Y como ya ahora se quien lo hizo gente bella pasen por si perfil en FanFiction :3
Deal with
It (One Shot)
Había
pasado ya casi un año desde la derrota de Kuvira y su coloso, el mundo estaba
en una paz relativa, en el cuartel del Loto Blanco de la tribu agua del Sur reinaba
la incertidumbre, en parte porque la tormenta de nieve en el exterior hacía
necesario que sus ocupantes se comunicarán a gritos y a señas, además estaba el
hecho de que uno de sus más queridos e ilustres miembros estaba en cama.
Kya
salió de la habitación de Katara, junto con uno de los médicos de Loto Blanco,
no hacía falta escuchar lo que tenían que decirse, la expresión de una tristeza
insondable en el rostro de Kya antes de
llevarse las manos al rostro eran más que elocuentes.
En
Ciudad República la noche era tranquila, es cielo estaba despejado y lleno de
estrellas, además, hacía buen clima, en la isla del Templo del Aire, todos dormían,
salvo unos cuantos que por obligación o simple gusto aun estaban en vigilia,
por su parte el avatar Korra hacía apenas unos cuantos minutos que se había
retirado a dormir, dadas sus muchas ocupaciones de Avatar, además de su vida
personal entre otras cosas hacían sus días muy ocupados y hoy había sido uno de
ellos. Así que apenas su cabeza tocó la almohada se había quedado dormida, y
ahora ya roncaba como motor de satomovil mal afinado.
Meelo
entró a la habitación como un pequeño huracán, y usando la patineta de aire
desordenó la habitación completa de Korra, mientras que Naga, frenética trataba
de alcanzarlo.
-¡Korra!
¡De prisa ven conmigo, Papá te está buscando¡.-
Y
así como entró, salió de la habitación. Korra se despertó, molesta, pero
sabiendo que como Avatar aún le quedaban muchas noches sin poder dormir.
-Por
el amor de Raava….-
Siguiendo
el barullo corrió detrás de Meelo, hasta que llegó a una de las salas del
templo, Tenzin, Jinora, Ikki, Pema, Meelo, incluso Bumi ya estaban ahí y
mantenían una expresión seria mientras el patriarca de la joven nación del
aire, escuchaba atentamente en el radio.
-Vamos
para allá…- Fueron las palabras
crípticas de Tenzin al terminar la transmisión.
Korra
presintió algo muy serio por la expresión de Tenzin, se acercó a su maestro
para enterarse de su situación, pero Pema confortaba a Tenzin y un lloroso Bumi
le puso una mano en su hombro y su boca dijo palabras muy dolorosas para todos
los presentes.
-Mamá
agoniza.-
El
corazón de Korra dio un vuelco, todos sus recuerdos acerca de Katara se
arremolinaron en su mente, sobre todo lo importante que había sido ella en su
recuperación después del asunto de Zaheer, quiso hablar, pero lo único que alcanzo
a hacer fue abrazar a Bumi mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Momentos
después Oogi y Pepper ya volaban hacia la tribu agua del sur, mientras todos sus
pasajeros guardaban silencio, inmersos en sus propios pensamientos.
Las
horas pasaron imperceptiblemente, después de la llegada de Tenzin y el resto de
la familia todo pasó demasiado rápido, hasta que en un momento de sosiego, uno
a uno los miembros de la familia pasaban al cuarto de Katara, hasta que el
último turno para entrar, le tocó a Korra
Katara
estaba en un lecho, rodeada por varios miembros de Loto Blanco, sanadores la
mayoría, Korra paso saliva, tratando de aliviar el nudo en su garganta, trató de tranquilizarse y aparentando autocontrol
se acercó hacia su mentora y amiga.
-Katara...
– Dijo tratando de que el temblor en su voz no se hiciera evidente.
Katara
abrió los ojos, sonrió levemente y levantó una mano tratando de tocar el rostro
de Korra.
-Veo
que has cambiado mucho Korra, para bien.-
Korra
tomo su mano y dejo que tocara su rostro sabiendo que esta esto era una
despedida.
-
No te esfuerces de más, conserva tu energía…-
-
Todo es parte del ciclo, y si alguien sabe de ciclos, deberías ser tu.- Dijo
sonriente.
-
Te mande llamar al último porque antes de que me una a los espíritus, debería darte algo.-
Y
dicho esto puso un objeto en la mano de Korra, que al verlo reacciono tratando
de decir algo, pero las palabras se atoraron en su garganta.
