Recuperación. Capítulo 5: Necesidad. Por SimplyKorra

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Gente bella y hoy capítulo doble de "Recuperación" este es uno de ellos :3



Nota: Los fics y las imágenes no me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos artistas y ficker, yo solo cumplo la tarea de traducirlo.






          Trilogía Buscando el equilibrio: Recuperación

Capítulo. 5 – Necesidad


Asami no pudo reprimir una risa cuando Korra enganchó sus fuertes manos debajo de los muslos de Asami, levantándola. Ella enroscó por instinto las piernas alrededor de Korra, dibujando su cuerpo mientras la besaba. Korra sonrió en el beso, girándola para presionar a Asami contra la pared.
Exploró el cuello de Asami con sus labios, trazando hacia abajo, sintiendo su pulso, dirigiéndose hacia la unión con su hombro. Asami se quedó sin aliento cuando Korra sacó una mano para tirar hacia abajo la tapa de su chaqueta.

--"Te pones demasiada ropa"--, dijo Korra, moviéndose hacia su boca, arrastrando su lengua por su labio superior. Después se alejó, permitiendo que los pies de Asami tocaran el piso. Ella se apartó un poco de Korra y se quitó la chaqueta, dejándola caer sobre el suelo.

Korra sacó su camisa fuera de sus pantalones y desató el pelaje marrón de su cintura. Esta se cayó al suelo, como la chaqueta de Asami. Luego Korra deshizo su cola de lobo, dejando caer el pelo en cascada por su espalda.

La mirada en sus ojos, la ondulación de su pelo, agitó algo en las profundidades de Asami. Era un deseo, un sentimiento que nunca había sentido antes. Korra era la única persona con quien siempre quiso hacer eso.

Asami se acercó a ella, besándola tan fuerte como pudo. Korra gimió en su boca, presionando sus manos en su espalda. De pronto, una de éstas se alejó bruscamente de ella, pero no pensó mucho esto, solo continuó acariciando sus labios contra los de Korra. Un momento después, la otra mano también se alejó, casi con violencia. Asami se echó hacia atrás, mirando a Korra fijamente a los ojos.

Ellos parpadeaban de ida y vuelta, brillando de repente para luego ser azules de nuevo. La única coherencia en el cambio era el miedo: Korra estaba aterrada.

Asami dió un paso hacia atrás y los brazos de Korra se ubicaron a su lado, con cadenas atadas alrededor de sus muñecas. Ella dio un paso adelante para ayudar a Korra, pero había una barrera entre ellas. Le extendió la mano, deteniéndose con fuerza sólo a pulgadas de su rostro.

--"¡Korra!"--, le gritó, o lo intentó, pero ningún sonido escapó. Las cadenas en los brazos de comenzaron a derretirse, como metal líquido que se vertía sobre la piel de Korra. Eso le resultaba familiar, como el veneno que Su sacó de Korra luego de la pelea, Asami lo recordaba claramente.
Un grito escapó de Korra, su cuerpo estaba siendo dañado conforme el veneno fluía entre sus brazos. Ella empujó hacia atrás y hacia adelante, tirando de sus cadenas. En su expresión había un miedo abrumador.

--"¡Ayuda! ¡Asami por favor, ayúdame! ¡No quiero morir! ¡Asami, por favor!"--

La cabeza de Korra se sacudió hacia adelante, el veneno se filtraba por su piel. Lágrimas rodaron por sus mejillas, goteando hacia el vacío que repentinamente estaba bajo de ella. El puño de Asami golpeó la barrera que había entre ellas. Ella gritó pidiendo ayuda desesperadamente, a cualquiera viniera a ayudarla. Pero su voz no llegaba, y ella no podía hacer nada.

De repente los ojos de Korra eran de un blanco brillante, las lágrimas seguían cayendo, pero ya no parecía asustada. Solo miraba a Asami. Fue entonces cuando el aire empezó a fluir alrededor de Korra, Asami observó cómo comenzó a rodear su cabeza, robando el aire de sus pulmones. La boca de Korra estaba abierta, y sus músculos convulsionaban contra las restricciones.

--"¡Korra!"-- gritó Asami, de nuevo sin sonido. Podía sentir su corazón golpeando en su pecho, su garganta apretada. El miedo la estaba sofocando. --"¡Korra!".., pero nada.

