Nota: Los fics y las imágenes no me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos artistas y ficker, yo solo cumplo la tarea de traducirlo.
Trilogía Buscando el equilibrio: I Recuperación
Capítulo. 8 – Que no cunda el pánico
Resumen: Korra no es la única que lucha. Asami no es la única que puede ofrecer consuelo.
El viaje en barco a la isla del Templo Aire se había convertido en algo muy familiar para Asami durante las últimas semanas. Había hecho aquello al menos una docena de veces, siempre intentando hacer el recorrido lo más rápido posible.
Sin embargo, hoy fue diferente. Hoy, ella hubiese deseado que existiera un océano entre la ciudad y la isla. Sus emociones eran un desastre, luchando en su cabeza por la supremacía y ninguna parecía ganar. Todas se sentaron allí, haciendo hervir su interior.
Cuando se acercó a su consejo de directores informándole de su viaje al Sur, ella lo hizo con la intención de tomar más tiempo fuera. Ella era la CEO de Industrias Futuro, había tomado la compañía desde la vergüenza de su padre y lo había cambiado todo para bien. Tenía sentido que ella pudiera tomarse ese viaje mientras seguía tomando parte de las cosas. Pero su junta no lo veía de esa manera. Ellos unánimemente habían votado para que ella se quedara o renunciara a su cargo. Para ella, la elección era obvia, y ahora la compañía se había ido. La última conexión que tenía con su familia ya no estaba bajo su poder.
Eso la enfermó. Le temblaban las manos en el volante de la embarcación, casi con las ganas de dar la vuelta y arreglar todo lo que había hecho. Ellos le habían dicho que era demasiado. Entre su tiempo viajando por el Reino Tierra y ahora ayudando a Korra no había manera de que ella pudiera pedir más licencia. Tenía que elegir entre su empresa y el Avatar.
Ella eligió a Korra, casi arrogantemente mientras pasaba la mano por su pelo y se ausentaba de la habitación.
Ahora ella se encontraba estacionada en medio de la Bahía de Yue, vomitando sobre el borde hacia el agua. Tenía un nudo en la garganta, la nariz le quemaba mientras se esforzaba una vez más antes de limpiar su boca con el dorso de la mano y se dejaba caer en un asiento.
Asami no se arrepentía de la decisión, sería peor estar aquí y dejar a Korra irse sola. Necesitaba a Korra y eso era más que suficiente para Asami. Aun así, fue terrible para ella dejar Industrias Futuro. Ocurrió tan rápido que las reales consecuencias aún no habían llegado a ella.
Se rió, mirando el bote desde su silla. Ella probablemente lo perdería, perdería todo lo que tenía.
Eso la hizo reír y hacer rodar los ojos. --"No seas trágica, Asami. Lo resolverás"--. Ella imaginó que su madre le estaba diciendo eso. Eso hacía que el consejo fuera más razonable, a pesar de que acababa de perder su compañía y de que se dirigía hacia el Polo Sur, por quién sabe cuánto tiempo, siguiendo a la chica que amaba.
Con un nudo en la garganta, Asami encendió el barco y siguió conduciendo.
El barco apenas había aparcado cuando el mundo se le vino encima. Bolin estaba esperando por ella, gritando. --"¡Asami! ¡Tienes que darte prisa! ¡Algo está mal con Korra!"--
Dio un paso frente al muelle, casi sin tomarse el tiempo de atar el barco antes de darse cuenta que se encontraba corriendo junto a Bolin.
--"¿Qué pasó?"--, le preguntó. Él parecía aterrado.
--"No lo sé. Mako y yo estábamos hablando con ella y luego empezó a mirar algo ¡Juro que no era nada! ¡solo una planta en la esquina! Eso la enloqueció y comenzó a jadear y asfixiarse. Luego comenzó a arañarse las muñecas mientras lloraba"--
Asami se precipitó dentro de la casa, corriendo por el pasillo, adelantando a Bolin.
