Renacer. Capítulo 1: Años Después. Por SimplyKorra

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Y que creen gente bella? En vista que muuuchos de los fans me anda pidiendo que les traduzca la última parte de la trilogía de Buscando el Balance, pues gustosamente se los traigo traducido de verdad gente bella mil disculpa si no lo termine antes pero como este fic quedó en que me ayudarían a traducir pero xD me imagino que de las personas que se ofrecieron están muy ocupadas pues les entiendo, pero decidí traerlo porque lo pedían todos a gritos xD espero disfruten el capítulo de la última trilogía "Renacer" bueno lo puse así usando sinónimos mi gente bella, puesto que Reconstruir JAJAJAJA me suena más a un objeto que la recuperación de una persona o de que vuelva a de por si sentirse viva otra vez nwn.

PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3





RESUMEN: Le tomó un año para finalmente encontrar algo de paz. Para curar completamente su cuerpo y empezar a sentirse entera otra vez. Sin embargo, mientras el Avatar Korra vuelve a la vida de la que una vez huyó, descubrirá que dejó atrás más de lo que pudiera haber imaginado.



Trilogía Buscando el equilibrio: III – Renacer


Capítulo 1 – Un año después


Con una respiración profunda, Korra apoyó la cabeza contra la cabecera de la cama y se quedó mirando fijamente a la puerta. Necesitaba dormir, no había dormido muy bien en días. Entre pasar las últimas semanas en un pantano y luego viajar con los niños de Tenzin a Zaofu, el mundo no le había dado mucho tiempo para relajarse.
No hacía falta decir que estaba agotada, y un poco abrumada de repente se metió de lleno nuevamente en el día a día de las locuras del mundo. Cuando vio a Jinora, Ikki y Meelo que venía hacia ella en un bisonte, sabía que la necesitaban urgente. Ellos no hubieran venido buscarla si no fuera por algo urgente, Tenzin siempre era tan inflexible en darle tiempo para sanar.
Había una diferencia desde que el veneno fue removido totalmente, podía sentirlo. Su cuerpo se sentía más ligero, más que en años atrás. Como si ya no estuviera llevando una bolsa pesada sobre la espalda. El Estado Avatar estaba de regreso, podía sentir completo su poder y sabía que lo necesitaba, esos siglos de fortaleza ya estaba listo.
Sin embargo, había tanta duda en el fondo de su mente. ¿Realmente tenía que resistirse al plan de Su, de luchar contra Kuvira porque ya no quería ser como la de antes? ¿O era por qué dudaba de su propia capacidad para ganar esa pelea?
No . Korra sacudió aquel pensamiento lejos. Eres mejor ahora. Las peleas nunca llevaban a nada, sólo causaba más problemas. Hablar primero, es más razonable. Al menos, le dará a Kuvira el beneficio de la duda.
Korra frotó sus ojos y se levantó de la cama para quitarse las vendas de sus manos. Hacía calor afuera, la habitación estaba llena de aire caliente y la blusa sin mangas verde estaba pegada a su cuerpo. Necesitaba agua, necesitaba despejar la mente y dejar de preocuparse por el día de mañana.
Todo estaría bien. Podía hablar con Kuvira y se iban a resolver las cosas, luego esperaba volver a Ciudad República y decirle a todos que todo estaba calmado.
A decir verdad, ella estaba un poco cansada de toda aquellas emociones de los últimos días. Fue más el hecho de volver a hablar o interactuar con la gente desde hace meses. Cuando ella se escondía y participaba en peleas de Tierra Control clandestinas, nadie realmente le dio un segundo vistazo. Incluso Toph casi no la toleraba, era un poco molesto teniendo en cuenta las muchas veces en que  Korra había oído hablar de que Toph era de apoyo al Avatar. Pero, de nuevo, ella era la mujer que dio a luz a Lin Beifong.
