La Alfa Perdida. Capítulo 21. Por RaeDMagdon

1
hey gente bella muy hermosa noche, y pues aquí como cada domingo hay un nuevo capítulo de La Alfa Perdida, a disfrutarlo nwn


Advertencia: Este fic tiene contenido omegaverse (futanari) para quienes no le guste está temática, puede pasar de largo nwn.


PD: Los fics no son mios, yo solo traduzco por estos lados siempre dando créditos a sus verdaderos fickers, esto lo hago sin fines de lucros solo de fan para fans :3


***




CAPITULO 21
***

Korra miraba directamente al océano, dejando que la brisa del atardecer le acariciara el rostro. El sonido de la risa de Yasuko y el alegre ladrido de Naga resonaron detrás del pabellón de meditación, pero ella no se volteó para verlas jugar. Ella continuó mirando el horizonte, mirando el sol hundirse más allá de las oscuras aguas.  
Lo que debería haber sido un día feliz se había vuelto más y más triste a medida que pasaban las horas. Los pensamientos de Kuvira seguía sobre su mente como una nube, y cada vez que miraba a Yasuko, le recordaba todo lo que tenía que perder. Tan agradecida como estaba por reunirse con su pareja y su hija, sabía que su felicidad era más tenue que nunca. Ella aún seguía siendo el Avatar. Todavía había un mundo que necesitaba ser salvado, un mundo que tenía que salvar para su familia.
¿Pero cómo voy a arreglar esto? Kuvira me derrotó en Zaofu. Incluso cuando tenía la ventaja, seguí mi propio camino. Y en el tren... Suspiró y bajó los ojos, apoyada en uno de los soportes de madera. Los ataques de pánico, los recuerdos y las visiones espeluznantes eran suficientemente malos cuando no ocurrían frente a Asami. Fue casi demasiado tarde para salvarnos. En otro momento, y nunca hubiéramos salido vivos de ese tren. Yasuko habría sido huérfana.
-"¿Korra?"-
Al escuchar su nombre finalmente la hizo girarse. Asami estaba de pie detrás de ella, llevando en sus manos una taza de té humeante. -"Hola, Asami. ¿Pensé estarías adentro para estar más caliente?"-
Asami sonrió, y el corazón de Korra sintió menos dolor. -"Para eso están las chaquetas y caricias. Además, pensé que también podrías tener frío aquí afuera. Te traje un poco de té."-
Korra tomó la taza de Asami, dejando que la calidez se filtrara sobre sus palmas. -"Eres tan dulce."- Ella se inclinó, rozando sus labios contra la mejilla de Asami. -"Gracias."-
-"También quería ver a Yasuko."- Girándose, ambas volvieron a mirar la clara hierba detrás del pabellón. Yasuko con sus pequeñas piernas y gorditas estaba caminando junto a Naga, tratando de alcanzar la cola del perro oso polar e intentando no caerse. Después algunos metros, Naga dejó de correr y permitió que la pequeña la atrapara. -"Ella ha sido excelente con Yasu estás últimas semanas."- Dijo Asami, mirándolas con una expresión de cariño. -"Es como tener una gigante niñera esponjosa cada vez que venimos al Templo de Aire."-
Korra también intentó sonreír, pero terminó suspirando. -"Me alegro de que Naga haya tenido a alguien con quien jugar mientras me esperaba. Ojalá pudiera haberla cuidado, pero ..."-
-"Pero huir del Reino Tierra con un perro oso polar habría sido un poco llamativo."- Terminó Asami por ella. Vieron a Naga caer sobre su espalda y exponiendo su barriga a las pequeñas manos de Yasuko. Korra quería reírse, pero simplemente la risa no salía. Su pecho dolía demasiado. Su mirada pasó de Yasuko a Asami, y no pudo evitar notar la expresión de preocupación en el rostro de su pareja.
¿Cómo voy a protegerlas mientras sigo así?
