Resumen: A veces buscando
la solución, solo haces que el problema empeore.
Trilogía Buscando el equilibrio: II Recaída
Capítulo 5 - Korra ¿Solitaria?
--"Naga"--, susurró Korra, aun con su cabeza
dándole vueltas.
Ella gimió cuando pasó sus piernas fuera del sofá.
--"Tranquila, chica"--. La mano de Lin estaba
sobre sus hombros. --"Sé que eres dura, pero acabas de ser golpeada con un
dardo paralizante."--
Korra sacudió la cabeza. --"Te-tengo que ir a ver a
Naga"--. Miró hacia el sofá frente a ella, y solo Mako y Bolin estaban
sentados allí. --"¿Alguien puede ir a ve-ver a Naga?"--
--"Estoy segura de que tu mascota está bien,
Korra"--, le ofreció Su, pero Korra de todos modos lentamente se puso de
pie.
--"Ellos la atacaron con tres dardos
tranquilizantes. Ellos..."-- La habitación dio giros a su alrededor y Korra
alcanzó a sostenerse al brazo del sofá.
Una vez más, Lin en un instante la estaba conteniendo. --"Es necesario que te acuestes.”--
--"Descansaré en mi habitación"--. Korra se
sacudió mientras avanzaba tambaleante hasta la puerta.
--"Puedo ayudar"--, dijo Mako mientras se
levantaba.
Korra le devolvió la mirada. --"No"--. Ella le
hizo caso omiso, --"Estoy bien. Iré a la cama y ustedes... gra-gracias por
salvarme"--. Les dio una genuina sonrisa, a pesar de que toda la
preocupación por lo que había ocurrido esa noche se estaba descomponiendo en su
intestino. --"Les debo demasiado".--
Bolin negó con
la cabeza. --"No, no lo haces"--
No había más que decir, más gracias que dar, y Korra
utilizó la pared para mantener el equilibrio mientras se retiraba a su
habitación para comprobar cómo estaba su mejor amiga.
Le asustaba como todo había ocurrido tan fácilmente.
Como cuatro personas detuvieron toda la guardia de Zaofu y casi la raptaron
¿Qué tan poderosos eran esos maestros? Parecía que tenían trucos bajo la manga.
Ella nunca había sido incapacitada tan rápidamente como la había dejado ése
dardo.
Podía sentir la quemadura donde había sido pinchada su
pierna. Estaba enfadada, asustada y cansada. Todo lo que quería era acurrucarse
con Naga y volver a dormir.
Cuando llegó a su habitación, lo primero que vio fue
la cola de Naga moviéndose ligeramente. Ella todavía estaba en el suelo, pero
la vista de su cola en movimiento hizo que Korra se sintiera mucho mejor.
--"Naga"--, la llamó mientras tropezaba hacia el
interior de su habitación. Lo siguiente que vio fue a Asami, vestida con su
ropa de noche color rosa, sentada en el suelo junto con Naga mientras frotaba
su pecho. --"¿Asami?"--
Ella miró a Korra con una sonrisa. --"Eh, si...
Cuando tú la mencionaste, yo... yo vine de inmediato a ver cómo estaba"--.
Hubo una timidez en su voz que provocó que el corazón de Korra se hinchara. --"Ella acababa de salir, ahora que lo pienso. Está un poco asustada
pero-"--
Korra reorientó su mirada hacia Naga y se arrodilló en
el suelo junto a ella. --"Hey chica"--, le susurró tan suave como pudo.
Esto hizo que la gran perra-oso polar moviera lentamente su cabeza hacia donde
estaba su amiga. Con un profundo suspiro, Korra apoyó la cabeza hacia abajo en
la piel de Naga y la abrazó. --"Gracias, Naga. Vamos a atraparlos la próxima
vez, lo prometo".--
--"Me alegra que estés bien"--, dijo Asami,
recuperando la atención de Korra. --"Fue... aterrador... verlos contigo así.
Creo que subestimamos al Loto Rojo"--
Un estremecimiento recorrió a Korra, ellos
absolutamente lo habían hecho. --"Creo que tienes razón"--, dijo
suspirando con cansancio. --"Lo resolveremos"--. Mientras retrocedió a
sentarse de nuevo, su pierna volvió a arder.
--"Tranquila"--, dijo Asami riendo entre dientes
mientras agarraba el hombro de Korra. --"No seas un héroe"--
Korra sonrió. --"¿No lo has oído? Soy el
Avatar"--
--"¿Qué?"-- Asami jadeó de una forma dramática. --"¿Lo eres? ¡Pensé que serías más alta!"--
--"¡Hey!"--, Korra goleó con fuerza el brazo de
Asami. --"Eso fue un golpe bajo. Fui atacada esta noche"--
La sonrisa de Asami vaciló un poco, pero un momento
después se recompuso. --"Bueno, sin duda alguna ese dardo no afectó tu
humildad"--
--"Humildad"--, Korra la ignoró con una sonrisa. --"Eso es para gente normal"--
De repente, Naga comenzó a moverse en el suelo y se
puso de pie. Korra le ayudó un poco, pero Naga pareció recuperar su fuerza mucho
más rápido que ella, y en un momento estaba de pie agitando todo su pelaje.
Naga lamió el rostro de Korra. --"¡Tranquila
chica!"--, rió Korra antes de envolver sus brazos en el cuello de Naga. --"Uf, me alegro que estés bien"--. Esta noche había cambiado tan rápido.
Se había ido a dormir y de repente había sido raptada y... Korra sabía lo que
habría ocurrido si ellos se hubieran salido con la suya.
Una ola de miedo, espesa como el humo, se apoderó de
ella y se volvió muy consciente de que Asami estaba allí de pie.
