La Alfa Perdida. Capítulo 4. Por RaeDMagdon

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hola gente bella muy buenas noches tengan todos y pues después de tooda esta semana demasiado emocionante para muchos <3 xD ya saben porque pues aquí les comparto otro capítulo de La Alfa Perdida nwn.

Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.




PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3

***






CAPITULO 4
Ella se hunde. Tanteando sobre el metal líquido. Enrollándose alrededor de sus brazos, agarrando todo su cuerpo, arrastrándola junto con la cadena rodeando de su tobillo. Trato de abrirse camino libre, para encontrarse con algo sólido en que aferrarse. Pero sus dedos no encontraron nada, y ella seguía escapando.
Pronto, el metal líquido alcanzó su barbilla. Vertiéndose en su boca, cortando su aliento. No podía gritar, ni podía respirar. Alcanzando más allá de sus oídos, sus ojos, una vez más, estaba atrapada en algún lugar sin ver y sin oír. Al igual que aquella burbuja de aire  con la cual Zaheer rodeo su cabeza.
Espíritus, moriré. Otra vez. Asami, lo siento mucho...
El color plateado se vuelve en oscuridad, y los últimos vestigios de luz desaparecen.
* * *
Korra gruñó, levantando una mano hacia su cabeza. No estaba segura en donde había despertado, pero inmediatamente deseó no haberlo hecho. Un dolor terrible la hacía sentir que su cráneo se abriría, y sus músculos temblaba ante la fatiga. Ella parpadeó, tratando de despejar su visión borrosa, pero todo lo que podía ver eran jirones tenues de color azul en algún lugar alto sobre ella. ¿Un agujero? ¿Es el cielo? Supongo que eso significa que estoy bajo tierra.
Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, ella tomó la fuerza suficiente como para colocarse sentada. Estaba en una especie de cueva, tendida sobre un duro y plano lecho de piedra. Esto no era sólo un agujero que estaba al azar en el bosque. Alguien la había traído aquí.
Ese alguien resultó estar entre las sombras a pocos metros de distancia. Daba la espalda, pero una pequeña higuera hacía ver su silueta mientras removía lo que parecía una olla. Mientras Korra se esforzaba en darle sentido a lo que estaba viendo, el desconocido habló en voz áspera y un graznido rasposo. -"¿Te sientes mejor?"-
Otra dolor atravesó su cabeza, y le tomó un momento hablar. -"¿Dónde estoy? ¿Qué pasó?"-
-"Esperaba que tú me lo contaras"- Dijo la desconocida -"Te encontré desmayada en el barro."
Algo del dolor se fue, y bajando su mano al regazo. Se echó hacia adelante en el lecho de piedra, tratando de ver mejor a su extraño salvador. -"¿Cómo supiste que estaba allí afuera?"-
-"Estoy bastante enterada de las cosas con ir y venir en este lugar, ¿qué te trae al pantano?
Sólo cientos errores y diferentes fracasos,  Korra quería decirlo, pero sabía que la respuesta no tendría sentido. En su lugar, se conformó con una explicación más sencilla. -"Un espíritu me trajo hasta aquí y me dijo que supuestamente me iba a encontrar a alguien."- Ella frunció el ceño ante la figura sombría, que aún no se había girado para mirarla. -"¿Eres tu?"-
-"No tengo idea."- dijo la persona desconocida, moviendo su cucharón contra los lados de la olla. -"Pero si tus sentidos de Avatar te llamaron aquí, probablemente deberías escucharlos."-
Korra se estremeció. Odiaba ser reconocida en público, aunque normalmente se las arreglaba para salir de situaciones difíciles. Alegando que ella sólo se parecía al Avatar, y el avatar no usaba ropas del Reino de la Tierra muy a menudo. Pero de alguna manera, sabía que esa excusa no funcionaría para su salvadora. -"¿Cómo sabes quién soy?"-preguntó, levantándose del lecho de piedra. Tras dar un paso, sus piernas se detuvieron, acercándose hacía la fogata.
-En cierto modo, fuimos los mejores amigos en tu vida pasada.
No era la respuesta que esperaba. Haciendo fuego control en la palma de su mano, llenando la cueva con un resplandor tenue e incandescente. La sombra se giró hacia ella y sus ojos se abrieron ante la sorpresa. Era una anciana con mandíbula cuadrada y rostro curtido. Cabellos plateado largos y desaliñados colgaban de cada lado de su cabeza, casi cubriendo sus ojos ciegos.
Al instante, Korra la reconoció. Había visto fotos de esta mujer muchas veces, e incluso su estatua. Pero aún así no lo hubiera hecho, estaba segura de que hubiera conocido el nombre de su salvadora de todos modos. -"No puedo creerlo."- susurró, casi con incredulidad. -"¿Toph?"-