-"¿Estás bien?"- Preguntó Asami, extendiendo la mano para acariciar su brazo. -"Pareces decaída. No creo que sea porque mi calor haya terminado, ¿cierto?"-
Korra se mordió el labio inferior, tratando de decidir cuánto quería decir realmente. Ella y Asami habían acordado compartir sus cargas, y ahora, la suya la sentía terriblemente pesada. Asami ha puesto tanta confianza en mí últimamente. Lo menos que puedo hacer es respetarla confiando en ella. -"Lo siento. He estado pensando en una cosa que me dijo Toph. Dijo que el mundo no me necesita y que no tiene sentido intentar de detener a Kuvira".
-"¿Qué?"- Asami frunció el ceño. -"Eso es ridículo."-
-"En ese momento, eso pensé yo. Pensé que solo estaba siendo cascarrabias. Pero estoy empezando a pensar que tenía algo de razón."-
-"No, para nada."- Dijo Asami con un tono de voz lleno de urgencia. -"Yasu y yo te necesitamos, y también el resto del mundo. Tú eres el Avatar."-
Korra dejo caer sus hombros. Ella era muy consciente de lo que era, pero había aprendido por las malas que ser el Avatar no tenía ninguna garantía. Todavía podía fallar, y ya había fallado demasiadas veces como para contarlo. -"Pero no importa lo que haga, el mundo parece estar siempre desequilibrado. Cuando era pequeña, me moría de ganar por ser el Avatar. Pensaba que de verdad iba a cambiar las cosas. Que ingenua..."-
Un nudo de temor se formó en su garganta cuando volvió a rememorar sus recuerdos. Por lo general, ella se cansaba de tratar de acallarlos. Era extraño pensar en las personas contra las que había luchado en lugar de ser arrastrada a ese lugar oscuro en contra de su voluntad. -"La primera vez que vi a Amon quitarle a alguien su control, estaba aterrorizada."-
Sintió un dolor atravesar cada centímetro de su cuerpo. Un pulgar sobre su frente,  sintiendo algo excavar dentro de ella y succionar su poder dentro de ella -
La calidez de una mano en su brazo la trajo de vuelta. -"Te estás olvidando de todas las cosas buenas que ocurrieron después de que pusieras en evidencia a Amon como el fraude que era."- Dijo Asami, más suavemente que antes. -"El Movimiento Igualitario perdió su líder y su poder. Se convocaron a elecciones pública en la República Unida, y finalmente los no maestro por fin tuvieron voz. La gente nuevamente recuperó la esperanza, y todo gracias a ti."-
Korra cerró los ojos por un largo tiempo. Pensar en Amon la había dejado temblando. Él le había enseñado lo qué era el miedo, y era una lección que nunca había olvidado. -"Y yo también la recuperé. Pero esa sensación no duró mucho. Por culpa de Unalaq, traicioné a Tenzin, abrí los portales y sumí los mundo espiritual y humano en el caos. Fue culpa mía que se fusionara con Vaatu y se convirtiera en un Avatar Oscuro. Y no pude hacer nada para evitar que acabase con Raava y sesgara la conexión con mis vidas pasadas... "-
La risa de Unalaq atravesaba sus oídos orejas. Su cuerpo se paralizaba, y a su vez temblaba. Una vez más, algo está siendo tomado de ella. Ella se aferraba, pero no pudo aguantar. La luz que siempre había estado en ella fue arrancada, y los rostros de  sus vidas pasadas que estaban ante sus ojos. Uno por uno, se desvanecían.
Esta vez, ella alejó esos recuerdos. Eso siempre la dejaba sintiéndose sola, y no quería quedarse atrapada allí. Parte de ella aún se culpaba por perder la conexión con Aang y todos los otros Avatares anteriores a ella. Había sobrevivido, pero se había perdido tanto.
-"Con Raava fuera, Unalaq y Vaatu se volvieron más poderosos que nunca. Todo porque no era lo suficientemente fuerte."-
-"Pero tu también te volviste más poderosa."- dijo Asami. -"Quiero decir, ¡te convertiste en un espíritu gigante!"-