--"Debería volver a la cama, las dejaré a ustedes
dos-"--
--"No"--. Korra se puso de pie. --"Podrías...
quiero decir... no tienes que hacerlo"--. Ahora le era muy difícil mirar a
Asami a los ojos. ---"¿Te importaría quedarte conmigo? Después de todo, tengo
un poco de-"--. No quería admitirlo. Ella era el Avatar, no se le tenía
permitido sentir miedo. Asami vaciló, y cuando Korra tuvo el valor de mirarla
ella parecía tan incómoda como se sentía Korra. --"Olvídalo, eso fue...
raro. Por supuesto que no quieres dormir en la cama conmigo. Solo fingiré que
no he dicho nada".--
--"Me quedaré"--, dijo Asami, aunque su voz aun
sonaba insegura. --"Yo... yo solo-"--, Asami miró a su izquierda. --"La ventana tiene un agujero. Voy a necesitar estar bajo las mantas"--
Korra rió. --"Podemos compartir las mantas"--.
Repentinamente Asami estaba ruborizada, y Korra se dio cuenta de lo que había
dicho. --"Quiero decir... puedes tenerlas. Tenía calor de todos modos. Puedo
dormir sobre las sábanas"--. Ella sacudió su cabeza. Esto estaba yendo cada
vez más mal. --"Tú sabes, no sucederá nada si no quieres. No soy una pequeña
chica, puedo manejar esto por mi cuenta"--
--"Sé que puedes"--. Asami se acercó y puso sus
manos sobre los hombros de Korra. --"Eso no significa que debas
hacerlo"--. De pronto, Korra fue muy consciente de la forma de los labios de
Asami, de cómo estos resplandecían y se desvanecían a la luz de la luna, como
era la sensación de los dedos de Asami contra su piel. Era como si todos sus
sentidos hubieran aumentado, --"Vamos"--. Asami se alejó, rompiendo el
trance en el cual estaba Korra. --"Vamos a dormir. Mañana será un largo día
interrogando a los guardias"--
--"Si"--, dijo Korra dando una mueca. --"Tenemos que lidiar con ese extraño tipo Aiwei"--
Asami rió entre dientes mientras se sentaba en la
cama. --"¿Quieres decir que no te agradan esos tipos con perforaciones en
sus oídos y con piercings?"--
--"No"--, Korra se rió rodando los ojos. --"Espíritus, no. Si alguna vez llegó a sugerirlo, deberás darme un puñetazo
en el rostro"--. Mientras se acostaba al lado de Asami, Korra no podía parar
de preguntarse de por qué estaba tan nerviosa.
Cuando el silencio cayó sobre el cuarto, Asami se dio
vuelta para quedar frente a Korra. --"¿Estás bien?"--
--"¿Honestamente?"--, Korra cerró los ojos y
dejó que la vulnerabilidad la dominara. Ella no sería capaz de hacer nada esa
noche. Tenía que ser fuerte, tenía que ser el Avatar. "En realidad no.
Yo... no sé qué es lo que se viene, pero con todo esto y con todo lo que Tenzin
y Lin me han dicho, da... un poco de miedo.
Asami sacó su mano fuera de la manta, cogiendo la de
Korra. --"Vas a estar bien, Korra. Eres fuerte, inteligente y tienes todo
nuestro apoyo. Hemos pasado antes por esto, y vamos a salir de nuevo"--
--"Tienes razón. Gracias, Asami. Por... por ser mí
amiga. Mi mejor amiga"--, ella sonrió. --"No se lo digas a Naga"--
****
Hoy fue un mal
día.
Lo que lo hacía
peor, era que Korra no podía ni siquiera entender por qué se sentía tan mal.
Asami había
pasado la mayor parte de la mañana tratando de hablarle. Ella estaba agradecida
de que Asami la conociera lo suficiente como para dejar de tratar de intentarlo
después del cuarto --"estoy bien".--
Ella se
sentía... distante.
Algunos días
eran como ése. Korra despertaba y lo único en que podía pensar era en lo
terrible que era todo. Su mente se ponía a repetir el dolor de ser herida, la vergüenza
de su confinamiento a la silla de ruedas. Ella no había sido capaz de llevarse
a sí misma hacia el baño, no pudo lavarse por sí misma. Asami había limpiado
todos sus líos y la había visto llorar tanto ¿Por qué Asami seguía con ella?
¿Por qué no estaba con Mako o con alguien de alta categoría como el General
Iroh? ¿Con alguien más fuerte, alguien que pudiera darle mejor vida que esto?
Cuando las
lágrimas comenzaron a asomarse de nuevo, Korra las maldijo. Esto era todo lo
que odiaba: el llanto y la debilidad interminable. Ella solo quería sentirse
mejor. Tenzin estaría ahí en tres días y ella seguía estando así, tumbada sobre
la cama lista para tomar una siesta solo para poder estar sola al mediodía.
¿Por qué ella no
podía estar bien? Estaba tan emocionada con la visita de Tenzin y finalmente
ella estaba lista para volver a la ciudad. Era por todo lo que había trabajado
en el último año y medio. Para volver a ser quién era. Más fuerte, rápida y
mejor que nunca.
Tal vez ésa era
la parte más confusa de días como ese. Ella estaba feliz y emocionada, sin
embargo... de repente se despertaba con una sensación de vacío y tristeza. Sin
ninguna razón en particular.
Se había sentido
enferma la mayor parte de la mañana, con el estómago retorcido en nudos y con
un dolor en su espalda que amenazaba con incapacitarla. Pero no había nada en
su espalda; sabía que estaba curada. Podía correr y ejercer su poder, pero
algunos días podía sentir como su cuerpo era golpeado sobre aquella montaña.
Como si su cuerpo acabara de ser destruido por el hombre desquiciado.
--"¿Toc
toc?"-- Korra suspiró al oír la suave voz de su madre. Volvió la cabeza
hacia un lado y vio a Senna parada en la puerta con un plato con algo. El vapor
se vertía desde la parte superior de la misma. --"Te traje un poco de
guiso".--
Korra cerró sus
ojos y se obligó a no hacer ruidos de molestia. Apreciaba la acción, pero todo
lo que quería era estar sola, estar lejos de todo el mundo para que no trataran
de hablar con ella o que le preguntaran cómo se encontraba.
--"Gracias"--,
le dirigió, empujándose hacia arriba para sentarse con la espalda apoyada en la
almohada. Senna le entregó el plato y aguardó. Korra pensó que podría haberse
ido de no haberla estado mirando, así que se quedó observando el guiso como si
éste le estuviera contando historias.
