Capítulo 34
—Vaya manera de
terminar el día— dijo Korra cuando las llevó de vuelta a la tienda por el coche
de Asami.
Asami se inclinó
sobre la consola y apoyó la mano en el muslo de Korra —Senna me dio algunas
instrucciones— dijo ella.
— ¿Oh, sí?
—Tienes que
venir a casa conmigo
Korra se echó a
reír —Ella dijo eso ¿huh?—
—Entre otras
cosas, sí— Asami se mordió el labio, sabiendo que ahora no era el momento de
decirle —No hemos cenado ¿Qué tal si recogemos algo y lo llevamos a casa?
— ¿Estás segura?
—Sí. Tenemos que
hablar— dijo vagamente. Korra la miró durante un largo momento y Asami vio las
preguntas en sus ojos. Le ofreció una sonrisa rápida
—Quiero dormir
contigo esta noche— dijo ella —No tenemos que hacer el amor. Sólo quiero estar contigo
Korra cubrió su
mano con una de las suyas, presionándola con fuerza contra su muslo —No he olvidado
nuestra anterior conversación— dijo ella.
Asami asintió
con la cabeza, relajando la mano, dejando que la calidez de Korra se filtrara
en ella. Después que Korra se aseguró que sus hamburguesas vegetarianas estaban
en el menú del restaurante de comida rápida, escogieron hamburguesas, patatas fritas
y coca-colas grandes, algo que rara vez tenía Asami. Ella se adelantó hacia su
casa mientras Korra recogía la cena. Era una noche agradable, no tan calurosa.
Salió al patio y encendió el ventilador de techo, decidiendo que comerían
afuera cerca de la piscina. Sólo deseaba que la conversación fuese más ligera, pero
no le escondería a Korra las noticias sobre el cáncer de Senna.
Diez minutos más
tarde Korra entró con dos bolsas. Asami tomó una de ellas, oliendo el aroma
adictivo de las papas fritas de la comida rápida. Sacó una de la bolsa, masticándola
con una sonrisa.
—Esto está muy
bueno— dijo ella — ¿Me pregunto por qué no tengo esto más a menudo?
—Porque no es
bueno para ti— dijo Korra mientras robaba una de la bolsa. Echó un vistazo al patio,
que estaba iluminado
— ¿Quieres comer
fuera?
— ¿Te importa?
—Por supuesto
que no. La piscina parece atractiva— dijo ella moviendo sus cejas.
Asami sonrió,
deseando poder olvidarse de todo y...y desnudarse de una vez. Podía imaginarse
la piel reluciente de Korra con el agua cayendo como cascada sobre ella.
— ¿Qué
pensamientos traviesos están pasando por tu mente?
En ese momento Asami
rió —Inmersión al desnudo
La mirada de Korra
sostuvo la de ella — ¿Entonces por qué no lo hacemos?— sugirió ella.
—Tentador...pero
tenemos que hablar— dijo ella guiando a Korra hacia exterior.
Asami temía
haber perdido su apetito, pero un bocado a la hamburguesa la trajo de vuelta con
fuerza —Esto está delicioso— murmuró con la boca casi llena.
—Una vez más, no
es bueno para ti— dijo Korra mientras mordía su hamburguesa vegetariana —No
está mal— dijo ella antes de sumergir una papa frita en salsa de tomate —Ahora ¿de
qué es lo que quieres hablar?
Asami limpió su
boca con la servilleta y luego tomó un sorbo de su bebida. No tenía sentido aplazarlo
—Es Senna— dijo ella. Korra bajó su hamburguesa levantando las cejas — ¿Algo
que te dijo?
Asami asintió.
Korra la miró,
sacudiendo lentamente la cabeza — ¿El cáncer ha vuelto?— supuso ella.
—Lo siento— dijo
Asami en voz baja —Ella dice que lo ha sabido desde hace un par de semanas,
pero no quería decirlo
—Mierda— murmuró
Korra mientras se inclinaba hacia atrás, pasando sus manos por su cabello.
—No me había
dado cuenta anteriormente lo cansada que lucía— dijo Asami —Tendida en la cama
del hospital, lucía casi frágil. Exactamente no me lo contó…— dijo ella —Le
pregunté
Korra asintió —
Sí, ahora que lo dices, últimamente parece muy cansada— dejó escapar un profundo
suspiro —Así que ¿cuándo planea darnos la noticia?