--"¡Korra!"--, gritó Asami, y su voz hizo eco en las paredes de la habitación. Se sentó, mirando a su alrededor. Había una suave luz que venía desde la derecha. Miró hacia ella, observando el resplandor de la lámpara que colgaba encima de la mesa de dibujo en su oficina. La ventana detrás mostraba el cielo nocturno de Ciudad República.

Se había quedado dormida en el sofá de su oficina.

Estaba sudando, con su cuerpo temblando. Fue un sueño. No era real, no esta vez. Korra estaba bien, ella no fue sofocada, ella no murió. Estaba viva.

Las historias que había oído de Korra en la cueva eran dolorosas. Asami no tenía una clara idea de lo que sabía del veneno, pero ella había visto a Korra ser ahogada por Zaheer. Era una imagen que la acompañaría durante el resto de su vida. De vez en cuando se filtraba en su mente, en los peores momentos, sólo para atormentarla.

Asami se puso de pie, con sus piernas aún inestables. Vio la silla de ruedas aparcada a solo unos pies de distancia. Habían pasado un par de días desde que había comenzado. Había venido aquí, dos veces al día, durante unas horas para trabajar en ella. Luego pasaba el resto del tiempo en la isla. Hacerla era demasiado fácil, los materiales no eran difíciles de conseguir a Industrias Futuro. Estaba casi terminado, sólo un día más.

El único real problema era la junta de directores que le estaba respirando en el cuello, presionándola para que volviera al trabajo. Ella sabía que no podía pasar por alto ese lugar para siempre. Acababa de viajar con Korra por todo el Reino Tierra antes de eso. Había sacrificado su trabajo por demasiado tiempo, pero Korra la necesitaba.
O quizás, ella necesitaba a Korra.

De repente, otras imágenes del sueño volvieron a ella. La necesidad de Korra, querer tocarla, besarla, sentir sus cuerpos juntos.

Asami tomó una profunda respiración. Tenía que ver a Korra. Ella aún no se había quedado dormida. ¿Y si había sucedido algo? ¿y si Korra estaba esperando por ella?

Rápidamente se dirigió a su auto para ir hacia el muelle. Calculó de que ya no habrían ferries para tomar hacia la isla, por lo que también agarró las llaves de su embarcación personal.

El viaje en barco era suficientemente tranquilo. Incluso en él Asami se sentía como en casa. La oscuridad alrededor era acogedora, como si escapase del mundo, permitiéndose un segundo de relajo. Se sintió egoísta, pero se permitió pensar en lo difícil que era la realidad. El cuidado de Korra la consumía. Necesitaba ayuda con el baño, para cambiarse de ropa, cepillarse los dientes, y encontrar una posición cómoda en su cama. El día a día era constante.

Asami no sentía ningún remordimiento, sin embargo, sería más difícil estar lejos. No como Mako, que aún no había ido a visitar a Korra desde que había llegado. Él se preocupaba por Korra, ella lo sabía, Korra lo sabía. Aun así, él estaba demasiado asustado o era demasiado ingenuo para pensar que, si él esperaba, Korra se curaría, y entones podría verla de nuevo y podría evitar todo eso.

Independientemente, eso la molestaba, pero Mako nunca fue muy bueno con sus sentimientos. Tal vez pensó que así sería más fácil. Tal vez lo era, Korra no necesitaba ningún tipo de presión añadida y tratar de ordenarse a través de los sentimientos de Mako sería demasiado.

El barco llegó a la Isla del Templo Aire y Asami apagó el motor aparcando en el muelle. Era más de medianoche, ella sólo esperaba no haber despertado a nadie. Estaba agotada mientras caminaba hacia el templo. Si la pesadilla no hubiera sucedido, ella probablemente se habría quedado dormida allí toda la noche.

El templo estaba tranquilamente silencioso cuando Asami finalmente llegó a la habitación de Korra. Esperaba que ella estuviera dormida, lo necesitaba tanto como Asami, sin embargo, cuando observó hacia el interior, la cabeza de Korra inmediatamente se volvió hacia ella.

--"Hey"--, le dijo Asami entrando en la habitación y cerrando la puerta tras ella. --"Tu deberías estar durmiendo".--

Korra lucía horrible mientras Asami se volvía hacia la luz tenue ubicada en la esquina. Tenía los ojos enrrojecidos, su piel estaba pálida y parecía que había estado llorado.

--"Te fuiste por mucho tiempo"--, susurró Korra, haciendo una mueca mientras se movía un poco. Cuando trató de mover la parte superior de su cuerpo un poco más, gritó de dolor.