--"Korra"--, dijo Asami sin aliento, llamando la atención de todos los que había en la habitación. Sus padres, Tenzin, Jinora y Mako estaban todos allí. Senna era la más cercana, tratando de llegar a Korra, pero eso no estaba funcionando.
Asami se movió hacia la cama, cerca de caer cuando se quitó los zapatos y la chaqueta. Luego se subió con cuidado al colchón, quedando enfrente de Korra.
--"¡No!"-- gritó Korra entre respiraciones cortas y agudas. --"¡No quiero más estas cadenas! ¡Quítenmelas, por favor!"-- Korra sollozo en voz alta, su garganta estaba presionada. --"Por favor, no me lastimes más"--
Asami se elevó, y sus dedos trazaron delicadamente la mejilla de Korra. Ella dio un salto ante el contacto, pero Asami continuó, pasando la palma de su mano contra la piel de Korra.
--"Hey, Korra. Soy yo... estás bien. No estás encadenada, nadie te está haciendo daño. Tienes que respirar, Korra"--
La mirada de miedo en los ojos de Korra fue inquietante. Asami nunca la había visto tan asustada. --"Yo... yo no-"-- Korra continuó murmurando palabras que no tenían sentido. Asami usó su otra mano para detener el arañe de Korra. Ella se había desgarrado la piel de las muñecas tratando de liberarse de las cadenas invisibles. --"Asami"--, exclamó finalmente Korra, mirando hacia ella --"Ayúdame".--
--"Está bien"-- asintió Asami. Ella tenía que calmarla. --"Korra, necesito que te concentres, dime algo que te relaje, cualquier cosa, sólo dime algo que te calme cuando estas estresada o asustada"--. Asami estaba sosteniendo ambas manos de Korra, mirándola a los ojos, buscando cualquier cosa en esos salvajes ojos azules a que aferrarse. --"Vamos, Korra. Habla conmigo"--
--"Ca-canción... mi madre solía cantar... cantarme. 'Sunshine'(*)"--. Asami se volvió a mirar a Senna, quién rápidamente se trasladó hacia la cama.
--"Es una canción de cuna"-, le dijo Senna, luchando contra sus propias emociones al ver a su hija así. --"Yo... la cantaba a Korra cuando era pequeña"--
Asami asintió, volviéndose a Korra. --"No la sé, así que tú tienes que ayudarme a aprenderla ¿de acuerdo?", dijo sonriéndole mientras la miraba. "¿La cantarías para mí?"--
--"Y—you are my…sunshine, my only sunshine"-- Los brazos de Korra se contrajeron con violencia entre las manos de Asami, llegando a agarrar nuevamente su muñeca.
--"Vamos, Korra. Canta el resto de la canción. Necesito que la cantes para mí"--
Korra asintió rápidamente, luchando en su interior. --"You make me…happy…when skies are grey"-- La tensión en el cuerpo de Korra comenzó a ablandarse. --"You'll never know dear, how much I…love you"-- La respiración de Korra disminuyó, con los ojos cerrados, mientas su cuerpo se hundía. --"Please don't take my sunshine away"--
Asami sabía que todo el mundo las estaba mirando, pero no le importó. Korra se estaba calmando, pero necesitaba más. Ella se acercó un poco más, tomando a Korra entre sus brazos, pasando su mano por su cabello, algo que las consoló a las dos.
--"Una vez más ¿de acuerdo? No sabía que tu voz fuera tan hermosa"--. Asami sonrió y Korra dejó escapar una sonrisa entre sus lágrimas. Las manos que Korra se había arañado dolorosamente ahora estaba envueltas alrededor de la cintura de Asami.
Ella comenzó a cantar de nuevo. Asami se perdió en el sonido, era realmente hermoso. Nunca antes había escuchado cantar a Korra, no pensaba que podía hacerlo. Ahora, ella quería oírla todos los días, en mejores circunstancias.