-¿U-Uh-
Un collar de Compromiso?-
Katara
sonrió de nuevo.
-
Es una reliquia familiar, este pasó de mi abuela, a mi madre y de ella a
mí, hace mucho tiempo, y quiero que tú lo tengas.-
- ¿L-Lo sabes?-
- Si,
Pema me contó…-
- P-P- Pero, aún no hemos dicho nada…-
- Korra… El amor, en todas sus formas
debe de celebrarse, Eska le dio el suyo a Bolin, y aunque su relación no se concretó siguió la
tradición, a su modo. Creo que tú le deberías de darle este a Asami.-
Korra
apretó el collar primero en su mano y después contra su pecho, esforzándose por
no llorar, sin conseguirlo y con los ojos llenos de lágrimas, abrazo a Katara,
mientras le agradecía.
Días
después había en evento formal en la tribu agua del sur, Raiko, Zuko, su hija
Izumi, Eska, Desna, incluso Toph estaban ahí para la una ceremonia luctuosa
“oficial”, ya que la verdadera ceremonia había sido días antes, y solo para allegados
y familiares cercanos.
Mientras
Raiko daba su discurso, Korra golpeaba impaciente sus pies contra el suelo, le hubiera gustado que Asami
también estuviera presente, pero asuntos concernientes a la expansión de Ciudad
República y los nuevos planes de negocios con Industrias Globales Varrick la
tenían ocupada en la Ciudad, suspiro airadamente, cuando sintió como su pie era
ligeramente levantado por tierra control, Toph volteo hacia ella, causándole
una risa nerviosa y dejo de mover los pies, aunque aun su mente seguía
dispersa.
El
amor que sentía por Asami era algo que ya no podía ser ocultado, aun recordaba
aquel encabezado de la Gaceta de Ciudad República en donde hablaban de ellas
como “muy buenas amigas” después de que les tomaran una fotografía en el paseo
de los botes pato-tortuga. En definitivo tenía que hacer algo al respecto, pero
por ahora lo mejor era dejar que los días de luto pasarán.
Lord
Zuko y Toph hablaban y reían, y junto con ellos Tenzin y el resto de la
familia, en realidad no había mucha razón para el luto, después de todo Zuko
les hablaba de las visitas que hacía a su tío Iroh en el mundo espiritual, así
que seguramente solo era cuestión de tiempo para que visitaran a Katara. Iba a
unirse a la conversación cuando una mano y una voz detuvieron sus pasos.
-¿Contamos
con que el poderoso Avatar nos honre con su presencia unos días más?-
-No
me llames así Papá…- Contesto sonrojada Korra.
-A
tu madre y a mí nos gustaría tenerte con nosotros unos días más, pero no queremos
interrumpir tu labores de Avatar, y tampoco tus “otros asuntos”.- Dijo Tonraq
guiñando un ojo.
-Eehm,
con respecto a ese “otro asunto”, espero poder arreglar definitivamente eso.-
Contestó Korra, con su sonrisa acostumbrada, mientras mostraba levemente lo que
llevaba en su mano.
Los
ojos de Senna se iluminaron al ver aquello, y con una sonrisa cómplice pido
verlo más de cerca.
-Es
muy hermoso Korra, ¿Estás segura que tu lo hiciste? – Bromeo Tonraq.
Korra,
torció la boca un momento, pero después sonrió ampliamente.
La
verdad es que yo no lo hice, fue un el último regalo de Katara antes de
partir.-
Los
tres se abrazaron, guardando un grato recuerdo de la gran maestra y mejor
persona que fue Katara.
La
sala de prensa de Industrias Futuro estaba abarrotada, después de la
presentación de las versiones mejoradas del satomovil para competición y del
biplano de exploración para las Fuerzas Unidas, Asami esperaba que las
preguntas se centrarán en esto o en su defecto en la expansión de Ciudad República,
que iba marchando de acuerdo a lo proyectado, por lo que luciendo su mejor
sonrisa terminó su presentación y dijo las palabras fatales:
-¿Alguien
tiene alguna pregunta?-
Numerosas
manos se levantaron, y otros muchos seguían tomando fotografías, inocentemente
esperando otro tipo de pregunta, Asami señaló a un reportero.
-Señorita
Sato, ¿Es cierto que el Avatar Korra y usted tienen una relación?