El entusiasmo en su voz hizo que Korra sonriera débilmente. -"Sí... eso fue increíble."- admitió. Fue una de las pocas veces que se sintió fuerte y conectada con sus sentimientos más íntimos que desearía poder encontrar aquello de nuevo, pero no tenía idea de cómo hacerlo otra vez.
-"Y dejar los portales abierto resultó ser una buena decisión. Trajiste a los Maestros Aire y produjiste un cambio positivo en el mundo."-
-"Sí, pero Zaheer también tiene control del aire y casi me mata..."-
Cayendo sobre sus rodillas, con la boca abierta, gritando silenciosamente. Sintiendo el viento alrededor de su cabeza, azotando sus mejillas, rugiendo muy cerca de sus oídos. Sintiendo arder sus pulmones, pero sin poder respirar. Sin poder respirar. Sin- poder- respirar.
-"¿Korra?"-
Ella respiró profundamente, tratando de aliviar la constricción en su pecho. -"Estoy ... estoy bien."-
Asami no parecía convencida. -"¿Estás segura?"- preguntó ella, con los ojos llenos de preocupación. -"Regresaste allí por un segundo. Verdad."-
-"Esto va a sonar mal, pero ya estoy acostumbrada. Estoy bien."- Levantó la taza de té que Asami le había dado para tomar, pero sus manos temblaban mientras sorbía. El calor deslizándose por su garganta le ayudó, y después de un momento, los latidos de su corazón bajaron a movimientos constante.
-"¿Mejor?"-
Ella asintió. -"Lo siento. Pensar en Zaheer es difícil. Cuando me atrapó al borde de esa montaña, estaba segura de que iba a morir... de que nunca volvería a verte."- Bajó la vista hacia la taza, mirando la superficie oscura de su té. -"Fuiste lo último en lo que pensé antes de que Jinora y los otros Maestros del Aire me salvaran. Solo te había marcado. No quería dejarte sola."-
-"No me dejaste sola."- El brazo de Asami se entrelazó con el suyo, y una cálida mejilla descansaba sobre su hombro. -"Tú sobreviviste. Y ahora, has vuelto."-
-"Sí ..."- Korra casi hizo un comentario autocrítico, pero se detuvo de hacerlo al último instante. Ella necesitaba hacerlo mejor, por el bien de Asami, si nada más. Su odio a sí misma no estaba ayudando nada. -"¿Mejor tarde que nunca, cierto?"-
Fue una broma estúpida, pero Asami se rió de todos modos. -"Mejor tarde que nunca."- estuvo de acuerdo.
Pero el momento de brillantes se desvaneció rápidamente. Korra comenzó a inundarla la duda nuevamente al recordar lo que la había molestado en primero. Ni Amon, Unalaq o Zaheer, sino Kuvira, la amenaza que aún necesitaba ser detenida. La amenaza que no estaba segura de poder detener, incluso si tuvo el coraje de intentarlo. -"Sé que Zaheer está en prisión, y sé que ya no puede hacerme daño, pero no importa. A causa de él... A causa de ... Kuvira está en el poder ahora. Se ha apoderado de todo el Reino Tierra, y las cosas están más desequilibradas que nunca . Toph tenía razón. ¡Nada ha cambiado!"-
-"Tienes razón, Korra."-
Una voz profunda interrumpió e hizo que Korra levantará la mirada. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio a Tenzin acercándose para unirse a ellas en el pabellón. Ella no lo había escuchado acercarse, pero Yasuko estaba acurrucada en sus brazos, sonriendo de oreja a oreja. Parecía fascinada con la barba de Tenzin, y, por muy cariñoso que fuera, Tenzin parecía querer alejarla.
-"¿Tengo razón?"- Dijo Korra, animándose un poco. Fue agradable ver que su hija había asumido la tradición familiar de molestar a su antiguo maestro de aire control. -"Eso no es algo que solías decirme a menudo."-
