Esclavitud, Capítulo 26 por Josy1986

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Y si mi gente bella, como ven, hace como dos semanas atrás la ficker Josy1986 actualizó un capítulo de "Esclavitud" y  de verdad ella no ha actualizado porque ha tenido cosas personales que resolver y que aún lucha contra ello, yo espero sinceramente salga adelante de su depre, ya que ella pues lo había dicho en lo último que subió. Aunque aquí subió un capítulo más de su fic, sinceramente no sé cuándo subirá nuevamente pero estaré al tanto gente bella, mientras disfruten el capítulo nuevo.

PD: Se que alguno vieron ya el capítulo JAJAJAJAJA!! y aparte mal traducido :v que pena xD pero realmente creo que apreté mal y le di a publicar y esto realmente se iba a publicar hoy xD no ayer xD realmente disculpen mi gente bella y más a Michelle Barrios jajajaja que ya ella sabe que pasara realmente disculpa uwu





Capítulo 26

Habían pasado semanas desde que salieron de las costas de la ciudad natal de Asami. Semanas habían pasado desde que ella, su esposa, la madre de su esposa y Axis estaban en el mar. Disfrutando del olor marino y la brisa. Lamentablemente, ahora que ellas habían llegado a la ciudad natal de la sureña, la temperatura había empezado a bajar drásticamente. Asami y Yasuko apenas salían de sus habitaciones, acurrucadas con su ropa de invierno. Lo cual no era del todo casi nada. Korra y Axis usaban ese tipo de ropa en cualquier clima y dejaron que las habitantes del Reino Tierra usaran sus ropas si ellas no lo necesitaban. Lo cual estaban muy agradecidas.
Finalmente, Dieciséis días después de haber zarpado, llegaron de vuelta a la capital del Sur. Tonraq, jefe de la tribu del sur, esperaba por ellas en el muelle para recibir a ambas mujeres en casa. Junto con casi toda la ciudad. Estaban felices de darle la bienvenida al Avatar y la Maestra vudú de vuelta a casa. Para sorpresa de todos, otras dos salieron de la nave junto a ellas. Tonraq se sorprendió, junto con el resto de las personas que estaban allí. Cuando Korra le explicó la situación, se rió, pero se inclinó gentilmente antes ambas mujeres Sato.
Los demás que estaban presentes se pusieron sobre sus rodillas y también se inclinaron. Dejando tanto a Asami como Yasuko sin habla. --"Su-supongo que están muy felices de que hayas vuelto Korra."-- Asami tartamudeó y se sentía nerviosa. Aferrándose al brazo de su esposa.
--"No están inclinándose ante a mí... sino para ti."-- Dijo con una sonrisa llena de orgullo.
--"¿Qué? ¿Por-por qué?."-- Ahora ella deseaba simplemente poder desaparecer.
--"Saben lo que va a suceder durante la Luna de Sangre... tú llevas a mi hijo. El hijo de un Avatar."-- Ella pasó un brazo alrededor de su esposa nerviosa y rió suavemente. --"Por lo visto, eso es algo ... no te preocupes, todos son inofensivos. Ahora, sólo te adorarán constantemente y cederán a todas las órdenes que les des."--
Asami no estaba segura de si su esposa estaba bromeando o no. Cualquiera que fuese el caso, seguiría a su suegro y al resto de la comitiva. Tonraq montó a su Búfalo Yak. Una enorme bestia que era casi tan alto como lo era él. Axis saltó hacia la silla de montar de su Búfalo Yak y ayudó a Yasuko a subirse también. La mayor de las Sato se colocó detrás de su joven amante más y se sostuvo a la sureña. Tanto Korra como Asami se montaron sobre el lomo de Naga. La heredera en la parte delantera. Para que todas las miradas la vieran. Ella había tratado de protestar, pero el Avatar quería mostrar a su esposa y a quien le pertenecía. Cuando eso sucedió, la gente se inclinaba ante ambas. La sonrisa en el rostro de Korra sólo se hizo más grande. Una mano se posó sobre el abdomen de Asami y la otra se aferró a riendas de Naga mientras se dirigían al palacio real.