--"¿Estás
bien?"--
¿Me veo bien?
Ella asintió
lentamente. --"Estoy bien. Solo estoy un poco cansada"--
La mano de Senna
comenzó a acariciar su cabello. --"Ok, si estás segura. Asami se ofreció
para arreglar la habitación para Tenzin y Jinora-"--
--"¿Viene
Jinora?"--, lo único que Korra sabía era que sólo venía Tenzin.
--"Claro"--.
Su madre sonrió cuando Korra finalmente la miró. --"Al parecer, ella ha
estado haciendo todo estupendo desde que se convirtió en una maestra de aire
control y Tenzin quiere que ella venga para que te vea entrenar. Les ayudará a
evaluar cómo vas".---
Las pocas ganas
que Korra tenía por conversar, murieron con esas palabras. ¿Evaluar dónde estoy? ¿Quiénes eran ellos para evaluar donde ella estaba?
Sabía dónde estaba su cuerpo.
¿Es por eso por lo que has estado todo el día en cama
en dolor?
Korra colocó el
plato en su regazo. --"Gracias por la comida, mamá"--
El suave afecto
que había estado recibiendo se detuvo ante su tono frío de voz. Korra se
sobrecogió un poco. Ahora estás dañando a
tu madre.
Senna se levantó
y se llevó las manos a su costado. --"Yo uh... estaré en la cocina por si me
necesitas para algo"--. Su voz sonaba molesta. Korra quiso saltar de la cama
y abrazarla.
Pero en cambio,
se quedó allí, siendo tan inútil como siempre.
Cuando su madre
se fue, Korra dejó el plato sobre la mesa junto a la cama y recostó su cabeza
hacia atrás. Era fácil olvidar lo lejos que había llegado. Días como hoy no la
hacían sentir muy fuerte, pero por lo menos ya no estaba postrada en la cama.
Ya no. Podía levantarse y correr, ir a buscar a Asami y bailar con ella. Ahora
podía hacer muchas cosas.
Si tan solo su
espalda dejada de doler.
No es real.
Korra se
enderezó y extendió su mano. Muéstrate
cuán bien estás. Lo hizo, encendiendo una llama en su palma y
sosteniéndola. Hubo un tiempo hace un año cuando ella apenas podía mostrar una
chispa para encender una vela. Ahora podía mantener esa llama y hacer aún más.
Esta creció en
la mano, cada vez más alta. Ella volvió su mano hacia adelante y extendió el
fuego a la pared del fondo. Mirando por encima del plato de sopa, ella movió su
otra mano y la cuchara salió desde el plato hacia su mano. Podía manejar
múltiples elementos. Podía hacer todo lo que había hecho antes.
Extinguiendo la
llama, Korra dejó la cuchara y cruzó las piernas sobre la cama, apretó sus
puños y dio un largo y profundo suspiro. Si pudiera aclarar su mente, tal vez
podría encontrar el estado Avatar de nuevo.
Antes del
veneno, entrar en el estado Avatar se sentía tan natural. Era como una
extensión de la meditación. Podía desbloquear todo ese potencial, hacer que su
cuerpo realizara tantas cosas. Podía controlar los elementos a voluntad,
combinarlos para obtener aun más poder. Podía volar con fuego en sus pies y
cortar montañas por la mitad.
Enfócate, Korra. Recuerda la sensación. Sé libre y
deja que fluya a través de ti. Tú eres el Avatar. Eres fuerte, llevas siglos de
poder dentro. Desbloquéalo. Puedes hacerlo. Puedes-
De repente, no
podía respirar. Había una bola de aire alrededor de su cabeza. Sus brazos no se
movían, su espalda estaba gritando de dolor y sus piernas se sentían
entumecidas.
El pánico
comenzó a asentarse. Estaba sola y había acabado de enviar a su madre lejos, y
ahora no podía respirar. Su garganta se estaba cerrando y su visión estaba
empezando a oscurecerse. Todo lo que podía sentir era el dolor y la desesperada
necesidad de respirar.
Al caer de
espaldas en la cama, Korra llegó a ciegas sobre el plato de sopa. Se agarró de
él, con el contenido de éste quemándole la mano. Con toda la fuerza que tenía,
Korra tiró el plato a la pared a su derecha y un estrepitoso sonido llenó el
ambiente.
Todo comenzó a
desdibujarse y sui foco se desvaneció dentro y fuera.
--"¡Korra!"--.
Era su madre.
--"…My only
sunshine, you make me happy, when sky are grey"--. Alguien estaba cantándole.
Se sentía como si fuera una niña otra vez sentada en los brazos de su madre,
envuelta en una gran manta de piel. Ellas esperaban a que su padre volviera de
cacería y durante esos días salían de la casa para sentarse afuera y esperar a
su regreso.
Su madre ese día
siempre cocinaba la comida favorita de su padre y se pasaban toda la noche
escuchando historias de lo que él había visto y eso era muy divertido. Esas
fueron las memorias que Korra tuvo antes de que todo fuera tan complicado.
Antes de que ella controlara el fuego y la tierra, y se metiera en esta vida.
Eran buenos
recuerdos. Recuerdos de una vida que deseo de vuelta.
--"Oh, espíritus.
Korra"--. La aterrada voz de Asami de repente se escuchó muy cerca. Sintió
un par de labios presionando contra su mejilla y el canto continuó.
Un momento más
tarde, Korra sintió que la levantaban.
Apenas podía ver
a Asami, a esos ojos verdes que brillaban a través de la niebla a su alrededor.
Korra estaba tan
cansada. Solo quería dormir.
Lo siguiente que
sintió fue una sensación muy fría en la frente. Era tan acogedor que Korra
sintió que sus pulmones se estaban abriendo. Tomó amplias respiraciones, con
ganas de juntar tanto aire como le fuera posible. Con cada respiración que
daba, el mundo parecía volver a centrarse.
Su madre estaba
frente de ella. Korra podía ver su cálido rostro observándola con preocupación
mientras presionaba un paño sobre su frente.