Asami se movió hacia su cama, arrodillándose a su lado. Kya les había dicho que podría presentarse el dolor crónico, ya que el cuerpo de Korra estaba tratando de curarse. La lesión en la columna vertebral era grave, del tipo que hace que todos se miren con severidad unos a los otros incómodos. Todos esperaban que Korra se recuperara. Todo el mundo parecía esperarla, o al menos, hablaban de ello. Como si ser Avatar la dotara de mágicos poderes que la podían sanar instantáneamente.

Eso era el por qué Asami se permitía pensar en otra alternativa: en que Korra no sanara completamente y eso se convirtiera en su día a día. Razón por la cual había construido la silla de ruedas para ella, por la que ella había tenido la idea de adaptar un satomóvil con un sistema incorporado de una rampa que ya había empezado como un bosquejo en su cuaderno de dibujos. Si Korra no se recuperaba, entonces necesitaba asegurarse de que ella tendría una vida más allá de ese dormitorio.

--"¿Quieres algo? ¿agua? Puedo llamar a Kya para que pueda ayudarte a dormir"--

Korra sacudió la cabeza. --"No, ella hizo algunas cosas antes de irse a dormir. Creo que sólo... sólo tengo que esperar a que esto pase. Mi espalda se siente como si estuviera ardiendo"--. Entonces Korra la miró, con una súplica en sus ojos hasta que le preguntó: --"Esto es tan estúpido, pero... ¿puedes quedarte conmigo? Por favor. No quiero estar sola"--

Con una sonrisa, Asami se levantó y se desabrochó su chaqueta. La colocó en la silla antes de sentarse en ella para quitarse las botas. Llegando a más, apagó la luz, permitiendo que la luz de la luna se derramara por la ventana.

En una oscuridad como ella, el modo en que Korra le había pedido eso, se sintió como si todo hubiera pasado esa noche sólo para que ellas estuvieran así.

Asami se levantó, se quitó el chaleco rojo, dejándola solo en una blanca polera corta y en sus pantalones. Entonces se dirigió al otro lado de la cama, y retiró las mantas. Tan pronto como se acostó, Korra se encontró mirándola, con una sonrisa de agradecimiento danzando en sus labios. Asami enterró sus sentimientos, enterrando ideas pasadas de lo que sería compartir la cama con Korra. Todo eso era irrelevante esa noche. Todo lo que quería hacer era alejar ése dolor de Korra.

Con todo el cuidado que pudo, Asami se dió la vuelta y deslizó un brazo bajo la espalda de Korra, tirando de ella. Korra dejó que su cuerpo se fundiera en el abrazo, apoyando su cabeza en el pecho de Asami. Entonces lloró, Asami no supo cuanto por cuanto tiempo, pero ella lloró y se aferró a ella como si su vida dependiera de ello. Fue doloroso, pero Asami estaba agradecida de haber estado ahí, de ser la única que podía ser capaz de mantener a Korra durante las noches.

Después de un tiempo, Korra se detuvo, y permaneció aún en los brazos de Asami mientras esta trazaba suaves círculos en su espalda.

--"Estoy muy asustada, Asami"--. La voz de Korra fue inesperada, pero no obstante, fue bienvenida.
--"Lo sé, también estoy asustada"--

Korra dejó escapar un lento y tembloroso suspiro. --"Pienso en ello a veces, sobre... si yo siempre estaré así. Yo no puedo... no puedo ser el Avatar si no puedo caminar ¿Qué voy a hacer si no logro hacerlo?"--

Podrás superarlo, Asami estuvo casi a punto de decirlo en voz alta, pero no lo hizo. Era algo hueco, destinado a ser dicho por personas que no vieron momentos como ése. Quienes no entendían lo difícil que era y cuán grande era el miedo que Korra sentía. Ella se merecía más que eso.
--"Si no puedes... entonces, vamos a averiguarlo"--

No hubo respuesta, Korra simplemente respiraba contra ella. Asami se preocupó por un momento de si ella debería haber dado la respuesta más fácil.

--"¿Puedo hacerte una pregunta?"--. La voz temblorosa de Korra era apenas suficiente para que Asami la escuchara.

--"Por supuesto"--

Korra dejó escapar otra larga respiración. Las emociones en la habitación eran gruesas, como una niebla que se avecinaba en el aire. Era fácil perderse en ellas.