Toph se rió, y sus arrugas se profundizaron más mientras sonreía. -"Que bueno verte de nuevo, Pies Ligeros, pero aún no has respondido a mi pregunta: Nadie viene a este pantano al menos de que estén tratando de evitar algo."-
Korra bajó la mirada llena vergüenza. -"No sólo algo."- Murmuró. -"Si no alguien."-
-"Ah."- Toph se giró de nuevo a la olla y siguió moviendo el cucharon, actuando completamente desinteresada. -"Huyendo, ¿eh?, diría que estoy sorprendida, pero eso sería una mentira. Aang siempre estaba huyendo y evitando las cosas también".-
-"¿En serio?"-
Toph asintió con la cabeza. Se alejó de la olla y sacó dos cuencos de madera de una serie de cornisas de piedra. -"Por supuesto, es por eso que nunca se acostumbró al Tierra Control. ¿Pero tú, pensé que podrías con eso."-
Korra dio un respingo. Toph parecía saber mucho de ella, especialmente para una ermitaña que había desaparecido para vivir en un pantano aislada durante los últimos años. -"No sé lo que has oído de mí, pero no he podido lograr nada en estos tres años."- Suspiró, sentándose en lecho de piedra y apoyando los codos sobre sus rodillas. -"No puedo luchar como solía hacerlo, retrocedo cuando debería bloquear eso, espíritus, ni siquiera tengo el coraje de regresar a casa con mi pareja y mi hija."- Las lágrimas brotaron de sus ojos, y trató de parpadear evitar que escaparan por completo. -"No soy un Avatar. Sólo soy una cobarde."-
-"Más o menos."- Gruñó Toph. Empezó a servir lo que hubiera estado removiendo en el cuenco sin ningún rastro de simpatía. Las lágrimas de Korra se detuvieron antes de que realmente comenzaran. No sabía lo que esperaba, pero franqueza no era. Toph pareció sentir su sorpresa. -"No esperabas compasión, ¿verdad?"-
-"No lo sé."- Dijo Korra suavemente. -"Solo pensé..."-
-"Pensaste que sentiría lástima por ti, así como apuesto a que has estado sintiendo lastima por ti misma, sin importar por cuanto tiempo hayas tenido metida la cabeza en el trasero. Bueno, yo no. Por lo que parece, has tenido momentos duros. Pero ¿sabes qué? lo mismo le ha ocurrido a otra gente, la mayoría de ellas no se echan a morir por ello, pero lo que vale la pena es levantarse y seguir adelante."-
El primer instinto de Korra era atacar. En el pasado, ella hubiera reaccionado a la defensiva. Le habría afirmado que Toph no la conocía, y no tenía derecho a juzgarla. Pero después de tres años de soledad y dolor, no le enorgullecía defenderse. Su comportamiento era tan malo como lo decía Toph. -"Asami siguió adelante."- Dijo por fin, con voz temblorosa mientras decía el nombre de su antigua amada. -"Ella ha estado reconstruyendo Ciudad República, haciendo algo valioso mientras yo he estado recorriendo el Reino Tierra como una especie de fugitiva, teniendo sexo cualquier cosa que respire y tratando de olvidarla para que no duela tanto."-
Cuando volvió a levantar la vista, Toph estaba de pie frente a ella, sosteniendo un cuenco humeante de algo que parecía asqueroso pero olía delicioso. Estaba demasiado hambrienta como para ser exigente. Levantó el cuenco a su boca mientras Toph se sentaba a su lado. -"Asami, ¿huh? Así que ella es tu pareja de la quien has estado huyendo?"-
Korra tragó saliva, dejando que el calor del guiso se asentara en su estómago. Pasándose el dorso de su mano por la boca y suspiró. -"Gracias, me mantuve lejos porque tengo que hacerlo, no puedo regresar hasta que sea lo suficientemente fuerte como para protegerla a ella y a mi hija. Cada villano poderoso de turno quiere pelear contra el Avatar. Si tengo una familia, trataran de hacerles daño."-
Toph soltó un resoplido de molestia, y sus ojos nebulosos casi rodaron. -"Esa es la cosa más tonta que he escuchado. ¿Qué clase de alfa que se respete se escapa y deja a su pareja y a su hijo solos? Katara nunca dejo a Aang cuando este estuvo estado. Mierda, yo mismo crié a Lin y Suyin cuando sus padres no mostraron el suficiente interés."-
-"Pero..."-
-"Pero nada. Si quieres dejar de sentirte muy mal por ti, deja de llorar y vuelve a donde perteneces. Puede que el mundo no necesite a una llorona como tú, pero tu pareja y tu hija definitivamente si que te necesitan."-
