Recuperación. Capítulo 11: Ruptura . Por SimplyKorra

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Hey gente bella y como cada domingo también les dejo doble capítulo de "Recuperación" y como siempre agradezco también a Zeruda por ayudarme con esto de los fics traducidos :3, disfrútenlo mi gente bella. 

Resumen: Todos tienen sus límites, incluso Asami Sato.



Trilogía Buscando el equilibrio: I Recuperación

Capítulo. 11 – Ruptura

Asami se levantó temprano, antes de que el sol saliera. Necesitaba tiempo para ordenar su mente. No era una tarea fácil, pero estaba familiarizada con ello. Cuando ella tenía 6 años, su madre murió y su padre hizo lo que más pudo para sacarlos adelante. Excepto que él sufrió tanto como ella. Eventualmente, su habilidad para ayudar a su hija cesó, y la necesidad de distanciarse de ella comenzó. Asami nunca entendió en ese momento que ella se parecía demasiado a su madre, actuaba igual a ella y constantemente ella trataba de traer a su madre a la conversación.

Él no pudo manejar eso. Él nunca estuvo listo para hablar abiertamente de su difunda esposa. Asami quería hablar de ella, recordarla, pero su padre no estaba listo. Entonces, cuando él comenzó a alejarse de ella, ella paró. Se forzó a si misma a remover la palabra "madre" de su vocabulario, debido a que era una palabra que hacía triste a su padre.

Esa fue la primera vez en que ella internalizó sus emociones.

Ahora, años después, era una habilidad que ella había dominado a la perfección.

Se bañó rápidamente, se maquilló y estuvo vestida y lista cuando el sol salió y despertó a Korra.

--"Hey"--, le sonrió a Korra que la miraba con ojos empañados. --"Puedo decir que estamos cerca de nuestro destino. Se está poniendo más frío"--

Korra le lanzó una mirada maliciosa, perturbada ante la tranquilidad que Asami le estaba ofreciendo, sin ninguna duda. --"¿Tú… estás bien?"--

Asami asintió --"Estoy bien, Korra. No estás lista, está bien. Aun voy a ayudarte"--

--"Realmente lo siento mucho"--. Korra apartó la mirada, algo que estaba haciendo muy a menudo últimamente. Korra era una persona que le haría frente a cualquiera, incluso al espíritu gigante que se fusionó con su tío. Ahora ella apenas podía admitir sus propios sentimientos sin avergonzarse.

--"Está bien, Korra. De verdad. Ven, vamos a llevarte al baño para limpiarte. Arribaremos en tres horas"--

Korra la miró de nuevo, asintiendo vacilante mientras Asami la ayudaba.

Toda la mañana se efectuó de acuerdo a la pauta diaria. Asami hizo lo que tenía que hacer desde el principio: Tomó los pantalones de Korra y se los sacó mirándola a los ojos; se volvió cuando Korra estaba en el retrete; lavó el cabello de Korra y el resto de ella, entonces la vistió sin quitar la vista de su mirada; finalmente la colocó sobre la silla para ir a encontrarse con su familia mientras arribaban.
Una vez que finalmente estuvieron en la Tribu Agua del Polo Sur, Asami de inmediato deseo haber empacado ropas más cálidas. Estaba muy helado y su chaqueta de Industrias Futuro no la estaba ayudando. Ella se puso detrás de la silla de Korra, ayudándola a bajar por la rampa.

Ellos fueron recibidos por una docena de soldados de la Tribu Agua que estaban esperándolas en formación, con sus manos detrás, en su espalda.

--"Bienvenido a casa, jefe"--, dijo uno de los guardias, poniendo firmemente un brazo cruzando su pecho, en señal de saludo. --"Avatar Korra"--, el guardia le ofreció una larga, larga mirada de tristeza. El tipo de mirada que Asami sabía qué hacía sentir a Korra peor.