Cuando terminó la segunda ronda de la canción, Korra se había calmado, exhausta. Todos los demás también lo habían hecho. Asami pasó la mano por arriba y abajo de la espalda de Korra, susurrando en su oído que estaba a salvo, protegida y amada. Ella sabía que algunos de ellos las estaban mirando divertidos, la forma en que había calmado a Korra, la forma con que la tocaba y con la que le habló.
No le importaba, ella solo había renunciado al mundo entero por Korra. Era inútil pretender que cualquier otra cosa era más importante que la chica que tenía entre sus brazos.
--"Toda su aura cambió cuando Asami ingresó a la habitación"--, le susurró Jinora a su padre, lo suficientemente fuerte para que todos pudieran oírlo.
Tenzin suspiró --"Vamos, démosle un poco de espacio"--. Él la guió y juntos salieron de la habitación.
--"Korra"--, dijo Senna. Asami se volvió a ver tanto a Senna como a Tonraq, de rodillas al lado de ellas. --"¿Estás bien, cariño?"--
--"No"--, dijo Korra casi en broma sobre el hombro de Asami. --"Pero me siento mejor. Siento haberlos asustados"--. Korra rió suavemente --"Me asusté a mí misma"--
Tonraq besó a Korra en la frente antes de levantarse y salir apresurado. Asami lo vio salir, sabiendo que estaba molesto por no poder hacer nada más por su hija.
--"¿Quieres que te lave, Korra?"--, le preguntó Senna, tomando el brazo lleno de cicatrices de su hija, examinando donde había arañado su muñeca. --"Kya puede curar esto"--
Lentamente, Korra empujó un poco a Asami, y con un poco de ayuda se echó hacia atrás. --"Yo... yo pensé que estaba encadenada, de nuevo. Pensé que las veía-"-- cerró sus ojos y sacudió la cabeza. --"Si, me gustaría limpiarlas"--
--"Está bien"--, le dijo Senna. --"Voy a preparar el baño"--
Ahora solo estaba Asami, Korra, Bolin y Mako. Korra miró hacia donde estaban los dos hermanos. Bolin sonrió, Mako parecía como si quisiera huir. Asami le daba crédito por haberse quedado.
--"¡No sabía que pudieses cantar!"--, se jactó Bolin, como si nada hubiese ocurrido. Asami tenía ganas de abrazarlo por hacer sonrojar a Korra de la forma en que lo había hecho.
--"Si"-- Se encogió de hombros con timidez. --"Nunca había cantado frente a alguien antes"--
--"Fue realmente agradable"--, añadió Mako, manteniendo como podía la voz.
Él no estaba mintiendo cuando había dicho que era agradable. Incluso en aquel tembloroso estado, la repetición del sonido de la voz de Korra hizo que Asami lo pudiera oír una vez más. En el próximo día bueno, definitivamente ella planeaba pedirle a Korra que le cantara.
--"Ok"--. Asami suavemente ayudó a Korra a sentarse, sonriéndole mientras se levantaba de la cama. Incluso mientras lo hacía, Korra agarró una de sus manos y la sostuvo, casi como un salvavidas. Asami no se atrevió a alejarla. --"Ella va a prepararse para el baño, así que ustedes, hurones de fuego, deben irse"--
Los dos hermanos salieron de la habitación dejándolas solas. Una vez que estuvieron fuera del alcance del oído de Asami, ella se volvió hacia Korra y tomó suavemente su mejilla. Se sentía extraño ocultar aquellos detalles tan íntimos. Ellas no estaban en algún tipo de relación que deberían ocultar. Sin embargo, Asami sabía que aquello estaba destinado solo para ellas.
Parecía ser un sentimiento mutuo cuando Korra acarició el dorso de la mano de Asami.
--"¿Estás bien?"--, le preguntó Asami, inclinándose para besar a Korra en la frente.