Al igual que Korra terminó de quitar sus vendas de sus manos, llegó a la puerta, hubo un golpe que provenía del otro lado.
Al abrirla, Korra se encontró con Ikki de pie en el pasillo mirándola con ojos brillantes.
-"¡Hey tu"- Dijo Korra mientras se arrodillaba un poco. Ikki era más alta de lo que ella recordaba. Sin siquiera responder, Ikki le echó los brazos alrededor de Korra y la abrazó. Las lágrimas ardían en los ojos de Korra mientras envolvía sus brazos alrededor de la chica y sonrió. -"¿Por qué esto?"-
Ikki se encogió de hombros, aún aferrándose a Korra. -"Te extrañé y yo solo ... no podía dormir, así que pensé en venir a verte. Luego, cuando llegué hasta tu puerta estaba preocupada de que tal vez te fuiste de nuevo, y no quería que te fueras más porque todo era menos divertido cuando no estabas."-
-"No me iré a ninguna parte."- Dijo Korra mientras se apartaba y sostenía a Ikki de ambos brazos. -"Tengo mucho con que ponerme al día. Y un montón de cosas que arreglar."-
Hubo un rubor en las mejillas de Ikki. -"¿Estás hablando de Asami?"-
-"Ikki."- Suspiró Korra. -"Yo-Yo realmente no quiero ahondar el tema ahora. Es algo que tengo que hablar con ella."-
-"Oh, lo sé."- Ikki rodó los ojos. -"Por órdenes estrictas que nos dio papá no podemos decirte nada sobre de Asami."-
Esto hizo que Korra frunciera el ceño. -"¿Qué? Por qué no? ¿Ella se encuentra bien?"-
-"Korra."- Ikki se quejó. -"¿Que acabo de decir? No puedo decirte nada."- Del mismo modo que Ikki comenzó a girarse para irse de allí, Korra la agarró suavemente de la cintura y la levantó. -"¡Oye!"-
-"No, no, no puedes simplemente decirme algo así y luego darte la vuelta e irte."-
-"No."- Ikki sacudió la cabeza con actitud desafiante. -"No lo haré. No voy a romper mi promesa."-
Frunciendo los labios, Korra golpeó con el pie impacientemente el suelo mientras se seguía sosteniendo a Ikki en el aire. -"Está bien, no te preguntare nada, pero tienes que decirme que no está herida o en peligro. De lo contrario voy a seguir sosteniendo así toda la noche."-
Ikki se le quedó mirando por un momento y Korra pensó que en realidad podría ver que la advertencia era cierta. Sin embargo, poco después se dejó caer sus hombros y refunfuño. -"Ella está perfectamente bien. Sólo sé que algunas cosas que papá dijo  y que se supone que ella te las debe decir, ni yo, ni Jinora, ni siquiera Meelo la podemos decir. Nos dieron órdenes directas."-
-"Está bien."- Korra colocó a Ikki de nuevo en el suelo, pero todavía no podía llegar a una conclusión en su mente sobre la naturaleza secreta de la conversación. Asami era la única persona en la que Korra pensaba más en su ausencia. Por supuesto, Korra no realmente sentía que no tenía ningún derecho de entrometerse en la vida de Asami más. Pero no pudo evitar sentir curiosidad. Ikki señaló que ella no se le tenía  permitido decirle a Korra nada que pudiera sólo hacerlo peor.
-"Oh."- Korra levantó la vista para ver que Jinora miraba entre ella e Ikki. -"Um, sólo estaba ... vine a ver cómo estaba."- Ella se sonrojó tímidamente y puso sus manos detrás de su espalda.