La
pregunta fue como un cerillo en polvorín, inmediatamente los demás reporteros
estallaron en preguntas relacionadas a ellas dos, y junto con el volumen de
aquella multitud, también subía la intensidad de la preguntas. Borrando su
sonrisa por completo, y con una evidente ira marcando sus hermosos ojos verdes,
Asami grito en el megáfono.
-¿Alguien
tiene una pregunta no relacionada con el avatar Korra y conmigo?-
Nadie
respondió afirmativamente, solo se limitaron a seguir con el barullo de
preguntas de aquel asunto que era la comidilla de Ciudad República esos días.
Frustrada, Asami se giro y con indudable fastidio arrojó el micrófono por
encima de su hombro.
-La
rueda de prensa se acabó…- Dijo, saliendo de la sala.
Jamás
se había tenido que preocupar por eso, pero por detalles y acoso como ese había
tenido que contratar a personal de seguridad. Enormes y forzudos maestros metal
crearon una valla para repeler a la marea de reporteros, mientras que una muy
enojada Asami se dirigía a su oficina ubicada en el último piso de la torre de
industrias Futuro.
-No
me pases llamadas…- Dijo a su secretaria.
Con inusitada calma entró a su oficina y cerró la
puerta detrás de ella, y con la misma inusual calma se sentó en el sofá de su
oficina, parsimoniosamente tomo uno de los elegantes cojines de satín y
terciopelo entre sus manos, y poniéndolo sobre su rostro comenzó a gritar.
Tenía
cerca, de cinco minutos gritando en episodios, cuando un golpeteo en la ventana
la hizo retirarse el cojín.
-¿Korra?-
Dijo algo incrédula, pero teniendo como novia al Avatar, nada de esto le
debería de sorprender, y es que Korra tocaba a la ventana de su oficina, en el
piso 63…
-Pero…
¿Cómo…? – Atino a preguntar mientras abría la ventana.
-Planeador
y algo de aire control.- Dijo Korra, sonriendo. - Me acabo de enterar de tus problemas
con la prensa, eso de tener guardaespaldas de metal que manipulan vallas no
será muy bien visto…- Dijo el Avatar, dejándose caer en el sofá.
-Y
tú eres muy buena manejando a la prensa también… Señorita 8% de aprobación.-
Contestó Asami, mientras corregía su maquillaje corrido por el cojín.
-¿Qué?
¿De nuevo?- Preguntó Korra, dejando caer su cabeza en el respaldo y levantando
la mirada al techo. - ¿Te gustaría que nos escapáramos de nuevo al mundo
espiritual?- Incito el Avatar con una mirada coqueta.
Asami
se acercó, con una leve sonrisa y con un gesto cómplice plantó un ligero beso
en los labios de Korra.
Nada
me gustaría más que eso, mi Amor, pero las dos tenemos obligaciones que no
podemos dejar.- sopeso.
Korra
frunció el entrecejo y torció la boca, no podía rebatir eso, además tal vez esa
podría ser la oportunidad que estaba buscando.
Bueno,
ya que no te quieres escapar conmigo, por lo menos acompáñame a cenar, ¿te
parece si vamos a la Nueva Cocina de Kwong?- Preguntó Asami, retocando su
labial.
Suena
bien, ¿Pero no es un poco “arriesgado” después de tu asunto con la prensa? -Korra
rió, divertida, mientras se dirigía de nuevo a la ventana, pero la mirada verde
a Asami era más que una respuesta simple y que no se podía refutar. - Pasare por ti a las 8:30.- Contesto,
guiñando un ojo.
Las
8:30 sonaron en el reloj del salón de la Mansión Sato, las campanillas de la
puerta sonaron, y la Abuela Yin se apresuró a abrir.
-Hola
abuela Yin.- Dijo alegremente Korra al abrirse la Puerta. -¿Esta Asami lista
ya?.-
La
anciana iba a contestar apenas cuando la musical voz de Asami sonó desde pocos
metros detrás de la Abuela.
-Te
estaba esperando.-
La
abuela Yin, vio como Korra, ayudaba a subir a Asami al lomo de Naga, y haciendo
un gesto desaprobatorio se quejo.
-No
entiendo cómo es que Mako salió con ustedes dos y a las dos engaño,
definitivamente lo heredó de su abuelo.- Negó de nuevo con la cabeza y cerró la
puerta.