-"En este caso, es verdad. Lamento entrometerme en un momento personal, pero no pude evitar oír lo que dijiste..."- Su voz se apagó, y su rostro se crispó con una leve incomodidad cuando Yasuko tiró de su barba.
-"¡Koa, Densin! Vamos a Koa."-
-"Además, tu hija insistió bastante en que fuéramos a verte."-
-"Aquí, déjame tomarla."- se ofreció Asami, abriendo sus brazos. Eso finalmente llamó la atención de Yasuko, y ella soltó la barba de Tenzin, permitiendo que se la pasara en un solo movimiento. -"¿En que tenía razón Korra?"-
La expresión de Tenzin se volvió seria una vez más. -"Es cierto, siempre habrá nuevos conflictos y enemigos a los que hacer frente. Pero lo importante es aprender de esos enemigos y mejorar con el tiempo, lo cual has hecho. Has cambiado mucho desde que llegaste a la isla del Templo Aire. Cuando llegaste, eras impulsiva y un poco egoísta... "-
Korra se frotó la parte de atrás de su cuello. Mirando hacia atrás, tuvo que admitir que Tenzin tenía razón. Había tomado una que otras decisiones precipitadas en ese entonces.
-"Pero te has convertido en una joven pensativa que antepone las necesidades de los demás a las suyas. La nueva Nación del Aire  es un testimonio de ello. Lo sacrificaste todo para salvarlos..."- Su voz firme tembló un poco, y Korra se sorprendió al ver un atisbo de lágrimas en sus ojos. -"Eres una inspiración para el mundo. Cuando ella tenga la edad suficiente para comprender, estoy seguro de que Yasuko estará orgullosa de ti por todo lo que has hecho. Sé que así es como me siento con respecto a Aang."-
Por unos momentos, Korra no supo qué decir. Las palabras de su antiguo mentor la habían tocado el alma, y sintió que sus propios ojos comenzaban a arder al formase lágrimas. Había pasado mucho tiempo desde que alguien la había mirado con ese tipo de respeto, y aún más desde que creyó que se lo merecía.
-"Gracias, Tenzin."- Dejó la taza de té a un lado y rodeo el hombro de Asami. Fue gracias a ella que realmente estaba escuchando las palabras de Tenzin en lugar de solo desecharlas. -"Gracias, a los dos."- Asami se inclinó hacia ella, y supo que su pareja lo había entendido. -"Sé que este problema Kuvira solo va a empeorar cada vez más. Pero pase lo que pase, no importa cuán locas se pongan las cosas, siempre intentaré restaurar el equilibrio. No huiré de nuevo."-
-"Está bien."- dijo Asami, cambiando para que Yasuko pudiera aferrarse a ella muy bien. -"Porque finalmente recuperé a mi familia. No la volveré a perder."-
Tenzin asintió. -"Tienes tus prioridades en el lugar correcto, Asami. La familia es importante... algo que no siempre he tenido en cuenta. Pero si no te molesta un pequeño consejo, detente después de cuarto hijo. Así no te arriesga a caer en locura."-
Yasuko eligió ese momento para comenzar a retorcerse, y Korra la tomó de los brazos de Asami, saltando ligeramente para mantenerla entretenida. -"Bien. Creo que tengo que ponerme al día muchas cosas. Creo que con una es suficiente."-
-"Por ahora."- Asintió Asami, con una sonrisa.
Los ojos de Korra se abrieron con sorpresa, pero sabiamente eligió permanecer en silencio. Enterró su rostro en el suave y oloroso cabello de Yasuko, tan parecido al de Asami, e inhaló el aroma de su hija. Quizás podría enfrentarse a Kuvira después de todo. Ella había sido derrotada una vez, pero ahora, tenía algo mucho más precioso por lo que luchar. Si Yasuko y Asami necesitaban que ella fuera el Avatar, entonces ella encontraría la manera de arreglar las cosas.

Entradas que pueden interesarte

1 comentario

  1. Que hermosa tradición heredada de familia... molestar a Tenzin :v
    Gracias por el capítulo :)

    ResponderEliminar