Korra sacudió la cabeza. --"No podía parar"--, le susurró. --"Se sentía como que arañas-avispas rastrojeaban mi piel. Quería-"-- Korra comenzó a temblar de nuevo. --"¡Quería romper mi brazo para liberarlas!"--
--"Tranquila"--. Asami se arrodilló de nuevo, frotando su pulgar en la mejilla de Korra. --"Trata de olvidarlo. Tú no estabas encadenada, nadie te está dañando. Te vamos a dar un baño, lavaremos tu pelo, cambiaremos tu ropa y comenzaremos a empacar para irnos al Sur ¿de acuerdo?"--
--"Está bien"--, sollozo Korra. --"Está bien"--, repitió.
Asami se inclinó y la beso nuevamente en lo alto de la cabeza. --"Eres muy fuerte, Korra"--
Ella esperaba que, si lo decía muchas veces, Korra en realidad podría empezar a creer en ello".
***
El estrés parecía como que quería consumirla. Asami se sentó sobre el asiento de un inodoro cerrado en medio de la noche, con las manos empuñando su pelo, tratando de callar su mente lo suficiente como para calmarse.
Ella había renunciado a todo, a todo lo que el apellido Sato representaba. Era aterrador, y a veces parecía como si hubiera sido la peor decisión que había tomado. ¿Cómo iba a dejar que todo se fuera? ¿Dejaría ir la historia de su familia? Fue una decisión muy apresurada, una en la que escogió a la chica a la que el mundo había renunciado. Ahora, sin embargo, ella no podía dejar de pensar en lo que eso significaba.
Industrias Futuro se había ido. Ella había firmado eso y no podía simplemente entrar en la próxima reunión y fingir que estaba bromeando. Eso pertenecía ahora a la junta de directivos, hasta que encontraran a un nuevo CEO.
Asami se decía a sí misma que lo estaba haciendo por Korra, que lo estaba haciendo porque quería ir al Sur con ella, pero ¿qué pasaría si Korra se mejoraba? ¿qué pasaría si ella se sanaba y volvía a retomar sus deberes y no sentía lo mismo por ella? Ella se quedaría sin nada, con mucho menos que cuando su padre la traicionó.
--"Papá"--, susurró en la tranquilidad del baño. Ella no se lo había dicho, no lo había planeado. No era un problema del cual tenía que preocuparse más, él había renunciado a ése derecho tan pronto como trató de dañar a sus amigos.
El estómago de dolía, tanto que creyó que iba a vomitar. Asami se levantó deprisa, corriendo al lavamanos para verter agua en sus manos. Vertió un par de veces agua sobre su rostro antes de cerrar la llave y mirarse a sí misma en el espejo. El reflejo que observaba le era familiar. Era el mismo que había visto cuando su madre había muerto. El mismo reflejo que había visto cuando descubrió que su padre era un Igualitario. El mismo reflejo que había visto cuando Industrias Futuros estaba cerca de la banca rota, y cuando el Loto Rojo había tratado de destruir el mundo.
El nudo en su estómago se calmó. Era el mismo reflejo que había descubierto que había pasado por tantas cosas. Ella no había sido de mucha ayuda, había perdido demasiado, sí, pero podía reconstruir su vida de nuevo. Industrias Futuro no la definía.
Una vez que fue capaz de calmarse, los pensamientos de Asami viajaron hacia un destino más consistente: Korra.
No pasaba un día en que Asami no deseara que ella y Korra fueran personas diferentes. Nacidas en otra vida. Donde la Avatar sería solo una simple maestra tierra en Ba Sing Se y ella no fuera más que la hija de una familia feliz que poseía un pequeño taller de reparación en la ciudad. Podía encontrarse con Korra por casualidad y pedirle a aquella atractiva chica salir con ella en una cita. Así se volverían cercanas, como si hubieran estado hechas la una a la otra en un millar de vidas diferentes, y sólo fueran felices. Sin monstruos que cazaran a Korra, sin tragedias persiguiendo a Asami.
Solo una vida normal juntas.