Korra no podía ayudarse a sí misma, sonrió ampliamente y saludo a Jinora. -"Te extrañé."- Ikki volvió a abrazarla mientras Jinora corrió y se unió a ellas. Korra se puso de pie, para darle a ambas chicas un abrazo de oso-ornitorrinco antes de colocarlas en el suelo. -"Prometo chicas; no me iré a ninguna parte."-
Jinora quedó mirando al suelo mientras su pie raspa a través de ella. -"Es raro estar aquí sin papá y me alegro de que te encontramos. Me alegra que estés bien."-
A veces, era fácil olvidar de que aún eran pequeños. Incluso con las cosas que ya habían hecho a una edad tan corta, el número de dificultades que habían enfrentado y la rapidez con que habían crecido hasta llegar a ser los maestros aire que eran ahora, pero aún así eran sólo niños.
-"¿Quieren quedarse aquí conmigo esta noche? Su me dio una cama gigantesca."-
Ikki dudó por un momento. Miró de nuevo a Jinora quien frunció ligeramente los labios antes de mirar a Korra con una sonrisa. -"¡Bueno! Es decir... podemos pasar un poco el rato."-
Con una sonrisa, Korra volvió a su cama y antes de que pudiera entrar, Ikki y Jinora había corrido con rapidez y se metieron debajo de las sábanas.
Korra rió de buena gana antes de llegar a meterse debajo de las sábanas y agarró del costado a Ikki para hacerle cosquillas. Ella gritaba con alegría mientras Korra le seguía con sus manos en el costado, haciéndole cosquillas todo el tiempo antes de subirse a la cama y pasando rápidamente sobre Ikki de modo que Korra podría ponerse en el medio de las dos.
-"Um."- una suave voz que provenía desde la puerta y Korra miró a ambas chicas para ver que era Meelo de pie con los ojos abiertos y lleno nerviosismo. -"¡Ustedes chicas están haciendo mucho ruido y no me dejan dormir!"- Alzó la voz con cada palabra que decía. Luego sacó pecho. -"Sé que tienen miedo, pero lo estamos haciendo muy bien sin mamá y papá y tenemos que endurecernos."-
Jinora empujó suavemente el hombro de Korra y le dio una pequeña sonrisa, que Korra entendió como 'él está cubriéndonos' . Con un suspiro dramático, Korra dio unas palmaditas sobre la cama. -"Meelo, ¿Te importaría venir y quedarte con nosotras esta noche para que todos podamos dormir muy bien juntos?"-
-"Oh."- había una pequeña sonrisa que amenazaba con escaparse mientras entraba a la habitación. -"¡Supongo!". Él corrió hacía la cama, utilizando ráfaga de aire para elevarse a sí mismo antes de caer justo en medio de todas.
Les tomó unos minutos para acomodarse, pero una vez que ya lo estaban, Korra estaba tumbada sobre su espalda con Ikki escondida en su costado derecho, Meelo prácticamente entre sus piernas y Jinora tumbada lejos de ella, pero sosteniendo su mano, ya dormido.
Estar cerca de ellos otra vez fue más de lo que Korra pudiera haber pedido en el mundo. Después de pasar un año, en la que se perdió la cercanía y la sensación de compartir la cama con alguien. Por supuesto, no era Asami, y ella mayormente pensaba en Asami cuando ella se quedaba dormida. Pero esto era suficiente por esta noche.
Al mismo tiempo en que Korra estaba a punto de quedarse dormida, Ikki le apretó el brazo y susurró. -"Korra... Me gusta mucho tu cabello."-
Su sonrisa se mantuvo hasta quedarse dormida.
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Los sonidos de un llanto despertaron Asami. La oscuridad en su habitación se vio empañada únicamente por la luz de la luna que fluía y entraba por la ventana. Ella chasqueó sus labios y esperó unos segundos para que sus músculos se crispó cuando de repente sintió una bocanada de aire contra su nunca.
Dándose la vuelta, estaba cara a cara con Naga, quien apoyó la nariz contra el hombro de Asami. Antes de que pudiera decir algo, otro sonido de llanto sonó a través de la habitación y Asami de repente estaba más despierta.
-"Es tu turno."- Le murmuró a Naga que respondió con otra bocanada de aire en su rostro. Ella se rió y frotó a Naga detrás de la oreja un par de veces antes quitarse las sábanas para ponerse de pie.