---"¿Por qué haces todo esto?"--
Asami frunció el ceño, no esperaba eso. --"¿Qué?"--

--"Yo solo..."-- Korra se movió, apretando un poco el brazo de Asami mientras decía: --"Sé que somos amigas y que hemos... peleado para proteger el mundo juntas. Pero esto..."-- Korra tragó fuertemente, aflojando su agarre. --"Tu no te uniste para esto. Tengo a mi mamá y a mi papá, a Tenzin. No te odiaría si te quisieras salir. Yo no..."-- Korra tropezó al final de la frase, Asami debería haberla cortado, pero dejó terminar a Korra, --"No quiero que te sientas atrapada".--

Ahora Asami agradeció la oscuridad, debido a que así Korra no podría ver su sonrisa. Hermosa y desinteresada Korra, de la cual ahora sabía Asami, que estaba completamente enamorada.

--"Korra, no lo entiendes"-- Asami se estiró y acarició con sus dedos el cabello de Korra. Un gesto que rápidamente se había convertido en su cosa favorita. Se sentía muy íntimo, ella no quería que eso fuera por sus sentimientos, pero en verdad era profundo. --"No estoy aquí porque tu me necesites. Estoy aquí porque yo te necesito"--. Asami dejó escapar una risa suave, confundiendo completamente a Korra. --"¿Qué es lo que tendría yo sin ti? ¿una casa vacía? Apenas recuerdo como sonaba la voz de mi madre. Mi padre, él... él ya no forma parte de mi vida. Me encanta mi trabajo, pero es solo trabajo. Tú eres todo lo que tengo, Korra"--. Asami sabía, que de alguna manera, todo eso era cierto. Ella tenía la familia de Tenzin, a Mako y a Bolin, pero sólo los tenía a su alrededor a causa de Korra. Porque estar con Korra era el único lugar en donde ella quería estar.

--"Yo también te necesito"-- dijo Korra después de un momento. Tal vez fue la oscuridad de la habitación permitió que la vulnerabilidad de Korra le ganara. Eso fue todo lo que dijo, pero era más que suficiente, eso ya había anidado en ella otro poco.

Otro silencio cayó sobre ellas, pero era cómodo. La mano de Korra estaba extendida sobre el abdomen de Asami. No pasó mucho tiempo cuando Asami se dio cuenta que Korra se había quedado dormida. Seguirla en el sueño no fue difícil.

***

A media tarde del día siguiente, Asami había terminado con la silla de Korra. Era uno de sus mayores logros sólo por lo que significaba. Eso podría dar a Korra una salida. Necesitaba ver el mundo, su mundo, de nuevo. Ella la empujó fácilmente mientras se dirigía por el muelle hacia la isla. Estaba haciendo buen uso de su embarcación personal esos días.

La primera persona que se encontró con ella fue Jinora, cuyos ojos se iluminaron cuando vieron la silla. --"¿Tú hiciste eso?"--, le preguntó, corriendo hacia Asami.

--"Lo hice ¿crees que le gustará el asiento azul?"--, le preguntó Asami, mirando hacia abajo su trabajo.

--"Oh, por supuesto"--, respondió Jinora con dulzura. --"Creo que realmente la va a encantar. Ella lo necesita".--

Asami se dio cuenta de la comprensión en los ojos de Jinora, aquella chica era muy sabia a pesar de sus años. --"Lo necesita. Ahora se la voy a mostrar y creo que voy a sacarla aquí para que te vea a ti y a tus hermanos"--

--"¡Eso sería genial! Me siento mal porque he estado muy ocupada y no he sido capaz de verla"--. Ella frunció el ceño. --"Creo que papá ha estado manteniendo a Ikki y Meelo lejos de ella demasiado tiempo. Ikki solo le haría preguntas y Meelo podría tratar de saltar sobre ella o algo"--. Ella lo interpretó como que estaba protegiendo a Korra de los niños, sin embargo, Asami sabía que lo más probable era que estaba protegiendo a los niños de ver a Korra en ese estado. --"¡Vamos a estar aquí! ¡Ve por ella!"--, dijo Jinora alegremente y Asami rió antes de continuar hacia el interior.

Mientras se movía a través del pasillo, Asami pasó lentamente por la cocina cuando vio una gran figura sentada sola en la mesa. Aun se sentía un poco nerviosa cuando estaba cerca de Tonraq. No a causa de algo que había hecho, él era una presencia inminente. Tan orgulloso y fuerte. Podía contar con una mano el número de personas que realmente la intimidaba. El padre de Korra estaba dentro de esa lista. Sin embargo no era miedo, solo respeto. Eso y tal vez porque quería salir con su hija.