Esos pensamientos fueron interrumpidos por un sonido de algo estrellándose a la distancia. Inmediatamente los instintos de Asami se hicieron presentes, y se lanzó fuera del baño directo hacia donde había provenido el ruido. Llevaba sólo su camisón y nada más, pero estaba dispuesta a luchar si era necesario.
Un crujido provino de la cocina y Asami se deslizó sigilosamente hacia el que podría ser su atacante.
--"Espíritus"--, maldijo una profunda voz en la cocina, y Asami se calmó inmediatamente.
Era Tonraq. Ella se asomó por la esquina a ver cómo él levantaba un trapo para agacharse a levantar los fragmentos de vidrio rotos del piso.
--"¿También tú?"-- Asami hizo saber su presencia, llamando la atención de Tonraq mientras éste levantaba los cristales rotos y los tiraba. --"Yo rompí un vaso la primera noche en que regresamos"--
Él sonrió ligeramente. --"Estoy muy agradecido con Tenzin por permitirnos quedarnos aquí, pero todas estas cosas de los nómades aires son tan frágiles"--. Se dio la vuelta, pasando sus manos por la nuca mientras hacía una mueca. --"¿Qué te mantiene despierta tan tarde?"--
Asami sabía lo que estaba haciendo. Había pasado demasiado tiempo con su hija para entenderlo. Él estaba cambiando de tema para evitar mostrar su lesión.
--"Te cortaste la mano ¿verdad?"--
Tonraq sonrió --"Eres muy perceptiva"--
--"No"--, Asami tomó una toalla y se sentó en la mesa, haciendo un gesto para que se uniera a ella. --"Estoy familiarizada con tu familia. Korra también trata de ocultar cuando está herida, pero al menos ella puede curarse a sí misma. Tú solo estás siendo terco".--
Él rió entre dientes, tomando asiento junto a ella. Asami agarró su gran mano y la dio vuelta. La palma de su mano estaba cortada, no profundamente, pero había hilos de sangre. Ella puso la toalla suavemente en su mano y se levantó para encontrar curitas. Pema tenía curitas en todas partes. Tenía sentido, puesto que Meelo volaba alrededor de la isla sin mucho cuidado, constantemente encontrando la manera de lesionarse a sí mismo.
Cuando regresó, con la curita en mano, se sentó y quitó la toalla. --"Entonces debes estar contento de volver al Sur. Con tus fuertes y resistentes tazas y platos"--
Él sonrió. --"Lo estoy. Será bueno estar de vuelta. Aquí es muy caliente"--
--"En comparación con lo que estás acostumbrado, supongo"--. Asami envolvió la mano de Tonraq cuidadosamente. El tamaño de su mano con la de él la hizo sentirse como si fuera una niña.
--"¿Tengo entendido que también te unirás a nosotros?"--. Por un breve momento el pánico volvió. ¿Y si él no quería que ella viniera? Ella se lo había pedido a Korra, pero la casa era de Tonraq y Senna. Sus ojos debieron haber reflejado todo eso, por lo que él continuó rápidamente: --"Eres más que bienvenida, Asami. Te dije que tú siempre serías bienvenida en nuestra tribu"--
De repente, la visión de ella y Korra en otras vidas diferentes cambió. Ahora estaban viviendo en el Sur, lejos de todo eso, disfrutando de unos a otros. Quedándose despiertas hasta tarde para ver las luces de los espíritus bailar en el cielo. Ese sueño no parecía tan descabellado.
--"Gracias"--, sonrió Asami, luchando contra el impulso de llorar. Era tan malditamente agotador hacerlo. --"Yo no puedo imaginar estar lejos de ella todos los días. Probablemente me volvería loca"--
Tonraq no respondió y se quedó en silencio, incluso después de que Asami terminó con su mano. Sin embargo, Asami encontró consuelo en la presencia de Tonraq. Él era un padre, ella sentía la misma calidez a su alrededor que sentía con su padre antes de que todo ocurriera. Ella quería hundirse en ese sentimiento y olvidarse del mundo por un tiempo.