Aun así, ella puso su brazo en su pecho e inclinó su cabeza saludándolo.

--"¿Comenzaron con las modificaciones en el palacio?"-- habló Tonraq, señalando al guardia junto a él.

El hombre asintió. --"Sí, señor. Las rampas ya comenzaron a ser construida, como usted lo pidió. Estamos en proceso de instalar algunas, pero-"--

--"Entonces me gustaría que la señorita Sato los ayudara. No hay mejor ingeniero en Ciudad República. Ella va a estar a cargo de la remodelación"--

El guardia claramente retrocedió en el momento en que le dijeron que iba a estar bajo el mando de una chica que, en ése momento, se estaba abrazando a sí misma a causa del frío. Eso lo molestó.        --"Señor, puedo prometerle que haremos todo lo necesario para mantener a salvo a su hija en el palacio"--

--"Si es así, entonces ustedes harán su trabajo más fácil. Sin embargo, ella conoce las necesidades de Korra mejor que ustedes. Ella estará a cargo"--

Él miró a Asami de nuevo, apenas asintiendo y luego regresó con el resto de los guardias. De repente un fuerte ladrido se escuchó en el aire.

La cabeza de Korra se dirigió hacia el sonido con los ojos brillantes. --"¡Naga!"-- gritó, moviendo su cuerpo en el asiento, casi como si estuviera intentando salir de ella. Asami la agarró del hombro como un reflejo.

La perra-osa polar llegó corriendo a través de la nieve a una mayor velocidad de la que le era posible alcanzar a un Satomóvil. Por un momento, Asami pensó que ella tendría que ponerse delante de Korra para que Naga no la derribara (como si ella fuese capaz de detener a aquella perra-osa polar), y parecía que Tonraq había tenido la misma idea.

--"¡Tranquila!"-- Él la llamó y el animal frenó en seco. Naga se acercó delante de Korra, deteniéndose por un segundo antes de que se acercara y permitiera que Korra pusiera sus manos sobre su cara.

Naga dejó escapar un suave gemido antes de moverse y refugiarse contra el pecho de Korra. Ella comenzó suavemente a llorar. Asami observó como Korra se aferraba a Naga como si ella tuviera miedo de dejarla ir.

Todo el mundo esperó mientras Korra luchaba por recuperar la compostura, llorando y sollozando mientras Naga lamía su cara. Ella rió despacio, metiendo su mano por el peludo cuello. --"Te extrañé"--, le susurró a Naga mientras ésta la empujaba con su húmeda nariz.

--"Vamos"--, dijo finalmente Senna, con lágrimas en sus ojos. --"Creo que la pobre Asami se va a congelar"--

Cuando retomaron el camino, Tonraq se pudo detrás de la silla de Korra. Asami estaba demasiado congelada.

--"Vamos a tener que comparte mejores ropas para este clima. El invierno pronto se aproxima"--, le dijo Tonraq, con una pequeña sonrisa en su rostro, mientras los dientes de Asami castañeaban por el frío.

--"¿El in-invierno... se aproxima?" --Espíritus ¿es que esto puede ser más frío?

Tonraq sonrió entre dientes. --"Estás en el Polo Sur"--

--"Empaqué unos cu-cuantos abrigos"--

Korra rió. --"Tú necesitas una piel, Asami"--. Ella la observó hacia arriba desde su silla y sostuvo su mano. La mano de Korra era tan cálida, deseaba extender la otra para sostener la de Korra entre ellas como un sándwich de manos. Sin embargo, ella se sentía atraída por la mirada que Korra le estaba dando.

--"No te preocupes, Asami. Te entregaremos algunas cosas para mantenerte caliente"--, la tranquilizó Senna, palmeando el hombro de Asami.

Ésta asintió, dándole una sonrisa mientras ella continuaba sintiéndose radiante debido a que Korra aun sostenía su mano. Era todo lo que podía sentir, sabía que tenía que alejarla, no debía permitirse deslizarse más. Sus sentimientos por Korra no importaban, ayudarla era demasiado importante. El resto tendría que esperar, quizás para siempre.