Tanto
Korra como Asami rieron de buena gana, después de todo, ambas le tenía estima
a Mako y apreciaban el papel que jugó para que ellas estuvieran juntas ahora.
Korra
incito a Naga para que hiciera un trote no muy rápido, dándoles tiempo para
hablar, reír, y hacer planes y así fue, cuando por fin llegaron a la Nueva
Cocina de Kwong la sonrisa de ambas evidenciaba el buen rato que estaban
pasando.
A Asami le sorprendió el hecho de que pareciera que Korra tenía todo planeado,
incluso la reservación estaba hecha para un apartado, alejado de miradas
curiosas y que permitía la privacidad.
-Me
sorprende que hayas hecho todo esto… ¿Cómo fue que… conseguiste yuanes para esto?-
Korra
se sonrojo un poco, después de todo, debía de admitir que el uso del dinero no
era lo suyo.
.Bueno…
Tuve que convencer a Tenzin para que pudiera hacer uso de un poco del
estipendio del Loto Blanco para “casos especiales”, pero cuando le expliqué que
era para esto, estuvo de acuerdo, además, Pema me ayudó a convencerlo.-
-¿Esto?
¿Estamos celebrando algo?-
Korra
palideció del susto, por un momento su boca se había aflojado y por poco echaba
a perder la sorpresa, y agradeció a Raava por el mesero que se acercó a
solicitar su orden.
La
cena fue ordenada y si bien Asami brillaba por su suspicacia decidió fingir
demencia con Korra, aunque el avatar, ya comenzaba a verse nerviosa. Y justo
cuando Asami iba a volver a tocar el tema y la mirada de Korra se movía de un
lado a otro evidenciando su nerviosismo, pasó algo inesperado…
-¡Avatar
Korra y Asami Sato¡ Dos de mis super-humanas favoritas en toda Ciudad República.
-Hola
Wu…- Contestaron ambas al unísono, sonriendo más compromiso que por otra cosa.
Espero
que no les moleste que compartamos mesa.- Dijo el ex príncipe, mientras
chasqueaba lo dedos para pedir otro par de sillas.
Asami
y Korra se miraron, viéndose tentadas a despedir al joven, pero siendo ambas corteses
y amables no dijeron nada.
-¿Si
tu estas aquí, dónde dejaste a Mako?- Preguntó Asami.
Y
justo decía eso cuando el aludido hizo su aparición.
-Ya
revise el restaurante y no…. Uh… Hola…- Saludó Mako.
Korra
le hizo señales a Mako, mientras Asami y Wu no miraban hacia donde ella estaba,
sus manos gesticulaban señales de que se marchara y se llevará a Wu, pero el
gesto confundido de Mako que no parecía entender solo la hizo enfurecer, mohín
que remarco poniendo golpeando la mesa con los puños.
Y
justo cuando el mesero de nuevo aparecía para tomar la orden de Wu, el salón
del restaurante se llenó de barullo, y antes de que pudieran reaccionar Raiko y
su esposa hicieron su aparición.
Por
el amor de Raava… tiene que ser una broma… - Murmuró Korra mientras se llevaba
la mano al rostro.
La
mente de Korra estaba tratando de encontrar una solución a este desastre, su
velada perfectamente planeada se estaba yendo por el drenaje y no iba a
permitir que eso ocurriese, ¿pero cómo iba a deshacerse de toda aquella gente?
Y
Justo pensaba en eso cuando un reportero apareció, el flash de la bombilla la cegó
por unos momentos y cuando recuperó la vista ya estaban ahí varios reporteros.
Era oficial, su perfecto plan se había ido con Vaatu…
Asami
se disculpó, dijo tener que ir al tocador, y a Korra no le quedo otro remedio,
ahora o nunca, igualmente se disculpó y apresuró el paso para alcanzar a Asami
justo cuando saliera del tocador, y cuando así fue, la le puso el índice en los
labios y tomándola del brazo salieron por la puerta trasera de la Cocina, un
rápido silbido después y Naga estaba ahí, sin explicar nada, Naga corrió,
perdiéndose en la noche.
La
cena gourmet fue sustituida por fideos con algas en un lugar que Korra conocía,
lo importante era la compañía, y así, después de la cena, ambas mujeres
caminaban tranquilamente por el parque que llevaba el nombre del avatar.