A pesar de que no tenía por qué, Naga también se levantó y suavemente saltó de la cama para seguir a Asami hacia donde provenían los llantos llenos de aflicción. 
Mientras asomaba su rostros sobre la cuna, vio esta pequeña bolita que pataleaba y movía sus pequeños puños llena de frustración. Las lágrimas corría por sus mejillas y sus llantos resonaban por toda la habitación. Sin embargo, tan pronto como Asami estaba ante su vista, se detuvo.
-"¿En serio, Tsukiko?"- Dijo Asami sin expresión pero una sonrisa amenazaba con formarse en la comisura de sus labios. -"¿Eso era todo lo que querías? ¿Ver a tu mami, despierta en medio de la noche?"- Con un suspiro, Asami tomó a su hija en sus brazos y la abrazó. Comprobando para ver si estaba mojada y miró la hora en un aparador junto a la cama. -"04:15. Bueno, hiciste más de lo que hiciste anoche."- Dijo Asami mientras daba rebotes suaves con cada paso que daba.
Cada mañana tenía que llevar a Suki por los largos pasillos de la mansión sólo para llegar a la cocina, Asami se preguntaba si esta mansión era demasiado grande para dos personas y un perro-oso polar.
Después de un buen paseo de cinco minutos, incluyendo los dos tramos de escaleras, finalmente llegaron a la cocina y Asami bajo la mirada para ver qué Suki ya estaba dormida de nuevo en sus brazos.
-"Eres tan malcriada."- Susurró Asami mientras beso suave la cabeza de su bebé y encontró una silla para sentarse en la mesa. Levantando sus piernas, Asami los dejo descansar en otra silla frente a ella. Ella se hundió un poco más y encontró una posición más cómoda para sostener a Suki. Haciendo caso omiso a la pila de cartas sobre la mesa, eso significaba que para más tarde debía ocuparse de ese dolor más tarde. Asami sintió que sus ojos se cerraban de nuevo y se dejaba llevar a la deriva hasta que algo se asomó a su lado. -"Naga."- murmuró y abrió un ojo para bajar la mirada a su intrusa. -"Esto está perfectamente bueno."- Dijo ella y Naga la empujó de nuevo con su nariz. -"Ugh, no la dejaré caer porque realmente no caeré en un profundo sueño."- Otro empujón y Asami suspiró antes de bajar sus piernas de la silla. -"Sabes; realmente necesitas relajarte mamá. No dejaré que se haga daño a tu hija."-
Asami se levantó de la mesa y acunó a una Suki dormida más cerca de su pecho. Se movió a la sala y encontró consuelo en el sofá, Naga todavía seguía justo detrás de ella, pero una vez Asami se quedó en el sofá, colocando a Suki de manera protectora entre ella y el respaldo del sofá y Naga se relajó.
Asami nunca dejó de sorprenderse de lo mucho que Tsukiko se parecía a Korra. De las pocas fotos del bebé que Senna le había mostrado, eran casi idénticas, a excepción de los ojos que eran verdes. Asami acarició con el dedo a través del delgado mechón del cabello de Suki y se preguntó cómo pudo sobrevivir antes de que esta niña entrara en su vida.
Suki se había convertido en su mundo entero. Por mucho tiempo, Asami asumió que se quedaría en la Tribu Agua del Sur para siempre. Hasta que Tenzin se había enterado de los problemas que tenía en Industrias Futuro, estaba activamente tratando de ponerse en contacto con ella y traerla de vuelta al redil. La decisión se tomó luego de regresar, Industrias Futuros de pronto estaban más que dispuesto a ser flexible con su horario siempre y cuando ayudará a estabilizar la compañía después de haber invertido miles de millones en un plan amplio de transporte y la reestructuración de la ciudad que de plano no funcionaba.