***

Después de pasar la mayor parte del día en el palacio colocando las rampas, Asami estaba exhausta, pero también satisfecha por el trabajo.

Era temprano en la noche cuando ella finalmente regresó a la habitación de Korra. Que Kya haya estado ayudado a Korra la mayor parte del día, le daba al corazón de Asami un buen respiro. Pero cuando ella regresó a la habitación, Korra estaba sentada en su silla (Naga estaba acurrucada en el suelo junto a ella, con sus orejas pendientes a los sonidos que provenían del pasillo), visiblemente frustrada mientras ella tiraba de su pelo.

--"¿Estás bien?"--, le preguntó Asami, notando que Korra tenía una liga de pelo en su boca. A cada lado de su rostro estaban sus colas de lobo y estaba sosteniendo arriba su cola de caballo el tiempo suficiente para poner la tercera liga en ella.

--"Estoy por lograrlo"--, masculló entre dientes Korra. Asami mordió su labio, mirando cómo el brazo de Korra comenzaba a temblar. Era un progreso en aquellos pocos días, ella podía sostener su brazo un poco más ahora, pero no tanto tiempo. Mechones de pelo comenzaron a deslizarse de su agarre mientras llevaba una mano a la liga, pero en el momento en que la llevó hacia su agarre, la mayoría de su pelo se había soltado. --"¡Agh!"--, gimió Korra, arrojando la liga del pelo hacia el suelo. --"Sigo fallando"--

Asami sonrió suavemente. --"Sabes, me gusta este look en ti"--. Ella se acercó a recoger la liga de pelo y se colocó detrás de Korra. --"Recuerdo cuando volviste de la batalla contra Vaatu, lucías como una especie de guerrera épica. Con cortes en tu cara, el pelo suelto, con tus ojos contando historias que nadie más podría entender"--. Asami sostuvo el pelo de Korra, envolviendo la liga a su alrededor, amarrándola hasta formar una cola de caballo.

--"Asami..."--. Korra respiraba suavemente mientras Asami ataba la última coleta. --"No tienes... no tienes que hacer esto. Pretender que todo está bien. Sé que probablemente tú estás enfadada conmigo"--

--"Korra, no estoy enojada contigo"--. Asami se arrodilló frente a ella. --"Entiendo el por qué tu querías parar"--

Una suave risa escapó de Korra. --"¿En serio? Porque yo no"--

--"Es demasiado, Korra. En este momento tú estás pasando por demasiado. Tu recuperación es lo que importa. Es el por qué hoy tendrás una sesión de recuperación con Katara, para ver cuál será tu próximo paso. Es por lo que estamos aquí, es por lo que Naga está acostada en el suelo junto a ti, lista para atacar a cualquiera que te mire mal"--

Korra miró sobre su hombro a su querida perro-oso polar, sonriendo levemente cuando Naga apuntó su cabeza hacia su dueña.

--"Solo necesito tiempo"--, dijo Korra, de nuevo sin mirar a Asami.

Se le ocurrió decir algo grandioso, algo entre líneas como '¡te esperaré por siempre si es que tengo que hacerlo!', pero no lo hizo, debido a que no hubiese importado. Sus sentimientos y su relación eran secundarias para que Korra recuperara de vuelta su vida. Todo lo demás estaba en segundo plano, hasta que Korra fuese capaz de dormir toda una noche y fuese capaz de mover las piernas por su cuenta.

Asami podía enterrar sus sentimientos. Podía permanecer despierta toda la noche y sufrir en soledad si es que tuviera que hacerlo. Sin embargo, durante el día ella tenía que ser cuidadora, sin falta. Sería difícil, pero toda su vida había sido dura.