-Me
siento extraña al tener una estatua y un parque con mi nombre…-
-Después
de todo lo que hiciste por la nueva nación del Aire es lo menos que mereces…-
Korra
guardó silencio, sabiendo que si no hacía lo que tenía pensado hacer en ese
momento, quizás no tendría mucho valor para hacerlo después.
-Asami…
yo… he estado pensado, tú sabes, acerca de nosotras… llevamos tiempo saliendo,
las vacaciones en el mundo espiritual, el paseo en bote pato-tortuga, todo eso,
y… pues… quisiera…-
Asami
sonrió, después de todo, conocía a Korra, sabía lo nerviosa que se ponía ante
ciertas situaciones.
-Korra,
mi amor, tranquila, cualquiera pensaría que me vas a pedir matrimonio.- Bromeo
Asami.
La
piel morena de Korra se puso erizo, las emociones explotaban en su estómago y
amenazaban con sacar a pasear su cena, pero pasando saliva, tomó todo su valor
para decir:
-Y
así es Asami… ¿Quieres ser mi esposa?- Dijo Korra arrodillándose, mostrando en
ambas manos el collar que le diera Katara.
Asami
había dicho lo anterior solo para romper la tensión creciente de Korra, pero
ahora, la que se quedaba muda era ella, frente a ella estaba el Avatar Korra,
de rodillas enfrente de ella pidiéndole ser su compañera, su compañera de vida.
Y por primera vez en mucho, demasiado tiempo no sabía que decir.
Sus
ojos se comenzaron a tornarse llorosos, no de pena, si no de la más plena dicha
que hubiera sentido antes, cayó de rodillas al frente de Korra, que también
tenía los ojos llorosos y tenía una expresión suplicante y amorosa.
-Si…
acepto…-
Dos
días después, en el edificio del Ayuntamiento de Ciudad República estaban
reunidas varias personalidades, Raiko, su esposa, Wu, Mako, Lin Beifong, Tenzin
y varios miembros de la nueva Nación del Aire, Bolin que no se separaba de
Opal, Bumi, Bumju, Lord Zuko, y algunos miembros del Clan de Metal, todos
habían sido convocados por el avatar Korra, incluso la prensa, pero todos los presentes
solo sabían que Korra tenía un importante declaración que hacer, y dada la
talla de personajes ahí reunidos debía de ser muy importante.
-¿Sabes
cuál será el anuncio de Korra, Bolin?- Inquirió Opal.
El
joven solo sonrió, asintiendo con la cabeza.
-Si,
y algunos de los que estamos presentes ya lo sabemos, pero lo mejor es que no
arruinemos la sorpresa.-
Ahora
el más impaciente de los presentes era Raiko, que no veía de muy buen grado
aquel despliegue de poder de convocatoria que tenía el Avatar, sentía que eso
le quitaba autoridad, pero no diría algo, después de todo el seguía siendo el
Presidente.
Todos
voltearon hacia arriba cuando la sombra del planeador del avatar atravesó la
multitud, igualmente comenzaron a murmurar cuando Korra aterrizo, y justo en
ese momento Asami salía del edificio del ayuntamiento, y cuando
el avatar recogió su instrumento volador Asami se acercó y la tomo del
brazo. Y ese simple gesto hizo que un murmullo recorriera toda la multitud ahí
reunida. Korra respiro profundamente antes de tomar el micrófono, y golpeándolo
levemente para llamar al silencio comenzó a hablar.
-Saludos,
habitantes de Ciudad República, líderes, amigos y demás personas que asistieron
a este anuncio.-
La
multitud guardó silencio.
El
motivo por el cual convoqué a esta reunión es para aclarar un asunto que
últimamente se ha vuelto molestia para Asami y para mí, así que hemos decidido
zanjar de una vez…
Asami
dio un paso al frente y tomó la mano de Korra.
-Asami
Sato y yo somos pareja, ¡Acéptenlo¡-
Korra
tomo a Asami por la cintura, la rodeo con su brazos y le dio un beso en los
labios, breve, pero bastante significativo, ambas mujeres sonreían, y miraban a
la multitud, algunos no salían de su asombro, otros aplaudían, y los más allegados
se acercaban a ellas para un emotivo abrazo.
La
historia llegaba a un parte aguas y de nuevo quedaba demostrado que el Avatar
Korra cambiaría al mundo.
FIN
Que hermoso :3
ResponderEliminarsii justo en el kokoro *w*
EliminarQue lindo gracias
ResponderEliminarDe nada buena mujer nwn
EliminarAhhh lindo gracias
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