Fue entonces
cuando Korra se dio cuenta de que estaba sentada en el cerrado asiento del
inodoro. El reconocimiento del entorno debió haber sido notable porque los ojos
de Senna comenzaron a brotar mientras sonreía.
--"Cariño
¿puedes oírme?"--
Ella asintió,
apreciando cada respiración que daba. --"S-sí. ¿Qué pasó?"--
Hubo una
repentina presión en su mejilla y miró por encima para ver que Asami la había
besado. --"Tuviste un ataque de pánico. Estás bien", le dijo con una
suave y temblorosa voz. "Estas bien ahora".--
La bilis subió a
la garganta de Korra y apenas logró empujar a Senna fuera del camino antes de
vomitar por todo el suelo. Su garganta la quemó mientras se liberaba, y pudo
sentir que lo expulsaba hasta por su nariz hasta que pudo arrojarlo todo fuera.
--"Ugh"--,
gesticuló Korra y en su mente se sentía como si estuviera nadando.
--"Oh
Korra"--, decía Asami mientas le frotaba la espalda. Senna utilizó el trapo
frío para limpiar la boca y la nariz de Korra. Mientras tanto ella utilizó su
agua control para llevar su desastre hacia la bañera y después hacia la
cañería.
--"¿Has
comido todo hoy?".., preguntó Senna, que sonaba particularmente maternal.
Korra se tragó el horrible sabor en la boca y sacudió la cabeza. No había
comido hoy, ni el día anterior. Su estomago se había apagado y la idea de
consumir alimento era miserable.
Korra se recostó
en la bañera y cerró los ojos. --"No--". Ella aspiró bruscamente y lamió
sus labios secos. --"Creo que tengo un virus estomacal".--
--"Eso no
explica el ataque de pánico"--, dijo Asami mientras trataba de mantener la
voz lo más uniforme posible.
--"Estoy
bien"--, dijo Korra a pesar de estar lejos de estarlo. Ella se agarró a la
pared y la utilizó para apoyarse y levantarse, mientras Senna y Asami la
miraban inquietas mientras ella lo intentaba. --"Solo tengo que ingerir algo
de comida y me sentiré mejor"--. Ella dio una sonrisa para tratar de
convencerlas, pero la expresión de preocupación de Asami le demostró que su
sonrisa había fallado. --"He estado tan centrada en la visita de Tenzin que
me olvidé de comer hoy"--
--"Cariño,
acabas de vomitar. Lo mejor que puedes hacer es recostarte".--
Korra observó a
su madre soltando una risa. --"Estoy bien, de verdad. Creo que solo
necesitaba sacarlo"--. Se movió de nuevo hacia la habitación, pretendiendo ignorar
la mirada de preocupación de su madre y de Asami. --"Sin embargo, estropeé
tu plato, mamá. Lo siento"--
--"No me
importa el plato, Korra"--. Las
manos de Senna frotaron suavemente su espada. --"Solo quiero que estés bien.
Tu... me diste un tremendo
susto"--
Mordiéndose el
labio inferior, Korra decidió que su mejor curso de acción era demostrar lo bien que ella se encontraba. Si se
quedaba en el Sur por más tiempo, iba a perder la cabeza. Esa visión no paraba
de acosarla. Tenía que alejarse de ella. Una vez que Tenzin viera, que todo el
mundo viera, lo lejos que había llegado, ella podría volver a donde pertenecía.
Girando
rápidamente, Korra tiró de su madre en un fuerte abrazo y besó la parte
superior de su cabeza. --"Lo siento, mamá. Realmente, no quería asustarte"--.Entonces, su vista se centró en Asami, cuyos ojos eran duros y poco
convencidos. --"A ti tampoco"--
Asami frunció el
ceño y Korra se apartó con cuidado de su madre. --"¿Me harías más
sopa?"--, le sonrió a Senna --"Iré a comer a la cocina".--
Estás intentándolo demasiado duro.
Con un
movimiento de cabeza, Asami se alejó de Korra y esta volvió a centrarse en su
novia. --"Siento lo de esta mañana. Yo... yo estoy lista para dejar de estar
triste"--
--"No tienes
que estarlo, Korra. Yo no estoy... molesta porque estés triste. No estoy
molesta en absoluto. Simplemente no me gusta cuando me ocultas algo"--
Por una fracción
de segundo, Korra sintió que su fachada se desvanecía. Ella no estaba triste,
ella solo estaba asustada. Tan asustada de que todo colapsara a su alrededor y
se diera cuenta de que cada gota de sudor que había invertido en la
reconstrucción de su vida no tuviera importancia. Tenía que estar bien porque
estaría demasiado perdida si no lo estuviera.
Extendiendo la
mano, Korra tomó las de Asami. --"No más escondidas. Lo prometo. Yo sólo...
pasé mucho tiempo pensando en el presente y... el baño... fue suficiente para
convencerme de que tengo que parar de dejarte fuera. A mamá y a papá
también".---
Ella estuvo muy
bien y lo sabía. De dónde había estado hace tan solo unos momentos, ahora
estaba sonriendo y actuando como si todo fuera normal. Pero tenía que estarlo,
había visto la forma con que la miraban, como si ella continuara postrada en la
cama, o de vuelta a esa silla de ruedas. Ella no volvería.
--"¿Sólo
así?"--, Asami presionó con sus ojos en busca de alguna huella de la
mentira. Korra asintió. --"Korra, una vez hice una pregunta y me prometiste:
no más mentiras ni secretos, solo la verdad"--, le recordó. Era acerca si Asami
se había arrepentido de venir al sur con ella. --"Estoy haciendo lo mismo en
este momento. Dices que me amas. Te amo tanto y por eso te lo pregunto, cómo tu
amiga ¿estás bien?"---
Estás bien. Te vas a alejar de esto en la sesión de
entrenamiento y vas a continuar con tu vida. Tú eres el Avatar. Has superado
todo. Tú-
La figura volvía
a alzarse detrás de Asami. Korra podía verla por el rabillo del ojo. No se
atrevió a observarla. En cambio, se centró en los ojos verdes observándola y
sonrió.