--"Toma el tiempo que necesites, Korra. Lo digo en serio. Ya te lo dije, no iré a ningún lado"--

La mirada que Korra le dio a Asami casi compensó todo su dolor. Parecía tan agradecida y aliviada, por primera vez en días. Asami quería abrazarla, había sido tan fácil hacerlo antes, pero ahora poner sus brazos alrededor de Korra se sentía demasiado. Así que extendió su mano, tomó la de ella y la apretó.

--"¿Interrumpo?"--. Ambas se volvieron para ver a Kya de pie en la puerta, con una sonrisa de complicidad en su rostro. No le había dicho a nadie que su relación había acabado. Ninguna de ellas tenía el valor para decirlo.

Asami sonrió y se puso de pie. --"No, para nada. Korra está lista para ir"--

--"¿No vienes?"-- Korra alzó la vista hacia Asami, con sus ojos abiertos, preocupada.

Kya se colocó detrás de la silla de Korra. --"Lo siento, Korra. Katara me pidió que solo seas tú y ella, después de que yo te lleve hasta las aguas".--

Korra frunció el ceño, y Asami contuvo el impulso de abrazarla, de nuevo. Se preguntó la frecuencia con que iban a pasar esos días. --"Voy a trabajar en una rampa en la puerta trasera que va hacia el agua detrás del palacio. Pensamos que sería un buen lugar para que nos sentáramos y relajáramos en los días soleados"--

Kya llevó a Korra fuera de la habitación después de eso. Era tonto, pero Asami sintió un poco de celos al ver que otra persona estaba empujando a Korra. No era como si eso hubiera sido la primera vez que lo habían hecho. Tal vez no eran celos, tan vez solo era la sensación de que los sentimientos por Korra se le estaban escapando entre las manos.

Permaneciendo sola en el dormitorio de Korra, Asami se mordió su labio inferior. No se había puesto maquillaje ese día, no parecía necesario ya que ella estaría trabajando la mayor parte del tiempo. La primera noche allí había sido bastante agradable. Senna cocinó filete de foca y fue bueno comer carne recién ahumada y beber refrescante cerveza del sur. Asami no era realmente una fan del alcohol, pero quemó su garganta calmando así sus nervios ante la posibilidad de dormir en la misma habitación que Korra.

Desde que todos pensaban que ellas aún permanecían juntas, parecía lógico que Korra y Asami compartieran una habitación. Ellas se miraron la una a la otra cuando Tonraq lo sugirió, como si ellos hubiesen estado jugando al juego de zarigüeya-pollo que ninguna de las dos quería perder. Se sentía tonta y adolescente, pero ambas fueron demasiada tercas y ahora se encontraban compartiéndola.
Asami se encontró sonriendo ante la idea. Habían estado "juntas" por cuatro días enteros, tres de ellos en los que casi ni habían interactuado y ahora ella se sentía como si se tratase de una ex-novia. Korra no era eso, ella solo estaba asustada, tal vez también lo estaba Asami.

Hubiera sido más fácil si hubiese sido temor. Sin embargo, no lo era, ella lo sabía.

Gimiendo de frustración por su repentino monólogo interior, Asami salió de la habitación de Korra en busca de sus herramientas. Era más fácil trabajar, mover sus manos y concentrar su cerebro en cosas simples. La construcción de una rampa para Korra era más productivo. Era la única manera que ella iba a tener su mente libre de preocupaciones.

En pocos momentos Asami se hizo camino hacia la parte trasera, con su cinturón de trabajo puesto y sus gafas sobre su cabeza, lista para hacer la rampa. Sin embargo, mientras se acercaba a la puerta, pudo oír un fuerte ruido de algo romperse. El sonido parecía repetirse cada treinta segundos, mientras comenzaba a sonar más consistente. Ella ralentizó sus pasos antes de mirar y ver de qué trataba. A través de la apertura de la puerta pudo ver a Tonraq de pie en medio de la nieve. Frente a él había un bloque de hielo solido que le llegaba hasta la altura de la cintura, y sobre eso había un trozo de madera sin cortar. Tonraq se encontraba dándole la espalda, con su traje azul y pantalones de nieve. Estaba sudando, lo que significaba que él había estado trabajando durante un tiempo, claramente sin percatarse del frío.