--"Deberíamos descansar"--, dijo Tonraq y su mano de repente agarró la de Asami. Ella lo miró y su mirada fue tan reconfortable, familiar. Asami no estaba segura de si él conocía la historia, si sabía sobre su madre muerta y su padre encarcelado, y cuan desastrosa fue su familia, pero algo en la forma en que la miraba le decía que podría saberlo. --"Cuando volvamos al Sur, necesito de tu ayuda para modificar el palacio para permitir que Korra se desplace por él. Hay un montón de escaleras"--
Asami asintió. --"Me encantaría ayudar"--
--"Excelente"--, soltó su mano y se puso de pie. --"Buenas noches, Asami"--
--"Buenas noches"--, ella lo vio salir y se mordió el labio inferior para luchar contra las lágrimas. No quería llorar esa noche, fuera bueno o malo, ella estaba agotada de ambos.
En cambio, optó por levantarse y decidió ir a ver a Korra. Como siempre era el caso cuando hacía eso, esperaba que Korra estuviera dormida. La mayoría de las veces no lo hacía. Korra dormía más durante el día, cuando el templo estaba lleno y había personas a su alrededor. Asami no necesitaba ningún entrenamiento especial sobre la mente humana para saber que Korra tenía miedo ¿Por qué no iba a tenerlo? ella era el Avatar, mientras viviera siempre habría alguien que intentaría hacerle daño. Zaheer seguía vivo, él había salido de la cárcel una vez ¿por qué no podría hacerlo de nuevo? Podría hacerlo y así volver a terminar el trabajo.
Asami moriría antes de dejar que alguien se acercara a Korra de nuevo.
Un súbito estruendo sonó en el aire, un latido más tarde, la lluvia pesada comenzó a caer contra el techo. De repente, ella estaba caminando más rápido hacia la habitación de Korra.
Cuando abrió la puerta, la visión que esperaba estaba allí. Korra estaba despierta, sentada y apoyada sobre las almohadas, mirando por la ventana con su manta estrechándola en su pecho.
--"¿Preparándote para otra siesta en el día?"--, le preguntó Asami, sobresaltando a Korra. Ésta sonrió y pudo ver la expresión de pato sobre su rostro, probablemente para esconder su rubor antes de que Asami entrara. --"¿Cómo conseguiste apilar las almohadas de ésa manera?"--, dijo observando como Korra estaba sentada contra la pared de almohadas.
Korra sonrió con una pequeña brillante sonrisa. --"Me moví camino hacia acá. Me tomó cerca de treinta minutos, pero lo hice. Probablemente el mayor orgullo que he sentido de mí misma en estas semanas"--
--"¡Eso es maravilloso, Korra!"--. Asami se sentó junto a ella --"¿Sin dolor?"--
--"Sin nuevo dolor"--, dijo Korra encogiéndose de hombros, probablemente notando el ceño fruncido de Asami. --"No es nada serio. El dolor en la espalda no es tan malo, solo... solo es un latido constante"--
Un repentino estruendo del trueno volvió a sonar. Asami observó a Korra saltar y tirar de la manta más cerca, como si fuera una niña pequeña. Ella se imaginó físicamente inclinar su cabeza y decir 'aww'.
--"¿Le temes a los truenos?"--
Korra asintió tímidamente y se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja. --"Sí, siempre lo he tenido ¿Recuerdas a Sokka, el hermano de Katara?"--
--"Claro, éramos cercanos"--, rió Asami
--"Bueno, uh... él pensaba que era una cosa de Avatar. Ya que Aang había sido alcanzado por el rayo de Azula, casi matándolo. Es como sí... es como si eso me hubiera pasado a mí"--. El viento se levantó, haciendo que la lluvia cayera y golpeara la ventana. --"Se está volviendo bastante feo ahí afuera"--. Asami miró por la ventana, pero podría decir que Korra la estaba mirando a ella.