--"Estoy
bien"--
****
Korra respiró
profundamente cuando despertó, con la luz del día apenas alzándose a través de
su ventana. Movió su mano para frotar su rostro cubierto de sudor. Hacía calor.
Se enterró bajo la manta y se pegó al cuerpo desnudo de Asami debajo de ella.
Habían tenido una noche muy apasionada, con Korra tratando de expresar todos
sus sentimientos a Asami. Su miedo y sus dudas, su amor y la inquebrantable
necesidad que tenía por hacer ese día perfecto.
Moviéndose
ligeramente, Korra sintió como su pierna se despegaba de la de Asami y aquel
movimiento fue suficiente para despertar a su compañera de cama.
--"Hmmm"--,
dijo Asami entre dientes, tragando con dificultad. --"¿Korra?"--
Incapaz de
contener la emoción burbujeando en su estómago, Korra se inclinó y la besó de
manera descuidada. --"Hey tú"--, le dijo ligeramente, haciendo a Asami
sonreír.
--"Estás
feliz"--
Korra se rió con
voz entrecortada. --"Hoy es un buen día. ¿Estás lista para volver a Ciudad
República?"--
Asami se encogió
de hombros y tiró de Korra hacia sus brazos. --"No puedo decir si estoy lista
o no. Me encanta estar aquí y casi se me olvida la ciudad. De cualquier manera
estoy feliz"--
La forma en que
lo dijo fue demasiado indiferente, pero Korra sabía que Asami le estaba
haciendo saber que ella estaría bien de cualquier manera. Lo que significaba
que ella todavía pensaba que había una posibilidad de que Korra no estuviera
lista.
--"Vamos a
volver"--, dijo Korra en voz baja. --"Me gustaría visitar a Tenzin y
luego viajar solo con él y Jinora un par de días"--. Miró a los ojos verdes
de Asami observándola. --"¿Eso está bien?"--
Con una débil
sonrisa, Asami asintió --"Eso está bien, Korra"--
Ella quería
decir algo más, para asegurarse de que Asami estaba con ella al cien por ciento.
Pero las preguntas murieron en su mente. No podía pensar en eso. No había tiempo
para pensar. Podía manejar la situación después de que ella mostrara sus
habilidades.
Korra
prácticamente rebotó fuera de la cama. Sus pies tocaron el suelo y se encontró
en la ducha antes de que Asami despertara completamente.
Cuando salió de
ella, secándose el pelo a pesar de no tener que hacerlo, Asami estaba envuelta
en una sábana y la boca de Korra se secó. Habían pasado la noche juntas,
literalmente, y sin embargo, ver a Asami a la mañana siguiente aun freía su
cerebro. Con su cabello un lío y hombros expuestos mientras ella agarraba la
toalla antes de dirigirse a la ducha. Korra se preguntó cuál podría ser su
reacción si envolvía a Asami y la arrojaba de nuevo sobre la cama.
--"¿Quieres-?"--
--"Korra"--,
Asami rió entre dientes. --"No. Tengo que ducharme y Tenzin podría llegar en
cualquier momento"--
Ella hizo un
puchero. --"Pero-"--
--"A la
ducha, tú vístete y prepárate"--. Asami se acercó y la besó antes de meterse
a la ducha. Korra quitó el agua de su cabello con su agua control y casualmente
tiró la toalla antes de encontrar su ropa para el resto del día.
****
El sol estaba
apenas sobre el horizonte cuando Korra observó el bisonte descender del cielo.
Se soltó de la mano de Asami y corrió hacia él cuando aterrizó.
Tenzin bajó
lentamente y Jinora escogió utilizar su aire control camino abajo y al momento
en que él se dio vuelta, Korra lo envolvió en un abrazo con Asami caminando
detrás de ella.
--"¡Es muy
bueno verte!"--. Ella lo apretó y sintió sus manos sobre los hombros tirando
de ella.
--"¿Cómo has estado,
Korra?"--. Él sonrió con calidez. Su tono era más suave de lo que había oído
antes. --"Te ves genial"--
Las palabras
hicieron que su corazón se hinchara. Estaba lista. --"Me siento
genial"--. Agarró sus manos y tiró de él para que la siguiera. --"Vamos,
quiero mostrarte lo bien que he estado haciéndolo"--
Pudo oír la risa
de Asami y Jinora mientras ella lo tiraba hacia el campo de entrenamiento.
Una vez que se
puso el traje, Korra deslizó su casco y saltó por encima, donde estaban Tenzin,
Jinora, Asami y Katara de pie observándola. Sintió su cuerpo aflojándose, listo
para ofrecer un espectáculo que no olvidarían pronto. Korra empujó hasta la
última gota de duda en su estómago y preparó su postura.
Los tres
guardias del Loto Blanco frente a ella hicieron lo mismo. Lanzó dos golpes de
fuego con cada mano, a continuación giró completamente para disparar una
corriente de llama contra ellos.
Ellos sin
esfuerzo esquivaron sus ataques, no servían para dañarlos, pero estaban allí
sin moverse.
Korra los
fulminó con la mirada --"¡Ataquen!"--, dijo levantando las manos, --"Puedo soportarlo".--
Dos de los
guardias intercambiaron una mirada antes de que empezaran a correr hacia ella.
El primero de ellos arrojó un golpe de fuego y Korra se preparó, moviendo su
pierna para absorber el golpe. Ellos enviaron una corriente de llama y ella se
agachó, girando debajo sin esfuerzo. Podía sentirse a sí misma sonriendo ante
lo fácil que era todo eso, lo bien que se sentía.
Una vez de
vuelta sobre sus pies, una gruesa bola de fuego se precipitó hacia ella y Korra
se preparó para surgir a través de ella y derrotarlos. Sin embargo, cuando
llegó a través, no fueron los guardias del Loto Blanco a los que vio. Era
Zaheer. Él estaba en el cielo, mirándola como lo había hecho en la montaña,
antes de empezar a tirar de ella de roca en roca. De romper sus huesos,
destruyendo su cuerpo con la intensión de acabar con su vida. No podía pararlo,
ella no podía-
Cuando se
reorientó, el fuego se acercaba hacia ella, Korra apenas tuvo tiempo para
lanzar sus manos hacia arriba y bloquear el primer golpe. La golpeó con fuerza,
tirándola hacia atrás. Ciegamente lanzó dos golpes de fuego en el aire. Tenía
que mostrar su habilidad, tenía que recuperarse, pero su mente no quería
ayudarla con lo que estaba haciendo.