Así Asami había llegado a casa, embarazada de cinco meses y aún sintiéndose muy perdida. Senna se había quedado en la ciudad con ella durante el embarazo, junto con Naga, y le ayudó a explicarle a todos que sí, que llevaba el bebé de Korra. Y no, no tenía idea de dónde estaba Korra o si ella iba a volver.
También tuvo que explicarle a Bolin al menos una docena de veces que ella no sabía cómo había sucedido.
Asami había fijado aquel plan de reestructuración, en donde inauguró uno de sus tanto proyectos, estrenando el nuevo sistema ferroviario cortando la cinta con una grande tijeras de oro. Entonces, un mes después, Suki llegó y todo su mundo se hizo más pequeño.
De repente, ella quería quedarse en casa todos los días. Trabajar desde casa era ideal, y pasar el tiempo con Suki era todo lo que le importaba hacer con su tiempo libre. Los niños nunca habían sido realmente una parte del plan de Asami Sato. Ella nunca fue buena con ellos y no tenía idea de cómo hablarle a ellos. Se esforzó con los hijos de Tenzin en grandemente y fue meramente más por cortesía pero nunca buscó a pasar el tiempo con ellos.
Pero Suki era diferente. Suki era... su todo . Ella era en lo primero que Asami pensaba cada mañana (sobre todo porque siempre estaba llorando y la terminaba despertando) y era lo último que cruzaba su mente antes de irse a dormir.
Por supuesto, el segundo pensamiento que usualmente tenía era a Korra. A medida que avanzaba el año, Korra se hizo menos un motivo de angustia, sino más de un buen recuerdo y de la cual Asami estaba preocupada y se preguntaba sobre ella. Nadie había escuchado o visto a Korra desde hace más de un año. Hubo varios reportes que provenía de personas que avistaron al Avatar en todo el mundo. Pero nadie tenía algo en concreto.
Asami esperaba que estuvieran diciendo la verdad. Esperaba a que Korra estuviera viajando y aprendiendo. Pero por encima de todo, ella sólo esperaba que Korra hubiera encontrado una manera de poder dormir por la noche y disfrutara de su vida otra vez. Para ser la persona que tan desesperadamente quería volver a ser.
Quería que Korra estuviera feliz y tal vez así volviera algún día para conocer a su hija. Incluso si Korra y ella nunca pretendiera recuperar el amor que una vez compartieron. Asami no quería abrirse otra vez. Tenía demasiado en juego ahora como para ser descuidada con su corazón.
Con los suaves sonidos de los ronquidos de Naga que estaba sobre el suelo, Asami sonrió y cerró los ojos. Dejando que el sueño la tomará de nuevo.
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Asami estaba sentada en su estudio con la radio encendida. Cuando regresó a Ciudad República, había deseado de alguna manera hablar con Tonraq y Senna. Si bien la radio que ella instaló en la isla de Aire templo era grande, tenía sentido tener uno en su casa teniendo en cuenta la cantidad de tareas rutinarias que fue empacar todo lo de  Suki en un ferry hasta llegar a la isla. Así que ella puso su casa y todos los sábados Senna Tonraq la llamaría y comprobaría todo.
Su relación con ellos había sido lo único que mantenía su cabeza despejada durante los puntos más bajos al enterarse de que estaba embarazada. Había estado tan asustada de que Korra se hubiera ido y sólo tenía veintidós años, todo había sucedido tan inesperadamente. Pero ellos habían estado para ella, y la habían apoyado durante las largas noches y las náuseas matutinas. Cuando estaba lista para volver a la ciudad, sabía que quería criar a su bebé en su propia casa, lo cual ellos también le dieron su apoyo.
En el ligero quejidos, Asami giro su rostro y observó encima de la barandilla de la cuna para ver qué Suki todavía estaba profundamente dormida. Después de que Asami despertará algunas horas después del sofá, se había ido a su oficina para redactar un documento para mejorar un proyecto de compañía, sobre unos trajes de pájaros que podrían ser útiles para las reparaciones de máquinas más grandes, como los dirigibles. No todos los trabajadores estarían dispuestos a confiar en usar un arnés en medio del desierto sólo porque sabían que el Avatar estaba allí para atraparlos por si ellos caían.