En cuanto pasaron las puertas de la ciudad, el camino armonizaba con las puertas del palacio. A medida que lentamente avanzaban, pasaron por todo tipo de tiendas y edificios. Uno de los cuales llamó la atención de Asami hacia ella. "¡Ohhh ... una tienda de herrería...!" Murmuró con entusiasmo.
Por el andar de Naga, Korra se agitaba ligeramente de su posición. Su mirada se posó  sobre su esposa, quien la estaba viendo. --"Tenemos muchos aquí, sí... Crean nuestras armas."-- Ella dijo con orgullo.
--"¿Podemos ir a verlos? ¿Por favor? ¿PorfavorPorfavorPorfavor?"-- Girando su mirada sobre su hombro viendo a Korra, que parecía sorprendida al principio, pero ella rió suavemente ante la reacción de Asami.
--"¿No tienes frío?"--
--"Yo... bueno."-- La realidad la trajo de vuelta otra vez y un escalofrío se propagó por todo su cuerpo. --"Sí, un poco…"--
--"Un poco mucho... si ..."-- Korra besó detrás de la sensible oreja de Asami. --"Vamos buscar calentarnos ... y buscarte algo de ropa decente y entonces podemos ir recorrer la ciudad. ¿De acuerdo?"--
Asami se frotó contra ella más cerca y asintió. --"Suena perfecto. Por un momento, casi olvido de donde era . ¿Ya no tienes frío?"-- Ella se rió por lo bajo, pero, no obstante, se estremeció. Incluso con toda la ropa extra que llevaba.
Pasaron por muchas otras tiendas donde los comerciantes vendían sus productos como alimentos, ropa, armas, armaduras, etc. Incluso desde lejos, Asami pudo notar la calidad de las armaduras y las armas de los guardias que caminaban por la ciudad, era bastante pobre. En realidad, ella nunca había se había hecho una espada o una pieza de armadura, pero estaba segura que conocía sobre el tema y que sin duda sabía de cómo suponer que debía parecer un producto de buena calidad. Sin embargo, ahora no había nada que pudiera hacer al respecto. Simplemente hacía demasiado frío como para ella pudiera hacer algo.
Finalmente, después de que habían cruzado las puertas que daban hacia los jardines del palacio real, fueron recibidas por Senna y un pequeño ejército de sirvientes. Empezaron a ayudar, llevando todo el interior, mientras que Senna se acercaba a su hija y su nuera. Llevaba una amplia sonrisa en su rostro. --"Bienvenidas al Sur."--
Los ojos de Asami se abrieron sorprendidos. Se acordó de lo bien que Korra dominaba su idioma cuando se conocieron. Aparte del pequeño acento... Senna hablaba su idioma bastante bien.
--"Madre, has estado practicando!"-- Dijo alegremente Korra y una vez que saltó de Naga, ayudó a bajar a Asami. Una vez que su esposa quedó firmemente sobre el suelo cubierto de nieve, Korra se giró y abrazó a su madre.
Senna dejó escapar un gemido dolorido cuando su hija la abrazó fuertemente. --"Cariño... necesito mis costillas por mucho más tiempo..."-- Quejándose de manera bromista y suspiró de alivio cuando el Avatar finalmente la soltó.
--"Lo siento ..."-- Ella dijo con timidez, frotando su nuca con una sonrisa nerviosa en los labios. --"Uh ... hay alguien que quiero que conozcas ..."--
Senna le sonrió juguetonamente y levantó una ceja llena de curiosidad. Sus ojos azules se movieron hacia Asami.
Korra se acercó junto a su esposa y le pasó un brazo alrededor de su cintura. --"Yo ... esta es Asami Sato..."-- Ella tragó saliva. Sus nervios estaban parecían aumentar en ella. --"Ella ... ella es mi esposa."-- Ambas jóvenes se sonrojaron. Las manos de Asami se posaron sobre Korra mientras esperaban la reacción de Senna.
Su respuesta fue una risa ligera. --"Bueno, ya era hora de que la reclamaras, querida... ha hablado sobre ti mucho más del tiempo en que has estado aquí."-- Ella se acercó a ambas. Sus brazos rodearon ambos cuerpos y las acercó contra el suyo en un cálido abrazo. --"Bienvenida a la familia querida. Lamento que mi hija le tomara tanto tiempo aceptar sus sentimientos. Ella sacó eso de la familia de su padre.
--"¡Te he oído!"-- Las tres mujeres se rieron después de escuchar la voz fuerte de Tonraq.