Asami lo vio levantar el hacha y luego la soltó de una manera agresiva contra la tabla de madera. La dividió como si se tratase de mantequilla, cayendo las dos piezas al suelo.

De repente Asami se dio cuenta de donde provenían los increíbles músculos de la espada de Korra.
Por un momento, ella consideró darse la vuelta y dejarlo trabajar, pero Korra necesitaba una rampa allí. Más que eso, Asami necesitaba hacer algo.

--"Espero que no te importe un poco de compañía"--. Ella le sonrió mientras Tonraq se volvía hacia su voz. Él tomó otra pieza de madera, colocándola encima de su bloque de corte.

--"No, para nada"--, le dijo devolviéndole la sonrisa, pero ésta no llegó a sus ojos. --"¿Necesitas ayuda con algo?"--

--"No, solo voy a tomar medidas y luego comenzaré a serrar un poco de madera para construir la rampa de Korra. Pensé que éste sería un buen lugar para sentarse y relajarse. El agua siempre ha sido un consuelo para ella".--

Tonraq asintió, tensando su empuñadura mientras sostenía el madero. --"Cuando ella era pequeña, la llevé hacia el pequeño lago justo detrás de nuestra villa. Había otros lagos más cercas, pero Korra quería ir a este, y cuando llegamos a él... probablemente luego de diez millas, nos encontramos con un pequeño pingüino-nutria que se había quedado estancado en la nieve. No podría haber tenido más que unos pocos días de edad. Korra exigió que lo liberásemos, y por supuesto que lo hicimos. El problema fue que el resto de la familia ya no estaba cerca. Naturalmente, Korra quiso conservarlo".-- Tonraq sonrió, y a pesar de que él estaba fuera de su vista, Asami juró que tenía lágrimas en sus ojos. --"No podía, así que...".-- Se aclaró la garganta. --"… así que le dije que los pingüinos-nutrias siempre podrían encontrar a su familia cuando estaban en el agua, ya que sus familiares podían enviarles pulsos a través del lago y así atraerlo. Ella tenía cuatro años, así que por supuesto que me creyó. Jugamos con el cachorro un rato, Korra lo sostuvo y hasta se reía cuando intentaba alejarse de la cría. Finalmente le dije que teníamos que volver a casa y ella me entregó al cachorro, le dije que comenzara a caminar, que después la alcanzaba. Yo... yo sólo... quería que ella se fuera para que yo pudiera poner al cachorro en el agua para que se ahogase, debido a que él estaba solo, y aquí... esas cosas pasan. Es la selección natural de la vida".-- Él se rió, casi con amargura. --"Durante los siguientes seis meses Korra nos arrastraba a mí y a Senna hasta allí para ver a aquella pequeña pingüino-nutria. Para asegurarse de que había encontrado su camino a casa".-- Él puso el hacha en su mano, preparó la madera sobre el bloque de hielo y lo cortó. --"Nunca le dije".-- La fuerza con que cortó la madera, mandó a volar lejos las piezas que cortó. Asami jadeó un poco, pero no saltó. Estaba demasiado ocupada recuperándose de la visión de ver al gran padre de Korra tan atormentado.

--"¿Alguna vez le dijiste?"--

Él rió entre dientes. --"No, lo consideré por un tiempo, pero la única razón por la que paró de ir hasta allí fue porque nos dimos cuenta que ella era el Avatar y todo cambió después de eso"---

Asami afirmó su cinta de medir y luego se trasladó a un taburete ubicado a unos pocos pies de distancia hacia la puerta. A continuación se sentó, colocando sus codos en sus rodillas y observó a Tonraq recoger las maderas que había cortado.