Del mismo modo que la mente de Asami comenzó a pensar en Korra, un sonido del ruido de la radio la alejó de esos pensamientos. Ella se giró hacia atrás y levantó el auricular, a la espera de aquella voz familiarmente reconfortante.
-"¿Asami? "- Dijo Tonraq y ella sonrió inmediatamente.
-"Hola Tonraq, ¿cómo estás?"-
Exhaló lentamente. -"Un poco cansado, fue una noche larga, pero es bueno saber de ti."-
-"¿Podemos hablar en otro momento, si gustas?"-

-"No."- dijo con una sonrisa en su voz. -"Sé que tenías que hablar hoy de tus planes. Estaré algo bien. Aunque Senna aún están en la cama, Ella quería que te dijera las extrañas y de una manera u otra estaremos visitándote a tí y esa pequeñita pronto."-
Una sonrisa de agradecimiento apreció sobre las comisuras de los labios. -"Estaremos encantadas de contar contigo. ¿Recibiste la carta con las fotos más recientes?"-
-"¡Lo recibimos!" - Dijo él, tanto Asami como Tonraq no podían dejar de reír. -"Ella tiene tus ojos y estoy bastante seguro de que le ha tocado el premio gordo y tiene mi fuerte barbilla."-
Aquello sólo hizo reír aún más. -"Bueno, sé que muy pronto decirlo, pero estoy bastante segura de que ella hace los pucheros de tu hija."- A pesar de que todos ellos lo habían aceptado, siempre que Korra era mencionada, la conversación siempre se sentía más pesada. -"¿Tenzin te dijo que había enviado a sus hijos a buscarla?"-
-" ."-  Respondió Tonraq con cansancio. -"Me hizo saber hace unos días lo que estaba planeando. Parece creer que Jinora será capaz de seguir su rastro. Sé que ella necesitaba hacer eso, pero sólo espero que esté bien. Espero  que ella-"- Su sentencia se fue desvaneciendo y Asami respondió por él.
-"¿Esté completa otra vez?"- Cuando él suspiró al otro lado de la línea, Asami lo tomó como su respuesta. -"Ella es fuerte, Tonraq. Ella va a estar bien. Será... será bueno tenerla de vuelta con todo lo que está sucediendo. Si ellos la encuentran será... será bueno tenerla de vuelta."-
-" Y bueno, ¿realmente irás a ver a tu padre hoy? "- Tonraq cambió de tema, y aunque hablando de su padre era una de la cosas menos favoritas de hablar, pero fue como una transición de bienvenida.
-"Sí, quiero decirle que deje de escribirme. Insiste en enviarme mucho sus cartas y yo solo... no tengo tiempo para ello. No puedo pasar todo el día sintiéndose mal cuando recibo una. Tengo una hija que me necesita y con todo lo que está sucediendo, sé que las cosas sólo van a volverse más locas."