--"Padre, también has practicado. Ha mejorado mucho. ¡Ambos lo han hecho!"-- Korra dijo con entusiasmo después de que fueron liberadas de los brazos de Senna.
--"Mhn-mhn... Seguro que si querida. Aunque tu padre necesito un poco más... de estímulo que yo".-- Ella rió y se movió ligeramente hacia un lado. --"Pero basta de eso... Ven, vamos a entrar. Tu esposa está congelándose y convirtiéndose poco a poco en una estatua de hielo. No te preocupe por tus pertenencias. Mis sirvientes llevará todo a tu aposento."--
Asami murmuró un suave gracias a su suegra. A pesar de que ella no estaba segura de si la hubiera oído eso entre dientes. Una vez que estuvieron dentro del palacio, la temperatura era mucho mejor. La heredera al instante cálida, agradeciendo de que el fuego hubiera sido encendido Miró hacia atrás y vio que su madre y Axis desaparecieron en dirección diferente. --"¿A dónde ... van?"--, Preguntó ella, mientras aún seguían a la esposa del jefe.
--"Creo que Axis se llevará a tu madre a su aposento."-- Dijo ella y le sonrió a la belleza pálida. --"Así como yo te voy a llevar a mis aposentos privados. Todas nuestras cosas están ahí. Podemos arreglarnos y podemos cambiarnos con algo que encaje con nuestro clima."--
Asami sonrió y rodó sus ojos ante la broma. --"Sí, sí tengo frío... Pues lamento no ser una patea trasero y una diosa guerrera que siempre esta cálida."--
Ambos oyeron la risa Senna ante la declaración de Asami. --"¿Diosa? No... patea traseros y siempre es cálida, Si."-- Ella se había detenido frente a una enorme puerta de roble. --"Estoy segura de que una diosa siempre mantendría sus aposentos ordenado ... en lugar de tener a los sirviente haciéndolo por ella."--
Korra se sonrojó y bajó la mirada hacia el suelo de mármol. --"Gracias mamá ... cielos..."-- Asami se echó a reír ante la reacción de su esposa.
--"Bienvenida querida... Las veré luego a ambas en la cena. Mientras tanto, descansen. Tome un baño bien merecido. Las criadas deberían estar preparados con ello ahora."-- Ella les dio a ambas una leve inclinación con la cabeza antes de salir, dejando a ambas jóvenes solas una vez más.
Asami estaba a punto de decir algo, pero todo lo que hizo fue dejar escapar un grito alto cuando Korra la recogió en sus fuertes brazos. --"¡Korra!"-- Gritó, sus brazos rodearon el cuello de su esposa para no caer.
--"No te he llevado a mi aposento aún como debería hacerse. Es una tradición de matrimonio."--
Asami le sonrió. --"¿Eso no es después de la noche de bodas...? Antes de... ya sabes."-- Ella tenía una sonrisa divertida en sus labios que sólo parecía aumentar cuando el rostro de Korra se volvió de un rojo brillante.
--"Bu-bueno, no... quiero decir ... esto es ... yo estaba..."-- Ella balbuceó. Incapaz de formar una frase apropiada que tuviera sentido.
--"Sólo estoy bromeando cariño..."-- Asami le aseguró a su esposa y besó la punta de su nariz. --"Me encanta la facilidad con la que puedo hacerte sonrojar."-- Ella rió, mientras que finalmente entraron en la gran sala. Era exactamente como lo había esperado Asami que pareciera. El suelo y las paredes eran de mármol. Bellamente decorado, un enorme armario de roble yacía a la izquierda. Lo suficientemente grande como para albergar a varios adultos. Una mesa hecha de la misma madera y al igual que su decoración, que estaba a la derecha cerca de una ventana. Había varios pergaminos que sobresalía de un gabinete especial. Una pluma y un pequeño tintero eran los únicos otros elementos que estaban sobre la superficie de madera. El fuego estaba encendido en la chimenea de mármol que estaba directamente a la derecha de la mesa. Calentando toda la habitación. Había varias pieles en el suelo y algunas en la cama. El mayor mobiliario que se encontraba en la habitación enfrente de la pared cerca de la puerta.