—Imagino que
mañana. No creo que estaba lista para tratar con eso esta noche— se inclinó
sobre la mesa y tomó la mano de Korra —Lo siento Korra. Pero tu madre es una
mujer fuerte. Sólo tenemos que estar ahí para ella y asegurarnos que no se rinda
—Ella ya ha pasado
por mucho— dijo Korra —Ahora que Iroh II y yo estamos aquí, bueno, esperaba que
pudiésemos tener un poco de tiempo con ella
—Korra, esto no
es una sentencia de muerte. Ella lo ha vencido dos veces anteriormente— le
recordó Asami.
—Sí, lo sé. Pero
era más joven. Ahora tiene más de setenta años ¿Aún será lo suficientemente fuerte?
—Si su espíritu
está dispuesto, entonces sí— Asami miró su hamburguesa, entonces dobló el papel
alrededor de ella —Supongo que debí haber esperado hasta después de comer— dijo
ella.
Korra tomó una
papa frita y la mordisqueó lentamente — ¿Ella quería que me lo dijeras?
—No, pero no iba
a escondértelo
—Gracias.
Odiaría ser sorprendida mañana. Supongo que debería dejar que Iroh II lo sepa— dijo
Korra mientras sacaba su teléfono de su bolsillo.
— ¿Por qué no
esperas hasta la mañana?— sugirió Asami —No hay nada que pueda hacer esta noche
Korra vaciló y
luego guardó su teléfono nuevamente —Tienes razón— sonrió ligeramente — ¿Es por
eso que te dijo que debería regresar a casa contigo?
—Sus palabras
fueron: —Cuando vaya a dormir esta noche, quiero saber que mis niñas están
juntas—— se sorprendió al ver una bruma de lágrimas en los ojos de Korra.
—Piensa en ti
como familia ¿lo sabes?
Asami asintió —Sí.
El sentimiento es mutuo. Mientras crecíamos, a menudo deseaba que ella fuese mi
madre— admitió Asami —Siempre fue tan cálida y afectuosa, algo que mi madre nunca
fue
—Cariñosa— dijo Korra
—Siempre fue
cariñosa conmigo. Incluso ahora
Asami se quedó
mirando la piscina, el agua se movía ligeramente haciendo que las luces
destellaran bajo la superficie — ¿Sabes que mi madre nunca me ha abrazado?—
sintió los ojos de Korra sobre ella y se volteó hacia ella —Ni siquiera cuando
era niña. No tengo ningún recuerdo de ella abrazándome
— ¿Tu padre?
Asami negó con
la cabeza
—No. De hecho,
ahora… atravesando el divorcio…es lo más cerca que he estado de él. Por primera
vez, en realidad hablamos— permitió que sus dedos se entrelazaran mientras
cubría la mano de Korra. Asami se encontró con sus ojos —Tú me enseñaste cómo
ser cariñosa— vio como Korra tragaba, al parecer agrupando sus pensamientos.
—Yo...yo estaba
locamente enamorada de ti— dijo Korra —Casi al punto de la desesperación. En
aquel entonces, estaba consumida por eso...por ti— el pulgar de Korra acariciaba
lentamente su mano, fascinándola
—Nunca pude
hacer el amor con nadie...nunca hubo un momento que no pensara en ti, deseando
que fueses tú a quien tocara. Quería que fueras tú. Siempre quise que fueras tú
Korra tenía lágrimas
en los ojos. Asami se levantó y se acercó a ella, tirando también de ella. Korra
siempre había sido la más fuerte. Se preguntaba hasta qué punto la noticia de
su madre estaba afectando ahora sus emociones. Ahuecó su rostro, mirándola a
los ojos.
—Lo siento
Korra negó con
la cabeza
—No. No digamos
que lo sentimos. Ya ha terminado. Está en el pasado. No volvamos a decir nuevamente
que lo sentimos
Asami rozó la
esquina de su ojo, secando una lágrima.
—Quiero...quiero
pensar en el futuro ahora— continuó Korra —Realmente quiero que mi futuro sea
contigo— tomó la mano de Asami y besó la palma — ¿Es demasiado pronto? Estos
últimos cinco o seis meses, he sentido como si hemos llegado a conocernos la
una a la otra de una manera diferente. No como cuando éramos jóvenes y simplemente
queríamos estar juntas. Siento como si he llegado a conocer tú verdadero yo y
que tú has llegado a conocerme— dijo ella —Sé que ahora somos personas diferentes
de la que solíamos ser cuando jóvenes, pero la única cosa que sigue igual...es
que todavía estoy locamente enamorada de ti
Asami secó una
lágrima de su propio ojo —Te he lastimado tanto— puso un dedo a través de la boca
de Korra cuando intentó hablar —Te prometo que nunca voy a hacerte daño de esa
manera nuevamente. Porque también estoy enamorada de ti. Quiero estar contigo.