Hubo una ligera pausa mientras Asami esperaba una respuesta de parte de Tonraq. -"¿Estás segura de que es la única razón por la que estás molesta? ¿De que se entrometa en tu vida? Tal vez quieres hablar con él y que eso te puede molestar aún más."-
-"Yo no quiero hablar con él."- Ella no quería hacerlo. Había pasado muchas noches pensando que podría ser lo mejor para ella si hablaba con él, pero la idea de siquiera volver a verlo era aterradora. -"Ese hombre intentó matarme. No tengo nada que decirle."-
-"Lo sé, Asami."- Tonraq habló suavemente. Era evidente que no quería coincidir con su tono en aumento. -"Pero está claro que tiene algo que decirte. Podría servirte bien escucharlo."-
-"¡Tonraq, él es un monstruo!"-
Las lágrimas comenzaba a recorrer suave sus mejillas  y ella las limpió de su rostro. Volvió a mirar hacía la cuna de Suki, no quería despertarla. -"No estoy diciendo que vayas la intención de que lo perdones, pero dile cómo te sientes. Dile que deje de escribirte. Dile lo mucho que te daño. Aunque estoy seguro de que lo sabe."-
-"Sin embargo, no es sólo por mi."- Asami le recordó. En una forma de recordarse a sí misma también. -"No quiero que sepa sobre Suki. Para una muchas razones."- Se inclinó hacia adelante y puso sus codos sobre la mesa, con la cabeza apoyada en su mano libre. -"No quiero que piense que tiene la obligación de verla. Y no la verá porque me preguntará sobre cómo nació y yo solo ... Tonraq ni siquiera sé cómo explicarme a mí misma. Ni hablar con otra persona."-
Esto hizo que Tonraq se carcajearse un poco. -"Bueno, aunque no me gusta hablar sobre la vida romántica de mi hija, yo creo que tuvo algo que ver con eso del Espíritu Oasis y su ser Avatar."-

Asami podía recordar cuándo había se enteró por primera vez. Aquel día Katara le había dicho y también de lo enfadada que estaba. Le gritó a Katara, la llamó mentirosa y salió corriendo hacia la fría y blanca nieve, simplemente se derrumbó en lágrimas en medio de ella. Fue Senna quien la encontró y la ayudó a volver a casa. Ellos la alimentaron, la calmaron y hablaron con ella, le prometieron que la iban a apoyar sin importa qué.
Había estado aterrorizada. Les había pedido que buscaran a Korra, les rogó que enviaran a un grupo de búsqueda por ella. Aquello fue demasiado en ese momento; había sido tan desalentador. Pero Tonraq le dijo lo que entonces le había dicho cada vez que le preguntaba, lo que sabía en aquel momento era porque lo leyó esa carta hace que envió hace meses.
Si Korra no quiere ser encontrada, nunca la encontrarían.
-"Tengo miedo, Tonraq. Sabía que en algún momento tendría que volver a verlo, pero es muy duro y me siento- "- Tan sola . Eso era lo que quería decir. Pero sabía que si lo hacía, estaría en lo cierto. -"Yo no le debo nada."-
-"No le debes."- le aseguró. -"Sin embargo, te debes a ti misma cerrarlo, si eso es lo que quieres. Ve a hablar con él. Dile lo que tienes que decirle y pasar el resto de la noche con tu hija."- Las lágrimas cayeron un poco más a medida que él hablaba y Asami sintió que su confianza crecía gracias a su apoyo. -"Recuerda, él no es la única familia que tienes, Asami. Está Suki y... estamos nosotros. Te amamos."-
La sonrisa en el rostro de Asami estaba de oreja a oreja. -"Yo también te amo. A ustedes dos. Gracias. Ve la cama."- Bromeó ella y le gustaba oírle reír.
-"Lo haré. Buena suerte. Besa a esa pequeñita por nosotros. "-
-"Dos veces."- Añadió antes de que se despidieran y colgaron.
Pema había acordado en cuidar de Suki, por lo que Asami sólo tenía que prepararse para ver a su padre de nuevo. Después de todos estos años.
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-"¿Has estado aquí toda la noche?"-
Desde su asiento en un banco a las afueras de todos los que estaban durmiendo, Korra se dio la vuelta para ver a una Opal persistente detrás de ella. Todavía estaba completamente vestida con su traje planeador y parecía agotada.
Korra se encogió de hombros. -"Sólo pensaba algunas cosas."- Era cierto. Korra había pasado el resto de la noche tratando de convencerse de que esto no se convertiría en una pelea contra Kuvira. Su cometió un error. Había dejado que sus emociones la dominaran, y cometiera ese error de ir tras Kuvira. Le era difícil para Korra interponerse mucho en estos asuntos porque ya tenía mucho que no estaba metidos en ellos. Korra sabía que estaba entrando de nuevo en terreno fogoso sin tener idea de donde venían las llamas. La cierto era que Su pareció ir demasiado lejos. Después de todo, Kuvira había sido rápida para acordar una tregua.