De repente, un
tiro pesado la golpeó y ella se cayó hacia atrás, golpeándose fuerte en el
suelo, rodando dos veces y luego golpeándose la cara la tercera vez. Su espalda
se golpeó con un dolor familiar, tomó respiraciones lentas y profundas para
tratar de relajarse.
--"Muy
bien"--, los pasos de Tenzin corrieron hacia ella. --"El combate ha
terminado"--
Korra cerró los
ojos, la conmoción de todo se desapareció. La adrenalina se desvaneció y la
dejó atrás. Se había quedado estancada en su propia cara, literalmente. Ella no
estaba más lejos ahora que hace dieciocho meses atrás.
Se quitó el
casco, y su cola de lobo rebotó mientras Tenzin tiró de su brazo para ayudarla
a levantarse.
--"Pensé que
estaba lista"--. La derrota que sentía era diferente a todo lo que podía
recordar. Después de todo ese tiempo, ella aun no estaba lista. No podía luchar
contra tres guardias en un lugar seguro, con poderes no violentos ¿Qué tan
buena era ella entonces?
--"No hay vergüenza
en tomarse el tiempo para recuperarse completamente"--, Tenzin trató de calmarla,
pero Korra apenas escuchaba. --"Ser el Avatar puede esperar"--
Si no soy el Avatar, entonces ¿para qué estoy?
--"¡Korra!"--,
la llamó Asami y miró por encima del hombro de Tenzin para ver como ésta venía
junto a Jinora.
Ella frunció el
ceño --"¿Qué pasa con el Reino Tierra? He oído que es un lío por ahí."--
--"La
situación se ha estabilizado desde que Kuvira se hizo a cargo"--
Las manos de
Asami se encontraron en los hombros de Korra --"¿Estás bien?"--
Suavemente Korra
se separó de ella. --"Debería ser yo quien debería estar ahí arreglando las
cosas. No ella".--
--"Sé que
quieres ayudar, Korra"--. Asami no iba a ser disuadida de reconfortar a
Korra. Incluso si ella no quería. --"Pero parece que todo está bajo
control"--
Tenzin asintió. --"Tiene razón, sólo piensa que necesitas ser-"--
Korra lo cortó
con una mirada. --"Si vas a decir que sea paciente, te juro que te meteré
una bola de agua en la boca"--
--"N-no..."-- Tenzin apartó la mirada con timidez. --"Yo iba a decir que necesitas... no
preocuparte por el futuro"--. Él asintió. --"Tienes que estar agradecida
por dónde te encuentras ahora y del progreso que has hecho"--
¿Qué progreso?
Todo empezó a
hervir. Korra podía sentir la ira creciendo en su estómago, justo al mismo
tiempo en que las lágrimas picaban detrás de sus ojos. Tenía que escapar de ese
lugar, lejos de otro recuerdo de cuánto había fallado.
Korra arrojó su
casco hacia abajo y se enfureció. Jinora la llamó por su nombre, pero cuando
Asami no lo hizo ella siguió caminando. Cuando se alejó por las escaleras de la
zona de entrenamiento, la velocidad de Korra disminuyó. Miró hacia atrás, las
lágrimas ahora se derramaban por sus mejillas y se alegró de ver que nadie la
había seguido. Una vez que estuvo lo suficientemente lejos, se paró a
reflexionar. No estaba segura de adonde se dirigía. A cualquier lugar que sus
pies la llevaran. Tan lejos como pudiera de ese lugar y de ese momento.
****
Se sentía como
una idiota. Nada bueno saldría de esto. Korra se encontró sentada, recostada
sobre Naga en el medio de la noche con una botella de whisky de fuego que se
había dado a su padre por su cumpleaños. Ni siquiera la había abierto todavía y
no estaba segura de si lo iba a hacer.
Solo parecía que
era lo más correcto de hacer. Los sucesos de hoy la habían dejado vacía y sin
esperanza, ¿por qué no beber? Korra sabía que supuestamente la haría sentirse
mejor, o al menos, la haría olvidar. Eso es lo que quería más que nada:
olvidar. Olvidar lo lejos que había caído y que cuando el mundo la necesitaba
ella no podía hacer nada para ayudar.
Más que eso,
ella quería olvidar su lugar en el mundo como el Avatar. ¿Qué bueno habían
venido de eso? Cuando se enteró que había sido elegida, fue lo mejor del mundo.
Era su vida, y se llegó a ser la totalidad de quién era ella. Ahora, que se
había ido, ¿quién era entonces? Korra no tenía un lugar en este mundo. ¿Podría
realmente estar aquí, trabajar con su agua control en la pesca o cazar en las
montañas, volver a casa a una pequeña cabaña cerca del palacio donde Asami
había preparado una comida para ella?
No, Korra nunca
arrastraría a Asami aquí. Ella estaba destinado para cosas mucho mayores que
permanecer con alguien que se suponía que iba a ser grande.
Aquel
pensamiento hizo que le doliera el pecho, como un ataque al corazón. Dejar ir a
Asami era la peor cosa que podía pensar. Al mismo tiempo, lo consideró
necesario. ¿Cómo podría ser justo retenerla? Korra apenas podía amarla
correctamente y eso era casi peor que la invalidez de su cuerpo y de su mente.
Invalidez.
Odiaba esa
palabra, lo odiaba con cada fibra de su ser, ya que significaba que había algo
mal con ella. La hacía sentir diferente, permanecer fuera, y la última cosa que
quería era destacar por las partes más deficientes de sí misma.
El sello de la
botella se quebró fácilmente bajo su agarre. Por lo menos soy lo suficientemente fuerte como para hacer eso,
pensó antes de tirar la tapa lo más lejos que pudo. Naga se movió un poco
detrás de ella y Korra alcanzó de nuevo a frotar suavemente la piel del perro
oso polar.