No tuvimos una vida entonces, pero ahora podemos tener una. Una vida, a la luz,
sin escondernos. También quieres eso ¿no es así?
Korra se inclinó
aún más cerca y rozó sus labios con los de ella —Lo quiero todo de ti
Asami se deslizó
entre sus brazos, atrayendo a Korra en otro beso, permitiendo que se
profundizara, sabiendo que no tenían que darse prisa, sabiendo que ya no había
ninguna restricción sobre ellas. Sintió que Korra levantó su blusa, exponiendo
su piel al aire de la noche antes de que las manos cálidas de Korra se
deslizaran alrededor de ella.
—Quiero hacer el
amor contigo— murmuró Korra mientras sus labios abandonaban la boca de Asami y
se trasladaban hacia su cuello, succionando ese punto sensible que sólo Korra
conocía.
—Sí— susurró
arqueando el cuello y dándole a Korra acceso completo. Gimió cuando las manos
de Korra se deslizaron por su piel, ahuecando sus pechos.
—He soñado
contigo tantas veces— le susurró Korra al oído.
Asami cerró sus
ojos mientras los pulgares de Korra hacían círculos en sus pezones
—No tenemos que
soñar más, cariño— tomó una respiración profunda y luego aquietó las manos de Korra
—Vamos a la cama
***
Asami permaneció
quieta, contradiciendo el nerviosismo que sentía mientras Korra le quitaba
lentamente la ropa. Había pasado tanto tiempo y ya no era una mujer joven. Sus
nervios la superaron y detuvo a Korra cuando estuvo a punto de deshacerse de su
sujetador.
—Ya no tengo
veintiún años— dijo en voz baja.
Korra la miró
fijamente a los ojos, luego se inclinó y la besó suavemente —Eres hermosa, Asami.
Me encanta la mujer en la que te has convertido— entonces Korra le quitó el
sujetador, bajando sus ojos hacia sus pechos. Se alegró al ver como los ojos de
Korra se oscurecían —Eres tan hermosa como lo recuerdo
Esas palabras
alejaron su nerviosismo y alcanzó la camisa de Korra, tirando de ella por su cabeza.
Sus manos se desvistieron a tientas la una a la otra, riendo en voz baja cuando
el sujetador de Korra se enredó en su camisa.
Las sábanas
estaban frescas cuando se acostó, su mirada recorrió el cuerpo de Korra cuando
permaneció de pie frente a ella. Korra siempre había sido un poco más baja que
ella. Viéndola ahora… desnuda…después de todos estos años soñando con ella, se
dio cuenta de lo realmente magnífica que era Korra en realidad.
Tomó su mano,
tirando de ella hacia la cama. Por un instante, tuvo que recordarse a sí misma que
no estaba soñando. Korra estaba allí, en su cama. Estaban a punto de hacer el
amor. Los años se desvanecieron cuando los besos de Korra se volvieron más exigentes
y Asami cedió ante ella, dándole la bienvenida al peso de Korra sobre ella.
Todos los
pensamientos coherentes se perdieron cuando la boca de Korra rozó su pecho, su
lengua lamió su pezón volviéndolo duro como roca.
Gimió en voz
baja mientras Korra jugueteaba con ella, con labios y lengua. Korra finalmente
cerró por completo su boca sobre su pezón, succionando suavemente y Asami gimió
nuevamente, sosteniendo a Korra contra ella temiendo que se detuviera. Había
sido tan terriblemente lejano desde que habían estado juntas, pero lo recordaba
como si fuese ayer.
La piel de Korra
era tan tersa y suave como lo había sido siempre y ahora recorría con sus manos
sobre su espalda, atrayéndola aún más cerca de su cuerpo. Korra empujó sus
piernas distanciándolas y Asami se abrió para ella, sorprendida por la humedad
que sentía entre ellas.
Había pasado
tanto tiempo desde que había estado excitada sexualmente que casi no lo
reconoció. Sus caderas se arquearon involuntariamente hacia Korra.
—Te he echado
tanto de menos— murmuró Korra mientras sus labios trazaban besos a lo largo de
su cuello hacia su boca.
Su beso fue
lento, pero profundo y Asami lo saboreó, dejando que Korra hiciera lo que
deseara, su cuerpo simplemente se estaba derritiendo debajo de ella...todo por
solo un beso. No habían sido los calientes y feroces besos que habían
compartido cuando eran más jóvenes, besos que significaban darse prisa…antes de
ser atrapadas. No había nadie para atraparlas en este momento, no tenían
necesidad de apresurarse.
Pero cuando Korra
bajó su cabeza nuevamente contra su pecho, cuando su mano se movió entre ellos,
la prisa era lo único en lo que Asami estaba pensando.