Kuvira sólo se estaba defendiendo.
-"Vas a tener que luchar contra ella, Korra. Tienes que detenerla."-
-"Opal."- Korra exhaló. -"No es tan simple."-
Oyó un resoplido detrás de ella. -"¿Estás de su lado?"-
-"¿Qué?"- Korra arqueó una ceja por lo que dijo Opal, quien tenían los brazos cruzados, mirándola directamente. -"No estoy de su lado."-
-"¿Ah no? No sabes si ya lo estás. Bolin ciertamente también."-
Korra frunció el ceño. -"¿Bolin?"-
-"¿No has escuchado?"- Opal parecía a punto de estallar, como si hubiera creado esa conversación sólo para desahogarse sobre ello. -"Bolin es un orgulloso miembro del ejército de Kuvira. Me dio la espalda a mi... a mi familia. Cree que su causa es justificada. ¡Capturar a mi familia no se justifica! No hay nada correcto sobre lo que está haciendo Kuvira."-
-"Reconozco que sus métodos son un poco duros, Opal. Pero no creo que ella dañe a alguien."-
Opal rodó los ojos. -"Ella está marchando junto con su gigante ejército por todas las ciudades del Reino Tierra y exigiendo que se sometan a ella. ¿Cómo puedes ver eso e ignorar lo que está haciendo?"-
Las palabras fueron duras. Marchando y rendirse eran términos que se usaban para dominar. Pero lo que había hecho Kuvira fue re-estabilizar el Reino Tierra mientras estaba ausente. Ella había hecho el trabajo que Korra no había sido capaz de hacer durante los tres años. Korra había pasado esos años alejada, y había sido incapaz de ayudar. ¿Qué razón tenía volver y pretender que sabía cómo hacer que esto mejorará?
-"Opal, te prometo que voy a arreglar esto mañana."-
De repente la mirada de Opal se convirtió en una de tristeza. -"Korra, no necesitas arreglarlo. Lo que necesitas es detenerla. Es necesario acabar con el ejército de Kuvira."-
Era tan simple de todos. Su le había dicho exactamente lo mismo.
Entra en el estado Avatar y destruye el ejército de Kuvira .
¿Realmente ellas pensaba que sería capaz de eso? ¿De luchar contra un ejército? Sí, era el Avatar, y desde luego que había recuperado en entrar en estado Avatar, pero estaba lejos de su mejor momento. No había peleado contra alguien durante esos tres años. Apenas había superado el reto de poder dormir durante toda la noche o poder superar un ataque de pánico por si sola. Aquellas fueron las pocas victorias que Korra había tenido en el último año.
Con esto en mente, la idea de hacer frente a un ejército le parecía imposible.
Tal vez debería haber permanecido desaparecida. Al menos, no decepcionaría a nadie.
Korra sacudió la cabeza. Ella no era una decepción; solo estaba superando todo para poder regresar. Y toda esta locura se le estaba viniendo tan rápido hacia ella. No podía dejar que eso la venciera. Aún no.
De pie, Korra se acercó a Opal y puso sus manos sobre los hombros. Esperando a que Opal la mirará. -"Tienes que confiar en mí, Opal. Si se trata de eso, voy a hacer lo que tengo que debo mañana. Pero ya has oído a Kuvira, Su rompió la tregua. No tenía porqué, y yo tampoco tendría que hacerlo."- Sintió como Opal comenzaba a alejarse, y Korra continuó agarrandola. -"Dame una oportunidad de resolver esto pacíficamente . Por favor."-
-"¿Y si no puedes?"-
Tragó contra la sequedad que tenía su garganta. Ella era el Avatar, este último año le había al menos dado ganas de volver. -"Entonces tendré que detenerla."-

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