--"¿Quieres que te abrace?"-- le dijo, medio en broma, aunque había hecho la pregunta esperando que respondiera, porque estaba bastante segura de la respuesta.
Korra se rió un poco y Asami consideró que ése era el sonido más lindo del mundo. La aventura de Korra que la había llevado a sentarse sobre las almohadas la había puesto en un muy buen estado de ánimo.
--"Solo si no te importa. Hasta que pase la tormenta"--
Asami se movió de la cama y llevó a Korra dentro de sus brazos. No la levantó, solo la movió. Korra no protestó, acababa de abrir sus brazos a Asami.
Todo eso se estaba convirtiendo en la segunda naturaleza de ellas. Sostenerse la una a la otra, pasar largas noches enredadas en contacto, tan cercas como si ambas lo desearan. Todo estaba hecho un desastre. En cierta manera, ambas eran extremadamente frágiles, por lo que las noches como ésas eran importantes. Era un recordatorio de que no estaban solas. Incluso si la vida de Korra estaba en pedazos y la de Asami había cambiado en un segundo, todavía tenían eso.
--"Ok, deberíamos hablar o algo así ¿cierto? Ignorando las luces"-- Otro estruendo sonó y Korra emitió un gritito. --"Relámpagos"--, gruñó hacia la ventana haciendo reír suavemente a Asami.
--"Bueno ¿de qué quieres hablar?"--
Korra se encogió de hombros --"Nada triste, no esta noche"--
--"Eso suena bastante bien en realidad"--
--"Ok. Así que.... deberíamos hacer algo así como... ¿cómo un intercambio de preguntas?"--
Asami levantó una ceja. --"Ok"--. No parecía muy confiada ante la idea. --"Creo que voy a empezar"--. Un relámpago pasó a través de la ventana, iluminando la habitación por un segundo, seguido del trueno. Korra se arropó un poco más cerca de Asami. --"Eres como un cachorro"--, bromeó Asami al oír el gemido de Korra cuando el trueno sonó. Ella acarició nuevamente su pelo cuando el Avatar salió de su escondite. --"Mi primera pregunta será obvia"--, tardó un momento en formularla, disfrutando de la confusión de Korra. --"¿Puedes cantar?"--
Estaba bastante oscuro en la habitación con las nubes que se asomaban ocultando la luna, pero, aun así, Asami sabía que Korra estaba ruborizada. Ella suspiró y se abrazó a sí misma un poco.
--"No es nada"--, dijo Korra, con una tranquila voz.
--"No es nada, Korra. Tienes una hermosa voz"--
Korra se rió entre dientes. --"Nunca había cantado antes para alguna persona, solo lo hacía cuando estaba sola. Nunca ayudó a la causa del Avatar por lo que no parecía digno de mostrárselo a alguien. Pero siempre me cantaba a mí misma cuando se suponía que debía estar meditando"--
Asami se contuvo de perderse en los ojos de Korra. Incluso con la tenue luz desde la ventana podía ver el azul que le devolvía la mirada. --"Me encantaría que cantaras para mí algún día"--
--"Si es que tengo que cantarle a alguien"--, dijo Korra, bajando la mirada hacia sus manos unidas sobre su regazo, --"sería para ti"--
Por un breve instante, Asami sintió que su valor había aumentado lo suficiente como para besar a Korra. Quería hacerlo. Era el momento perfecto. Korra estaba en un buen estado de ánimo, la lluvia caía, estaban cubiertas por la oscuridad. Solo ellas dos, aisladas en aquella habitación, lejos del mundo. ¿Y si mañana era un mal día y Korra caía más profundo? ¿y si ésa era su única oportunidad?
--"¿Mi turno?"--, preguntó Korra trayéndola de nuevo a la tierra.
Ella sonrió --"Sip"-. Un destelló de luz pasó de nuevo y Asami se estiró para cubrir los oídos de Korra.