--"Sabes, probablemente hiciste lo correcto al dejar a aquel cachorro. Habría muerto de manera mucho más lenta sin su familia".-- Asami no era expertas en cosas como esa, pero ella sentía que tenía que decir algo. Él claramente había acarreado más cosas desde ése día. Ella tenía una clara idea de eso.

Tonraq se encogió de hombros. --"Creo. Ahora miro a Korra y pienso en cuán determinada estaba en salvar a todos. Me pregunto si yo podría haber hecho más. Si... ella pudo haber hecho más, encontró la manera"--. Retrocedió y se sentó en un bloque de corte. --"Entendí hace mucho tiempo atrás que mi hija era una persona mucho más fuerte que yo. Yo... yo haría lo que fuera por ella, daría cualquier cosa, pero-"--, se aclaró la garganta otra vez. --"En aquella montaña contra ése hombre, cuando ella más me necesitaba... le fallé"--.

Repentinamente Asami sintió como si ella estuviera en un lugar en donde no debería estar. Como si ella no fuese lo suficientemente importante para ser parte de esa conversación, pero era la única allí y ciertamente no podía huir.

Eso no significaba que ella estaba lista para manejar eso.

Ella encontró su voz. --"Lo que Korra hizo fue increíblemente valiente"--, él levantó su vista hacia ella, dispuesto a hablar, pero ella conducía en la delantera. --"Eso no quiere decir que me haya gustado lo que hizo, pero ella sintió que eso era lo que tenía que hacer"--.

--"Nadie debería hacer eso... ofrecer su vida por gente así. Gente que-"-- se tragó un sollozo y Asami repentinamente se sintió extremadamente ahogada. Al igual que la primera vez que vio a su padre llorar. Cuánto miedo había sentido. Aun así, Tonraq pareció recuperarse lo suficiente como para continuar. --"Cuando nos trajeron esa noche a Korra al dirigible, todo el vuelo hasta a casa atendimos sus heridas... pero eran tantas"--.

Asami lo recordó, el cuerpo de Korra estaba en ruinas. --"Su espada estaba en bastante mal estado, quiero decir... lo sigue estando, pero las heridas superficiales eran malas al principio"--

Él asintió lentamente, todavía mirando hacia otro lado. --"Recuerdo sus pies"--, su voz de repente fue muy grave. --"Recuerdo que Kya y su madre se sentaron a los pies de la cama para recoger las rocas incrustadas en sus pies"--. Su frente se preocupó y el puño comenzó a presionar su rodilla. --"Me senté allí... observándolas sacar las rocas, y lo único en que podía pensar era que... que ella tenía sus botas cuando se la llevaron"--.

Asami sintió un vacío en su cuerpo, una ola de pensamientos suprimidos y calmados que habían vuelto todos a la vez. Unos que ella no había considerado desde ése día.

--"Lo recuerdo"--, dijo Asami, observándolo ausente.

--"Me senté allí y... lo ignoré, porque ella estaba herida y yo necesitaba estar allí. Estuve con ella la noche entera, entonces a la mañana siguiente, cuando tú y Kya la ayudaron, yo solo... solo pude dar unos pasos hacia afuera debido a que no podía dejar de pensar en ello"--. Una lágrima se deslizó desde sus ojos y Asami sintió las suyas venir. --"Ellos la llevaron a una caverna, la tendieron en el suelo y... le quitaron sus botas, sus bandas... la piel de su cintura. Todo se lo quitaron. Ellos le pusieron las manos a mi hija, le quitaron su ropa. No me importa que fueran solo las botas y las bandas ¡ellos tocaron a mi pequeña niña!"--. De un salto se puso de pie, con el hacha en su mano, y con su pecho subiendo y bajando rápidamente.