Al lado del armario grande estaba otra puerta. --"¿A dónde conduce esa?"-- Asami preguntó con curiosidad una vez que Korra la había colocado sobre la cama.
--"Esa lleva a nuestro baño privado. La cual será nuestra próxima parada."-- Dijo Korra con una sonrisa. --"Mi madre dijo de que las criadas deberían estar preparadas ahora. Así que vamos a ver si estaba en lo cierto, ¿de acuerdo?"--
Asami estuvo de acuerdo y juntas, entraron por la puerta que daba a la zona de baño. No había ventanas. Sólo unas pequeñas aberturas cercana al techo para que el vapor pudiera escapar cuando fuera demasiado. Había cuatro criadas que estaban de pie y se precipitaron hacia donde estaban ambas, quienes apenas acababan de entrar. Tres mujeres ayudaron a Asami a desnudarse mientras que solamente una se centraba en Korra. La heredera parecía bastante incómoda que tres mujeres desconocidas la ayudaran a quitarse la ropa, pero cuando vio cómo actuaba Korra y vio su cálida sonrisa, se sintió menos nerviosa.
--"Me parece que necesito acostumbrarme a muchas cosas, ¿no es así?"--, Preguntó ella, mientras su vestido caía sobre el suelo.
Korra le hizo un guiño esposa y movió ligeramente su cabeza. --"Lo harás... y lo siento, debí decirte que esto sucedería. Estoy acostumbrada a todo esto. Debe parecerte lo bastante extraño que me veas ser desnudada."--
Asami no pudo evitar que una sonrisa que se formara en sus labios mientras observaba a Korra ser desnudada. Sus ojos se deslizaron sobre la piel morena. --"No me importa ... verte desnuda mientras ellas lo hacen todo."-- Dijo ella, haciéndole un guiño al Avatar.
Korra dejó escapar una carcajada ante eso y se movió rápidamente hacia donde estaba su esposa una vez que estuvo completamente desnuda. --"Oh, no tienes nada que preocuparte Asami. Sólo tengo ojos para ti."-- Ella rió y ayudó a quitar los zapatos a Asami. Era todo lo que llevaba hasta este punto. Korra se apoyó sobre su rodilla delante de la heredera y uno por uno quitó el calzado de ella. Las blancas manos se posaron sobre sus fuertes hombros mientras ella estaba agachada, pero una vez terminado se puso de nuevo de pie, aquellas manos se movieron de sus hombros. Pasando por sus pecho, por las caderas y que se deslizaron desde las caderas de Korra hasta la parte baja de la espalda de ella, donde se detuvieron.
--"Vaya, gracias Avatar Korra... Raava sabía que yo lo que hubiera hecho si no estuvieras aquí para ayudarme a quitar los zapatos."--
--"Entonces te tendría que haber ensuciado el agua con esos zapatos sucios mi amor."-- Ella rió y besó los labios de Asami con ternura. --"Ven ... entra al agua. Entraras en calor enseguida."--
Ambas caminaron hasta el borde del baño y posaron sus pies sobre las escaleras de mármol que las llevaría dentro de las aguas cálida. El suelo del baño entero estaba tallado de mármol y era lo suficientemente profundo que podían sumergirse bajo sus aguas, si así ambas lo deseaban. Permanecieron cerca de las escaleras y ambas estaban cara a cara. Sus brazos estaban rodeando el cuerpo de la una a la otra. Abrazadas lo más cerca que pudiesen. Asami apoyó su cabeza sobre el hombro de Korra. Besa la piel desnuda. --"Te amo, Korra..."-- Ella susurró y dejó escapar un suspiro retenido dentro de ella.
Korra trazó una caricia sobre la espalda de Asami. Ronroneando suavemente. --"Yo también te amo..."-- Ella se retiró un poco, lo suficiente para presionar sus labios una vez más en contra los rubíes. Asami inhaló profundamente por la nariz. Sus manos se alejaron y se trasladaron hacia la cabeza de Korra. Sus dedos se enterraron en el cabello corto y húmedo mientras el beso se profundizó. La belleza pálida dejó escapar un suave gemido desesperado cuando su lengua chocó con la de Korra. Las semanas en el mar habían sido más que una tortura. Habían tenido solamente algunos momentos privados y después de haber hecho el amor una vez, nunca había ocurrido otro momento así nuevamente. Ahora, ambas tenían todo el tiempo y la privacidad del mundo. Las criadas ya se habían ido. Las ropas limpia ya habían sido dejadas cerca, aunque Asami dudaba de que ambas lo iban a necesitar. Una ansia se elevaba dentro de ella. Era el hambre que sentía hacia su esposa. Korra. Quería tocar, mordisquear, besar y lamer cada centímetro del cuerpo de su esposa. Y estaba decidida a hacer que eso sucediera.