Sin embargo, él estaba sentado solo, con la cabeza baja mientras hacia bailar la taza de té entre sus manos. Algo que había visto hacer a Korra un gran número de veces, un tic nervioso de familia.

--"¿Tonraq?"--, llamó su atención. Él miró por encima de su hombro, una sonrisa en su cara la relajó --"¿Todo está bien?"--

Él se rió entre dientes --"Oh, estoy bien. Un poco perdido en mis pensamientos, es todo. Estoy esperando a que Senna despierte de su siesta de la tarde antes de preparar algo de comer. Tenzin fue muy bueno al enviar a alguien de comprar para que pudiéramos tener una adecuada comida de la Tribu Agua para Korra esta tarde"--

--"Tal vez así pueda comer mejor"--. Asami tenía muchas preocupaciones cuando se trataba de Korra, sin embargo, su falta de apetito estaba dentro de sus prioridades. Ella no había tenido una buena comida en días.

--"Creo que por eso Tenzin estuvo de acuerdo en traer alguna de nuestras comidas aquí"--

Asami asintió. --"Oh, quería mostrarte..."-- Asami rodó la silla por la puerta con orgullo --"Estoy apunto de darle una sorpresa"--

Él se levantó de su lugar, alto y ancho como siempre, mirando hacia abajo hacia la silla que Asami tenía detrás. Su mirada se desvió de la silla hasta Asami y sacudió la cabeza con incredulidad. -"¿Tu construiste esto?"--

--"S-sí"-- Asami se encogió de hombros, lo que realmente no era un problema. --"Ahí es donde he estado yendo los últimos días. Lo construí en mi taller en mi oficina"--

Tonraq le dirigió una mirada, ella no podía leer su expresión, pero sus ojos estaban calientes --"Tú... mi hija es afortunada de conocer a alguien como tú, señorita Sato"--. Él extendió su mano y la estrechó --"Tu eres más que una amiga. Gracias"--

--"Yo me preocupo profundamente por su hija. Haría cualquier cosa por ella"--. Asami esperaba que eso no hubiera sonado como una confesión de amor. Pero por otra parte, tal vez lo esperaba. Sus sentimientos por Korra no eran algo que quería ocultar, era algo que necesitaba ocultar, al menos por ahora.

Si fuera por Asami, ella gritaría su amor por Korra por cada tejado de Ciudad República.

Él le sonrió. --"No lo dudo. Ve, muéstrale la silla. Con esto y la cocina de su madre, hoy de seguro será un buen día"--

--"Ella merece unos pocos de ellos"--
Tonraq asintió --"Ciertamente lo merece"--

Asami continuó su camino de regreso a la sala, deteniéndose justo fuera del cuarto de Korra, donde aparcó la silla e ingresó hacia la habitación sin ella. Korra estaba sentada en su cama, hablando con Tenzin, o mejor aún, escuchando la charla de Tenzin. Ella lucía aburrida, ni siquiera lo estaba mirando. Él le estaba diciendo acerca de las hierbas que había oído que crecían en las montañas de las afueras de la Nación del Fuego que podrían ayudar a calmar su dolor.

Asami llamó a la pared: --"Perdón por interrumpir"--. Observó como Korra se volvía hacia ella, con un brillo en sus ojos. --"Tengo un regalo para ti"--, le sonrió, saliendo al pasillo y rodando la silla hacia adentro un momento después.

Korra se quedó mirándola con una expresión bastante vacía en un primer momento. Su interior comenzó a formar un nudo de preocupación. Su intención desde un principio era hacer eso para que Korra pudiera tener más libertad. Era como un faro, algo que podía ayudar a llevarla hacia adelante.

Entonces Korra despegó sus labios y los torció en una sonrisa. Ella levantó la vista hacia Asami con lágrimas en sus ojos. Asami sabía que Korra estaba cansada de llorar, pero éstas eran diferentes.

--"¿Tú hiciste eso para mi?"--

Asami asintió, --"Sip, necesitaba hacerlo"--. Las palabras pasaron entre ellas como aquellos fotogramas fijos de su noche anterior. Asami se despertó antes que nadie y se levantó antes de que alguien lo supiera. No había nada que ocultar realmente. Aún así eso estaba destinado solo para ellas, palabras como "necesito" podrían significar un poco mas. --"Si estás lista, creo que a los niños les encantaría verte".--


--"Entonces hagámoslo"--

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