Sin embargo, Asami no tuvo miedo, ella se sentía aliviada. Ella no había sido la única que había permanecido despierta esa noche pensando en eso. --"La cárcel no es suficiente"--, dijo finalmente Asami, haciendo que Tonraq la mirara.

--"Nada nunca será suficiente"--, gruñó. --"Nada se llevará lo que le hicieron. Como la tiraron a ese acantilado, y como la llevaron a esa cueva para atormentarla. Ellos-"--, él comenzó a caminar, como si semanas de ira y frustración comenzaran a hervir. Asami se agarró de los bordes del banco en la que estaba sentada. --"No pude protegerla ¡Yo fui su última línea de defensa en aquella montaña y no pude protegerla! ¿qué clase de padre soy, para dejar a mi hija en manos de gente así?"--

--"Tonraq"--. Asami finalmente encontró su voz, su valor, y se levantó. --"No le fallaste a Korra. El mundo lo hizo"--. Él le sostuvo la mirada, sin estar convencido. --"¿Qué tiene de correcto un mundo en donde una chica de diecisiete años de edad, apenas comenzando su vida, le pide que lleve un peso tan grande como el que Korra lleva? Que... que el equilibrio de nuestro mundo entre en guerra si es que el Avatar desaparece durante cien años. Somos tan dependientes del Avatar, de Korra, para que arreglen nuestro mundo, que le han enseñado a creer que ella debe sacrificarse o de lo contrario millones de personas sufrirán"--. Con cuidado, Asami extendió una mano sobre el hombro de Tonraq. --"Pero ahora sé por qué Korra se entregó. Lo hizo debido a ti"--. Su expresión se suavizó un poco.    --"Tú y Senna criaron a la persona más generosa y valiente que he conocido. Entiéndeme cuando te digo que me gustaría ver a Zaheer morir. No mantengo un secreto sobre eso. He pensado, muchas noches, sobre todo lo que tú dices. Pero no podemos cambiar eso ahora. Está bien venir aquí y descargar nuestras frustraciones en trozos de madera y en gritos hacia el cielo. Solo recuerda que Korra aún está aquí, un poco rota, pero ella fue lo suficientemente fuerte y valiente para sobrevivir, eso es debido a ti"--

El hacha cayó desde su mano, introduciéndose en la nieve bajo él. Asami encontró su sonrisa mientras él le sonrió, tomando una lenta respiración para calmarse. --"Eres una mujer muy sabia, Asami. Yo... no estoy seguro de cómo tú lidias con todo esto"--

La manera en que él le habló y la miro golpeó algo muy profundo dentro de ella. Una intensa tristeza inundó a Asami, amenazándola con derrumbarse. --"He pasado una gran parte de mi vida siendo parte de este loco mundo"--

Cuando ella dejó ir su hombro, Asami se encontró siendo envuelta en un abrazo muy caluroso. Ella se sorprendió por tres segundos antes de que sintiera una mano en la parte posterior de su cabeza, y es ahí cuando todo se vino abajo.

No estaba segura de cuánto tiempo lloró, todo lo que sabía era que Tonraq la sostuvo todo el tiempo en que lo hizo, diciéndole lo fuerte que era, lo valiente, y cómo todos se sentían tan orgullosos de ella.

Todo la golpeó muy fuerte dentro, los pensamientos de Korra y su frágil relación. Lo mucho que la quería y el miedo que tenía de quedarse atrás. Pensó en su padre, en la facilidad con que él le dio la espada, como insensiblemente la miraba cuando ella estuvo lista para tomar su vida. Pensó en su madre, la mujer más hermosa que ella había visto cuando niña, la cual le habían arrebatado y desde ese entonces nada había vuelto a ser lo mismo.

Asami hundió sus rodillas en la nieve. Tonraq aun la sostuvo mientras pasaba su mano por arriba y abajo de su espalda.

Ella había pasado gran parte de su vida dándole a todos a su alrededor, tanto que de repente Asami sintió que ya nada tenía para sí misma.


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