Los ojos de Korra se estrecharon. -"¿Qué quieres decir con que el mundo no me necesita?"- Ella dejó el cuenco a un lado y un surco se formó en medio de su frente. "¡Se supone que debo ser el Avatar, pero me han pateado el trasero perdedores de todo el Reino Tierra! ¿Cómo se supone que debo proteger a las personas, protegerla, ¿cuando ni siquiera puedo pelear? "
-"Céntrate en lo tuyo."- Exclamó Toph. -"El mundo no te necesita ni un poco."-
Korra se levantó del lecho antes de que pudiera detenerse, separando los pies, mientras sus puños estaban apretados a los costados. -"No sé cuánto tiempo has vivido en este pantano, pero mientras era el Avatar, he detenido a personas realmente malvadas de hacer cosas muy malas."-
Toph ignoró por completo aquel estallido. Ella permaneció sentada, apenas levantando la vista de su comida. -"Escucha, cuando yo era Jefe de Policía en de Ciudad República, trabajé muy duro en atrapar a los criminales. ¿Pero eso hizo que el crimen desapareciera? Nop. Si hay algo que aprendido en el cargo, es que los nombres cambian, pero las calles sigue igual. "
-"¿Entonces, básicamente dices que todo lo que he logrado ha sido inútil?"-
-"Tú lo dijiste, no yo. Pero probablemente sea la primera cosa inteligente que has dicho hasta ahora."-
En lugar de enfadarse, Korra se sintió repentinamente más ligera. A pesar de la manera brusca en que Toph decía las cosas, un gran peso se había levantado de sus hombros. Sus responsabilidades como Avatar la habían atormentado durante los últimos tres años, sin importar qué tan rápido y lejos se escapara de ellos. La idea de que tal vez no era tan esencial para el mundo a fin de cuentas era increíblemente liberador. -"Y yo creía que Beifong era gruñona..."- Dijo, enderezándose un poco.
Por primera vez desde su encuentro, Toph parecía realmente alegre. -"¡Soy la vrdadera Beifong!."- Gritó ella.
Korra permaneció en silencio durante un largo rato. Estaba demasiado cansada y débil para proteger al mundo entero, y sólo un pensamiento la hizo entrar en pánico. Pero tal vez... quizás con algo de ayuda, podría recuperarse lo suficiente como para proteger al menos a dos personas. Asami. Yasuko. Por lo menos, puedo cuidar de ellas. Su corazón comenzó a latir con fuerza, y ella apoyó su mano sobre la carta que tenía guardada por instinto. "Cuando estés lo suficientemente bien como para volver, ambas estaremos esperándote con los brazos abiertos..."
-"Ayúdame."- Dijo antes de que pudiera pensarlo mejor.
Lentamente, Toph se giró para mirarla. -"¿Qué?"-
-"Ayúdame."- Dijo Korra de nuevo, con más insistencia.
Toph frunció el ceño. -"Estoy ciega, no sorda. Me refiero, ¿que fue lo que te hizo cambiar de opinión?"-
Korra trató de dar una explicación adecuada, pero lo único que podía ver en su mente era el rostro de Asami. -"Porque quiero irme a casa. Estoy cansada de huir. No quiero ser el Avatar, pero quiero volver con mi pareja y quiero conocer a mi hija. Puede que no las merezca, y definitivamente merecen algo mejor que yo, pero... "-
-"No tienes por qué ponerte cursi."- Suspiró Toph. -"Bueno, pensaba untar mis pies en el barro durante unas semanas, pero no puedo soportar que seas tan patétics y te pateen el trasero todo el tiempo. Muy bien, creo que puedo ayudarte."-
Korra parpadeó sorprendida. Una parte de ella no había esperado que Toph cediera tan fácilmente. Ella había estado preparando argumentos a favor de la ayuda que necesitaba. Pero cuando se dio cuenta de que le daba una oportunidad, una oportunidad que no merecía, pero una oportunidad, no obstante, una amplia sonrisa se extendió por su rostro. Por primera vez en años, la esperanza empezó a florecer en su pecho. -"¡Gracias!"- Dijo ella, moviéndose para abrazarla.
Momentos después de que abrió sus brazos, una pared de roca la sorprendió de frente a su cara, casi alcanzando su barbilla. Cayendo hacia atrás, gruñendo mientras se golpeaba contra el suelo. -"Nah-ah-ah-ah."- dijo Toph desde el otro lado. -"Si quieres abrazar algo, ve a abrazar un árbol."- El muro de roca volvió a la normalidad de nuevo, Korra notó que la anciana estaba sonriendo, también. -"Si quieres a tu pareja de vuelta, vas a tener que trabajar."-

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1 comentario

  1. wooow me encanta este fic gracias por traducirlo lo estuve esperando toda la semana!!! saludos.

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