--"Lo siento
chica,"-- susurró antes de levantar la botella. El whisky era de color rojo
oscuro, como el color de la chaqueta de Asami.
Asami.
Era un milagro
de que todavía no fuera buscada por Asami o sus padres, o incluso Tenzin. Le
estaban dando su espacio, supuso, y en honor a la verdad se sentía agradecida
por ello. Si estuvieran a su alrededor en este momento, probablemente ella
estaría desenado que no lo hiciesen.
Su odio hacia sí
misma podía ser bastante tóxico.
Con sus nervios
de punta, Korra colocó la punta de la botella en sus labios. Podía oler el amargor
del alcohol mientras rodaba lentamente fuera de la botella. Cerrando los ojos,
Korra inclinó la cabeza hacia atrás y tomó un trago. Tragó con rapidez, no
permitiendo que se asentara en su boca por mucho tiempo. Le quemó todo el
camino hacia abajo. El sabor era terrible, pero la forma en que se instaló en
la garganta y el pecho era cálida, acogedora. Tomó algunas respiraciones
profundas, tratando de tragar el terrible sabor que persistía en la boca.
--"Espíritus"--,
murmuró mientras sus ojos comenzaron a aguar. Korra llevó el dorso de la mano
hacia ellos y los frotó. Con un profundo suspiro, echó un vistazo a la botella
ligeramente metida entre las piernas y rodó los ojos. --"Eres una
idiota"--
--"Tú lo has
dicho, no yo."-- La voz provenía de la entrada y Korra volvió la mirada para
ver a Asami apoyada en la pared. Estaba envuelta en una capa azul con forro de
piel blanca, su cabello estaba suelto, bailando alrededor de su cara, como la
imagen de la belleza misma, y Korra miró desde ella hacia la botella entre sus
piernas y de repente sintió como una tonta. --"¿Planear beber, empuja lejos
tus problemas?"--
Korra sonrió
ante el tono suave de Asami y puso la tapa de la botella en su lugar. --"Eso
es lo que pasa en las novelas románticas, ¿no es así?"--
--"Bueno"--,
Asami se apartó de la pared y se acercó para sentarse al lado de Korra. --"Lo es, pero... a estas alturas probablemente estaríamos teniendo sexo en
la espalda de Naga."--
La perra-osa
polar se quejó y Korra no pudo dejar de reír. Se sintió tan vacía sólo momentos
antes, pero ahora... ella sólo quería sumergirse en cada detalle de este
momento. Otro punto más bajo, y aquí estaba Asami, como siempre.
--"Te
amo"--, dijo Korra, recogiendo la botella y moviéndola un lado. Ella cerró
los ojos mientras se exhala y deja que la verdad se asentara sobre ella. Sólo dilo. --"No estoy bien."--
Asami se
desplazó para cerrar la distancia entre ellas y tiró de Korra en un abrazo. --"Estás bien. Lo que pasa es que no has sanado por completo todavía."--
--"Ha sido casi dos años, Asami. Soy fuerte de
nuevo, soy rápida, puedo dominar todos los elementos. Es solo que... no me
siento como antes. Ya no me siento como el Avatar"--. Ella apoyó la frente
en la coyuntura del cuello y hombro de Asami. --"No sé qué hacer."--
Con las manos en
los hombros, Asami empujó Korra atrás y la miró a los ojos. --"Es tú
decisión, Korra. Tú eres el Avatar.
Más que eso, eres un adulto. Es tú vida. No tienes que esperar la aprobación de
Tenzin o de tus padres... o incluso la
mía."-- Asami suspiró con una sonrisa. --"Si quieres volver a Ciudad
República, podemos hacer eso. Si deseas permanecer aquí y seguir trabajando,
vamos a hacer eso también."--
--"No"--,
Korra sacudió la cabeza. --"No se trata sólo de mí. ¿Qué sucede contigo? Sé
que aquí te aburres porque yo también lo hago. Esto no puede ser a lo que estás
acostumbrada."--
--"Bueno"--,
Asami se rió entre dientes. --"No lo es, pero no me quejo tampoco. Me
encanta estar aquí. Me encanta tu familia y me mantengo ocupado
ayudándolos."-- Las manos en los hombros de Korra comenzaron a correr
lentamente hacia arriba y abajo por los brazos. Un destello de duda cruzó el
rostro de Asami. --"Sólo me preocupa que a veces no me quieras aquí."--
Una abrumadora
sensación de culpabilidad cayó sobre Korra. Ella era experta en alejar a Asami cuando estaba
triste, más ahora que antes porque Korra no quería empezar más peleas. Esa
noche y esas palabras que Asami le había dicho habían sido como combustible
para sus pesadillas. Ellas provocaron pequeños ataques de pánico y pérdida de
control. Cuando Korra estaba triste, no podía evitar cometer errores. Al igual
que la botella de whisky al lado de ella, un error que había empezado a hacer
antes de que Asami la encontrara.
--"Asami,"-- Korra susurró mientras las lágrimas llenaron sus ojos. Deja de cometer errores. --"Estoy asustada."--
--"¿De qué?"--
Ella miró al
suelo, a cualquier lugar menos a Asami. --"¿Qué pasa si nunca vuelvo a ser
la misma?"--
Durante un
tiempo, ella se encontró con el silencio. Tanto así que Korra tuvo que mirar
hacia arriba para ver si Asami había incluso estado escuchando. Cuando lo hizo,
Asami empujó hacia arriba y se arrastró más cerca, de manera que su espalda
estaba apoyada contra Naga como Korra lo estaba haciendo. En el contacto, Naga
cambió su cabeza y le sopló una bocanada de aire a Asami, desordenando su
cabello.
--"Hey"--,
gritó Asami mientras Korra se inclinó para arreglarlo. --"Ella deja que tú
te apoyes sobre ella, pero no a mí."--
Korra se rió
entre dientes. --"Ella te dejará. Sólo te estaba diciendo hola."--
Eventualmente
Asami se instaló y puso su brazo alrededor de Korra, que se apoyó en ella. Una
vez más estuvieron en silencio durante un rato, Asami distraídamente acariciaba
sus dedos por el cabello de Korra. Le recordaba a esas noches en la cama cuando
ella todavía no podía caminar. Esos dedos le habían permitido dormir en algunos
de los peores momentos de su vida. Era la sensación más reconfortante que Korra
podía pensar. Este era su lugar seguro.