--"Te deseo..."-- Su voz era ronca. Empapada con aquellos deseos que ardían dentro de su cuerpo. Sus labios besaban la piel del cuello de Korra.
Se estremeció de placer al sentir esos suaves labios besar aquel punto tan sensible. --"Va-vamos a terminar... y entonces ..."-- Miraba a su esposa a los ojos. Tanto sus ojos y los Asami de casi parecían estar oscuros. El deseo era claro en ambos pares.
Asami asintió febrilmente y ambas se ayudaban mutuamente para terminar de lavarse la una a la otra, mientras intercambiaban besos y aquella anhelada ganas de tocarse la una a la otra. Finalmente, después de unos minutos de tortura, ambas regresaron de nuevo a la habitación de Korra. Asami empujó Korra sobre la cama y se montó a horcajadas sobre ella. Sus cuerpos desnudos se presionaban muy juntos como Asami dominaba por primera vez.
A Korra le encantó ese cambio en su esposa. Disfrutando de esta nueva faceta al máximo mientras hacían el amor. A pesar de que Asami tenía ambos brazos inmovilizados sobre la cama justo por encima de su cabeza. Los labios rojos rodearon un pezón oscuro y la otra mano de Asami estaba enterrado entre sus muslos. Los largos y elegantes dedos se movieron hacia el sensible clítoris de Korra. Su espalda estaba arqueada, su cabeza estaba echada hacía atrás, presionada contra la almohada mientras gritaba el nombre de su esposa.
Su cuerpo se estremeció de placer mientras Asami continuaba moviendo sus dedos de manera a circular sobre su palpitante clítoris. --"A- Ah ... Asami ..."-- Ella comenzó a mover sus caderas al mismo ritmo que el dedo de Asami se movía. --"Oh ... Ohhhh ..."-- Otro oleada hizo que ella se acercara al borde del placer. Todo su cuerpo lo sentía tan pesado pero le sonrió a su esposa que parecía estar flotando sobre ella. --"Wow ... Sami"-- Logró pronunciar antes de que Asami reclamara sus labios una vez, dando un profundo beso.
A pesar de que ella había drenado bastante energía, se las arregló para hacer rodar a ambas. Con ella sobre Asami, sosteniendo su caderas. Colocándose cómodamente entre sus piernas blancas, su centro se presionaba firmemente contra el de Asami. Los jadeos y gemidos que ella escuchaba era como música para sus oídos. --"Tú... pareces insaciable ... mi amor ..."-- Ella gimió y ligeramente cambio de posición. Su sexo se presiona aún más firme contra el de su esposa. --"Va-vamos a ver... si pu-puedo... ayudarte con e-eso ..."-- Ella gimió antes de decir esas últimas palabras mientras comenzaba a mover sus caderas vigorosamente. Gritos de puro de éxtasis y placer llenaban la habitación mientras ellas continuaban haciendo el amor continuó hasta que llegara la hora de servir la cena.

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4 comentarios

  1. No puede ser cuanto nos falta para el siguiente capitulo??? nooooooooooooooo.......

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  2. No puede ser cuanto nos falta para el siguiente capitulo??? nooooooooooooooo.......

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  3. Acabo de acabar de leer este capítulo ya aplazado casi un año desde que se publicó cuando sale el siguiente

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  4. Quería mucho que siguieran publicando, es una buena historia. Gracias por traducir.

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