Asami la observaba. Aún tenía el cuchillo, pero apenas había hecho mella en los hongos. Sonrió tímidamente.

—Sí, soñando despierta

Asami se acercó, deteniéndose tan sólo unos metros de distancia. Una vez más, la mirada en sus ojos era demasiado para resistir. La mirada de Korra cayó hacia sus labios y Dios, como quería probarlos.

— ¿Sobre qué?

La pregunta fue apenas un susurro, haciéndole saber que Asami sabía exactamente con lo que había estado soñando. Korra decidió que sería demasiado peligroso jugar este juego, sin embargo no pudo resistir un poco de tomadura de pelo.

—Bueno, si mi madre no estuviese aquí, te lo demostraría— dijo con una sonrisa. Le entregó el cuchillo a Asami —Termina esto ¿podrías? Tengo que empezar la salsa

— ¿Qué estoy haciendo exactamente?

—Sólo cortarlas en rodajas y añadirlas a la sartén con la cebolla

***

Por mucho que Asami amaba a Senna, este era uno de esos momentos en que deseaba que ella y Korra estuviesen a solas. Esos momentos eran cada vez más y más frecuentes. Por supuesto, ella y Korra no tenían derecho a estar a solas, no con la dirección que sus pensamientos habían estado tomando últimamente.

— ¿Ryu estará aquí más tiempo?— preguntó Senna.

—No, no. Sólo el fin de semana. Sólo llegaré a verlo la noche del viernes— dijo ella —Él se va con su padre a la boda de un primo la tarde del sábado. Sin embargo, él quiere que vaya y comparta un poco más. Fue tan apresurado cuando lo llevé a Boston, que realmente no tuve la oportunidad de ver nada. Ryu tiene toda una lista de lugares que quiere que vea

—Así que al niño genio le gusta allí— preguntó Korra mientras guardaba los platos.

—Le encanta. Parece animado cada vez que hablo con él— Tan pronto como Korra estuvo fuera del alcance del oído, Senna se acercó más —¿Cuánto tiempo van a seguir con esto?— preguntó en voz baja.

— ¿Qué quieres decir?

—Caminar de puntillas alrededor de la otra como lo hacen

Asami fingió ignorancia — ¿Es eso lo que estamos haciendo?

— ¿No es así?

—Tal vez estamos dando pasos de bebé— admitió ella. Se puso de pie —Deberíamos ayudar a Korra a limpiar

—Sí, deberíamos— Senna tomó sus tres vasos de té —Tengo que admitir que me estoy acostumbrando a la cocina vegetariana— se echó a reír —Por favor, no le digas eso
Korra venía de regreso cuando ellas se acercaron —No tenían que hacer eso. Ya lo tengo— ofreció.

—Tú cocinaste. Deberíamos limpiar— dijo Asami golpeando juguetonamente su brazo —Relájate
La llamada a la puerta atrajo las tres miradas hacia la puerta principal.

—Me pregunto quién puede ser— dijo Senna —Iroh II no toca— Korra se encogió de hombros y fue a abrir. Tres mujeres estaban allí. Asami observó como la expresión de Korra pasó del asombro y la sorpresa a ligera vergüenza.

— ¿Qué demonios están haciendo aquí?— preguntó Korra con una sonrisa.

—Queríamos sorprenderte

—Bueno...es... sin duda una sorpresa— dijo Korra al aceptar un abrazo de cada uno de ellas. Dio un paso atrás —Adelante— Korra miró a su alrededor, observando brevemente los ojos de Asami antes de apartar la mirada —Esta es mi madre— dijo señalando a Senna —Y esta es una...una amiga, Asami Sato.

Korra se volteó hacia una morena alta —Esta es la Dra. Kya y su pareja, Lin Beifong. Y esta…— dijo ella, dirigiéndose hacia una mujer hermosa con un singular lunar brillante cabello color negro —…es la Abogada Kuvira

— ¿Abogada? ¿Ha estado saliendo con una Abogada? —Pensaba Asami quien  mantuvo su expresión firme y dio un paso hacia delante, sacudiendo cada una de sus manos —Encantada de conocerlas a todas— dijo educadamente. Miró a Senna, quien finalmente se movió hacia adelante.

—Siempre es agradable conocer a las amigas de Korra— dijo ella —Bienvenidas a mi casa—

—Espero que no estemos interrumpiendo nada…— dijo Kuvira

—…pero queríamos darte una sorpresa

— ¿Sólo vinieron en coche por un día?— preguntó Korra.

—No, no. Tenemos habitaciones. Pensamos que tal vez podrías mostrarnos la ciudad

Asami tomó esto como su señal para irse. Se volvió hacia Senna —Debo irme— dijo en voz baja.  Ella y Senna se deslizaron hacia la cocina mientras Korra y sus amigas charlaban. Su pecho se sentía oprimido y no dejaba de mirar a la mujer…Kuvira…que obviamente estaba muy cómoda con Korra. 
Su brazo estaba entrelazado posesivamente con el de Korra. Se volteó hacia Senna y se sorprendió al encontrarse a sí misma envuelta en un fuerte abrazo.

—No huyas de esto— le susurró Senna al oído —No huyas de Korra

Asami se alejó —Es tan difícil

—Sí. El amor es difícil. Si no lo fuera, no sería tan especial

Asami la miró impotente y Senna la abrazó nuevamente —Es todo se arreglará

Asami asintió con la cabeza con escepticismo —Tal vez— agarró su bolso. Quería simplemente salir disparada de la casa, pero no quería ser grosera —Encantada de conocerlas a todas, pero tengo que irme. Disfruten de su estancia en Brook Hill— dijo mientras les sonreía, evitando cuidadosamente la mirada de Korra. Salió por la puerta en un instante, pero escuchó la voz de Korra detrás de ella.

—Asami

Se dio la vuelta, encontrando a Korra de pie en la puerta.

—No tienes que irte— dijo Korra.

Asami la miró a los ojos, sosteniendo su mirada durante un buen rato cuando las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer


—Sí. Sí tengo que hacerlo

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1 comentario

  1. OMG esto se va a poner intenso Kuvira va a hacer de todo para celar a Asami wajajaja ya quiero ver el próximo capitulo ¿que pasara?

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