--"Korra, la
verdad es..."--, Asami al fin habló. --"Probablemente nunca vuelvas a ser
la misma."-- Korra comenzó a apartarse, pero un fuerte brazo la mantuvo en
su lugar. --"Eso está bien. Cuando
mi madre murió... cambié. Cuando mi padre se convirtió en eso, volví a
cambiar."-- Asami se inclinó y besó la parte superior de su cabeza. --"Lo
que pasó contigo siempre será parte de ti. Repentinamente no se pondrá bien en
un día. Yo estaba allí, me acuerdo de lo terrible que fue y yo... yo no puedo
imaginar lo que fue para ti."-- Korra cerró los ojos. Podía sentirse a sí
misma ser arrojada de roca en roca, la fractura de sus huesos, el aire en sus
pulmones arrebatado. DETENTE. --"Sólo recuerdo",-- Asami continuó como si supiera que Korra estaba
luchando con su propia mente, --"la decisión después de que mi padre
fuera... eso, no iba a dejar que me derrotara."-- Asami se acercó y agarró la
botella. --"En ese tiempo estuve en una situación familiar. Antes de ir a
quedarme a la Isla del Templo Aire, cuando me estaba empacado mis cosas, agarré
una botella y pensé que sólo podía beber para arrojarlo todo por la
borda."--
Korra se
incorporó y vio Asami mirando el líquido oscuro. --"Sin embargo ¿no lo
hiciste?"--
--"No."-- Asami lo dejó. --"No me gustan estas cosas, pero ése no es realmente el
punto. No lo bebes porque te gusta. Lo bebes porque te hace olvidar."--
--"Claro"--,
dijo Korra riendo entre dientes. --"Eso es lo que estaba buscando."--
--"Sin
embargo, no lo hiciste"--, Asami le levantó la barbilla y sonrió. --"No
olvides. Cuestionas tu fuerza todo el tiempo, pero para mí, eres la persona más
fuerte que he conocido y... me sorprendes
cada día con su fuerza."-- Ella suspiró y apoyó la frente en conjunto. --"No siempre ha sido fácil. Hemos golpeado nuestro avance en los momentos
más difíciles últimamente, pero tú sigues siendo el Avatar, Korra. Incluso si
no te sientes como ello, lo eres. El mundo puede esperar a que te sientas
mejor, a sentirte lista. Verdaderamente lista, no porque pienses que necesitas
hacerlo, sino porque lo creas."--
Korra asintió
lentamente, sintiendo como sus manos comenzaban a cerrarse alrededor de la
cintura de Asami. --"Sin embargo, no estoy segura de cómo mejorar."--
--"Entonces
vamos a averiguarlo. Lo vas a saber. Lo que sea que-"--, la vacilación
apareció en el rostro de Asami. Fue tan breve que cualquier otra persona podría
haberlo pasado por alto. Korra no lo hizo. --"Lo que decidas hacer, yo te
apoyaré."--
La forma en que
lo dijo, la tristeza en su voz, confundió a Korra. Le dolió incluso porque no
podía entender lo que significaba para Asami. Ella quería hacer más preguntas.
Averiguar lo que eso significaba. Pero de repente estaba siendo besada y sus
piernas estaban siendo suavemente apartadas para que ella se recostara más
sobre su espalda.
--"¿Asami?"-- Korra tiró un poco hacia atrás para leer los ojos de su novia.
No había nada en
ellos ahora, sino amor. --"¿Qué hay de esta noche? puedo hacerte cosas que
te ayudarán a olvidar."--
Cualquier duda
que hubiera existido murió cuando la mano de Asami empujó a través del
dobladillo de sus pantalones y comenzó a correr en delicados círculos sobre el
lugar que había aprendido tan bien.
Korra gimió de
repente, extrañamente consciente de que Naga era lo que ella estaba descansando
en contra. --"Espera, espera."--
Asami detuvo. --"¿Qué pasa?"--, preguntó, tirando hacia atrás con el lápiz labial
manchado, que sin duda estaba esparcido por todo el cuello de Korra.
--"Naga...
no... esto es raro. Al igual que la novela romántica."--
De repente, los
ojos de Asami se abrieron y miró hacia la durmiente perra-osa polar y luego de
vuelta a Korra. --"Oh, espíritus."--
Rápidamente,
Asami retiró la mano de los pantalones de Korra y comenzó a reírse. Naga parecía
tan indiferente como siempre, pero Korra supo que el momento probablemente
había pasado. --"Lo siento."--
--"No"--,
Asami sacudió la cabeza. --"No, tienes razón. Eso fue... Me vi atrapada por
el momento." --Con su cara sonrojada y pelo desordenado, Asami nunca le
había parecido más bella a Korra de lo que lo hacía en ese momento, tendida en
el suelo, pegada a Naga después de uno de los días más decepcionantes de su
vida. --"¿Qué?"-- Asami preguntó mientras Korra la siguió mirando.
A continuación,
eso la golpeó. Era lo mismo que siempre hacía Asami. En este momento Korra no
estaba pensando en el Avatar. Ella no estaba pensando en lo que tenía que hacer
para ser mejor. Estaba pensando en Asami. Era el confort y el amor y la
seguridad.
Cosas como esas
deberían ser bienvenidas, pero Korra se dio cuenta de que en este momento no sólo estaba siendo sostenida por Asami...
Asami estaba
sosteniendo su espalda. Con un
vendaje sobre las heridas más profundas que tenía. No permitiéndose sanar
porque Korra se sostenía en el amor de Asami, lo suficiente como para hacerlo a
través de los peor de días.
Nunca
solucionaría el problema.
Korra la besó de
nuevo, esta vez lento y apasionado, tratando de verter todo su amor en éste
beso porque la súbita comprensión que la había alcanzado en ese momento estaba
amenazando con derramarse y arruinar todo.