—Ha pasado tanto
tiempo, Korra— susurró ella —Date prisa
Korra levantó la
cabeza, su sonrisa suave y lenta, sus ojos nublados por el deseo — ¿Qué me dé
prisa? No, cariño. Quiero tomarme mi tiempo— murmuró mientras sus dedos se
deslizaron sin esfuerzo dentro de su humedad, rozando su clítoris, haciendo que
sus caderas se sacudieran.
—Podemos ir
lento la segunda vez— respondió Asami mientras sostenía su mirada —Y la tercera
y la cuarta. Pero en este momento, quiero tu boca en mí
Los labios de Korra
fueron gentiles por su cuenta — ¿Es eso lo que quieres?— murmuró ella.
—Dios, sí—
susurró Asami.
Escuchó como Korra
se quedaba sin aliento ante sus palabras, vio como sus ojos se oscurecieron aún
más. Apenas escuchó el murmullo de Korra
—Entonces eso es
lo que quiero— mientras se movía hacia abajo por su cuerpo. Oh, había pasado
tanto tiempo. Gimió cuando Korra extendió aún más sus muslos. Sus ojos se
cerraron cuando sintió el cálido aliento de Korra sobre ella, cuando sintió el
primer toque de su lengua.
—Korra...sí—
suspiró abriéndose totalmente cuando la boca de Korra se apoderó de ella, su
lengua y sus labios devorándola. Jadeando en busca de aire, apretó con una mano
la sabana y con la otra el hombro de Korra mientras sus caderas se movían
violentamente contra el rostro de Korra. Nadie más que Korra le había hecho
esto a ella. Los recuerdos regresaron rápidamente, recuerdos de dos jóvenes
inventando excusas para besarse, tocarse y por último, hacerse el amor. Dos jóvenes,
aprendiendo la una de la otra y enamorándose cada vez más.
Ahora, como
entonces, Korra sabía exactamente cómo…y dónde…tocarla, llevándola justo al
borde, dejando que creciera y creciera hasta que Asami explotaba. Pero ahora, a
diferencia de entonces, no tuvo que moderar su respuesta, no tenía que temer
ser descubiertas. Arqueó sus caderas nuevamente, sintiendo como Korra la
sujetaba mientras succionaba su clítoris dentro de su boca caliente. Al igual
que todos esos años, su mundo explotó en deslumbrantes colores y gritó, el
sonido procedente de lo más profundo de su alma mientras Korra provocaba su
orgasmo, su lengua sólo se detuvo cuando Asami se derrumbó inerte en la cama.
Sintió como Korra
dejaba pequeños besos en sus muslos, su vientre, sus pechos, su rostro y sintió
como su piel caliente cubrió la suya nuevamente. Sus ojos se abrieron y esbozó
una sonrisa cuando Korra le besó en la boca.
— ¿Estás bien?
—Dios, sí—
murmuró alcanzando a Korra y tirando de ella para acercarla —Te amo—
Korra apartó el
cabello de su rostro, mirándola a los ojos —Te amo, Asami. Siempre te he amado
Asami asintió —Sí.
Siempre— le dio la vuelta, descansando ahora sobre Korra —Se siente tan
increíblemente bien estar contigo— dijo ella —Tenemos la noche para nosotras—
susurró mientras la besaba —Sin interrupciones. Sin toques de queda. Tenemos un
montón de tiempo para compensar
—Puedes tomar
todo el tiempo que quieras, cariño
Asami sonrió
mientras se movía hacia abajo, capturando el pezón de Korra con su boca, los
recuerdos nuevamente regresaron…su suavidad, su olor, su sabor. Sí, todo el
tiempo del mundo. Y tenía la intención de usar cada minuto de él.
Awww por fin :'3
ResponderEliminarsiii al fin se encontraron :3
EliminarSiiiiiii al fin, ya era hora de que se dieran amor musho amor :3
ResponderEliminar(oh Senna no :(
jajajaja si ya era hora que se dieran mucho amorsh :3 que bueno que te gusto. Y si pobre Senna uwu
EliminarO dios mio, lei el primer cap. Ayer y ya no pude parar tremenda historia, estare pendiente de la jueva actualizacion.
ResponderEliminarUna maravisha *-*
jajaja vaya te lo leiste de un tiron eso es un record xD y tanto yo pero mucho más MissLluvia te agradece desde su corazón por leer su adaptación :3 este domingo un capitulo nuevo vendrá :3
Eliminarlo empece ayer y pffff no puedo parar, es una excelente fic, deberian buscar a alguien que lo pueda dibujar, eso seria genial :)
ResponderEliminarsiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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