Korra sonrió. --"Aun puedo oír-"--, y el estruendo en el cielo hizo que aun así Korra saltara. --"Ugh... estaré muy feliz de tener solo nieve en el Sur"--, dijo mientras Asami dejaba caer las manos sobre la cabeza de Korra. --"Bien, umm... ¿color favorito?"--. Asami la miró entrecerrando los ojos. --"¡¿Qué?! no sé si es el negro o el rojo, porque ambos los vistes ¡pero no sé cuál de ellos es tu preferido!"--
Azul, pensó Asami, sin tener el valor de decirlo. ¿Ella casi había besado a esa chica y ahora ni siquiera podía admitir que el color de los ojos de Korra era su favorito?
Eres inútil, Asami
--"Rojo"--, dijo. Después de Korra ése era su color favorito. --"Mi mamá siempre lo llevaba. Una gran parte de mi armario se debe a que yo solo intentaba tomar parte de ella. Siempre pensé que se veía hermosa y podía hacer que cualquier cosa que vistiera se viera grandiosa"--
Con toda la fuerza que pudo, Korra apretó la mano de Asami. --"Me gustaría mucho haberla conocido"--, le dijo.
De repente los papeles se invirtieron, y era Korra la que ahora estaba intentando alcanzarla, acariciando su pelo, mirándola a los ojos y sonriéndole con simpatía. Eso hizo que la garganta de Asami se secara, como si estuviera tragando una bola de algodón.
--"E-ella fue todo mi mundo. Creo que la mayoría de las cosas que hago son sólo para volverla orgullosa"--. Una dura melancolía la envolvió --"Espero haberlo hecho"--
Asami lo esperaba, deseaba que su madre estuviera satisfecha con todas las decisiones que había tomado. Renunciar a su empresa y a todo por lo que su familia había trabajado ya no existía más. Sus padres le habían dejado eso, bajo su propio mando. A su madre se la había llevado, su padre se había ido. Ella en verdad esperaba que su madre estuviera orgullosa de su decisión de centrarse en lo que le importaba ahora, en su decisión de elegir el amor.
Korra tiró de ella y Asami cedió y se encontró a ella entre los brazos de Korra, tanto como lo había hecho ella con Korra en las numerosas noches durante las últimas semanas.
Cuando un destello de luz cruzó el cielo, Korra no saltó. Sorprendentemente, ella solo pasó los dedos por el cabello de Asami.
--"Si llegara a encontrarme a tu madre, le hablaría sobre todas las maravillosas cosas que has hecho. Como cuando protegiste a gente inocente de los Igualitarios y cuando seguiste luchando por el futuro de Industrias Futuro cuando nadie pensó que podrías. Le diría acerca de cómo me ayudaste a cambiar el mundo, y como..."--, suspiró, con sus dedos temblorosos sobre la piel de Asami. ---"...le diría lo mucho que te necesito, lo importante que eres para mí"--
Permanecieron en silencio durante un rato. Durante ése tiempo, Korra pasó distraídamente la mano arriba y abajo por la espalda de Asami.
--"Te amo, Korra"--. No fue una declaración, era más un hecho. Solo amor, sea lo que sea que significara para Korra, Asami se estaba ofreciendo a ella.
No hubo ninguna duda en la respuesta de Korra. --"Yo también te amo"--
Las preocupaciones de Asami se alejaron. Ella estaba en casa.
***
(*): Sunshine: "Tu eres mi sol, mi único sol. Me haces feliz cuando el cielo es gris. Nunca sabrás querida, cuánto te amo, por favor no te lleves lejos mi sol".
Ha sido hermoso, me he encontrado sonriendo como tonta al final :')
ResponderEliminarEso quiere decir que te ha encanto y me alegra saber eso :3
Eliminarwow... genial doble capitulo, me encanto :) espero la continuacion :)
ResponderEliminarY si que lo habrá :3 gracias a ti por leer :3
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